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Introducción a la epístola de Pablo a

los romanos

¿Por qué debemos estudiar este libro?


La epístola a los romanos es la más larga de las epístolas de Pablo, y
muchas personas la consideran la más importante. Contiene su
explicación más completa de la doctrina de la justificación por la fe en
Jesucristo, más bien que por las ceremonias de la ley de Moisés, así como
muchas enseñanzas sobre las doctrinas de salvación y la aplicación
práctica de esas doctrinas a la vida cotidiana. Por medio del estudio de
este libro, los alumnos pueden obtener un mayor aprecio por la
expiación de Jesucristo y de la esperanza y la paz que todas las personas
pueden hallar en Cristo.

¿Quién escribió este libro?


El apóstol Pablo es el autor de la Epístola a los Romanos (véase
Romanos 1:1). Al escribir esta epístola, Pablo empleó la ayuda de un
escriba, Tercio, el cual escribió su propio saludo a los santos romanos
cerca del final de la epístola (véase Romanos 16:22).

¿Cuándo y dónde se escribió?


Pablo escribió su Epístola a los Romanos en Corinto, cerca del final de
su tercer viaje misional. Varias pistas sugieren que Pablo escribió su
epístola durante los tres meses que permaneció en Corinto (véase Hechos
20:2–3; la palabra Grecia en estos versículo se refiere a Corinto),
probablemente entre los años 55 y 56 d. C. (véase Bible Dictionary
[Diccionario Bíblico] en inglés, “Pauline Epistles”).

¿Para quién y por qué se escribió?


La Epístola a los Romanos está dirigida a los miembros de la Iglesia en
Roma (véase Romanos 1:7). Se desconocen los orígenes de la Iglesia en
Roma, pero probablemente datan de poco después del Día de
Pentecostés, cuando los judíos que visitaban Roma escucharon a Pedro
predicar (véase Hechos 2:10). Aunque todavía no había estado en Roma,
Pablo envió saludos por escrito a santos específicos que conocía, bien
por encuentros previos o por medio de otras personas que habían vivido
en Roma, como Priscila y Aquila (véanse Hechos 18:1–2, 18; Romanos
16:1–16, 21).

Parece haber por lo menos tres razones principales por las que Pablo
envió la epístola a los romanos:

(1) Para preparar su futura llegada a Roma. Durante años, Pablo había
querido predicar el Evangelio en Roma (véanse Hechos 19:21; Romanos
1:15; 15:23). También tenía la esperanza de que la Iglesia en Roma le
sirviera como base desde la cual pudiera servir una misión en España
(véase Romanos 15:22–24, 28).

(2) Para aclarar y defender sus enseñanzas. Pablo hizo frente a la constante
oposición de personas que no comprendían o distorsionaban sus
enseñanzas sobre la ley de Moisés y la fe en Cristo (véanse Hechos 13:45;
15:1–2; 21:27–28; Romanos 3:8; 2 Pedro 3:15–16). Evidentemente, Pablo
tenía razones para sospechar que tales conceptos erróneos habían
llegado a los miembros de la Iglesia en Roma, por lo que escribió para
aliviar cualquier inquietud antes de su llegada.

(3) Para fomentar la unidad entre los miembros de la Iglesia judíos y gentiles.
Poco antes de que Pablo escribiera esta epístola, los cristianos judíos que
el emperador Claudio había sido expulsado de Roma (véase Hechos
18:2) comenzaron a regresar a Roma, principalmente a congregaciones
de cristianos gentiles. Es posible que esa situación haya dado lugar a que
surgieran algunas tensiones y problemas entre los cristianos judíos y los
cristianos gentiles. Como “el apóstol de los gentiles” (Romanos 11:13),
Pablo procuró integrar en la Iglesia a los conversos gentiles; sin
embargo, como judío (véase Romanos 11:1), Pablo también sintió un
gran deseo de que su propio pueblo aceptara el Evangelio. Para
fomentar la unidad en la Iglesia, Pablo enseñó cómo se aplican las
doctrinas del Evangelio a todos los santos (véanse Romanos 3:21–4:25;
11:13–36; 14:1–15:13).

¿Cuáles son algunas de las características


distintivas del libro?
Después de la salutación inicial, la epístola comienza con un resumen de
su idea central: “… el Evangelio de Cristo… es poder de Dios para
salvación” a todo aquel que vive por la fe en Jesucristo (Romanos 1:16–
17).

Aunque la epístola a los romanos ha desempeñado un papel importante


en la historia de la cristiandad, lamentablemente también ha sido
“fuente de mayor confusión, malinterpretación y daño que cualquier
otro libro bíblico”, según el élder Bruce R. McConkie, del Cuórum de
los Doce Apóstoles (Doctrinal New Testament Commentary, 3 tomos, 1965–
1973, tomo II, pág. 211). Aun entre los primeros cristianos, los escritos
de Pablo se consideraban “difíciles de entender”, y sus enseñanzas en
ocasiones se distorsionaban y malinterpretaban (2 Pedro 3:15–16).

Bosquejo
Romanos 1–3 Pablo explica la doctrina de la justificación por la fe en
Jesucristo. Define la gravedad de la conducta pecaminosa a la que se
enfrenta todo el género humano, y enseña que la solución de Dios a este
problema para todas las personas es la expiación de Jesucristo. Mediante
la fiel aceptación de la expiación de Cristo, todo el género humano
puede ser justificado (perdonado) y recibir la salvación.

Romanos 4–8 Pablo cita el ejemplo de Abraham para ilustrar la


doctrina de la justificación por la fe. Expone doctrinas de salvación y
enseña cómo estas doctrinas influyen en la vida de todos los que tienen
fe en Cristo.

Romanos 9–16 Pablo escribe sobre la condición de Israel como pueblo


electo, su actual rechazo del Evangelio y su salvación final. Aconseja a
los miembros judíos y gentiles de la Iglesia que vivan el Evangelio, a fin
de que haya paz y unidad en ella, y ruega que los santos de Roma
continúen guardando los mandamientos.
Lección 99: Romanos 1–3
Lección 100: Romanos 4–7
Lección de estudio individual supervisado: Hechos 20–Romanos 7
(Unidad 20)
Lección 101: Romanos 8–11
Lección 102: Romanos 12–16

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