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EL CHAMAMÉ,

MÚSICA Y DANZA DE NUESTRA


GENTE.
ESE MODO DE VIVIR.
En los inicios del siglo XX, el camino de la yerba mate,“Oro Verde”, trajo aparejado el
comienzo de un proceso de desarrollo en la región que perdurará hasta la actualidad. En
esos años, nacen los primeros exponentes de la música popular y folklórica de la
provincia de Misiones. Con ellos revive con mayor fuerza el “chamamé”, encuentro
musical y cultural con raíces guaraníticas como hispano-afro-peruanas, que va
definiendo su forma, carácter y musicalidad netamente regional, hasta nuestros días.
En una extensa región, en la que a ningún músico los ríos Paraná y Uruguay les son
ajenos, simultáneamente se instalaron, se arraigaron y desarrollaron, diferentes
manifestaciones musicales, de las cuales se destaca y continúa evolucionando este
género a modo de arquitectura sonora en construcción permanente, “…la música
regional misionera tiene el color de lo rural, se nutre del latido del corazón del colono y
del criollo de la chacra. Es polca y colomeica. El chamamé es toda esa cosmovisión que
representa y se representa en una diversidad donde el músico busca encontrarse con el
otro” (Chango Spasiuk).
Un pensamiento común en la génesis del pueblo y siempre presente en el imaginario de
las estructuras de un estado, es el sentir, actuar y manifestarse frente a un hecho que
no posee fronteras geopolíticas definidas, sino que rige la vida de quienes habitan esa
franja territorial, “lo regional”. La “cultura chamamecera” pone de manifiesto una gran
parte de la realidad social, histórica, cultural y geográfica que determina su apropiación
y reconocimiento a una comunidad como tal. Comunidad que demanda con sentido de
pertenencia, autonomía y filiación a un modo de vida, de defensa de los intereses
comunes de aquellos sectores desprotegidos, yendo más allá de los gobiernos.“Ya en los
30, 40 y 50, la época de mis abuelos, el chamamé no era bien aceptado en la sociedad,
era música orillera, de las orillas. Decían que era música de sirvientes”. (Caraicho
Toledo).
A finales de la década de 1940 esa expresión de lo regional encontraba en cada zona del
país su modo más sutil de pertrechar lo auténtico, lo lugareño, lo nativista, adquiriendo
con el tiempo una gran significaciónen el campo de la Música Folklórica, cambiando así,
en nuestro caso hacia los años 60, el mote de música litoraleña por el de “música
regional”. Abriendo fronteras territoriales mucho más amplias en donde un pasado
común determinaría un futuro latino americanista en esta vasta región guaranítica,
consolidando la gran “Patria chamamecera”.

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“En esa época, tendría unos 12 años y en la plaza de nuestro pueblo, La Cruz, había
unos bancos de cemento donde cantaban chamamé tres músicos: Valdemar Santo, Luis
González y Lucho Rodríguez. Después íbamos a los comités los domingos, donde
también comíamos… y ahí tocaban los hermanos Palacios. Eran ídolos de esa época,
1944. Ya se hablaba del Coronel Perón; de Boca Junior. Todavía no había nada, habían
unas “radiocitas” a galena y así nos manejábamos”. (Jorge Valdéz).
Esta forma de expresión revive en el encuentro con la polka desde la segunda mitad del
siglo XIX, una identidad propia que va consolidándose y retroalimentándose, con el
aporte de la corriente inmigratoria en el país a partir de 1880 y en nuestra provincia con
mayor fuerza desde 1897 y principios del siglo pasado.Es por ello que la música regional
suma, incorpora y confirma que venimos de la trama musical del chamamé con su
ancestro guarani, con el aporte hispano peruano en la polca rural y el chotis y de los
“gringos” en la colomeica y el balerón. Somos todo eso junto y con ello nos introducimos
al espectro sonoro nacional. “Nuestra música es rica en contenido, es una música que
identifica a nuestra gente”. (Ramón Méndez)
El primer chamamé registrado data de 1931. A partir de la década del 20, como dijimos
precedentemente, nacen los primeros exponentes conocidos de la música popular y
folklórica de la provincia de Misiones: Odilio Godoy, Ramón Ayala, Salvador “Chaloy”
Jara, Vicente Cidade, Blas Martínez Riera, Gregorio Molina, Ricardo Ojeda, Félix y Héctor
Chávez, Miguel Viarengo entre otros. A los que se les sumaban músicos notables,
correntinos y paraguayos que transcurrieron gran parte de su vida en Misiones,
radicados en la provincia y adoptando la Tierra Colorada para siempre, como Luis
Acosta, Isaco Abitbol, Agapito Giménez, Lucas Braulio Areco, Tito Gómez, Luis Bensimol,
Pedro (Pelucho) Barboza, entre otros.
Tanto el Chamamé como el Tango, ambas manifestaciones autóctonas del pueblo
argentino, recorren un largo camino hasta nuestros días para ser aceptadas como
folklore por los especialistas. Este concepto y estas especies musicales casi de la mano,
fueron popularizándose rápidamente gracias a la difusión que la radio les dio en todo el
territorio nacional,a través de sus programas nativistas y el radioteatro.“Volví a Posadas,
después del servicio militar e hice radioteatro con Carlos Madelaire en LT 4, cuando
recién se hizo cargo, y me dijo: vos te quedás con nosotros y me quedé. Éramos cinco o
seis, estaba José Eduardo Merino y su esposa. Un cómico llamado Palomito y Julio
Montes. Se buscaban obras que se adaptaran a nosotros y la música era regional”.
(Jorge Valdéz)
“El chamamé tiene coreografía. Tiene que tener tres partes, sino el paisano no baila,
tiene que tener la parte del zapateo, la parte rítmica donde el tipo se prende, porque si
no el paisano no entiende, no lo disfruta. Cocomarola vendía por eso”. (Ramón Méndez)
Esta característica que bien pinta Ramón Méndez, técnicamente tiene una disposición
musical polirítmica cuya estructura de apoyo (bajo-base) se ejecuta en

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pie binario 3/4 (tres tiempos por compás en figura de negras) en donde el paisano
quiebra el cuerpo entrelazado con su guayna (la dama), mientras que la melodía, es
decir el canto como los instrumentos de rasgueo, se sobreponen melódica y tonalmente
con una estructura ternaria 6/8 (seis corcheas por compás). Es por eso que el chamamé
es un sentimiento que se baila.
Tanto en Posadas como en otras localidades estas pistas pasaron a formar parte de la
historia de los pueblos de Misiones.
A partir del 1900 y durante cuatro décadas, en la zona sur de la provincia de Misiones,
con anterioridad a la conformación de las pistas de baile, se realizaban actividades
derivadas del trabajo en el campo, llamadas los Ayutorios o Pucherones. Los
campesinos, (llamados también “colonos”) en su mayoría inmigrantes o hijos de ellos, al
no contar con peones que trabajaran en las cosechas de productos, organizaban salidas
en conjunto recorriendo los campos vecinos y colaborando en las zafras. Este trabajo
llevaba varios días y terminaba con un gran almuerzo y baile, generalmente animados
por ellos mismos, pues algunos ejecutaban el acordeón o el violín.
Aquel éxito va conquistando corazones, por el simple hecho de sentir a flor de piel que
esa “musiquita, el chamamé”, expresa toda la cosmovisión del hombre de tierra adentro.
Ello da pie a que en los 50, las pistas de bailes conformaran un lugar donde resignificar
culturalmente la música y el baile como factor de encuentro y construcción de vínculos.
La fuerza vital popular de neto corte chamamecero, puja desde finales del siglo XIX y
con especial énfasis en este último lustro, por ser reconocida como profunda expresión
regional de nuestra gente. Centros tradicionalistas, bailantas, agrupaciones gauchas,
todas ellas de cultura chamamecera, sostienen y transmiten de generación en
generación, lo que podría decirse, es la máxima expresión de una vasta región
guaranítica que encuentra en Misiones un punto estratégico.
Desde hace casi tres décadas el tradicional programa de televisión llamado en la
actualidad “de Misiones al Mercosur”, se suma a la verdadera “expresión regional” de
nuestra gente en todos los ámbitos de la sociedad misionera; comenzó en 1985, con la
conducción de Adelio Suarez y Silvio Orlando Romero con el nombre de “Expresión
Regional,Chamamecero”. A partir de los años 90 se llamó “Canto y Danzas del Litoral” y
a partir del 2000 lleva la denominación actual. Pasaron por la conducción de este
tradicional encuentro de los sábados por Canal 12, Jorge Valdéz, Luis Armando Galarza,
Pupi Gaona, Pablo Velásquez e Isaura Poli; en la actualidad conducen Guillermo Sayas,
Lalo Doreto y Elvio Romero.
Esta producción, que conserva el mismo formato hace 27 años se constituye en la única
experiencia de difusión masiva en todo el país.
Hoy, unido a este genero la “cumbia” actual con carácter contestatario de movimiento
joven, refleja esa verdad social, que se entrelaza desde el colectivo chamamecero en
bailantas, jineteadas, fiestas populares, grandes centros

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“bailanteros” como la Movida Tropical, Metrópolis, Cedros, el 6.22, y algún galpón del
interior de nuestra provincia.
Para finalizar podríamos decir, parafraseando a Caraicho Toledo: “El chamamé construye
soberanía en la frontera y convive con sus hermanos el chotis (shotis) y el balerón”.
Las 4 Pistas del Parque Japonés. Posadas.
“Pista Flor Rodríguez”. Concepción de la Sierra.
La Pista de Escarpi, en Montecarlo.
La “Pista Cambá Meza”, en Montecarlo.
La “Pista de Errubidarte”, en Concepción de la Sierra.
Pista “La Querencia”. Apóstoles.
Pista de Julio Fiorini. Concepción de la Sierra.
Salón Municipal y Club Social. Concepción de la Sierra.
Pista “El Tony”, en Concepción de la Sierra.
Patio el Litoral, Paraje Las Tunas. Apóstoles.
Centro Correntino. Itaembé Miní - Posadas. (Aún vigente).
Pista “Rancho Alegre”. Paraje Monte Hermoso. Apóstoles.
Pista de Don Otilio. Concepción de la Sierra.
Pista San Francisco Javier. San Javier.
Pista Chepoyá, en Concepción de la Sierra.
Pista “Flor de Misiones”, en Apóstoles.
Pista Janssen. Leandro N. Alem. (Aún vigente).
Pista Belgrano. Cerro Azul.
Pista el Cedro”Itacaruaré, Departamento de San Javier.
Patio Regional 6.22. Sobre Ruta 12, Garupá.(Aún Vigente).
Pista Las 2 Rosas. Posadas.

RITMOS EN MISIONES
Es entonces la provincia de Misiones en el panorama de la Música Regional, un apartado
territorial con particularidades propias y únicas. Los aportes pre jesuíticos de la música
guaraní, que llegaron hasta nuestros días en relatos más o menos documentados,
forman sin duda el basamento musical primigenio de la región. La Polka, La Galopa, El
Shotis o Chotis, la Polquita Rural, el Chamamé, el Balerón, la Colomeica y el
Corrido, son verdaderas expresiones vernáculas vigentes en el pueblo, tanto en zonas
rurales como marginales urbanas de nuestra provincia. Acompañadas por el Valseado y
la Ranchera, transitan y conviven de manera espontánea en cada fiesta popular como
familiar, haciendo de nuestra música un matiz polirítmico tan diverso como la propia
geografía misionera y su conformación social. A ello se suma una distinguida y sutil
vivencia que hace que entre las décadas del 50 y del 60 surjan de la inspiración de
grandes músicos la Galopa Misionera, el Gualambao y la Canción Misionera,
retroalimentando el acervo musical de raíz folklórica.
En 1949, el Presidente Juan Domingo Perón dictó el Decreto 3371 de Protección de la
Música Nacional. Atento a ello, las confiterías y lugares públicos debían ejecutar un 50%
de música nativa. Esta norma se consolida con la Ley Nº 14.226/53 conocida como “Ley
del Número Vivo”, que ordenaba incluir artistas en vivo en las

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funciones cinematográficas. Tal medida promovió la multiplicación de artistas y grupos
folklóricos nacionales.
“Yo creo que el chamamé es la música que más evolucionó. En la década del 60, tuvimos
que hacer mucha fuerza los que tocábamos chamamé para hacernos escuchar. Por
suerte los dueños de LT 13 de Oberá nos dieron un lugar, porque reconocían que era
música regional. Con la radio, difundimos nuestra música en la colonia, en los pueblos
vecinos”. (Lalo Doreto)
Este género representativo del nordeste argentino, sur de Brasil y gran parte del
Paraguay en una compleja mixtura de influencias africanas, guaraníes y europeas, tiene
una estructura relativamente más abierta respecto a otros ritmos regionales, pero en
términos generales, existe una sutil diferencia entre el Chamamé que se ejecuta y
compone en Misiones con el de otros lugares del nordeste argentino. En nuestra
provincia es generalmente más rápido y armónicamente más simple. Brindando así un
interesante desafío interpretativo y compositivo, donde letra, melodía y rítmica hacen de
éste una expresión intrínseca del individuo y su contexto.
Los músicos misioneros tienen rasgos y características particulares dados por las
influencias históricas y geográficas situadas en el corazón de esta vasta región donde
tres países confluyen e interactúan produciendo una gran diversidad cultural en el sur de
Latinoamérica.
A ello se suma la fuerte corriente inmigratoria unida al legado propio de esta región
guaranítica.
Ramón Ayala con su inspiradora cosmovisión y consustanciación con el terruño que lo vio
nacer, pinta toda la geografía física y social del pueblo misionero e inspira a nuevas
generaciones a recrear el acervo musical de raíz folklórica. La figura, originalidad e
iniciativa inquietante de Chango Spasiuk – otro referente importante de la Provincia -
cierra el paisaje misionero exaltando en sus músicas el aporte del paisano de la chacra,
del colono y de aquel criollo que encuentra en el acorde medular del acordeón su fibra
más íntima.
Desde finales de 1920 y con especial acento en los años 40 músicos paraguayos,
correntinos, misioneros, entrerrianos, santafesinos, chaqueños y bonaerenses ven que
sus producciones musicales, exponencialmente litoraleñas, comienzan exitosamente a
tener mayor presencia en los sellos discográficos más importantes de la época, como
RCA Víctor, ODEON entre otros y en escenarios del teatro porteño.
Un apartado especial merece la presencia y calidad interpretativa del encanto femenino
en la persona de las misioneras María Ofelia y Patricia Gaona que han alcanzado
trascendencia internacional. Es de la inspiración de aquellos primeros músicos
misioneros que marcaron el camino junto a los hermanos correntinos y paraguayos la
senda por donde transitar la música y el canto popular de la región. De la que se nutren
con onda fibra chamamecera Teresa Parodi, afincada algunos años en el interior de la
tierra colorada. Llegando a ser el exponente compositivo femenino más notable de la
cultura regional con proyección latinoamericana. Es justo mencionar a María

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Elena a quien el pueblo de Misiones y la región adoptara como hija pródiga de la canción
litoraleña, colmando multitudes en los Festivales de la Música del Litoral y la notable
participación de Ofelia Leiva, integrante del Duo Rosendo y Ofelia. Podríamos seguir
nombrando figuras como Eugenia Maidana, compañera inseparable de Salvador “Chaloy”
Jara. Patricia Silvero, Anahí Rolón, Ethel Vanesa Avellaneda, Cecilia Pahl, Nerina Bader,
Pamela Ayala entre otras.

MÚSICOS REGIONALES
Adolfo Vallejos
“Camba” Gauna
Agustín Barchuk
Alberto Tucho González
Alcibíades Alarcón
Alcira Brun
Amador “Pepe” Novoa
Anahí Giménez
Ángel Godoy
Anahí Rolón
Ángel Pato García
Blasito Martínez Riera
Cacho Bernal
Carlos Acuña
Carlos Grismado
Carlos Morel
Cecilia Pahl
César Caminos
Chaloy Jara
Chango Spasiuk
Claudio Bustos
Conjunto Gato Moro
Daniel Fiorino
Daniel Larrea
Daniel Stefani
Daniel Vignolo
Danilo Santinelli
Duo Gómez-Florentín
Duo Morel-González
Edmundo Czerepak
Eduardo Sánchez
Eduardo Vignolo
Ethel Vanesa Avellaneda
Eugenia Maidana
Fabián Meza
Fabián Viera
Fausto Rizzani
Fermín Fierro

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Grupo Generación
Grupo Santa María
Grupo Enarmonía
Grupo Salamandra
Horacio Castillo
Horacio y Gustavo Rychluk
Hugo Guardaviento
Hugo Latti
Ichu Castillo
Joaquín Benítez
Jorge Cardoso
Jorge Tano Fiorio
Jorge Ratoski
Jorge Suligoy
José Lindström
José Luis Larzabal
Joselo Schuap
Juan Smedtje
Julio Lohrman
Karoso Zuetta
Lalo Doreto
Las Hermanas Villalba
Las Voces del Salto
Lorenzo “Geniolito” Benítez
Los Changos Misiones
Los Chiricó
Los Changos Norteños
Los Encina
Los Hermanos Arrúa
Los Hermanos Ariel
Los Hermanos Cavia
Los Hermanos Núñez
Los Junqueros
Los Menchos de Chamamé
Los Tareferos
Los Tres del Río
Los Trinos
Lucas Braulio Areco
Luciano Panchito Dartois
Luis Angel Monzón
Luis Zanazzo
Lulo Rivero
Luz del Carmen
Marcelo Mazo
María Helena
María Ofelia
Marina Moreno
Miguel Melgarejo

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Miguel Viarengo
NerinaBader
Ñandereta Misiones
Orq. Folklórica de la Provincia
Pachón Lira
Pamela Ayala
Patricia Gaona
Patricia Silvero
Ramón “Moncho” Núñez
Ramón Ayala
Ramón Méndez
Ramón Rolón
Ramón Viera
Raúl “Rulo” Gravowieski
Ricardo Cacho Barchuk
Ricardo González
Ricardo Meza
Ricardo Ojeda
Ricardo Vouri
Rogelio Olivera
Sergio Bosser
Sergio Gringo Barreto
Sergio Tarnowski
Silvio Rolón
Sylvia Zabzuk
Teodoro Cuenca
Tito Molina
Trio El Lazo
Vicente Cidade
Vicente Olguín
Víctor Peña
Yolanda Rolón
Zunilda Silva
El bandoneón es un instrumento aerófono a fuelle, pariente del acordeón, de forma
rectangular, sección cuadrada y timbre particular. Posee botonera cuádruple, ya que
cuando se estira el fuelle cada botón oprimido genera un tono y cuando se cierra el fuelle
el mismo botón emite otro tono.
El acordeón es un instrumento musical de viento, conformado por un fuelle, un
diapasón y dos cajas armónicas de madera. La parte de la mano derecha del acordeón
tiene además un “diapasón” con un arreglo de teclas que pueden ser como las de un
piano (acordeón a piano) o teclas redondas también llamadas botones (acordeón
cromático). En todos los tipos de acordeón la parte de la mano izquierda tiene botones
para tocar los bajos y acordes de acompañamiento. Para que suene una nota basta con
hacer fluctuar el aire abriendo o cerrando el instrumento mientras se presiona una o
varias teclas. Dependiendo del tipo de

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acordeón el sonido emitido puede o no variar al abrir y cerrar mientras se es presionado.
Además de la notable diferencia tímbrica entre el bandoneón y el acordeón, el
bandoneón solo utiliza botones en lugar de teclas. La postura para la ejecución de ambos
instrumentos es notoriamente distinta. La independencia que genera el bandoneón por
su modo de ser ejecutado es notable en relación al acordeón que puede tocarse de pie.
Este último tiene registros (teclas) que permiten cambiar sonidos.
Músicos, vecinos, coleccionistas privados, instituciones del Estado Municipal y Museos
Provinciales aportaron para mostrar, resaltar y enriquecer aquello que testimonia en la
provincia el pasado inmediato de su conformación social y cultural tan diversa como
sutil.
A todos ellos, nuestro agradecimiento.

Prof. Luis Stivala


Coordinador General Legado Regional

Prof. Liliana Maya


Responsable de Contenidos

Fuente documental: Catalogo “Música en Misiones” 200 años en Argentina


Editorial de las Misiones

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