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Genes y cromosomas

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Da vi d N . Fi ne go l d
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Mod i fi c ac ió n / r ev i si ó n c om pl e ta ju l. 20 2

Los genes son segmentos de ácido desoxirribonucleico (ADN)


que contienen el código para una proteína específica cuya
función se realiza en uno o más tipos de células del cuerpo. Los
cromosomas son estructuras que se encuentran dentro de las
células y que contienen los genes de una persona.
 Los genes están en los cromosomas, que a su vez se
localizan en el núcleo de la célula.

 Un cromosoma contiene de cientos a miles de genes.

 Cada una de las células humanas normales contiene 23


pares de cromosomas, es decir 46 cromosomas.

 Un rasgo es una característica determinada


genéticamente (por genes) y suele estar determinado por
más de un gen.

 Algunos rasgos están causados por genes mutados, los


cuales pueden haber sido heredados o ser el resultado de
una nueva mutación.

Las proteínas son probablemente el material más importante del


organismo. Las proteínas no solo son los componentes esenciales
que forman los músculos, el tejido conjuntivo, la piel y otras
estructuras. También son necesarias para producir enzimas. Las
enzimas son proteínas complejas que controlan y llevan a cabo casi
todos los procesos y reacciones químicas del organismo. El
organismo produce miles de enzimas distintas. Así, toda la
estructura y funcionamiento del organismo depende del tipo y de las
cantidades de proteínas que este sintetice. La síntesis de proteínas
se controla a través de los genes, que se hallan contenidos en los
cromosomas.
El genotipo (o genoma) es la combinación única de genes o
composición genética de una persona. Es decir, es el conjunto
completo de instrucciones con el que el organismo de esa persona
sintetiza sus proteínas y, por tanto, con el que ese
organismo debe construirse y funcionar.
El fenotipo consiste en la estructura y función reales del organismo
de una determinada persona. El fenotipo es cómo se manifiesta el
genotipo en una persona; no todas las instrucciones del genotipo
pueden llevarse a cabo (o expresarse). Si un gen se expresa o no y la
forma cómo lo hace son aspectos que no dependen exclusivamente
del genotipo, sino también del entorno (incluidas las enfermedades y
la alimentación), además de otros factores diversos, algunos de los
cuales son desconocidos.
Un cariotipo es una imagen del conjunto completo de cromosomas
de las células de una persona.
Genes
Los humanos tienen alrededor de 20 000 a 23 000 genes.

ADN
Los genes están constituidos por ácido desoxirribonucleico (ADN). El
ADN contiene el código o las instrucciones usadas para sintetizar las
proteínas. Los genes varían en tamaño, en función de la dimensión
de las proteínas que codifican. Cada molécula de ADN es una doble
hélice larga, semejante a una escalera de caracol de millones de
escalones. Cada escalón consiste en un par de moléculas
emparejadas. Estas moléculas se denominan bases (nucleótidos). En
cada escalón, la base adenina (A) está emparejada con la base timina
(T), o la base guanina (G) está emparejada con la base citosina (C).
Cada molécula de ADN, extremadamente larga, está enrollada en el
interior de uno de los cromosomas.
Estructura del ADN

El ADN (ácido desoxirribonucleico)


es el material genético de la célula,
que se encuentra en los
cromosomas, que a su vez, están
contenidos en el núcleo de la
célula y de las mitocondrias.

Excepto en algunas células (por


ejemplo, en los espermatozoides,
los óvulos y los eritrocitos), el
núcleo de una célula contiene 23
pares de cromosomas. Un
cromosoma contiene muchos
genes. Un gen es un segmento de
ADN que proporciona el código
para sintetizar una proteína.

La molécula de ADN es una doble


hélice larga y enrollada que se
asemeja a una escalera de caracol.
En una molécula de ADN se
encuentran dos hebras,
compuestas por un azúcar
(desoxirribosa) y por moléculas de
fosfato, todo ello conectado por
pares de cuatro moléculas
llamadas bases, que forman los
peldaños de la escalera. Cada par
de bases (un peldaño) está
emparejado de forma concreta: la
adenina se empareja con la timina;
y la guanina lo hace con la citosina;
Cada par de bases se mantiene
unido por un enlace de hidrógeno.
Un gen consiste en una secuencia
de bases. Cada secuencia de tres
bases codifica un aminoácido (los
aminoácidos son los componentes
esenciales de las proteínas) o bien
proporciona otra información.
Síntesis de proteínas
Las proteínas están compuestas de una larga cadena de
aminoácidos encadenados uno tras otro. Hay 20 aminoácidos
distintos disponibles que pueden usarse para la síntesis de
proteínas; algunos proceden de alimentos (aminoácidos esenciales),
mientras otros se fabrican en el organismo mediante enzimas.
Cuando se junta una cadena de aminoácidos, se pliega sobre sí
misma creando una compleja estructura tridimensional. Es la forma
de la estructura plegada la que determina su función en el cuerpo.
Dado que el plegado está determinado por una secuencia de
aminoácidos precisa, cada secuencia distinta da como resultado una
proteína distinta. Algunas proteínas (como la hemoglobina)
contienen varias cadenas plegadas. Las instrucciones para la síntesis
de proteínas están codificadas en el ADN.

Codificación
La información está codificada en el ADN por la secuencia en que se
organizan las bases (A, T, G y C). El código está escrito en tripletes. Es
decir, las bases se organizan en grupos de tres. Cada secuencia de
tres bases en el ADN codifica instrucciones específicas, tales como la
adición de un aminoácido en una cadena. Por ejemplo, la secuencia
GCT (guanina, citosina, timina) codifica la adición del aminoácido
alanina, mientras que la secuencia GTT (guanina, timina, timina)
codifica la adición del aminoácido valina. Así, la secuencia de
aminoácidos en una proteína está determinada por el orden de los
tripletes de bases del gen que codifica esa proteína en la molécula
de ADN. El proceso por el que la información del código genético se
convierte en una proteína incluye la transcripción y la traducción.

Transcripción y traducción
La transcripción es el proceso a través del cual la información
codificada en el ADN se transfiere (transcribe) al ácido ribonucleico
(ARN). El ARN es una cadena larga de bases, como una hebra de
ADN, con la diferencia de que la base uracilo (U) sustituye a la base
timina (T). Así, el ARN contiene información codificada en tripletes
exactamente igual que el ADN.
Cuando se inicia la transcripción, parte de la doble hélice de ADN se
abre y se desenrolla. Una de las hebras de ADN desenrolladas actúa
como un patrón con el que se formará una hebra complementaria
de ARN. La hebra complementaria de ARN se denomina ARN
mensajero (ARNm). El ARNm se separa del ADN, abandona el núcleo
y viaja hasta el citoplasma de la célula (la parte de la célula externa al
núcleo, véase figura ). Aquí el ARNm se adhiere a un ribosoma, que
es una estructura diminuta dentro de la célula donde se produce la
síntesis de la proteína.
En esta estructura ocurre la traducción, el proceso que consiste en
interpretar el código del ARNm (que proviene del código del ADN) y
determinar el tipo y orden de aminoácidos a enlazar. Los
aminoácidos llegan al ribosoma gracias a un tipo de ARN mucho más
pequeño llamado ARN de transferencia (ARNt). Cada molécula de
ARNt transporta e incorpora un aminoácido a la cadena de proteína
que se está formando, la cual se pliega en un complejo de estructura
tridimensional bajo la influencia de moléculas cercanas (llamadas
proteínas chaperonas).
Control de la expresión génica
Hay muchos tipos de células en el cuerpo humano, como las
cardíacas, hepáticas y musculares. Estas células tienen aspectos
distintos y actúan de forma distinta, además de producir sustancias
distintas. No obstante, cada célula es descendiente de un solo óvulo
fertilizado, y como tal contiene fundamentalmente el mismo ADN.
Las células pueden tener apariencia y funciones diferentes ya que,
en células distintas, se expresan genes distintos (y en momentos
distintos). La información sobre cuándo se expresa un gen está
también codificada en el ADN. La expresión genética depende del
tipo de tejido, de la presencia de señales químicas específicas y de
otros numerosos factores y mecanismos. El conocimiento de estos
otros factores y mecanismos que controlan la expresión génica está
creciendo rápidamente, pero muchos de ellos son aún poco
conocidos.

Los mecanismos mediante los cuales los genes ejercen su control


unos sobre otros son muy complejos. Los genes tienen marcadores
para indicar dónde empezará y acabará la transcripción. Diversas
sustancias químicas (como las histonas) que se encuentran en el
ADN, o alrededor de este, bloquean o permiten la transcripción.
Además, una hebra de ARN puede emparejarse con una hebra
complementaria de ARNm y bloquear la traducción.

Replicación
Las células se reproducen dividiéndose en dos. Dado que cada nueva
célula requiere un conjunto completo de moléculas de ADN, las
moléculas de ADN de la célula original deben reproducirse
(replicarse) durante la división celular. La replicación se produce de
modo similar a la transcripción, con la excepción de que la molécula
de ADN de doble hebra se desenrolla y se divide en dos. Después de
la división, las bases de cada hebra se unen a las bases
complementarias correspondientes (A con T y G con C). Al
completarse este proceso, existen dos moléculas de ADN de doble
hebra idénticas.

Mutación
Para prevenir errores durante la replicación, las células tienen una
función de corrección que contribuye a asegurar que las bases se
emparejen adecuadamente. Hay también mecanismos químicos
para reparar el ADN que no se copia correctamente. No obstante
puede producirse algún error debido a que participan miles de
millones de pares de bases y a la complejidad del proceso de síntesis
de proteínas. Las causas de los errores pueden ser diversas (incluida
la exposición a radiación, fármacos o virus) o pueden no tener una
razón evidente. Las variaciones menores en el ADN son frecuentes y
ocurren en la mayor parte de las personas. La mayoría de estas
variaciones no afectan a las copias sucesivas de un gen. Los errores
que se reproducen en las copias sucesivas del gen se conocen con el
nombre de mutaciones.

Las mutaciones heredadas son las que pueden transmitirse a la


descendencia. Las mutaciones solo se pueden heredar cuando
afectan a las células reproductivas (espermatozoide u óvulo). Las
mutaciones que no afectan a las células reproductivas solo afectan a
la célula mutada y a sus células hijas (por ejemplo, convirtiéndose en
un cáncer), pero no se transmiten hereditariamente a la
descendencia.
Las mutaciones pueden ser exclusivas de un individuo o de la
familia, y la mayoría de ellas son muy poco frecuentes. Las
mutaciones que se vuelven tan comunes que afectan a más de 1%
de una población se llaman polimorfismos (por ejemplo, los grupos
sanguíneos humanos A, B, AB y O). La mayoría de los polimorfismos
tienen poco o ningún efecto sobre el fenotipo (la estructura y
función reales del organismo de una determinada persona).
Las mutaciones pueden afectar a segmentos de ADN pequeños o
grandes. Según su tamaño y localización, la mutación puede no tener
ningún efecto aparente; puede alterar la secuencia de aminoácidos
en una proteína; o puede reducir la cantidad de proteína producida.
Si la proteína tiene una secuencia de aminoácidos distinta de la
original puede funcionar de modo diferente o no funcionar. La falta
o la disfunción de una proteína suele ser perjudicial o mortal. Por
ejemplo, en la fenilcetonuria, una mutación produce la deficiencia o
ausencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa. Esta deficiencia es la
responsable de que el aminoácido fenilalanina (que se obtiene de la
alimentación) se acumule en el organismo, y cause finalmente una
grave discapacidad intelectual. Raramente, una mutación introduce
un cambio que resulta ventajoso. Por ejemplo, en el caso del gen de
la anemia de células falciformes (anemia drepanocítica o
drepanocitosis), cuando una persona hereda dos copias del gen
anómalo desarrolla el trastorno por anemia de células falciformes.
Sin embargo, cuando una persona hereda una sola copia del gen de
la anemia de células falciformes (anemia drepanocítica o
drepanocitosis) (llamado gen portador), desarrolla cierta protección
contra la malaria (una infección de la sangre). Aunque la protección
contra la malaria puede ayudar a la persona portadora del gen a
sobrevivir, el trastorno por anemia de células falciformes (anemia
drepanocítica o drepanocitosis) (en una persona que posee dos
copias del gen) provoca síntomas y complicaciones que pueden
acortar la esperanza de vida.
La selección natural se refiere al concepto de que las mutaciones
perjudiciales para la supervivencia en un medio determinado tienen
una menor probabilidad de ser transmitidas a la descendencia (de
modo que son cada vez menos frecuentes en la población), mientras
que las mutaciones beneficiosas para la supervivencia van
haciéndose cada vez más frecuentes. Por lo tanto, las mutaciones
beneficiosas, aunque inicialmente son raras, con el tiempo se
convierten en comunes. Los cambios lentos producidos a lo largo del
tiempo por las mutaciones y por la selección natural en una
población entrecruzada se denominan globalmente evolución.
Un cromosoma está formado por una hebra muy larga de ADN que
contiene muchos genes (cientos de miles). Los genes de cada
cromosoma se organizan en una secuencia particular, y cada gen
tiene una localización particular en el cromosoma (denominada
locus). Además del ADN, los cromosomas contienen otros
componentes químicos que influyen en el funcionamiento de los
genes.
Emparejamiento
El núcleo de cada célula humana normal contiene 23 pares de
cromosomas, con un total de 46 cromosomas, excepto en algunas
células como por ejemplo, los espermatozoides, los óvulos o los
eritrocitos. Normalmente, cada par está compuesto por un
cromosoma de la madre y otro del padre.

Hay 22 pares de cromosomas somáticos o no relacionados con el


sexo (autosomas) y un par de cromosomas sexuales. Los pares de
cromosomas somáticos tienen, a efectos prácticos, igual tamaño,
forma, posición y número de genes. Dado que ambos miembros de
una pareja de cromosomas somáticos contienen un gen
correspondiente, existe, en cierto sentido, una copia de seguridad de
los genes localizados en dichos cromosomas.

El par número 23 es un cromosoma sexual (X e Y).

Cromosomas sexuales
El par de cromosomas sexuales determina si un feto será masculino
o femenino. Los masculinos tienen un cromosoma X y un
cromosoma Y. El cromosoma X del varón procede de la madre y el
cromosoma Y procede del padre. Las hembras tienen dos
cromosomas X, uno de la madre y otro del padre. En algunos
aspectos, los cromosomas sexuales funcionan de modo distinto a los
cromosomas somáticos.

El cromosoma Y, más pequeño, contiene los genes que determinan


el sexo masculino, así como algunos otros genes. El cromosoma X
incluye muchos más genes que el cromosoma Y. Muchos de los
genes del cromosoma X tienen funciones ajenas a la determinación
sexual y no tienen equivalencia en el cromosoma Y. En los varones,
debido a que no existe un segundo cromosoma X, los genes
específicos del cromosoma X no están emparejados y prácticamente
todos se expresan. Los genes del cromosoma X se denominan genes
ligados al sexo o genes ligados al cromosoma X.

Normalmente, en los cromosomas somáticos, los genes de ambos


pares de cromosomas son capaces de expresarse totalmente. No
obstante, en las hembras, la mayoría de los genes en uno de los dos
cromosomas X se inactiva mediante un proceso llamado inactivación
del X (excepto en los óvulos). La inactivación del X se produce de
forma temprana en la vida del feto. En algunas células, el X del padre
se vuelve inactivo, mientras en otras células, el X de la madre es el
que se inactiva. Así, una célula puede expresar un gen de la madre y
otra célula expresar el gen del padre. Debido a la inactivación del X,
las consecuencias de la ausencia de un cromosoma X suelen ser
anomalías leves (como el síndrome de Turner ). Por tanto, la ausencia
de un cromosoma X es mucho menos perjudicial que la de un
cromosoma somático (véase Introducción a las anomalías de los
cromosomas sexuales).
Cromosoma X inactivo

CORTESÍA DE LOS DRS. L. CARRELL Y H. WILLIARD, CASE WESTERN


RESERVE UNIVERSITY SCHOOL OF MEDICINE.
Si una hembra tiene más de dos cromosomas X, los cromosomas
extra tienden a ser inactivados. Por tanto, la presencia de uno o más
cromosomas X adicionales provoca muchas menos anomalías en el
desarrollo que el hecho de tener uno o más cromosomas somáticos
extra. Por ejemplo, las mujeres con tres cromosomas X (síndrome de
triple X) suelen ser física ymentalmentenormales. La mayoría de los
hombres con más de un cromosoma Y ( Home.see Síndrome XYY)
pueden tener anomalías físicas y mentales.
Anomalías cromosómicas
Existen distintos tipos de anomalías cromosómicas . Una persona
puede tener un número anormal de cromosomas o tener regiones
anómalas en uno o más cromosomas. Muchas de estas anomalías se
pueden diagnosticar antes del nacimiento (véase Pruebas para la
detección de anomalías cromosómicas y genéticas ).
Un número anormal de cromosomas somáticos suele ser causa de
anomalías graves. Por ejemplo, recibir un cromosoma somático
extra puede ser mortal para el feto o bien provocar anomalías como
el síndrome de Down, que se produce porque la persona tiene tres
copias del cromosoma 21. La falta de un cromosoma somático es
mortal para el feto.
Un cromosoma puede presentar regiones extensas alteradas,
generalmente debido a que una región entera se ha eliminado
(deleción) o se ha colocado erróneamente en otro cromosoma
(translocación). Por ejemplo, a veces la causa de la leucemia mieloide
crónica es la translocación de una parte del cromosoma 9 al
cromosoma 22. Esta anomalía puede ser hereditaria o bien ser
resultado de una nueva mutación.
Cromosomas mitocondriales
Las mitocondrias son unas estructuras diminutas que están en el
interior de las células y que sintetizan moléculas usadas para
obtener energía. A diferencia de otras estructuras celulares, cada
mitocondria contiene su propio cromosoma circular. Este
cromosoma contiene ADN (ADN mitocondrial) que codifica algunas
de las proteínas, pero no todas, que conforman la mitocondria. El
ADN mitocondrial procede normalmente solo de la madre, porque,
en general, cuando un óvulo es fertilizado, solo las mitocondrias del
óvulo pasan a formar parte del embrión en desarrollo. Las
mitocondrias del espermatozoide, generalmente no llegan a formar
parte del embrión en desarrollo.
Rasgos
Un rasgo es una característica determinada genéticamente. Muchos
rasgos son determinados por más de un gen. Por ejemplo, el peso
de una persona está probablemente determinado por muchos
genes, como los que afectan al crecimiento, al apetito, a la masa
muscular y al nivel de actividad. No obstante, algunos rasgos son
determinados por un solo gen.

Las variaciones en algunos rasgos, como el color de los ojos o el


grupo sanguíneo, se consideran normales. Otras alteraciones, como
el albinismo, el síndrome de Marfan y la enfermedad de
Huntington lesionan la estructura o la función corporal y se
consideran enfermedades. No obstante, no todas estas alteraciones
genéticas son igualmente nocivas. Por ejemplo, una sola copia del
gen de la anemia de células falciformes (anemia drepanocítica o
drepanocitosis) puede proporcionar protección contra la malaria,
pero dos copias del gen causan anemia de células falciformes.
Trastornos genéticos
¿Sabías que...?

 Las personas poseen un promedio de 100 a 400 genes


anormales.

Un trastorno genético es un rasgo perjudicial causado por un gen


anormal. El gen anormal puede heredarse o bien surgir
espontáneamente como resultado de una nueva mutación. Las
anomalías genéticas son bastante frecuentes. Cada ser humano
porta un promedio de 100 a 400 genes anómalos (diferentes en las
distintas personas). No obstante, en la mayor parte de los casos, el
gen correspondiente, en el otro par del cromosoma, es normal y
evita los efectos nocivos del gen anormal. En la población general, la
probabilidad de que una persona tenga las dos copias anormales de
un mismo gen (y por lo tanto, manifieste un trastorno) es muy
pequeña. Sin embargo, en los niños que son descendientes de
parientes sanguíneos cercanos, las posibilidades son mayores. Las
probabilidades también son mayores entre los hijos de personas que
forman parte de poblaciones aisladas que se casan entre sí, como
ocurre por ejemplo con la sociedad amish (o menonita) en Estados
Unidos.

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