Los primeros intentos completamente racionales por describir la naturaleza del mundo

tuvieron lugar en Jonia.

Dentro de los presocráticos, el primer grupo está compuesto por tres pensadores
conocidos como la “escuela de Mileto”: Tales, Anaxímenes y Anaximandro.
Tales, Anaximandro y Anaxímenes, cada uno se caracterizo por la asunción de un
único principio material y su separación constituyo el paso más importante en la explicación
sistemática de la realidad.
Tales, es el primer geómetra griego conocido y uno de los primero físicos griego o
investigadores de la naturaleza de las cosas como un todo.
Era costumbre atribuir a los sabios (del siglo VI) visitas a Egipto, fuente original
tradicionalmente de la ciencia griega; se dice que Tales, que midió la altura de las pirámides
utilizando la longitud de sombra que estás proyectaban, explicó las crecidas del Nilo con
base en el empuje del viento. Fue un astrónomo notable, Platón cuenta que una noche cayó
en un pozo por caminar contemplando las estrellas y su esclava comentó a modo de mofa:
“por tanto mirar el firmamento no se da cuenta de lo que tiene debajo de los pies”.
Tales se convirtieron, de un modo especial, en el símbolo de la ingeniosidad
matemática y geométrica.
Tales de Mileto propuso que lo que daba unidad a toda la diversidad, es decir, el
sustento de la realidad recaía en el agua. Para este filósofo el agua era la arché de todas
las cosas, de la que todo surgía y a la cual todo regresaba pues se trataba del elemento sin
el cual no existiría nada. Aun cuando esto tiene mucho de verdad, no debe entenderse
literalmente, pues para Tales el Agua era un elemento activo, no un elemento físico tal como
lo conocemos en nuestros días.
Para intentar explicar esto podemos apoyarnos en algunos datos, como que en la
mitología griega el mundo descansaba sobre el agua y que Grecia estaba rodeada por el
mar.
Es decir, al igual que en otras culturas, como la maya, al agua se le atribuyó un
papel activo en la formación del mundo; es por eso por lo que se habla del principio del
agua de Tales. El agua era para él la que proporcionaba sustento a las cosas, tal como hoy
en día pensamos que lo hacen los átomos.
Anaxímenes, por su parte propuso que el sustrato de las cosas era el aire o pneuma.
Este caso es más claro porque se trata de una noción mucho más fuerte que la de simple
aire, porque la palabra pneuma también se utiliza para referirse al espíritu o aliento, lo que
da vida. En sus propias palabras:
“Así como nuestra alma, siendo aire (pneuma) nos mantienen unidos en nuestro ser, así
también el aire circunda y mantienen en movimiento por el Universo”.
 Por último, Anaximandro geógrafo y astrónomo a quién se le atribuye la elaboración
del primer mapamundi. Para él, la arché es el apeiron, término difícil de traducir al español.
No es un elemento o sustancia particular, sino algo indeterminado, ilimitado, homogéneo e
imperecedero, una especie de éter informe y volátil, del cual se van formando las cosas
justamente como entres determinados, concretos, múltiples y diversos.
El apeiron se convierte en cosas concretas mediante un proceso de diferenciación
o separación de contrarios: lo caliente de lo frío, lo sólido y lo líquido, lo vegetal y lo animal,
etcétera. Dicha separación generadora de todo la concibe Anaximandro como una lucha
cósmica que se resuelve en armonía mediante la ley cíclica que va del nacimiento a la a la
destrucción, hasta que alguna vez todas las cosas se disuelvan regresando a su marcha
informe original; es decir, hasta que se conviertan de nuevo en apeiron
Independientemente de lo que se entienda por apeiron, hay un vuelco en la tesis
de Anaximandro que tiene que ver con la postulación de la dicotomía, de una teoría de
contrarios, y de una interacción destructiva y complementaria. Se introduce un mecanismo
específico mediante el cual las cosas suceden hay un proceso que fundamenta la realidad
y está y que está bien planteado.

Para finalizar a los presocráticos, debemos mencionar a tres pensadores que emprendieron
nuevas aproximaciones a los problemas (como Pitágoras con su matematismo), o bien
replantaron los problemas de un punto de vista muy singular, al mismo tiempo que
entablaron entre sí una polémica de sumo interés (como Heráclito y Parménides).

 Pitágoras: la arché (origen/principio) son los números.

Sería Aristóteles quien ofrecería en su Metafísica la primera reseña histórico doctrinal sobre
las teorías presocráticas hacia el 315 a.C. De los pensadores pitagóricos (en plural porque
conformaron una especie de escuela entre monástica y académica en la cual el
conocimiento estaba reservado para los iniciados en la misma escuela) dice: “Concibieron
las cosas como números porque concebían los números como cosas. Como toda la
naturaleza parecía semejarse a los números y los números lo son primero de ella,
supusieron que los elementos numéricos son los elementos de la realidad”.
Por otra parte, los pitagóricos atribuían un sentido simbólico a cada número del 1 al
10, que era la cifra plena y perfecta. Tal vez fueron los primeros en concebir el universo
como un conjunto de esferas celestes situadas a distancias proporcionales y con
movimiento regidos por una regularidad matemática, de la cual resulta una armonía
celestial, una “sinfonía” o conjunción o concentración de sonidos. De hecho, la música tenía
para los pitagóricos una función de enorme importancia, como serenadora de las pasiones
y como un excelente medio para elevar el espíritu hasta armonizar la vida con el ritmo
acompasado del cosmos.
Es muy poco lo que se sabe acerca de Pitágoras. Fue el autor del famoso del
“teorema de Pitágoras”, acerca del cuadrado de la hipotenusa en un triangulo rectángulo.
Muchos de los teoremas elaborados por Pitágoras y sus discípulos fueron reunidos tres
siglos más tarde por Euclides.
 Pitágoras no escribió nada. De este hecho nació un vació que se iba a llenar con
un enorme cuerpo de literatura, en gran parte, como testimonio histórico de las doctrinas
del propio Pitágoras. Incluía informaciones de la física pitagórica, de la teoría ética y política,
así como la metafísica, biografía de Pitágoras y algunas decenas de tratados (muchos aún
existentes), aunque la mayoría de ellos, salvo algunos fragmentos de Fililao y Arquitas son
considerados hoy ficciones seudónimas de origen posterior.
Estudiaron los números “perfectos”, es decir, iguales a la suma de sus divisiones y
las progresiones aritméticas. La astronomía y la física también fueron objeto de estudio y
meditación.
Pitágoras no tardo en comprender que existía una exacta correspondencia entre los
sonidos musicales y el mundo de los números. Hay una relación aritmética entre los
sonidos, específicamente entre los sonidos armónico de escala musical.
La escala musical de siete notas (do, re, mi, etcétera) contienen intervalos que
corresponden a las relaciones entre las cuerdas de una lira o una guitarra.
Más que cualquier otro filósofo antes de Sócrates y Platón, Pitágoras concibe el
Universo como un conjunto ordenado por principios matemáticos y creador de armonía,
música y belleza.
La Tierra, de forma esférica, estaba rodeada, según creían varios conocidos
filosóficos y hombres de ciencia, por una capa de esferas cristalinas que correspondían a
las órbitas circulares de los distintos planetas. Pitágoras concluyo que estas esferas debían
emitir sonidos durante sus revoluciones y que estos sonidos eran musicales y armoniosos
entre sí.
Así, el Universo era como un vasto instrumento musical, una inmensa lira, con
esferas de cristal en lugar de cuerdas.
Empédocles, al igual que Heráclito, parece decir que no hubo tema del que Pitágoras
no tuviera algo que decir y que sus métodos no fueron exclusivamente racionales o
científicos. La frase «toda clase de obras sabias» sugiere que fue un hombre de unas
habilidades y de una sagacidad prácticas, así como un teórico.
Sobre el tema de la reencarnación atestigua Jenófanes que «dicen que, al pasar en
una ocasión junto a un cachorro que estaba siendo azotado, sintió compasión y dijo: “deja
de apalearle, pues es el alma de un amigo al que he reconocido, al oír sus alaridos” ».