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MARCHIORI - CRIMINOLOGÍA.

Capítulo 1

Criminología: disciplina científica e interdisciplinaria; objeto: estudio y análisis del delito, la pena,
delincuente, víctima, criminalidad, reacción social institucional, cultural y económica, a los fines de la
explicación, asistencia y prevención de los hechos de violencia.
Pablo Toppinard: 1º investigador en utilizar el término Criminología. Se han desarrollado distintas
definiciones a través del tiempo, que que en su mayoría expresan a la criminología como una ciencia
que estudia la problemática del delito, de la criminalidad; desde objetivos claros y delimitados para el
estudio, investigación, asistencia y prevención del delito, delincuente, víctima; como una disciplina
científica que requiere de la interdisciplina; comprende diferentes teorías e interpretaciones del
fenómeno de la criminalidad, así como de diversas alternativas en las medidas asistenciales y
preventivas.

Etapas históricas y objetivos de la criminología: las etapas históricas de la criminología están


relacionadas a sus objetivos de estudios: estudio del delito - de la pena - del delincuente - de la
criminalidad - de la reacción social-institucional - del costo económico y social del delito - de la
víctima del delito - de los programas preventivos.

1° Estudio del delito:


Delito: conducta que se aparta de las normas jurídicas-sociales- culturales de una determinada
sociedad.
La conducta delictiva siempre provoca daño, individual, social, cultural, económico, institucional; en
muchos casos tiene carácter irreversible (homicidio); distinto en sus consecuencias al delito de robo o
amenazas que representa daño moral (a la libertad de una persona, a sus derechos).
Esta primera etapa comprende la elaboración jurídica del delito, los distintos tipos y modalidades
delictivas. Se preguntaban sobre: naturaleza del delito, daño causado, peligro provocado, lugar, tipo
de instrumentos, armas utilizadas, tipo de participación, grado de determinación; delito en grado de
tentativa y delito consumado.
Etapa dominada totalmente por el Derecho; culmina con la obra de Francisco Carrara: “Programa
de Derecho Criminal”. Definiciones de delito (un montón).
El concepto de delito fue muy trascendente para la primera etapa y permitió una vinculación estrecha
entre delito y criminología. Esto llevó a que se considere el objeto de la Criminología en términos
estrictamente jurídicos.

2° Estudio de la pena: La segunda etapa plantea la pregunta referida al castigo del delito cometido.
Durante siglos los castigos eran la pérdida de vida: se aplicaba el mismo castigo a cualquier tipo de
delito, no se diferenciaba el daño cometido. Se castigaba con la pena de muerte al que cometía un
homicidio y el que realizaba un robo o estafa. A medida que los estudios jurídicos se desarrollaron se
intentó obtener un equilibrio entre delito y pena.
Jurídicamente, la pena es la pérdida de bienes impuesta a una persona como retribución del delito
cometido.

Evolución del concepto

-- en sus orígenes tenía un carácter retributivo, el objeto de su aplicación era devolver el mal
causado por el delito; pena = castigo
-- la retribución se determinaba de manera primordial por el valor que el delito tenía como daño; se
plantean los problemas relativos a una pena justa que además de ser un castigo resultara adecuada
para evitar la repetición del delito.
-- se concibe como retribución pero también como prevención; necesidad de buscar medios para
lograr que la pena fuera justa, adecuada para hacer sufrir al delincuente y para que se abstuviera del
delito, que tendiera a curar sus posibles tendencias criminales y resultara socialmente justa. La pena
tiende a ser individualizadora, adaptada a la persona.
-- pena como reproche social-cultural como tratamiento y prevención.
En las distintas etapas la pena consiste en la pérdida de un bien de la persona. Tiene ese carácter: la
pérdida de la vida (pena de muerte), privación de la libertad, confiscación, pena patrimonial,
inhabilitación.

La necesidad de adecuar la sanción al sujeto, al hecho delictivo, a sus modalidades y circunstancias se


denomina individualización de la pena; consiste en una fijación de la sanción bajo la forma de un
marco legal: pena en su fase legislativa.
Fase judicial: dentro de este marco dado por la ley, toma el juez el quantum y la calidad de la pena a
imponer; la ley señala un sistema facultando al juez bajo ciertas condiciones para la determinación e
individualización de la pena. Es la tarea más difícil e importante de la función del juez: la ley
proporciona los criterios utilizables por el juez para fijar la condenación en cada caso, teniendo en
cuenta las circunstancias referidas al hecho delictivo y las circunstancias que atienden a la
personalidad del delincuente y de la víctima.
La importancia deriva de que al no haber una pena fija para el delito cometido, los jueces deben fijar
la pena aplicable dentro del mínimo y del máximo legal. Esto es un problema que demanda el
conocimiento de los rasgos de personalidad de cada delincuente, su capacidad delictiva, historia
personal, así como conocimiento de las circunstancias desencadenantes.
Fase de ejecución: administración de la pena; el juez dictó la sentencia condenatoria y aplicó al
individuo una pena privativa de libertad, cuya duración señaló; desde ese momento queda sujeto a la
administración penitenciaria para el cumplimiento de condena.
El sistema penitenciario también realiza una individualización del tratamiento; considera: el
delito, pena, personalidad del sentenciado, antecedentes penales, y condiciones personales
relacionadas a los aspectos educativos, laborales, deportivos, culturales. Esta tarea de
individualización de la ejecución de la pena se realiza a través de tarea interdisciplinaria.
Hasta hace poco tiempo las penas eran: privación de libertad, multa e inhabilitación, con el
agravante de que gran parte de las penas eran privativas de libertad. La probation (la suspensión de
juicio a prueba), las ampliaciones sobre salidas de pre-libertad, permitieron nuevas nociones de
pena; especialmente la consideración de las penas alternativas.
Los establecimientos carcelarios en su momento posibilitaron que el individuo no sufriera la pena de
muerte; la cárcel representó la sobrevivencia. Hoy permanece como una institución insustituible; se
considera la única para una delincuencia que se ha agravado.

Dificultades de los 3 momentos: legislativo: se realizan las reformas de los códigos sin estudios e
investigaciones serias y sin tener en cuenta la criminalidad de la región. Judicial: los aspectos de la
individualización de la pena al caso se realiza sin un básico estudio del delincuente, generalmente por
la insuficiencia de estudios técnicos interdisciplinarios que auxilian a los jueces. Ejecución: carece de
un verdadero tratamiento penitenciario por la carencia de objetivos claros del sistema penitenciario.
Esta fase contempla no sólo la etapa de la sentencia sino la ejecución de la prisión preventiva, etapa
difícil porque es el ingreso a la cárcel de una persona inculpada, procesada por un delito, que debe ser
asistida, atendiendo a que no ha perdido su condición de ciudadano.
Se plantea la necesidad de una coherencia entre las tres fases, porque representa la respuesta social y
cultural frente al delito, a la conducta que transgrede las normas de. convivencia en una sociedad.
La víctima es también contemplada en las tres fases de la pena: nivel legislativo: con leyes que
consideran el daño sufrido y su nueva situación provocada por el delito; nivel judicial implica que el
tribunal conozca el daño sufrido por la víctima, su vulnerabilidad; administración: al estado le
corresponde la asistencia de la víctima y de su familia para atenuar los daños causados por el delito.

3° Estudio del delincuente: dos preguntas básicas: ¿quién es el individuo que comete un delito? ¿qué
respuesta-social cabe a su conducta delictiva? Se pregunta qué le sucedió al individuo para que en un
momento de su vida cometa un delito, es decir el fracaso individual para controlar sus impulsos y
manifestar su agresión patológica.
1º interrogante: apunta a conocer la historia del individuo, de su personalidad y la relación delito-
personalidad. Comprende los aspectos referidos a la personalidad del individuo con una conflictiva
antisocial-delictiva. Con un enfoque clínico, se intenta conocer al que cometió el delito, qué
significado tiene para él esa conducta, es decir, aclarar este significado desde una perspectiva de la
historia del individuo. Relacionar la conducta delictiva en función de la personalidad y del
contexto social en que el individuo está interactuando.
El delito representa un doble fracaso; desde el individuo es el fracaso de los mecanismo de defensa
psíquicos que controlan los impulsos agresivos; desde el enfoque social es el fracaso del núcleo
familiar y de las instituciones para evitar el delito.
En esta etapa comienzan los enfoques médicos, psicológicos (los estudios clínicos) para estudiar la
personalidad criminal.
Se abordan las diferencias de los comportamientos criminales de la delincuencia masculina y
femenina; se estudia y observa en relación a las edades de los delincuentes. Comienzan las
clasificaciones sobre los distintos tipos de delincuentes, en relación a sus características observadas en
los sentenciados de los establecimientos penitenciarios.
El estudio del delincuente planteó una tarea de diagnóstico del delincuente y de tratamiento; se
considera a la pena no como castigo sino como tratamiento de rehabilitación.
El estudio de la personalidad del delincuente no sólo implica llegar a psicodiagnóstico (grado de
peligrosidad social) y el tratamiento adecuado para su rehabilitación sino prever un pronóstico de
su futura conducta criminal.
Los criminólogos en esta etapa formulan la necesidad de que la pena sea indeterminada, es decir,
basada en los tiempos que requiera el tratamiento del delincuente.

4° Estudio de la criminalidad:

Criminalidad: conjunto de hechos delictivos que se cometen en un determinado tiempo y lugar;


análisis global del fenómeno delictivo, atendiendo al grupo social o región donde se producen los
comportamientos violentos.
Esta etapa inicia con los estudios sobre los grupos sociales, las condiciones económicas y sociales que
afectan la comisión de los delitos.
Se interroga sobre las posibles variables relacionadas al delito, índices de población, datos y
alteraciones económicas, problemas étnicos, religiosos, conflictos bélicos entre los países. Las
consideraciones son generales y comprenden hasta el clima y la geografía de las regiones, las
diferencias en la criminalidad de las zonas urbanas y rurales.
2 tipos de criminalidad:

Criminalidad conocida; son los hechos delictivos que llegan al conocimiento de las instituciones,
policía, administración de justicia, hospitales; delitos que se conocen, generalmente a través de la
denuncia al sistema penal. Es la menor de la totalidad de la criminalidad. La importancia de la
denuncia en el conocimiento de los hechos delictivos es fundamental porque la denuncia pone en
funcionamiento la administración de justicia. Esta permite: conocer el tipo y modalidad del delito;
investigación policial y judicial; conocer al autor del delito, sus características; realizar el proceso
penal y llegar a la decisión del Tribunal; realizar el tratamiento del delincuente; asistir a la víctima;
prevenir nuevos hechos.
Cifra negra/criminalidad desconocida/cifra oculta: delitos que no son conocidos por las instituciones,
la administración de justicia. Puede valorarse por aproximación; la estimación de estos datos significa
que los delitos duplican o triplican la cifra de hechos delictivos que ingresan al sistema penal. Estas
estimaciones dependen del tipo y modalidades del delito.
Las encuestas de victimización son un instrumento valioso en la detección de la Cifra Negra de la
Criminalidad; también de los datos referentes a los procesos de victimización.
Esta técnica marca la iniciación de logros en relación: conocimiento de la cifra negra-oculta
relacionada a personas víctimas - conocimiento de tipos de víctimas de delitos graves que no habían
presentado la denuncia - aplicación de esta técnica como un medio para obtener info sobre la
criminalidad de una región desde el punto de vista de las víctimas.
Objetivos: evaluar la frecuencia y distribución de diversos delitos; se trata de obtener info sobre la
amplitud y distribución de la criminalidad, elementos necesarios al sistema penal y para los
encargados de evaluar las políticas sobre prevención del crimen -- evaluar las repercusiones de ciertos
delitos en las víctimas; obtener info sobre las repercusiones de la criminalidad. Fundamentalmente
evaluar los costos directos de los daños personales sufridos por las víctimas y las personas que no han
sido objetos de victimización -- valorar el riesgo de victimización o de ser víctima de un criminal; se
prevé acrecentar el conocimiento sobre los factores ligados a la victimización, teniendo en cuenta
variable edad, estado civil, sexo, educación, ocupación y los comportamientos que pueden provocar
víctimas -- obtener indicadores sobre el funcionamiento del sistema penal; la info sobre los riesgos de
victimización de la población, la frecuencia del crimen,-en y sus repercusiones constituyen valiosos
indicadores sobre el funcionamiento del sistema penal.

5° Estudio de la reacción social-institucional: refiere a los modos y mecanismos que utilizan las
instituciones frente al delito. Interrogantes: ¿cómo reaccionan las instituciones frente al delito? ¿de
qué manera? ¿cómo opera el sistema policial? ¿qué tipos de penas presenta la sociedad frente a la
delincuencia? ¿cuál es el sistema penitenciario? ¿cómo se selecciona al personal policial,
penitenciario y de justicia? ¿comprende la enseñanza universitaria el estudio e investigación de la
criminalidad?
La reacción social institucional es diferente en cada región y época, abarca desde la rta institucional al
delito hasta las organizaciones institucionales encargadas de controlar la criminalidad.
La reacción social institucional requiere atender la problemática de la criminalidad desde nuevas
perspectivas tomando en consideración que el delito es un comportamiento no-estático sino
dinámico con influencias individuales, sociales, económicas y culturales.

Instituciones que atienden a la criminalidad: la policía, administración de justicia, el sistema


penitenciario, centros de asistencia a víctimas, patronatos de apoyo al delincuente en las salidas post-
penitenciarias, instituciones de prevención, instituciones no sólo gubernamentales sino también las
no-gubernamentales de seguridad.

La ineficacia de la reacción social institucional y la necesidad de cambios posibilita una observación


que se realizan a las instituciones; observación que provienen de criminólogos y penalistas críticos al
expresar que: el sistema selecciona las investigaciones criminales, a las personas que va a detener y la
administración de justicia con los retrasos y la carencia de garantías victimiza con sus
procedimientos no sólo a las víctimas sino a los delincuentes.
Se observa el poder discrecional de la policía frente a la denuncia, donde el ciudadano cree que está
presentando una, pero en realidad es sólo una exposición que queda en los libros policiales, sin hacer
intervenir al juez correspondiente. La policía es la primera institución en llegar al lugar del conflicto
violento que generó el hecho delictivo; en apreciar lo que sucedió y obtener datos y pruebas del delito
relevantes para la administración de justicia. Puede con su actitud y eficacia revertir la situación en la
que se encuentra la víctima
Despenalización: varias formas de atenuación del castigo, como acortamientos de las sentencias de
penas privativas de libertad o de penas alternativas. Ejemplo: el delito de hurto en determinadas
circunstancias. Descriminalización: se refiere a la completa abolición de medidas penales, a
cualquier tipo de aplicación de fuerza para controlar tipos de conductas que anteriormente eran
castigadas con penas. Ejemplo: descriminización en la conducta de suicidio (no tiene sentido la pena a
un muerto). También existe el reforzamiento de las penas por el surgimiento de nuevos tipos de
delitos, modalidades o conductas que presentan una pena leve que debe ser reforzada. Ejemplo: el
reforzamiento de las penas a penas de privación de libertad, en las exhibiciones obscenas dirigidas a
niños pequeños, que tienen una pena de multa.
La criminología, a través del estudio de la reacción social institucional, conoce los procesos
institucionales que tienen a su cargo una parte considerable de la investigación del delito y la
respuesta al conflicto social que provocó la violencia; de qué manera actúan y proceden las
instituciones, cuál es su grado de aprendizaje y conocimientos que presentan las propias instituciones
que luchan contra la criminalidad.

6° Estudio referente al costo económico y social del delito: se interroga ¿cuál es el costo
económico-social de un delito? Cuál es el costo de la criminalidad de una región.
Comprende varias líneas de trabajo:
-- El costo económico aproximado del delito en una determinada región: teniendo en
consideración los presupuestos asignados a las instituciones que intervienen: policía, administración
de justicia y sistema penitenciario; los presupuestos revelan una considerable asignación.
-- El costo económico aproximado de un determinado delito: Ejemplo: en el delito de homicidio se
analiza: costos económicos que representa, intervención policial, del sistema penal, abogado defensor,
la intervención del período de detención policial, en los establecimientos penitenciarios para
procesados y sentenciados, las instituciones de pre-liberación y ayuda para la reinserción social; la
pérdida de vida de la víctima; intervención de criminalísticas, autopsia, y demás estudios de
laboratorio; la afectación del delito en ambas familias, tanto del autor como de la víctima. Se
considera que el costo de un homicidio para una región es de aproximadamente 200 a 500,000
dólares.
-- El costo económico aproximado de la criminalidad: se integra con la cifra conocida y la cifra
negra de la criminalidad. Afecta profundamente la economía de una región. El costo económico de la
criminalidad de una región es planteado por la criminología atendiendo a la importancia que
significan estos datos en los programas de prevención del delito; conocer el costo de la criminalidad
significa en definitiva conocer una parte de los daños, en este caso los daños económicos causados por
el delito.
-- El costo económico y social de la pena.

-- El costo social, daño moral causado a la víctima: el costo del delito no comprende solamente un
aspecto económico sino que implica un costo social. El delito provoca consecuencias en la víctima, en
su grupo familiar y social. Las consecuencias comprenden: daño físico, económico (que se pueden
determinar), daño emocional y social, que resultan sumamente difícil de determinar, por las secuelas
en el tiempo y en las relaciones interpersonales de las personas afectadas por la violencia. Se señala la
importancia de considerar el costo moral, emocional y social que provoca el delito en la persona de la
víctima, daño en muchos casos, de carácter irreversible.

7° Estudio de la víctima del delito: víctima: persona que padece un sufrimiento físico, emocional y
social a consecuencia de la violencia, de una conducta agresiva antisocial; padece la violencia a través
del comportamiento del delincuente que transgrede las leyes de su sociedad y cultura.
Naciones Unidas: víctimas: personas que, individual o colectivamente hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas financiera o menoscabo sustancial de sus
derechos fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal
vigente en los Estados Miembros incluida la que proscribe el abuso de poder.
Hans Von Hentig: describe: víctima latente, predisposición a ser víctima del delito, pareja criminal-
víctima y la relación criminal-víctima en sus diversos grados. Ellenberger: tipología, basada en el
grado de participación de la víctima: víctima no participante; víctima latente; víctima provocativa-
imprudente; víctima participante; falsa víctima.
Segunda etapa de los trabajos victimológicos: se define la victimología. También se señala que existe
una victimización que es conocida y una victimización oculta, relacionada a las denuncias que no se
realizan al sistema penal.
Tercera etapa en la historia de la victimología: estudios sobre la victimización familiar y social.
Comprende: maltrato familiar, mujeres golpeadas, abuso sexual a menores, incesto. Víctimas de la
violencia social: las víctimas de la delincuencia organizada, víctimas del aparato estatal, víctimas de
delitos no convencionales. Naciones Unidas, a partir de 1985 contribuye de manera esencial a la
comprensión de la víctima elaborando Los principios Fundamentales de Justicia para las víctimas del
delito y del abuso del poder.

8° Estudio de los programas preventivos: la prevención comprende las medidas para evitar o
atenuar las acciones delictivas. Necesidades y razones para la aplicación de medidas de prevención
del delito: incremento de delincuencia agravada en sus modalidades delictivas; daños ocasionados a
las víctimas, a la sociedad y a la cultura; impunidad en el accionar de los delincuentes, especialmente
referida a una criminalidad organizada; alta vulnerabilidad de las víctimas; costos económicos y
sociales que provoca la delincuencia; colapso institucional policial y de la administración de justicia;
fracaso del sistema penitenciario en la recuperación individual-social del delincuente; carencia de una
asistencia a las víctimas del delito; alta reincidencia delictiva, es decir el fracaso de las penas
tradicionales; carencia de investigaciones sobre la criminalidad que permite un conocimiento regional
de la problemática; carencia de personal especializado y experto en prevención del delito.

Históricamente los modelos de prevención que se han aplicado son:


Modelo clásico o punitivo: parte de la aplicación de la ley y de los efectos intimidatorios de las penas
severas y altas y de un sistema de ejecución penitenciario riguroso y deshumanizante.
Modelo médico-psicológico: terapéutico que realiza la prevención del delito a través del tratamiento
del delincuente y su readaptación para evitar la reincidencia. Surge con la corriente clínica; utiliza el
diagnóstico, tratamiento y pronóstico en la tarea de prevención del delito.
Modelo social: puntualiza las reformas de las estructuras y organización social por ser los factores
fundamentales del origen de la delincuencia. Planifica los programas de las zonas o barrios en
múltiples actividades sociales,capacitación, laborales y recreativas dirigidas a jóvenes.
Modelo preventivo: denominado comunitario; consiste en la activa participación de los vecinos para
transformar su propio hábitat y erradicar la violencia del barrio. Esto da lugar al surgimiento de los
centros vecinales que permite un análisis y programas específicos sobre seguridad atendiendo a la
problemática del barrio.
Modelo de Prevención mecánico o físico: dirigido a utilizar determinados espacios para reducir la
criminalidad. Estos espacios son considerados propicios para el accionar delictivo; ejemplo: ciertas
zonas o lugares de edificios que implican un alto riesgo de victimización. También actividades que
mejoren el barrio por medio de campañas de iluminación, parques, cuidado de escuelas.
Modelo de diseño ambiental, modelo preventivo: que continúa la línea iniciada por Newman en la
transformación de espacios inseguros por espacios seguros.
Modelo de seguridad urbana: es la rta al crecimiento desmesurado de las ciudades, que resultan
políticas sociales inadecuadas y provocan exclusión, marginalidad y delincuencia. Esta etapa de la
Criminología está vigente y permite nuevas miradas y consideraciones del delito, del delincuente, la
víctima, la criminalidad y la reacción social-institucional y cultural

GARCÍA PABLOS - LA APORTACIÓN DE LA CRIMINOLOGÍA

Criminología: ciencia empírica e interdisciplinaria que se ocupa del delito, el delincuente, la víctima
y el control social del comportamiento delictivo. Trata de suministrar información válida, asegurada,
sobre génesis y dinámica del problema criminal y sus variables; sobre programas y estrategias de
prevención eficaz del delito; y sobre técnicas de intervención positiva en el hombre delincuente.
ENTONCES: método: empírico e interdisciplinario. Objeto: delito, delincuente, víctima y control
social. Funciones: explicación y prevención del delito e intervención en el delincuente.

Que la criminología sea una ciencia empírica significa que utiliza un método para obtener la
información sobre el problema criminal; un método inductivo, basado en el análisis y observación de
la realidad individual y social.
El saber criminológico es un saber inevitablemente relativo, inseguro, abierto, provisional.

La criminología consiguió acumular y sistematizar informaciones sobre el problema criminal; un


núcleo de conocimientos científicos seguros y fiables que acusa la impronta dinámica e interaccionista
de las modernas concepciones criminológicas.
Se amplió el objeto de estudio. El estudio de la víctima del delito y la acentuación de la relevancia
del control social son dos nuevos centros que ponen fin a una etapa científica de exclusiva
preocupación por la persona del delincuente.
-- A propósito de la víctima del delito: su actual preocupación responde a la necesidad de redefinir el
rol de ésta en el fenómeno delictivo, planteando sus relaciones con los otros protagonistas del crimen
y con el propio sistema legal y social. Nueva imagen de la víctima como activo protagonista del
suceso delictivo.
-- Otro exponente del giro metodológico es la teoría del control social. La relevancia que los
partidarios del "labelling approach" (teorías interaccionistas del "etiquetamiento" o de la "reacción
social") asignan a ciertos procesos y mecanismos del control social en la configuración de la
criminalidad, permiten hablar de un nuevo modelo o paradigma: paradigma de control.
Criminología positivista: no prestaba importancia a problemas del control social. Visión consensual y
armoniosa del orden social que las leyes se limitarían a reflejar. No cuestionan las definiciones legales
ni el cuadro normativo. Tampoco someten a crítica el concreto funcionamiento del sistema.
Para el labelling approach el comportamiento del control social ocupa un lugar más destacado. Lo
decisivo es cómo operan determinados mecanismos sociales que atribuyen o asignan el estatus
criminal. Más importante que la interpretación de las leyes es analizar el proceso de concreción de las
mismas a la realidad social. El control social -sus agentes y mecanismos- crean o configuran la
criminalidad: realizan una función "constitutiva".
La efectividad del control social es otro tema de interés. Frente a dogmas y convicciones
tradicionales, no cabe ya seguir manteniendo que el incremento de las tasas de criminalidad registrada
sea un indicador significativo del fracaso del control social. El control social penal tiene limitaciones
estructurales inherentes a su naturaleza y función. La eficaz prevención del crimen no depende de la
mayor efectividad del control social formal sino de la mejor integración o sincronización del control
social formal y el informal.

La información sobre el problema criminal que puede aportar la Criminología tiene un triple ámbito:
la explicación científica del fenómeno criminal (modelos teóricos), de su génesis, dinámica y
principales variables; la prevención del delito; y la intervención en el hombre delincuente.

MODELOS TEÓRICOS: su formulación es prioritaria para la criminología. No se puede abordar


rigurosamente el problema de la criminalidad sin un conocimiento previo de su génesis y dinámica. El
propio progreso científico reclama modelos teóricos más sólidos y convincentes, metodológicamente
mejor dotados y más operativos desde un punto de vista político-criminal.

Modelos biológicos: exhiben un elevado soporte empírico. Evolucionan hacia paradigmas cada vez
más complejos, integradores y dinámicos, idóneos para ponderar la pluralidad de factores que
interactúan en el fenómeno delictivo. El sustrato biológico del individuo representa un valioso y
relevante potencial, pero, no es el único dato, ni la carga biológica permite distinguir el hombre
delincuente del no delincuente. El principio de la diversidad al que apelan las teorías de corte
biológico radical (el hombre delincuente es distinto del no delincuente y porque es distinto es por ello
que delinque), carece de todo respaldo científico.
Modelos psicologicistas (teorías psicopatológicas, psicoanalíticas y psicológicas): la moderna
psicopatología ha asumido la problematicidad de los conceptos de "salud" y "enfermedad". Se espera
un desplazamiento hacia la denominada psiquiatría "ligera". Es deseable sustituir la tentación
generalizadora, simplificadora (asociación del delito a ciertas o ciertas categorías clínicas) por un
análisis empírico correlacional y discriminador que verifique la relación específica entre cada una de
las entidades psiquiátricas y concretos comportamientos delictivos.

Las doctrinas psicoanalíticas aportaron un aparato instrumental para la comunicación entre psicólogos
y psiquiatras. La reciente doctrina psicoanalítica adopta un lenguaje más psicodinámico, desplazando
su centro de interés del análisis al proceso de aprendizaje del niño, la interiorización de las normas y
valores convencionales, los estados deficitarios criminógenos, la psicología de la sociedad
sancionadora, etc. Aún tiene limitaciones. Ningún paradigma teórico podrá explicar mejor que el
psicoanálisis las claves ocultas de la conducta humana, los mecanismos no conscientes y pulsiones
internas, los instintos primarios, conflictos, complejos o frustraciones del individuo; el proceso
motivacional y la dinámica de su personalidad; el significado de determinadas respuestas del infractor
aparentemente absurdas, sin sentido; la necesidad de experimentar el castigo y otras funciones reales
de la pena.

La actual psicología empírica ofrece información útil sobre el problema del crimen. Corresponde una
explicación científica del comportamiento delictivo como manifestación conductual normal (no
patológica) mediante la observación directa del mismo. La psicología se enfrenta al problema de la
génesis, estructura y dinámica del comportamiento delictivo con las mismas claves y patrones con que
examina cualquier otro comportamiento; en términos estrictamente conductuales. Le interesa analizar
cómo se desarrollan ciertos procesos reales conectados con el crimen: castigo, mecanismos
disuasorios o contramotivadores que la pena desencadena, la eficacia preventivo-general de ésta.
Desvirtuar el estereotipo intelectualizado del delincuente medio. Demostrar la ambivalencia de la
pena y las diversas variables que inciden en el proceso real de motivación y disuasión contribuirá a
una política criminal más científica y racional.

Teoría de la criminalidad (Sociológica): se deslizaron hacia la sociología. Exhiben elevados niveles


de abstracción y diversas cotas de empirismo. El éxito de los modelos sociológicos estriba en la
utilidad práctica de la información que suministran a los efectos político-criminales. Parten de la
premisa de que el crimen es un fenómeno social muy selectivo, estrechamente unido a ciertos
procesos, estructuras y conflictos sociales, y tratan de aislar sus variables. Hoy son los modelos
dominantes. Contribuyeron a un conocimiento realista del problema criminal. Muestran la naturaleza
"social" de éste y la pluralidad de factores que interactúan en el mismo; su conexión con fenómenos
normales y ordinarios de la vida cotidiana; la especial incidencia de variables espaciales y ambientales
en su dinámica y distribución el componente definitorial del delito y la acción selectiva,
discriminatoria, del control social en el reclutamiento de la población reclusa, etc.

La criminología debe coordinar los saberes sectoriales (biológicos, psicológicos y sociológicos)


sobre el crimen. Sin exclusiones ni monopolios que rompan la unidad del saber científico y ofrezcan
una lectura parcial o sesgada de la realidad.

PREVENCIÓN DEL DELITO: el conocimiento científico del crimen, su génesis, dinámica y


variables más significativas, debe conducir a una intervención meditada y selectiva capaz de
anticiparse, prevenirlo, neutralizando con programas y estrategias adecuadas sus raíces. Se trata de
una intervención eficaz, no de una intervención "penal", ya que esta última, por su elevado "coste
social" y nocivos efectos, debe ser siempre subsidiaria, de acuerdo con el principio de "intervención
mínima". Intervención, pues, que no se limite a incrementar el rigor legal de las prohibiciones, ni a
incentivar el rendimiento y efectividad del control social formal, sino a dar respuesta al problema
humano y social del delito con la racionalidad y eficacia propia de la denominada prevención
primaria. 2 pilares de los programas prevencionistas son: "selectividad" del fenómeno criminal y la
relevancia de otras técnicas de intervención no penales para evitarlo.
La moderna criminología parte de tres postulados: la intrínseca nocividad de la intervención
penal, la mayor complejidad del mecanismo disuasorio y la posibilidad de ampliar el ámbito de la
intervención, antes circunscrita al infractor potencial, incidiendo en otros objetos.
La pena puede ser imprescindible, pero no es una estrategia racional para resolver conflictos sociales:
no soluciona nada. Los acentúa y potencia; estigmatiza al infractor; desencadena la carrera criminal,
consolidando su estatus de "desviado”.
Mecanismo disuasorio: la mayor o menor eficacia contramotivadora o disuasoria de la pena no
depende sólo de su severidad, sino de otras muchas variables; y de cómo son percibidas y valoradas
por el infractor potencial.
Cabe prevenir el delito no sólo contramotivando al infractor potencial con la amenaza del castigo
(contraestímulo psicológico), sino con programas que incidan en diversos componentes del selectivo
fenómeno criminal: espacio físico, condiciones ambientales, clima social, etc.

INTERVENCIÓN: Asistimos a la crisis de la denominada “ideología del tratamiento", al clamoroso e


inevitable fracaso de los programas de resocialización del delincuente. Pedir una modificación
"cualitativa" de la persona del delincuente a un hombre nuevo, es desconocer las actuales condiciones
de cumplimiento de la pena privativa de libertad y el efecto que ésta produce en el hombre real de
nuestro tiempo. Circunscribir el tratamiento resocializador a una intervención clínica en la persona del
penado durante el cumplimiento de la pena es algo insatisfactorio. Esto porque el problema de la
reinserción es responsabilidad de todos, no sólo de la Administración Penitenciaria. Además, la
intervención reclama un conjunto de prestaciones "post-penitenciarias", atendiendo a la situación y
necesidades reales del ex penado cuando se reincorpore a su medio social, familiar, laboral, etc.

Para garantizar una intervención rehabilitadora del delincuente, le corresponden a la criminología


tres cometidos:

● Esclarecer cuál es el impacto real de la pena en quien la padece: los efectos que produce
dadas sus actuales condiciones de cumplimiento; esclarecer y desmitificar dicho impacto para
neutralizarlo, para que la potencialidad destructiva inherente a toda privación de libertad no
devenga indeleble, irreversible. Para que la privación de libertad sea sólo eso; privación de
libertad digna, que no incapacite al penado y haga inviable su posterior retorno a la
comunidad una vez cumplido el castigo.

● Diseñar y evaluar programas de reinserción, entendiendo ésta en sentido funcional.


Programas que permitan una efectiva incorporación sin traumas del ex penado a la comunidad
jurídica, removiendo obstáculos, promoviendo una recíproca comunicación e interacción
entre individuo y sociedad y llevando a cabo prestaciones positivas a favor del ex penado y de
terceros allegados al mismo cuando éste retorne a su mundo familiar, laboral y social.

● Mentalizar a la sociedad de que el crimen no es sólo un problema del sistema legal, sino
de todos, para que la sociedad asuma la responsabilidad que le corresponde y se comprometa
en la reinserción del ex penado. Que el crimen se comprenda en términos comunitarios: como
problema nacido en y de la comunidad a la que el infractor perteneció y sigue perteneciendo.
Se busquen mecanismos eficaces para que esa misma comunidad reciba dignamente a uno
más de sus miembros.

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