PROGRAMA DE HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACH.

BLOQUE 1. La Península Ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la

monarquía visigoda (711)
1.1. Sociedad y economía en el Paleolítico y Neolítico. La pintura rupestre.
1.2. Los pueblos prerromanos. Las colonizaciones históricas: fenicios y griegos. Tartesos.
1.3. Conquista y romanización de la península ibérica. Principales aportaciones romanas en los ámbitos
social, económico y cultural.
1.4. El reino visigodo: origen y organización política. Los concilios.

BLOQUE 1.
La península ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la
monarquía visigoda (711)

1.3. Conquista y romanización de la península ibérica. Principales aportaciones

romanas en los ámbitos social, económico y cultural.

La penetración romana en la Península se produjo en el contexto de la II Guerra

Púnica, entre Roma y Cartago, hacia el año 218 a. C. La guerra terminó con el triunfo
romano y la conquista de la costa mediterránea, dividida en dos provincias: citerior y
ulterior, en 197. En los años siguientes Roma fue penetrando paulatinamente hacia el
interior, acelerando la conquista entre los años 154 y 133 a. C, con cruentas guerras
contra lusitanos y celtíberos, que terminan en la toma de Numancia. La última fase la
lideró el emperador Augusto, entre 29 y 19 a. C, conquistando Roma el norte, en las
guerras cántabras y astures.

La conquista fue seguida de la romanización, proceso histórico iniciado en la

Península hacia el s. III a. C. por el que la población indígena asimiló los modos de vida
romanos en varios ámbitos (lengua, religión, obras públicas, derecho, administración,
urbanismo...). El proceso de asimilación fue mayor en la costa mediterráneo que en el
interior, y se dejó sentir menos en el norte. Desde el siglo I Roma introduce cambios en
la administración, pasándose a tres provincias (Bética, Lusitania y Tarraconensis, esta
luego subdividida en Cartaginense, Gallaecia y Balearica). Hispania quedó integrada en
el sistema de producción esclavista con economía de tipo colonial, exportando materias
primas e importando manufacturas. Las ciudades florecieron y la estructura social
distinguía hombres libres de esclavos. Al calor de este desarrollo se difundieron el latín
y el derecho, mientras el cristianismo penetraba clandestinamente.

Esencial fue también la aportación artística romana, heredada de Grecia, en

edificios de ingeniería (acueductos – Segovia-, cloacas, puentes –Mérida-, murallas –
Lugo-, etc.), templos (Diana en Mérida) y de espectáculos (anfiteatros –Segóbriga,
Itálica-, teatros –Mérida-, arcos de triunfo –Medinaceli, Bará, Caparra-), esculturas y
mosaicos. Hispania fue cuna de intelectuales como Marcial o Quintiliano, y de
emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio.