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Éste pasaje, dentro de “La República” tiene una importancia bastante relevante ya que
refleja la opinión del autor respecto de cómo gobernar una ciudad, se habla de ciudades
opuestas, bien y mal gobernadas según Platón. Estas últimas serán gobernadas por hombres
que eligen el camino más fácil tratando de obtener aprobación de la gente de cualquier
forma y condenando aquellos políticos o ciudadanos que quieran introducir algún cambio, a
pesar de ser buenas propuestas. Aparte de haberlo mencionado anteriormente en el libro,
como por ejemplo en la página 200 “… no hemos fundado la ciudad con el objetivo de que
una clase de ciudadanos sea particularmente dichosa, sino con miras a que toda la ciudad
sea lo más feliz posible…” Esta cita también se relaciona con la analizada, ya que en una
ciudad donde existe la justicia, que es uno de los temas principales de la obra, se debe velar
por la felicidad en conjunto y no solo de un grupo. Se propone también anteriormente que
la felicidad individual no tiene relevancia alguna, para Platón, la armonía colectiva es lo
que va a permitir el buen funcionamiento de la ciudad, que cada uno ejerza únicamente su
ocupación y que se mantenga en la clase correspondiente y así poder alcanzar la felicidad y
armonía propia.
Es debido a ello la importancia de este pasaje en el contexto global del libro, ya que es
uno de los fundamentos básicos del Estado platónico en donde existe la justicia. Que exista
cambio, y que exista armonía y orden colectivo es lo más importante para Platón y de ahí
nace el concepto de ciudad estado, donde todos tienen las oportunidades y herramientas
dentro de su clase y labor a alcanzar el desarrollo máximo y así la felicidad dependiendo de
cada uno, de esta forma sería esto lo que el autor del libro propone como justicia. Por lo
tanto, podemos concluir que la justicia depende del bien colectivo de una ciudad.
Personalmente estoy de acuerdo con el fragmento analizado ya que pienso que a veces es
necesario un cambio en la forma y el orden de gobierno, cosa que en las ciudades mal
gobernadas no es posible, pues se condena con pena de muerte a cualquiera que quiera
introducir algún cambio institucional. Además, también pienso que está bien que se
considere el bien comunitario en vez del bien individual, ya que si todo funciona
correctamente en conjunto dentro de la ciudad, no debería existir la injusticia, cada uno se
ocupa de lo suyo, por lo tanto sería más fácil lograr la felicidad individual de manera
personal. El deber del estado y los gobernantes como se propone en el libro es mantener a
todos en su lugar y proporcionarle las herramientas para desarrollarse en su ámbito; la
felicidad depende de cada uno y es por esto que no estoy de acuerdo en la manera de
gobernar de estos “varones virtuosos” ya que se encargan superficialmente de hacer feliz a
ciertos individuos para mantener su aprobación, y eso se puede comparar hoy en día con lo
que hacen algunos políticos al entregar bonos sin sentido en vez de arreglar el problema de
fondo, es decir, a la comunidad entera como lo plantea Platón. Estas soluciones parciales
empeoran el problema, a la comunidad y a largo plazo también a las personas
supuestamente beneficiadas.