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El texto expositivo-explicativo
1. El texto expositivo
El texto expositivo tiene como objetivo informar especializadamente sobre un tema, con una estructura ordenada y
jerarquizada. La noción de texto expositivo va muy ligada a la de discurso académico, destinado a la información y
comunicación de conocimientos. Es importante distinguir entre:
Exposición Texto explicativo Texto informativo
Secuencia textual con una
Macrogénero caracterizado por su organización esquemática prototípica Todo texto que presenta desarrollo
función y contexto de uso y unos rasgos lingüísticos temático
característicos
Con frecuencia aparece la relación de causalidad, donde unos hechos provocan unos determinados resultados.
La descripción también es un apoyo insustituible en la exposición, usada para enumerar la naturaleza, partes y
finalidad de un objeto o fenómeno; o para informar sobre el funcionamiento de algunos aparatos. Del mismo modo,
puede emplearse para explicaciones que conlleven el paso del tiempo (marcadas por aspectos narrativos). Para ello,
suelen usarse marcadores discursivos temporales, verbos en pretérito, etc.
Otra técnica es la disposición: la ordenación clara y coherente del contenido. Es habitual comenzar por nociones
generales a modo de presentación, para después exponer lo que se quiere comunicar. La elección del orden
cronológico o lógico dependerá de la intención comunicativa del autor.
2. El texto explicativo
Explicar es hacer entender un concepto o una situación. Es importante orientar la presentación de la información para
que se adecúe a las necesidades y conocimientos de los destinatarios, haciendo posible la comprensión.
Exposición Explicación
Hacer comprender a alguien cómo es, cómo funciona o
Informar ordenadamente sobre una materia
por qué se produce un hecho o actividad
Explicar exige establecer de antemano unos parámetros de adecuación a los fines y los destinatarios, pues solo así
cumplirá su función la secuencia explicativa.
Opcionalmente, una explicación puede iniciarse con un marco o presentación del problema planteado. También se
suelen combinar en un mismo discurso fragmentos explicativos y argumentativos.
Calsamiglia-Tusón señalan:
● Definición: delimitación del problema.
● Clasificación: agrupación de los objetos en clases o categorías.
● Reformulación: expresar de la forma más comprensible algo que se ha nombrado con términos específicos.
Es un procedimiento redundante pero imprescindible.
● Ejemplificación: mediante los ejemplos se acercan a la experiencia del lector formulaciones que podrían
resultar abstractas o lejanas.
● Analogía: mediante comparaciones y metáforas se relacionan los objetos explicados con otros de distinto
campo con los que mantienen algún tipo de relación de semejanza.
● Citación: aportar voces expertas que confirmen y den credibilidad al planteamiento explicativo.