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SECUNDARIA
MSc. Fabiola Y. Rodriguez M.
ENDOTERMOS Y ECTOTERMOS
No todos los organismos mantienen la temperatura corporal dentro de un intervalo tan estrecho
como nosotros los seres humanos, pero prácticamente todos los animales del planeta tienen que
regular su temperatura corporal hasta cierto punto —al menos para evitar que el agua de sus
células se convierta en hielo, o para evitar la desnaturalización de sus enzimas metabólicas por el
calor.
En términos generales, los animales pueden dividirse en dos grupos según regulan la temperatura
corporal: endotermos y ectotermos. Veamos la diferencia entre estos dos grupos.
Endotermos y ectotermos
Las personas, los osos polares, los pingüinos y los perritos de la pradera, como la mayoría de las
otras aves y mamíferos, son endotermos. Las iguanas y las serpientes de cascabel, como la mayoría
de los demás reptiles —junto con la mayoría de los peces, anfibios e invertebrados—, son
ectotermos.
Los endotermos generan internamente la mayor parte del calor que necesitan. Cuando hace frío,
aumentan la producción de calor metabólico para mantener su temperatura corporal constante.
Debido a esto, la temperatura corporal interna de un endotermo es casi independiente de la
temperatura del medio ambiente.
Entre mayor sea la tasa metabólica de un organismo —la cantidad de combustible químico que
utiliza en un período determinado de tiempo—, mayor será su producción de calor. Por lo tanto,
como un endotermo está expuesto a temperaturas exteriores más frías, aumentará su tasa
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metabólica, quemará más combustible y producirá calor extra para mantener su temperatura
corporal constante.
Por otra parte, en ectotermos, la temperatura corporal depende principalmente de fuentes de calor
externas. Es decir, la temperatura corporal de los ectotermos aumenta y disminuye junto con la
temperatura del entorno. Aunque los ectotermos generan algo de calor metabólico —como todos
los seres vivos—, los ectotermos no pueden aumentar esta producción de calor para mantener una
temperatura interna específica.
Sin embargo, la mayoría de los ectotermos sí regulan su temperatura corporal, pero no lo hacen
produciendo calor. En lugar de esto, usan otras estrategias como el comportamiento, es decir
buscan el sol, la sombra, etc. para encontrar ambientes cuyas temperaturas satisfagan sus
necesidades.
Algunas especies dificultan la división entre endotermos y ectotermos. Los animales que hibernan,
por ejemplo, son endotermos cuando están activos, pero se asemejan a ectotermos cuando están
hibernando. Peces grandes como el atún y los tiburones generaran y conservan suficiente calor
como para elevar su temperatura corporal por arriba de la temperatura del agua circundante, pero
a diferencia de un endotermo verdadero, no mantienen una temperatura corporal específica.
¡Incluso algunos insectos pueden usar calor metabólico para aumentar su temperatura corporal al
contraer sus músculos de vuelo!
Otro punto importante: como regla general, los endotermos tienen tasas metabólicas
considerablemente más altas que los ectotermos. Eso es porque tienen que quemar grandes
cantidades de combustible —alimento— para mantener su temperatura corporal interna.
Hay algunos límites fundamentales sobre la temperatura corporal necesaria para sobrevivir en la
mayoría de los animales. En un extremo del espectro, el agua se congela a 32ºC y forma hielo. Si se
forman cristales de hielo dentro de una célula, estos generalmente rompen sus membranas. En el
otro extremo del espectro, las enzimas y otras proteínas celulares generalmente comienzan a
perder su forma y función, se desnaturalizan, a temperaturas por encima de los 40ºC.
Tanto para endotermos como para ectotermos, la temperatura corporal depende del equilibrio
entre el calor generado por el organismo y el calor intercambiado —perdido o ganado— con el
medio ambiente.
El calor siempre se mueve de objetos más cálidos a objetos más fríos, como lo describe la segunda
ley de la termodinámica.
Hay tres formas principales en las que un organismo puede intercambiar calor con el medio
ambiente: radiación, conducción —junto con la convección— y evaporación.
Radiación: la radiación es la transferencia de calor desde un objeto más caliente a uno frío por
radiación infrarroja, es decir, sin contacto directo. Ejemplo: Has experimentado radiación si te ha
calentado el calor del sol, un incendio o el radiador de un edificio.
Conducción: el calor puede transferirse entre dos objetos en contacto directo por medio de
conducción. La convección auxilia en la conducción del calor entre la piel y el aire o el agua
cercana; en este fenómeno el calor se transfiere por el movimiento del aire o el líquido. Aquí hay
un par de ejemplos:
Conducción: si tomas un cubo de hielo, perderás calor hacia el hielo por conducción. Por otra
parte, si caminas descalzo sobre piedras en un día soleado, absorberás calor de la piedra por
conducción.
Convección: El viento ayuda a alejar el aire de tu cuerpo por convección y trae aire nuevo más
fresco, de esta forma aumenta la transferencia de calor de la piel hacia el aire. Esto nos hace sentir
más frío cuando hay viento, algo que talvez has experimentado como temperatura de sensación.
Evaporación: la vaporización del agua de una superficie produce la pérdida de calor, por
ejemplo, cuando el sudor se evapora de la piel.