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MANEJO DE ENFERMEDADES

CRÓNICO TERMINALES
EMILIA SOFIA VILLALBA RAMIREZ
A medida que aumenta la expectativa de vida y progresa el conocimiento médico,
aumenta la prevalencia de enfermedades crónicas. En estos casos, la adaptación
psicológica a la nueva situación resulta fundamental.
Las enfermedades crónicas provocan cambios significativos en la vida de los pacientes
que afectan la calidad de vida y el bienestar y requieren la aplicación de estrategias de
afrontamiento que permitan superar la nueva situación.
Calidad de vida
Es la evaluación objetiva y subjetiva de al menos los siguientes elementos: salud,
alimentación, educación, trabajo, vivienda, seguridad social, vestido, ocio y derechos
humanos.
Enfermedad crónica y/o terminal
Son padecimientos que generalmente afectan la calidad de vida de los sujetos que las
padecen. Las consecuencias y los tratamientos de ellas requieren de un cambio en el
estilo de vida de los pacientes: como sus habilidades afectivas, conductuales, sociales y
de pensamiento.
Reacciones emocionales ante el diagnóstico de la enfermedad
Las personas que se enteran de que padecen una enfermedad crónica experimentan
reacciones emocionales similares a las de aquellas que se enfrentan a una situación de
pérdida. A esto se le conoce como duelo.
Etapas del duelo
1. Negación: Buscarán una segunda opinión, no hablarán del tema, pedirán que no
se mencione a nadie lo que tiene.
2. Enojo: El paciente ha “aceptado” que padece la enfermedad, (ya no la niega),
pero le parece “injusto” que le haya ocurrido a él o ella
3. Depresión: En este momento pueden surgir ideas de muerte o suicidio, o
planeación y tentativa suicida, ante lo que será necesario remitir a internamiento
hospitalario al paciente.
4. Reconciliación o aceptación de la realidad: Finalmente, y en el mejor de los casos,
el paciente llega a la etapa de aceptación o reconciliación con la realidad de estar
enfermo.
Reacciones emocionales frecuentes en las personas con enfermedades crónicas
o Depresión. Incluye a los desórdenes que se caracterizan por una disfunción del
estado de ánimo y una emoción prolongada que matiza la vida psíquica en
general.
o Ansiedad. Los trastornos de ansiedad tienen una prevalencia a lo largo de la vida
de 10 a 20% en la población general, lo cual los constituye en las enfermedades
mentales de mayor incidencia en el mundo.
o Trastorno de pánico y agorafobia. Aparición súbita de ansiedad intensa, miedo y
terror. La gran mayoría de los pacientes con TP desarrolla agorafobia, la cual es
el miedo a las situaciones en las que el escape puede ser difícil o la ayuda no estar
disponible.
o Fobia simple. Es el miedo excesivo a un objeto o situación (estímulo fóbico). El
contacto con este estímulo generalmente provoca una respuesta de miedo. Ello
produce un temor persistente, y evitación o contacto con intenso malestar.
Intervenciones psicológicas para la rehabilitación del paciente con enfermedad crónica
El proceso de rehabilitación generalmente compromete un cambio de hábitos o estilos
de vida y exige la adquisición de extensa de nuevas conductas o hábitos.
Intervenciones para el manejo psicológico de las enfermedades crónicas
La intervención psicológica para un paciente con enfermedad crónica puede tener muy
diversos objetivos, tales como:
1. Evaluación y rehabilitación neuropsicológica, en caso de que la enfermedad
esté asociada con deterioro de las funciones mentales superiores.
2. Evaluación y tratamiento psicológico de problemas relacionados con la
enfermedad, como el sobrepeso y los trastornos sexuales.
3. Intervención psicológica para aumentar la adherencia al tratamiento médico
de la enfermedad.
4. Evaluación y tratamiento de quejas emocionales relacionadas con la
enfermedad, entre las que destacan la depresión y la ansiedad.
Evaluación y rehabilitación neuropsicológica
La evaluación y la rehabilitación neuropsicológica son motivos importantes de referencia
para el psicólogo que se ocupa del tratamiento de personas con enfermedades crónicas,
sobre todo las que se relacionan con deterioro cognoscitivo, como es el caso de los
padecimientos neurológicos y/o psiquiátricos, entre los que destacan las demencias. En
términos generales, la evaluación neuropsicológica de los afectados incluye una o varias
de las siguientes funciones mentales: a) atención y concentración, b) velocidad en el
procesamiento de la información, c) lenguaje, d) funcionamiento visual, e) memoria y f)
solución de problemas.
Tratamiento psicológico de problemas físicos relacionados con la enfermedad crónica. Una
buena parte de las personas que padecen una enfermedad crónica presentan problemas
físicos relacionados que requieren algún tipo de tratamiento médico y/o psicológico.
Tratamiento psicológico para mejorar la adherencia al tratamiento médico. El apego o
adherencia al tratamiento médico de una enfermedad crónica es también un objetivo
importante desde la perspectiva de la psicología de la salud.
Afortunadamente, existen intervenciones psicológicas altamente eficaces para mejorar
la adhesión, incluso a regímenes terapéuticos altamente complejos y dependientes del
paciente, como lo es el caso de la diabetes mellitus.
Intervenciones psicológicas para la prevención y control de la depresión y la ansiedad. Es
bien sabido que existen muchos modelos psicológicos teórico-prácticos, entre los que se
destacan: a) el psicoanalítico y/o psicodinámico, b) el fenomenológico, humanista y/o
existencial, c) el sistémico o familiar, d) el conductual, y e) el cognitivo-conductual.
Muerte en diversos puntos dentro del ciclo de la vida
Sin duda, desde tiempos muy remotos, los seres humanos han presentado indicios de
conciencia de la muerte como un evento propio de la especie, en relación con su propia
idiosincrasia, religión y cultura. Sin duda, la muerte es la discontinuidad de la vida y en
ocasiones el hombre prefiere morir en lugar de sufrir un dolor insoportable. El hombre
siempre ha temido a la muerte ya que anhela vivir plenamente para así morir de la misma
manera. Otro de los factores que más influyen en la percepción de la muerte es la edad
(los distintos ciclos de la vida del ser humano).
o Infancia. Para un niño la muerte es algo vagamente amenazante, que les ocurre a
otros y que identifica como un abandono o un viaje de alguien cercano a él. La
muerte para el niño es un abandono.
o Adolescencia. En esta etapa, la búsqueda angustiosa de un camino, la fuerza de
las pasiones y las frustraciones que le afectan al joven que debe enfrentarse con
la vida sin estar preparado, le provocan frecuentemente estados depresivos que
a veces lo llevan a la drogadicción o a la delincuencia para escapar de la
desesperación de vivir.
o Adultos. En la edad adulta el hombre se preocupa por concretar y llevar a cabo su
proyecto vital. Quiere formar una familia, tener una ocupación, una profesión.

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