LA PALABRA DE SUSTITUCIÓN

Cuando el Amor Habla – Siete Palabras de la Cruz – Parte 4

Estamos en la parte 4 de la serie "Cuando el Amor Habla.” Donde analizamos las "Últimas
Siete Palabras o frases de Jesús". Él estuvo en la Cruz desde las nueve de la mañana hasta
las tres de la tarde. Él hizo 7 declaraciones. Cada una de ellas tiene profundos efectos en
nuestras vidas.

Las tres primeras declaraciones fueron hechas en las primeras tres horas. En estas, Jesús
hablaba a otras personas o de otras personas. Primero vimos la Palabra del Perdón donde
Jesús dijo "Padre, perdónalos porque ellos no saben lo que hacen.”

La segunda semana vimos la Palabra de la Seguridad, donde Jesús le dice al ladrón: “Te
aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

La semana pasada vimos la Palabra de Amor donde Jesús habla a su madre y a su mejor
amigo Juan. Ahora llegamos a la cuarta palabra que es La Palabra de Sustitución.

Leamos Mateo 27:45-46 “Al mediodía, la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de
la tarde. A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lama
sabactani?», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»” Esta
es la Palabra de Sustitución.

Imaginemos este escenario. Se nos dice que había oscuridad desde el mediodía hasta las
3 de la tarde. Cuando normalmente hay más luz en el día, en este caso hay oscuridad.

Hay una completa oscuridad antes que Cristo diga estas palabras quizás porque hay un
aspecto oscuro en lo que iba a ocurrir. Cuando pensamos en la crucifixión pensamos en
un día glorioso, y lo fue, pero no podemos dejar de pensar que ese día se derroto al
pecado con un sacrificio, con sangre y fue doloroso físico, emocional y espiritualmente.

Jesús iba a traer todos nuestros pecados sobre él, y donde hay pecado, hay desolación,
tristeza y reina la oscuridad. Él dice fuertemente: ¡oh, mi Dios! Dos veces, mostrando su
dolor, para luego mencionar esta palabra: ABANDONO.

Es impactante escuchar a Jesús decir. ¿Por qué me has abandonado?, es decir,

desamparado y olvidado.

El abandono duele, quizás algunos saben cuanto y aún tienen heridas en su corazón por
ese abandono. El abandono de tu esposo, esposa, un padre, o un hijo son situaciones
dolorosas. Y Jesús, en el último día fue abandonado por todos, primero por sus 10
discípulos, y solo quedo Juan, luego por muchos de sus amigos. Pero entonces llega el
peor de los abandonos o rechazos, Su Padre. Jesús dice: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué
me has abandonado?"
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Cuando El Amor Habla – Siete Palabras de la Cruz – Parte 4

¿Qué está sucediendo aquí?

Jesús se convirtió en mi sustituto. En este momento Él tomó el castigo por nuestros

pecados, por todas nuestras rebeliones contra Dios. Él asume tu lugar y muere en tu lugar.
Él está ahí por ti. Y él está haciendo lo mismo con los pecados de todo el mundo. Él los
toma sobre sí mismo. La Biblia dice así…

1 Juan 2:2: “Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros sino por los de todo el mundo.”

¿Qué es el sacrificio por expiación?

Expiación significa pagar por un daño hecho. Es una compensación por un delito. Aquí es
la compensación por nuestro pecado. La expiación es necesaria porque Dios es Justo y
Santo. Quizás perdemos esto de vista porque nos centramos solo en Su amor. Quizás
pensamos que Él existe solo para darnos lo que queremos, como si Él viviera por nosotros.
Quizás por eso puede ser que pensemos que Dios es tan bueno que va a perdonarnos
fácilmente nuestros pecados o peor aún que Él “tiene” que perdonarnos.

La justicia Santa y perfecta de Dios requería un pago por el pecado. Para que su justicia
quede satisfecha lo malo no puede quedar impune. Debe de haber un pago, una
restitución o una expiación. Aclaremos que este verso no nos está diciendo que con el
sacrificio ya se pago la deuda de todas las personas sin excepción, así crean o no, sino
que afirma que hay un solo sacrificio disponible para cualquier pecador, el sacrificio de
Cristo.

2 Corintios 5:21, “Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por
nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con
Dios por medio de Cristo.”

Es importante entender que nadie puede pagar ni siquiera su propio pecado en sí, porque
nuestra deuda es moral, no es física ni de dinero. Había solo Una persona que lo podía
hacer de forma completa. Cristo es el único que podía hacerlo. Solo Dios mismo podía
dar el medio para la satisfacción correcta de Su perfecta justicia. Entonces, esta frase "Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" tiene mucho que enseñarnos…

1. Aprendemos que Dios es Santo

Apocalipsis 4:8 dice, “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era
y que es y que ha de venir.”

La palabra Santo nos indica que Dios es diferente al resto de seres. La santidad es su
característica mas intima y abarca su Omnipotencia, eternidad y gloria. Es lo que provoca
un temor reverente. Él al ser Santo es puro. Es cien por ciento perfecto. Eso es lo que Dios
es.
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Los dioses de otras religiones tenían fallas, eran muy humanos, eran lujuriosos,
ambiciosos, violentos, etc. Un dios con imperfecciones morales no es Dios, no es digno
de gloria ni de adoración. Debido a que Dios es perfecto, no puede soportar estar en la
presencia de la imperfección. Él odia el mal. No puede ver lo que es corrupto. La Biblia
dice:

Habacuc 1:13: “Son tan puros tus ojos que no puedes ver el mal.”

Esto implica 2 cosas: que en el cielo no hay pecado, porque Dios no lo tolera, por eso no
hay sufrimiento, pero también implica que el pecado no puede pasar impune, tiene que
haber un pago. Cristo vino a la tierra, a morir por nuestros pecados. Tomo cada pecado
de la humanidad sobre si mismo. Cada abuso, asesinato, envidia, mentira,
homosexualidad, lujuria. El cargo con toda la culpa por nuestros pecados. Lo tomo como
suyo.

Por eso Dios, nuestro Padre Santo no puede ver a Su Hijo porque carga con el pecado del
mundo. Entonces Jesús dice “Eli, Eli, lama sabactani”. En ese momento no le dice ¡Padre!,
Él le dice ¡Dios mío!

¿Qué paso? Su relación se rompió. Aquí el mismo Hijo de Dios, Dios en esencia, quien ha
estado en perfecta armonía con el Padre por la eternidad se separa del Él, todo por cargar
el pecado del mundo. Dios simplemente no puede tolerar esto. Y Él clama, "¿Por qué me
has abandonado?" Dios en ese momento estaba aplicando Su juicio sobre Él. Jesús
soportaba la ira del juicio de Dios por el pecado. Imaginen el corazón tierno y justo del
Hijo, en este momento. Soportando la justa ira de Dios.

2. La segunda cosa que aprendemos de este incidente es que el pecado es feo.

Creo que no pensamos que el pecado sea tan malo. Hasta a veces nos parece genial,
porque las películas y canciones, hacen ver al pecado como algo atractivo o gracioso o
popular.

Esa es el plan de Satanás. Si el logra que se rían de algo y piensen “tal vez no es tan malo”.
Recuerda esto: Satanás nunca te va a mostrar el pecado como es, nunca te va a mostrar sus
consecuencias. Esa es su estrategia. Nunca te va a mostrar que ciertos “pequeñas
libertades” como no manejar tu enojo, distraerte en juegos o salir a una fiesta y hacer lo
que quieras, te llevara a alejarte de Dios mismo y tener una vida vacía.

El pecado es terrible. Si quieren ver lo horrible que es el pecado, y el mal que pueda hacer,
solo debes mirar la Cruz. Ahí Jesús toma cada mentira, traición, etc. y lo carga en si mismo.
La Cruz muestra tres de todos los efectos dañinos del pecado.

 Aprendemos que el pecado aleja

El pecado nos aleja de Dios. Cuando Jesús llevo todo el pecado del mundo sobre si
mismo, Él se siente alejado de Dios. Dice ¿Dónde estás? El pecado siempre rompe la
relación con Dios. Nos aleja de Él.
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Isaías 59:2: “Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos
pecados, él se alejó y ya no los escuchará.”

Se que muchas veces le hemos dicho a personas no cristianas, que pidan a Dios por un
examen, su salud, etc. Esto es imposible. Porque Dios esta alejado de aquellas personas
cubiertas de pecado.

Los casados entendemos esto. Cuando hay conflicto entre los esposos, esto interrumpe
la intimidad. Llevo poco tiempo casado, pero ya se un poco cuando ella está enojada. En
el momento en que hay conflicto en una relación, hay distancia. Ya no están cerca.

Ocurre también con Dios. Porque el pecado nos aleja de Él.

 Dos, el pecado abruma

Salmos 38:4: “Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada.”

Cuando están llenos de culpa en su vida es una carga pesada. Podemos distraernos para
no pensar en esto, pero esta ahí. Lo sabemos cuando tenemos un momento de
tranquilidad. Dios no quiere que ustedes se sientan culpables. Quiere que se sientan
perdonados, pero si hacen lo que quieran y olvidan a Dios igual cargarán ese peso. El
pecado abruma.

 Lo tercero que hace es que el pecado condena

Salmos 7:11, “Dios es un juez justo que condena la maldad.”

Justo significa esto: Dios siempre tiene la razón. Dios nunca se equivoca, siempre hará lo
que es verdaderamente justo. Como les dije, hablamos mucho del Dios de amor, pero no
es solo eso. Es un Dios Santo, Perfecto y Justo. Esto nos garantiza que el mal será
castigado. Dios pedirá cuentas a su creación y a cada ser humano.

Romanos 6:23: “La paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es
vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.”

La muerte es el justo pago por el pecado. El regalo es la vida eterna en Cristo. Es una
muestra de Su misericordia que trabaja junto con su Justicia. Yo debería morir
eternamente por mis pecados y ustedes también. Debemos ser castigados, pero Jesús
dice: ¡Yo lo hare! Él único que podía salvarnos, elige hacerlo. ¡Esas son buenas noticias!

3. La tercera cosa que aprendemos es que la salvación es costosa.

En otras palabras, el que ustedes vayan al cielo, cuesta mucho y lo pago Dios. La Biblia
dice que el regalo de Dios es la vida eterna. Sí, la salvación es gratis, pero no es barata.
Alguien pago por ti. Por tu salvación. Su nombre es Cristo.
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Romanos 3:25: “Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas
son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al
derramar su sangre.”

¡Cuán grande es Dios! La idea es de Él mismo. Él se entregó a sí mismo. Cristo murió como
el sacrificio que satisface el juicio de Dios contra los pecadores y aplaca Su ira, trayendo
perdón y justificación para nosotros.

Gálatas 3:13, “Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue
colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías.”

Cristo cargo con la maldición por nuestros pecados, dándonos paz con Dios. Todos los
que colgaban en una cruz eran malditos. El se hizo maldición por nosotros. Nosotros
teníamos que haber muerto eternamente.

Él ha hecho el sacrificio necesario para que no tengamos que ir a juicio. Nunca nadie va a
amarlos más de lo que Dios lo hace. Nunca nadie va a sacrificarse por ustedes más que
Cristo.

Así que, ¿cuál debe de ser mi respuesta?

Primero, yo necesito salir de mi pecado y confiar en que Jesús me va a salvar.

No hay otra manera de ser salvados del castigo eterno, nadie te va a librar del infierno, sin
importar si tu crees que existe o no. Solo puedes Cristo lo hará, si confías en Él como
Salvador y Señor.

Romanos 3:22: “Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en
Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.”

Todos podemos ser salvados. No importa lo que hayan hecho. Si confías eres salvo.

Hebreos 10:26: “Si después de recibir el conocimiento de la verdad pecamos

obstinadamente, ya no hay sacrificio por los pecados.”

Esto significa que, si rechazo lo que Cristo ha hecho mí, no hay nada más. Ya no hay
esperanza No hay otra manera de ser salvados del infierno, no hay otra forma de ir al
Padre. Si rechazas a Cristo sería la peor decisión de tu vida. Estas eligiendo el sufrimiento
eterno.

Dos, necesito vivir en un estado de gratitud… cuando comprendo lo que Dios ha

hecho por mí. ¿Cómo no podría amar a alguien que me ama tanto? ¿Cómo me puedo
alejar de Él?

Romanos 5:11, “Así que ahora podemos alegrarnos por nuestra nueva y maravillosa
relación con Dios gracias a que nuestro Señor Jesucristo nos hizo amigos de Dios.”
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El merece su amor total, su gratitud total y su agradecimiento eterno, y esto se notará en

su perseverancia al servirle en cada área de su vida. Ser cristianos es tener una relación
viva con Él y mediante Su espíritu esforzarnos por ser como Él en el trabajo, universidad,
colegio, iglesia y comunidad.

Tres, cuanto estoy tentado a pecar necesito recordar lo que mi pecado le costó a
Jesús.

1 Pedro 1:18-19: “Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda
que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas
perecederas, como el oro o la plata sino con la preciosa sangre de Cristo, como de
un cordero sin mancha y sin defecto.”

Recuerden siempre que el hecho de que ustedes puedan ser salvados le costo Su vida a
la persona mas importante, al mismo Hijo de Dios, Dios mismo. Su vida de valor
incalculable. Él la dio por ti. No lo desperdicies siendo presa fácil del pecado. Lucha con
él.

Cuatro, necesito decirles a otros las Buenas Nuevas

2 Pedro 3:9 “Dios tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca
sino que todos se arrepientan.”

Durante veintiún años, semana tras semana, esta iglesia ha hecho todo lo que ha hecho
porque Jesús quiere salvar a todo el mundo. Él anhelo de Dios es que lleguemos a todos
con el evangelio. Nuestro mayor anhelo es hacer todo para darle la gloria a Él y llevar
personas a Sus pies le da gloria y honra. Esa es nuestra motivación.

Aún hay personas a poca distancia de esta iglesia o un poco más lejos que no conocen de
Jesús y a nosotros se nos manda que los alcancemos. La iglesia que no quiere alcanzar a
más personas está diciéndole al mundo: ¡No me importa que te vayas al infierno!

Cristo nos ha dicho que vayamos y contemos acerca de Su sacrificio y resurrección. Esto
nos debe de importar porque a Dios le importa. Así que los aliento. Piensen en un nombre
e invítenlos a venir con ustedes en Semana Santa. Tal vez ustedes nunca han confiado en
Cristo. Este es su día para abrir su corazón y recibirlo y decirle quiero que seas mi Señor y
salvador hoy.

Oremos:

Oren algo como esto en su corazón. Señor Jesucristo, gracias por morir en la Cruz
por mí. Gracias por ser mi abogado defensor. Gracias porque no solamente eres un
Dios de justicia. Eres un Dios de misericordia. No merezco ser perdonado por todos
mis pecados. Lo sé. Pero te doy gracias por Tu amor y te agradezco Tu gracia y tu
sacrificio. Ahora comprendo lo costoso que fue comprar mi salvación. Por eso
quiero confiar en Ti.
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Quiero alejarme del pecado, quiero ser un hijo de Dios y quiero aceptar Tu oferta
de perdón. Quiero vivir mi vida en un estado de gratitud, quiero darte mi vida.
Señor, cuando me sienta tentado a hacer cosas que yo sepa que no son correctas,
ayúdame a recordar aquellos pecados que te pusieron en la Cruz.

Lo más importante de todo, ayúdame a compartir las buenas nuevas con otras
personas, a preocuparme lo suficiente para decirles a los demás. Ayúdame a traer
a alguien conmigo en Semana Santa para que puedan escuchar también las buenas
nuevas. Oro esto en tu nombre, Amén.