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UNIVERSIDAD LOYOLA

TEMA 3.3 TANATOLOGÍA FORENSE. CRONOTANATODIAGNÓSTICO.


Prof. Inés Palenzuela Hens. Curso 2022-23

1. CONCEPTO E IMPORTANCIA DEL CRONOTANATODIAGNÓSTICO:


El CRONOTANATODIAGNÓSTICO constituye una parte específica de la Tanatología Forense que estudia el tiempo
transcurrido desde que aconteció la muerte, es decir, se encarga de determinar la data y hora de la muerte. Se
podría definir como: “El conjunto de medios médico-legales mediante los cuales se llega a establecer de una forma
aproximada el tiempo transcurrido desde que ocurrió la defunción o el óbito hasta su hallazgo o estudio llevado a
cabo por el médico forense y/o investigador en el momento del levantamiento”.
La determinación de la data de la muerte es uno de los problemas más complicados con los que nos enfrentamos
en la medicina forense. En realidad, se trata de una presunción aproximada debido a las influencias ambientales e
individuales que pueden activar o retrasar los cambios o fenómenos cadavéricos, de forma que cadáveres de
diferentes datas pueden presentar los mismos signos y cadáveres con la misma data pueden presentar signos
distintos. Además, los datos obtenidos de las pruebas empleadas para ello son aproximados, de tal manera que si
están cercanos a la muerte más aproximada será la data y, por lo tanto, menor será el grado de error, y viceversa. El
objetivo fundamental será establecer cuál será el intervalo de menor incertidumbre para el momento de la
muerte (IMIMM).
Hay que tener en cuenta, que el establecimiento de la data es una de las conclusiones obligatorias en la emisión
del informe de una autopsia judicial.
Desde un punto de vista jurídico, el estudio del cronotanatodiagnóstico tiene especial interés en las siguientes
circunstancias:
Ø En muertes sin testigos o muertes súbitas.
Ø Para poder encajar o encuadrar los hechos dentro de una determinada etiología médico legal (suicida,
homicida o accidental).
Ø En declaraciones dudosas o contradictorias sobre la muerte de ese cadáver, especialmente en muertes
homicidas.
Ø En la resolución de los problemas de premoriencia y conmoriencia: Presunciones de supervivencia (periodo
de tiempo que transcurre desde el momento en que se produce una lesión mortal en un individuo hasta su
muerte), que consistiría en la muerte escalonada o simultánea de varias personas en un hecho catastrófico o
accidente de tráfico.

2. PRUEBAS EMPLEADAS EN LA DETERMINACIÓN DE LA DATA:


Los procedimientos científicos empleados en la determinación del momento de la muerte son:
I. Los obtenidos de la EXPLORACIÓN DEL CADÁVER.
II. La determinación de CONSTANTES FÍSICAS.
III. Las PRUEBAS DE LABORATORIO.
Debido a la gran cantidad de signos propuestos para el diagnóstico de la data de la muerte es necesario su
sistematización. De tal manera, que resulta de gran interés clasificarlos en:
§ Signos en cadáveres recientes.
§ Signos en cadáveres antiguos o putrefactos.
§ Signos en el período de esqueletización.
Atendiendo a la clasificación anterior los procedimientos para establecer la data de la muerte son los
siguientes:

I. SIGNOS EN CADÁVERES RECIENTES:


Básicamente, se consideran cadáveres recientes a todos aquellos en los cuales NO se ha iniciado la
putrefacción. Entre los signos de mayor interés destacar:
a) DATOS PARAMÉDICOS O POLICIALES:
La identificación del cadáver juega un papel importante en la data, cuando se conoce la fecha de su
desaparición, analizándose en este caso todos aquellos elementos que acompañen al cadáver (datos
testimoniales). También es importante estudiar los hábitos y costumbres del sujeto, las circunstancias
del lugar de los hechos o medio de permanencia del cadáver, como puede ser cambios en la hierba
adyacente al cadáver, duración de la cuerda del reloj, móvil (actualmente elemento de gran valor en la
orientación de la data), etc.

b) FENÓMENOS DE SUPERVIVENCIA DE ÓRGANOS Y TEJIDOS (SIGNOS DE VIDA RESIDUAL):


Se trata de fenómenos constituidos por un conjunto de manifestaciones fisiológicas presentes en la vida del
sujeto que van a perdurar durante un tiempo variable después del óbito o la muerte. Suele observarse entre
los 80 minutos, el de menor duración, y las 70 horas, del de mayor duración. Entre todos ellos destacan
algunos de los siguientes:
- A los 80 minutos aún se conserva la conducción nerviosa por el nervio mediano y cubital (que surgen del
plexo braquial en la extremidad superior).
- Entre las 2 y las 6 horas perdura la excitación muscular, que podría demostrarse mediante la
estimulación eléctrica con una pequeña corriente en los músculos faciales.
- A las 4 horas aún puede existir una reacción de la pupila a la atropina y a la luz.
- A las 13 horas, puede mantenerse el movimiento de los cilios de la pared del aparato respiratorio.
- Entre las 34 a 36 horas, se puede observar movilidad de los espermatozoides.
- Hasta las 70 horas, casi a los tres días después de la muerte, se pueden encontrar algunos leucocitos con
vida.

c) CESE DE PROCESOS FISIOLÓGICOS PRECEDENTES A LA MUERTE:


Estas manifestaciones o signos son consecutivos a la detección o cese de determinados procesos
fisiológicos, como son la digestión, la función renal o el crecimiento del pelo. Teniendo en cuanta esto, se
puede estudiar:
- CONTENIDO GÁSTRICO Y TRÁNSITO:
Se ha propuesto el estudio del estado de la digestión de los alimentos a nivel estomacal, cuando se
conoce fehacientemente la hora de la comida. No obstante, el estado de la digestión es variable,
dependiendo de un gran número de factores, bien sean individuales, por procesos patológicos,
contenido y naturaleza del alimento, etc. que pueden inducir a error en la determinación de la data. A
pesar de esto se pueden obtener datos orientativos y, para facilitar esta labor, diversos autores han
elaborado tablas donde se indica el tiempo necesario para la digestión de los probables alimentos, entre
las que destaca las Tablas de Taylor.

- CONTENIDO INTESTINAL:
Esta prueba se basa en el análisis del grado de repleción (llenado de líquido) de los diferentes tramos del
tubo intestinal. Sin embargo, en los datos obtenidos existe mucha reserva, pues estos son el resultado
de exámenes radiográficos practicados en sujetos vivos con comidas específicas de prueba y papillas
baritadas o bismutadas (con contraste).

- ESTADO DE REPLECIÓN VESICAL:


Aunque también está sujeto a multitud de variaciones, puede aportar una valoración orientativa. Si la
muerte acontece a las pocas horas de acostarse, la vejiga se encontrará vacía o con poca orina, mientras
que si ésta tiene lugar por la mañana habrá un contenido de hasta 300 – 400 ml.

- CRECIMIENTO DE LOS PELOS DE LA BARBA:


Con un valor casi anecdótico se puede estudiar el crecimiento del vello de la barba si se conoce el
momento en que se produjo el afeitado, ya que en vida crecen a razón de 0,5 mm/día o de 0,02 mm/hora.
No obstante, existen variaciones individuales y estacionales. Además, para que su estudio dé resultados
satisfactorios en preciso realizar 20 o más mediciones en los pelos de los carrillos y barbilla.

d) FENÓMENOS CADAVÉRICOS:
“Es el conjunto de cambios que se producen en el cuerpo sin vida, desde el momento en que se extinguen
los fenómenos bioquímicos vitales, y que es consecuencia de la acción pasiva de las influencias
ambientales”. De esta forma, mediante el estudio de la marcha de los diferentes fenómenos cadavéricos, se

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pueden obtener datos de interés para la determinación del momento de la muerte. Dichos datos son de
valor aproximado entre las primeras 24 – 48 horas dada la influencia que tienen multitud de factores.
Como ya se estudió en el tema anterior, habría que diferenciar entre los fenómenos cadavéricos abióticos y
los bióticos, siendo los primeros los que deberían dar la clave de la cronología constante de la muerte, ya
que se basa en leyes físicas, como:

- LA DESHIDRATACIÓN: Evaporación de líquidos cadavéricos favorecido por condiciones ambientales


externas. Pueden ser a nivel general o a nivel local, presentando esta última mayor interés, principalmente a
nivel ocular. Como ejemplo de ello, la valoración de la pérdida o disminución de la tensión ocular se
evidencia a simple vista con el hundimiento del globo ocular al presionar digitalmente, considerado un
fenómeno casi instantáneo con la muerte. De tal manera, que a las dos (2) horas del fallecimiento, la presión
ocular ya es de 0 mmHg. (signo de Ripauld).

- EL ENFRIAMIENTO: Su estudio se puede realizar por varios procedimientos, desde la palpación hasta
métodos termográficos. Al tacto se aprecia el enfriamiento de las partes acras a las 2 horas de la muerte,
en las zonas cubiertas a las 4 - 5 horas y se generaliza hacia las 10 – 12 horas. Con métodos termométricos
los datos obtenidos poseen mayor precisión y exactitud permitiéndonos establecer la curva real del
enfriamiento. Para establecer la data en base a este fenómeno cadavérico se ha propuesto fórmulas
diversas basándose en la temperatura rectal o vaginal. Por ejemplo, la fórmula de Ross (expresada en ºC):
la data es igual a: 37 – la temperatura rectal) /0.8, que sólo es válida hasta las 12 – 15 horas postmortem.
Por otra parte, gracias al avance tecnológico, se han propuesto métodos más sofisticados que facilitan el
diagnóstico de la data mediante el estudio del enfriamiento, como la termografía infrarroja, con la cual se
obtiene imágenes de las radiaciones calóricas emitidas espontáneamente por el cuerpo. Con ello se puede
conseguir un mapa térmico en blanco y negro o a color, que se compara con imágenes ya establecidas y
clasificadas según su cronología.
- LAS LIVIDECES: El estudio de la evolución de las hipostasis o livideces nos puede orientar en la data de la
muerte:
o Se inicia a los 20 – 45 min con pequeñas manchas aisladas de color violáceo en las zonas declives
según la posición del cadáver (salvo en los puntos de presión).
o Comienza a confluir sobre 1 hora y 45 min.
o A las 10 – 12 horas ocupan todo el plano inferior e inician la fijación.
o A las 24 horas la fijación es completa.
- LA RIGIDEZ: Es un signo constante en todos los cadáveres que cursa en tres periodos:
1. Periodo de instauración: Abarca desde que se inicia la rigidez hasta su máxima intensidad, entre
las 3 y 24 horas postmorten. La rigidez es vencible aplicando cierta fuerza, queda flaccidez, pero la
rigidez se volverá a instaurar al cabo de un cierto tiempo (entre las 2-4 horas). Se suele iniciar
primero en la musculatura de la fibra lisa, miocardio y diafragma (entre los 30 min y 2 horas del
óbito) pasando posteriormente a la musculatura estriada (entre las 3-6 horas) comenzando por la
mandíbula, orbiculares, músculos de la cara, cuello, tórax, brazos, abdomen y finalmente los
miembros inferiores. Es decir, siempre en sentido descendente, teniendo en cuenta la posición del
cadáver. El rigor mortis será completo a las 8-12h, con máxima intensidad hacia las 24h
2. Periodo de estado: Entre las 24-36 horas, la rigidez completa e invencible (la única manera de
vencer a la rigidez es produciendo desgarros y/o fracturas). La musculatura quedará fláccida al
vencerla y no vuelve a instaurarse el estado rígido de la musculatura.
3. Periodo de resolución: Desde las 36 horas en adelante, la rigidez va desapareciendo como
consecuencia de los fenómenos autolíticos y putrefactivos.

e) OTROS PROCEDIMIENTOS DE INTERÉS:

- LA HEMOCONCENTRACIÓN:
Se fundamenta en el estudio o análisis de la proporción entre los elementos formes (células de la sangre) y
el plasma en la sangre cardíaca, de tal manera que:
o En condiciones normales, dicha relación es del 37/53% respectivamente.
o A las 6 horas del óbito, el contenido plasmático es inferior al 40%, con relación 60/40%.
o A las 8 horas el contenido plasmático es del 20%, con células sanguíneas 80% (80/20%).

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En definitiva, se produce una disminución de la proporción en sangre cardíaca lo que da lugar a una
hemoconcentración. Sin embargo, en la sangre periférica se produce una hemodilución.

- LA TANATOQUIMIA (o BIOQUIMICA CADAVÉRICA):


Consiste en la aplicación de técnicas bioquímicas al estudio del cadáver con fines médico forenses.
Término introducido por Evans, en 1963. El profesor Villanueva estudió este tema en profundidad,
centrándose especialmente en las alteraciones bioquímicas de los hidratos de carbono, proteínas, enzimas,
vitaminas y electrolitos.
o Hidratos de carbono: El estudio de algunos de sus metabolitos nos pueden aportar datos de interés
sobre la data de la muerte. Por ejemplo, el ácido pirúvico disminuye rápidamente a nivel del humor
vítreo (en el ojo) o el inositol se incrementa en el líquido cefalorraquídeo (a nivel cerebral).
o Proteínas: Presentan un comportamiento desigual, aunque con frecuencia aumentan después de la
muerte.
o Hormonas y vitaminas: Sólo tiene valor orientativo el descenso gradual del ácido ascórbico en humor
vítreo y acuoso.
o Electrolitos: Aquí se analizan principalmente el potasio y el fósforo. El potasio se va incrementando de
un modo gradual y sensible con el paso del tiempo, es decir, su incremento es exponencial en relación
con la data. Apareciendo principalmente en suero sanguíneo, líquido cefalorraquídeo, humor vítreo,
haciéndose las determinaciones mediante técnicas específicas como la fotometría de llama.
Según el profesor Villanueva, los mejores resultados del estudio de estos fenómenos bioquímicos, se
obtienen ligando o relacionando varios electrolitos en fórmulas matemáticas, y teniendo en cuenta que solo
aquellos parámetros que no sufren modificación post-mortem, se podrían emplear con garantías
diagnósticas.
El humor vítreo es el mejor medio para estudiar el potasio, único elemento que guarda correlación con la
data de la muerte, dado que no está influenciado por procesos agónicos y postmortales.

II. SIGNOS EN CADÁVERES ANTIGUOS O PUTREFACTOS:


Son aquellos cadáveres en los que ya se ha iniciado la putrefacción. Para el cronotanatodiagnóstico nos
valdremos del estudio de:
a) Marcha o evolución de la putrefacción:
- Periodo cromático (de 24 a 72 horas).
- Periodo enfisematoso (de varios días a 2 semanas).
- Periodo licuefactivo (de 2 semanas a 8-10 meses).
- Periodo esqueletización (de 8 a 10 meses a 2- 3 años, hasta un máximo de 5 años).
Sin embargo, la marcha de la putrefacción está condicionada por factores individuales, ambientales y de
la causa de la muerte. Lo que hace que su estudio y conclusiones estén sometidas a multitud de
variaciones (a veces, procesos conservadores).

b) Estudio de las ptomaínas:


Descritas en 1876 por Selmi. Las ptomainas son compuestos orgánicos nitrogenados formados por la
acción de las bacterias responsables de la putrefacción sobre la materia nitrogenada.

c) Entomología cadavérica:
Es aquella parte de la investigación médico forense que se encarga del estudio de los escuadrones o
cuadrillas de los obreros de la muerte, que fueron descritas por Megnin, e identificó ocho cuadrillas, que
equivalen a seis grupos de insectos, actuando de forma sucesiva y siguiendo un orden cronológico en
cuatro periodos:
o Duración 1-2 meses: actúan 1ª y 2ª cuadrillas.
o Duración 3-4 meses: actúa la 3ª cuadrilla.
o Duración 4-8 meses: actúan 4ª y 5ª cuadrillas.
o Duración 6-12 meses: actúan 6ª, 7ª y 8ª cuadrillas.
Megnin considero que los diferentes grupos no se presentaban a la vez en un mismo cadáver y cada grupo
estaría atraído por una etapa diferente.

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Los insectos que componen la fauna cadavérica son los dípteros (ej. la mosca común), coleópteros (ej.
escarabajo), microlepidópteros (ej. las polillas) y acarianos (los ácaros). Tras la muerte, ciertos insectos
acuden a poner sus huevos sobre el cadáver. Las larvas nacidas de los huevos se transformarán en pupas y
de estos en adultos. Todos ellos ejercen su acción sobre el cadáver al igual que otros insectos llegados con
posterioridad que hacen desaparecer las partes blandas del cadáver.
No obstante, la valoración de la fauna cadavérica en el establecimiento de la data es una cuestión difícil,
que deberá establecer un entomólogo cualificado, dando los múltiples factores que intervienen en el
desarrollo de las diferentes especies de insectos. El médico forense deberá limitarse a la toma de muestras
(larvas, pupas, etc.), medir su longitud en el momento del reconocimiento y remitirlas al INTCF, para la
identificación de las especies presentes y estudiar la edad y tasa de desarrollo de las larvas.

d) Estudio de los fenómenos transformativos conservadores (saponificación, corificación, momificación,


etc.) si estuvieran presentes.

III. SIGNOS EN EL PERÍODO DE ESQUELETIZACIÓN:


En esta fase para la determinación de la data se basa en:

a) Estudio de datos extrínsecos, aplicándose para ello métodos extramédicos como la identificación,
estudio de las ropas, objetos, documentos, etc., y el análisis de todas las circunstancias concomitantes.

b) Estudio antropológico de los huesos, basado en la valoración microscópica de los restos orgánicos
(cartílagos, partes blandas, putrílago) que permanecen durante un tiempo variable, entre 5 y 15 años, y
de las características del tejido óseo, que permanecen entre 25 y más de 100 años, según el lugar de
permanencia. De forma genérica, la evolución tiene lugar de la siguiente manera en los cadáveres
inhumados:
- Entre los 2 y 4 años postmortem: Se genera una capa de moho sobre el hueso.
- En torno a los 5 años postmortem: No hay cartílagos ni ligamentos.
- Entre los 5 y 15 años postmortem: Pierde la médula ósea.
- Por encima de los 50 años: el hueso está quebradizo, frágil y poroso.

c) Estudio de la evolución de la médula (desaparece la materia orgánica a partir de los 10 años).

d) Estudio y análisis bioquímico del hueso: comprobándose un enriquecimiento de la materia inorgánica


con el paso del tiempo, permitiendo agrupar los restos óseos en 3 grandes grupos:
- Recientes: poseen entre el 35 – 50% de contenido inorgánico.
- No recientes (menos de 50 años): con 60% de contenido inorgánico.
- Antiguos (más de 100 años): con 80% de contenido inorgánico.

e) Estudio de la pulpa dentaria:


La pulpa dentaria es el eje de un diente por donde trascurre el nervio y los vasos sanguíneos que lo
nutre. Su interés radica en la posible obtención de células para la determinación del ADN del cadáver.
Además, dada la protección de la estructura ósea que conforma la pieza dentaria, la destrucción o
degradación de la pulpa es tardía. Una forma de medir la antigüedad de esta es a traves de la acción
fluorescente de la luz de Wood. De tal manera que cuanto más fluorescente es la cámara pulpar, menos
cantidad de materia orgánica queda en su interior y, por tanto, más antiguo será.
Esta teoría no es aplicable a los dientes temporales o de leche que siguen el mismo ritmo de
putrefacción que el resto del cuerpo. En los dientes definitivos o permanentes la materia orgánica
desaparece por encima de los 16-20 años postmorten.

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