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PRIMEROS AUXILIOS

LA TERMORREGULACIÓN

La termorregulación o regulación de la temperatura, es la capacidad que tiene el


organismo biológico para modificar su temperatura dentro de ciertos límites,
incluso cuando la temperatura circundante es bastante diferente del rango de
temperaturas- objetivo. Este termino se utiliza para describir los procesos que
mantienen el equilibrio entre ganancia y perdida de calor. Si se añade o quita una
determinada cantidad de calor a un objeto. Si su temperatura aumenta o
disminuye, respectivamente, en una cantidad que depende de su capacidad
calorífica específica con un ambiente.
Los organismos termorreguladores u homeotermos mantienen la temperatura
corporal esencialmente constante en un amplio rango de condiciones ambientales.
Por otra parte, los ectotermos o poiquilotermos son organismos cuya temperatura
corporal varía con las condiciones ambientales. La forma de obtención del calor
puede ser por endotermia o por ectotermia. Los organismos endotermos u
homeotermos controlan la temperatura corporal mediante la producción interna de
calor, y mantienen habitualmente dicha temperatura por encima de la temperatura
ambiental. Los organismos ectotermos o poiquilotermos dependen, para regular su
temperatura corporal, fundamentalmente de una fuente de calor externa.

TERMORRGULACIÓN EN EL SER HUMANO


Los organismos termorreguladores u homeotermos mantienen la temperatura
corporal esencialmente constante en un amplio rango de condiciones ambientales.
Por otra parte, los ectotermos o poiquilotermos son organismos cuya temperatura
corporal varía con las condiciones ambientales. La forma de obtención del calor
puede ser por endotermia o por ectotermia. Los organismos endotermos u
homeotermos controlan la temperatura corporal mediante la producción interna de
calor, y mantienen habitualmente dicha temperatura por encima de la temperatura
ambiental. Los organismos ectotermos o poiquilotermos dependen, para regular su
temperatura corporal, fundamentalmente de una fuente de calor externa.
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La temperatura considerada regular de organismo humano varía dependiendo de


su sexo, su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día
y, en las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren.
Tradicionalmente la Medicina considera que la temperatura corporal normal —
tomada oralmente— oscila entre 36,5 y 37,5 °C en el adulto saludable; el valor
promedio viene a ser 37 °C.

El modelo termorregulador humano más simple divide al cuerpo en dos


compartimentos: la zona central o núcleo que produce calor y la zona superficial o
periférica que regula la pérdida de calor. En condiciones de reposo, la producción
de calor depende especialmente de la actividad metabólica de los órganos
internos como el cerebro y los órganos de las cavidades abdominal y torácica
como, por ejemplo, el hígado, los intestinos, el riñón y el corazón. La sangre,
impulsada y distribuida por el sistema cardiovascular, es el principal medio que
transporta el calor (por convección) del núcleo a la región cutánea. La temperatura
del núcleo, especialmente la del cerebro, está regulada.
El cuerpo humano tiene una temperatura interna de 37 ºC, mientras que la
temperatura cutánea es de 33,5 ºC. El calor ganado y perdido por el cuerpo
depende de múltiples factores. La temperatura con que la sangre llega al
hipotálamo será el principal determinante de la respuesta corporal a los cambios
climáticos. Ya que el hipotálamo es el centro integrador que funciona como
termostato y mantiene el equilibrio entre la producción y la pérdida de calor. Si la
temperatura disminuye, aumenta la termogénesis y los mecanismos
conservadores del calor: El mantenimiento de la temperatura corporal, además
depende del calor producido por la actividad metabólica y el perdido por los
mecanismos corporales, así como de las condiciones ambientales.
LA TERMOGÉNESIS
La termogénesis (del griego: termo temperatura génesis inicio) es la capacidad
de generar calor en el organismo debido a las reacciones metabólicas. La
disipación de calor equilibra esta generación interna dando lugar a
una homeostasis térmica (equilibrio térmico) en la célula que en los
mamíferos como el ser humano alcanza un valor estático de aproximadamente
37 °C. La termogénesis puede ser inducida por la dieta (ingesta de alimentos con
capacidad de termogénesis) o por la inclusión de suplementos
dietéticos termogénicos.1 A veces se define la termogénesis como el residuo
degradado de la energía generada en el metabolismo basal. La termogénesis
explica la activación del calor típica de los mamíferos.
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TERMOLISIS
La termólisis (también, termo análisis) es la reacción en la que un compuesto se
separa en al menos otros dos cuando se somete a un aumento de temperatura.
Por ejemplo, el carbonato de calcio se descompone en óxido de calcio y dióxido
de carbono. En otros compuestos se pueden llegar a separar sus átomos
constitutivos, por ejemplo, el agua calentada a más de 2500 ºC rompe sus enlaces
y se convierte en átomos de hidrógeno y oxígeno.
Cuando la temperatura central del cuerpo aumenta por encima del nivel crítico, se
produce un acrecentamiento de la pérdida de calor mediante la sudoración. Un
incremento adicional de 1°C de la temperatura corporal estimula bastante
sudoración para suprimir 10 veces la producción basal de calor del cuerpo. Gran
parte de animales poseen una escasa capacidad de perder calor por su superficie
anatómica, debido a que esta superficie presenta un pelaje importante que
beneficia al individuo, y porque la mayoría no presentan glándulas sudoríparas, lo
que elude la mayor parte de la pérdida mediante la evaporación del calor en la
piel. Por lo tanto, emplean el mecanismo del jadeo regulado, por el centro del
jadeo, que produce un incremento de la frecuencia respiratoria con una respiración
muy superficial que contribuye con la veloz evaporación del agua de las
superficies mucosas, especialmente la saliva en la lengua.

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