Está en la página 1de 14

Tarea Grupal

Semana: 9

Nombre del estudiante:


Justhin Jeanpiere Hernández Maradiaga
Keylin Johana Mendez Paz

Número de cuenta:
62251042
62051006

Sede de estudio:
Central.

Docente:
Lic. Maynor Saenz

Clase:
Historia de Honduras

Fecha de entrega:
17/09/2023
Introducción
La década de 1980 se alza como un período crucial en la historia de Honduras, marcada
por acontecimientos de profundo impacto que trascienden las fronteras temporales y aún
resuenan en la sociedad hondureña contemporánea. Es una década recordada no solo
por las dificultades económicas que la sumieron en una crisis persistente, sino también
por los profundos cambios políticos, sociales y culturales que la caracterizaron.

Honduras, como muchos otros países de América Latina, experimentó una


transformación radical durante estos años, que llevaron a la denominación de "La
Década Perdida". Si bien esta etiqueta se utiliza a menudo para describir los problemas
económicos que enfrentó la región, abarca mucho más que eso. La década de 1980 en
Honduras estuvo marcada por la agitación política, los conflictos armados en naciones
vecinas y las luchas sociales que configuraron la vida de sus habitantes de maneras
complejas e impredecibles.

Uno de los elementos cruciales que influyeron en la historia hondureña de esta década
fue la "Doctrina de Seguridad Nacional", una política promovida por los Estados
Unidos que buscaba contrarrestar la influencia comunista en América Latina. Aunque
esta doctrina podría haber proporcionado ciertos beneficios, como asistencia económica
y militar, también dejó un legado siniestro. La militarización, la represión política y los
abusos contra los derechos humanos fueron algunas de las consecuencias sombrías de
esta política, cuyas repercusiones continúan afectando a Honduras en la actualidad.

Este trabajo se adentrará en dos aspectos clave de esta época: por qué se le llama "La
Década Perdida" y cómo la "Doctrina de Seguridad Nacional" influyó en Honduras.
Analizaremos estos temas desde dos perspectivas distintas, evaluando tanto los posibles
beneficios como las repercusiones negativas, para obtener una comprensión completa de
este período histórico y su relevancia para la Honduras actual.
T-9- HONDURAS

La década perdida
jueves 13 de octubre de 2011 Hay eufemismos que no pueden disimular su estrechez. En
Honduras, a donde viajo mañana para comenzar esta segunda fase de Ruta Otramérica, le
llaman La Década Perdida a los terribles años 80, los de la locura fanática y de la "Doctrina de
Seguridad Nacional".

Suazo Córdoba y Álvarez Martínez


Por Víctor Alejandro Mojica Páez
En la “década pérdida” (1980-1990), en Honduras se podía escuchar a un presidente (Doctor
Suazo Córdova) decir cosas como esta: “A los ñángaras (comunistas) no les gusta mucho
cuando me refiero a los militares como compañeros de armas ya que soy el Comandante de las
Fuerzas Armadas, pero para que más les duela voy a llegar vestido de fatiga a Casa
Presidencial y así voy a visitar los batallones”… Y al Jefe de las Fuerzas Armadas (General
Gustavo Álvarez Martínez), estas otras palabras: “Los subversivos no tienen derechos
humanos”.
El escenario de terror era un hecho: se había creado para destruir todo intento de reclamo
social y legitimar cualquier violación, con el apoyo de la fuerza militar hondureña, que gozaba
de un extenso historial de impunidad e intolerancia. Estados Unidos tenía las narices muy
metidas, y alentaba una guerra contra sus vecinos, El Salvador y Nicaragua, que vivían sus
propias revoluciones. En aquella época cobró mucho protagonismo el general Gustavo Álvarez
Martínez, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras (1982-1984), de una línea muy dura que
promovía las desapariciones, las torturas y los asesinatos selectivos.

Coroneles disidentes lo habían denunciado porque Álvarez Martínez “arrastrará a grandes


desgracias al Gobierno y pueblo de Honduras, si antes no se pone coto a su psicosis
extremista y a su locura por aniquilar físicamente y hacer desaparecer, como lo ha hecho a
todo el que no sustente sus mismas ideas radicales”. Demasiado tarde. En 1983, uno de sus
casos más conocidos, el ejército hondureño cercó a una incursión rebelde que lideraba el
doctor José María Reyes Mata, un conocido dirigente de la izquierda de este país, y el padre
Guadalupe –James Francis Carney Hamley-, de Chicago, Illinois, que impulsaba una línea
violenta para la transformación de Centroamérica. “Tendré que renunciar a ser jesuita por un
tiempo hasta el triunfo, porque las leyes actuales de la Compañía de Jesús no permiten que un
jesuita sea guerrillero. Me duele hacerlo”, mencionó antes de involucrarse en la incursión que
acabaría con su vida. A Reyes Mata y al padre Guadalupe no les quedó otra que rendirse. Sin
salida, se entregaron, junto a otro grupo de rebeldes, y fueron llevados a un campamento de
las Fuerzas Armadas, donde Álvarez Martínez había dado órdenes de torturarlos y ejecutarlos.
Así se hizo. Al Doctor Mata le desmembraron el brazo derecho, le arrancaron las uñas de los
pies –sin anestesia- y se las dieron de comer, les cortaron los dedos. Un coronel que participó
de la ejecución le confesó a la familia que “tu hermano murió como un héroe, porque murió sin
decir tan solo una palabra; y fue fiel a sus principios y a sus ideales. Y eso hace a cualquier
humano, verlo bajo el cristal de la grandeza”. El padre revolucionario también fue asesinado.

Aplica el análisis de juicio lógico de manera crítica:

Hecho Opinión

Las declaraciones del presidente Suazo Córdova


1. Período de agitación política y social en y del General Álvarez Martínez se presentan
Honduras durante la "década pérdida" (1980- como ejemplos de actitudes que contribuyeron
1990). al escenario de terror.

Se menciona que Estados Unidos tenía una


influencia significativa en la región y alentaba la
2. El presidente Doctor Suazo Córdova hizo guerra contra sus vecinos, El Salvador y Nicaragua.
declaraciones públicas, como las mencionadas
en el texto.

Se menciona que coroneles disidentes habían


denunciado al General Álvarez Martínez.
3. General Gustavo Álvarez Martínez fue Jefe de
las Fuerzas Armadas de Honduras de 1982 a
1984.

4. Denuncias de desapariciones, torturas y Se describe la tortura y ejecución de los


asesinatos selectivos en Honduras durante ese rebeldes en el campamento de las Fuerzas
período. Armadas.

Del otro lado de la historia, Álvarez Martínez elogiaba su triunfo: “Esto está comenzando, y
aunque las Fuerzas Armadas están preparadas lo que debemos preguntarnos es si el pueblo
hondureño está preparado para ayudarnos”. Fue designado “Hombre del año” en 1983,
“Maestro del año”, y recibió otra serie de homenajes por considerarse una especie de jefe
supremo que defendía la sociedad “occidental y cristiana del comunismo”… Al año siguiente lo
tumbaron y se cambió al fanatismo religioso como parte de la iglesia protestante El Nazareno,
en Estados Unidos, donde residió hasta abril de 1988. Murió en enero de 1989 bajo el fuego de
una ametralladora que le destruyó el pecho, el abdomen y las piernas.

Tan sólo un día antes, el general retirado se había confesado en la Iglesia Misionera
Interdimensional en Tegucigalpa: “En mi niñez era rebelde, todo me molestaba, era muy difícil;
por eso el Señor me inclinó a la carrera militar, porque esperaba el momento en que yo lo
conociera. Buscó que manos humanas controlaran mi carácter, me disciplinaran, y eso me
ayudó a controlarme”… También iba diciendo que estaba en proceso de "santificación".

La “Doctrina de Seguridad Nacional”, alentada por Estados Unidos en la región y apoyada por
Álvarez Martínez en Honduras, con el pasar de los años, dejó una huella de, al menos, 160 mil
muertos en Centroamérica…

Aplica el análisis de juicio lógico relacionado con Gustavo Álvarez Martínez como parte
de la historia de Honduras de la década de los 1980.

Qué leo Qué no leo Qué concluyo

Álvarez Martínez fue una


figura controvertida en la
década de 1980, elogiado
por algunos pero finalmente
derrocado de su posición.
Gustavo Álvarez Martínez Su cambio posterior hacia el
recibió homenajes en 1983 No se menciona la razón fanatismo religioso es
exacta de su derrocamiento notable. Su muerte fue
en 1984 violenta y ocurrió en 1989.
La década de 1980 en
Honduras estuvo marcada
por la "Doctrina de
Seguridad Nacional" y una
alta mortalidad en la región.

Por si existiera el perdón


Una confesión que no puede borrar el pasado.

CITA. El hombre sonrió tratando de que la mueca que deformó sus labios pareciera agradable,
saludó con su mano huesuda y áspera, y se sentó despacio, poniendo el bastón a un lado. Es un
hombre común, de unos cincuenta y tantos años, de regular estatura, delgado sin ser flaco, con
canas en las sienes, corte de pelo estilo militar y rostro anguloso en el que se nota la ansiedad
que no puede controlar. En sus ojos vidriosos hay tristeza, como si una enorme culpa se
proyectara a través de ellos. –Gracias por venir –dice con voz suave–, me está haciendo un gran
favor.–Recibí su carta y me interesó su historia… ¿Trajo los documentos?–Algunos. Con estos
será suficiente para que sus lectores sepan que lo que le cuento es la verdad. Empujó una
carpeta verde, vieja, llena de papeles amarillentos, recortes de periódicos, fotos antiguas y
páginas manuscritas en azul y rojo.–Tengo información con la que podría escribir libros
enteros… Son datos que se pueden comprobar con facilidad, el problema es que mucha de la
gente que sale en estas historias sigue viva, algunos son poderosos, otros son adinerados y otros
muchos quieren morir en el anonimato, con el peso que llevan en su conciencia.–Entonces, ¿por
qué quiere hablar de eso? ¿No será peligroso para usted?–Tal vez no… Y no lo hago para
señalar a nadie ni para juzgar una época que no quisiera haber vivido... Nada de eso me importa.
Solo quiero contar algo, una parte de lo que hicimos hombres que creímos que servíamos a la
patria, hombres equivocados que hicimos cosas equivocadas y que no deben repetirse jamás.
¡Jamás! Ahora le brillan los ojos. Está llorando por dentro. – ¿Recuerda el caso que se llamó
“Confesiones de un 3-16”? Pues eso no es nada comparado con lo que fui archivando en treinta
años de servicio… Por supuesto, dos páginas en EL HERALDO son poquísimo para contarle a
la gente lo que muchos criminales de verde olivo hicimos en contra de gente que, muchas veces,
era inocente, como aquel muchacho del Intae, por ejemplo.
INICIOS. Desde niño soñé con ser soldado. Era mi mayor ilusión. A los dieciocho, después de
graduarme en el Instituto Superación de Choluteca, entré a las Fuerzas Armadas. Me presenté
en Salamar y pronto estaba manejando un tanque, un Saladin de 1956, un carro de asalto, hecho
en Inglaterra. Yo tenía solo dieciocho años. Era el tanquista más feliz del Regimiento de
Caballería Blindada, Recablin. A los diecinueve era cabo. Fue por ese tiempo que nos
destacaron en Olancho, en las selvas de Olancho, cerca de la frontera con Nicaragua. Una
columna guerrillera, encabezada por un sacerdote, un padre jesuita, traía la guerra a Honduras y
nos enfrentamos a ellos hasta que los exterminamos. Fue una carnicería. Los guerrilleros
estaban enfermos, con hambre, desorientados y no presentaron mucha resistencia. Pero nosotros
teníamos órdenes. No quedó ni uno. Después me di cuenta que al padre lo agarraron vivo...
Recuerdo a un oficial que andaba las sandalias del padre colgando en el uniforme como si
fueran trofeos de guerra. – ¿Qué pasó con el padre?–Todo el mundo lo sabe... Yo lo vi cuando
lo subieron a un helicóptero... Estaba flaco, moribundo...– ¿Estaba herido? ¿Lo mataron? ¿Se
murió?–No sé... En ese momento le agarré gusto al Ejército. Los comunistas eran enemigos de
la patria y había que exterminarlos. Nosotros íbamos a salvar a Honduras del comunismo. Eso
nos decían los gringos que nos entrenaban. – ¿Participó en más operaciones en la selva de
Olancho?–Eso no duró mucho…
Pero como yo era entusiasta y me gustaba lo que hacía, me reclutaron para un equipo de
inteligencia anticomunista... No era 3-16, y teníamos mucho que ver con la Policía, con la
Fuerza de Seguridad Pública, pero sobre todo en el DIN, el Departamento de Investigación
Nacional. Nos encargábamos de vigilar comunistas de los sindicatos, de los frentes
estudiantiles, a la gente revoltosa de las universidades... Así cayó Hans Albert Madisson... ¿Lo
recuerda? Usted escribió sobre él. ¿Ve estos recortes? Hans. Nos mandaron a una operación en
la Florencia... Yo me había fumado tres puros de marihuana y estaba medio loco, odiando a
todo el que oliera a comunista. Cuando me dijeron que habían agarrado a un universitario
comunista, me alegré y me acerqué al Jeep donde lo tenían. Era alto, delgado, casi rubio y tenía
ojos claros, como azules... Estaba sangrando de la boca, lo habían golpeado con la culata de un
Garand y le habían arrancado los dientes de adelante. Después me di cuenta que era puente el
que tenía... Se lo llevaron y nadie volvió a saber de él... A la familia le pagó el Estado una
millonada..., pero el cadáver que hallaron en la carretera del norte no era el del muchacho... Ese
cuerpo no lo hallarían jamás...– ¿Por qué?–Lo que voy a contarle es duro…–Si es la verdad,
dígalo. –Es la verdad pero yo no puedo probarla... Mi palabra es todo... No quedaban pruebas de
lo que hacíamos...– ¿Qué pasó con el muchacho?–Me contaron los compañeros que lo
mataron… Y se lo dieron a los lagartos... Usted también escribió sobre los lagartos, ¿se
acuerda?–Culparon a Billy Joya de este asesinato…El hombre sonríe con tristeza. También hay
tristeza en sus ojos. –Billy Joya nada tuvo que ver en eso... Yo lo conocí muchos años después...
La orden la dio un capitán... Lo habían golpeado mucho y si lo dejábamos vivo tendríamos
problemas con la gente de los derechos humanos...– ¿Capturaban bastante gente?–Sí,
hondureños, salvadoreños del Farabundo Martí, sandinistas, guerrilleros de Guatemala... En esa
época Centroamérica era un polvorín; solo faltaba Honduras y los Cinchoneros le querían meter
fuego...
Aplica el análisis de juicio lógico relacionado con el caso del desaparecido Hans Madisson:

Hecho Opinión

El narrador se unió a las Fuerzas Armadas a los El narrador muestra entusiasmo por su
18 años y participó en operaciones en la selva participación en las Fuerzas Armadas y en las
de Olancho. operaciones anticomunistas.

En una operación, el narrador se alegró de la


captura de un universitario comunista llamado El narrador expresó su alegría por la captura de
Hans Albert Madisson, quien resultó Hans Madisson debido a su aversión hacia los
gravemente herido. comunistas.

El narrador sugiere que Hans Madisson fue


Hans Madisson fue golpeado y le arrancaron víctima de abuso físico y que posiblemente fue
los dientes de adelante, pero posteriormente asesinado, aunque no puede proporcionar
desapareció y se desconoce su destino final. pruebas.

El narrador afirma que la orden de matar a Hans


Los compañeros del narrador le contaron que la Madisson vino de un superior y que su cuerpo
orden de matar a Hans Madisson provino de un fue entregado a personas conocidas como
capitán y que se lo entregaron a los "lagartos". "lagartos".

Pero los detuvimos...– ¿Cree usted que hizo lo correcto?–En ese tiempo no nos poníamos a
pensar si era correcto o no lo que hacíamos; recibíamos una orden y la cumplíamos. Eso era
todo. Yo era obediente y no deliberante...–Perdone que lo interrumpa, por favor. Dígame algo,
¿por qué cuenta todo esto ahora? Hay un silencio de cementerio. Pasan largos segundos, el
hombre mira la taza de café que ya se enfrió y parece reprimir un suspiro. Algo pasa en su
interior. Algo triste y doloroso.
Cuando levanta la cabeza, responde: –No quiero morir con esos secretos... No puedo seguir
viviendo con las pesadillas... Oigo los gritos, los alaridos, los huesos al quebrarse, la piel que
truena cuando la corta el cuchillo, la piel que hace un ruido horroroso al quemarse... La gente
que se ahoga cuando le poníamos la capucha... ¿Sabe que es la capucha? Un pedazo de
neumático, de hule, al que le poníamos cal... Poníamos al sospechoso boca abajo, amarrados los
pies y las manos a la espalda, le poníamos el hule en la cara y lo halábamos hacia atrás...
Muchos no resistían y otros confesaban cosas que nosotros sabíamos que no eran la verdad...–
¿Torturaron bastante gente?–Mucha gente… Mujeres también. – ¿Las violaban?–Yo no... Otros
sí. –Volvamos a la pregunta... ¿Está seguro de que quiere que esto se conozca?–Carmilla tiene
muchos lectores, miles de lectores..., y lectoras... Yo soy parte de la basura de una época, y esa
época tiene su historia, negra, grotesca, dolorosa, pero debe ser conocida, y yo escribí parte de
esa historia con la sangre de las víctimas... Hoy he entendido que solo era un asesino, aunque
era un militar y me sentía orgulloso de serlo. Pero era la época de las guerrillas, del comunismo,
la época de la Doctrina de Seguridad del Estado... Yo me creía un patriota... ¡Pobre de mí! Solo
era un asesino entrenado y dirigido por otros asesinos con rangos más altos que el mío... Pero
eso éramos: asesinos. Una lágrima salta por una mejilla pálida y helada y él la limpia con el
dorso de su mano huesuda de dedos largos con uñas afiladas como garras. Alrededor pasa la
gente, ruidosa, lejana. En el interior de aquel hombre, que parece envejecer con cada palabra, el
ruido es mayor, no puede silenciar los gritos de su conciencia.
Después de haber leído el párrafo anterior analiza en la tabla de dos columnas:

Según lo relatado por el exmilitar ¿por qué las Después del argumento anterior, realmente ¿que
personas como el, creyeron que eran patriotas a pesar conserva este exmilitar de esa década de los 1980?
de sus abominables acciones? Argumenta de manera
crítica. ¿Actualmente cree que vive como un patriota? Explica

La Doctrina de Seguridad Nacional, promovida por


La década de 1980 se conoce como "la década perdida" Estados Unidos en América Latina, tuvo efectos mixtos en
debido a la grave crisis económica y política que afectó Honduras. En un principio, se justificó como una forma
a América Latina, incluyendo a Honduras. Esta crisis se
de combatir el comunismo y mantener la estabilidad en
caracterizó por altos niveles de deuda externa, inflación
la región. Esto llevó a la cooperación militar entre
descontrolada, pobreza en aumento y una serie de
Honduras y Estados Unidos, lo que incluyó
conflictos armados en la región. En Honduras, se
experimentó una guerra sucia y represión, lo que entrenamiento y apoyo financiero para las fuerzas
contribuyó a la pérdida de vidas y a la violación de armadas hondureñas. Sin embargo, también dejó un
derechos humanos. La denominación se refiere a la legado siniestro al promover la represión, las
pérdida de oportunidades de desarrollo durante este desapariciones forzadas y la violación de los derechos
período. humanos en nombre de la lucha contra la insurgencia
comunista. Estas acciones tuvieron graves repercusiones,
incluyendo la pérdida de vidas y la consolidación de una
cultura de impunidad en Honduras. En la actualidad, este
legado se refleja en los desafíos que enfrenta el país en
términos de derechos humanos y seguridad.

MANOS. Pasan los minutos y el color vuelve a su rostro. Levanta las manos, las muestra,
girándolas despacio y dice:– ¿Ve estas manos? Están manchadas de sangre... Llevo esto por
dentro y no lo había contado nunca porque sé que nadie va a entender... Bertha Oliva dice que
somos asesinos, y tiene razón, porque las órdenes que recibimos no son atenuantes de mis
crímenes...–¿Cuántos compañeros suyos piensan así?–Todos, incluso los que hoy son altos
oficiales...–¿Participaron con usted en las torturas?–Sí... algunos... Pero ya me olvidé de ellos...–
¿En qué otras operaciones participó?–En muchas... Tendría usted para escribir por años...–
Cuénteme una de las más impactantes, de las más destacadas, de esas que la gente recuerda por
mucho tiempo...El hombre abre la carpeta, saca unos recortes de periódico y los pone al frente,
sobre la mesa, acompañado de unos manuscritos.–¿Recuerda a este hombre?–Sí, claro... Ramón
Matta Ballesteros…–Estuve como personal de apoyo... Los gringos se lo llevaron pero quienes
lo sacaron de la casa eran soldados y policías hondureños; el Presidente estaba de acuerdo... Le
pusieron evidencia en el comedor..., usted sabe, se la plantaron, y se lo entregaron a los
gringos... No fue legal pero donde manda capitán no manda marinero... ¿Recuerda al general
que mataron en el bulevar Suyapa? (Se refiere a Gustavo Álvarez Martínez) Aquí está la
foto... Siempre le echaron la culpa a los Cinchoneros... Ellos no fueron. La orden vino del
norte... Vino gente de allá... Dos de los tiradores eran hondureños, soldados activos... Uno de
ellos murió en un billar, en Los Dolores, arriba del Hoyo de Merriam; se resistió a un registro y
un soldado le disparó... Los carros los trajeron del norte, por El Salvador, vinieron en dos
Chinook, esos helicópteros grandes... Pero dejaron botado a uno de los tiradores y este tuvo que
robarle el carro a una mujer para escapar...– ¿Cómo sabe todo eso? ¿Se lo contaron?–No, yo
estaba cerca, como personal de apoyo, por si algo salía mal...– ¿Usted vio cuándo le dispararon
al general?–Sí; detuvieron el carro, le dispararon y él se bajó, con la Biblia en la mano, les dijo
algo a los tiradores, pero lo mataron igual.–¿Sabe usted qué les dijo?–Me contaron después. Les
dijo: “No hagan esto conmigo”.

¿Qué opina de las acciones contra Ramón Matta ¿Por qué cree que el mismo ejército de Honduras a
Ballesteros? quién Gustavo Álvarez Martínez sirvió
posteriormente lo eliminó?

Las acciones contra Ramón Matta Ballesteros, según el El motivo detrás de la eliminación de Gustavo Álvarez
relato del exmilitar, involucraron la cooperación de Martínez, según el relato del exmilitar, parece estar
elementos hondureños y estadounidenses. Se plantea relacionado con la participación del ejército hondureño
que las pruebas en su contra fueron plantadas, lo que en operaciones conjuntas con elementos
sugiere una falta de legalidad en su detención. Esto estadounidenses. El exmilitar sugiere que la orden de
arroja dudas sobre la justicia y la legalidad de las
eliminarlo vino del norte, lo que podría implicar que
acciones contra él.
Estados Unidos tuvo un papel en su muerte. Sin
embargo, no se proporciona una razón específica detrás
de esta eliminación. Sería necesario investigar más para
comprender completamente los motivos detrás de este
evento.

¿Recuerda usted el asesinato del Comandante Bravo? Era un teniente coronel de la guardia de
Somoza...–Tengo información sobre él... Combatió en Rivas contra el Comandante Cero, en la
ofensiva final de los sandinistas contra Somoza. Creo que fue en 1978 o inicios de 1979.– Se
decía que lo mataron los sandinistas... Supe después que estaban involucrados algunos
compañeros suyos y dos oficiales hondureños por malos arreglos...– ¿Usted qué tuvo que ver en
eso? El asesinato de Pablo Salazar, o Comandante Bravo, fue en octubre de 1979...–Estuve
dándole seguridad por algún tiempo a un coronel que tenía negocios con un señor Cerna, uno de
los que dirigió la operación y que trabajaba en el consulado de Nicaragua…– ¿Participó el
coronel en el caso?–No, de eso estoy seguro, pero alguna gente cercana a él, sí... Era gente
cercana a la Dirección Quinta de la Inteligencia Militar Sandinista, que tenía negocios no muy
sanos con ciertos oficiales hondureños de esa época. Una vez que estaba muy bebido me contó
cómo mataron al hombre, con un tiro de .22 en la cabeza... Lo engañaron con una mujer que
había sido su querida en Nicaragua... Dejaron el cuerpo debajo de una cama... Tardaron en
encontrarlo...
– ¿Por qué me cuenta eso? Íbamos a hablar solo de los casos en que usted participó...–Tiene
razón; no lo escriba si no quiere…– ¿En qué otras operaciones participó usted?– ¿Usted tiene
una lista de los desaparecidos en Honduras? Pues, empecemos por el principio, con los
detenidos que no aparecieron nunca... Tomás Nativí... Róger Gonzales... Eduardo Lanza...– ¿Va
a mencionar nombres?–Algunos que son conocidos... Tomás Nativí, por ejemplo... Yo estaba
bien chavalo cuando me llevaron a la operación, decían que era un revolucionario peligroso, de
la Unión Revolucionaria del Pueblo, o algo así... Nos encapucharon... Era 1981...El hombre baja
la voz, mira hacia el frente, con mirada perdida y suspira. En aquel suspiro sale gran parte de la
angustia que amenaza con estallar en su pecho. –Carmilla, voy a decirle algo... Hoy que estoy
hablando de esto, de este pasado horroroso que no puedo borrar de mi mente, me da miedo,
miedo de que esa gente salga de la tumba y me vean de frente, me acusen... Un día vi a doña
Bertha Oliva y sentí miedo, ganas de llorar, de gritarle que yo sabía lo que había pasado con su
marido... Ese día lo recordaba bien... Creo que ella estaba preñada... que iba a tener bebé... Y yo
fui uno de los que se llevó al papá... Llevo eso en mi conciencia y no me deja vivir en paz. ¿Qué
puedo hacer? Contarlo nada más... Contárselo a usted, para que lo escriba, para que quede
constancia de lo que hicimos en esa época hombres que creímos que defendíamos a la patria…
¿Sabe que le tengo miedo a la cárcel? ¿Sabe que le tengo miedo a mis hijos, a que mi esposa y
que ellos sepan los secretos que guardo en mi corazón?–Perdone que lo interrumpa…El hombre
se limpia una nueva lágrima. Es la segunda que logra saltar por las mejillas pálidas y heladas…
Las demás se las ha tragado, las ha mordido para detenerlas…–Dígame.– ¿Por qué quiere contar
todo eso? ¿Por qué está haciendo eso?–Ya me preguntó eso antes.– Sí. ¿Por qué? Nuevo
silencio. – ¿Sabe por qué lo hago?–En realidad, no… No es solo para que se escriba una parte
de esa historia... ¿verdad?–Tiene razón... Es para desahogarme, para que se sepa, también, pero
más para aliviar mi conciencia de tantas culpas... Lo hago por si existiera perdón para mí...
Aplica el análisis de juicio lógico desde un perfil psicológico y social relacionado con el
exmilitar que cuenta la historia:

Qué leo Qué no leo Qué concluyo

El exmilitar tiene una carga


El exmilitar siente un fuerte
emocional abrumadora
debido a su participación remordimiento y culpa por
en actividades violentas y Detalles específicos sobre sus acciones pasadas, lo que
despiadadas durante su todas las operaciones en las lo atormenta
servicio militar. que participó el exmilitar. psicológicamente.

El exmilitar está ansioso Información sobre cómo La necesidad de compartir


por desahogarse y liberar reaccionaron las familias de su historia parece ser una
su conciencia de las culpas las víctimas ante la forma de buscar redención y
revelación de su
participación en los hechos posiblemente perdón por
que lleva consigo. violentos. sus acciones pasadas.

La conversación con el
periodista le proporciona
El exmilitar menciona su Detalles específicos sobre su cierto alivio y le permite
miedo a la cárcel y al vida personal, como su expresar lo que lleva dentro,
impacto que su revelación relación con su esposa e aunque también siente
podría tener en su familia. hijos. temor a las consecuencias.

La historia del exmilitar es


una ventana a los horrores
El exmilitar busca que su Información sobre cualquier de una época turbulenta en
historia se registre para proceso legal o la historia de Honduras y
que quede constancia de investigaciones en curso refleja la necesidad de
lo que hicieron en esa relacionadas con sus enfrentar el pasado y buscar
época. acciones pasadas. la verdad.

Después de haber leído los artículos: La década perdida y Por sí existiera el perdón, exponga
desde dos puntos de vista.

¿Por qué se le denominó a los años de 1980 como la ¿La doctrina de seguridad nacional le trajo a Honduras
década perdida? beneficios o dejó un legado siniestro con repercusiones
actualmente? Cualquiera que sea la respuesta explica
de manera analítica.

Los años de 1980 se llamaron "Década Perdida" La Doctrina de Seguridad Nacional impulsada por EE.
debido a la crisis económica, deuda externa, recesión UU. llevó a la militarización y represión en Honduras.
y desempleo.
Honduras recibió asistencia militar y económica de EE.
- Se considera perdida debido al deterioro económico UU., lo que fortaleció al gobierno y al ejército.
y social en Honduras durante este período
- La represión, violaciones de derechos humanos y el
- Desafíos socioeconómicos, disminución de calidad fortalecimiento del poder militar dejaron un legado
de vida, limitación de oportunidad. siniestro.
Leer más
en: http://www.elheraldo.hn/csp/mediapool/sites/ElHeraldo/OtrasSecci
ones/NuestrasRevistas/story.csp?cid=700411&sid=1653&fid=373
SÃganos
en: www.facebook.com/diarioelheraldo y @diarioelheraldo en Twitter
Análisis de la canción Centroamérica de Alux Nahual
Aplica el análisis de juicio lógico Positivo-Negativo-Interesante con la letra de la
canción Centroamérica como un reflejo fiel de lo que fue la década de 1980 conocida
como la década perdida.
Profundiza con su análisis, debe de extraer los tres aspectos que se le exigen en los
cuales demuestra que interpreta correctamente la lírica de la canción.
Positivo Negativo Interesante

Este hecho quedo Dejamos que extranjeros Es interesante la forma en


marcado en nuestra viniesen a nuestra tierra a que una canción puede
historia porque para bien prepararnos a una guerra doler tanto al contar tanto
nos ayudó a que el que en la que ni siquiera sufrimiento y acciones
pueblo se uniese por sí debimos haber participado que se daban en aquel
mismo y pelee por sus ya que tenían intereses tiempo en el que éramos
derechos, sus tierras y meramente distintos al de controlados por las
sobre todo por que nuestro país ya sí beneficiar fuerzas externas del país,
prevalezca la paz en el Estados Unidos, cabe mencionar que nunca
territorio hondureño permitiéndole inculcar a los en mi vida había
alejado de las manos de niños con acento extranjero escuchado esa canción,
los gobernantes que Dios no existía y que pero sin duda alguna
extranjeros. por eso debían pelear sin ahora llevo algo conmigo
miedo amatar. y es un pedazo de la
historia y sufrimiento de
mi país, Honduras
Conclusión
La década de 1980 se erige como un período trascendental y desafiante en la historia de
Honduras. La etiqueta de "La Década Perdida" no solo refleja los complejos problemas
económicos, sino también la agitación política y social que caracterizó este período. Los
hondureños se enfrentaron a una combinación de factores, desde crisis económicas hasta
conflictos armados en países vecinos, que dieron forma a sus vidas de maneras
inimaginables.

La influencia de la "Doctrina de Seguridad Nacional" perdura en Honduras hasta el día


de hoy. Si bien es cierto que esta política podría haber proporcionado ciertos beneficios,
como el apoyo militar y económico de los Estados Unidos, también dejó un legado
oscuro de represión, abusos a los derechos humanos y militarización. Las consecuencias
de esta doctrina aún afectan la política, la sociedad y la economía hondureñas, a menudo
erosionando las bases de la democracia y generando desafíos persistentes.

La comprensión de estos aspectos históricos es esencial para contextualizar los desafíos


actuales de Honduras, desde la migración hasta la lucha por los derechos humanos y la
justicia social. Además, sirve como recordatorio de la importancia de abordar de manera
integral las cuestiones históricas para lograr un futuro más equitativo y próspero para la
nación hondureña.

También podría gustarte