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DEPENDECIA DE GUATEMALA
LA PROBLEMÁTICA DE LA DESNUTRICIÓN
Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos naturales. Sin
embargo, las cifras macroeconómicas esconden una realidad que mina las
posibilidades de desarrollo del país: las desigualdades sociales y económicas son
extremas y condenan a gran parte de la infancia del país a una vida limitada por
los efectos de la malnutrición. UNICEF trabaja para solucionar este problema
desde sus causas profundas
DATOS
El Gobierno de Guatemala está considerando la posibilidad de declarar el "Estado
de calamidad", debido al empeoramiento en la situación de seguridad nutricional y
alimentaria en el este del país.
POBREZA EN GUATEMALA.
GUATEMALA PANORAMA GENERAL
Con una población de 17 millones y un PIB de US$77.600 millones (2020),
Guatemala es la economía más grande de Centroamérica y un país de ingreso
medio alto, medido por su PIB per cápita (US$4.603 en 2020). Durante las últimas
tres décadas, Guatemala tuvo el crecimiento menos volátil en comparación con
países pares y aspiracionales. La deuda pública y el déficit presupuestario han
estado históricamente entre los más bajos y estables del mundo.
COVID-19
La pandemia de la COVID-19 puso fin a tres décadas de crecimiento económico
en Guatemala. Aun así, el país experimentó una de las menores contracciones del
PIB en ALC (-1,8 por ciento en 2020 en comparación con un promedio regional de
-6,7 por ciento). El estímulo fiscal del Gobierno para responder a la pandemia
(equivalente al 3,3 por ciento del PIB) fue rápido en 2020 y se centró en proteger a
los pobres y vulnerables. Este esfuerzo sin precedentes incluyó la ampliación a
gran escala de las redes de protección social del 5 al 80 por ciento de los hogares,
a través de transferencias monetarias temporales. Esto aumentó el número de
beneficiarios directos del programa de 160.000 a 2,8 millones.
Guatemala registró una fuerte recuperación, con un crecimiento del PIB del 8 por
ciento en 2021 y uno esperado del 3,4 por ciento en 2022. Los riesgos persisten,
particularmente dada la incertidumbre del entorno global que cambia rápidamente
y los desarrollos locales de la COVID-19. A principios de 2022, solo el 29 por
ciento de la población guatemalteca estaba completamente vacunada. El lento
progreso de los esfuerzos de vacunación aumenta la susceptibilidad del país a
nuevos brotes de COVID-19 y mayores pérdidas en el desarrollo. También socava
la confianza de los hogares y las empresas y aumenta la incertidumbre
económica.