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Universidad del Soconusco

Licenciatura en Médico
Cirujano

Dr. Jorge de los Reyes Herrera


Angélica Campuzano Ornelas
Andrea Alcázar Bañuelos
Viridiana Contreras Toledo
Konari André Sáenz López

Medicina Familiar
Tema: Trastorno de Ansiedad Generalizada
7° Semestre grupo A
Tapachula, Chiapas. 10 de octubre de 2022
Se define como ansiedad a aquel sentimiento desagradable de temor, que se
percibe como una señal de alerta que advierte de un peligro amenazante,
frecuentemente la amenaza es desconocida, lo que la distingue del miedo donde
la amenaza es concreta y definida.Se toman actualmente tanto la ansiedad y la
angustia como sinónimos para los manejos clínicos.

Cabe aclarar que la ansiedad por si misma no se considera una enfermedad, ya


que partiendo de su función, ésta se encuentra contemplada en la amplia gama de
respuestas emocionales que presenta cualquier persona. Cuando conserva cierta
frecuencia, intensidad, recurrencia y duración tiene una utilidad y un fin.

Los trastornos de ansiedad se contemplan como un grupo de trastornos dentro de


la clasificación Internacional de Enfermedades mentales de la Organización
Mundial de la Salud:

1) TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA Y AGORAFOBIA

2) CRISIS DE PANICO

3) FOBIA SOCIAL

4) FOBIA ESPECÍFICA

5) TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

6) TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMATICO

El trastorno de ansiedad generalizada es frecuente y afecta a alrededor del 3%


de la población en un período de 1 año. Las mujeres tienen el doble de
probabilidades de presentar este problema que los hombres. A menudo
comienza en la infancia y la adolescencia, pero puede aparecer a cualquier
edad.

EPIDEMIOLOGÍA

En México existen estudios que muestran una mayor prevalencia entre los 15 y los
45 años de edad, con una proporción mayor para las mujeres que para los
hombres, de 2 a 1 respectivamente. Es común que coincidan con trastornos
depresivos y esto complique aún más su manejo, viéndose esto en aquellas
personas con tratamiento tardío. Además, el pronóstico parece ser menos
favorable para los trastornos de ansiedad que para los depresivos en forma
separada, esto significa que el retorno a una adecuada funcionalidad
(recuperación) es menor en esta clase de padecimientos. El inicio de la ansiedad
frecuentemente se asocia con la presencia de algún evento adverso para el
paciente. A pesar de que la mayor parte de los trastornos de ansiedad siguen un
curso crónico, éste es fluctuante, es decir hay intervalos asintomáticos.

SINTOMATOLOGÍA

El objeto de la preocupación no es tan restringido como en otros trastornos


psiquiátricos (p. ej., tener un ataque de pánico o crisis de angustia, sentirse
avergonzado en público o sentirse sucio); el paciente tiene múltiples
preocupaciones que van cambiando con el tiempo. Las más frecuentes están
relacionadas con las responsabilidades laborales, el dinero, la salud, la
seguridad, la reparación de los vehículos y otras tareas.
Habitualmente, la evolución es fluctuante y crónica y empeora durante el estrés.
La mayoría de los pacientes con trastorno de ansiedad generalizada padecen
uno o más de otros trastornos psiquiátricos asociados, como depresión
mayor, fobia específica, fobia social y trastorno de angustia.

ETIOLOGÍA

En cuanto a la etiología de estos trastornos se ha propuesto como entidades de


carácter hereditario, aunque aún no se tienen las bases concretas para
asegurarlo. De la misma manera los procesos que explican cómo se generan los
síntomas ansiosos se basan en hipótesis, entre las cuales destacan las siguientes:
anomalías en la función respiratoria, alteración en la función del Locus Coeruleus,
un punto donde se concentran los neurotransmisores noradrenérgicos en el
cerebro, disfunción serotoninérgica y adenosinérgica; tanto la noradrenalina, la
serotonina y la adenosina son receptores neuronales que modulan normalmente
las respuestas emocionales, afectivas y cognocitivas en el cerebro. Otras teorías
proponen una alteración funcional global como en el sistema nervioso autónomo,
encargado de los procesos fisiológicos involuntarios, el eje hipotálamo-hipófisis-
suprarrenal, o a nivel tiroideo, entre otros.

Las fobias pueden aparecer junto con muchos otros síntomas y síndromes
psiquiátricos. El angustiado, el paranoico, el esquizofrénico, el depresivo, etc.,
pueden experimentar temores, pero cuya naturaleza y ubicación psicopatológica
son distintas a las de la neurosis fóbica. Sólo con las obsesiones mantienen
indudables conexiones, que se prestan a confusión.

Criterios del DSM-V para el diagnóstico del Trastorno Ansiedad Generalizada

Fuente: American Psychiatric Association

Ansiedad y preocupaciones excesivas (anticipación aprensiva), que se produce


durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses,
en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o
escolar).

A. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.


B. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis
síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes
durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis
meses (Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem):
a. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
b. Fácilmente fatigado.
c. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco
d. Irritabilidad.
e. Tensión muscular.
f. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar
durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
C. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.
D. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia
(p. ej., una droga, un médicamente) ni a otra afectación médica (p. ej.,
hipertiroidismo).
E. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad
o preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico,
valoración negativa en el trastorno de ansiedad social (fobia social),
contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo,
separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por
separación, recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés
postraumático, aumento de peso en la anorexia nerviosa, dolencias físicas
en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de imperfecciones en el
trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el trastorno
de ansiedad por enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en la
esquizofrenia o el trastorno delirante.

Criterios CIE-10 para el diagnóstico del Trastorno de Ansiedad Generalizada

Fuente: Organización Mundial de la Salud

La característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y


persistente, que no está limitada y ni siquiera predomina en ninguna circunstancia
ambiental en particular (es decir, se trata de una “angustia libre flotante”). Como
en el caso de otros trastornos de ansiedad los síntomas predominantes son muy
variables, pero lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso,
con temblores, tensión muscular, sudo-ración, mareos, palpitaciones, vértigos y
molestias epigástricas. A menudo se ponen de manifiesto temores a que uno
mismo o Un familiar vaya a caer enfermo o a tener un accidente, junto con otras
preocupaciones y presentimientos muy diversos. Este trastorno es más frecuente
en mujeres y está a menudo relacionado con estrés ambiental crónico. Su curso
es variable, pero tiende á ser fluctuante y crónico.

Pautas para el diagnóstico

El afectado debe tener síntomas de ansiedad la mayor parte de los días durante al
menos varias semanas seguidas. Entre ellos deben estar presentes rasgos de:

1. Aprensión (preocupaciones acerca de calamidades venideras, sentirse “al


límite”, dificultades de concentración, etc.).
2. Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión,
temblores, incapacidad de relajarse).
3. Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardia o taquipnea,
molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca, etc.).

En los niños suelen ser llamativas la necesidad constante de seguridad y las


quejas somáticas recurrentes.

La presencia transitoria (durante pocos días seguidos) de otros síntomas, en


particular de depresión, no descarta un diagnóstico principal de trastorno de
ansiedad generalizada, pero no deben satisfacerse las pautas de episodio
depresivo, trastorno de ansiedad fóbica, trastorno de pánico o trastorno obsesivo-
compulsivo.

DIAGNÓSTICO

 Criterios clínicos

El diagnóstico es clínico y se basa en los criterios del Diagnostic and Statistical


Manual of Mental Disorders, quinta edición (DSM-5).
Los pacientes tienen
 Ansiedad excesiva y preocupación acerca de varias actividades o
acontecimientos

Los pacientes tienen dificultad para controlar las preocupaciones; son más los
días en que esto está presente que ausente durante ≥ 6 meses. Las
preocupaciones también se deben asociar a ≥ 3 de los siguientes síntomas:

 Agitación o nerviosismo

 Facilidad para fatigarse

 Dificultades para concentrarse

 Irritabilidad

 Tensión muscular

 Trastornos del sueño

También, no se puede atribuir la ansiedad y la preocupación al consumo de


sustancias o a otro trastorno médico (p. ej., hipertiroidismo).

TRATAMIENTO

 Antidepresivos y a menudo benzodiazepinas

Algunos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de


serotonina (ISRS; p.ej. escitalopram, con dosis inicial de 10 mg por vía oral 1 vez
al día) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina,
los inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina (IRSN; p.
ej., venlafaxina de liberación prolongada, con dosis inicial de 37,5 mg por vía oral
1 vez al día) son eficaces, pero en general solo después de haberlos tomado por
lo menos durante algunas semanas. Las benzodiazepinas (ansiolíticos) en dosis
pequeñas a moderadas también pueden ser eficaces, aunque su uso sostenido
puede conducir a la dependencia física. Una estrategia puede ser comenzar con
una benzodiazepina junto con un antidepresivo. Se empieza a disminuir la dosis
de la benzodiazepina una vez que el antidepresivo resulta eficaz.
El tratamiento con buspirona también es eficaz, con una dosis de inicio de 5 mg
por vía oral 2 o 3 veces al día. Sin embargo, la buspirona puede requerir dosis
moderadamente altas (es decir, > 30 mg/día) y al menos 2 semanas antes de
empezar a hacer efecto.
La psicoterapia, habitualmente de tipo cognitivo-conductual, puede ser tanto de
apoyo como focalizada en el problema. La relajación y la biorretroalimentación
pueden servir de ayuda, aunque son pocos los estudios en los que se ha
demostrado su eficacia.

Manejo Psicológico: No obstante que en la clínica el tratamiento con fármacos es


de primera elección, la psicoterapia de apoyo y la educación sobre la enfermedad
son indispensables. Los pacientes responden mejor cuando adicionalmente se
usan técnicas psicoterapéuticas con bases dinámicas o conductuales que son
proporcionadas en la consulta psiquiátrica. Existe una amplia información general
sobre estos trastornos sin mencionar aquella de carácter médico exclusivamente,
que es un caudal de datos, sujetos regularmente a actualización. Esto es muy
favorable ya que como se mencionó en su momento, uno de los factores más
importantes en donde se debe incidir es precisamente en la difusión de esta clase
de información para la gente a quien le interese este y otros temas similares.
Bibliografía

https://www.revista.unam.mx/vol.6/num11/art109/nov_art109.pdf

https://www.iqb.es/patologia/ansiedad.htm

https://clinicadeansiedad.com/problemas/ansiedad-generalizada/sintomas-
ansiedad-generalizada-tag-criterios-diagnosticos-segun-las-clasificaciones-
internacionales/

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