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Fibromialgia asociada a depresión y ansiedad

¿Qué es la depresión?

Síndrome caracterizado por una tristeza profunda y por la inhibición de las


funciones psíquicas, a veces con trastornos neurovegetativos.

La depresión es un trastorno frecuente que implica un estado de ánimo deprimido


y/o la pérdida casi completa de interés o placer en actividades que antes se
disfrutaban; son frecuentes las manifestaciones somáticas.

El diagnóstico debe realizarse mediante entrevista clínica y no ser derivado


únicamente de cuestionarios, ya que estos por sí solos no permiten la realización
de un diagnóstico individual.

Depresión mayor: criterios DSM-V

Para poder clasificar un trastorno depresivo, como un trastorno de depresión


mayor, el DSM-V propone los criterios que deben tenerse en cuenta para su
diagnóstico. Los criterios DSM-V de la depresión mayor son:

1. Para poder determinar la aparición de un trastorno de depresión mayor, cinco (o


más) de los siguientes síntomas deben aparecer al mismo tiempo durante dos
semanas, representando un cambio en el modo de funcionar que tenía la
persona que se aprecie en el estado de ánimo deprimido, o bien, en la pérdida de
interés en las cosas, de motivación o placer:
 Debe apreciarse un estado de ánimo deprimido gran parte del día, en casi todos
los días.
 Se aprecia una disminución del interés por las actividades que solían generar
dicha emoción, durante casi todo el día, la mayor parte de los días.
 Se produce una pérdida o aumento de peso.
 Alteraciones en los hábitos del sueño, como insomnio o hipersomnia, casi todos
los días.
 Uno mismo y su entorno observan una mayor agitación o disminución
psicomotora, casi todos los días.
 La persona se siente fatigada y/o con falta de energía, casi todos los días.
 Aparecen sentimientos de culpabilidad y de inutilidad excesivos.
 Dificultad para mantener la concentración o para tomar decisiones.
 Aparecen pensamientos relacionados a la muerte de forma recurrente, que
pueden ser ideaciones suicidas sin un plan determinado por llevarlo a cabo,
intentos de suicidio o meditaciones previas para llevar a cabo el suicidio.
También se deben cumplir los siguientes criterios:
1. La aparición de los síntomas generan un elevado malestar que genera un
deterioro en las diferentes áreas en las que se encuentra la persona, como
laboral o social.
2. Los síntomas no pueden estar relacionados al consumo de una sustancia, a un
efecto fisiológico o a una enfermedad médica.
3. El episodio depresivo no concuerda mejor con un diagnóstico del trastorno
esquizoafectivo, esquizofrenia, esquizofreniforme, un trastorno delirante u
cualquier otro trastorno no especificado de entre los trastornos psicóticos.
4. Nunca se ha dado un episodio maníaco o hipomaníaco.

¿Qué es la ansiedad?

Los trastornos de ansiedad son condiciones frecuentes, las cuales generan


complicaciones del desarrollo, psicosocial y psicopatológico.

Ansiedad y preocupaciones excesivas (anticipación aprensiva), que se produce


durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en
relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).

A. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.

B. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas


siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más
días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses (Nota: En
los niños, solamente se requiere un ítem):

a. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.


b. Fácilmente fatigado.

c. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco

d. Irritabilidad.

e. Tensión muscular.

f. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar


durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).

C. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar


clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.

D. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p.


ej., una droga, un médicamente) ni a otra afectación médica (p. ej.,
hipertiroidismo).

E. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o
preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico, valoración
negativa en el trastorno de ansiedad social (fobia social), contaminación u
otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo, separación de las
figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, recuerdo de
sucesos traumáticos en el trastorno de estrés postraumático, aumento de peso
en la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas
somáticos, percepción de imperfecciones en el trastorno dismórfico corporal,
tener una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por enfermedad, o el
contenido de creencias delirantes en la esquizofrenia o el trastorno delirante.

Criterios CIE-10 para el diagnóstico del Trastorno de Ansiedad Generalizada

Fuente: Organización Mundial de la Salud


La característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y
persistente, que no está limitada y ni siquiera predomina en ninguna circunstancia
ambiental en particular (es decir, se trata de una “angustia libre flotante”). Como en el
caso de otros trastornos de ansiedad los síntomas predominantes son muy variables,
pero lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, con
temblores, tensión muscular, sudo-ración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias
epigástricas. A menudo se ponen de manifiesto temores a que uno mismo o Un
familiar vaya a caer enfermo o a tener un accidente, junto con otras preocupaciones y
presentimientos muy diversos. Este trastorno es más frecuente en mujeres y está a
menudo relacionado con estrés ambiental crónico. Su curso es variable, pero tiende á
ser fluctuante y crónico.

Pautas para el diagnóstico

El afectado debe tener síntomas de ansiedad la mayor parte de los días durante al
menos varias semanas seguidas. Entre ellos deben estar presentes rasgos de:

1. Aprensión (preocupaciones acerca de calamidades venideras, sentirse “al


límite”, dificultades de concentración, etc.).

2. Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión,


temblores, incapacidad de relajarse).

3. Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardia o taquipnea,


molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca, etc.).

En los niños suelen ser llamativas la necesidad constante de seguridad y las quejas
somáticas recurrentes.

La presencia transitoria (durante pocos días seguidos) de otros síntomas, en


particular de depresión, no descarta un diagnóstico principal de trastorno de ansiedad
generalizada, pero no deben satisfacerse las pautas de episodio depresivo, trastorno
de ansiedad fóbica, trastorno de pánico o trastorno obsesivo-compulsivo.

La depresión y la ansiedad son patologías con una alta prevalencia en la


actualidad, en cuya etiología influyen tanto factores endógenos como exógenos,
entre los que cabe destacar una sociedad cada vez más exigente en el terreno
personal, la actividad laboral estresante, la situación económica, etc. En la
población normal existe una alta prevalencia de estas patologías, pero se ha
descrito una mayor asociación con la fibromialgia. El mecanismo etiopatogénico
de dicha asociación no está bien demostrado, pero se han barajado numerosas
causas, entre las que destacan el mecanismo de estrés crónico, el dolor crónico,
la frustración personal tanto dependiente como independiente de la enfermedad, la
automedicación, el retraso diagnóstico, la falta de eficacia de los tratamientos, etc.
Asimismo, los problemas laborales y del entorno socio familiar influyen
negativamente en el estado anímico del paciente, pudiendo verse abocado a la
automedicación, ya sea para paliar el dolor que sufre, para tratar otros síntomas
asociados (como los trastornos del sueño), o para intentar sobrellevar esos
sentimientos de desesperanza, culpabilidad y desesperación.

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia consiste en una activación del sistema inmunológico, mientras que


la depresión supondría una supresión del mismo, describiendo por lo tanto un
criterio de diagnóstico diferencial de ambas patologías. Un estudio centrado
únicamente en ansiedad recogió el nivel de ésta en pacientes con dolor crónico,
pacientes con fibromialgia, y un grupo de control sin patología, observándose
ansiedad en todos los grupos con dolor crónico, pero mayor en los fibromiálgicos.
Dicha relación se ve fuertemente beneficiada de los programas de reducción de
ansiedad en pacientes fibromiálgicos (circulo dolor-ansiedad tensión-dolor), ya que
los pacientes presentan una mejoría en el estado emocional, así´ como una
reducción del dolor. Estas alteraciones psicopsiquiátricas provocan un estado de
desánimo en el que el paciente no es capaz de asumir y plantarle cara a la
enfermedad, aumentando su intensidad y creando un círculo vicioso en el que los
síntomas de fibromialgia incrementan la sensación de desesperación, lo que
deriva en un empeoramiento de las alteraciones psicopatológicas, e impide
solucionar y sobrellevar la fibromialgia. También se ha descrito cierta asociación
con alteraciones psicológicas que predisponen a la patología psiquiátrica descrita
(hipocondría, trastorno de personalidad, alexitimia, etc.) Hay que destacar que los
fibrobromiálgicos presentan una ansiedad elevada ante la evaluación y asunción
de responsabilidades, algunos elementos fóbicos, e incluso, ante la vida cotidiana
normal y corriente. Lo que no se ha registrado es una diferencia significativa en las
relaciones interpersonales de estos pacientes respecto a otros pacientes
aquejados de dolor crónico, pero en la práctica clínica que conocen dichos
problemas en las relaciones personales y familiares. De todas formas, lo que sí
hay que resaltar es que 75% de los depresivos acude por síntomas somáticos; un
25% es diagnosticado de trastornos psiquiátricos definidos; casi un 70% de los
que padecen dolor crónico presentan alteraciones psicológicas/psiquiátricas; y en
los pacientes la depresión y la ansiedad son patologías muy fuertemente unidas a
cualquier tipo de enfermedad crónica, apareciendo en un 30% de ellas; un que
describen dolor, aparte de otra sintomatología, al acudir a su médico (una
frecuencia aproximada de un 20–80% de todas las consultas realizadas a éstos),
refieren patología psiquiátrica en un 40%9 .
En un comunicado de la Secretaría de Salud, de fecha 9 de diciembre del 2018,
dice, que en los últimos 15 años se han atendido a poco más de 800 pacientes
con estas características.

la fibromialgia es un padecimiento de difícil diagnóstico porque no existen análisis


de laboratorio que alerten sobre su presencia, por lo que llegan a los servicios de
salud hasta siete años después de que iniciaron los síntomas.

Los pacientes con esta condición presentan un dolor llamado neuropático, -con
una constancia mínima de seis meses-, que es ocasionado por el mal
funcionamiento de una fibra nerviosa. Su dolor es similar al que padece una
persona con un pie diabético o con un herpes zóster.

“No se tolera la ropa, ni ningún tipo de estímulo. La sensación es un dolor


ardoroso, quemante, o como si se recibieran choques eléctricos”, ejemplificó.

Para este tipo de síntomas, en las sesiones se ofrece a los pacientes algunas
recomendaciones como el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, para
evitar la debilidad y el dolor muscular, e ingerir un máximo de ocho vasos de agua,
para evitar la desmineralización del cuerpo, entre otros.

La especialista precisó que no todas las personas diagnosticadas con depresión o


ansiedad pueden cursar con este trastorno doloroso. La enfermedad se
manifiesta cuando se combinan varios elementos, como la predisposición
genética, con antecedentes de algún tipo de violencia física o emocional, abuso
crónico y estrés durante su infancia y adolescencia, y la vivencia de alguna
circunstancia que cause un fuerte impacto emocional, como un accidente o un
divorcio.
La coordinadora del programa señaló que es importante que se realice una
valoración clínica, para definir si el trastorno de ansiedad, por ejemplo, es
atribuible a una condición médica, como un problema de tiroides o de salud
mental.

La fibromialgia es un padecimiento reumatológico que no tiene cura, pero se


puede controlar. Su dolor crónico afecta la calidad de vida de las personas de
manera importante.

“Genera una gran discapacidad física, al dificultarse el movimiento, el cansancio,


el dolor. Imaginen estar constantemente con tanto dolor, con cansancio, con
problemas de concentración”.

Entre sus síntomas se encuentran dolor en 18 puntos focalizados del cuerpo,


fatiga crónica, cefalea, colon irritable, alergias y rigidez matutina de algunas
extremidades del cuerpo, entre otros.

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