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estudios

El acoso en la Biblia.
Galería de personajes
José Joaquín Gómez Palacios
Miembro del Consejo de Redacción de Misión Joven.
Director de Salesianos San Juan Bosco (Valencia)

Síntesis del artículo


El autor presenta personajes bíblicos (Abel, José, Urías, Susana, Nabot, Jeremías, mujer hemorroísa, Pablo,
y el Siervo de Yahvé) que sufren acoso por parte de quienes, olvidando la misericordia, la justicia y el dere-
cho, rompen las leyes de fraternidad y dificultan el proyecto de amor desplegado por Dios desde el ini-
cio de los tiempos.
#PALABRAS CLAVE: Acoso, Biblia, justicia, misericordia, Dios.

Abstract
The author presents biblical characters (Abel, Joseph, Uriah, Susanna, Naboth, Jeremiah, bleeding woman,
Paul, and the Servant of Yahweh) who suffer harassment by those who, forgetting mercy, justice and law,
break the laws of fraternity and hinder the project of love displayed by God since the beginning of time.
#KEYWORDS: Harassment, Bible, justice, mercy, God.

Introducción o psicológicas en el acosado. Esta realidad es


estudiada y denunciada actualmente en un
El Diccionario de la Real Academia Española intento por mejorar las relaciones interper-
define la acción de acosar como «perseguir, sonales, fomentar el respeto y promover la
sin darle tregua ni reposo, a un animal o a dignidad humana.
una persona. Apremiar de forma insistente a
alguien con molestias o requerimientos». El En la Biblia aparecen personajes que, de una
acoso se desglosa atendiendo a la modalidad u otra forma, sufren acoso por parte de sus
o ámbito en el que tiene lugar, dando como semejantes. Aunque en los tiempos bíblicos
resultado una variada tipología: psicológico, se desconocía el concepto y la amplia gama
físico, sexual, laboral, escolar, ciberacoso… de matices que presenta el acoso en la actua-
lidad, ya se reflexionaba sobre la lacerante
Existe siempre un desequilibrio de poder situación en la que quedan las víctimas de
entre el acosador y el acosado. Su persisten- las relaciones personales construidas sobre
cia desencadena graves consecuencias físicas el dominio y la prepotencia.
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El presente artículo describe alguna de las El acoso que sufre Abel es descrito escue-
figuras bíblicas que sufren acoso por parte de tamente. Basta una frase para indicar que el
quienes, olvidando «la misericordia, la justicia proceso ha llegado al final: «Y, cuando estaban
y el derecho», rompen las leyes de fraterni- en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y
dad y dificultan el proyecto de amor desple- lo mató» (Gén 4,8b). La tierra se tiñe de san-
gado por Dios desde el inicio de los tiempos. gre inocente por primera vez.

1.2 La inquietante pregunta de Dios


1 Abel, acosado por Tras el primer pecado de Adán, Dios le había
el afán de dominio preguntado por sí mismo: «¿Dónde estás?»
Caín y Abel son dos hermanos que tran- (Gén 3,9). En esta ocasión la interrogación
sitan por los primeros relatos míticos del toma un nuevo cariz: «¿Dónde está Abel, tu
Génesis. Su drama trasciende tiempo y espa- hermano?» (Gén 4,9). Se perfila una nueva for-
cio para alcanzar connotaciones universales. ma de entender la vida y la historia. Cada per-
Caín y Abel son arquetipo de una larga suce- sona no sólo es responsable de sí misma; lo
sión de violencias que tomará forma a lo lar- es también de sus semejantes. No hay pretex-
go de la historia. to para la indiferencia, el acoso o la violencia.

Abel es el hombre sencillo. Es el caminante La respuesta de Caín le priva de fundamen-


que se desplaza con sus rebaños. Conserva to existencial: «Respondió Caín: No sé; ¿soy
la capacidad de asombro y maravilla. No acu- yo el guardián de mi hermano?» (Gén 4,9).
mula. Vive el milagro diario de la gratuidad. Esta contestación sigue resonando en nues-
Confía y no teme. tros días. Es pronunciada por creyentes y no
creyentes. Con ella, generaciones y genera-
Caín, por el contrario, ha descubierto la ciones han intentado eludir su responsabi-
posibilidad de acumular recursos. Confía en sí lidad ante las desigualdades lacerantes y el
mismo y en los medios de producción que le sufrimiento de los inocentes.
dan seguridad: agricultura, metalurgia, civili-
zación... No en vano será el antepasado de los 1.3 Conclusión: la señal de Caín
que construyen ciudades y habitan en ellas y
La narración concluye de forma sorprenden-
de los forjadores de las herramientas de hie-
te. Caín reconoce su pecado. Acto seguido,
rro y bronce (Gén 4,17-22). Ansía convertirse
teme por su vida. Porque iniciada la espiral de
en dominador de la naturaleza y de las perso-
la violencia, el acosador ya no se encuentra a
nas. Hace de sus días una carrera para compe-
salvo. La venganza puede llegar de cualquier
tir. Envidia a su hermano, y termina por con-
persona, y el verdugo convertirse en víctima.
siderarle como un rival al que debe eliminar
Ante esta situación «el Señor puso una señal
para seguir acrecentando su dominio. La agre-
a Caín para que, si alguien lo encontraba, no
sividad moldea su existencia.
lo matase» (Gén 4,15).
1.1 El acoso desemboca en un homicidio En el mismo relato donde se ha certificado la
Los sabios escribas situaron el relato de Caín aparición de la violencia, emerge la invitación a
y Abel en los inicios del Génesis para mos- gestionarla de forma pacífica. En este texto se
trar que la fuerza negativa de la envidia y la halla en germen la actitud de la no-violencia.
competitividad se halla presente en la condi- Hace algunas décadas surgió un movimien-
ción humana desde los tiempos ancestrales. to de inspiración cristiana para la abolición de
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la pena de muerte. Su nombre: «La señal de intensidad y se transforma en maltrato físi-
Caín». El pasado mes de agosto el Papa Francisco co: «Cuando llegó José al lugar donde esta-
promovía la reforma del artículo 2.267 del ban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron
Catecismo de la Iglesia Católica con una nue- la túnica -la túnica con mangas que llevaba
va formulación: «La Iglesia enseña, a la luz del puesta-, y lo echaron en el pozo. El pozo esta-
Evangelio, que la pena de muerte es inadmisi- ba vacío, sin agua» (Gén 37,23-24). Pero, aun-
ble, porque atenta contra la inviolabilidad y la que habían planeado su muerte, le venden
dignidad de la persona, y se compromete con por veinte monedas de plata a una caravana
determinación a su abolición en todo el mundo». de traficantes de esclavos. Acosar es cosificar
a la víctima y tratarle como a un objeto con
el que se puede comerciar y obtener rédito.
2 José, acosado por la envidia
2.2 Hasta borrar el recuerdo
La historia del patriarca José comienza en el
capítulo 37 del libro del Génesis. Este perso- A Jacob, al padre, le presentan la túnica ensan-
naje brilla con luz propia porque está adorna- grentada de José, haciéndole creer que una
do con grandes valores: la fe en Dios, la gene- fiera ha despedazado a su hijo. Y es que los
rosidad, el amor filial y fraternal, la castidad, hermanos acosadores no se contentaron con
la honradez de la que hace gala a lo largo de deshacerse físicamente de José. Desean des-
todo el relato, la prudencia y la magnanimi- truir también el símbolo del ascendente que
dad para perdonar a quienes le vendieron. José ha tenido sobre ellos: la túnica con man-
gas. Aunque José ya no está presente entre
Todas estas cualidades no le libran de sopor-
ellos, la animadversión hacia la víctima sigue
tar diversos episodios de acoso. No obstante, a
atormentando sus recuerdos.
pesar del sufrimiento, su vida no se hunde en
la amargura. La fe en Dios, su responsabilidad 2.3 Acosado por la esposa de su amo
y la capacidad de esfuerzo le mantienen en pie.
José es vendido como esclavo a Putifar,
2.1 Un acoso progresivo importante personaje de Egipto. Gracias a su
transparencia, honestidad y laboriosidad…
José es hijo de Raquel, la esposa preferida
el joven esclavo rehace su vida. Es pues-
de Jacob. Jacob no disimula la predilección
to al frente de los asuntos de su dueño. En
que tiene por José y le regala «una túnica con
este momento sufre un nuevo acoso: el de
mangas»; dato equivalente a nombrarle super-
la esposa de Putifar, que ha puesto en él sus
visor de los trabajos y las tareas de sus herma-
ojos (Cf. Gén 39,7). José se mantiene firme
nos (Gén 37,3). Su sencillez al contar ingenua-
y rechaza todos sus ofrecimientos sexuales:
mente el sueño de las gavillas y el del sol, la
«Y aunque ella insistía un día y otro, José no
luna y las estrellas, provoca celos en sus her-
accedió a acostarse ni a estar con ella» (Gén
manos (Cf. Gén 37,5-11). Estos celos se con-
39,10). Finalmente, urdiendo calumnias, el
vertirán en envidia, la envidia en resentimien-
acoso de la mujer logra su propósito: Putifar
to y el resentimiento en odio.
cree las falsas acusaciones, retira la confian-
El proceso de acoso es descrito minuciosa- za a José y le encarcela.
mente. Se inicia con la indiferencia y la nega-
ción de toda comunicación: «empezaron a 2.4 El desenlace
odiarlo y le negaban el saludo» (Gén 37,4). José logra salir vencedor de las insidias y ase-
Con el paso del tiempo, el acoso gana en chanzas que le tienden. Le ayudará siempre la
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fe inquebrantable en el Dios de los padres, la Mientras Urías combate contra los amo-
autoestima bien cimentada y un horizonte cla- nitas, David queda prendado de Betsabé y
ro de valores. Con treinta años es constituido mantiene una relación con ella de la que que-
en virrey de Egipto (Gén 41,46). Trece de ellos da embarazada. A partir de este momento el
los ha pasado entre la esclavitud y la cárcel. rey David, apoyándose en la preponderancia
Ha crecido sufriendo en carne propia el aco- que le otorga su realeza, maquina un plan de
so y la injusticia, pero no se ha dejado abatir. acoso progresivo contra Urías.
De pronto, una terrible hambruna pone ante
3.1 La honradez del acosado
él a los hermanos que antaño fueron sus ver-
dugos. «Los hijos de Israel fueron a Egipto a El acoso comienza con un intento de enga-
comprar grano pues había hambre en la tierra ño: «David, entonces, envió a decir al general
de Canaán. José mandaba en el país y distribuía Joab: “Mándame a Urías, el hitita”. Joab se lo
las raciones de grano a todo el mundo. Vinieron, mandó. Cuando llegó Urías, David le dijo: “Baja
pues, los hermanos de José y se postraron ante a tu casa a lavarte los pies”» (2 Sam 11,6-8).
él, rostro en tierra. Al ver a sus hermanos José Esta última expresión es un eufemismo para
los reconoció» (Gén 42,5-7). expresar la relación íntima entre los esposos.

Pero lejos de maquinar un plan de vengan- David intenta enmendar su acción con la fal-
za, José se desvivirá por sus hermanos y por sedad y la mentira. Pero Urías, llevado de una
su anciano padre Jacob. Se emocionará has- ejemplar solidaridad con sus soldados que se
ta el llanto en varias ocasiones (Cf. Gén 42,24; hallan en el campo de batalla, rehusará tal invi-
43,30; 45,2; 45,14-15). Perdonará y romperá la tación. «Urías contestó: “El Arca, Israel y Judá
espiral de la violencia apelando a la fe en el Dios moran en tiendas, y mi señor Joab y los ser-
que otorga sentido a su historia personal: «Dios vidores de mi señor acampan al raso. ¿Y yo
me envió delante de vosotros para aseguraros voy a ir a mi casa a comer y beber y a acostar-
supervivencia en la tierra y para salvar vuestras me con mi mujer? Por tu vida, por tu propia
vidas de modo admirable. Así pues, no fuisteis vida, no he de hacer tal cosa”» (2Sam 11,11).
vosotros quienes me enviasteis aquí, sino Dios»
(Gén 45,7-8). El acosado por sus hermanos se 3.2 El acoso se convierte en homicidio
convierte en el salvador de su familia. Viendo David que falla su plan, profundizará
en el mal hasta convertir el acoso en homici-

3 Urías, acosado por dio. Será Urías el portador de su propia con-


dena a muerte. «A la mañana siguiente David
la arrogancia del poder escribió una carta al general Joab, que le man-
dó por medio de Urías. En la carta había escri-
Este personaje protagoniza un dramáti-
to: Poned a Urías en primera línea, donde la
co relato de acoso y violencia descrito en el
batalla sea más encarnizada. Luego retiraos de
segundo libro de Samuel (Cf. 2 Sam 11-12).
su lado, para que lo hieran y muera» (2 Sam
Urías era un valeroso soldado extranjero, mer-
11,14-15). David añade al pecado de adulte-
cenario hitita al servicio de los ejércitos de
rio el acoso; al acoso, la muerte de la víctima.
David. Formaba parte del Grupo de los Treinta,
cuerpo de élite encargado de la guardia perso-
3.3 El desenlace
nal del rey (Cf. 2 Sam 23,39). Su nombre tie-
ne un bello significado en hebreo «Uriy yah»: Frente al silencio cómplice de la corte y los
Yahvé es mi luz. Estaba casado con Betsabé. generales, se alzará la voz del profeta Natán.
Su palabra despertará la conciencia de David,
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que reconocerá su pecado. El profeta realiza- timonio contra ti diciendo que un joven esta-
rá su denuncia a través de una sencilla narra- ba contigo y que por eso habías despachado
ción cargada de amargura. Contará al rey la a las criadas”» (Dan 13,19-21).
parábola de una «cordera pequeña» a la que
El acoso sexual al que se ve sometida Susana
cuidaba un hombre pobre. La corderilla fue
será el inicio de una larga cadena de chanta-
robada y sacrificada por un rico sin escrúpu-
jes construidos sobre falsos testimonios que,
los que poseía muchas ovejas y vacas. Y, ante
tras vulnerar su buen nombre, la conducirán
la indignación del rey David, Natán se atreve-
hasta la muerte: el adulterio era castigado con
rá a decirle: «¡Tú eres ese hombre prepoten-
la pena capital por lapidación.
te!» (2 Sam 12,1-14).
David reconocerá su pecado, pero las secue- 4.2 Resistiendo a la injusticia
las por haber roto las leyes de la fraternidad Susana confía en la justicia de Dios. Prefiere la
con el acoso y el homicidio le acompañarán muerte a ceder a la extorsión de aquellos dos
a lo largo de toda su vida. jueces ignominiosos que, despechados, utiliza-
rán todo su ascendente social. El acoso se tor-
4 Susana, acosada sexualmente na despiadado: reúnen a los principales de la
comunidad hebrea; urden un juicio sustenta-
El capítulo 13 del libro de Daniel cuenta la do sobre falsos testimonios; cercenan el buen
historia de Susana, una hermosa joven hebrea nombre de Susana… Su perversión es tal que
que reside en Babilonia durante los años del la desacreditan ante los suyos, consiguiendo
Exilio. Su nombre significa «azucena». Está socavar el honor que la muchacha ha adquiri-
casada con Joaquín. Su familia goza de una do con su piedad y virtud: «Toda su familia, y
elevada posición pues en su casa, provista cuantos la veían, lloraban» (Dan 13,33). El aco-
de un amplio jardín, se realizan reuniones so llega hasta el final: Susana es condenada.
de importantes personajes de la comunidad Aparentemente han vencido los verdugos
hebrea en el destierro. Es descrita como una que, comenzando con el acoso sexual, han
mujer joven, honesta, piadosa en lo religio- conducido a Susana hasta las puertas de la
so y muy hermosa en el porte. muerte.
4.1 El inicio del acoso 4.3 Justicia para Susana
Los antagonistas son dos ancianos jueces La historia de Susana no terminó en trage-
encargados de dirimir los litigios entre los dia. Será un profeta joven quien, en nom-
miembros de la comunidad hebrea. Ambos bre de Dios, desenmascare a los acosadores:
frecuentan la casa de Susana. Ambos arden en «Mientras la llevaban para ejecutarla, Dios
deseos de estar con ella. No dudarán en agaza- suscitó el espíritu santo en un muchacho
parse entre los árboles del jardín para espiar- llamado Daniel; y este dio una gran voz: “¡Yo
la mientras se baña. Y, aprovechando que las soy inocente de la sangre de esta mujer!”.
criadas se ausentan para buscar cremas y afei- […] Él, plantado en medio de ellos, les dijo:
tes, se abalanzarán sobre ella: «Apenas salie- “Pero ¿estáis locos, hijos de Israel? ¿Conque,
ron las criadas, se levantaron los dos ancianos, sin discutir la causa ni conocer la verdad con-
corrieron hacia ella y le dijeron: “Las puertas denáis a una hija de Israel? Volved al tribunal,
del jardín están cerradas, nadie nos ve, y noso- porque esos han dado falso testimonio con-
tros sentimos deseos de ti; así que consiente tra ella”» (Dan 13,45-49).
y acuéstate con nosotros. Si no, daremos tes-
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Las palabras de joven profeta son una lla- de mis padres”. Se postró en su lecho de cara
mada de atención a quienes, dejándose lle- a la pared y se negó a comer» (1Re 21,3-4).
var por la cobardía y la irracionalidad, se hacen Viendo al rey tan contrariado, la cruel reina
cómplices de la maldad. Quienes asisten impa- Jezabel tiende una red de asechanzas y fal-
sibles al acoso, se convierten en colaborado- sos testimonios para deshacerse del humil-
res y partícipes de una injusticia que cerce- de campesino.
na la dignidad de la víctima y le crea un gra-
ve dolor psicológico. 5.2 El plan de Jezabel
Daniel desenmascarará a los dos ancianos jue- La reina Jezabel hace acopio de todo su poder.
ces mediante un hábil interrogatorio digno de ser Comienza a intrigar para destruir a Nabot:
leído (Cf. Dan 13,51-60). Descubierto el acoso y «Jezabel replicó al rey: “¡Ya es hora de que
el chantaje, el relato rezuma optimismo: «Aquel ejerzas el poder regio en Israel! Levántate,
día se salvó una vida inocente» (Dan 13,62). come y se te alegrará el ánimo. Yo misma me
encargo de darte la viña de Nabot”».
5 Nabot, acosado por la Jezabel inicia su plan comprando las volun-
tades de ancianos, jueces y notables que habi-
prepotencia
taban en Yezrael. Acto seguido refuerza el
Este humilde campesino aparece el capítulo acoso utilizando los medios de poder propios
21 del primer Libro de los Reyes. El significa- de la realeza: «Escribió cartas con el nombre
do de su nombre hace referencia a su oficio de de Ajab y las selló con el sello real, enviándo-
agricultor: «el que ofrece frutos». Nabot poseía las a los ancianos y notables que vivían junto
una pequeña viña en la fértil llanura de Yezrael. a Nabot. En las cartas escribió: Proclamad un
Esta viña lindaba con la opulenta mansión de ayuno y sentad a Nabot al frente de la asam-
verano del rey Ajab y su esposa Jezabel: un blea. Frente a él colocad a dos hombres, hijos
suntuoso palacio real provisto de toda suerte de mentira y falsedad, que testifiquen en su
de lujos y rodeado de amplios espacios ajar- contra diciendo: “Tú has maldecido a Dios y
dinados. Los israelitas consideraban impía a la al rey”. Entonces sacaréis fuera a Nabot y lo
reina Jezabel porque había ordenado construir lapidaréis hasta que muera» (1Re 21,8-10).
cientos de ermitas sobre las colinas para vene-
rar al dios Baal. Pero su «impiedad» traspasó 5.3 Cómplices del acoso
los límites de lo ritual, y se atrevió a conculcar A partir de este momento, la reina Jezabel ya
también el derecho de los pobres. no actúa sola. Jueces y notables se convier-
ten en cómplices de maldad. Los jueces que
5.1 Fidelidad a la tierra secundaron las directrices de Jezabel fue-
El rey Ajab deseaba ampliar el jardín del pala- ron más allá del «silencio cómplice» que tan-
cio real. Pidió a Nabot que le vendiera su viña. to daño causa a la víctima del acoso: añadie-
Nabot se negó porque los terrenos de una ron la «prevaricación». Y Nabot fue lapidado.
familia eran considerados como la herencia «Apenas oyó el rey que Nabot había muerto,
que Dios entregó al pueblo cuando el repar- se levantó y bajó a la viña de Nabot para tomar
to de la Tierra Prometida: «Nabot respondió posesión de ella» (1Re 21,15-16).
a Ajab: “Dios me libre de cederte la herencia
de mis padres”. Se fue el rey Ajab a su casa 5.4 La denuncia profética
abatido y enfadado por la respuesta que le Ante el acoso de la reina Jezabel, la prevari-
había dado Nabot: “No te cederé la heredad cación de los jueces y el silencio encubridor
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de los cortesanos, se alza la denuncia profé- y el consiguiente Exilio hacia el año 586 a.C.
tica de Elías. Reyes, cortesanos y sacerdotes escucharon
la palabra decidida de Jeremías. Al profeta no
Si hasta ahora el lugar teológico de la pre-
le resultó fácil denunciar tanta sinrazón. Fue
sencia de Dios ha sido el Templo y los rituales
un profeta comprometido. Por este motivo
religiosos, comienza a abrirse paso una nueva
su vida estuvo marcada por el acoso constan-
teología: las relaciones sociales, sustentadas
te de los poderosos.
sobre la justicia y el derecho de los pobres,
son también lugar privilegiado de la presen- a) Acosado por los dirigentes religiosos
cia de Dios. Los ritos religiosos que no estén –– Por profetizar contra los sacrificios de
cimentados sobre la misericordia, la justicia niños
y el derecho están vacíos de contenido y no Jeremías denuncia los sacrificios de niños
son mediación para el encuentro con Dios. realizados en el Valle de la Gehenna (Valle
Los profetas denunciarán ampliamente la de Hinnón): «Han construido recintos sagra-
violencia de los poderosos sobre los humil- dos a Baal para quemar en ellos a sus hijos
des del pueblo. como holocaustos en honor de Baal, cosa
que no les mandé, ni les sugerí, ni se me
6 Jeremías, acosado por las pasó por la cabeza» (Jer 19,5-6). El acoso
de los dirigentes religiosos no se hace espe-
autoridades
rar: «Pasjur, comisario del Templo, oyó a
Jeremías había nacido en el seno de una Jeremías profetizar aquello. Hizo azotar al
familia sacerdotal que residía en Anatot, a profeta Jeremías y lo metió en el cepo que
escasos kilómetros de Jerusalén. Su padre se encuentra en la Puerta de Benjamín»
era sacerdote del templo. Recibió la llama- (Jer 20,1-2).
da de Dios cuando todavía era un muchacho –– Por denunciar la religiosidad vacía
tímido. El origen de su vocación está unido El profeta critica la falsa seguridad que el
la imagen de un almendro en flor (Cf. Jer 1,4- rey y los sacerdotes tienen en el Templo
12). Así como la floración del almendro pre- de Jerusalén. Anuncia que el Templo se
gona la llegada de la primavera, Jeremías será verá reducido a ruinas si no regresan a una
el centinela que anuncie la Palabra de Dios. religión auténtica. La respuesta de los diri-
Almendro y centinela serán dos realidades gentes religiosos se concreta en una nue-
que simbolizarán la acción del profeta. Ambos va forma de acoso: la amenaza de muerte:
términos poseen similar fonética en hebreo: «Los sacerdotes y los profetas dijeron a los
«shaqued» y «shoqued», respectivamente. La magistrados y a la gente: “Este hombre es
vida de Jeremías se convertirá a partir de este reo de muerte, pues ha profetizado contra
momento en plegaria, denuncia, queja, anun- esta ciudad”» (Jer 26,11).
cio, lamento y promesa de futuro.
–– Preso y expulsado del Templo
6.1 Vivir en tiempos de crisis Por denunciar que el Templo ha perdido su
Jeremías soportó el reinado de cinco monarcas significación religiosa, los dirigentes reli-
que se sucedieron al frente del reino de Judá. giosos le encarcelan para que no pueda
Exceptuando a Josías, el primero de ellos, que entrar en él. Ante la imposibilidad de acce-
murió en la batalla de Meggido, los cuatros der al recinto sagrado, enviará a su secre-
restantes fueron nefastos. Condujeron al pue- tario Baruc: «Jeremías llamó a Baruc para
blo al desastre de la destrucción de Jerusalén que escribiese en un rollo, mientras él iba
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dictando las palabras que el Señor le había el jefe de la guardia mandó traer a Jeremías
comunicado. Después Jeremías dio esta y le dijo: “El Señor, tu Dios, había predicho
orden a Baruc: «Ya ves que estoy preso y no la desgracia que ha padecido este lugar. Ha
puedo ir al templo del Señor. Así que ve tú cumplido todo, conforme lo habías anuncia-
y lee las palabras del Señor…» (Jer 36,4-6). do […]. Ahora voy a quitarte definitivamente
las cadenas de las muñecas”» (Jer 40, 1-4).
b) Acosado por los dirigentes políticos
Si los dirigentes religiosos acosaron a Pero los acontecimientos harán que Jeremías
Jeremías, también lo hicieron con profusión se vea obligado a exiliarse a Egipto. Desde
los dirigentes políticos. No cesan de hosti- allí seguirá alzando su voz de profeta. Será
gar a Jeremías cuando éste intenta recondu- el centinela que proclama la llegada de un
cir la fe del pueblo para que observe la Ley tiempo nuevo… como la flor del almendro
del Señor; una Ley grabada en el interior de anuncia la primavera. Fue fuerte frente al aco-
la persona y no en tablas de piedra (Cf. Jer so de las instituciones políticas y religiosas.
31,31-34). O cuando el profeta propone la
liberación de todos los esclavos sometidos
a los poderosos (Cf. Jer 34, 8-16). O cuando
7 La hemorroísa, acosada
por una ley injusta
se alza su voz contra la corrupción de los
cortesanos, la indolencia de los gobernan- El relato de esta mujer anónima aparece
tes y la idolatría del pueblo: «Jirías, jefe de la en los evangelios sinópticos: Mc 5,25-34; Mt
guardia real, apresó a Jeremías. Los dirigen- 9,20-22; Lc 8,43-48. No se menciona ni su
tes del pueblo se irritaron contra Jeremías nombre ni su procedencia. Tan sólo se cita la
y mandaron que lo azotaran y lo encarce- grave enfermedad que padece y la lacerante
laran en casa del escriba Jonatán, acondi- situación en la que se halla. Se puede dedu-
cionada como prisión. Jeremías fue a parar cir que su encuentro con Jesús tuvo lugar en
al calabozo del sótano, donde permaneció alguna de las callejas de Cafarnaún. El relato
largo tiempo» (Jer 37,14-16). de la curación de esta mujer que padecía flu-
«Los dignatarios dijeron al rey: “Hay que jos de sangre queda en un segundo plano,
condenar a muerte a ese hombre, pues, pues aparece como un paréntesis dentro de
con semejantes discursos, está desmorali- la resurrección de la hija de Jairo. Sin embar-
zando a los soldados que quedan en la ciu- go, en las escuetas palabras del pasaje sub-
dad y al resto de la gente”. Respondió el rey yace un episodio de acoso legal y social de
Sedecías: “Ahí lo tenéis”. Ellos se apode- profunda gravedad. Ante esta situación Jesús
raron de Jeremías y lo metieron en el alji- realizará, una vez más, el milagro de la mise-
be de Malquías, descolgándolo con sogas. ricordia que libera.
Jeremías se hundió en el lodo del fondo,
7.1 Un acoso legal y social
pues el aljibe no tenía agua» (Jer 38,4-6).
Dice el texto de Marcos que la mujer anónima
c) La esperanza como futuro que se acerca a Jesús sufría flujos de sangre
Cuando cae Jerusalén en manos de las tro- desde hacía doce años; toda una eternidad, si
pas de Nabuconodosor, Jeremías va a ser se tienen en cuenta las graves consecuencias
deportado a Babilonia. «Cuando Jeremías se sociales y religiosas que acarreaba la enferme-
encontraba ya entre el grupo de deporta- dad. El libro del Levítico describe este acoso
dos de Jerusalén y de Judá, que, cargados legal de la siguiente forma: «Cuando una mujer
de cadenas, eran desterrados a Babilonia… tenga flujo de sangre durante muchos días,
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fuera del tiempo de sus reglas, o cuando sus
reglas se prolonguen, quedará impura mien- 8 Pablo, acosado por
tras dure su flujo, como en la menstruación. los intransigentes
Toda cama en que se acueste mientras dure
Pablo destacó en sus años jóvenes por per-
su flujo quedará impura, y cualquier mueble
seguir a los cristianos. No obstante, vivió un
sobre el que se siente quedará impuro. Quien
proceso de profunda conversión, se encon-
los toque quedará impuro y lavará sus vesti-
tró con Jesús resucitado y puso su vida ente-
dos, se bañará y quedará impuro hasta la tar-
ra al servicio del evangelio. El Pablo fariseo
de» (Lev 15,25-27).
que perseguía a las primeras comunidades
En consecuencia, esta mujer sufría una cristianas pasó a sufrir un acoso continuo en
exclusión social absoluta. Se le consideraba sus propias carnes.
como un foco de impureza religiosa que man-
Al hacer un resumen de sus sufrimien-
cha doquiera se desplaza. Se hallaba imposi-
tos, aparecen elementos de los acosos a los
bilitada para las caricias, los afectos, las rela-
que fue sometido por parte de los judíos y
ciones sexuales y la maternidad.
de algunas autoridades: «De los judíos he
Ha gastado todo su dinero en médicos, recibido cinco veces los cuarenta azotes
intentando huir de este acoso legal, pero lo menos uno; tres veces he sido azotado con
único que ha conseguido es quedar arruina- varas, una vez he sido lapidado, tres veces he
da. Quizás pide limosna para poder comer. naufragado y pasé una noche y un día en alta
Avergonzada, sabe que será impura a per- mar. Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos,
petuidad. Sucia y despreciada, ha perdido su peligros de bandoleros, peligros de los de mi
autoestima. Al vacío social se añade la exclu- nación, peligros de los gentiles, peligros en
sión religiosa: no puede participar de la ora- la ciudad, peligros en despoblado, peligros
ción en común. en el mar, peligros entre falsos hermanos,
trabajo y agobio, sin dormir muchas veces,
7.2 El desenlace con hambre y sed, a menudo sin comer, con
Nunca sabremos el nombre de esta mujer frío y sin ropa» (2Cor 11,25-27).
cuya historia permanece como un ejemplo
de confianza en Jesús. No se nos dice si el 8.1 Acoso por parte de los judíos
encuentro con el Maestro fue ocasional o si El mensaje de Jesús, que fue proclamado
se convirtió en discípula. durante sus primeros años por sencillos pes-
cadores y campesinos de ambiente rural,
Lo cierto es que se acercó a Jesús con la
pasa a ser proclamado en contextos urba-
esperanza de quedar curada y liberarse del
nos gracias a Pablo y a sus colaboradores.
acoso institucional al que estaba sometida. Y
Cuando Pablo llega a estas grandes urbes,
en Jesús encontró salvación y liberación. No
se dirige en primer lugar a los judíos que
fue una salvación mágica sino por la fe: «Hija,
se reúnen en las sinagogas, lugar de reu-
tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda cura-
nión de las comunidades judías en la diás-
da de tu enfermedad» (Mc 5,34). Y junto con
pora. En ellas anuncia la Palabra de Dios… y
la curación, se vio libre de un acoso inducido
recibe un sinfín de vejaciones y acosos. Los
por una legalidad ajena a la misericordia. Y la
judíos, adversarios religiosos de Pablo, recu-
mujer se llenó de dignidad. Sintió alivio y res-
rren a las autoridades políticas y a un sinfín
piro. Recuperó la autoestima. Vivió la inclu-
de coacciones. En casi todas las ciudades por
sión. Fue una mujer nueva.
las que pasa Pablo recibe amenazas, palizas,
20 Misión Joven • N.º 501 • Octubre 2018

cárcel y desprecios. Paga un alto precio por que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nom-
predicar y constituir las primeras comunida- brado servidor» (Col 1,24-25).
des cristianas gentiles.
–– Damasco: «planearon matarlo» (Hch 9,23-25). 9 El siervo de Yahvé
–– Jerusalén: «se propusieron matarlo» (Hch Este misterioso personaje aparece descri-
9,29). to mediante cuatro poemas en el libro de
–– Antioquía de Pisidia: «provocaron una perse- Isaías. Sus textos, dramáticos y espléndidos
cución contra Pablo y Bernabé» (Hch 13,50). a la vez, son suficientes para diseñar su mis-
teriosa figura. ¿A quién se refieren? Tal vez
–– Iconio: «se produjeron conatos de violen-
nunca lleguemos a saberlo. Quizás intentan
cia para maltratarlos y apedrearlos» (Hch
plasmar la vida de un profeta que fue capaz
14,2.5).
de ahondar los más profundos significados
–– Licaonia: «apedrearon a Pablo y lo arrastra- de la existencia.
ron fuera de la ciudad, dándole por muer-
to» (Hch 14,19). El primer poema rezuma esperanza y mise-
ricordia. El Siervo es el elegido de Dios; un ele-
–– Filipo: «ordenaron que les arrancaran los
gido que se distingue por su humildad y por
vestidos y que los azotaran con varas; des-
mantener vivas las esperanzas del pueblo:
pués de molerlos a palos, los encerraron en
«No gritará, no clamará, | no voceará por las
la cárcel. El carcelero los metió en la maz-
calles. | La caña cascada no la quebrará, | la
morra y les sujetó los pies en el cepo» (Hch
mecha vacilante no la apagará. | Manifestará
16,22-24).
la justicia con verdad» (Is 42,2-3).
–– Éfeso: Preso en Éfeso, Pablo escribe a los
Filipenses: «todos ven claro que estoy pre- En el segundo poema Dios le comunica que
so por Cristo. De este modo la mayoría de su misión va a trascender los estrechos lími-
los hermanos, alentados por mis cadenas tes de Israel: «Es poco que seas mi siervo |
a confiar en el Señor, se atreven a anun- para restablecer las tribus de Jacob | y traer de
ciar sin miedo la Palabra» (Hch 13, 13-14). vuelta a los supervivientes de Israel. | Te hago
luz de las naciones, | para que mi salvación
–– Cesarea: «Félix dio orden al centurión de
alcance hasta el confín de la tierra» (Is 49,6).
que custodiase a Pablo. […] Cumplidos los
dos años de prisión, Porcio Festo sucedió
9.1 El inicio del acoso
a Félix, y éste, queriendo congraciarse con
los judíos, siguió dejando preso a Pablo» La situación de vida y esperanza trazada por
(Hch 24, 22.27). los dos primeros poemas se oscurece con
tientes dramáticos. En el horizonte del profe-
8.2 El sentido del sufrimiento ta aparecen los negros nubarrones del acoso.
Los poderosos han descubierto que el Siervo
Pablo soporta acosos y penalidades porque la
propone caminos alejados de la prepotencia,
fe en Cristo da sentido a su existencia. El sufri-
el orgullo y la violencia… Y comienzan a poner
miento por el Evangelio facilita que Pablo pue-
cerco al misterioso profeta que tiene pues-
da identificarse con Jesús, que entregó su vida
ta su confianza en el Señor: «Yo no resistí ni
para la salvación de la humanidad: «Ahora me
me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me
alegro de mis sufrimientos por vosotros: así
golpeaban, | las mejillas a los que mesaban
completo en mi carne lo que falta a los pade-
mi barba; | no escondí el rostro ante ultra-
cimientos de Cristo, en favor de su cuerpo
jes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, | por
José J. Gómez Palacios • El acoso en la Biblia. Galería de personajes
21
eso no sentía los ultrajes; | por eso endurecí menes de ellos. Le daré una multitud como
el rostro como pedernal, | sabiendo que no parte, | y tendrá como herencia una muche-
quedaría defraudado» (Is 50,4-7). dumbre. | Porque expuso su vida a la muer-
te | y fue contado entre los pecadores, | él
El acoso, que ha comenzado a concretar-
tomó el pecado de muchos | e intercedió por
se en golpes y en maltrato físico, no es sufi-
los pecadores» (Is 53,10-12).
ciente para quebrantar la entereza del Siervo
de Yahvé. Con el paso de los siglos, los cristianos verán
en este personaje una imagen anticipada de
9.2 Acosado hasta la muerte Cristo, muerto y resucitado.
El cuarto poema describe minuciosamente el
acoso al que es sometido el elegido. El mal-
trato se convertirá en tortura hasta «arran-
10 Conclusión
La Palabra de Dios es la revelación del amor
carlo de la tierra de los vivos». Una concate-
de Dios a hombres y mujeres concretos que
nación de ásperas palabras detalla los pade-
transitan por la común historia de la huma-
cimientos del Siervo de Yahvé (Cf. Is 53,1-9):
nidad. La Palabra de Dios se dirige a perso-
–– Agredido en su imagen física: sin belleza, sin nas que viven sus días entre alegrías, y espe-
figura, sin aspecto atrayente. ranzas, dudas y sufrimientos… A las páginas
–– Marginado en lo social: Despreciado, evi- de la Biblia se asoman rostros iluminados por
tado, excluido, sin autoestima, humillado. experiencias de fe profunda y generosidad
–– Torturado: herido, traspasado, lleno de cica- sin límites, y rostros anclados en las sombras
trices, llevado al matadero. oscuras de la crueldad y la maldad.
–– Conculcados sus derechos: sin defensa, sin Hemos contemplado una serie de persona-
justicia, silenciado, sin abrir la boca. jes que fueron víctimas del acoso y la violen-
–– Asesinado: herido y arrancado de la tierra cia. También han aparecido sus acosadores.
de los vivos. Y más allá, abriéndose camino, el proyecto
de amor de Dios; siempre intuido y siempre
–– Ultrajada su memoria: sepultado entre mal-
construyéndose con la fuerza del Espíritu y el
vados y malhechores.
esfuerzo de quienes creen y confían en Dios.
9.3 El desenlace Tras cada una de estas historias de aco-
El texto concluye con expresiones que sor- so y violencia subyace un compromiso de
prenden al lector. El sufrimiento, la humi- misericordia, justicia y derecho anunciado
llación e incluso la muerte a la que ha sido y actuado por los profetas y los testigos del
sometido no son el final de la vida del Siervo Dios de la Vida.
de Yahvé. Tras el sufrimiento se dibuja la pre-
Nosotros formamos parte también de esta
sencia de un Dios que no quiere el mal. Dios
misma historia de Salvación. En nuestras
otorga al Siervo un nuevo horizonte de vida:
manos está la posibilidad de ser construc-
«El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
tores de un mundo mejor donde el acoso y
| y entregar su vida como expiación: |Verá su
la violencia marchen por la puerta del fondo
descendencia, prolongará sus años, | lo que
para siempre.
el Señor quiere prosperará por su mano. | Por
los trabajos de su alma verá la luz, | el justo José Joaquín Gómez Palacios
se saciará de conocimiento. | Mi siervo justi-
ficará a muchos, | porque cargó con los crí-
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