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F. 1367. XXXIX.

R.O.
Ferrocarriles Argentinos (e.l.) c/ Y.P.F.
S.A. s/ incumplimiento de contrato.

Corte Suprema de Justicia de la Nación

Buenos Aires, 15 de marzo de 2005.


Vistos los autos: "Ferrocarriles Argentinos (e.l.) c/
Y.P.F. S.A. s/ incumplimiento de contrato".
Considerando:

1°) Que la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil


y Comercial Federal, Sala III, confirmó la sentencia de
primera instancia que, admitiendo la excepción de prescripción
planteada por la demandada, declaró extinguida la acción y
rechazó la demanda promovida por la empresa Ferrocarriles
Argentinos (en liquidación) contra Y.P.F. S.A., con costas
(fs. 405/408).
Contra esa decisión la actora interpuso recurso
ordinario de apelación (fs. 415), el que fue concedido (fs.
416/417). Dicha parte expresó agravios a fs. 428/440, los que
merecieron la respuesta de fs. 443/451.

2°) Que el recurso ordinario de apelación articulado


resulta formalmente procedente pues el Estado Nacional es
parte en el juicio y el monto en disputa, sin sus accesorios,

supera el mínimo establecido por el art. 24, inc. 6°, ap. a,


del decreto-ley 1285/58 (resolución 1360/91 de esta Corte).

3°) Que la cámara federal concluyó que la actora no


había logrado acreditar la existencia de la cuenta corriente
mercantil invocada en su demanda como base del reclamo refe-
rente a su cierre y cobro del saldo resultante, y que las
sumas pretendidas por dicha parte se correspondían con los
servicios facturados a Y.P.F. S.A. en concepto de transportes
realizados por vía ferroviaria, razón por la cual resultaba
aplicable en el sub lite la prescripción por un año del art.
855, inc. 1, del Código de Comercio.

4°) Que las críticas del memorial de agravios pre-


tenden demostrar el desacierto de lo concluido por el tribunal

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a quo a fin de que, teniéndose por probado que actora y
demandada estuvieron ligadas por una cuenta corriente mercan-
til, se aplique el plazo de prescripción previsto por el art.
790 del Código de Comercio (fs. 440, cap. III, h, conclusión)
En concreto, cuestiona la actora:
a) Que la sentencia apelada no hubiera ponderado debida-
mente diversos documentos de los que surge que la operatoria
entre las partes comprendía la compensación de las deudas
derivadas de los transportes realizados por la actora con los
créditos que contra esta última tenía Y.P.F. S.A. por sumi-
nistro de combustibles, lo cual, afirma, no es sino demostra-
ción de la presencia de una cuenta corriente mercantil. En
apoyo de ello, cita particularmente las constancias de fs. 43,
50, 51 y 53 del expediente administrativo Cagregado por
cuerdaC 2835, tomo 9 (referentes a comunicaciones en las que
se alude a la existencia de importes de notas de crédito des-
contados de los pagos anticipados que la actora efectuaba por
compras de combustible), las que, sostiene, deben ser exami-
nadas coordinadamente con las notas de crédito obrantes a fs.
29 a 39 de dicho legajo, en todas las cuales la demandada
expresó haber "...acreditado en su cuenta corriente en con-
cepto de...compensación de deuda..." los importes de las fac-
turas de Y.P.F. S.A. detallados en cada caso (fs. 430/430
vta.).
b) Que la cámara de apelaciones hubiera considerado que
la expresión precedentemente transcripta, reproducida en todas
las citadas notas de crédito, no haya tenido otro valor que el
de una mera expresión unilateral de la demandada vinculada más
al modo extintivo de las obligaciones previsto por el art. 818
del Código Civil que al contrato regido por los arts. 771 y
siguientes del Código de Comercio, ya que, a juicio de la
apelante, debió por el contrario tenérsela como la admisión o

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confesión de dicha parte acerca de la existencia de la cuenta


corriente mercantil invocada en autos (fs. 434 y 435).
c) Que se hubiera omitido la ponderación de la carta
documento obrante a fs. 139, de la cual también resultaría una
análoga admisión de la parte demandada (fs. 438/438 vta.).
d) Que el fallo recurrido hubiera adoptado como argumento
corroborante de la inexistencia de una cuenta corriente
mercantil la circunstancia Cmencionada por el peritaje conta-
bleC de que las operaciones registrales no tuvieron imputación
directa a factura alguna, cuando, por el contrario, esa
particularidad conducía a afirmar lo contrario, pues es propio
de dicho contrato que las remesas de dinero o valores se
efectúen sin aplicación o empleo determinado (fs. 431/431
vta.; 436 vta./437).
e) Que lo informado por el perito contador en el sentido
de que la actora no tenía abierta a nombre de la demandada una
cuenta especial, sino que la operatoria se realizaba dentro de
un sub-rubro de la cuenta destinada a reparticiones oficiales,
pueda ser interpretado como negación de la presencia de una
cuenta corriente mercantil (fs. 432 vta.; 436/436 vta.).
f) Que no se hubiese ponderado debidamente que el acta de
reconocimiento de deudas obrante a fs. 56/57 del citado
expediente administrativo 2835, tomo 9, configuró un cierre o
balance provisorio en los términos del art. 783 in fine del
Código de Comercio, probatorio de la existencia de la cuenta
corriente mercantil (fs. 435, 436, 437 vta.).

5°) Que no se encuentra controvertido que las partes


mantuvieron un vínculo contractual por el cual Ferrocarriles
Argentinos (e.l.), frente a requerimientos de la demandada,
ponía a disposición de esta última vagones para la carga de
combustible, los que posteriormente eran conducidos a los
destinos que se fijaran, emitiéndose por ello las co-

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rrespondientes cartas de porte, y tomando la transportista a
su cargo otras prestaciones accesorias (vgr. control de afo-
ramiento). Sobre las cartas de porte, la actora emitía factu-
ras, las que eran aceptadas u observadas por Y.P.F. S.A. dando
lugar, en el último caso, a la emisión de las correlativas
notas de débito, vgr. por ajuste de aforos, diferencias de
kilometraje; vagones no recibidos; etc. (conf. peritaje con-
table, fs. 199/200, puntos 3.2.5 y 3.2.6.1). De otro lado, la
demandada emitía notas de crédito por suministros de elementos
de su producción, con lo cual, como lo expresó el perito
contador, la "...fórmula establecida fue servicios de trans-
porte por combustibles y lubricantes..." (fs. 200, punto
3.2.5).

6°) Que, según surge de autos, dicho vínculo con-


tractual originó la apertura por la actora de una cuenta a
nombre de la demandada, que no fue especial, sino que estuvo
incluida dentro de un sub-rubro de la denominada "Cuentas
Oficiales", aun después de su privatización (peritaje conta-
ble, fs. 197, punto 3.1.3.). Es sobre la naturaleza de dicha
cuenta que discrepan las partes. La actora, según se vio,
entiende que se trató de una cuenta corriente mercantil, pos-
tura que invocó en su demanda y mantiene ante esta Corte. La
demandada, en cambio, aduce que dicha cuenta se configuró como
simple o de gestión en los términos del art. 772 del Código de
Comercio (fs. 70, 71, 328, 445).

7°) Que si bien diversos documentos emanados de la


demandada aluden con el calificativo de "corriente" a la
cuenta que suscita controversia, e indican que su operatoria
comprendía una "compensación" (fs. 139 de estos autos; y notas
de crédito de fs. 29 a 39 del expediente administrativo 2835,
tomo 9), no puede extraerse de ello Ca contrario de lo
pretendido por la actoraC una admisión por parte de Y.P.F.

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S.A., con valor de confesión, de su encuadre en la previsión


del art. 771 del Código de Comercio. Ello es así porque, al
ser específico el concepto jurídico de la cuenta corriente
mercantil y con reglamentación en el Código de Comercio, toda
prueba relativa a su existencia debe ser apreciada y valorada
en función y en armonía con el régimen normativo vigente,
debiendo establecerse, con base en este último, la presencia o
no de dicho contrato, más allá de la designación que las
partes hubieran dado a la cuenta o a sus efectos.

8°) Que la cuenta simple o cuenta corriente impropia,


a pesar de ciertas similitudes, se diferencia netamente de la
cuenta corriente mercantil. La cuenta simple es una mera
enunciación contable del debe y del haber, y, como tal, los
pagos que en ella se contabilicen pueden ser imputados a la
satisfacción de determinada deuda, extremo este último
inadmisible en la cuenta corriente mercantil; a su vez, los
créditos que se incluyen en ella conservan su condición ori-
ginal pues, a diferencia de lo que ocurre con la cuenta co-
rriente mercantil, la admisión de cualquiera que tenga un
contratante contra el otro, no produce novación. Por otra
parte, mientras que es de la naturaleza de la cuenta corriente
mercantil la compensación entre el debe y el haber (art. 777,
inc. 3, del Código de Comercio), y que las partidas se
fusionen en dos bloques contrapuestos, indivisibles e inexi-
gibles, derivando de ello que mientras no se cierre constituye
un acto periódico del cual no resulta acreedor ni deudor
(Fallos: 21:280), en la cuenta simple o de gestión lo que se
obtiene al final no es una compensación o equilibrio de cré-
dito, sino una suma o resta.

9°) Que el examen de las constancias de la causa


demuestra que la cuenta sobre la cual se plantea la contro-
versia, no tuvo los alcances de la definida por el art. 771

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del Código de Comercio, sino que fue simple o de gestión, tal
como lo concluyó el señor juez federal en su sentencia (fs.
336).
Sobre el particular se debe observar, ante todo,
que, aun admitiendo por vía de hipótesis que ella involucró un
régimen de compensación y no de simples descuentos, no fue tal
el propio y específico de la cuenta corriente mercantil ya
que, como lo demuestran las propias constancias documentales
invocadas por la actora (expte. adm. 2835, tomo 9, fs. 29 a
39), aquél comprendía acreditamientos o cargos parciales y
escalonados lo que, ciertamente, es contrario a lo previsto
por el citado art. 771, en cuanto dispone que la compensación
entre el debe y el haber se produce "de una sola vez" al fi-
nalizar la cuenta. Dicho con otras palabras, la cuenta abierta
por la actora y que operó como un sub-rubro de la denominada
"Cuentas Oficiales", no respondió el criterio general, propio
de la cuenta corriente mercantil, según el cual durante su
desenvolvimiento no pueden ser compensadas las partidas
respectivas, ya que no se reconocen en ese período ni créditos
ni deudas, y falta el requisito de liquidez y exigibilidad que
contempla el art. 819 del Código Civil.
Por otra parte, de la lectura de las restantes
constancias invocadas por la recurrente surge que la operato-
ria contabilizaba los pagos anticipados que su parte hacía con
imputación a notas de crédito y facturas determinadas, y que,
a salvo ello, asistía a la demandada la posibilidad de exigir
el importe correspondiente a compras de combustibles si dichos
pagos no habían sido efectivamente descontados (véase las
notas de la actora de fs. 43, 52 y 53 del expediente
administrativo antes citado), todo lo cual demuestra que,
según fuese la evolución de la cuenta, los interesados se
consideraban deudor o acreedor, en contraposición a lo

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establecido por el art. 774 del Código de Comercio. En este


punto, cabe recordar, la doctrina que indica que la cuenta en
la cual se debitan los importes de las compras de una de las
partes y se acreditan los pagos a cuenta que ella hace, es
cuenta simple o de gestión, y no cuenta corriente, pues los
pagos tienen un fin determinado (Zavala Rodríguez, C.J., "Có-
digo de Comercio Comentado y leyes complementarias, comentados

y anotados", t. V, pág. 52, n° 39).


10) Que no constituye óbice a lo recién concluido la
circunstancia Csobre la que se detiene la actora en uno de sus
agraviosC referente a que, de acuerdo a lo informado por el
peritaje contable, las operaciones registrales no tuvieron
imputación directa a factura alguna (fs. 197, punto 3.1.4.2),
porque lo concreto es que el examen de la documentación men-
cionada en el considerando anterior prueba que la imputación a
la cancelación de facturas existió entre las partes con
carácter precedente a toda registración, por lo que es natu-
ral, en consecuencia, que la cuenta no reflejara lo propio.
Que, de igual modo, la conclusión relativa a que no
se está en presencia de una cuenta corriente mercantil, no se
ve controvertida por la ponderación del acta de fs. 56/57 del
expte. adm. 2835, tomo 9. Ello es así, porque de tal documento
solamente surge un reconocimiento de deuda por parte de la
actora a favor de la demandada sin referencia alguna a la
cuenta de que aquí se trata, ni mención a la situación pre-
vista por el art. 783 in fine del Código de Comercio.
11) Que, por último, resulta un elemento de juicio
igualmente corroborante de la inexistencia de una cuenta co-
rriente mercantil, la circunstancia de que, a contrario de lo
prescripto por el art. 785 del Código de Comercio, no exista
constancia alguna de que los saldos pendientes de cancelación
hubieran devengado intereses en forma automática (conf. peri-

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taje contable, fs. 197, punto 3.1.5), lo cual es perfectamente
compatible con la presencia de una cuenta simple o de gestión
que, por cierto, no los admite sino después de la mora que los
torne exigibles, o cuando hay pacto expreso sobre ellos

(Zavala Rodríguez, C. J., ob. cit., t. V, pág. 50, n° 38).


12) Que, en las condiciones explicadas, la acción
intentada en autos no puede ser la de cobro de saldo prevista
por el art. 790 del Código de Comercio, ni está sujeta al
plazo de prescripción establecido por esa norma. Y en la me-
dida en que la registración de las operaciones llevadas a cabo
por las partes tuvo lugar en una cuenta simple o de gestión,
ninguna modificación se produjo en el régimen jurídico de las
relaciones negociales de origen, por lo que fue arreglada a
derecho la decisión adoptada en las anteriores instancias de
resolver la excepción de prescripción opuesta por la demandada
mediante la aplicación del plazo establecido por el art. 855,
inc. 1, del Código de Comercio.
Por ello, se declara admisible el recurso ordinario y se
confirma la sentencia apelada. Con costas (art. 68 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación). Notifíquese y remí-
tase. ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI - AUGUSTO CESAR BELLUSCIO -
CARLOS S. FAYT - ANTONIO BOGGIANO - JUAN CARLOS MAQUEDA -
ELENA I. HIGHTON de NOLASCO - RICARDO LUIS LORENZETTI - CARMEN
M. ARGIBAY.
ES COPIA
Recurso ordinario interpuesto por Ferrocarriles Argentino (e.l.), representado por
la Dra. Silvia Marisa Ocampo.
Traslado contestado por Y.P.F. S.A., representada por la Dra. María Cristina
Ansorena.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal,
Sala III.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Instan-

cia en lo Civil y Comercial Federal n° 9.

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