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Comercio y Estado en el México

colonial e independiente*

Inés Herrera
Armando Alvarado

E1objetivo de este trabajo es constatar y ~a- mercancías, del establecimiento de un sistema


lizar las decisiones gubernamentales con res- homogéneo impositivo al comercio para todo el
pecto a la actividad mercantil que se concreta- país, se nota la capacidad del estado de fines
ron en la legislación comercial de la época. del siglo XIX para adecuar estructuras mer-
El análisis de las relaciones estado-comer- cantiles tradicionales a las demandas del
cio en México en más de siglo y medio es tarea mercado mundial.
vasta y complicada porque abarca etapas his- El marco en el cual se desarrolló el comercio
tóricas en las que el estado adopta políticas de la Nueva España en la época colonial, fue el
diferentes y contrapuestas respecto al comer- establecido por la corona española en base a
cio. En la última etapa colonial (1778-1821) la pautas y reglamentos que le permitieron ejer-
actividad comercial estuvo reglamentada por cer un control monopólico de los intercambios
el estado español y por las ordenanzas de ultramarinos y regular el ejercicio interno de
comercio, y los vínculos entre ambos aparecen la actividad comercial. Sin embargo, en la
claros. En cambio, en la primera mitad del práctica la corona delegó la facultad de mane-
siglo XIX, ya en el periodo independiente, fue jar el comercio del imperio a unas pocas corpo-
mucho más difícil precisar estos vínculos por- raciones mercantiles que, con el tiempo, llega-
que la intervención del gobierno se restringió; ron a tener un enorme poder económico y
los mecanismos de relación comerciantes-es- político.
tado adoptaron características muy variadas, Durante toda la primera mitad del siglo
por ser ésta una época de recuperación y aco- XVIII la corona había dictado nuevas órdenes
modo económicos con respecto a la época de la con el fin de mejorar el comercio de ultramar,
guerra de independencia, además de que la fa- pero sin afectar mayormente el sistema co-
cultad de gravar al comercio y de recaudar los mercial vigente. Sin embargo, a mediados de
impuestos se repartieron entre la Federación y siglo emitió una serie de disposiciones que
los estados. Sólo con la promulgación del pri- tendieron a liberalizar el comercio dentro de la
mer código mercantil de observancia nacional, misma estructura imperial. Estos cambios
del ím de las trabas internas a la circulación de culminaron, en 1778, con la promulgación del
Reglamento y Al"an.celespara el Comercio Libre
• Este articulo forma parte del proyecto Múleo: Es- de España e Indias.
tadó, economía y sociedad auspiciado y financiado por el
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Secreta- En los últimos años de la época colonial, el
ria de Energía, Minru; e Industria Paraestatal y Azúcar, comercio de la Nueva España experimentó
S.A. importantes modificaciones derivad.as de este

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cambio en la política comercial metropolitana Por ejemplo, los préstamos de comerciantes-
y del estado bélico casi permanente en que vi- especuladores al gobierno federal se suce-
vió España durante esos años, mismo que llevó dieron con frecuencia durante esta época, y
al gobierno a tomar medidas extremas para asimismo el arrendamiento a estos mismos su•
obtener recursos y mantener el tráfico comer- jetos de las oficinas de recaudación de las
cial con sus posesiones de ultramar (comercio rentas federales generadas por el comercio, de
neutral). El monopolio comercial se empezó a las casas de moneda, de las garitas de peaje,
resquebrajar por las propias decisiones impe- etcétera. Esta relación benefició ampliamente
riales: a estos empresarios, que de este modo asegu-
En el plano internacional, el auge económi- raron y maximizaron sus ganancias. La Fede-
co de Inglaterra y la lucha de las potencias ración, por su parte, recibió los préstamos
europeas por la obtención de nuevos mercados cuando los necesitó, pero entregó a cambio las
fueron factores esenciales en la transforma- rentas más importantes del estado.
ción del sistema comercial y en la conforma- Los esfuerzos gubernamentales por regular
ción del nuevo orden que se crearía en la el comercio constituyen pues uno de los indica-
América hispana en la época independiente. dores más claros a través de los cuales es posi-
Las instituciones comerciales virreinales ble evaluar las relaciones entre la actividad
-y algunos de los mecanismos utilizados pa- comercial y un estado débil. Entre ellos se en-
ra la realización del comercio-- concluyeron cuentra la legislación comercial -principal-
con la ruptura del pacto colonial. Los años si~ mente la que se refiere a la política comercial
gu.ientes fueron tiempos de reacomodo en los y la que intentó regular las actividades mer-
que se intentó aplicar una política comercial cantiles y los vínculos de comerciantes y go-
que propiciara el fomento y desarrollo econó- bierno.
mico nacional, según el punto de vista de los di- Hemos dividido el trabajo en tres partes: la
ferentes grupos políticos aunque sin lograr primera aborda la política mercantilista bor·
una posición dominante hasta la mitad de la bónica y sus efectos sobre el comercio novohis-
década de los cincuenta. En este lapso el con- pánico; la segunda ve la organización mercan-
trol de la actividad comercial por el estado fue til postindependiente; por último, la tercera
limitado, entre otras razones, por la incapaci- considera la política comercial de un estado
dad de dominio del gobierno federal sobre todo débil y sin recursos.
el territorio nacional; por el frecuente estado
bélico y de levantamientos; por la debilidad
económica y la fuerte dependencia de los agio- La política mercantilista borbónica
tistas. Estas condiciones no se modifica.ron si- y la destrucción del monopolio
no hasta la segundad mitad del siglo, cuando el comercial español
gobierno federal logró establecer un mayor
dominio temtorial y de las fmanzas federales. El auge comercial del régimen
En el periodo que va de 1821 a 1867 -y que del libre comercio
aún se prolonga por otros diez años más a
causa de la guerra civil y la intervención ex- Las diversas modificaciones que tuvo el co-
tranjera- las relaciones comercio-estado cons- mercio a fines de la colonia fueron consecuen-
tituyeron una complicada red en la que se cia de la aplicación del conjunto de reformas
entremezclaron los intereses del estado con los políticas, económicas y administrativas apli-
de particulares, y cuyo entramado está aún en cadas por los barbones, que buscaron "resta-
proceso de investigación. En este contexto, las blecer la decadente economía española y Ia
ligas de carácter informal fueron los lazos tratar de] que las colonias americanas finan-
dominantes que unieron a comerciantes y ciaran en forma más decidida la débil econo-
gobiernos de la primera mitad del siglo XIX. mía metropolitana" .1

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El objetivo de la política de Libre Comercio forma., increm.entar los precios y obtener ma-
fue fomentar los intercambios entre España y yores ganancias. Cuando el tráñco comercial
sus colonias, para lo cual suprimió definitiva- se oomplicó, el sistema fue sustituido tempo-
mente el sistema de flotas y lo reemplazó por ralmente por los navíos de registro (buques
los navíos de registro; limitó el poder de las mercantes autorizados para hacer el comer-
corporaciones mercantiles; aprobó la creación cio). Esto último fue más frecuente en el siglo
de nuevos consulados de comercio (V eracruz y XVIII, durante los bloqueos navales a 1a penín-
Guadalajara, 1795) y la habilitación de varios sula ibérica. Finalmente, el comercio de ultra-
puertos españoles y americanos a los inter- mar terminó por realizarse, a partir de 1778,
cambios intraimperiales; reorganizó en forma sólo con navíos de registro. Los resultados de
racional 1a recaudación de los derechos al esta medida fueron el incremento del comercio
comercio; y aplicó, diferencialmente, nuevas hispano-americano y el aumento de los ingre-
tarifas según fuesen productos nacionales o sos reales por este concepto.
extranjeros. En el plano fiscal, las reformas borbónicas
Una de las primeras medidas que se toma- establecieron tarifas diferenciales para el co-
ron fue la de suprimir las flotas con que se mercio exterior e intraimperial. Es decir> se
realizaba el comercio con las colonias. Los impusieron altas tarifas a la exportación de
impugnadores de este sistema argumentaban materias primas (con el fin de evitar el desa-
que éste había sido establecido para mantener basto interno y el subsidio a las economías ex-
el tráfico marítimo con las posesiones colonia- tranjeras) y a la importación de manufacturas
les en tiempos de guerra, y que, en tiempos de no españolas. Por el contrario, los productos de
paz, los continuos retrasos entre una flota y origen colonial y metropolitano, comerciados
otra resultaban perjudiciales para las eco- al interior del imperio, pagaron bajos impues-
nomías española y colonial: propiciaba el des- tos o quedaron exentos de todo gravamen. Las
abasto del mercado hispanoamericano y la rentas recaudadas en la Nueva España co-
necesidad de recurrir al comercio de contra- menzaron a crecer significativamente gracias
bando. En tales condiciones, los favorecidos al influjo de las leyes de libre comercio. En-
eran los comerciantes extranjeros, quienes, tre 1765 y 1777, por ejemplo, produjeron
desde el Caribe, enviaban mercancías a los $131,135.000, y de 1778 a 1790, $232,305.000,
dominios españoles en perjuicio de la econo- lo que representó un incremento del 77%. 2
mía e ingresos de la corona española. Entre las reformas al ejercicio del comercio
El sistema de flotas se había iniciado en se consideró también establecer el cobro de
1543 y formalizado a mediados de 1560. Cada fletes por valor y tipo de mercancías, eliminan-
flota estuvo formada por un determinado do así el derecho de palmeo (cobro de traslado
número de barcos mercantes, los que, escolta- según tamaño medido en palmas), lo que pro-
dos por navíos armados, llevaban y traían pe- dujo un descenso en los costos. Esto último,
riódicamente mercancías de las "Indias". Todos sumado a una rebaja en los seguros, provocó
ellos partían al mismo tiempo del puerto de una disminución en los precios y, simultánea~
Sevilla al emprender el viaje a América. Para mente, un aumento en el consumo de artículos
mantener abastecidos los mercados colonia- producidos en el imperio.
les, se establecieron dos salidas anuales: una Otras de las medidas gubernamentales que
cuyo destino era Nueva España y otra Tierra vinieron a modificar la estructura comercial
Firme (Sudamérica). A partir de 1580 las sali- del imperio español, fueron la autorización de
das fueron cada vez más irregulares, debido a nuevos puertos españoles y americanos al
la inseguridad de los mares, o bien, a que los comercio intraimperial y la creación de otros
comerciantes metropolitanos retrasaban in- consulados de comercio. La tradicional forma
tenciónalmente las salidas con el fin de provo- de intercambio que privó hasta mediados del
car el desabasto de las colonias, y de esta siglo XVIII había favorecido a las grandes cor-

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poraciones de comerciantes de Sevilla, Cádiz, mentó su consumo. Entre los productos que
México y Lima, quienes, además de servir comenzaron a llegar en forma creciente fueron
como tribunales mercantiles y organismos de los textiles catalanes, que desplazaron a los
fomento comercial, también manejaban todos paños de lana novohispánicos e ingleses. Esta
los intercambios comerciales del imperio. Para tendencia continuó hasta que España se vio
contrarrestar el poder de estos consulados y a involucrada en las guerras europeas y autori-
la vez dar salida a la creciente producción zó el comercio con neutrales. En las dos últi-
española, se autorizó, en 1765, el comercio mas décadas del siglo XVIII,la producción de
recíproco entre diversos puertos españoles y textiles de lana en el Bajío experimentó, bajo
del Caribe. Más tarde, en 1778, se otorgó la dicho influjo, marcadas fluctuaciones. La lle-
libertad de comercio a trece puertos peninsu- gada de grandes cantidades de paños catala-
lares para efectuar intercambios con todos los nes de características similares a los mexica-
puertos habilitados en América, con excepción nos obligó, primero a los obrajeros, a contraer
de la Guayra y Veracruz. su producción; más tarde volvieron a recupe-
Uno de los grupos más favorecidos por estas rar el mercado, estimulados por la demanda
reformas fue el de comerciantes del interior de novohispana de este artículo y ante la falta de
la Nueva España, porque pudieron adquirir, lana española que no llegaba por el estado
directamente, en Veracruz, las mercancías de bélico europeo. Sin embargo, ello fue por poco
importación con grandes ahorros en comisio- tiempo, porque a partir de 1802 el mercado
nes e impuestos. Por otra parte, aumentó el mexicano se vio .ipvadido de textiles europeos. 8
número de almacenes y tiendas en todo el vi- Los cambios en la política comercial impe-
rreinato, debido, en cierta forma, a la intensi- rial repercutieron de manera diferente en el
ficación de los volúmenes comerciados. mercado interno novohispánico, caracterizado
En la Nueva España las reformas económi- por profundos desequilibrios regionales. Este
cas fomentaron las principales actividades fraccionamiento del mercado diversificó los
ligadas al mercado externo, con lo cual, ciertos efectos de las leyes del libre comercio, y en
sectores de la economía novohispana entraron general, de las reformas borbónicas, alteran-
en una fase de expansión, notándose un creci- do, de modo distinto, volúmenes comerciales,
miento en la producción de plata, harina, circuitos y áreas de dominio de los grupos de
azúcar, algodón, pimienta, zarzapan-illa, vai- comerciantes. Desde este punto de vista, el
nilla y cueros. Se incrementaron, así, los volú- cambio en la política mercantil a fines del siglo
menes comerciados y se diversificaron los XVJII acrecentó los desniveles regionales. Las
productos; se redujeron los precios de las mer- intendencias del norte y occidente del virrei-
cancías de importación generalizando su con- nato experimentaron un crecimiento comer-
sumo; aumentaron los ingresos reales y se cial significativo, así como una ampliación de
monetarizó la economía, lo que, a su vez, im- sus circuitos comerciales; en cambio, en las del
pulsó las transacciones tanto al interior como centro y sur de la colonia sus efectos se expre·
al exterior de la colonia. saron más bien en una readecuación de las
Las refonnas fiscales tendieron a favorecer relaciones comerciales interprovinciales. En
la entrada de productos españoles a la Nueva ambos casos fue evidente el fortalecimiento de
España, para con ello provocar un descenso en los grupos de comerciantes locales, por el tér-
el consumo de artículos extranjeros. Las im- mino de la intermediación de los comerciantes
portaciones europeas se gravaron, antes de su de la ciudad de México. 4
venta, con impuestos que ascendieron a un Entre los factores que alentaron el creci-
44% de su valor de factura, mientras que las miento comercial en el norte y occidente de la
españolas pagaron sólo un 36% sobre el mismo Nueva España estuvieron, entre otros, el auge
valor. minero de fines del siglo XVIII, el aumento de
La baratura de los géneros españoles au- la demanda de insumos y de artículos de con-

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sumo básico, un incremento en la capacidad de su radio de acción por el Golfo de México; a
compra de la población ligada a la minería, y la fines de siglo eran los intermediarios del
apertura de nuevos circuitos comerciales. comercio de Tabasco e Isla del Carmen con los
La habilitación de nuevos puertos novohis- mercados colonial, metropolitano y extranje-
pánicos al comercio de altura y de cabotaje ro. En 1796, durante la crisis del comercio
estimuló la actividad comercial de las localida- transatlántico, los campechanos iniciaron re-
des y jurisdicciones respectivas. Por ejemplo, laciones directas con el comercio extranjero; de
la apertura de San Blas al comercio "exterior" este modo dejaron de depender de Veracruz, el
dinamizó la actividad comercial de la inten- virreinato, La Habana y la metrópoli para
dencia de Jalisco y rompió la dependencia el abasto y salida de sus productos. En 1816
comercial y financiera que esta región tenía establecieron vínculos económicos con Tampi-
con México; al mismo tiempo, Guadal aj ara se co.
convertía en centro intermediario de las econo- En síntesis, podemos afirmar que a fines del
mías regionales vecinas y acrecentaba sus siglo XVIII diferentes mercados regionales y
vínculos comerciales con el resto de Nueva locales de la Nueva España lograron una mayor
España y con otras colonias españolas de independencia mercantil con respecto a la ciu-
América del Sur. Un caso semejante fue el dad de México, a la vez que intentaron crear su
de Tampico y su "hinterland". propio ámbito comercial. En esta lucha fueron
Uno de los cambios regionales más impor- las regiones económicamente mejor consolida-
tantes se dio en Veracruz, que, gracias al régi- das las que lograron reafirmarse, como fue el
men de libre comercio, se convirtió en el centro caso de occidente y del Bajío.
distribuidor del comercio exterior novohispá- Las guerras en que se vio envuelta España
nico, compitiendo, de manera significativa, al terminar el siglo XVIII vinieron a alterar los
con la ciudad de México. El rom pi.miento de las logros obtenidos por la corona con las reformas
antiguas trabas comerciales permitió a los económicas y comerciales, y a obligar al impe-
comerciantes veracruzanos ampliar su ámbito rio español a aflojar aún más los controles co-
de influencia al interior de la Nueva España. merciales de sus dominios en ultramar.
Ya en 1779, Veracruz era el principal provee-
dor de artículos europeos en Guanajuato, se-
El fin del monopolio comercial:
guido por México. Sin embargo, esto fue mo-
los neutrales
mentáneo, porque las guerras europeas, el
comercio con neutrales y la competencia de
otros puertos del Golfo habrían de frenar su Las leyes de libre comercio modelaron la acti-
auge. Durante el confücto anglo español de vidad comercial de los últimos decenios colo-
1805-1807, Veracruz comenzó a depender niales, pero antes de que hubiera una clara y
de Cuba y se convirtió en consumidor y redis- continua evidencia de los resultados de la
tribui.dor de Losexcedentes de mercancías eu- poütica comercial, España se vio envuelta en
ropeas provenientes de la isla. Por otra parte, un conflicto bélico con Inglaterra que la obligó
la competencia de Tampico como importa- a tomar medidas de emergencia para mante-
dor de artículos europeos, y la salida de Cam- ner el trafico colonial, asegurar las recaudacio-
peche de su ámbito comercial restaron su nes provenientes de ese concepto y proteger su
importancia. imperio.
En efecto, desde 1770 Campeche había sali- Entre 1797 y 1820, la corona española auto-
do formalmente de la órbita de influencia de la rizó, en diversas oportunidades, a buques
ciudad de México, cuando la corona le permitió nacionales y extranjeros para que hiciesen el
efectuar intercambios directos con la metrópo- comercio de productos no prohibidos con sus
li. Los comerciantes de Campeche trataron de colonias, ya fuese desde España o desde poten-
sacar provecho de estas concesiones y ampliar cias neutrales con la obligación de regresar a la

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Península. Los resultados fueron, un ascenso las guerras de independencia por la pérdida de
en los volúmenes comerciados con el exterior, poder de la corona española.
el inicio de relaciones comerciales directas con El monopolio comercial español comenzaba
los europeos, un incremento del contrabando a resquebrajarse; el control ejercido por Espa-
y la causa del surgimiento de pugnas comer- ña sobre los intercambios externos de sus colo-
ciales intercoloniales. nias era cada vez menor y el mercado colonial
El comercio de neutrales dentro del imperio recibía ya regularmente productos extranje-
expandió los intercambios con los europeos, ros. Las concesiones y permisos que por veinte
especialmente en las ciudades de La Habana y años había otorgado la Corona para que los
Caracas. Desde allí se reexportaron las mer- europeos y norteamericanos comerciaran di-
cancías europeas y coloniales al resto del rectamente con los novohispanos y con la Amé-
imperio, en particular a Nueva España. La rica española en general, fueron decisivos para
llegada de estas mercancías afectó la florecien- la penetración y consolidación económica de
te situación de Veracruz y a ciertos sectores de los ingleses en las colonias españolas.
la economía colonial, por la competencia que
tuvieron con los productos extranjeros y ame- Viejos y nuevos comerciantes
ricanos cuyos precios llegaron a ser menores
que los novohispánicos. De todas las posesio- La influencia de las principales corporaciones
nes hispanas, el puerto de Veracruz fue el que mercantiles coloniales en la dirección de la
menos facilidades tuvo para comerciar con vida económica, política y social del imperio
neutrales, porque la corona española siempre español fue contrarrestada por las autorida-
estableció mayores restricciones con respecto des reales a partir de la segunda mitad del
a su comercio. No obstante, al autorizarse en siglo XVIII, al reorganizar el comercio impe-
1797 esta práctica comercial, un monto impor- rial. Dicha reorganización afectó profunda-
tante de sus intercambios fue con neutrales, mente a los comerciantes monopólicos de la
intercambios que se incrementaron en los metrópoli y de las colonias, favoreciendo a los
periodos que van de 1805 a 1808 y de 1809 a pequeños y medianos al eliminar una serie de
1821. El primero de estos periodos representó trabas que impedían su participación en el
aproximadamente la mitad de las importacio- comercio interno y externo de la colonia. La
nes, y tan sólo en 1807 casi el 95% de las recuperación, paulatina y conflictiva, de las
exportaciones. diversas atribuciones reales delegadas por la
El comercio neutral fue así la llave que corona a los consulados; la supresión del pues-
entregó España a las otras potencias europeas to de alcalde mayor (esp~ie de agente comer-
y a los Estados Unidos, para adueñarse delco- cial de los almaceneros de laciudadde México)
mercio de su imperio. Las primeras leyes de y la casi simultánea creación de otros cuerpos
comercio neutral enfatizaron y exigieron a los de comerciantes independientes de los prime~
neutrales el control del tráfico comercial por ros, fueron algunas de las más importantes
parte de España. En los años siguientes (1804- medidas que contribuyeron a restar el poder
1808 y 1809-1821), el com.ercío entre las colo- de estas corporaciones, en especial, el del
nias y los neutrales fue menos estricto y la consulado de la ciudad de México --que por
corona recurrió a él cada vez que se involucró más de siglo y roedio había controlado el co-
en un conflicto bélico. En los intervalos, cuan- mercio de la Nueva España.
do volvían a regir las leyes del comercio libre, Entre 1603 y 1753, los Habsburgo. habían
algunos comerciantes latinoamericanos insis- delegado en el consulado de la ciudad de Mexico
tían en el trato directo con los europeos, peti- la facultad de administrar y cobrar las alcaba-
ción ante la cual las autoridades coloniales se las de dicha unidad y de sus alrededores. Esta
mostraban vacilantes. Esta situación se pro- concesión, al igual que las·otras otorgadas a
longó hasta 1821 y se acentuó en el periodo de particulares, fue hecha por la corona debido al

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estado deficitario de sus finanzas. Los centros mercado y del excedente económico de los
alcabalatorios eran periódicamente ofrecidos pueblos sujetos a su jurisdicción. 6 Con la im-
en subasta y concedidos a individuos, instan- plantación del sistema de intendencias en
cias municipales o corporaciones con suficien- 1786, los almaceneros de la ciudad de México
te liquidez y prestigio. En el caso de la ciudad perdieron a sus más importantes agentes pro-
de México, el arrendamiento de las alcabalas vinciales en el Slll" indígena. Los cargos de
(encabezamiento) resultó ser ventajoso para alcaldes mayores y corregidores se suprimieron
los principales miembros del consulado por- y se crearon los puestos de subdelegados, nom-
que les permitió reducir gastos al pagar sólo brados por la corona e impedidos de participar
una cuota fija por las mercancías que introdu- en actividades comerciales. Esta medida duró
cían a la ciudad, para almacenarlas y vender- menos de diez años porque en 1794 la Junta
las, sin importar el valor ni la cantidad de las Superior de Hacienda levantó dicha prohibi-
mismas, mientras que los comerciantes de ción, debido a las corutantes peticiones de rea-
provincia y los productores que acudían a nudarlas, a la incapacidad del gobierno para
México a vender sus artículos debían pagar los remunerar adecuadamente a sus empleados y,
impuestos según la cantidad y el valor de las sobre todo, a la amenaza de bancarrota que
mercancías que traían. pesaba sobre las arcas reales.
En 1754, la administración de las alcabalas El consulado de México protestó abierta-
de la capital del virreinato pasó a manos de la mente contra las reformas comerciales por-
Real Hacienda, en tanto que los centros alca- que, a su juicio, habían hecho decaer el comer-
balatorios del interior se dieron por termina- cio virreinal al permitir la superabundancia
dos hacia 1776-1778. A partir de entonces los de géneros y efectos europeos, habían causad.o
comerciantes del consulado debieron pagar, una baja en los precios de estos productos y sus
igual que todos, derechos por introducir sus similares locales y, por ende, una disminución
mercancías. Sin embargo, lograron evadir pa- de las ganancias de los comerciantes, de los
gos y/o conseguir rebajas, en virtud de la vena- navieros y de los fabricantes peninsulares. Por
lidad de los empleados de hacienda. otro lado, argumentaban que los derechos de
Las reformas político-administrativas de los entrada a las mercancías foráneas eran muy
barbones también afectaron los intereses eco- elevados, principalmente los de las europeas, y
nómicos de los almaceneros de la ciudad de que era excesiva la extracción de moneda de la
México. Las autoridades reales, con el objeto Nueva España, lo que afectaba las transaccio-
de poner término a la práctica del comercio de nes internas. Ciertamente las leyes de libre
repartimiento, prohibieron, en 1786, a los ma- comercio y las reformas borbónicas en general,
gistrados locales llevar a cabo actividades co- habían permitido quebrantar el monopolio que
merciales dentro de sujurisdícción. El sistema sobre la venta y la distribución de artículos
de repartimiento consistió en la distribución a ejerció principalmente el consulado de México.
crédito de mercancías y animales, así como de Simultáneamente, alentaron a nuevos comer·
anticipos en efectivo que sobre las cosechas ciantes a participar.en el mercado, floreciente,
hicieron los alcaldes mayores o corregidores a que había abierto la política económica borbó-
los indígenas de las localidades cercanas a su nica.
jurisdicción. Para financiar estas operaciones, Todos los escritos dirigidos por los miem-
dichos magistrados recWTieron a la Iglesia y a bros del Consulado de México al virrey Revilla-
las grandes casas comerciales de la ciudad de gigedo dieron cuenta de la competencia que
México, Oaxaca y Puebla. Hasta ese momento tenían con los comerciantes de Veracruz y de la
los alcaldes mayores y los corregidores habían pérdida del control del mercado interior:
aprovechado su fuero político y judicial para
ejercer un estricto control de la producción el principal motivo del atraso del comer-
local, de su comercialización, del abasto del cio de México consiste en que los mercad e-

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res de tierra adentro no vienen ya a sur- no. Además, la posibilidad de participar y
tirse a esta capital de lo que necesitan controlar instancias de carácter militar y
para el giro de sus comercios como lo municipal vinieron a resarcir la pérdida tem-
ejecutaban antes, sino que bajan en dere- poral y relativa de poder.
chura a Veracru.z (Consulado d·e México La oposición de los miembros del consulado
al VilTey de Revillagigedo, 2 de enero de no fue monolítica; algunos de sus miembros
1792). 6 fueron partidarios declarados del libre comer-
cio. --También entre las autoridades y particu-
En esta misma representación los miem- lares ligados al virrey hubo una mino ria que se
bros del consulado agregaban que ellos habían manifestó favorable al sistema y que opinó que
perdido las utilidades que les producía este el Reglamento de Libre Comercio había traído
negocio, al igual que la Real Hacienda había prosperidad comercial al virreinato por la
dejado de percibir los derechos que podía co- disminución en fletes, seguros y transporte,
brar por esta actividad en la ciudad de México, precios bajos, aumento del consumo, partici-
y que este deterioro los había obligado a per- pación de muchos comerciantes novohispáni-
manecer inactivos, a usar su dinero para sus- cos en las ganancias del comercio, aumento del
tento, a acortar limosnas y gastos y a retirar e número de comerciantes y de tiendas, incre-
invertir en otros giros que "aunque no dan lo mento del consumo de efectos imperiales.
suficiente les permite mantener su familia". A Un ejemplo del comerciante favorecido por
pesar de las quejas de lc;,s monopolistas su las reformas comerciales, y, en forma especial,
suerte no era tan aciaga. La misma política por el comercio de neutrales fue Tomás Murphy;
económica les había abierto diversas áreas de malagueño de origen irlandés, miembro del
inversión de mayor rentabilidad que el comer- consulado de Veracruz, corresponsal de las
cio, al favorecer la producción minera de plata, firmas inglesas Murphy and Eliot; Gordon,
la agricultura, especialmente de exportación, Murphy and Reid e lrving y Compañía de
y la construcción de caminos. 7 Londres, además de algunas casas comercia-
Las protestas de los miembros del consula- les con sede en J am.aica. Dicho comerciante
do de México se sucedieron una tras otra desde fue el que obtuvo el mayor número de licencias
1740 cuando se suprimió temporalmente el y contratos .de la corona española para el trans-
sistema de flotas a Nueva España; su insisten- porte de azogue, papel y efectos de la Real
cia obligó a restablecerlas en 1756. Su autori- Hacienda a Veracruz y para exportar produc-
dad y peso se mantenía aun cuando se dictó el tos coloniales. ·
Reglamento de Libre Comercio, el que, en El comercio de neutrales vino a afectar de-
virtud de sus peticiones, no se aplicó en la finitivamente por igual a viejos y nuevos co-
Nueva España sino hasta 1789. El proceso de merciantes, de tal manera que a fines de la
pérdida de su poder económico y de su influen- primera década del siglo XIX los miembros del
cia política era irreversible: las nuevas medi- consulado de Veracruz coincidieron con sus
das habían roto definitivamente el monopolio antiguos adversarios de la ciudad de México y
de distribución y venta de los almaceneros de se convirtieron en ardientes defensores del
la ciudad de México; con todo, no marcaron su monopolio comercial colonial. La discusión pro-
fin como grupo económico dominant.e. Diver- teccionismo-librecambismo se prolongaría du-
sos factores les permitieron seguir teniendo rante todo el siglo XIX.
ingerencia en la vida colonial, entre otros: el La guerra de independencia alteraría otra
control de recursos económicos, el prestigio vez al conjunto del comercio colonial, al afectar
social alcanzado, el conocimiento sobre el seriamente la producción mercantil novohis-
funcionamiento del mercado, las relaciones pánica y contraer y desarticular el mercado.
personales con.jnstancias político-adro inistra- Con la independencia se acabaría el monopolio
tivas, la condición de prestamistas del gobier- hispano del comercio ultramarino, y se abrí-

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rían las puertas al comercio extranjero con ayuntamiento se encargarían de la mayoría de
una gran ventaja para sus agentes, quienes los impuestos al comercio interior. Estas medi-
habían adquirido un vasto conocimiento de los das afectaron, principalmente, aspectos admi-
mercados coloniales americanos gracias a la nistrativos y fiscales sin tocar las estructuras
práctica obtenida del comercio neutral. En mercantiles de funcionamiento del comercio
la primera década independiente, éstos pasa- interno; esta última tarea fue mucho más com-
rían a dominar las transacciones con el exte- pleja por las características de estrechez y des-
nor. integración del mercado, los intereses mercan-
Por su parte, el comercio interno de México tiles de grupos y corporaciones, la economía
mantendría marcadas características colonia- deprimida, la debilidad del poder central, la
les --que no se modificarían-sino hasta fines división regional de poderes, la inestabilidad
del siglo XIX-: muchos de los mecanismos de política, la dependencia de los gobiernos de los
comercialización interna prevalecientes en la impuestos al comercio, y otros.
Nueva España a fines del siglo XVTII,la pugna Los cambios que mostró la legislación res-
entre los comerciantes regionales y los de la pecto al funcionamiento del comercio interno
ciudad de México por el acceso a las principales fueron lentos, variables y complejos. La circu-
plazas del comercio, el mismo sistema imposi- lación de mercancías se rigió, hasta la octava
tivo y recaudatorio a la circulación interna de década del XIX, por reglamentos coloniales
mercancías, la fuerte dependencia de los in- actualizados; asimismo, las transacciones co-
gresos mercantiles, el arrendamiento de las merciales se basaron, hasta las. mismas fe-
rentas gubernamentales producto del comer- chas, en el derecho mercantil español. El pri-
cio, la vigencia del derecho mercantil español, mer intento por modificar radicalmente estas
además de la diferencia de·opiniones respecto condiciones está en la Constitución de 1857,
a la política comercial a seguir que había donde se señalan una serie de reformas ten -
surgido ya entre los comerciantes Ílovohispá- dientes a liberalizar el ejercicio del comercio y
nicos. Estos fueron algunos de 10s legados a recopilar y homogeneizar la legislación co-
coloniales presentes en el comercio mexicano mercial en códigos; pero pasarían todavía más
del siglo XIX. La permanencia de estos rasgos de treinta años antes de que se eliminaran
obedeció, en gran medida, a los desequilibrios todas las trabas internas a la circulación de
que causó a la actividad comercial la guena de productos y de que hubiese una reglamenta-
independencia, de los cuales tarda.ria mucho ción comercial de observancia nacional.
en recuperarse.
El fin de los con.su~ de comerciantes

Una organización mercantil primitiva Durante el siglo XIX los gobiernos mexicanos
intentaronrecuperarpara el estado las funcio-
Desde los primeros años de país independien- nes mercantiles detentadas por cuerpos priva-
te, los gobiernos mexicanos intentaron reorga- dos, a la vez que regular.las actividades comer-
nizar la actividad comercial poniendo fin a las ciales. Este proceso fue lento por la debilidad
instituciones mercantiles coloniales y reasig- del estado y el poder económico de los comer-
nando sus funciones a los nuevos organismos ciantes, yno fue sino hasta las últimas décadas
de gobierno. El primer paso fue acabar con los del siglo cuando el gobierno logró legislar sobre
consulados de comercio, para luego definir las toda materia comercial.
atribuciones comerciales de los gobiernos fe- En relación a las transacciones comerciales
deral y estatales. El papel de la Federación fue urbanas se nota, en la primera mitad del siglo
claro: seria la única responsable de la regula- XIX, una pérdida del control mercantil muni-
ción del comercio y de la fijación de impuestos cipal sobre el abastecimiento. El ayuntamien-
a los intercambios externos. Los estados y el to ve limitada su función comercial, aunque

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mantiene otras como la vigilancia de mercado.a encargados de efectuar operaciones de com-
y recupera la del.corretaje. La obligación colo- praventa). Hasta esa fecha habían seguido
nial que tuvo este organísmo de preocuparse fungiendo como tales los nombrados en la
por el abastecimiento de víveres y de artículos época virreinal, pero en 1834 el ayuntamiento
de primera necesidad para la población muni- de la ciudad de México y_el gobernador del
cipal y el cuidado . de que las mercancías y Distrito Federal, José Maria Toro.el, expresa-
precios estuvieran en proporción justa, va des- ron su-preocupación por el estado de desarre-
apareciendo poco a poco para dar paso a meca- glo del ramo de corredores de dicha plaza y por
nismos menos restrictivos. Ya desde 1813, en la inclusión en él de personas no capacitadas
una instrucción para el gobierno político de las (entre ellos extranjeros), Ese mismo año, el
provincias, se enfatiza que las funciones mer- cabildo de la ciudad de México acordó formar
cantiles del ayuntamiento deben darse dentro una comisión dictaminadora que decidiera si
de una práctica de comercio más liberal que in- correspondía al ayuntamiento el nombramien-
tente remover obstáculos y. trabas al avance de to de corredores de comercio luego de la aboli-
esta actividad. ción de los consulados. El dictamen fue favo-
·_Elsistema -de regulación y aseguramiento rable a esta institución basándose en que el
de productos de primera necesidad como car- ayuntamiento había tenido esta función hasta
ne, maíz, trigo, velas, pan, jabón, carbón, ten- 1764, cuando el gobierno virreinal la traspasó
d.ió a desaparecer en las primeras décadas del al consulado. Por lo tanto, en ausencia de esta
periodo independiente, así como el control de corporación era lícito el retorno de esta función
precios. Los favorecidos fueron los grupos a quien detentaba el privilegio antes de la
de particulares abastecedores de estos artícu- cesión aludida.
los, quienes pudieron manipular más libre- También en 1834 el cabildo de la ciudad de
mente el mercado. La carencia de estudios al México, en colaboración con algunos comer-
respecto impide saber acerca de los partici- ciantes uprincipales", reformó el reglamento
pantes de este comercio y evaluar las posibles de corredores de la plaza. El nuevo reglamen-
modificaciones que significó este proceso en los to conservó, en su mayor parte, lo relativo a
grupos que .controlaban estas transacciones premios según tipo de transacciones y sujetos
comerciales. encargados de pagarlas y recibirlas, reforman·
La principal reforma mercantil, adoptada do sólo aquellas parles no compatibles con "el
tempranamente por la nueva república, fue la actual sistema de gobierno". 9
abolición de los consulados coloniales de co- En la práctica el control de los corredores de
merciantes y la recuperación para el estado de comercio por el ayuntamiento no funcionó: los
las funciones administrativas concedidas por aspirantes alegaron que los pagos por ejercer
la corona española a estos cuerpos. En octubre la profesión eran muy altos y se abstuvieron de
de 1824 se suprimieron los consulados en todo postular. En 1839, el jefe de la comisión del
el país y se transfirieron sus atribuciones a ramo de corredores del ayuntamiento informó
organismos de gobierno. Ai!.i, los ramos de al gobernador del Distrito Federal que ese
avería y peaje pasaron al Crédito Público, los inconveniente financiero había creado un ere·
pleitos sobre negocios mercantiles a.los alcal- cído número de corredores ilegales, entre ellos
des o jueces de letras (tribunales comunes); extranjeros. 10 Hay que considerar como moti-
también se .nombró una jl,ID.ta. de peajes para vo del fracaso la existencia de transacciones
administrar los caminos que tuvo a su cargo el comerciales directas, sin la intermediación de ,
consulado de-México. 8 un con-edor, mecanismo usado probablemente
Una de las funciones del COI?.Suladocolonial en la mayoría de los grandes negocios.
-sobre la que no se legisló sino hasta la dé- La regulación del corretaje la conservó el
cada del treinta- fue la de nombrar corredo- ayuntamiento de la ciudad de México hasta
res de lonja o comercio (agentes comerciales 1841, cuando pasó a las Juntas de Fomento.

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Al año siguiente, la Junta de Fomento de la La sociedad de la Lonja de México la confor-
ciudad de México emitió el reglamento de co· maron destacados comerciantes, m.ine:ros y
rredores de esa plaza y el arancel de los mis- banqueros nacionales y extranjeros que se
mos, ambos publicados por el Departamento reunían en su local con un fin, en principio,
.de México. En el reglamento se le dio existen- social, pero estamos seguros de que de hecho
cia legal al Colegio de Corredores, con atribu- funcionaba como un sitio para tratos mercan-
ciones para tratar problemas de su actividad, tiles, como lo había sido desde fines de la Edad
informar a las autoridades sobre corretaje y Media en Europa. Según Jan Bazant la Lonja
sobre las características de los aspirantes al de México fue:
cargo. A partir de 1854 los nombramientos de
corredores pasaron al Ministerio de Fomento, Un club social cuyo propósito consistía en
quien los envió para su conocimiento al Cole- dignificar la actividad mercantil. Perte-
gio de Corredores, que a su vez los remitió al necer a ella era no sólo un hono:r sino
ayuntamiento para el respectivo cobro de fian- también un signo de opulencia. Para ser
za. El código mercantil de 1884 ratificó esta socio no bastaba ser aceptado por quienes
medida. Documentos del Ramo de Corredores ya lo eran, sino también adquirir una
del ayuntamiento de la ciudad de México, has- acción cuyo valor se puede suponer era
ta 1898, dan cuenta que esta función permane- elevado en vista del carácter exclusivo de
ció en dicho ministerio por lo menos hasta esa la Lonja. 11
fecha.
Los cambios señalados afectaron formal- El número de escogidos aumentaba con otro
mente el poder detentado en la colonia por los tipo de asistentes (los suscriptores), que po-
fuertes grupos mercantiles mexicanos, en es- dían disfrutar de sus facilidades por una cuota
pecial el de la ciudad de México. En la prácti- mensual, previa presentación por un socio y
ca, las condiciones políticas y económicas de aceptación del resto. También los forasteros
los gobiernos de la primera mitad del siglo XIX tenían derecho a postular de esa manera por
permitieron a los grandes comerciantes recu- un tiempo breve, luego del cual podían solici-
perar y acrecentar el poder económico y el tar ser aceptados. El reglamento de la Lonja
dominio político perdido por las reformas bor• de 1836 fijó cincuenta como el número máxi-
bónícas. La inopia de los gobiernos de la época mo de propietarios; en 1859, dice Bazant, la de
los obligó, a estos últimos, a recUITil' a présta- México tenía 46 propietarios, más 11Osuscrip-
mos de particulares y al arrendamiento de las tores.12
rentas federales más·valiosas; de esta manera, Este tipo de sociedades mercantiles priva-
los comerciantes especuladores postindepen- das subsistió, por lo menos, hasta la sexta dé-
dientes establecieron relaciones con los diver- cada del siglo XIX, manejando importantes
sos gobiernos y aseguraron sus ganancias en operaciones mercantiles y financieras de en-
una amplia gama de negocios. vergadura y manteniendo claros nexos con las
Las corporaciones de comerciantes dejaron áreas productivas más dinámicas. El creci-
de existir oficialmente en 1824, pero subsistie- miento del capital circulante, la ampliación de
ron algunos organismos privados informales las operaciones financieras y crediticias, res-
con fines mercantiles, financieros y de especu- tringieron las actividades de estas sociedades
lación, donde se manejaron importantes tran- a la función mercantil y alentaron la creación
sacciones mercantiles y nacionales y se reu- de instituciones crediticias y financieras
nieron los principales hombres de negocios de modernas. Sin embargo, no fue sino hasta el
la época. Entre este tipo de sociedades se porfiriato que funcionaron oficialmente. Entre
encontraron las Lonjas, que existieron en 1864 y 1878 se fundaron tres bancos sin vigi-
México y en algunas ciudades del interior del lancia oficial y con a pego al código mercantil de
país. 1854. En este mismo periodo se registró, ta.m-

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bién, el primer intento por establecer una ley Guadalajara y Veracruz-, y por· lo mismo,
para el funcionamiento de instituciones ban- una aplicación parcial e interesada de las le-
carias en la república. yes, en especial de los pleitos mercantiles. Con
A pesar de todos estos esfuerzos, según la independencia y la desaparición de los con~
Macedo, todavía a fines del siglo XIX la orga- sulados, la legislación comercial real y las
nización mercantil en México era deficiente y ordenanzas consulares dejaron de regir. Sin
primitiva. Las Cámaras de Comercio eran las embargo, debido a que las nuevas leyes repu-
que desempeñaban funciones oficiales, las que blicanas reconfirm.aron las formas comercia-
estaban investidas de carácter público y a les coloniales internas, y ante la ausencia de
quienes se les reconocía en otras naciones co- cuerpos organizados de disposiciones comer-
mo representantes del "gremio mercantil". ciales, siguió vigente hasta fines del siglo XIX
Desde 1877 había existido en México una Cá- el derecho mercantil español, y fundamental-
mara de Comercio con carácter de corporación mente, el único código español de comercio: las
privada que se dedicaba, principalmente, a re- ordenanzas de Bilbao.
lacionar a comerciantes y gobierno cuando Las ordenanzas de Bilbao de 1737, editadas
algunas de las decisiones de est.e último lasti- por el consulado de dicha ciudad hispana y
maban sus intereses. También hubo cámaras cuyos antecedentes se remontan a 1560, 14 se
de comercio en otras ciudades del país como difundieron en la epocacolonial en España e
Montettey y Guadalajara. Indias y
Por otra parte, los intentos por establecer
una Bolsa Mercantil en México fueron fre- habían actuado como poderoso elemento de
cuentes a partir de 1887, pero ninguna de es- unificación del derecho mercantil, sobre todo
tas casas logró concentrar todas las activida- tras la proliferación de consulados a raíz de
des bursátiles. Al terminar. el siglo aún había la libertad de comercio con América decreta-
diversos lugares de cotizaciones de títulos da en 1778. 16
mineros, financieros y comerciales_l8
Este iba a ser el único código conocido en
Hacia una codi.ficací6n del derecho México hasta 1854. De una manera tácita, los
mercantil comerciantes mexicanos del periodo postin-
dependiente utilizaron dichas ordenanzas, y
La actividad de los comerciantes de México, en otras normas no escritas del derecho mercantil
el siglo XIX, se rigió por diversas leyes, estatu- hispano, para continuar con sus actividades.
tos, ordenanzas, usos y costumbres, sin que Estas regulaciones se refirieron esencialmen-
existiese un cuerpo único de leyes que sirviera te a la form.a de realizar las operaciones mer-
de guía a sus negocios sino hruita fines del siglo cantiles, contratos, formación de compañías,
XIX. Esta falta de compilaciones del derecho documentos mercantiles, corretajes, quiebras,
mercantil fue también característica del co~ pleitos mercantiles, requisitos para ser comer-
mercio colonial. A pesar del elevado número de ciante.
leyes, no existió un cuerpo semejante para Las leyes federales que modificaron la acti-
toda la Nueva España. La única excepción fue vidad mercantil durante el siglo XIX fueron
la Guía de negociantes: compendio de la legis- pocas, y atendieron masbien a cuestiones
lación mercantil de España e Indias, que José fiscales que a aspectos generales del ejercicio
María Quírós hizo en 1810 para el corurulado del comercio. Entre estas últimas se hallan las
de V era cruz. que reglamentaron la circulación int.erna y
Esta carencia había dado como resultado el externa de mercancías; las dictadas en los
monopolio del conocimiento de las leyes mer- gobiernos de Antonio López de Santa Anna,
cantiles en el consulado de México hasta 1795 que trataron sobre múltiples materias comer-
-año en que se crearon los consulados de ciales; las disposiciones contenidas en la cons-

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titución de 1857 sobre códigos e impuestos; y por establecer el primer código mercantil
finalmente, las de los años ochenta, que mar- mexicano.
caron una nueva etapa del derecho mercantil
caracterizad.a por la vigencia de códigos nacio- Tribunales Mercantiles y Juntas
nales. A continuación nos referiremos a ellas de Fomento
someram.ente.
Las numerosas leyes, decretos y reglamen- En el año 1841 se crearon los Tribunales
tos para normar el cobro del impuesto de Mercantiles y las Juntas de Fomento (que fun-
alcabalas marcaron reglas estrictas a la circu- cionarían en todas las capitales de departa-
lación interna de productos nacionales y mentos, puertos habilitados al comercio exte-
extranjeros; estas normas se asemejaron a las rior y en las plazas interiores que designaran
coloniales y muchas veces fueron copias de los go-bernadores y las Juntas departamenta-
ellas. El arancel para el cobro del derecho les) donde participarían todos los comercian 4

de alcabalas del año 1830 reprodujo la red de tes matriculados. 19 Estas disposiciones rigie-
administración de alcabalas y el plan de suelos ron hasta 1855, cuando por ley se suprimieron
alcabalatorios aprobado el 25 de septiembre los tribunales especiales.'20
de 1792 por la Junta Superior de Hacienda, Las funciones de estas Juntas iban, desde
modificado por el mismo gobierno español el fomentar el comercio, formar la balanza mer-
16 de enero de 1818 y alterado levemente por cantil del lugar, propagar los conocimientos
los estados. 16 Nuevamente, en 1835, el gober- mercantiles, servir al gobierno de cuerpo con-
nador del estado de México, Manuel Díez de sultivo, otorgar patentes, arreglar el ramo de
Bonilla, acudió a la legislación virreinal para corredores, hasta cobrar los derechos que les
cobrar este derecho y anexó al decreto la ins- había asignado el gobierno para su funciona-
trucción del 31 de marzo de 1794 para mostrar miento. Una de las actividades más importan-
la forma de recogerlo.17 La Jefatura Superior tes que habrían de realizar sería la de formar
de Hacienda de México, en la Instrucción de ordenanzas y códigos mercantiles, los que
Adeudos que anexó a la circular del 2 de no- estarían sujetos posteriormente a la aproba-
viembre de 1838, volvió a citar decretos virrei- ción de los Tribunales Mercantiles, en el caso
nales al definir los tipos de alcabalas y las de los departamentos, y del poder legislativo,
formas de cobrar las tarifas. 18 en el del código emitido por la Junta de México.
La vigencia de estas leyes y ordenanzas Según Pablo Macedo, las Juntas no prospe•
comerciales españolas, a pesar del término del raron y se abolieron en 1853, y los Tribunales
dominio colonial y de la nueva orientación Mercantiles subsistieron hasta la revolución
política de.los gobiernos independientes, estu- de Ayutla; 21 sin embargo, hay manifestaciones
vo en relación con la permanencia de las es- de la existencia de estos últimos hasta la se-
tructuras mercantiles tradicionales, en el in- gunda mitad del siglo XIX. Los Tribunales
terior del país, hasta más allá de la sexta Mercantiles fueron los encargados de admi-
década del siglo XIX y con la dependencia nistrar la justicia.
gubernamental de los impuestos al comercio. A1 crearse los Tribunales Mercantiles se
Esto permitió que algunas leyes coloniales, estipularon también los requisitos que debían
que normaron el cobro de derechos al comercio cumplir los comerciantes para ejercer su acti-
interno, fueran ratificadas por los gobiernos vidad. Así, todos los comerciantes domicilia-
mexicanos de la primera mitad del siglo XIX. dos en un lugar donde había un Tribunal Mer•
En la época centralista y en el último gobier- cantil estaban obligados a matricularse ante el
no de Antonio López de Santa Anna hubo un secretario de la Junta de Fomento y a m anif es-
cambio en la política comercial interna, que se tar el giro de su negocio, tipo de sociedad,
expresó en una nueva legislación respecto a escritura de la compañía, número y tipo de
variadas materias comerciales y en el intento establecimientos mercantiles que poseía, de-

133
clarar los bienes dotales de la esposa, etc. Códigos mercantiles
También podían matricularse de manera vo-
luntaria hacendados y fabricantes para tener El primer intento de establecer un oodigo
derechos iguales a los de los comerciantes ante mercantil se hizo en 1854 por orden del presi-
el tribunal. El conjunto de matriculados ele- dente Antonio López de Santa Anna. 26 En él se
gía, anualmente, a los miembros de la Junta de designó al Ministerio de Fomento, Coloniza-
Fomento que se reunían bajo la presidencia ción, Industria y Comercio para velar por la
de la autoridad pública del lugar. prosperidad y el adelanto del comercio, y se le
En 1854 se exigía a todo comerciante matri- facultó para nombrar agentes en los puertos
cularse ante el Tribunal Mercantil y pagar allí habilitados al comercio exterior y en todas las
su patente o matrícula. 22 Nuevamente la afi- poblaciones donde fuere conveniente. Según
liación era voluntaria para productores y fa- Roberto L. Mantilla Molina, 26 este código se
bricantes, pero se hacía obligatoria para los inspiró en modelos europeos y superó a las
negociantes en cambios de letras, pagarés y viejas ordenanzas de Bilbao que habían de-
todo género de paquetes de crédito, aunque no mostrado sus limitaciones.
tuvieran "almacén, tienda ni escritorio abier- El código de 1854, llamado también Código
to". Luego de formado el registro de matricula- de Lares --en honor a Teodosio Lares, minis-
dos de cada plaza, los Tribunales Mercantiles tro de Justicia de Antonio López de Santa
circulaban las listas de los comerciantes ins- Anna, que lo promulgó-- tuvo una vida efíme-
critos hacia otras plazas para que las fijaran ra, y al caer el régimen santannista se habló de
en "paraje visible" dentro del local de los tribu- su anulación. Sin embargo no desapareció del
nales y en la Lonja donde la hubiere. En los todo, pues algunas de sus disposiciones se
sitios .donde no había Tribunal Mercantil (po- continuaron aplicando y sirvieron de base para
blaciones con menos de 15,000 habitantes y la elaboración de nuevos códigos. Durante el
con poco tráfico comercial) el ayuntamiento Imperio se restableció su vigencia y más tarde
era el encargado de formar la matrícula. fue adoptado como código estatal de comercio
Hacia 1884, los comerciantes debían acre- por Puebla y México (1868) e inspiró el de
ditarse primeramente ante las secretarias de Tabasco de 1878.27
los juzgados que llevaban negocios mercanti- Pasarían otros treinta años antes de que se
les, y luego, dar a conocer la apertura del esta- dictara un código nacional de comercio. El
blecimiento y sus características en el diario cambio se dio en forma paulatina, mientras
oficial o, en su defecto, en el diario de mayor tanto, continuaron vigentes las ordenanzas de
circulación. 23 A este mismo organismo debían Bilbao y las disposiciones del Código de 1854
comunicar los cambios en .sus negocios; en que vinieron a completar el vacío de aquéllas.
1889 sólo se exigía darlo a conocer en la pren- Las primeras reformas contenidas en la
sa.24 Ese mismo año se les obligó, también, a Constitución de 1857 autorizaron a los estados
inscribirse en el Registro Público del Comer- a legislar sobre materia comercial y al congre-
. cio, que se llevaba en las cabeceras del partido so federal a sancionar las bases de una legisla-
o distrito judicial del domicilio del comercian- ción mercantil, 28 pero sólo veintiséis años más
te. Dichas oficinas funcionaban conjuntamen- tarde se amplió su competencia para que dic-
te con las del Registro Público de la Propiedad; tara códigos de observancia nacional teniendo
donde éstas no existían los comerciantes de- como base el código civil. 29 El 20 de julio de
bían acudir a las oficinas de Hipotecas o, en su 1884 se dictó el primer código nacional, 80 el
defecto, con los jueces de primera instancia del cual sufrió cambios en los años siguientes
orden común. La inscripción era potestativa hasta1 su derogación en 1889 al promulgarse
para los individuos que se dedicaban al comer- uno nuevo, que con varias modificaciones, es el
cio y obligatoria para las sociedades mercan- que rige hasta la fecha. 81
tiles. En general, los códigos de 1854, 1884 y 1889

134
consideraron materias semejantes: disposicio- claramente el crecimiento y la diversificación
nes generales en relación a comerciantes y de las operaciones comerciales, crediticias y
otros partícipes del comercio; operaciones de financieras en comparación a las de mediados
intercambio terrestre y marítimo, así como la de los cincuenta, así como el afán gubernamen-
reglamentación referente a quiebras y juicios tal por controlarlas. Entre las operaciones mer-
mercantiles. cantiles que se trataron de normar estuvieron:
Con respecto a compañías de comercio, los los contratos, obligaciones, compra-venta, per-
tres códigos contemplaron las mismas soáe- mutas, préstamos, depósitos mercantiles, fian-
dades mercantiles (sociedades colectivas, en zas de comercio, seguros mercantiles, con-
comandita, anónimas, compañías de capital tratos celebrados en el extranjero, letras de
variable y asociaciones particulares de partici- cambio, mandatos de pago (entre ellos los che- ·
pación) con características semejantes y una ques), hipotecas mercantiles, bancos, mori:éda,
tendencia a un mayor nivel de especificidad en contratos mercantiles de empresas ferrocarri-
su definición en los últimos años. leras y del telégrafo, etc. Además, se consideró,
El código de 1854 consideró sólo como com- en un capítulo especial, la propiedad mercan-
pañías comerciales a las sociedades colectivas, til, señalando algunas disposiciones generales
en comandita y anónimas, mismas que debían para su ejercicio y otras específicas (como las
aprobarse por los 1ríbunales de Comercio y referentes a marcas de fábrica, nombres mer-
estar sujetas a e:scritura pública. Existían cantiles, muestras, términos para reclamar,
además las sociedades accidentales que se empresas de lotería, de diversiones públicas,
formaban con un objeto determinado y bajo publicaciones para la prensa y otras pareci-
condiciones y responsabilidad de sus partici- das).
pantes. El código de 1884 volvió a considerar Junto a este código mercantil se editó, el
las mismas compañías anteriores, pero reco- mismo año, el Diccionario de derecho·mercan-
noció a las sociedades en comandita simples y til, o sea el código de comercio puesto en orden
compuestas (o por acciones) y a las compañías alfabético de Enrique Lelo de Larrea, con el fin
de capital variable y de responsabilidad limi- de hacer un uso más efectivo del mismo.
tada. Finalmente, el de 1889 agregó, a las ya · El código de 1889 eliminó muchas rn.aterias
mencionadas, las sociedades cooperativas como del control estatal, entre ellas todas las refe-
compañías mercantiles de capital variable y rentes a la propiedad mercantil, los contratos
por acciones nominativas. mercantiles especiales y las disposiciones res-
En relación a los documentos mercantiles pecto a los bancos y a las personas ligad.as al
usados en México en el siglo XIX, hay una comercio que no fuesen comerciantes. La legis-
permanencia en cuanto a sus tipos. Hasta lación comercial se completó más tarde. con
fines de la década de los ochenta se repiten los otras leyes generales, como la que reglamentó
mismos contratos mercantiles con definicio- los almacenes de depósito, 32 y la que permitió
nes similares (letras de cambio, pagarés, li- la emisión de obligaciones y bonos hipotecarios
branzas, vales de comercio a la orden y cartas nominativos al portador a sociedades anóni-
órdenes de crédito). Las únicas diferencias mas y empresas de obras públicas. 33
registradas son en relación a la aparición del En líneas generales, ei código de 18~ y los
cheque como documento de pago y a la omisión . de los ochenta expresan una diferente relación
de las libranzas en el código de 1884, que del Estado con los comerciantes. El de 1854
reaparece en 1889. todavía sanciona el poder de los principales
El código de 1884 reunió diversos aspectos comerciantes del país y les da cabida. en las
del derecho mercantil, tales como derecho instancias creadas por el gobierno federal para
administrativo, privado y procesal, pero trata el fomento, estímulo e imparlición de justicia.
en forma amplia lo que se refería a operaciones En cambio, en los de 1884 y 1889 la interven-
de comercio y propiedad mercantil. Ello indica ción directa de los comerciantes en los organís-

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mos que ven asuntos mercantiles desaparece y circulación de mercancías, la simplificación
es asumido por funcionarios del gobierno. Esta del sistema recaudatorio, el término de las
relación se aprecia en el tipo de miembros que prohibiciones de importación y otra serie de
forman las instituciones creadas para velar y medidas tendientes a unificar el mercado para
llevar-a cabo las disposiciones contenidas en permitir la total incorporación de México al
los códigos. En el caso de 1854 se retoma la ley mercado mundial. Sin embargo, en la práctica,
de 1841, que dej aja administración de justicia dada la dependencia del presupuesto nacional
en los negocios mercantiles en manos de tribu- de los ingresos al comercio exterior, se tuvo que
nales especiales formados por jueces legos mantener una política arancelaria proteccio-
(comerciantes). nista.
Con la Constitución de 1857 se derogaron, Desde 1821 la Federación se había reserva-
finalmente, todos los tribunales especiales y se do el derecho de gravar las actividades más
concentró la administración de justicia en or- florecientes, dinámicas y provechosas, lo que
ganismos gubernamentales a cargo de profe- le dio la seguridad de contar con ingresos fijos.
sionales de la materia. Esta reforma entró en De este modo se reservó los productos de las
pleno vigor en lo referente al comercio sólo con aduanas del comercio exterior, la renta del ta-
el código de 1884, que estableció que los tribu- baco, correos, las salinas y la pólvora.
nales federales y locales serían los únicos que El fundamento para el control federal de los
se harían cargo de pleitos mercantiles y de impuestos al comercio exterior, partía del prin-
aquellos que afectaran los intereses de parti- cipio de que la uniformidad de los gravámenes
culares. al comercio aseguraba el control mercantil del
territorio y le daba a la nueva república un
mayor poder de negociación con otros países;
La políticacomercial asimismo impedía el desorden que hubiese
de un Estado sin recursos significado un sistema impositivo por estados.
En la realidad, sin embargo, el sistema fiscal
Al consumarse la independencia, las corrien- nacional se alejó de estos principios.
tes políticas predominantes manifestaron su La Constitución de 1824 estipuló que el
satisfacción por la ruptura del monopolio co· Congreso General sería el organismo que ten-
mercial y su apoyo a una liberalización del dría la exclusividad de dictar las leyes destina-
comercio. Sin embargo, en la práctica, muchas das a solventar los gastos de la república, y
de las decisiones que se tomaron estuvieron quien decidiría cuáles serían las rentas fede-
lejos de este planteamiento; un ejemplo de ello rales y las de los estados.a,¡ En base a estos
fue el sistema tributario y recaudatorio al principios se conservaron para la.,Federación
comercio que se caracterizó por ser gravoso, los productos del comercio exterior y los estan-
complicado, fluctuante y proteccionista. cos, y se dejaron para los estados algunos de los
La política comercial de México en la prime- impuestos que gravaron la producción, la cir-
ra mitad del siglo XIX estuvo determinada culación de mercancías y el consumo interno.
básicamente po~ la necesidad de los gobiernos Todas las constituciones siguientes confirma-
federal y estatales por conseguir recursos y, en ron esta facultad del Congreso de la Unión y el
menor medida, por ciertos principios orienta- derecho de la Federación para expedir los
dores del desarrollo económico, como fue el aranceles del comercio exterior, así como para
caso de la política comercial hacia los textiles autorizar la habilitación de puertos, aduanas,
extranjeros y a los bienes de producción. expedición de leyes sobre derecho marítimo,
El ascenso de los liberales al poder marca el comunicaciones, pesos y medidas. 35
inicio de una política comercial basada en los Debido a este sistema impositivo los estados
principios de dicha doctrina. El programa libe- se vieron privados de las recaudaciones más
ral consideró la eliminación de las trabas a la valiosas que se podían conseguir en la época y

136
tuvieron que recurrir a gravar actividades Lós impuestos al comercio exterior
productivas, así como al consumo y la circula-
ción de mercancías. Esto fue más evidente en La política arancelaria de México en el siglo
aquellos que controlaron la mayor parte del XIX tuvo un carácter proteccionista con ten-
comercio exterior, como fueron Veracruz, Tam- dencia a vol verse menos rígida a partir de
pico, Jalisco y Sinaloa. El caso de la aduana de 1856, pero manteniendo, hasta fines del siglo,
V era cruz fue el más destacado porque sus altas tarifas a las importaciones e incluso gra-
ingresos constituyeron la base de los presu- vámenes a la salida de productos nacionales.
puestos de la Federación en todo el siglo XIX Los esfuerzos liberales por modificar el siste-
(cuadro y gráfica núm. 1). El dominio y control ma tributario no fueron suficientes para ter-
económico de este puerto durante estos años minar con la dependencia gubernamental de
fueron fundamentalmente para el gobierno los ingresos provenientes del comercio rocte-
central. rior. Durante todo el siglo XIXla estructura de
La posibilidad de los estados de conseguir ingresos del estado mostró el pesos ignifica ti vo
recursos durante el siglo XIX fueron las al- que tuvieron los impuestos sobre el comercio,
cabalas: derechos pagados en las aduanas especialmente los que gravaron los intercam-
internas por casi todos los productos comercia- bios externos (cuadros núms. 2 y 3 y gráfica
lizados (nacionales y extranjeros) y por aque- núm. 4).
llos trasladados de un sitio a otro. La elimi- En el periodo que va de 1825 a 1911, entre
nación definitiva de este impuesto se dio en un 40 y un 84 por ciento de los ingresos totales
1896. También la Federación se benefició con .de la Federación provinieron del comercio ex-
este ingreso porque recibió el derecho de por- terior, básicamente de los derechos a la impor-
tazgo cobrado a las mercancías nacionales y tación. Se desvían de esta pauta los años que
extranjeras a la entrada de la ciudad de Méxi- van de 1835 a 1845, cuando la importancia
co. relativa de los ingresos por comercio externo
La recaudación de impuestos durante los osciló entre un 18 y un 31 por ciento, excepto en
cuarenta años posteriores a la independencia los años 1835-1836, 1840 y 1844 que superó el
fue problemática. El sistema hacendario de 40 por ciento. En cifras absolutas el peso de los
México mostró, hasta los sesenta, una gran derechos al comercio no varió en los años se-
debilidad y limitada efectividad derivada de la ñalados, pero se registró un aumento de los
desorganización resultante de la guerra de ingresos totales de la Federación por présta-
independencia, la gran extensión territorial y mos extraordinarios, lo que hizo bajar la rela-
el limitado dominio, la falta de personal_ ade- ción entre ambos ingresos (véanse gráficas 5
cuado a esas funciones y de protección, la y 6).
inestabilidad política, el estado bélico frecuen- Para entender el significado que tuvo este
te, los levantamientos, los ataques indígenas, sistema impositivo es importante señalar que
los cambios-en la política fiscal, los gobiernos la composición del comercio exterior mexicano
estatales fuertes y opositores al centro, que se del siglo XIXfue simple: un noventa por ciento
apropiaron las rentas federales. Esto implicó de las impo:-taciones correspondió a bienes de
la necesidad de replantear una reorganización consumo elaborados, básicamente textiles
del sistema tributario, por medio del cual el go- de algodón; y entre un 50 y un 90 por ciento de
bierno federal fuera capaz de asumir o reasu- las exportaciones a plata acuñada. Esta es-
mir aquellas funciones que le correspondían y tructura mercantil -junto con el monto co-
que le permitieran sanear las finanzas y forta- merciado- se modificó significativamente a
lecer al estado. Sin embargo, esta tarea se pro· fines del siglo XIX: los bienes de consumo
longaria por muchos años más debido a que los fueron desplazados por los de producción, que
compromisos financieros del gobierno federal llegaron a constituir un 57% del total de la
eran agobiantes (véanse gráficas 2 y 3). importación. También varió el tipo de bienes

137
de consumo importado, se sustituyeron algu- que marcó el periodo 1838-184-7 y que se pro-
nos textiles, alimentos y bebidas extranjeras longó en forma menos rígida sino hasta 1872.
por nacionales y se adquirieron bienes de con- En esos años se prohibió importar textiles bur·
sumo de primera necesidad como el maíz, ade- dos de algodón y de lana, competitivos con los
más de manteca, harina de trigo y bienes de nacionales.
consumo de lujo. 36 Durante casi tres lustros, 1838-1853, estu-
En las exportaciones, aunque la plata acu- vo impedida la entrada de textiles europeos
ñada creció y permaneció como el primer pro- semejantes a los nacionales (algodón en rama
ducto de exportación, el mayor dinamismo lo y productos textiles de lana y algodón sem.ima-
tuvieron los productos agrícolas (henequén, nufacturados). La necesidad de recursos adi-
café, caucho) y los mineros (cobre, plomo y cionales para estados y Federación por el clima
petróleo). bélico imperante en ese periodo, aunada a una
Para explicar la política proteccionista del escasez de algodón en l"ama para la industria
estado mexicano en el siglo XIX debemos aten- nacional, abrieron las puertas a permisos es-
der a dos factores; uno fue la urgencia de re- peciales de importación de productos prohibi-
cursos, y otro, el que México haya sido un dos, que fueron otorgados· a grandes comer-
tradicional productor de textiles. El proteccio- ciantes y especuladores ligados a los-gobiernos
nismo a esta industria marcó toda la primera de la época. En 1856 se derogaron algunas de
mitad del siglo XIX y las contravenciones a estas prohibiciones, pero no fue sino hasta
estas medidas delinearon la política comercial 1872 cuando se eliminaron totalmente y se
de facto que imperó en esa fecha. Si considera- gravó su ingreso con tarifas e.levadas. A partir
mos que la. estructura del comercio de importa- de esa fecha, el gobierno federal logró imponer
ción hasta los años setenta estaba compuesta una política comercial proteccionista sin ex-
en más del 60 por ciento de textiles manuf ac- cepe1ones.
turados (esencialmente de algodón), y que el
gravamen sobre estos productos osciló entre
Los impuestos del comercio interior
un 25 y un 40 por ciento del valor de factura,
podemos deducir que los derechos causados
por este tipo de importaciones tuvieron un Los impuestos a la actividad comercial interna
peso significativo en los ingresos de las adua- constituyeron otro de los ingresos significati-
nas del comercio exterior y fueron imprescin- vos del gobierno federal y la base de los presu-
dibles en los presupuestos federales. puestos estatales. Estos fueron, básicamente,
Los productores nacionales de textiles, afec- las alcabalas, los derechos de consumo, la in-
tados por la avalancha de manufacturas euro- troducción, el portazgo, la extracción, además
peas que se importaron en la primera década de algunos gravámenes al transporte y car-
independiente, presionaron al gobierno fede- ga de mercancías y derechos municipales. La
ral para que protegiera y fomentara su indus- dependencia del gobierno federal de los im-
tria. En base a lo recaudado por las aduanas puestos al comercio interno fue menor a la de
del comercio exterior en esos años, el gobierno los ingresos por el comercio externo, pero igual-
federal creó el proyecto del Banco de Aví.o y mente necesaria. Uno de los impuestos que
decretó emplear un quinto de los ingresos per- revistió gran importancia para la Federación
cibidos por textiles ordinarios de algodón entre fue el de portazgo, cobrado por la aduana de
1830 y 1838 al fomento de la industria nacio- México a la entrada de efectos nacionales y
nal. El proyecto se frustró, porque durante extranjeros al Distrito Federal.
esas fechas los ingresos por ese concepto decre- Hasta 1844 los ingresos por comercio inter-
cieron y se incrementó el contrabando de este no representaron un 10 por ciento del total; de
tipo de productos. 8'I El fracaso del Banco de 1867-1868 a 1880-1881 entre un 17 y un 22 por
Avío fue el inicio del proteccionismo estricto, ciento, para luego bajar, en los años siguien-

138
tuvieron que recurrir a gravar actividades Los impuestos al comercio exterior
productivas, así como al consumo y la circula-
ción de mercancías. Esto fue más evidente en La política arancelaria de México en el siglo
aquellos que controlaron la mayor parte del XIX tuvo un carácter proteccionista con ten-
comercio exterior, como fueron Veracruz, Taro.- dencia a volverse menos rígida a partir de
pico, Jalisco y Sinaloa. El caso de la aduana de 1856, pero manteniendo, hasta fines del siglo,
Veracruz fue el más destacado porque sus altas tarifas a las importaciones e incluso gra-
ingresos constituyeron la base de los presu- vámenes a la salida de productos nacionales.
puestos de la Federación en todo el siglo XIX Los esfuerzos liberales por modificar el siste-
(cuadro y gráfica núm. 1). El dominio y control ma tributario no fueron suficientes para ter-
económico de este puerto durante estos años minar con la dependencia gubernamental de
fueron fundamentalmente para el gobierno los ingresos provenientes del comercio exte-
central. rior. Durante todo el siglo XIX la estructura de
La posibilidad de los estados de conseguir ingresos del estado mostró el peso significativo
recursos durante el siglo XIX fueron las al- que tuvieron los impuestos sobre el comercio,
cabalas: derechos pagados en las aduanas especialmente los que gravaron los intercam-
internas por casi todos los productos comercia- bios externos (cuadros núms. 2 y 3 y gráfica
lizados (nacionales y extranjeros) y por aque- núm. 4).
llos trasladados de un sitio a otro. La elimi- En el periodo que va de 1825 a 1911, entre
nación definitiva de este impuesto se dio en un 40 y un 84 por ciento de los ingresos totales
1896. También la Federación se benefició con _dela Federación provinieron del comercio ex-
este ingreso porque recibió el derecho de por- terior, básicamente de los derechos a la impor-
tazgo cobrado a las mercancías nacionales y tación. Se desvían de esta pauta los años que
extranjeras a la entrada de la ciudad de Méxi- van de 1835 a 1845, cuando la importancia
co. relativa de los ingresos por comercio externo
La recaudación de impuestos durante los osciló entre un 18 y un 31 por ciento, excepto en
cuarenta años posteriores a la independencia los años 1835-1836, 1840 y 1844 que superó el
fue problemática. El sistema hacendaría de 40 por ciento. En cifras absolutas el peso de los
México mostró, hasta los sesenta, una gran derechos al comercio no varió en los años se-
debilidad y limitada efectividad derivada de la ñalados, pero se registró un aumento de los
desorganización resultante de la guerra de ingresos totales de la Federación por présta·
independencia, la gran extensión territorial y mos extraordinarios, lo que hizo bajar la rela-
el limitado dominio, la falta de personal ade- ción entre ambos ingresos (véanse gráficas 5
cuado a esas funciones y de protección, la y 6).
inestabilidad política, el estado bélico frecuen- Para entender el significado que tuvo este
te, los levantamientos, los ataques indígenas, sistema impositivo es importante señalar que
los cambios-en la política fiscal, los gobiernos la composición del comercio exterior mexicano
estatales fuertes y opositores al centro, que se del siglo XIX fue simple: un noventa por ciento
apropiaron las rentas federales. Esto implicó de las impo~aciones corresponclió a bienes de
la necesidad de replantear una reorganización consumo elaborados, básicamente textiles
del sistema tributario, por medio del cual el go- de algodón; y entre un 50 y un 90 por ciento de
bierno federal fuera capaz de asumir o reasu- las exportaciones a plata acuñada. Esta es-
mir aquellas funciones que le correspondían y tructura mercantil -junto con el monto co-
que le permitieran sanear las finanzas y forta- merciado-- se modificó significativamente a
lecer al estado. Sin embargo, esta tarea se pro- fines del siglo XIX: los bienes de consumo
longaría por muchos años más debido a que los fueron desplazados por los de producción, que
compromisos financieros del gobierno federal llegaron a constituir un 57% del total de la
eran agobiantes (véanse gráficas 2 y 3). importación. También varió el tipo de bienes

137
de consumo importado, se sustituyeron algu- que marcó el periodo 1838-184 7 y que se pro-
nos textiles, alimentos y bebidas extranjeras longó en forma menos rígida sino hasta 1872.
por nacionales y se adquirieron bienes de con- En esos-años se prohibió importar textiles bur-
sumo de primera necesidad como el maíz, ade- dos de algodón y de lana, competitivos con los
más de manteca, harina de trigo y bienes de nacionales.
consumo de lujo. 36 Durante casi tres lustros, 1838-1853, estu-
En las exportaciones, aunque la plata acu- vo impedida la entrada de textiles europeos
ñad.a creció y permaneció como el primer pro- semejantes a los nacionales (algodón en rama
ducto de exportación, el mayor dinamismo lo y productos textiles de lana y algodón semima-
tuvieron los productos agrícolas (henequén, nufactu.rados). La necesidad de recmsos adi-
café, caucho) y los mineros (cobre, plomo y cionales para estados y Federación por el clima
petróleo). . bélico imperante en ese periodo, aunada a una
Para explicar la política proteccionista del escasez de algodón en rama para la industria
estado mexicano en el siglo XIX debemos aten- nacional, abrieron las puertas a permisos es-
der a dos factores; uno fue la urgencia de re· peciales de importación de productos prohibi-
cursos, y otro, el que México haya sido un dos, que fueron otorgados· a grandes comer-
tradicional productor de textiles. El proteccio· ciantes y especuladores ligados a los-gobiernos
nismo a esta industria marcó toda la primera de la época. En 1856 se derogaron algunas de
mitad del siglo XIX y las contravenciones a estas prohibiciones, pero no fue sino hasta
estas medidas delinearon la política comercial 1872 cuando se eliminaron totalmente y se
de facto que imperó en esa fecha. Si considera- gravó su ingreso con tarifas elevadas. A partir
mos que la estructura del comercio de importa- de esa fecha, el gobierno federal logró imponer
ción hasta los años setenta estaba compuesta una política comercial proteccionista sin ex•
en más del 60 por ciento de textiles manufac- cepe10nes.
turados (esencialmente de algodón), y que el
gravamen sobre estos productos osciló entre
Los impuestos del comercio interior
un 25 y un 40 por ciento del valor de factura,
podemos deducir que los derechos causados
por este tipo de importaciones tuvieron un Los impuestos a la actividad comercial interna
peso significativo en los ingresos de las -adua· constituyeron otro de los ingresos significati-
nas del comercio exterior y fueron imprescin- vos del gobierno federal y la base de los presu-
dibles en los presupuestos federales. puestos estatales. Estos fueron, básicamente,
Los productores nacionales de textiles, afec- las alcabalas, los derechos de-consumo, la in-
tados por la avalancha de manufacturas euro- troducción, el portazgo, la extracción, además
peas que se importaron en la primera década de algunos gravámenes al transporte y car·
independiente, presionaron al gobierno fede- ga de mercancías y derechos municipales. La
ral para que protegiera y fomentara su indus- dependencia del gobierno federal de los im-
tria. En base a lo recaudado por las aduanas puestos al comercio interno fue menor a la de
del comercio exterior en esos años, el gobierno los ingresos por el comercio externo, pero igual-
federal creó el proyecto del Banco de A vio y mente necesaria. Uno de los impuestos que
decretó emplear un quinto de los ingresos per- revistió gran importancia para la Federación
cibidos por textiles ordinarios de algodón entre fue el de portazgo, cobrado por la aduana de
1830 y 1838 al fomento de la industria nacio- México a la entrada de efectos nacionales y
nal. El proyecto se frustró, porque durante extranjeros al Distrito Federal.
esas fechas los ingresos por ese concepto decre- Hasta 1844 los ingresos por comercio inter-
cieron y se incrementó el contrabando de este no representaron un 1Opor ciento del total; de
tipo de productos. 37 El fracaso del Banco de 1867-1868a 1880-1881 entre un l 7yun22por
Avío fue el inicio del proteccionismo estricto, ciento, para luego bajar, en los años siguien-

138
tes, y recuperar el nivel anterior al comenzar productores medianos y pequeños que debie-
la década de los noventa. A partir de 1893 ron enfrentar gastos proporcionalmente mayo-
estuvo sobre el 27 por ciento. Hay que aclarar res. Hay que aclarar aquí que los productos de
aquí que los datos son sólo indicativos de la circulación nacional no fueron muchos liasta,
tendencia del peso de estos impuestos sobre el aproximadamente, los años setenta, pero que
total, porque los de circulación interna inclu- reportaron jugos as ganancias a los comercian-
yeron además de los de ventas (que comprende tes mayores. Entre los artículos comerciados a
el de alcabalas) los que gravaron a la minería, nivel nacional se encontraban los insumos a la
como fueron los derechos de fundición, afina- producción de la plata, que en ocasiones estu-
ción, ensaye, amonedación, apartado, medio vieron exentos de impuestos --como fue el caso
por ciento al valor de la plata y estampillas del azogue.
para los metales preciosos; los de la industria, La alcabala de la época independiente difie-
entre ellos estampillas para alcoholes, taba- re respecto a la de la época colonial en cuanto
cos, hilados; además de algunos adicionales al monto y, a partir de 1824, cuando los estados
como primas de seguro, capitalización, docu- comienzan a recaudar sus propios impuestos,
mentos no mercantiles, etc. (cuadro núm. 4 y a sus beneficiarios, que fueron la Federación,
gráfica 4). los estados y el ayuntamiento.
Con respecto a la relación entre los ingresos Durante todo el siglo XIX se planteó la
de los estados y el comercio, aunque es un tema disyuntiva de acabar con las alcabalas y en
escasamente estudiado podemos inferir cosas muchas ocasiones se derogaron momentánea-
por las condiciones económicas generales del mente, pero no fue sino hasta 1896 cuando se
país y por la lucha sostenida por los estados en eliminaron del todo. 38 Sin embargo, es posible
el control de los productos generados por la ac- apreciar modificaciones fundamentales con res-
tividad comercial de su territorio, que también pecto a la colonia que muestran cambios en la
constituyeron la base de sus presupuestos. política comercial interna.
El derecho de alcabala fue el impuesto inter- En sus orígenes, la alcabala se planteó como
no al comercio que generó la m.ayor parte de los un impuesto a la compraventa de bienes mue-
ingresos de los estados y la expresión del bles e in.muebles. Modificada. a fines del siglo
mantenimiento de formas coloniales de circu- XVI se convirtió en una contribución por la
lación de mercancías que no lograron elimi· entrada de efectos de otras localidades. En
narse sino hasta ·fines del siglo XIX. En este la época independiente se aplicó, a la vez, como
sentido, la política fiscal estatal que basó sus impuesto a la compraventa y derecho de tráp.-
.ingresos en este derecho constituyó un freno al sito. Esto varió en la segunda mitad del siglo
desarrollo de una econonúa mercantil al inhi- XIX y, ya en 1869, la alcabala era un derecho
bir la producción, encarecer los precios de sólo por circulación de mercancías. Este dere-
venta de productos nacionales y extranjeros y cho gravó a todo tipo de mercancía y bien
mantener controles estrictos del movimiento inmueble, y hubo muy pocos efectos que esca-
comercial. paran a su gravamen; entre ellos se pueden
A pesar de estas trabas, los intercambios a señalar a todos los productos estancados, como
nivel nacional se mantuvieron e incrementa- el salitre, el azufre, los naipes y el tabaco, ade-
ron a lo largo del siglo por la acción de fuertes más del azogue nacional, el tequesquite, el
comerciantes que obtuvieron ventajas, reduc- carbón de piedra, la cera, la lana, la loza,
ción en sus costos y mayores ganancias por el el vidrio, etc. Sin embargo, hubo muchas varia-
arrendamiento de las rentas federales y esta- ciones respecto a los productos gravados con
tales, entre las que destacaron las aduanas alcabalas que dependieron, más bien, de las
internas, marítimas y fronterizas, peajes y necesidades presupuestales de los estados.
tránsito de mercancías. Esta sítuación les dio Si bien fue el gobierno federal quien tuvo la
una amplia ventaja sobre los comerciantes y facultad de establecer las aduanas internas y

139
los suelos alcabalatorios (y algunos impuestos alcabalas en Jalisco, pero ante las presiones y
al consumo de beneficio federal), los estados y protestas de los grandes comerciantes regio-
los municipios fijaron el monto de los impues- nales se restablecieron nueve meses más tar-
tos a la producción, tráfico y consumo interior de. La reacción aparentemente contradictoria
de los efectos del país. de estos comerciantes, parece estar en relación
Jaime Olveda, en su libro El sistema fiscal con el conocimiento y amplio control que ellos
de Jalisco (1821 -1888), muestra que desde los tenían de los mecanismos de comercialización
primeros días de la independencia la crisis del y del sistema impositivo vigente, lo que les
erario se quiso resolver con los ingresos delco- daba ventajas sobre el resto de los mercade-
mercio. La falta de impuestos alternativos y la res. La supresión de las alcabalas les hizo
incapacidad de implantar un sistema fiscal temer el establecimiento de impuestos al capi-
basado en impuestos directos (sobre capital y tal mercantil, y los puso en competencia con
propiedad) obligó a recurnr a las alcabalas y, medianos y pequeños comerciantes y produc-
en general, a los impuestos que gravaron co- tores locales a quienes favorecían estas medi-
mercio y producción. De 1821 a 1876, concluye das. A pesar de este intento fallido, a partir de
Olveda, las contribuciones directas no pudie- esa fecha la política fiscal del estado estuvo
ron implantarse porque fue aquél un periodo encaminada a la su presión definitiva de las al-
improductivo en el estado. 39 ca balas, la que se logró sólo treinta y dos años
Las alcabalas fueron el principal ingreso de después.
Jalisco. Su monto varió para los efectos nacio- A partir de la mitad de los años cincuenta,
nales entre un 8 y un 12 por ciento y entre 3 y coexistieron en Jalisco los impuestos al consu-
5 por ciento para las mercancías extranjeras. mo y las contribuciones directas, subsistiendo
Es posible apreciar una relación entre el au- los primeros como un recurso imprescindible,
mento del monto de las alcabalas y de la oferta especialmente en los periodos de la Guerra de
de productos y entre su disminución o supre- Tres Años y durante la invasión francesa. A
sión y la escasez de los mismos; este vínculo es partir de 1867 se inicia la consolidación del siB-
claro con los productos agrícolas. Por ejemplo, tema fiscal con la afmación del catastro para
durante los primeros años después de la inde- efectuar el pago de impuestos directos, con las
pendencia, fue notorio el afán gubernamental normas que se dictan para uniformar los im-
por librar del pago de alcabalas a los artículos puestos y suprimir las trabas a la circulación,
de consumo popular como maíz, frijol, garban~ y con la supresión paulatina de los impuestos
zo, arroz, leña, carbón, manteca, aceite, coco, indirectos. Sin embargo, siempre fueron un re-
añil, rebozos, mantas, cocos de algodón del curso que estuvo a la mano para conseguir
país (además de fierro, cobre y estaño de las .ingresosextraordinarios, como sucedió en 1883,
minas del Estado), con el fin de favorecer a los cuando volvieron a subir los impuestos al aguar-
de menor poder adquisitivo y fomentar la diente, al mezcal y al tabaco labrado. En 1885
producción agrícola y manufacturera. se dio un paso definitivo en esta región para
Entre 1836 y 1846 y de 1835 a 1855 las uniformar impuestos al establecer un grava-
rentas públicas de los estados estuvieron bajo men único a los efectos del país y un 1O por
el control del gobierno central, que recaudó pa- ciento al consumo de los extranjeros, cobrables
ra sí todos estos gravámenes. Cuando se volvió también pol"única vez en las aduanaB de inter-
a instaurar- el sistema federal comenzó una nación.
etapa marcada por el afan de implantar los
impuestos directos en el estado de J ali seo y, en Los impuestos al comercio
general, en todo el país, tratando de poner en en el noreste de México
práctica los principios de la revolución de Ayu-
tla que incluían la supresión de las alcabalas. La región del noroeste de México (que incluye
En noviembre de 1855 se suprimieron las los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamau-

140
lipas) es un ejemplo del vínculo exitoso estado- dictadas constituyeron lo que se llamó el Aran-
comercio en el siglo XIX. En la constitución y cel Vidaun-i.
fortalecimiento de los grupos de empresarios Luego de reformar el comercio local, el gober-
regiomontanos fue fundamental la política nador amplió sus decisiones a los estados veci-
aduana! llevada a cabo entre 1855 y 1864 por nos. En 1856, con la unificación de Nuevo León
Santiago Vidaun-i, gobernador del estado de y Coahuila, el arancel Vidaurri rigió en toda la
Nuevo León. Además de otros factores como frontera con rebajas que iban de un 26 a un 35
fueron la condición de estados limítrofes con por ciento y que en algunos productos llegaron
los Estados Unidos, la guerra civil norteame- al 60 por ciento. Incorporar a Tamaulipas fue
ricana que originó demandas extraordinarias, más dificil porque siempre contó con la oposi-
el fuerte poder político y militar detentado por ción del gobernador, Juan José de la Garza.
Vidaurri, la guerra de Reforma. Para lograrlo, primeramente consiguió autori-
El estudio realizado por Mario Cerruti para zación de Juan Alvarez y de Comonfort para
Nuevo León entre 1855 y 1864, 40 muestra en recaudar los ingresos de las aduanas de Mata-
forma clara cómo Vidaun-i manejó a su arbi- moros y Tampico; luego se apoderó en 1856 de
trio y en beneficio de los comerciantes regio- Laaduana dé Mier, Tamaulipas, y finalmente
montanos los derechos de importación de las ~n 1858, después de declarada la guerra de
aduanas fronterizas, los de circulación y de Reforma y gracias a la alianza de los tres
exportación de plata de los estados vecinos, estados del noreste, se .implant.ó su arancel én
además de los provenientes de otras regiones Tamaulipas, mismo que habria de durar hasta
del país. Estas decisiones se tomaron en franca 1860.
el
oposición con gobierno central, que tuvo que Otra de las reformas comerciales de impor-
aceptar que el gobernador neoleonés se apro- tancia en Tamaulipas fue el establecimiento
piara de las rentas federales, creara nuevas de una zona de libre importación en la frontera
aduanas del comercio exterior y nombrara su para facilitar el consumo local. En base a esta
propio personal, escudado en la falta de recur- ley se otorgaron permisos a los comerciantes
sos para la defensa de la región contra los norteamericanos para instalar almacenes de
indios rebeldes de la zona y para la protección depósito y casas mercantiles, estimulando así
de la frontera. el comercio regional, además del ilegal.
La política comercial del gobeinador de Nue- La oposición entre los gobernadores Vidau-
vo León estimuló abiertamente los intercam- rri y de la Garza se mantuvo durante todos
bios con los Estados Unidos y con el centro y estos años, sobre todo porque los ingresos del
sur del país al disminuir los impuestos de im- comercio y los convenios realizados con los
portación y por ende los de consumo y los comerciantes locales les proveían de los más
municipales. Esto significó un.a abierta com- importantes recursos a ambos estados. En
petencia con los distribuidores nacionales del esta lucha, la fuerza política de Vidaun-ifrente
comercio exterior de México, Veracruz y Tam- al gobierno federal le permitió obtener mayo-
p1co. res éxitos. De la Garza finalmente se plegó al
En 1856, Vidaun-i reformó el arancel de poder central.
aduanas marítimas y fronterizas vigente para La aduana que mayores beneficios habría
todo el país, rebajó los derechos de importación de reportar a Nuevo León seria la de Piedras
a los textiles y permitió importar t.a.baco en Negras, lugar de escasa import.ancia hasta los
rama. Ese mismo año abrió nuevas aduanas cincuenta, excepto por ser la entrada de algo-
fronterizas al comercio enerior: Mier-Camar- dón para la industria nacional. Entre 1861 y
go, Piedras Negras, Reynosa y Guerrero y 1864 se transformaría en el lugar de tránsito
Monterrey-Laredo, convirtiendo así a Monte- del algodón americano al exterior y de la vent.a.
rrey en una aduana de control del comercio in- de armas, comida y transporte para el sur de
ternacional. En 1856 las nuevas disposiciones los Estados Unidos.

141
El efecto que tuvo el arancel Vidaurri fue 1896 cuando se eliminaron finalmente las al-
amplio. Los mercaderes de Monterrey y de cabalas en todo el país. Ya en los ochenta se
todo el noreste ampliaron sus mercados y habían promulgado por primera vez códigos de
"prosperaban sobre el infortunio de los compe- carácter nacional que eliminaron la miscelá-
tidores de los estados centrales". 41 Los gran- nea de regulaciones comerciales vigentes en el
des intermediarios del comercio de Veracruz y país y aplicaron normas homogéneas a la prác-
México, y hasta de Ta.mpico, protestaron abier- tica comercial en todo el territorio. Asimismo,
tamente. Los descuentos dispuestos en el en las dos_últimas décadas del siglo XIX se to-
arancel, y las facilidades de circulación que maron otras medidas que estiro ularon directa -
proporciona la política comercial vidaurrista, mente el comercio, entre las que destacaron,
fortaleció al grupo mercantil d·e Monterrey y lo la creación de un sistema ferrovíario que
convirtió en competidor de los principales co- comunicó el centro del país con la frontera nor-
merciantes del centro del país. teamericana y activó la comunicación y trans-
porte regionales, y el establecimiento de insta-
laciones financieras y bancarias.
Por otra parle, los gobiernos liberales ha-
Conclusiones
bíanlogradoreorganizar lasrentas federalesy
prescindir de los financistas privados para
A fines del siglo XIX, la relación comercio y conseguir recursos y, a la vez, asegurar al go•
estado que se percibe a través de la legislación bierno los ingresos generados por el comercio
mercantil federal difiere grandemente de aqué- (básicamente externo), al organizar un apara-
lla de la primera mitad de ese siglo, por la am- to administrativo Federal capaz de recaudar
plitud de su mandato y por el poder del ejecu- estas rentas. Estas medidas permitieron con-
tivo federal para hacerlas cumplir. formar un ámbito comercial amplio, con regu-
El esfuerzo libel'al había sido hasta enton- laciones mercantiles homogéneas, y dar laB
ces firme pero infructuoso para eliminar los bases para la integración y ampliación de un
obstáculos al ejercicio del comercio. Los esta- mercado de características nacionales. Mu-
dos habían mantenido la facultad de legislar chas de ellas tendieron a favorecer a inversio-
sobre comercio y habían conservado los ingre- nistas extranjeros, que encontraron condicio-
sos por alcabalas, como básicos, en sus presu- nes adecuadas para invertir en la explotación
puestos. de artículos de exportación mineros y agríco-
La lucha por liberalizar el ejercicio del co- las, aunque también hubo un incremento en
mercio, adecuar las estructuras mercantiles los niveles de comercialización de insumos y de
tradicionales a las nuevas necesidades del algunos artículos de consumo interno ayuda-
mercado mundial y concentrar en el gobierno dos por las nuevas condiciones del mercado y
federal la regulación de la actividad comercial por el aumento de la demanda urbana y de las
se hizo tenaz a partir de 1857, y terminó en nuevas áreas de crecimiento dinámico.

142
CuadroNo.1
Total de impuestos al comercio exterior y recaudación por la Aduana
de Veracruz, 1823-1910 (1) (2)
Por todas Por todas
la.s aduanas Por la las aduanas Por la
m.aritimas y aduana de m.ariti.mas y aduana de
Años fronterizas Veracruz % Años fronterizas Veracruz %

1823 (3) 971,346 725,604 74.70 1876-77 9,319,673 4,639,831 49.79


1824 nd nd nd 1877 13,449,850 7,690,200 57.18
1825 (4) 4,593,545 310,764 6.77 1878 10,464,677 5,334,900 50.98
1825-26 (5) 6,571,492 1,769,384 26.93 1879 13,438,284 nd nd
1826-27 (6) 8,049,399 5,388,872 66.96 1880 14,739,983 7,945,800 53.91
1827-28 5,912,126 3,895,630 65.89 1881 18,439,432 nd nd
1828-29 6,684,157 4,350,544 65.09 1882 19,068,179 10,845,000 56.90
1829-30 4,986,575 2,626,169 52.66 1883 17,873,995 10,119,200 56.61
1830-31 8,483,006 5,284,538 62.30 1884 15,705,723 8,846,500 56.32
1831-32 7,550,253 3,577,116 47.38 1885 15,258,732 8,555,100 56.07
1832-33 7,764,315 4,873,689 62.77 1886 17,705,517 10,378,100 68.62
1833-34 9,051,789 6,006,192 66.35 1887 19,315,689 11,178,800 57.87
1834-35 9,241,054 3,881,803, 42-.01 1888 19,374,117 11."514,000 59.43
1835-36 6,199,871 3,528,447 56.91 1889 22,552,5-41 12,882,000 57.12
1836-37 4,737,768 2,212,027 46.69 1890 20,958,681 12,507,000 59.67
1837-38 (7) 5,356,880 4,145,302 77.38 1891 20,811,352 11,011,410 52.91
1839 (8) 5,557,891 3,052,497 54-.92 1892 17,537,396 nd nd
1840 8,309,919 4,744,210 57.09 1893 16,897,281 9,186,900 54.37
184-1 6,597,912 4,064,692 61.61 18~ 19,681,999 10,234-,f,OO 52.00
1842 6,034,342 2,958,741 49.03 1895 23,439,871 10,222,000 43,61
1843 8,507,479 4,592,460 53.98 1896 23,639,581 9,681,600 40.96
1844 8,254,142 4,501,254 54.53 1897 23,284,989 11,031,300 47.38
1845 5,814,049 2,880,662 49.55 1898 28,758,480 13,398,900 46.59
1846 6,747,923 3,924,563 58.16 i899 29,945,793 12,503,200 41.75
1847 1,394,610 383,261 23.90 1900 28,434,366 11,039,313 38.82
1848-49 (9) 6,666,038 3,137,888 47.07 1901 28,732,534 11,736,454 40.85
1849-50 (6) 6,338,438 3,881,070 61.23 1902 34,783,990 15,559,771 44.73
1850-51 (6) 5,337,069 3,259,068 61.06 1903 37,436,038 15,807,213 42.22
: : : : 1904 41,028,554 16,3.51,626 39.85
1869-70 8,510,531 3,759,637 44.18 1905 48,842,260 16,943,563 34.69
1870 10,844,953 5,208,484 48.03 1906 55,639,087 17,993,102 32.34
1871 9,062,771 4,816,697 53.15 1907 55,567,410 18,879,168 33.98
1872 9,244,204 4,565,079 49.38 1908 40,567,140 13,734,353 33.86
1873 11,509,548 6,180,500 53.70 1909 49,690,357 17,291,754 34.80
1874 10,126,143 6,210,927 61.34 1910 51,873,021 18,471,118 35.61
1875 9,177,786 5,788,457 63.07
'
Fuentes: Miguel Lerdo de Tejada, Comercio Exterior de Mexi.co,México, Banco de Comercio Exterior, S.A., 1967,
cuadros no. 36 y no. 43; Memoria de Hacienda, 1876-77; El Erario Federal, 1879; Cuentas del Tesoro Federa/,, 1880-
81 a 1904-05. ·
(1) En pesos corrientes. (5) Septiembre de 1925 a junio de 1926, 10 meses.
(2) Incluye derechos de importación, tonelaje, interna- (6) Año fiscal: julio a junio.
ción y ~ort.acion. (7) Julio de 1837 a diciembre de 1838, 10 meae.a.
(3) Abril a septiembre, 6 meses. (8) Año rurtural: enero a diciembre.
(4) Enero a agosto, 8 meses. (9) Enero de 1848 a jurµo de 1849, 18 meses.
nd No hay dato disponible.
Interrupción de la serie.

143
Cuadro No. 2
Principales fuentes de ingreso del Estado mexicano, 1826-1876 (1)

Impuestos Impuestos Impuestos


Ingresos totales al al comercio al comercio
Años totales % comercio % exterior % ~rior %

1825 7,903,163 100 .00 nd nd 6,708,104 84.88 nd nd


1825-26 11,052,256 100.00 7,711,315 69 .77 7,483,447 67.71 '12:7,868 2.06
1826-27 11,460,728 100.00 8,535,474 74.48 7,828,208 68.30 707,2fj/j 6.17
1827-28 10,442,656 100.00 6,568,400 62.90 5,692,026 64.61 876,374 8.39
1828-29 11,009,696 100.00 7,271,832 66.05 6,497,288 69.01 774,54-4 7.04
1829-30 9,752,727 100.00 5,669,748 58.14 4,815,418 49.38 854,330 8.76
1830-31 13,386,437 100.00 9,849,548 73.58 8,287,082 61.91 1,562,466 11.67
1831-32 11,826,729 100.00 8,689,968 73.48 7,335,637 62.03 1,354,331 11.45
1832-33 10,275,594 100.00 8,438,525 82.12 7,538,525 73.36 900,000 8 .76
1833-34 11,512,969 100.00 9,999,033 86.85 8,786,396 76.32 1,212,637 10.53
1834-35 nd nd nd nd nd nd nd nd
1835-36 13,771,686 100.00 7,028,937 51.04 5,835,068 42 .37 1,193,869 8.67
1836-37 18,477,980 100.00 5,428,635 29.38 4,377,579 23.69 1,051,056 5.69
1837 -38 25,018,121 100.00 8,973,389 35.87 4,258,411 17.02 4,714,978 18.85
1839 29,136,536 100.00 9,855,184 33.82 5,577,890 19.14 4,277,294 14.68
1840 21,227,263 100.00 13,185,642 62.12 8,309,918 39.16 4,875,724 22.9?
1841 21,273,47? 100.00 7,873,696 37.0l 6,797,912 31.95 1,075,784 5.06
1842 26,683,696 100.00 7,184,465 26.92 6,034,342 22.61 1,150,123 4.31
1843 29,523,423 100.00 9,590,430 32 .48 8,507,478 28.82 1,082,952 3.67
1844 15,790,044 100.00 9,416,354 59.63 8,254,147 52.27 1,162,207 7.36
1845 20,384,534 100.00 nd nd 5,814,048 28.52 nd nd
t846 nd nd nd nd nd nd nd od
1847 nd nd nd nd nd nd nd nd
1848-49 16,740,820 100.00 6,716,976 40.12 6,666,037 39.82 50,939 0.30
1849-50 13,765,762 l 00.00 nd nd 6,338,437 46.04 nd nd
1850-51 7,253,929 100.00 nd nd 5,337,068 73.57 nd nd
1851-52 9,161,930 100.00 n<l nd 6,108,835 66.68 nd nd
: : : : ; : : : :
1867-68 17,736,138 100.00 nd nd 9,566,360 53.94 nd nd
1868-69 15,536,354 100.00 11,025,290 70.96 9,606,491 61.83 !,418,799 9.13
1869-70 15,251,781 100.00 . 11,794,750 77.33 8,516,033 55.84 3,278,717 21.50
1870-71 16,033,649 J00.00 14,267,491 88.98 10,884,953 67.89 3,382,541 21.10
1871-72 15,285,04-4 100.00 12,322,051 80.62 9,062,771 59.29 3,259,280 21.32
1872-73 15,739,239 100.00 12,674,993 80.53 9,244,204 58.73 3,430,789 21.80
1873-74 17,900,156 100.00 15,057,427 84.12 11,509,548 64.30 3,547,879 19.82
1874-75 17,591,916 100.00 13,859,235 78.75 l0,126,t43 57.54 3.,733,092 21.21
1875-76 17,266,228 100.00 12,587,418 72 .90 9,177.786 53.15 3,409,632 19.75
Fuentes: Ciro Cardoso, coordinador, Meiico en el sigln XIX ( l 821-19 JO), México, Nueva Imagen, 1983, pp. 94-96 . Los
datos de los años 1837 -1838 e 1840 se tomaron de las Memorias ck Hacienda y Créd.iw Público de los años 1838, 1839
y 1840.

(1) En pesos corrientes .


nd No hay datos disponibles.
Interrupción de la serie.

144
Cuadro No. 3
Principales fuentes de ingreso del Estado mexicano, 1876-1911 (1)

Impuestos 11.lcomercio exterior Impuestos al comercio interior


Impuestos
Ingresos tot.ales al A importa- A expor· Ala Ala Ala.s Otros
Años tot.alea % comercio % Totalee % ciones te.dones Tot.ales % minería industria venta.e indirectos

1876-77 17,914,420 100.00 11,727,189 65.46 9,356,652 52.23 8,308,9031,047,749 2,370,537 (2) 13.23 702,651 nd 1,667,886 nd
1877-78 20,089,419 100.00 15,888,633 79.09 13,476,375 67.08 12,367,8971,107,478 2,413,258 (2) 12.01 362,487 nd 2,050,771 nd
1878-79 18,064,314 100.00 12,796,379 70.84 10,477,810 58.00 9,519,639 958,271 2,318,569 (2) 12.84 375,094 nd 1.943,475 nd
1879-80 21,370,901 100.00 16,643,599 77.41 12,683,960 59.35 11,719,341 964,619 3,869,639 (3) 18.06 1,030,741 145,504 2,683,394 nd
1880-81 24,894,769 100.00 17,281,765 69.42 14,659,235 58.88 13,769,461 889,784 2,622,530 (3) 10.58 267,742 128,909 2,.225,879 nd
1881-82 30,460.092 100.00 21,222,433 69.67 17,952,746 58.94 17,172,221 780,625 3,269,687 (3) 10.73 41,719 186,493 3,041,475 nd
1882-83 32,257,680 100.00 22,114,062 68.65 18,828,421 58.37 18,365,950 462,471 3,285,641 (3) 10.19 144,977 194,227 2,946,487 nd
1883-84 32,697,621 100.00 21,247,948 64.98 17,506,675 53.54 17,327,235 179,4-40 3,741,273 (3) 11.44 248,167 196,172 3,296,934 nd
1884-86 30,192,362 100.00 20,321,800 67.31 15,441,724 51.14 16,279,913 161,811 4,880.076(2) 16.16 222,025 nd 4,658,051 nd
1885-86 27,785,078 100.00 19,467,062 70.06 14,962,580 53.85 14,855,095 107,485 4,504,472 (2) 16.21 227,632 nd 4,276,940 nd
1886-87 31,158,368 100.00 23,102,735 74. l5 17,380,116 55.78 17,273,256 106,860 5,722,619 (2) 18.87 237,787 nd 5,484,832 nd
1887-88 34,009,035 100.00 25,444,425 74.82 19,083,084 66.11 18,968,216 114,869 6,361,341 (2) 18.70 120,594 nd 6,240,747 nd
1888-89 34,374,780 100.00 26,065,713 75.83 19,145,238 55.70 19,063,389 81,849 6,920,475 (2) 20.13 103,411 nd 6,817,064 nd
1889·90 38,586,673 100.00 29,605.028 76.46 22,280,083 57.74 22,181.696 98,387 7,224,945 (2) 18.72 109,962 nd 7,114,983 nd
1890-91 37,391,807 100.00 27,948,103 74.74 20,692,434 55.34 20,606.674 86,860 7,255,669 (Z) 19.40 123,962 nd 7,131,707 nd
1891-92 37,474,876 100.00 27,761,833 74.08 20,644,903 54.82 20,448,342 96,561 7,216,930 (2) 19.26 134,812 nd 7,082,118 nd
1892-93 37,692,284 100.00 25,861,326 68.61 17,278,927 45.84 17,187,451 91,476 8,582,399 (3) 22.77 417,826 223,848 7,941,225 nd
l8S3-94 40,211,748 100.00 27,879,185 69.33 16,658,616 41.43 15,621.504 I.037, 111 11,220,570 (3) 'l:7.90 806,987 1,560,467 8,853,116 nd
1894-95 48,945,698 100.00 31,682,314 72.09 19,506,073 4-4.39 18,278,212 1,227,861 12,176,241 (3) 27.71 893,863 2.488,180 8,794,248 nd
1895-96 50,521,474 100.00 38,016,488 75.25 23,8'1:7,616 46 .17 22,248,754 1'.078.862 14,688,872 (3) 29.07 3,274,945 2,684,925 8,729,002 nd
1896-97 51,495,628 100.00 39,021.448 75.78 23,179.113 45 .01 21,935,030 1,244,088 15,842.835 (3) 30.76 3,340,987 3,266,828" 9,235,520 nd
189H~8 52,697,986 100.00 40,228,814 76.34 22,818.849 43 .30 21,403,910 1,414,939 17,409,966 (3) 33.04 3,776,74-4 3,510,116 10,123,105 nd
1898-99 60,139,211 100.00 .W,688,489 77.55 2.8,042,110 46.63l 26,975,341 1,066,769 18,696,379 (3) 30.92 8,704,586 3,816,748 11,075,095 nd
1899-00 64,261,076 100.00 48,965,453 76.20 29,120,939 45.32 2.8,247.947 872,992 19,044,514 (3) 30.88 3,676,899 4,140,880 12,027,236 nd
1900-01 62,998,904 100.00 47,231,526 74.97 27,655,272 43.74 26,775,453 779,819 19,676,254 (3) 31.23 3,878,090 4,029,583 11,768,581 nd
1901-02 Sq,147,052 100.00 48,692,123 73.6 l 27,778,156 41.99 26,914,300 863,866 20,913,967 (3) 31.62 3,902 ,276 4,046,600 12,965,091 nd
1902-03 76,023 ,419 100.00 66,487,063 74.30 33,702,518 44.33 32,857,313 845,205 22,784,545 (3) 29.97 4,723,803 4,537,136 13,623.606 nd
1903-04 86,473,802 100.00 63,306,627 73.21 36,298,011 41.98 35,332,450 965,561 27,008,616 31.23 4,953,063 6,223,318 13,788,663 2,048,572
1904-05 92,083,889 100.00 66,625,265 72.35 39,136,110 42.50 38,218,806 917,304 27,489,155 29.85 4,949,620 6,440,142 13,989,988 2,109,405
1905-06 101,972,627 100.00 74,622,623 73.18 47,063,583 46.15 46.lli,080 · 946,503 27,559,040 27.03 2,904-,068 6,321,026 16,018,784 2,315,163
1906-07 114,286,122 100.00 81,904,365 71.67 53,406,424 46.73 52,351,568 1,054,856 28,497,941 24.94 2,629,528 6,267,972 17,157,436 2,443,005
1907-08 111,810,925 100.00 82,288,506 73.60 63,363,631 47.73 62,504,175 859,456 28,924.875 25.87 2,955,752 6,128,)73 17,262,395 2,578,565
1908-09 98,775,514 100.00 65,961,693 66.78 38,620,269 39.10 38.104,970 515,299 27,341,324 'l:7.68 2,686,659 5,691,628 16,287,903 2,675,184
1909-10 106,328,485 100.00 76,656,214 71.15 47,311,812 44.50 46,810,449 501,363 28,344.402 26.65 2,577,912 6,094,070 17,041,285 2,631.135
1910-11 111,142,405 100.00 77,833,484 70.03 49,369.383 44.42 48,902,834 466 ,549 28,464,101 25.61 2,532,057 6,146.949 17,006,192 2,778,903

Fuent.a: Seminario de Historia Moderna de México, &tadisticas ecoTIÓmicasdel Porfiriato, {u.erzo de trabajo yactiuid.ad económica por sectores, México, El Colegio de Méxíco,
~. pp. 199 y 201.
·~
(1) En pesos corriente8.
(2) Excluye impuestoa .a la industria y otros impuestos indirectos.
,.,1
(3) Excluye otros impuestos indirectos.
nd No hay datos disponibles.
CuadroNo.4
Impuestos Indirectos sobre las ventas, 1876-1911 (1)

<,·ílmpuest.os Impuestos Alcabalas (2)


totales sobre las
a las ventas en % % A efectos % A efectos %
Años ventas general (3) Totales (3) nacionales (4) extranjeros (4)

1876-77 1,667,886 733,830 44.00 934,056 56.00 926,822 99.23 7,234 0.77
1877-78 2,050,771 930,298 45.36 1,120,473 (5) 54.64 1,120,473 100.00 nd nd
1878-79 1,943,475 924,992 47.59 1,018,483 (5) 52.41 1,018,483 100.00 nd nd
1879-80 2,683,394 1,509,434 56.25 l, 173,960 (5) 43.75 1,173,960 100.00 nd nd
1880-81 2,225,879 1,043,422 46.88 1,182,457 (5) 53.12 1,182,457 100.00 nd nd
1881-82 3,041,475 1,428,632 46.97 1,612,843 53.03 1,255,514 77.84 357,329 22.16
1882-83 2,946,437 1,4-85,428 50.41 1,461,009 49.59 1,362,491 93.26 98,618 6.74
1883-84 3,296,934 1,867,080 56.63 1,429,854 43.37 1,348,362 94.30 81,492 5.70
1884-85 4,658.051 3,191,840 68.52 1,466,211 31.48 1,195,646 81.55 270,565 18.45
1885-86 4,276,940 2,486,830 58.15 1,790,110 41.85 1,234,270 68.95 555,840 31.05
1886-87 5,484,832 3,584,638 65.36 1,900,194 34..64 1,241,437 65.33 658,757 34.67
1887-88 6,240,747 4,294,128 68.81 1,946,619 31.99 1,246,666 64.04 699,953 35.96
1888-89 6,817,064 4,743,800 69.59 2,073,264 30.41 1,371,968 66.17 701,296 33.83
1889-90 7.114,983 4,763,620 66.95 2,351,363 33.05 1,544,419 65.68 806,944 34.32
1890-91 7,131,707 4,917,323 68.95 2,214,384 31.05 1,586,424 71.64 627,960 28.36
1891-92 7,082,118 9,923,212 69.52 2,158,906 30.48 1,557,742 72.15 601,164 'X/.85
1892-93 7,941,230 5,915,242 74.49 2,025,988 25.51 1,547,078 76.36 478,910 23.64
1893-94 8,853,116 6,748,782 76.23 2,104,334 23.77 1,604,407 76.24 499,9'X/ 23.76
1894-95 8,794,248 6,559,794 74.59 2,234,454 25.41 1,682,640 75.30 551,814 24.70
1895-96 8,729,002 6,561,375 75.17 2,167,627 24.83 1,517,096 69.99 650,531 30.01
1896-97 9,235,520 7,678,963 83.15 1,556,557 16.85 - - 1,556,557 100.00
1897-98 10,123,105 8,530,164 84.26 1,592,941 15.74 - - 1,592,941 100.00
1898-99 11,075,095 9,103,951 82.20 1,971,144 17.80 - - 1,971,144 100.00
1899-00 12,027,235 9,940,257 82.65 2,086,978 17.35 - - 2,086,978 100.00
1900-01 11,768,581 9,776,732 83.07 1,991,849 16.93 - - 1,991,849 100.00
1901-02 12,965,091 10,952,727 84.48 2,012,364 15.52 - - 2,012,364 100.00
1902-03 13,523,606 12,214,894 90.32 1,308,712 9.68 - - 1,308,712 100.00
1903-04 13,783,663 13,777,171 99.95 6,492 0.05 - - 6,492 100.00
1904-05 13,989,988 13,984,030 99.96 5,950 0.04 - - 5,958 100.00
1905-06 16,018,784 16,011,534 99.95 7,250 0.05 - - 7,250 100.00
1906-07 17,157,436 17,148,125 99.95 9,311 0.05 - - 9,311 100.00
1907-08 17,262,395 17,262,395 100.00 - - - - - -
1908-09
1909-10
16,287,903
17,041,285
16,287,903
17,041,285
100.00
100.00
-
-
-- -
-
-
-
-
-
-
-
1910-11 17,006,192 17,006,192 100.00 - - - - - -
Fuente: Seminario de Historia Moderna de México, op. cit.., p. 208.

(1) En pesos corrientes.


(2) Las alcabalas a efectos nacionales se eliminan en 1896 y a efectos extranjeros en 1907.
(3) Porcentajes respecto a impuestos totales a las ventas.
(4) Porcentajes respectó a alcabalas totales.
(5) Excluye alcabalas a efectos extranjeros.
nd No hay dato disponible
- No existe el dato o es cero.

146
Gráfica No. 1
Tot.a.l de Impuestos recaudados por
60 comercio exterior y lo correspondiente
a la aduana de Veracruz, 1825-1910"
50

40

30

20

Veracruzuz
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1825 1836 1~6 1870 1880 189() 1900 1910


• En escala aemilogarítmica de 2 ciclo.s.
F'ueote: Cl.ladro No. l.

147
Gráflca No. 2
Gul.Os del Gobierno Mexlcano

--------:------.----=-1~s25-~r-~185~~2~~-~---:---T--=-
lOO %',._ · G~.u.~de recaudación
7

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70 goslosde u.-sorer.a / : 'Z. ;

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30

20
-cae~ rtulit..ores
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10

1825 [830 1836 1840 lS45 1850 1852

• N.I. ~ No h"Y tnlonn•~ión. Mnico en la époro.,u lo,


Fuen<e: 811rbar& Tenen ~~m, p d de CuhurR Econo•
ogioru/03, 1821-1851. Mex,e<>, on º
mio,, l986, PP· 2\J.H.

Grá/k.11. No, 3
Gw,to~
d e l Gobierno
1880-19IO Me,c.lcano

Cu- d~ duudA públic. LICJ.

40

30

20
C&Jl.t.osmilit.ut-1!1
10

!880 [885 1890 ~ lS!lS 1900 1905 19IO


• .) r.odo 1881-lS.'lO.;ncluyo olJrUnos gJlJI"'"' en
Para e pe , bl' ro Am de-siloaar .
. pq,o ~e 'deud., pu o ~~x1co. F-Swdr.51icweoof\O~Lf:a.j
Fuente: El Colei.• . 1 Corl<>&Son Ju.en, op l'!I., p
del por(inalD. Mex,co, ~. ·• y
308 .

.148
Gráfica No,•~ -
lngreeoa del Elato do
Princlpa.le-a 1825-1911
120

110

100

90

60 lrnp1.1n.to.,.¡,1l
.•"Mmi-r<"lv
; :
70

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PucnLc: Cu•droo N'"'. 2 y 3.

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10

1625 1830 l~O

• N 1 : No hoy información.
Fuc·,;1.e,Barbar• Ten~nMb~':m,
agi<>1i.,1a&, 1821-1857. ex100,
r::::d~
M , en la ;poro dR /o,r
Cuhur,, E<-onó-
mic,i. 1986. pp. -.!13-14.

149
Gciiflc,, No. 8
lnl(r<.•11°"del Gobh:cno Mc:-.1,:.ino
1880-1910

JO
lmpuHto., 110br.
comr-rcio t"X\.l"ru,r

10

IAOO 1900 1~ Ul\0


1881 188S

90 Fuenl.o : Cu,,.dro No . 4.

--Ak11balu
___ hnpuestoa van.la.a en general
90

70

00

◄O ,_
',
----
10

150
Notas

1 Enrique Floresc.ano y Fernando Castillo (oompa.), 16 "Reglu que se observaban en la recaudación del

Controversia aobre la libertad de comercio en N~va derecho de aleaba.las antes del establecimiento del siste-
Españn, 1776-1818, México, Instituto Mexicano de ma federal, a las cuales debe sujetarse el derecho de
Comercio Exterior, 1975-76, t. I, pp. 18-19. consumo sobre efectos extranjeros y el de alcabalas sobre
2
Enrique Florescano e Isabel Gil (comps.), Descrip- nacionales, según el artículo 5o. del decreto del congreso
ciones económicas generales de N~va España, 1784- general fecha 24 de agosto último. Se añaden otras
1817, Mexico, Secretaría de Educación Públíc.a-INAH, conforme a la.a leyes dictadas por el cobro del mismo
1973, p. 162. derecho de consumo. Circular de la Secretaría de Ha•
3 John Tutino, •auen-a, comercio colonial y textiles cienda de 7 de octubre de 183Ct, en Basilio José Arrillaga,
mexicanos.: El Bajío, 1586-1810·, en Hi.atoricu 11, Méxi- Recopilación de leyes, decretos, bandos, reglamentos,
co, Dirección de Estudios ffistóricos, INAH, octubre- circulares y providencia8 de los supremos poderes y otras
diciembre 1985, pp. 35-45. autoridndes de la República Mexicana formada por
4
Juan Carlos Garavaglia y Juan Carlos Grosso, •1,.a orden del .Supremo Gobienw por el Licenciado Basilio
diferenciación económica regional en la Nueva España José Arrillaga, México, Imprenta de J.M. Ferruindez de
de fines del periodo colonial•, mecanoe.scrito, México, Lara, 1838, pp. 450-453.
1984, pp. 11-14 y 19-23; José Joaquín Real Díaz y 17 "Decreto del Congreso del Estado de México pro-

Manuel Carrera Stampa, lA8 ferias comerciales en Nueva mulga.do el 1O de julio de 1835 por-el gobern.e.dor Manuel
España, México, Instituto Mexicano de Comercio Exte- Díez de Bonilla al que se anexa la Instrucción de alcaba-
rior (s.a.), pp. 180-113, 117-121 y 131-132; David A. las o sea legitimidad de adeudos de alcabalas y pulques
Brading, Mineros y comerciantes en el M exico borbónico, de la Nueva España para que los administradores hagan
1763-1810, México, Fondo de Cultura Económica, 1975, la debida exacción en los casos que por lo regular se
p. 160 y 88. ofrecen en las aduanas. Firmada por el Lic. José Mariano
6
Brí.an Hamnett. Política y comercio en el sur de de Arce y Echegaray en México el 31 de marzo de 1794-·,
México, 1750-1821, México, Instituto Mexicano de en Basilio José An-illaga, !bid., pp. 457-523.
Comercio Exterior, 1976, passim; David A. Brad.ing, op. 18 -circular de la 'jefatura' superior de hacienda de
ciL, passim. México de 2 de noviembre de 1838 sobre que las aduanas
8
Javier Ortiz de la Tabla, Come,:cio e:.r:teriorde Vera- ministren los datos necesarios para la formación de las
cruz, 1778-1821. Crisis de Independencia, Sevilla. Es- tarifas del ramo del viento, e Instrucción para que los
cuela de Estudios Hispano-Americanos, 1978, pp. 25-28; administradores de aduanas bagan la legítima exacción
Enrique Florescano y Fernando Castillo (comps.), op. de los derechos de alcabalas y demás impuestos en los
cit., t. 1, p. 253. que por lo regular se ofrecen en las propias aduanas de
7
David A. Brading, op. cit., pp. 160-166. la contaduría general del Estado dado en Toluca el 28 de
8 Archivo del Ayuntamiento de la ciudad de México, febrero de 1835", en Basilio José Arrillaga, Jbid..,pp. 414-
Ramo Corredores, libro 572, e:,cp.14, f. 52. 4-44.
9 19
Archivo del Ayuntamiento de la ciudad de México, ·Decreto de noviembre 15 de 1841 •, en Manuel
Ramo Corredores, libro 572, exp. 14, f. 78, 18 de noviem- Dublán y José María Lozano, Legisl.acion o colección
bre de 1834. complet.a de las disposiciones legislativas erpedidas desde
1º lbid, f. 52, Queja deJose Marticorena de la comisión la Independencia de la República ordenadas por los
del Ramo de Corredores, 24 de diciembre de 1839. licenciados ... , México, Imprenta del Comercio a cargo de
11
Jan Baza.nt, Los bienes <k la Iglesia en. México, Dubla.ny Lozano, hijos, vol. IV, 1876, pp. 51-58.
1856-1875: aspectos económicos y sociales de la revolu- 20
ªDecreto de noviembre 23 de 1855~, en Manuel Du-
ción liberal, México, El Colegio de México, 1977, pp. 95- blán y José Maria Lozano, ]bid., vol. VIII, p. 603.
96. 21 Pablo Macedo, "La evolución mercantil·, en México
12
lbid., p. 95. su evolucion social, México, J. Ballesca y Compañía,
13
Alfredo Lagunilla I.ñarritu, La bolsa en el mercado Sucesor, 1901, vol. 2, p. 195.
22
de valores di! México y su ambiente empresarial, México, Título 111de las obligaciones comunes a todos los
Bolsa Mexicana de Va.lores, S.A. de C.V., 1976. vol. l,pp. que profesan el comercio, del código de comercio de mayo
3-86. 16 de 1854, en Manuel Dublán y José Maria Lozano, op.
14
Ordenanzas de la Ilustre Universidad y casa de cit., vol. VII, pp. 98, 99.
contratación de la M.N. y M.L. Villa de Bilbao, Paria, 23
Título II de las obligaciones de los comerciantes del
Ce.ea de la Rosa Liber, 1829, p. 8. código de comercio de abril 20 de 1884, en Manuel
16
Carlos Petit, La compañia. mercantil bajo el régi- Dublán y José Maria Lozano, [bid., vol. XV, pp. 576-
men de l.a.sOrdenan.zas de Bilbao, 1737-1829, Sevilla, 578.
Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1986, p. 15, 2.j Tí lulo II de la obligación de los comerciantes e todos
Serie Derecho, 40. los que profegan el comercio, del código de comercio de

151
septiembre 15 de 1889, en Manuel Dublán y José María 33 ]bid.
34
Lozano, ]bid., vol. XIX, pp. 553-558. Título III, sección quinta de las facultades del
25
·Código de comercio de mayo 16 de 1854", en Congreso General, artículo 50 inciso Vlll, de la ·Con.sti•
Manuel Dublán y José María Lozano, Ibi.d., vol. VlI, pp . tución de los Estados Unidos Mexicanoa de octubre 4 de
95-200. 1824·, en Manuel Dublán y José Maria Lozano, op. cit.,
ie Roberto L. Mantilla Moline, [)erec}II) MercantiL vol. 1, p. 724.
36
Introducción, y conceptos fundamentales y sociM.a.d.es, Ver nota 27; ·Acta de reformas conatitucionales de
México, Editorial Pom.ie, 1966, pp. 15 y 16. mayo 18 de 184r, artículos 20 a 22, en Manuel Dublán
TI [bid. y José Maria Lozano,Ibid., vol. V, pp. 276-277;Título 11I,
~Título UI, párrafo III de las facultades del Congreso capítulo 11, sección III de las facultades del Congreso,
de le Unión, artículo 72, nurn.eros IX y X. •eon.stitución artículo 73, fracciones Vll a X, en CoT1.Btitución Política
política de la República Mexicana de febrero 12 de 1857", de loBE6tados Unidos Mexicanos, 1917, México, Edición
en Manuel Dublán y José María Lozano, op. cit., vol. del Partido Revolucionario lnstitucional, 1981, pp. 79-
VIII,p. 392. 80.
29 36
Decreto del Congreso de los Estados Unídoa Mexi- Inée Herrera, ªLa circulación: transporte y comer-
canos de diciembre 15 de 1883", donde se autoriza al cio", en Ciro Card.oso (coord.), México en el sigl-0 XIX,
ejecutivo a ex.pedir los códigos de minería y comercio (1821-191 O),historia económica y del.a estn.u:tu.ro social,
obligatorios en toda la Republica, incluyendo en el últi- México, editorial Nueve lmegen, 1980, pp. 209-214 y
mo las iruitituciones bancarias. Se incluye un artículo 453-458.
transitorio que obliga al ejecutivo a dar cuenta del uso de 37
Inée Herrera, El comercio exterior de México, 1821-
la facultad que le establece la ley, en Re.copi.lación de 1875, México, El Colegio de México, 1977, p. 53 .
leyes, decretDs y providencias de los poderes legi.s/atiuo y as Luis G. La.butida, Estudio de las leyes fede-
ejecutivo de la Unión f armada por la redacción del Diario rales sobre administración fiscal, México, tipografía
Oficial, México, lmprenta del Gobierno en Palacio, t. de la Oficina Impresora del Timbre, 1899, pp, 417-
XLI, julio-diciembre 1883, pp. 502, 503: 421.
30 39
"Código de comercio de los Estados Unidos Mexica- Jaime Olveda, El sístema fiscal de Jalisco (1821-
nos de abril 20de 1884",enMsnuel DublányJoséMaría 1888), México, Gobien\o del Estado de Jalisco, Secreta-
Lozano, op. ciL, vol. XV, pp. 571-740. ría General de Gobierno, 1983.
31
Código de comercio de los Estados Unidos Mexica- '°Mario Cerruti, Eéonom"Úl degu.erroy poder regional
nos de septiembre 15 de 1889, en Manuel Dublán y José en el siglo XIX. Gastos m ilitareo, aduaTl.0.$y comerciantes
María Lozano, lbid., vol. XIX, pp. 552-711. en años de Vidaurri (1855-1864), México, Archivo Gene-
32 Pablo Macedo, "La evolución mercantil", op. cit., ral del Estado de Nuevo León, 1983, pp. 67-81.
vol. 2, p. 217. u !bid.

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La fábrica producía sobre todo papel de periódico, pero l.ambién
elaboraba papel de estraza y piu-a envolver pilones de azúcar, bolsas
comerciales, y papel para libros y oficina .

153
"Me doblo pero no me quet'lro ... • Del departamento de empaque salia la
producción para transportarla a diferentes destinos y consumidores. A los
cargadores les llamaban los ·generales", • ... era gente especializada para
cargar, no cualquiera terúa esa resistencia física· .

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