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Comisión 1 - Teoría y Técnica de Grupos II

Darse a lo parcial

La presente evaluación se inscribe en las coordenadas, asuntos y lecturas


bibliográficas solicitadas y/o presentadas en teóricos y prácticos, de los itinerarios
I, II y III del dossier de cursada. Los criterios de evaluación se centrarán en: -
argumentación en respuestas y desarrollos de los planteos-conexiones
bibliográficas pertinentes-tratamiento de las citas (tanto de registros orales por
apuntes de clases y/o bibliográficos) –uso cuidados del lenguaje.
A continuación, se solicita elegir dos de las cinco propuestas teóricas presentadas
para responder y luego la de prácticos.

1)Tomando como referencia la conferencia a cargo de Marcelo Percia “Arriba que


la vida sigue” (Esquirlas 10), y los textos “El curso de la herida”, primera y segunda
entrega de Cintia Rolón, articule los recorridos realizados en su comisión de
trabajos prácticos y las clases teóricas de estos primeros itinerarios. Algunas
referencias a tener en cuenta:

-Resignificación del tiempo...político, histórico... cotidiano... amoroso...

-La lectura fragmentaria como auxilio en la esfera de lo clínico que se piensa a


través de formas inconclusas. -Aturdimiento, orfandad, desamparo e intemperie,
como potencia de lo común.

-Fuerza, Capitalismo, Crueldad, y Salud Mental.

-Imposibilidad de representar el dolor; el misterio de las aulas


(presentismo/presencias).

-Lo sensible prefiere deslizarse hacia los bordes. Merodea los bordes porque allí
persiste lo irrelevante. Mira.Con tacto suave, toca estas supervivencias.
El ritmo desacompasado, la respiración entrecortada.

-Premura: Tiempo (tempo) de la urgencia. Lo vertiginoso.

-El lenguaje gotea. El lenguaje diluvia. El lenguaje gotea (Fiebre). El lenguaje


diluvia. (Lágrimas). Gotea (Aire). Diluvia (Muertes). Gotea (Hambre). Diluvia
(Intemperies). Gotea (Respiradores). Diluvia (Injusticias). Gotea (Barbijos). Diluvia
(Miedos). Gotea (Sonrisas). Diluvia (Confianzas).

2) En el texto "El curso de la herida I”, Cintia Rolón (2020) señala: "La herida
ancla en una matriz colonial, patriarcal, capitalista, biologicista,
antropocéntrica. Los usos cotidianos del lenguaje con estas pregnancias
identitarias, propietarias, portan esta herida. Usos con los nos
pronunciamos, al mismo tiempo que la lengua nos compele a decir, en
nuestra paradojal existencia sensible en tanto hablantes habladxs".
Desarrolle, a partir de esta cita, la relación entre las ideas referidas y el
sintagma: "cuidar la palabra, cuidar la vida". Mencione posibles implicancias
que podrían tener estas ideas en la construcción de un estar clínico.

Materiales sugeridos:
Rolón, Cintia (2021) "Clase teórica 2". (audio) 29/3
Barthes, R. (1977) "La lección inaugural".
Percia, M. (2021)” Esquirlas, pliegues de la peste": esquirla 11. "Esa última
pregunta.

En el torrente de la vida, se encuentra la herida. Anclada en una matriz colonial,


patriarcal, capitalista. Los usos cotidianos del lenguaje portan esta herida. Se
encuentra ahí, latente en las palabras que usamos para decirnos, para pronunciarnos.

Las palabras pueden agrandar la herida, al mismo tiempo que pueden apaciguar el
dolor de esta. El lenguaje es una forma de estar en comú n. Lo comú n convoca
soledades heridas. Heridas causadas por el uso del lenguaje. Lenguaje que categoriza,
encasilla y sensibilidades que a la vez huyen de esa categorizació n. Encasillar genera
heridas. Una herida que con el tiempo lastima má s. La herida puede ser tratada a
través de la clínica.

La clínica, la escucha de las pasiones que pueden escapar a los sentimientos


socialmente codificados por el habla capitalista. Diá logos sin persuasió n atravesados
por el lenguaje, que atienden angustias, inquietudes, gruñ idos, ronroneos, heridas.
Celebran hospitalidades y acompañ an pesares. Puede no darse en consultorios u
hospitales, puede acontecer en cualquier sitio. Bares, plazas, esquinas. Puede darse
entre profesional y paciente, o entre dos amigos que conversan. Lo ú nico que
requieren es una posibilidad de escucha, de alojamiento. Ofreciendo refugios de
silencio.

Los modos de estar en comú n contemporá neos. En tiempos de pandemia y virus, han
cambiado drá sticamente. La calidez del contacto cara a cara se ha perdido, en su lugar,
nos encontramos los unos con los otros, y estamos en comú n a través las pantallas y la
virtualidad. Esto conlleva a nuevos modos de pensar la clínica, que ahora puede darse
estando en comú n, cerca y a la vez distanciados.

En estos tiempos, la clínica se da en cualquier sitio excepto en el consultorio.


Sensibilidades sobrepasadas, con miedo, con incertidumbre, necesitadas de una
escucha, un aliento, un lugar donde alojar sus inquietudes, sus inseguridades. Está n a
la merced de encontrar la clínica donde quieran que se encuentren. En el
supermercado, en el propio hogar, en la virtualidad. “Si no se puede otra cosa, la
sesió n clínica por teléfono sin imagen ayuda a sumergirse en la voz. A entregarse a
una llamada, a una palabra, a tonos que se apagan y a cadencias que sorprenden”
Percia (2020)1.

Con respecto a la escritura, la literatura deviene vida, a través de esta se logra un


devenir que arremete contra el lenguaje, que clasifica, que oprime. La literatura es una

1
Percia, M (2020). Extrañar las Aulas. Clase 3. Teoría y técnica de Grupos II. Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires.
posibilidad de escritura libre, donde hay opiniones, cambios de postura,
contradicciones. Con la literatura se puede devenir en vida y cambiar todas estas
cuestiones que clasifican y encasillan en algú n tipo de lugar y forma de ser, para poder
llegar a una forma de estar en comú n. “La literatura es la práctica de la escritura, y en
ella encontramos al texto, que es el afloramiento mismo de la lengua, y que es dentro de
la lengua, donde la lengua debe ser combatida” Barthes (1977)2. La literatura resiste y
sobrevive a los discursos tipificados que la rodean. La escritura y la literatura pueden
ser una forma de estar en comú n, rompiendo con estas imposiciones que trae el
lenguaje, que provocan angustias y heridas.

la clínica es el espacio que surge, el espacio de contención, el espacio que no se


obliga, que se dice lo que no se puede decir. Esta clínica es como un momento en
el que surgen las literaturas/poesías como una forma de decir lo que está
mortificado, las lenguas vivas y las lenguas enmudecidas, lo que se puede decir y
lo que no se puede decir. “La herida a veces habita en las palabras que usamos
para decirnos. Dolores de palabras por presencia. O ausencias, cuando lo no
dicho duele. Hay palabras que usamos que apaciguan el dolor de la herida.
Emplazan un borde sensible para contener el derrumbe, sortearlo, saltarlo,
transformarlo. “

Retomando la clínica, se enlazan a ella acciones que la acompañ an. Podemos pensar a
la clínica có mo el estado en el que se advierte que los pensamientos que parasitan y
torturan la vida son los mismos que ayudan a vivir. También, la acció n de escuchar lo
imprevisto y alojar lo inconveniente. Tener la potencia para poder intervenir, situar
un pensar. Pensar condiciones que convoquen otras posibilidades de vida. Ejercer el
dialogo clínico, para intervenir en la palabra que nos habla.

Desde el estar en común se oponen a la idea de unidad, debido a que esta es opresiva y
genera capturas.Lo neutro impide que lo común se reduzca a modos de estar ya definidos”.
Acá es donde cobra importancia lo neutro como “posibilidad de intervenir los modos
tradicionales de pensar los espacio grupales”. Lo neutro hace referencia a aquello que no

2
puede ser nombrado, representado por el lenguaje. Se propone como astucia para inyectar
indeterminación en representaciones totalizantes.

No es lo mismo decir grupo que decir lo grupal. El neutro “lo” lo desustancializa, lo plantea
como un acontecimiento mas que como una cosa, aparece como provisorio, se da en un
momento y desaparece.

A pesar de esta resistencia de lo neutro a quedar confinado en las opciones existentes,


cuestiona las definiciones, impugna la clasificación, nos encontramos con el lenguaje que
atraviesa nuestras vidas, que si bien nos da libertad como forma de comunicación, muchas
veces nos acorrala y nos captura ya que nos obliga a decir, definir nominar y categorizar.

“La lengua es simplemente fascista, ya que el fascismo no consiste en impedir decir algo,
sino en obligar a decir”(Barthes, 1977). Percia en esta misma línea nos dice que el sujeto
soporta las categorías que posan sobre su nombre. “La palabra sujeto narra como los
nombres nacen para ser sometidos por acciones que recaen con demandas sobre ellos”. Al
decir “yo soy” se carga de atributos que lo subordinan. Las nociones de “ser” e “identidad”
nos impiden concebirnos como existencias que modifican su forma de estar a lo largo del
tiempo. Frente a esto lo neutro se presenta para desbaratar paradigmas. “Como una habla
liberada de las relaciones de dominio y propiedad”(Percia p 91). Nos permite liberarnos del
encasillamiento y de que nos digan quienes debemos ser. Por esto es que lo neutro “impide
que lo común se reduzca a modos de estar definidos”

hay que reflexionar cómo la normalización se introduce sigilosamente en la clínica,


qué lugar ocupa el diagnostico cuando es brindado desde la misma y cómo nos
dirigimos a quienes sufren; hay que pensar desde qué lugar pretendemos
posicionarnos y alojar la palabra: si desde aquel sentido común homogeneizador
que clasifica y excluye a todo aquel que no se ajuste a sus patrones, sentenciando
vidas; o desde un sentido de lo común o común sentir heterogeneizador, que no
capture y que advierta una vida en común en la que habita una pluralidad de
modos de vida, una vida en común habitada por soledades que estén rodeadas de
proximidades a las cuales podrá recurrir cuando lo requiera, soledades abrazadas
por un poco saber que “previene omnipotencias, soberbias, individualismos
profesionales”3, soledades que se distinguen de aislamientos que “compartimentan
soledades privándolas del don de la proximidad”. son las normalidades las que
“internan demasías en celdas que refuerzan encierros que diseñan normalidades”.

De esta forma, posicionarnos en el sentido de lo común, donde mora la inconformidad,


nos posibilitará “pensar otras formas, aún en la angustia de no saber cómo”4. Así, al
momento de encontrarnos con el dolor y sufrimiento del otro, podremos construir
diferentes posiciones clínicas que conlleven diversos modos de alojar la palabra, los
sufrimientos y la herida. Es decir, permitirá alojar y acompañar diferentes formas de vida y
diferentes modos de pensar, dejando de lado las categorizaciones y lógicas binarias
establecidas por la normalización. De esta manera, desde el sentido de lo común y
gracias a la inconformidad que “interroga porque lo que es, es así y no de otra manera, o
que pregunta como es el mundo en el que determinadas formas han sido posibles y otras
no”5, podremos al alojar la palabra del otro alejarnos de aquel sentido común que nos
indica que mirar, como mirar, que escuchar y por donde buscar.

3) En la primera esquirla, "Esquirlas del miedo" (Marcelo Percia, 2021) se


afirma: "Respecto del nosotras y el nosotros conviene tomar precauciones.
La primera persona del plural suspende beligerancias entre quienes
pertenecen al círculo, pero cultiva resquemores contra quienes trinan fuera
de sus fronteras. Babas adhesivas alistan aguijones". Ensaye una breve
argumentación a partir de la cita mencionada, considerando articulaciones
con algunas de las siguientes claves conceptuales: lo común; comunidades;
un común vivir; odios producen adhesiones; ensimismamientos; fanatismos
identitarios; normalizaciones; precariedades; violencias clasificatorias; un
común cuidar.
1)
Materiales sugeridos:
- Percia, M. (2021) Conferencia "Arriba que la vida sigue". Clase teórica 1.
3
Marcelo Percia (2020) “Introducció n a un pensamiento de la vida en comú n en tiempos del virus. Esquirlas del
miedo” Clase 3, p.6.
4
Flavia Iannone (2020) Punteo teó rico N° 4, p.5
5
Flavia Iannone (2020) Punteo teó rico N° 4, p.5
- Percia, M. (2021)” Esquirlas, pliegues de la peste": esquirla 1. "Esquirlas del
miedo". - -Percia, M. (2021)” Esquirlas, pliegues de la peste": esquirla 10.
"Arriba que la vida sigue". - -Percia, M. (2017) "Estancias en común".
Asuntos: "Lo común" y "Comunidades". Editorial La Cebra. Buenos Aires,
2017.
- Rolón, Cintia (2021) "Clase teórica 4". 13/4 - Rolón, Cintia (2021)
-"Clase teórica 5". 20/4. - Rolón, Cintia (2020) "El curso de la herida II -figuras
de la intemperie".

“Normalidades niegan, disfrazan, desestiman, cualquier cosa que las desestabilice”.


Las normalidades, aquellas sensibilidades que adhieren al habla capital, se someten a
los modos de vivir del sentido comú n. Este nos indica có mo vivir, cual es el bien y cuá l
es el mal. Nos repite a través de frases naturalizadas, como debemos actuar para
pertenecer a un grupo, a una normalidad. Las normalidades no se permiten tomar un
camino irregular, toman caminos rectos. La normalidad mira a la demasía con
rechazo, ya que esta la desestabiliza.

en el sentido común habla la voz de un mando, una normativa, una voz que
establece como son las cosas. Así, el sentido común se presenta como una única
verdad que impide la común curiosidad debido a la amenaza silenciosa del
desamparo, inseguridad y estigma que conllevaría quedar por fuera de él, es decir,
por fuera de la “normalidad”. De esta forma, el sentido común se convierte en el
peor confinamiento, se vuelve coercitivo y asfixiante para quienes comienzan a
sentir inconformidad, para quienes buscan criticar las formas establecidas.

Se piensa estar en comú n como composició n de cercanías y distancias. De esta forma


dentro de lo comú n no se piensa en unidad, sino que se contemplan distintas ideología
y opiniones. se plantea que se puede estar en cercanía , incluso en la distancia, sino
que también que hay distancias, conflictividades tensiones desencuentros en toda vida
en comú n y que representaciones como grupos, comunidades, precisan reducir todas
estas conflictividades en una ficció n de unanimidad. Así, frente a la proclamación de los
grupos como una entidad y como un “ser”, el paradigma de lo común comienza a pensar
en “estancias en común”, en maneras de estar que habilitan modificaciones y no en
maneras de ser que congelan la vida y producen cautiverios. Lo común es un “espacio
donde los participantes establecen autonomía y conjuntamente estrategias, normas,
formas de estar; una experiencia simultanea de cuerpos, palabras, acciones, ritmos que
arman un espacio en común que se sabe provisorio

Las locuras responden al sentido de lo comú n, a sobrevenir deseos de pensar, y no


suponer pensamientos impuestos por el sentido comú n. El deber estar, y no el deber
ser. Ocupan cuerpos, y no está n domesticadas. Son las minorías que está n en contra
del habla capital. Son estigmatizadas por las normalidades, ya que desconocen las
reglas del sentido comú n. Adhieren a la regla de no tener regla. Conviven con otras
locuras, abrazan delirios en comú n, celebran anomalías, exageran las rarezas.
Las demasías son estos vivientes estigmatizados con la sospecha de una falla, que
desconocen las reglas de la vida en comú n. Se llama demasías a intensidades que
desbordan locuras y normalidades. Son los considerados “enfermos mentales” para
los umbrales de la normalidad. Normalidades internan demasías en celdas que
refuerzan encierros, y que diseñ an normalidades, intentan exorcizarlas como si se
tratara de espíritus malignos.

Tanto las locuras, como las demasías, desobedecen las formas del sentido comú n, de lo
pautado, de lo convencional, y por ende son miradas por la normalidad con rechazo,
ya esto las desestabiliza. Normalidades temen perder el mundo que tienen, y por lo
tanto niegan, disfrazan y desestiman, a cualquiera que no siga las mismas condiciones,
las de una vida normalizada.
En los tiempos que nos arremeten, nos encontramos ante la oportunidad de no seguir
una vida normal, de no actuar como si no estuviera pasando nada. Aunque las
normalidades, postulan que sigamos con nuestra vida normal desde nuestras casas,
que trabajemos, que estudiemos, que vivamos. Todo de una manera virtual, a través
de las pantallas. Sin embargo, estamos ante la oportunidad de no normalizar el sin
sentido, de no encubrir la desigualdad, la violencia, la crueldad. Estamos ante la
oportunidad de llegar a una comú n convicció n de que “esta normalidad no va má s”.
Sin embargo, se extrañ an cosas de aquella “normalidad” impuesta, se extrañ an las
aulas, las clases, el viajar a la facultad. La cotidianidad, que pasa inadvertida en el
transcurrir de todos los días, que nos fue arrancada, y que nunca se valoró como en el
presente.
Hoy los días pasan sin que pase nada. Sin embargo, se debe asistir a un comú n
cuidado, a cuidar a quienes cuidan. A quienes se disponen a acompañ ar duelos sin
despedidas.
El sentido comú n, expectante de que todo esto termine pronto, se adapta para seguir
sin detenerse a pensar el mundo. La comú n curiosidad decide demorarse en entender
lo que está pasando. No sabe có mo alojar lo que se siente. El comú n pensar busca
formas de transitar los pesares, los duelos. Aquellos duelos que có mo se mencionó ,
ausentes de despedidas, dejan un sabor amargo. La mortificació n florece.
Desde la bioética, que es la rama de la ética dedicada a proveer los principios para la
conducta má s apropiada del ser humano con respecto a la vida, se nos indica, en caso
de escasez, a quien le corresponde el respirador, y a quien no le corresponde. “ Se
presenta la condena como cá lculo racional, la indolencia como asignació n de recursos,
el consentimiento con la crueldad como razó n de fuerza mayor.” Percia (2020) 6. No se
tiene en cuenta la posibilidad de una comú n decisió n amorosa y solidaria entre
sensibilidades que padecen.

Hay un mientras tanto vemos que hacer con esta vida que se está modelando
ante nuestros ojos. En ese mientras tanto al estar desamparados y estado de
desprotección. Dentro de este estado hay “una común ausencia de soledades”,
que sin embargo se enredan.
El estar en común no suprime la soledad, sino que hay una común indolencia de
la crueldad y del odio.

6
Percia, M (2020). Extrañar las Aulas. Clase 3. Teoría y técnica de Grupos II. Facultad de Psicología,
Universidad de Buenos Aires.
4) Se solicita a) situar al menos tres ideas en torno las relaciones entre lenguaje y
poder para pensar la vida en común en tiempos de contingencia. b) Mencionar al
menos tres incidencias que podemos encontrarnos en el trabajo clínico respecto
del problema de cómo nombrar la vida.
Materiales sugeridos:
-Barthes, R. (1977) “Lección Inaugural”.
-Percia, M (2021) Conferencia “Arriba la vida sigue” Clase teórica 1.
-Percia, M (2021) “Esquirlas, pliegues en medio de la peste”-esquirla 10 “Arriba
que la vida sigue”.
-Percia, M. (2017) “Estancias en común” Asuntos “Lo común”, “Poderes”,
“Clínicas”. -Rolón, Cintia (2021) Clase teórica 2 (audio) 29/3.
-Rolón Cintia (2021) Clase teórica 3 (audio) 5/4.
-Rolón Cintia (2021) “El Curso de la herida” (entregas I y II).
1)
5) En la esquirla 10, "Arriba que la vida sigue" (M. Percia, 2021), se propone, a
partir de una referencia a Simone Weil, cuestionar "el modelo de la fuerza" como
paradigma que organiza el pensamiento en Occidente. Se propone el sintagma:
una común debilidad (o nada). Desarrolle esta idea a partir de los materiales
sugeridos y ensaye una relación con las figuras de zona informulada, muertes por
irrelevancia, pensadas en "El curso de la herida II" (C. Rolón, 2020)
Materiales sugeridos:
- Percia, M. (2021) Conferencia "Arriba que la vida sigue".
Clase teórica 1. - Percia, M. (2021)” Esquirlas, pliegues de la peste": esquirla 10.
"Arriba que la vida sigue".
- Rolón, Cintia (2021) "Clase teórica 5". 20/4
- Rolón, Cintia (2020) "El curso de la herida II -figuras de la intemperie-

la normalidad es una construcción para una forma de indolencia, donde lo que


mas rechaza la normalidad es la debilidad.
Las cercanías inmóviles, se quiebran, son momentáneas, son caprichosas. Las
cercanías acontecen junto a las distancias. Se piensa ese espacio entre cercanías
y distancias como marañas.
Un aula es una espacio caprichoso, es un espacio accidental. No se puede el
estar ahí sin un marco de accidente, capricho, la curiosidad y la obligación en
relación a la necesariedad.

Hay un mientras tanto vemos que hacer con esta vida que se está modelando ante
nuestros ojos. Mientras tanto al estar desamparados y estado de desprotección.
Dentro de este estado hay “una común ausencia de soledades”, que sin embargo
se enredan.
El estar en común no suprime la soledad, sino que hay una común indolencia de la
crueldad y del odio.

No se trata solo de hacer visible lo invisible, sino de hacer visible lo visible. El


sentido común esta tan arraigado a lo visible, que la ilusión de propiedad no nos
hace ver como la fuerza del sentido común hace decir eso que decimos.

El dialogo clínico intenta desprender lo que se piensa en la ilusión que llamamos


nosotros mismos.

PRÁCTICO

1) Teniendo en cuenta las nociones trabajadas en torno a sentido común,


lenguaje, hábitos, automatismos, noción de ser, sujeciones, producción de
subjetividades/cauteverios reflexionen estableciendo puentes conceptuales acerca
de las siguientes frases:

Se lee en la presentación en Estancias en común : “Se toman precauciones


respecto del verbo ser cuando está destinado a rigidizar la existencia,
consagrar atribuciones inalterables, suprimir el devenir. Al mismo tiempo, se
ponen en cuestión fijezas asignadas o cualidades adosadas a una vida”

Se lee en en el asunto “Lo común”: Hablantes actúan libretos del sentido


común, a veces, tan completamente que viven esas convicciones
impostadas como sentimientos íntimos, profundos, frutos de experiencias
personales”

Podemos pensar el sentido comú n como el habla de mayorías. La ilusió n de


pertenecer a los pensamientos de toda la gente, que se ofrece como abrigo protector.
Hablantes actú an libretos del sentido comú n, como si fueran propios, pues el sentido
comú n nos es impuesto en la cotidianeidad del día a día. Nos son impostadas
convicciones ajenas como íntimas. Es el gran anzuelo del deseo. Normaliza y disciplina
ideas. Un conjunto de automatismos morales, conducidos por la razó n, que reinan en
una época. Recae en el cliché de las frases que repetimos a diario como normalidades.
Enunciados que nos capturan y nos abren a nuevos enunciados. Se produce un
adormecimiento, pues nos indica como vivir, que es lo que tenemos que hacer y
pensar, que es lo que está bien y que es lo que está mal.

Por otro lado, lo sentido en comú n, no supone pensamientos, sino que sobreviene
deseos de pensar. Recae en el desear estar y no en el deber ser. “Pensar en común no
supone pensamientos producidos y compartidos. La tentativa consiste en que estando en
común sobrevengan deseos de pensar: encantos de una recepción nunca garantizada”
Percia (2017)7. Estar en comú n acontece coincidencias pasajeras de cercanías y
distancias, entre fragilidades desamparadas, sin uniones ni separaciones, en cercanías
y proximidades.

Se puede establecer una relació n entre lo sentido en comú n y lo neutro. Aquello que
no es ni el bien, ni el mal. Que aloja lo desconocido. Impide que lo comú n se imponga a
modos de estar definidos, que no quede confiscado en una totalidad, ni en una
composició n general. Lo neutro ayuda a imaginar la vida en comú n, sin fijezas, sin
mandos, sin fortificaciones. Ayuda a escapar del sentido comú n.

7
Percia, M. (2017). Estancias en común. Buenos Aires: La Cebra.
Las sensibilidades que se adaptan y se posicionan dentro del sentido comú n, son las
consideradas “normalidades”, estas se amoldan a los diseñ os establecidos y a lo
impuesto. Dan lecciones sobre lo que está bien y lo que está mal. Fabrican conciencias
y dictan leyes. Asumen posturas que pertenecen al habla del capital. Ellos piensan lo
que se debe pensar, lo impuesto. Siguen caminos rectos.

Las locuras está n posicionadas en contra del sentido comú n. Son aquellas que van en
contra del habla capital, saltan las fronteras que las normalidades imponen a modo de
resistencia, porque no acatan normalidades. Cuestionan las reglas. Conviven con otras
locuras, abrazan delirios en comú n. Está n por fuera de lo pautado, de lo convencional.
Lo mismo ocurre con las demasías, intensidades que rompen con las normalidades y
con el sentido comú n, que se alojan en manicomios al no ser comprendidas.

Para contribuir a deshabituar el sentido comú n debemos descoserlo, soltar los hilos,
desprender las representaciones automatizadas. Debemos cuestionarnos, no aceptar
como cosa có mo natural o una costumbre recibida, no aceptar lo habitual como
natural. Todo puede ser modificado incluso naturalizado. No aceptar lo impuesto, ni
los pensamientos ajenos, sino má s bien, animarse a pensar los propios, abrir nuevos
enunciados. Salir del “adormecimiento”, y dejar de obedecer a una sola forma de vivir,
y tener criterios propios acerca de “lo que está bien” y “lo que está mal”, y sobre lo que
tenemos que hacer con nuestras vidas.

Aprender otro “lenguaje”, como un ejercicio de desaprendizaje y deshabituación de


lo conocido. “De pronto nos damos cuenta que la salud consiste en el olvido
transitorio de un continuo estado de vulnerabilidad” (Percia 2020), una común
vulnerabilidad. No como algo personal.

Las sensibilidades se blindan porque no soportamos tal estado descarnado de


vulnerabilidad. La forma de soportarlo es la comú n vulnerabilidad.

desde la lógica de la identidad, “el concepto de identidad (…) define a un


individuo como lo que es, lo que le es propio y constitutivo, aquello que está ahí
desde siempre, impreso en su naturaleza, puede ser des-cubierto o des-ocultado”
(Rolón, 2014, p.5). Sin embargo, las nociones de “ser” y de “identidad” nos
impiden concebirnos como existencias que modifican su forma de estar a lo largo
del tiempo y nos llevan a estar capturados en un único personaje toda nuestra
vida. “Esas verdades llamadas sujeto, ser, persona producen cautiverios. Un yo
que alardea se cree libre y dice “yo soy”, se carga de atributos, obligaciones que lo
subordinan”8.

De esta forma, podemos concebir las nociones de “yo”, “ser”, “sujeto” e “identidad”
como ficciones que se apoderan de la persona limitando sus posibilidades de
acción, ya que cada uno actúa o deja de actuar en base a lo establecido por su
supuesta identidad. Como menciona Percia, M (2017): “se llama sujeto a una
existencia amarrada a una identidad” (p. 453). Desde esta perspectiva no existe
un “ser” inmodificable, una “esencia” que nos caracteriza y sin la cual dejaríamos
de existir. Por ello, en lugar de pensar en un “ser” que congela la vida y produce
cautiverios, debemos pensar en un “estar” modificable, que permite la variación y
modificación de los roles, conductas y rasgos a medida que se atraviesan
diferentes experiencias de vida.

junto con la idea de ficción, cobra importancia lo neutro como “modo de concebir
lo no pensado”9. De esta forma, frente a la lengua como sistema que ordena,
clasifica y califica, lo neutro se presenta para desbaratar paradigmas: como un
“habla liberada de las relaciones de dominio y propiedad” (Percia, 2017, p. 91).
Así, la ficción y lo neutro como “artificios que posibilitan una lectura crítica de la
lógica de la identidad”. nos brindan la posibilidad de corrernos de la lógica
propietaria del lenguaje y de derribar las lógicas binarias e identitarias, generando
así un lenguaje sin encasillamientos o categorías que nos digan “quienes
debemos ser”. Como afirma Percia (2017), lo neutro: “Impide que lo común se
reduzca a modos de estar ya definitivos.

Aclaraciones, precauciones y criterios de evaluación

Se recuerda tomar precauciones de escritura que hacen a la posición


8
Flavia Iannone (2020), punteo teó rico N°7, p.6
9
Flavia Iannone (2020), punteo teó rico N°2, p.3
epistemológica trabajada y a los alertas en torno al uso de lo gramatical en
relación con los conceptos (esas frágiles criaturas, como gustaba decir Juan
Carlos De Brasi). Nos referimos al riesgo que presentan reduccionismos,
absolutismos, binarismos, uso de posesivos, uso del verbo ser, lógicas
propietarias, atributivas, clasificatorias y sustancialistas, entre otras cuestiones.

Se sugiere prestar atención a la tentación de caer en la garras que ofrecen tanto


el tono sermón-moralizante como el tono idealista-militantemoralizante, entre otras
garras. GruposDos solicita que el trabajo escrito (de hasta 5 carillas) se despliegue
en un formato que no busque “llenar espacio”. Para ello se pide utilizar Arial 12
con interlineado 1.5, incluir (inventar) un título al escrito y un apartado final que
oficie a modo de “cierre” o “conclusión” desprendida de lo que se vaya
desplegando en el escrito. Se espera también que se sitúe la bibliografía utilizada
(ni portada ni bibliografía cuentan como parte de las carillas). Del mismo modo se
recomienda que las citas que figuren en el parcial queden aclaradas en nota al pie
con año, autor y texto o libro del que provienen.

Recordamos que las palabras en un parcial no están sueltas sino que se yerguen
en tramas conceptuales, gramaticales y político-epistemológicas que, en esta
ocasión, cobran cuerpo en los textos acompañantes. Se solicita prestar atención al
uso cuidadoso de las palabras. Escribir se trata, en parte, de sospechar de las
costumbres que la gramática impone y que los automatismos ofrecen. Una
escritura que copia y pega fragmentos que figuran en otros textos no explicitados
o en páginas de internet no explicitadas (wikipedia, elortiba, rincón del vago, etc.)
constituye una especie de lastimadura pedagógica.

Fecha de entrega: Máximo lunes 3 de Mayo

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