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Estar Exiliado del sur: una mirada des de Rodolfo kusch a violeta parra

Desde hace un tiempo viene sonando en mi cabeza, la música de Violeta Parra.


Pareciera ser que, su canto nace desde la tierra y de lo más hondo de la cultura
Americana y es inevitablemente, al hacer aquellas observaciones, no pensar en otra
cosa, que no sea la filosofía de Rodolfo Kusch. Si la conexión se hace inmediatamente,
entonces es necesario poner de manifiesto la unión de estos dos importantes pensadores
latinoamericanos, sabiendo que no pertenecen a las mismas categorías “del pensar”,
pero sin que esto importe debido a que, aunque, se desarrollan en ámbitos culturales
diferentes, desde veredas distintas, buscan el mismo fin.

Ahora bien, si he decidido concebir ésta relación, es debido a la necesidad de hacer una
revalorización de la cultura popular de los pueblos Latinoamericanos. Revalorización
que traerá consigo un mayor entendimiento de nuestra identidad, de nuestra cultura y
por lo tanto, de nuestra filosofía. Porque la omisión de nuestros mitos no han hecho más
que ocultarnos lo verdaderamente latinoamericano.

Es debido a aquello, que marco como propósito para esta ponencia lograr aplicar
algunas de las características más relevantes de la filosofía de Kusch a dos canciones –
El guillatún y la exiliada del sur - de Violeta Parra, conciente en que quizás no sea más
que un esbozo de su pensamiento, debido a la gran obra de nuestro filósofo. De esta
forma deseo aplicar concretamente categorías de Rodolfo Kusch en cantos campesinos
chilenos como expresión de su filosofía.

No hay nada más difícil que hablar sobre el pensamiento latinoamericano, debido a que
siempre que reflexionamos sobre él aplicamos categorías de otros continentes en
especial, del europeo. Estas categorías no solamente se aplican a los problemas que
pueda resolver la filosofía, sino en todos los que se pueden relacionar con algún ámbito
de nuestra cultura.

Esta imposibilidad ha sido largo tema de pensadores hispanoamericanos que quieren dar
una nueva visión del mundo latinoamericano y entre ellos se destaca el pensador
argentino Rodolfo Kusch, el cual nos señala que la problemática de la cultura
latinoamericana se encuentra en que: “El panorama cultural de América Latina es
penoso: por una parte se da la gran ciudad, requerida por un cosmopolitismo forzado,
sostenido por una clase media adinerada evadida de la realidad, que campea entre
empresarios y novedades importantes y, por el otro, lado la pequeña ciudad en la cual el
resentimiento lleva a un folklorismo extremo”.
Es debido a estos dos panoramas de la sociedad cultural latinoamericana que no somos
capaces de ver a nuestro continente como un corpus unido. Esta falta de unión – entre la
burguesía de la clase media (europea) y de los sectores populares, como campesinos e
indígenas (americana) – crea una supuesta división en nuestro continente. Pero entre
estas dos tendencias nos encontramos con algo que es común, el suelo. Esta concepción
de suelo va más allá de caminar por la calle Matucana en la ciudad de Santiago de Chile
o por la plaza Independencia en Mendoza, en palabras de Kusch: “ese suelo así
enunciado, que no es ni cosa, ni se toca, pero que pesa, es la única respuesta cuando uno
se hace la pregunta por la cultura. El suelo simboliza el margen del arraigo que toda
cultura debe tener. Es por eso que uno pertenece a una cultura y recurre a ella en los
momentos críticos para arraigarse y sentir que está con una parte de su ser prendido al
suelo”.

Suelo que queda explícito en la canción La exiliada del sur de Violeta, pues en éste no
nos encontramos con un mero pasar, sino con un transitar, donde la cantautora va
dejando su cuerpo por el territorio por donde va pasando, territorio que no es solamente
físico, sino más bien donde se simboliza su cultura y así siempre una parte de su ser
estará unido a su suelo, en el aquí y ahora. Por ejemplo: Un ojo dejé en los lagos/ Mi
brazo derecho en Buin / Mis nervios dejo en Graneros/ La sangre en San Sebastián, etc.

Otra de las características del pensar filosófico de Rodolfo Kusch es establecer dos
ámbitos culturales distintos en América: el ser y el estar. El ser corresponde a los
sectores burgueses europeizantes y el estar con las culturas populares. El estar se
relaciona mucho con el punto tocado anteriormente, como nos señala Kusch: “Estar…se
liga a situación, lugar, condición o modo, o sea a una falta de armado, apenas a una pura
referencia al hecho simple de haber nacido, sin saber para qué, pero sintiendo una rara
solidez en esto mismo, un misterio que tiene antiguas raíces”

Como podemos observar en la exiliada del sur: Mi brazo derecho en Buin / Quedó,
señores oyentes / El otro por San Vicente / Quedó no sé con qué fin. Donde Violeta
muestra claramente que está inmersa en la totalidad, no busca causal al hecho de perder
sus extremidades, está absorbida en sí misma y tiene la referencia de estar viva pero esto
no hace que busque los por qué, solamente está sometida a sus circunstancias y las
acepta tal cuál se van dando y es por esto que nos señala: no sé con qué fin, ha pasado
señores oyentes.

Además Enrique Mareque nos dice: “Las culturas precolombinas eran estáticas, en el
sentido de girar en torno a un estar aquí desde donde se contempla el acontecer como
quién se halla en el centro de un débil equilibrio entre fuerzas antagónicas. Este mero
estar implica la conciencia de ‘estar arrojado’ en medio del hervidero del mundo”.
Mareque con lo que se refiere a fuerzas antagónicas es a las circunstancias del hombre
americano, pues siempre está expuesto a la ira o bendición de dios, que puede traer
como consecuencia el exterminio de toda vida o la salvación de ésta y Kusch, en
relación a los contrarios o fuerzas antagónicas, nos agrega: “siempre habrá vida pero
junto a la muerte, siempre orden pero junto al caos, como también dios junto al diablo”

Violeta Parra nos demuestra, otra vez, esta característica del estar, en la extraordinaria
canción El Guillatún donde nos señala: La lluvia que cae y vuelve a caer / Los indios la
miran sin hallar qué hacer / Se arrancan el pelo, se rompen los pies / Porque las
cosechas se van a perder. /Se juntan los indios en un corralón, /Con los instrumentos
rompió una canción / La machi repite la palabra sol /Y el eco del campo le sube la voz.
En este texto se va claramente, primero, la conciencia de ‘estar arrojado’ en medio del
movimiento del mundo. Cuando la lluvia comienza a caer, es visto como un hecho
producido por un Dios o, también, que puede ser solucionado por uno y en seguida para
ayudar a resolver el problema, los indígenas - en este caso mapuches - deciden hacer un
guillatún, que es una ceremonia en la que ruegan a la divinidad de la lluvia o bonanza,
para así poder restablecer el orden natural de la vida y kusch nos explica que: “por eso
los pueblos, que son muy pobres, dicen siempre la misma cosa: buscan en la danza, en
el mito, en la copla, el equilibrio de los opuestos” . Como se ha podido observar, el
indígena vive con el cara y sello de una moneda, por lo tanto, debe estar en un constante
rito para lograr el equilibrio de ésta.

Al observar que el ser humano de estos pueblos americanos pobres se encuentra siempre
entre dualidades como, muerte– vida, dios- demonio, es inevitable pensar en que ellos
dan respuesta a esto a través de símbolos, símbolos míticos como dios y cualquier
sociedad burguesa que niegue este hecho, será negado por la sociedad popular, esto es a
lo que se llama, pensamiento de la negación.

En una lógica de la negación Kusch, además, nos señala: “Esto, por su parte, se
advierte en el hecho de que el proyecto de existir surge de una inmersión en lo negativo
mismo. No habría proyecto si no hubiera un horizonte de negación que niega o tiende a
negar el hecho mismo de vivir. Enfermedades, miedos, amenazas políticas, o de
autoridades, la simple angustia de no poder realizarse, todo ello condiciona el proyecto
en sí y hace al proyecto lo que la negación a la afirmación”.

Para Abraham Haber: “El indígena está incluido en la totalidad y cualquier desajuste del
cosmo lo incluye, pero a su vez el equilibrio interno del cosmo también depende del
indígena”. Caso que se ve perfectamente resumido en el Guillatún: El rey de los cielos
muy bien escuchó / Remonta los vientos para otra región / Deshizo las nubes después se
acostó / Los indios la cubren con una oración. Ya que, para dar respuesta al problema
que tenían, el indígena la busca en su interior y así como se veían afectados por la
totalidad del cosmo – morir de hambre por perder la cosecha – a través de su ceremonia
y cantos la han salvado y devuelto el orden natural.

Ahora bien, es necesario señalar que en el caso de los indígenas todo su pensar se
mueve basado en el símbolo, por ejemplo la lluvia en el caso de la canción de Violeta
Parra era una representación de su Dios, por lo tanto debían hacer el ritual. Kusch nos
indica que: “el rayo es un símbolo de la irrupción de lo sagrado en el mundo”

Ahora bien y para ir cerrando, quisiera volver hacer referencia a la noción de cultura de
Rodolfo Kusch y además, dar la visón del filósofo sobre el artista latinoamericano. Él
plantea que debe existir una transformación de la cultura, dejar de verla como un
proceso económico de mercado y americanizarla y es en este proceso dónde: “He aquí
la paradoja. Una cultura americana no ha de consistir en ver alguna vez un cuadro y
decir que ese cuadro es americano. Lo americano no es una cosa. Es, simplemente, la
consecuencia de una decisión por lo americano entendido como un despiadado aquí y
ahora y, por ende, como un enfrentamiento absoluto consigo mismo. La cultura
americana es ante todo un modo: el modo de sacrificarse por América. ¿Y qué saldrá de
esto? No lo sabemos pero es absolutamente imprescindible”.

Hecha la pregunta, nos gustaría responder, otra vez, con la inacabable Violeta, que nos
indica que en el sacrificarse por América el resultado no es más que la destrucción de lo
esencial de un ser humano, en su caso el “ser” cantautora: Desembarcando en Riñihue /
Se vio a la Violeta Parra / Sin cuerdas en la guitarra/ Sin hojas en el coligüe.

“Por lo tanto se deja caer al sujeto”: Un ojo dejé en los lagos / Mi brazo derecho en
Buin / Mi pecho en Curacautín / Mis manos, en Maitencillo / Mi blusa en
Perquilauquén / Mis nervios dejo en Graneros / La sangre en San Sebastián / Mi
riñonada en Cabrero / Y en una calle de Itata / Se me rompió el estrumento.Y, después
en última instancia “donde compea únicamente la circunstancia”: y lo único que queda
es un mapa de los pueblos del sur de Chile, nuestra circunstancia: los lagos, Parral,
Buin, San Vicente, Curacautín, Maitencillo, Pelequén, Perquilauquén, San Rosendo,
Quiriquina, Temuco, Calbuco, Chacabuco, Graneros, San Sebastián, Chillán, Cabrero,
Itata, Nacimiento, y Riñihue.

De lo anterior se desprende que, las categorías de la filosofía de kusch se pueden ver


claramente en los cantos considerados populares, como se ha demostrado en esta
ponencia. Que las categorías de un filósofo latinoamericano sirvan para explicar
nuestras propias producciones culturales, nos motiva a que nos volquemos hacia los
filósofos latinoamericanos para explicar nuestra propia cultura, dejando de lado los
modelos de análisis entregados por la cultura europea y así poder aventurarnos en la
búsqueda de una identidad y pensamiento propia.

Siendo las categorías: concepto de suelo, el estar, la negación, lo arcaico y lo cultural;


aplicadas a las composiciones musicales de Violeta Parra: La exiliada del sur y El
Guillatún, una muestra fehaciente de que al conocer más las raíces culturales originarias
de nuestros pueblos latinoamericanos, podremos llegar al mejor camino para comenzar
a ingresar en la búsqueda de una filosofía latinoamericana.

La importancia de valorar lo popular - que para nosotros, influenciados por la mirada


europeizante consideramos bárbaro, inferior –está en que, nos puede servir como base
para seguir mejorando el pensamiento propio que hemos estado desarrollando y además
cumpliríamos la invitación que nos entregan los otros filósofos latinoamericanos:
invitación a volver la mirada hacia nosotros mismos, hacia lo propio.

Sólo falta por señalar, que es en la búsqueda de lo cotidiano donde se encuentra el


camino, para lograr la creación modelos americanos que sirvan para resolver problemas
americanos. Ruta que aún no ha sido totalmente explorada.

Rodolfo Kusch , La transformación de la Cultura en América,

Ídem.

Rodolfo Kusch, El deseo de ser Alguien.

Enrique Mareque, Líneas Fundamentales del Pensamiento de Rodolfo Kusch.

Rodolfo Kusch, América Profunda, en: Líneas Fundamentales del Pensamiento de


Rodolfo Kusch, Enrique Mareque.

Ídem.

Rodolfo Kusch, Una lógica de la negación para comprender a América.

Abraham Haber, Reflexiones sobre el estar en la filosofía de Rodolfo Kusch.

Rodolfo Kusch, Esbozo de una antropología filosófica americana, en: Líneas


Fundamentales del pensamiento de Rodolfo Kusch, Enrique Mareque.

La transformación de la Cultura en América, Rodolfo Kusch.

Rodolfo Kusch, El pensamiento indígena y popular en América,. En: Líneas


Fundamentales del pensamiento de Rodolfo Kusch, Enrique Mareque.

Ídem.

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