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Las siete Iglesias de Apocalipsis

Al apóstol Juan se le fueron dados unos mensajes muy importantes para las siete Iglesias
de Apocalipsis. ¿Cómo debemos entender esta parte de las escrituras hoy en día?

Como lo explica el primer capítulo del libro de Apocalipsis, el apóstol Juan tuvo una visión acerca de
los tiempos del fin, previo al regreso de Jesucristo. Parte de la instrucción que Juan recibió fue: “El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la
segunda muerte” (Apocalipsis 2:11). El orden de estas ciudades corresponde a “la ruta por la cual un
mensajero de Patmos [donde Juan recibió la visión] habría llevado el pergamino” (VEE Estudio de la
Biblia, Apocalipsis 2:11).
Tratar de entender lo que significan estos mensajes para los cristianos ha sido confuso. Estas siete
Iglesias nombradas por su ubicación, no eran la totalidad de las congregaciones de la Iglesia de Dios
en el primer siglo. Había congregaciones ubicadas en Corinto (Corintios 1:2), Filipos (Filipenses 1:1) y
Celosas (Colosenses 1:2), sólo por nombrar unas pocas ciudades adicionales en donde existían
Iglesias de Dios en el Nuevo Testamento.
¿Entonces por qué Dios el Padre, el autor de este mensaje (Apocalipsis 1:1), escogió estas siete
Iglesias? ¿Qué relevancia tienen para nosotros estos mensajes hoy en día? Como veremos, Dios
escogió estas siete Iglesias para dar instrucciones a su pueblo a través de los siglos.
Ya que estas instrucciones son históricas y proféticas —a Juan le fue dicho que escribiera acerca de
“Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas” (apocalipsis
1:19) — esta información debe ser entendida desde más de una perspectiva. Aquí hay tres maneras
de entender esta parte de la escritura.
Instrucciones para las Iglesias del primer siglo
Las siete Iglesias de Apocalipsis 2 y 3 eran congregaciones de la Iglesia de Dios en el primer siglo.
Ubicadas en Asia Menor (hoy en día Turquía), estas Iglesias representaban comunidades de antiguos
cristianos —no edificios ni sitios de reunión.
Al referirse a cada una de estas congregaciones, Dios dijo que Él sabía de sus obras. Conocía sus
retos y cómo estaban respondiendo a ellos. El los exhortó a que se arrepintieran de sus errores y a
que permanecieran fieles para poder recibir la salvación. Aunque las circunstancias no fueran las
mismas, este mensaje fue similar para cada una de las Iglesias.
Al examinar más de cerca estos mensajes, es interesante notar que Dios entendía claramente las
dificultades y las influencias que los miembros de las congregaciones de cada ciudad debían
soportar y resistir. Por ejemplo, Él sabía que los miembros de Éfeso habían perdido su “primer
amor” y que estaban resistiendo a la influencia negativa de los nicolaítas (Apocalipsis 2:4,6). Dios
también sabía de la “tribulación y la pobreza” por la cual atravesaban los de Esmirna (Apocalipsis
2:9).
Una lección muy importante de Apocalipsis 2 y 3 es que Dios estaba al tanto de los problemas que
las Iglesias y sus miembros enfrentaban en el primer siglo. Muy parecidas a las cartas que Pablo
escribió a las congregaciones en otras ciudades, estos mensajes cortos a las siete Iglesias tenían el
propósito de fortalecer a los miembros en estas ciudades para que se aferraran al camino de vida de
Dios para que fueran recompensados en el futuro.
Historia progresiva de la Iglesia
Los eruditos que estudian la Biblia se han dado cuenta que los mensajes a las siete Iglesias
implicarían una historia progresiva de las cosas: “y las que han de ser después de estas” (Apocalipsis
1:19). Algunos la han descrito como el desarrollo cronológico de la Iglesia o eras de la Iglesia.
Refiriéndose a esta perspectiva, el fallecido profesor Dr. John F. Walvoord escribió: “Muchos
expositores creen que, además de la implicación obvia de estos mensajes, las siete Iglesias
representan el desarrollo cronológico de la historia de la Iglesia visto de manera espiritual. Señalan
que Éfeso parece caracterizar el período apostólico en general y que la progresión del mal que
culmina en Laodicea parece indicar el estado final de la apostasía de la Iglesia.... el orden de los
mensajes a las Iglesias parece ser divinamente seleccionado para dar proféticamente el movimiento
de la historia de la Iglesia” Scofield, da una explicación similar:
“De nuevo, estos mensajes en sus propios términos van más allá de las asambleas locales
mencionadas. Se puede observar que Éfeso (Apocalipsis 2:1-7), aunque una Iglesia local en los días
del apóstol, es típico del siglo primero como un todo; Esmirna (Apocalipsis 2:8-11) caracteriza a la
Iglesia bajo persecución, por ejemplo, desde 100- 316, d.C.; Pérgamo (Apocalipsis 2:12-17), “donde
mora Satanás” es sugerente de la Iglesia que se mezcla con el mundo, por ejemplo, en la Edad
Media; Tiatira (Apocalipsis 2:18-29 revela cómo el mal avanza en la Iglesia y la idolatría se practica;
Sardis (Apocalipsis 3:1-6) es representante de la Iglesia que está como muerta, pero aun así tiene
una minoría de hombres y mujeres de Dios, como durante la Reforma; Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13)
muestra avivamiento y un estado de avance espiritual; Laodicea (Apocalipsis 3:14-19) es ilustrativo
del estado final de la apostasía que experimentará la Iglesia visible” Apocalipsis 1:20).
Si bien la Biblia no nos da fechas específicas para los períodos o eras del desarrollo de la Iglesia y
muchos de estos períodos se sobreponen, existen indicadores de este progreso histórico en los
mensajes a las Iglesias. A continuación están algunas de estas aparentes indicaciones del desarrollo
histórico de la Iglesia:
Éfeso, la primera Iglesia que se menciona en los mensajes a las siete Iglesias de Apocalipsis, fue el
centro del ministerio de Juan al final del primer siglo. La isla de Patmos, donde Juan tuvo la visión
mencionada en el libro de Apocalipsis, estaba a sólo 89 kilómetros de Éfeso. Es bien sabido que Juan
predicaba acerca del amor —algunos se refieren a él como el apóstol del amor— para ayudarles a
los cristianos de la época a recuperar su “primer amor” (Apocalipsis 2:4; 1 Juan 3:10-11, 14, 16-18,
23).
A Esmirna, la segunda Iglesia mencionada, le fue dicho que tendría “… tribulación por diez días”
(Apocalipsis 2:10). Acerca de este versículo Adam Clarke manifestó: “Como los días en este libro son
lo que comúnmente se conocen como días proféticos, cada uno correspondiente a un año, entonces
diez años de tribulación pueden significar diez años de persecución; y este fue el tiempo exacto que
duró la persecución durante Diocleciano, en la que todas las Iglesias en Asia se vieron gravemente
afectadas. Otros entienden la expresión como implicando frecuencia y abundancia, como lo hace en
otras partes de las Escrituras” [Comentario de Adam Clarke], Apocalipsis 2:10).
Independiente del significado exacto de los “diez días” en Apocalipsis 2:10, la historia muestra que
la Iglesia de Dios sufrió gran persecución en sus primeros siglos. Como se mostró, está implícito en
el mensaje a Esmirna y también en el tercer mensaje (a Pérgamo) en el que Dios se refiere a “ni aun
en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros” (Apocalipsis 2:13).
Los mensajes a las últimas cuatro Iglesias hablan del regreso de Cristo —lo que indica que por lo
menos un remanente de Tiatira, Sardis y Filadelfia todavía existirán, junto con Laodicea, en el
tiempo del fin (Apocalipsis 2:25; Apocalipsis 3:3, 11,20). Como antesala de que la historia se acerca a
su final antes del regreso de Cristo, a Filadelfia le es prometida protección “yo también te guardaré
de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre
la tierra” (Apocalipsis 3:10).
Advertencia para los cristianos a través de los siglos
La tercera forma en que los mensajes a las siete Iglesias pueden ser entendidos es a manera de
consejos y advertencias para los cristianos a lo largo de todos los tiempos. La respuesta de cada
Iglesia al consejo que le es dado puede ser entendida también como actitud. La relevancia que
tienen estos mensajes para los cristianos a lo largo de la historia, se vuelve obvia al final de cada
mensaje a las siete Iglesias: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias” (Apocalipsis
2:7,11, 17, 29; Apocalipsis 3:6, 13, 22).
Aunque hay explicaciones más completas disponibles en los artículos de cada congregación con
respecto a la relevancia de cada mensaje, a continuación verá un resumen abreviado de las
lecciones que podemos aprender de las instrucciones que Dios le dio a cada Iglesia:
Éfeso (Apocalipsis 2:1-7): No pierda el amor por la verdad de Dios ni por su pueblo.
Esmirna (Apocalipsis 2:8-11): Permanezca fiel ante la tribulación y la pobreza.
Pérgamo (Apocalipsis 2:12-17): Resista a la influencia de Satanás, incluso hasta la muerte, de ser
necesario.
Tiatira (Apocalipsis 2:18-29): Resista las falsas enseñanzas.
Sardis (Apocalipsis 3:1-6) Permanezca celoso y puro en su modo de proceder.
Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13): Persevere y camine a través de las puertas que Dios abre.
Laodicea (Apocalipsis 3:14-22): No se vuelva tibio en el camino de vida de Dios.
Abuso de las eras de la Iglesia
De la misma manera que gran parte de las enseñanzas de la Biblia han sido incomprendidas y mal
aplicadas, algunos han tergiversado los mensajes a las siete Iglesias para decir que cierta
organización o grupo de personas representan una era de la Iglesia en particular, por ejemplo
Filadelfia; en tanto que otros creyentes representan otra era, como Laodicea. No importa lo que
digamos los seres humanos, debemos recordar que Cristo será el verdadero juez (Hechos 10:42;
Hechos 17:31; 2 Timoteo 4:1).
En cuanto a juzgar a los demás de ser laodicenses, es irónico observar que la característica principal
de los de Laodicea era juzgar mal su condición espiritual. De nuevo, la enseñanza vigente para
nosotros en la actualidad, es escuchar y aplicar todos los mensajes que les fueron dados a las
Iglesias. El curso prudente de acción es prestar atención a todos los mensajes y dejar que Cristo se
encargue del juicio — ¡un papel que sin duda va a cumplir!
La relevancia moderna de los mensajes
Los mensajes a las siete Iglesias en Apocalipsis 2 y 3, nos muestran que la Iglesia de Dios y sus
miembros estaban destinados a enfrentar muchas pruebas a lo largo de los siglos antes del regreso
de Jesucristo. Sin embargo, Dios prometió recompensar a su Iglesia y a los miembros que se
mantuvieran fieles a Él.
Estas recompensas incluyen comer del árbol de la vida (Apocalipsis 2:7), recibir la corona de la vida
(Apocalipsis 2:10), recibir un nuevo nombre (Apocalipsis 2:17), tener autoridad sobre las naciones
(Apocalipsis 2:26), tener el nombre escrito en el libro de la vida (Apocalipsis 3:5), ser columna en el
templo de Dios (Apocalipsis 3:12) y sentarse junto a Cristo en el trono (Apocalipsis 3:21). Este
estímulo por parte de Dios nos recuerda que servirle a Él, bien vale la pena.
¿Qué está haciendo usted con el conocimiento espiritual que ha recibido? ¿Ha permanecido fiel a lo
que Dios ha revelado? Continúe leyendo la información para aprender más del camino de Dios y
cómo fortalecer su relación con Dios. Puede ser de mucha ayuda para usted estudiar las secciones
de “La Iglesia” y “La conversión”.

La Iglesia: el cuerpo de Cristo


Cristo dijo: “…edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades [la tumba] no prevalecerán contra ella”
(Mateo 16:18). ¿Qué es esta Iglesia y cómo la puede encontrar?
Después de la resurrección de Jesucristo nos damos cuenta que “el Señor añadía cada día a la iglesia
los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47). ¿Todavía los está añadiendo a su Iglesia en la
actualidad? ¿Cómo?
¿Qué es en realidad la Iglesia? ¿Por qué hay tantas iglesias en la actualidad? ¿Qué sucedió con la
Iglesia del Nuevo Testamento? ¿Importa algo si usted es parte de una Iglesia o no?
Muchos creen que son buenos cristianos, pero no tienen la menor idea de lo que involucra ser
cristiano o lo que incluye el compañerismo cristiano. ¿Qué es un cristiano y cómo debería vivir?
¿Importa realmente lo que usted cree—o existen muchos caminos que nos conducen al mismo
lugar?
Descubra usted mismo lo que dice la Palabra de Dios acerca de la Iglesia y del compañerismo
cristiano, en los artículos relacionados.

Dios tenía un plan para el momento del nacimiento de Jesús, y ese sería el momento más favorable
para que su Iglesia fuera establecida. “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su
Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4).
Antes del ministerio de Jesucristo, leemos que Juan el Bautista estaba listo “para preparar al Señor
un pueblo bien dispuesto” (Lucas 1:17). De él también se había profetizado que “irás delante de la
presencia del Señor, para preparar sus caminos” (v. 76). Así, un pueblo estaría preparado, ¡y en
efecto, así fue! De hecho, varios de los discípulos de Juan, los que primero aceptaron su mensaje,
más tarde aceptaron el evangelio predicado por Jesús.

El mundo fue preparado


¿Cómo fue preparado el mundo para que la Iglesia comenzara?
En Daniel 2 y 7, leemos acerca de los cuatro imperios que gobernarían el mundo. Primero fue
Babilonia, el imperio que llevó cautivos a los judíos. En el año 539 a.C., Babilonia fue derrotada por
los persas, que luego dominaron el mundo por espacio de casi 200 años. Fue durante el reinado
persa que los judíos pudieron regresar a Jerusalén (Esdras 1:1-5).
Sin embargo, hubo varios judíos que permanecieron en la tierra de Babilonia y no regresaron a
Jerusalén. Aquellos judíos o bien permanecieron en Babilonia o emigraron a otros lugares del
mundo. Esto fue el comienzo de lo que se conoce como la Diáspora—la dispersión.
En el año 333 a.C., Alejandro Magno estableció el imperio griego. Durante esta época de la historia,
los judíos fueron llevados a las ciudades para aprender acerca del imperio griego. Ellos fueron a
parar a ciudades como Alejandría en Egipto. Algunos eruditos estiman que cerca de 1 millón de
judíos vivieron durante la época de Jesús. Los judíos también emigraron a Siria, Asia Menor,
Cartagena, Marruecos, Grecia, Macedonia, Bulgaria, Armenia, Arabia y España (vea Hechos 2:5, 9-
11).
Las sinagogas judías (sinagoga corresponde al griego “asambleas”), aparecieron en varios de los
lugares a los que los judíos habían emigrado. Para un estudiante de la Biblia no pasa desapercibido
el gran número de sinagogas que Jesús y más tarde los apóstoles visitaron. Las sinagogas fueron
lugares óptimos para la predicación del evangelio.
Las ideas y el pensamiento griego permearon el imperio. Grecia produjo una cultura que todavía
está presente en la actualidad. Hace gran énfasis en la literatura, lengua, arte y educación,
especialmente el estilo de lectura. El griego se convirtió en el idioma del imperio y varias escuelas de
enseñanza hacían énfasis en él—de la misma forma en que actualmente sucede con el inglés. Ésta
es una de las razones por las cuales Dios preservó el Nuevo Testamento en el lenguaje griego—era
prevalente en todas partes.
El último de los cuatro imperios descritos en Daniel era Roma. En el año 60 a.C., Roma virtualmente
había conquistado la mayor parte del mundo. Roma fue un imperio que duró mucho y el mundo lo
experimentaría durante varios cientos de años.

La fundación de la Iglesia
La primera vez que leemos acerca de la Iglesia es en Mateo 16:18. La palabra griega para iglesia es
ekklesia, que significa “los llamados”. La iglesia comenzó en el día de Pentecostés en el año 31 d.C.,
y a partir de ese momento creció (Hechos 2:1, 41, 47).

A medida que pasó el tiempo, los discípulos (miembros de la Iglesia) se llamaron eventualmente
cristianos. “Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los
discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26).
La expansión del cristianismo
A continuación haremos un breve análisis de algunas de estas condiciones.
La propagación del judaísmo, según Hechos 15:21: “Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en
cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo”. El mensaje de
las leyes de Dios era bien conocido entre la población judía. Por lo tanto, el mensaje del evangelio
fue primero predicado a los judíos, porque ellos tenían un conocimiento previo de las Escrituras.
Después de esto, el evangelio fue predicado a los gentiles (Romanos 1:16).
La helenización del oriente: como lo dijimos anteriormente, los libros del Nuevo Testamento fueron
preservados en griego. Por otra parte, aunque la cultura griega produjo una gran expansión en la
educación y en el aprendizaje, había muchas ideas paganas griegas y filosofías, que eventualmente
se introdujeron en el cristianismo. Pablo advirtió: “Mirad que nadie os engañe por medio de
filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2:8).
La posición religiosa de Roma: el Imperio Romano había impuesto una serie de leyes y un líder (el
césar). Esto realmente permitió que la Iglesia tuviera un comienzo seguro. La ley romana protegía
las religiones aceptadas en el imperio—mientras estas no interfirieran con la religión romana. Al
principio, los romanos no reconocieron que el cristianismo era diferente del judaísmo porque los
judíos y los cristianos guardaban el sábado y las fiestas santas bíblicas. Los romanos pensaron al
comienzo que el cristianismo era sólo otra secta de los judíos (Hechos 24:14; 28:22).
Los derechos de los ciudadanos romanos: los romanos estaban muy preocupados por los derechos
de los ciudadanos romanos. Justo antes de que fuera azotado, Pablo le dijo al centurión: “¿Os es
lícito azotar a un ciudadano romano sin haber sido condenado? Cuando el centurión oyó esto, fue y
dio aviso al tribuno, diciendo: ¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano”.
Cuando supo que Pablo era ciudadano, el centurión sintió miedo (Hechos 22:25-29). En otra
ocasión, Pablo apeló al César, y su derecho fue reconocido, (Hechos 25:11-12).
Las excelentes facilidades y carreteras de Roma: el Imperio Romano descansaba en la seguridad de
su comercio internacional. La Iglesia se pudo expandir gracias a la interconexión que existía entre los
pueblos y las aldeas. De hecho, Pablo viajó por áreas de Asia menor y Macedonia con relativa
facilidad. Podemos conocer sus viajes, que están descritos en el libro de Hechos. Las epístolas y las
cartas escritas por los apóstoles podrían enviarse a los miembros rápidamente.
¿Está buscando la Iglesia detrás de Vida, Esperanza y Verdad? Visite nuestra página "Quiénes
somos".

La Iglesia primitiva
El libro de los Hechos de los Apóstoles nos da más detalles de los primeros años de la Iglesia de Dios.
Había mucho gozo entre los miembros. Había milagros, tal como se describe en Hechos 3:6-9, que
nos narra cómo fue sanado un hombre lisiado. Había gran unidad y gracia entre ellos (Hechos 4:32-
33). La verdad acerca del Mesías era enseñada y la Iglesia tenía paz.

A los líderes de los judíos no les gustaba lo que estaba pasando. Ellos estaban perdiendo seguidores,
y esta secta era la que estaba creciendo. Entonces comenzaron a apresar a los apóstoles (Hechos
5:17-18). Cuando los líderes comenzaron a conspirar para matar a los discípulos, uno de los
miembros del concilio, Gamaliel, intervino y dijo: “Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais
a hacer respecto a estos hombres…Y ahora os digo; apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque
si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis
destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios” (Hechos 5:35, 38-39).
Los apóstoles fueron liberados y continuaron su predicación: “Y crecía la palabra del Señor, y el
número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los
sacerdotes obedecían a la fe” (Hechos 6:7).
La Iglesia primitiva era obediente a la fe. Ellos creían en guardar la ley de Dios, incluyendo el séptimo
día, el sábado (Hechos 18:4-8). Ellos creían en guardar las fiestas bíblicas (1 Corintios 5:8). Ellos
creían en amar a los demás, que guarda la ley (al no matar, robar, matar o codiciar; vea Romanos
13:8-10).
Durante muchos años existió una congregación en Éfeso, y Jesús dijo lo siguiente con respecto a
este grupo de personas: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes
soportar a los malo, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado
mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi
nombre, y no has desmayado” (Apocalipsis 2:2-3).
Jesucristo dijo que “Las puertas del Hades no prevalecerían contra ella [la Iglesia]” (Mateo 16:18). La
Iglesia primitiva prosperó. Pronto enfrentó la persecución, pero la Iglesia nunca murió. Existe
todavía y continúa siguiendo el ejemplo dejado por sus miembros fundadores. Para más
información acerca de la Iglesia de Dios, por favor lea los otros artículos en esta sección de la Iglesia.
La conversión: ¿qué dice la Biblia acerca de la conversión al cristianismo?
¿Qué significa ser convertido? ¿Por qué y en qué necesitamos convertirnos? ¿Cuál es el proceso
para llegar a ser verdaderos cristianos?
En Hechos 3:19, Pedro enseña sobre la importancia de la conversión exhortándonos: “arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor
tiempos de refrigerio”. Pero, ¿qué significa “convertirse”?
Muchas personas creen que para convertirse sólo deben aceptar a Jesucristo en su corazón,
profesar fe en Él con palabras o entregar su corazón al Señor. Pero, ¿acaso con sólo pronunciar el
nombre de Jesús ya hemos nacido de nuevo como cristianos? ¿Qué significa “nacer de nuevo”?
Y ¿qué significa realmente ser cristiano? ¿Qué es la conversión? ¿Es algo inmediato o un proceso?
¿Tiene el Espíritu Santo algo que ver en esto? Y ¿qué papel juegan la fe, el arrepentimiento y el
bautismo?
A pesar de que muchos lo ignoran, la Biblia explica muy claramente qué es un verdadero cristiano y
en qué consiste la conversión. Así que, sin importar lo que le hayan enseñado o haya escuchado
antes, abra su Biblia ahora y descubra qué es realmente la conversión. Si desea conocer los pasajes
bíblicos que le ayudarán a entender más acerca de este tema, podrá encontrarlos en nuestros
artículos relacionados.
Las Siete Iglesias del Apocalipsis, localizaciones literales en el Asia Menor.
Las siete iglesias del Apocalipsis se refieren a las siete iglesias literales descritas en el Apocalipsis, en
los capítulos 2 y 3. Estas iglesias primitivas estaban localizadas en el Asia Menor en la época del
imperio romano. Aunque las verdaderas iglesias dejaron de crecer durante los siglos de dominación
musulmana después de los romanos, los restos arqueológicos de los siete lugares existen todavía en
Turquía.
Las siete iglesias del Apocalipsis están localizadas en el Asia Menor occidental (actual Turquía), y son
accesibles a través del Mar Ageo y de antiguas rutas de comercio entre el Este y el Oeste. Por varias
razones, de comercio, militares, o por puro hedonismo, estas ciudades fueron grandes centros
culturales a lo largo de la historia. Durante los primeros siglos después de Cristo, estas ciudades,
controladas por los romanos, fueron también importantes en el cristianismo primitivo. Estas son las
siete iglesias del Apocalipsis como las describe Juan, el autor, a finales del primer siglo dC. (Presione
los nombres para mas información):
1.- Éfeso: La iglesia deseable que dejó su primer amor (Apocalipsis 2:1-7). Éfeso era la influenciable
ciudad capital del Asia Menor en el Mar Ageo. Éfeso es ahora conocida por su inmensa metrópolis
de calles antiguas, arcos y ruinas.
2.- Esmirna: La perseguida iglesia que sufrió pobreza y martirio (Apocalipsis 2:8-11). Esmirna estaba
localizada al norte de Éfeso en un estratégico lugar de comercio en el Mar Ageo conocido por sus
puertos, comercio, y mercados. Las principales ruinas de Esmirna se encuentran en la moderna
ciudad turca de Izmir.
3.- Pérgamo: La mundana iglesia que mezcló doctrinas y que necesitaba arrepentirse (Ap. 2:12-17).
Pérgamo está localizada en las planicies y pie de montes a lo largo del río Caicus en Turquía
occidental. Fue considerada una gran ciudad en el Asia Menor desde el siglo III aC, y se convirtió en
un centro de templos de adoración griegos y romanos.
4.- Tiatira: La iglesia falsa que siguió a una profetiza seductora (Ap. 2:18-29). Tiatira está localizada
en el Asia Menor occidental, a alrededor de 42 millas del Mar Ageo. La antigua ciudad era famosa
por sus textiles y comercio de teñido de telas, y es conocida hoy como la ciudad turca de Akhisar.
5.- Sardis: La iglesia "muerta" que se durmió (Apocalipsis 3:1-6). Sardis está localizada en los bancos
del río Pactolus en el Asia Menor occidental, a 60 millas de Éfeso y Esmirna. Las populares ruinas
incluyen complejos de templos decadentes y casas de baños.
6.- Filadelfia: La iglesia del amor fraternal que soporta pacientemente (Apocalipsis 3:7-13). Filadelfia
está localizada en el río Cogamis en el Asia Menor occidental, a alrededor de 80 millas al este de
Esmirna. Filadelfia era conocida por su variedad de templos y centros de adoración.
7.- Laodicea: La iglesia "tibia" cuya fe no era ni fría ni caliente (Ap. 3:14-22). Laodicea está localizada
en el valle del río Lycus, una ruta principal de comercio entre las culturas del Este y del Oeste.
Laodicea era conocida como el principal centro del sistema romano de acueductos.
Las siete iglesias del Apocalipsis son iglesias literales del primer siglo dC. Sin embargo, las siete
iglesias del Apocalipsis también tienen importancia espiritual para las iglesias y creyentes de hoy.
Ciertamente, el principal propósito de Juan al escribir sus cartas a las siete iglesias fue el entregarles
la "boleta de calificaciones" de Cristo para las iglesias de ese tiempo. Sin embargo, un segundo
propósito para los inspirados escritos de Juan fue el describir los siete tipos de iglesias (y de
creyentes) que surgirían una otra y otra vez a lo largo de la historia. Estas cortas cartas a las siete
iglesias del Apocalipsis actúan como vivos y agudos recordatorios para aquellos que se dicen
"seguidores de Cristo."

Introducción a las cartas a las siete iglesias:


Las cartas a las siete iglesias son una unidad distinta de siete dentro del libro de Apocalipsis. Otras
unidades de siete son los siete sellos, las siete trompetas y las siete copas de la ira de Dios. Debido a
que el número siete denota plenitud divina, como un todo las siete cartas forman una unidad que
tienen un mensaje a la iglesia universal. Hay más de siete iglesias en Asia. Por ejemplo, Celosas ha
sido omitida. En 1:11 a Juan se le ordena: "Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias
que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea." En v. 13 vemos a
Cristo entre los candeleros, es decir las siete iglesias, y en las cartas averiguamos lo que Él observó
mientras caminaba en medio de las siete iglesias (2:1). Nuestro Señor es uno que camina en medio
de las iglesias y ve sus obras, tanto buenas como malas. Las siete iglesias representan las diferentes
imperfecciones que es posible encontrar en iglesias individuales en diferentes localidades y en
diferentes tiempos. Las iglesias nos dan un modelo contra el cual podemos medir nuestra iglesia a
fin de ver sus debilidades y fortalezas. Nos da también su remedio para nuestras deficiencias.
En esta sección preliminar Dios está juzgando a Su iglesia a fin de purificarla del pecado que tiene
adentro para que pueda soportar la persecución venidera y también para que no sea condenada
junto con el mundo (1 Cor. 11:32). Ver la advertencia en Ap. 18:4 para que salga de Babilonia para
no compartir sus pecados y su juicio. Este juicio está descrita más tarde en las secciones de las siete
trompetas, las siete copas, el juicio de la prostituta y el día del juicio. A Pérgamo se le advierte sobre
la enseñanza de Balaam referente a la idolatría y la inmoralidad, y a Tiatira se le advierte sobre el
falso profeta Jezabel que engaña a la iglesia hacia la idolatría y la inmoralidad. Laodicea cree que es
rica pero es en realidad pobre, pero encontramos que aquellos a quienes el Señor ama, los reprende
y disciplina. Aquí Dios advierte a la iglesia porque el mundo está infiltrando a la iglesia, pero más
tarde las siete trompetas son advertencias al mundo para que se arrepienta de su idolatría y sus
resultados, lo que incluye la inmoralidad sexual. La prostituta Babilonia que seduce a la gente del
mundo es destruida ella misma por el fuego.
Esmirna y Filadelfia están ambas afligidas por falsos judíos que las calumnian. Más tarde
encontramos los 144.000 que son sellados por Dios para protegerlos de las siete trompetas. Estos
son los verdaderos judíos, el Israel de Dios, los que vemos más adelante como una gran multitud. A
Esmirna se le advierte que se aproxima un período de prueba satánica y que deben ser fieles hasta
la muerte, y en 12:17 encontramos a Satanás haciendo guerra contra los santos. En cap. 13
encontramos que la bestia del mar hace guerra contra los santos y los vence. Encontramos que
aquellos que no quisieron adorar a la bestia son muertos, y sin embargo en 15:2 están aquellos que
han sido victoriosos sobre la bestia, su imagen y su nombre.
Éfeso era sana en doctrina y perseveró bajo la adversidad. Ni el mundo ni la persecución eran el
problema. Sin embargo, habían perdido su primer amor por Cristo y entre sí, y por lo tanto se
habían convertido casi sub-cristianos. Juan, como lo pone en claro su primera carta, considera al
amor como la respuesta esencial al amor de Dios: "Nosotros le amamos a él, porque él nos amó
primero" (1 Juan 4:19); "El que ama a Dios, ame también a su hermano" (1 Juan 4:21). Uno de los
rasgos del testimonio de la iglesia era que sus miembros se aman unos a otros (Juan 13:34-35). No
es una opción; es un mandamiento. La contrapartida de Dios al odio del mundo debe ser el amor de
los cristianos entre sí. La iglesia de Sardis estaba al borde de la muerte y difícilmente estaba en una
posición de soportar el ataque del mundo y sus valores. En forma similar la iglesia de Laodicea
estaba en peligro de recibir los valores del mundo.
En v. 1:19 le ordena a Juan: "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser
después de estas". Las cartas a las siete iglesias forman una unidad referida a "las que son" y el resto
de Apocalipsis trata con "las que han de ser después de estas."
Las cartas siguen un patrón de siete partesUn saludo al ángel de la iglesia
Una referencia a la auto-designación de Cristo de Ap. 1:12-19. Esto tiene alguna aplicación a la carta
a la iglesia
Un elogio: "yo conozco tus obras..." (Excepto en el caso de Laodicea y Pérgamo)
Una reprimenda, si corresponde (excepto en el caso de Esmirna y Filadelfia)
Una invitación a arrepentirse o una advertencia
Un llamado a oír. La frase "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias"
Una promesa. La frase "Al que venciere" seguido por una referencia a una recompensa mencionada
más adelante en Apocalipsis
El Dr. A. T. Pierson (citado por Lang) señaló que estas promesas al final de cada carta siguen un
orden histórico. El árbol de la vida se refiere atrás hacia el Edén; la segunda muerte, a la caída; el
maná escondido al maná del desierto; la piedra blanca, las piedras grabadas sobre el hombro y la
pechera del Sumo Sacerdote; la vara de hierro, a Moisés sosteniendo la vara de Dios para derrotar a
Amalec (Ex. 17:8); la vestidura blanca, a la vestidura de los sacerdotes; el pilar en el templo, a los del
templo de Salomón; y sentarse en el trono, al reino de Salomón en gloria y paz.
Lang destaca que hay tres aspectos bajo los cuales estas cartas pueden ser consideradas:
Como una descripción del Señor del estado de las siete iglesias de creyentes que existían entonces
(preterista)
Como un adelanto profético de la era cristiana que comenzó entonces y concluirá con la venida del
Señor (historicista)
Una revelación de las características morales de la iglesias que se encuentran siempre a lo largo de
la era (idealista)
El primero (i) es obvio pero éstas fueron escogidas de todas las iglesias que existían entonces
porque revelan los estados de cada iglesia en todas las edades. El número siete, el número de la
plenitud, lo sugiere.
La segunda (ii) es una creencia sostenida ampliamente, que estas siete iglesias, en el orden usado,
prefiguran un desarrollo progresivo de la iglesia a lo largo de la historia de la iglesia.
a. la primera carta revela el comienzo de la declinación al decrecer el primer amor, y la última
(Laodicea) muestra el resultado final de esto en el rechazo de parte del Señor.
b. El significado del nombre de cada iglesia se corresponde con el rasgo histórico de la etapa
asignada a cada una
c. La historia de la era cristiana de hecho ha seguido las etapas así delineadas oscuramente por
adelantado
Trench ha dado un resumen de la historia de esta interpretación y da estas razones en contra:
Las cartas mismas no contienen ningún indicio de un sentido de período profético
La era apostólica, post-apostólica y aún la era sub-apostólica siguiente no conocen este esquema
Los que apoyan esta interpretación difieren mucho entre sí en su distribución de los períodos, y da
ejemplos de esta divergencia
No hay una correspondencia verdaderamente precisa de las cartas con los períodos
Uno de los temas que corre a lo largo de las cartas son las promesas de recompensas para aquellos
que vencieren. Claramente Jesús es el modelo de uno que venció (3:21). En la primera carta de Juan
leemos de aquellos jóvenes dentro de los cuales vive la palabra de Dios y que han vencido al
maligno (1 Juan 2:14); aquellos que vencieron al anticristo porque Jesús dentro de ellos es mayor
que Satanás (1 Juan 4:4); aquellos que vencieron al mundo por fe (1 Juan 5:4). ¿Quién es el que
vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios (1 Juan 5:5). En Juan 16:33 Jesús les
dice a sus discípulos que en el mundo ellos tendrían aflicción pero que no temieran porque él ha
vencido al mundo.
Las recompensas para aquellos que venzan involucran una parte de Cristo mismo:
Comerán del libro de la vida regado por el río de la vida cuya fuente es Cristo (2:7)
Recibirán el maná oculto, que es Cristo, el verdadero pan que desciende del cielo (2:17)
Compartirán la autoridad de Cristo sobre las naciones (2:26)
Caminarán con Cristo vestidos de blanco (3:4)
Escribiré en él mi nuevo nombre (3:12)
Se sentará con Cristo sobre su trono (3:21)
Las cartas a las siete iglesias son parte integral del libro porque se refieren a la visión de Cristo y la
Nueva Jerusalén al final del libro. En las cartas Él prepara y purifica la iglesia para que pueda
soportar los ataques próximos sobre ella por parte de sus enemigos: Satanás, la bestia, el falso
profeta, el mundo y su seducción que están descritas en el resto del libro.
Resumen de la condición de las iglesias:
i. Elogiadas con nada en contra:
Esmirna: Pobre materialmente pero rica espiritualmente, soportando aflicción, calumniada y
perseguida.
Filadelfia: Puerta abierta, poca fuerza, mantuvo su palabra, no había negado su nombre, soportó
con paciencia.
ii. Elogiadas pero con cosa en contra:
Éfeso: Trabajo duro, perseverancia, no se cansó, no puede tolerar hombres malvados, pero había
perdido su amor
Pérgamo: Vive donde Satanás tiene su trono, Antipas fue martirizado, se mantiene fiel a su nombre
pero, no renunció a su fe, pero algunos siguen la enseñanza de Balaam
Tiatira: Tiene amor y fe que crecen, pero tolera la falsa enseñanza de Jezabel
iii. Sin nada para elogiar:
Sardis: Reputación de estar viva, pero espiritualmente muerta. ¡A despertarse!.
Laodicea: Tibia, materialmente rica pero espiritualmente pobre, ciega y desnuda. A punto de ser
vomitada
Ramsey destaca que las descripciones de las iglesias con todas sus imperfecciones sirven para
definir los límites dentro de los cuales la iglesia puede existir, pero sin embargo todas son parte de
la iglesia de Cristo a pesar de sus imperfecciones.
13.1 Éfeso (2:1-7)
Ap. 2:1) Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que
anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: {2} Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo
y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y
no lo son, y los has hallado mentirosos; {3} y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. {4} Pero tengo contra ti, que has dejado
tu primer amor. {5} Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido. {6} Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco. {7} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a
comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Frase clave: Has dejado tu primer amor
Hay mucha información en la Biblia sobre la iglesia en Éfeso. La iglesia en Éfeso fue fundada por
Pablo donde razonó con los judíos. Él dejó a Priscila y Aquila aquí (Hechos 18:19). Pablo volvió a
Éfeso y encontró a algunos discípulos que no habían recibido el Espíritu Santo; sólo habían sido
bautizados en el bautismo de Juan. Cuando fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús el
Espíritu Santo vino sobre ellos (Hechos 19:1-7). Pablo habló en la sinagoga por tres meses (Hechos
19:8) y luego en la escuela de Tirano durante 2 años (Hechos 19:9-10). Luego hubo un alboroto
sobre la diosa de fertilidad Artemisa que les traía a los efesios riqueza a través de la fabricación de
imágenes de plata de ella (Hechos 19:23). Tenían miedo de que, como resultado de la predicación
de Pablo, ellos pudieran perder el negocio. Pablo dejó a Timoteo en Éfeso (1 Tim. 1:3). Le dijo adiós
a los ancianos de Éfeso en Mileto antes de ir a Jerusalén (Hechos 20:17-38) donde les advirtió acerca
de los lobos rapaces que entrarían en medio de ellos (Hechos 20:29).
También les escribió a los efesios una larga carta de donde surge que era una iglesia madura. Se
piensa también que el apóstol Juan y María, la madre de Jesús, se establecieron en Éfeso. Unos dos
siglos y medio después que Pablo hubiera predicado en Éfeso, el ayuntamiento fue convertido en
una iglesia y utilizado más adelante para el Concilio de Éfeso que en 431 d.C. aceptó formalmente la
enseñanza de que Jesús era a la vez plenamente humano y plenamente divino (Hill).
Éfeso era la ciudad más importante de la Asia proconsular. Situada en la boca del río Cayster en un
golfo del Mar Egeo, floreció como un importante centro comercial y de exportación para Asia. Para
el tiempo del Nuevo Testamento había crecido hasta tener al menos 250.000 personas (Mounce)
v. 1 - Escribe al ángel de la iglesia en Efeso - Probablemente el ángel de la iglesia significa al espíritu
de la iglesia, es decir simbolizando a las iglesias. También podría significar un ángel guardián o un
anciano. Debemos notar aquí que es Jesús mismo el que está dictando las cartas a las siete iglesias;
Juan es el amanuense. Así como con el Apocalipsis mismo (ver 1:1) las cartas reclaman una autoría
divina directa más que la inspiración divina de un escritor humano. Es apropiado que la última carta
a la iglesia que la sostendría a través de las pruebas y la tribulación a lo largo de los siglos venideros
venga con la autoridad más alta. Es la propia evaluación de Cristo y su descripción de la condición de
las iglesias, junto con Su remedio para cualquier defecto.
v. 1 - El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de
oro, dice esto: - Esta es una repetición de su auto-designación de 1:13 y 1:16. Una referencia a su
auto-designación es repetida para cada una de las siete iglesias. Él sostiene las siete estrellas en su
diestra. Las siete estrellas son los siete ángeles de la iglesia y esto probablemente signifique que Él
determina el destino de las iglesias. Él anda en medio de las siete iglesias y por lo tanto las conoce
íntimamente.
v. 2 - Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y perseverancia; y que no puedes soportar a los
malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos - "Yo
conozco tus obras" va con un elogio, común a todas las iglesias excepto Esmirna (Conozco tu
tribulación y tu pobreza) y Pérgamo (Conozco dónde moras, donde está el trono de Satanás). Jesús
es quien conoce nuestra condición porque Él camina entre los siete candeleros. Ellos tenían arduo
trabajo (kopos) y perseverancia. Pablo felicitó a los tesalonicenses por la obra de su fe, el trabajo
(kopos) de su amor (agapao) y su constancia en la esperanza de nuestro Señor Jesucristo (1 Tes.
1:3). La iglesia en Tiatira es felicitada por su amor, su fe, su servicio y su paciencia (2:19). Habían
hecho caso de la advertencia de Pablo cuando dejó a los ancianos que falsos profetas surgirían en
medio de ellos (Hechos 20:28, 2 Cor. 11:12). Estos hombres serían como lobos rapaces en una
manada de ovejas; distorsionarían la verdad para atraer hacia sí a los discípulos. Pablo les advirtió
que estuvieran en guardia contra tales falsos profetas. Los efesios habían probado la doctrina y las
vidas de estos hombres y habían encontrado que eran falsas. Jesús nos dice que reconoceríamos a
los profetas por su fruto, es decir sus vidas y los resultados de su doctrina. En 1 Tes. 5:21 dice que
debemos probar todo y retener lo bueno; en 1 Cor. 14:29 cuando dos o tres profetas hablan los
otros deben pesar cuidadosamente lo que se dice. 1 Juan 4:1 nos advierte que probemos los
espíritus para ver si son de Dios. 2 Pedro 2 y Judas dan descripciones de estas personas: introducen
herejías destructivas, explotan a la gente con historias que han fabricado, tienen modos
vergonzosos, siguen sus propios caminos pecaminosos y desprecian la autoridad, son osados y
arrogantes. Cambian la gracia de Dios por un licencia para la inmoralidad. Estos hombres son
quejosos y buscadores de faltas; siguen sus propios malos deseos; hacen alarde de sí mismos y
adulan a otros para su propio beneficio. Particularmente son ambiciosos del dinero.
v. 3 - y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre - Un
elogio, y repite nuevamente el versículo anterior; han soportado por su nombre aunque no por
amor sino por deber. Compare "sufrido" (kopiao) con "arduo trabajo" (kopos) en v. 2. En griego,
kopiao es un derivado de kopos.
v. 4 - Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor - Reprimenda: tenían obras pero no el
amor entre ellos y por Jesús como al principio. La palabra usada para amor es agape, una forma más
fuerte que phileo, que es amor fraternal. Agape caracteriza más que nada el amor que Cristo tiene
por nosotros, un amor profundamente comprometido y que depende más de la naturaleza del
dador que del atractivo del que es amado (cf. eros, el amor entre amantes). Debemos amarnos unos
a otros como Cristo nos amó a nosotros (Juan 13:34); amor agape y no sólo amor fraternal. Es
probable que hubieran perdido su amor inicial por Cristo, lo cual daba como resultado la falta de
amor entre sí. Esta es la gran prueba para los santos, si se aman entre sí (1 Cor. 13:3, Juan 13:35). El
probar a cada uno para ver si eran falsos apóstoles o hermanos había creado una atmósfera de falta
de confianza en la que el amor no podía crecer (Mounce).
v. 5 - Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras - Jesús da
ahora tres pasos para la recuperación:

Recuerda tu condición primera (deténte y recuerda tu amor en el pasado, date cuenta de tu


posición actual y compárala con cómo solías ser)
Arrepiéntete (cambia tu dirección, deja de hacer lo negativo)
Haz las cosas que hacías al principio (haz lo positivo; el arrepentimiento no es sólo alejarse del mal
sino también hacer el bien)
El arrepentimiento no involucra sólo dejar de hacer cosas malas sino aprender a hacer las cosas
buenas (Is. 1:16-17). Debemos producir fruto de acuerdo con el arrepentimiento (Mt. 3:8). "Haz las
primeras obras" - su amor debía ser práctico (1 Juan 3:16-18), Stg. 2:14-17). La cosa positiva es
amarse cada uno como Cristo nos amó (Juan 13:34-35, Rom. 13:8, 1 Pedro 1:22, 1 Juan 3:11 ff.). Una
inspección del término "unos a otros" en el NT indica que en la práctica esto significa: estar de
acuerdo unos con otros, perdonarse unos a otros como Dios nos perdonó a nosotros; ser pacientes
unos con otros; alentarse unos a otros; alentarse unos a otros hacia el amor y las buenas obras; no
juzgarse ni calumniarse unos a otros; ofrecerse hospitalidad unos a otros.
v. 5 - si no [te arrepientes] vendré pronto a ti, y te quitaré tu candelero de su lugar - Advertencia que
la iglesia morirá si no se arrepiente. No hay iglesia en Éfeso hoy.
v. 6 - Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco -
Un elogio. Nicolaítas: seguidores de Nicolás de Antioquía. No se conoce mucho de él fuera del libro
mismo (ver también Ap. 2:15). Los nicolaítas y "los que retienen la doctrina de Balaam" (2:14) y los
seguidores de la mujer Jezabel (2:20) representan el mismo grupo de herejes. Hay un juego de
palabras acá porque el nombre Nicolaus puede derivarse de dos palabras griegas, nikan (conquistar)
y laos (pueblo). Balaam puede derivarse de dos palabras hebreas, bela (conquistar) y ha'am
(pueblo). Los dos nombres, entonces, son los mismos y ambos pueden describir un maestro
malvado que ha ganado una victoria sobre la gente y la ha subyugado a la herejía venenosa
(Barclay). Así como Satanás usa la bestia para conquistar (nikao) a los santos desde afuera (11:7,
13:7) así él usa a los falsos profetas para conquistar a la iglesia desde adentro (ver también la
referencia a los nicolaítas en la carta a Pérgamo, 2:15). Es probable que tomaban una visión más
relajada de la sociedad pagana que Jesucristo, permitiendo que se comiera la comida ofrecida a los
ídolos y la inmoralidad sexual (2:14 y 2:20); transigían con el mundo.
v. 7 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia - Un desafío personal para los
miembros de las iglesias y una invitación general a los individuos que oyen las palabras de este libro,
para que guarden el mensaje (Ap. 1:3, Mt. 13:15-16). Una frase similar es usada por Jesús en los
evangelios (Mt. 11:15, Mr. 4:9, Lc. 8:8). La frase "el que tiene oído" es repetida en Ap. 13:9. Note
que es lo que el Espíritu le dice a las iglesias; este mensaje es para nosotros hoy. Este libro tiene
varios autores: Dios, Jesucristo, Juan y aquí, el Espíritu (ver 1:1-2,11). El libro debe ser interpretado
espiritualmente. Debemos discernir lo que el Espíritu le está diciendo a las iglesias. Para la
participación del Espíritu en el libro, ver también 1:4, 3:1, 4:2, 4:5, 5:6, 14:13, 17:3, 21:10, 22:17
v. 7 - Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios -
Una vez más este es un desafío personal más que corporativo. En la carta a cada iglesia hay una
promesa para el que vence, significando el que conquista (Rom. 8:37). De los contenidos de esta
carta, la persona que vence es la que se arrepiente de su falta de amor y encuentra de nuevo su
primer amor. Las cartas a las siete iglesias armonizan mucho con el resto del libro. Las promesas a
los que vencen siempre se refieren en las siete cartas a algo que se menciona más adelante en el
libro. Por ejemplo, el árbol de la vida (22:2). En 22:14 los que lavan sus ropas tienen derecho al libro
de la vida y a entrar en la ciudad. Y en 22:19 si alguno quita palabras del Apocalipsis Dios le quitará
su parte en el árbol de la vida y en la ciudad santa. El paraíso de Dios también se menciona en Lc.
23:43, 2 Cor. 12:2. En 22:2 el árbol de la vida está a cada lado del río de vida que fluye del trono de
Dios y el Cordero, por el medio de la gran calle de la ciudad que es la Nueva Jerusalén. La Nueva
Jerusalén es, por tanto, el paraíso de Dios. El árbol de vida toma su agua del río de vida cuya fuente
es Cristo. El fruto del árbol de vida confiere vida eterna a aquellos que la comen (Gn. 3:22).
Las recompensas son parte de los propósitos de Dios para motivar a su pueblo, y en Apocalipsis
vemos las recompensas para los vencedores y las recompensas para los cobardes: una, conduce a la
vida eterna; la otra, a la muerte segunda. Lang comenta que Éfeso había trabajo y había tenido
paciencia y, en cuanto al cuerpo de sus labores, sus esfuerzos externos, no se habían cansado. Pero
la vida interior había sentido la presión; en el afecto del corazón para con Cristo habían flaqueado y
caído. La vida interior necesitaba renovación. Aquél que se arrepentía y encontraba nuevamente
este amor interno vigorizante para con Cristo venciendo personalmente la derrota general, debía
ser bendecido consecuentemente en el día de la recompensa - debería hallar una fuerza y una
satisfacción permanente en el fruto del árbol de la vida (Lang).

13. 2 Esmirna (2:8-11)


(Ap. 2:8) Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y
vivió, dice esto: {9} Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la
blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. {10} No temas en
nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que
seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de
la vida. {11} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá
daño de la segunda muerte.
Frase clave: Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Esmirna es hoy la ciudad de Izmir. Queda a unos 55 km. al norte de Éfeso sobre la costa egea de
Turquía y tiene un puerto excelente. Tenía una fuerte alianza con Roma y en 195 a.C. se convirtió en
la primera ciudad del mundo antiguo en edificar un templo en honor a Dea Roma. Más tarde, en 23
a.C., Esmirna consiguió permiso para construir un templo al emperador Tiberio. La fuerte alianza con
Roma más una población judía grande, que era activamente hostil a los cristianos, hicieron que
fuera excepcionalmente difícil vivir como cristiano en Esmirna. El martirio más famoso de los
primeros padres de la iglesia fue el del anciano Policarpo, el "decimosegundo mártir de Esmirna"
quien, al rehusarse a reconocer a César como Señor, fue colocado sobre una pira para ser quemado
(Mounce). Hay todavía una iglesia activa en la ciudad hoy.

v. 8 - Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y


vivió, dice - Esta es una repetición de su auto-designación (Ap. 1:17-18). Él es la primera y la última
palabra en la historia y por lo tanto es soberano sobre lo que está en el medio (xxxx). Por Él el
mundo fue creado y la historia humana terminará cuando Él venga de nuevo. Él murió y resucitó y,
por lo tanto, ha conquistado a la muerte. Es el primogénito de muchos hermanos. Esto debería ser
un consuelo para aquellos que están en Esmirna que están a punto de ser perseguidos y algunos
que van a morir.
v. 9 - Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico) - A las otras iglesias
(excepto Pérgamo) Cristo dice, "Yo conozco tus obras" pero aquí dice "Conozco tu tribulación y
pobreza - aunque eres rico" (Biblia de Jerusalén) o "Yo conozco tus sufrimientos y tu pobreza,
aunque en realidad eres rico (Versión Popular). Eran físicamente pobres pero espiritualmente ricos.
Contraste esto con los de Laodicea que pensaban que eran ricos pero eran pobres (3:17, Stg. 2:5).
Físicamente, la iglesia de Esmirna sufría de la persecución de los judíos y eran pobres. Tenían pocos
lujos y posesiones, pero espiritualmente eran ricos a los ojos de Jesús. Jesús ve su aflicción, la
conoce. Esto debe ser un consuelo para esta iglesia perseguida.
v. 9 - [Conozco] la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás - De
nuevo dice, "Conozco la blasfemia..." ("Sé lo mal que hablan de ti", VP, "Conozco... las calumnias",
BJ). Él ve su situación, es consciente de ella. De nuevo, esto debería traer consuelo a esta iglesia.
Estos judíos siguen a Satanás al calumniar al pueblo de Dios. La palabra "satán" significa acusador
(12:10), pero Diablo significa calumniador. Detrás de estos judíos está Satanás. Es él, no Abraham, su
padre espiritual (Jn. 8:44, Wilcock). Calumniar, es decir mentir para ennegrecer el carácter de las
personas, es una de las armas de Satanás contra la iglesia. Ver el río de mentiras (12:15).
Nuevamente, en la carta a Filadelfia hay una referencia a aquellos que dicen ser judíos pero son
mentirosos; son en realidad una sinagoga de Satanás (3:9). Ver también otros ejemplos de
antagonismo judío en Hechos 13:45, 14:2, 17:5, 18:6, 25:7. Pablo define al verdadero judío no como
uno circuncidado físicamente sino uno circuncidado en el corazón por el Espíritu (Rom. 2:29) y que
cree en Dios así como Abraham creó en Dios (Gal. 3:6-7).
v. 10 - No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la
cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te
daré la corona de la vida - Aquí encontramos la primera advertencia de Juan referente a la
persecución de la Iglesia; la segunda aparece en la carta a la iglesia de Pérgamo. Primero Cristo los
aconseja para que no tengan temor de lo que están por sufrir. Cristo, al decirles de antemano, está
indicando que, como Dios omnisciente, es parte de Su plan y está bajo Su control. En Juan 16:33
Jesús les dice a sus discípulos que en el mundo tendrán tribulación pero que tomen coraje porque Él
ha vencido al mundo (cf. 3:21, 5:5). En Lucas 12:4 Jesús nos advierte que no temamos al hombre
que puede matar al cuerpo pero nada más, sino que deberíamos temer a Dios quien, cuando el
cuerpo está muerto, puede echarnos al infierno. 1 Pedro 3:13-18 nos dice que no temamos si
sufrimos por hacer el bien; tenemos el ejemplo de Jesús quien murió por hacer el bien pero fue
resucitado de nuevo (cf. 1 Pedro 2:19-25, Is. 51:7-8). Diez días es un período limitado pero completo
conocido por Dios. Note que Daniel pidió ser probado por diez días para ver si todavía tendría buena
apariencia con una dieta de vegetales (Dn. 1:12). El diablo pondrá a algunos en la cárcel para
probarlos; no el diablo mismo, sino utilizando a sus súbditos humanos así como usa la bestia para
hacer guerra contra los siervos de Dios más adelante (11:7, 13:7). El Señor los alienta para que sean
fieles al poner énfasis en la recompensa que traerá, como hizo en Mt. 5:10-12 en donde aquellos
que son perseguidos por causa de Él tendrán una gran recompensa en el cielo. Hubo, de hecho, diez
períodos de persecución en el tiempo del Imperio Romano hasta la "conversión" de Constantino en
316 d.C. (Hill). Cristo es consciente de lo que está a punto de sucederles, pero Él no interviene
porque es para su beneficio último que sean probados aun hasta la muerte, para que puedan recibir
la gran recompensa de la corona de vida que menciona Santiago. Así como Jesús venció al morir, los
santos vencen siendo fieles hasta el punto de morir. La iglesia de Pérgamo no renunció a su fe frente
al martirio (2:13). El hecho que Cristo murió y resucitó de nuevo (v. 8) también asegura que aunque
mueran volverán a vivir.
v. 10 - Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida - Al morir ganará su vida (eterna) (Jn.
12:25). Aquél que se mantenga firme hasta el fin será salvo. El martirio es un tema común en este
libro, pero está también la promesa de que recibirá la corona de vida (eterna). Jesús ya había
conquistado la muerte y volvió a la vida nuevamente (v. 8). Ellos serían probados, en armonía con el
resto de las Escrituras, luego de lo cual recibirán la corona de vida (Stg. 1:12). Deben permanecer
fieles hasta la muerte para recibir la corona de vida, una paradoja cristiana asombrosa (Jn. 12:25). La
palabra usada acá para corona es la corona del vencedor (stephanos), más que la corona real
(diadema), lo cual es apropiado para aquellos que han vencido, es decir que han ganado la victoria.
La corona de vida es la vida eterna, que es simbolizada por el agua de vida y el árbol de vida más
adelante en Ap. 22:1. Aquí, en una oración, está el mensaje del libro de Apocalipsis: Sé fiel hasta la
muerte, y yo te daré la corona de la vida. El mensaje es expandido más en la muerte de los dos
testigos (11:7) y más tarde cuando la bestia guerrea contra los santos y los vence (13:7), pero en
ambos casos Dios reivindica a sus siervos, porque los dos testigos vuelven a la vida (11:11) y
encontramos que vencen a la bestia alabando a Dios en el cielo (15:2).
v. 11 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño en
la segunda muerte - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias";
necesitamos hacer caso de lo que se está diciendo aquí. Este versículo enfatiza nuevamente la
recompensa por ser fiel, aun hasta la muerte: la muerte segunda, mucho peor, no los lastimará
(21:7-8). La segunda muerte es contrastada con la corona de vida de v. 10. La segunda muerte es el
lago de fuego (20:14). Lleva sólo un poco de tiempo soportar el dolor de la primera muerte, aun
como mártir; el dolor de la segunda muerte dura por la eternidad. Aquellos que soportan hasta el fin
(Mt. 10:22, 2 Tim. 2:12) y son fieles hasta la muerte serán salvados del lago de fuego. Note cómo los
santos en 12:11 vencen a Satanás que es mencionado aquí como el diablo (v. 10), "por medio de la
sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte."
13.3 Pérgamo (2:12-17)
(Ap. 2:12) Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice
esto: {13} Yo conozco tus obras, y dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi
nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre
vosotros, donde mora Satanás. {14} Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que
retienen la doctrina de Balaam que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a
comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. {15} Y también tienes a los que
retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. {16} Por tanto, arrepiéntete; pues si no,
vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. {17} El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una
piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que
lo recibe.

Frase clave: Conozco] dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre.
La ciudad está donde Satanás tiene su trono. La serpiente, el símbolo de sanidad del dios pagano
Asclepio estaba por todas partes en la ciudad. Era también un centro de adoración de César. Tenía
un templo dedicado a Roma y también tenía muchos templos paganos.
v. 12 - Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: el que tiene la espada aguda de dos filos dice esto
- La espada de dos filos es una referencia a la Palabra de Dios (Heb. 4:16, ver también Ap.1:16,
19:15). Él usará la espada para luchar contra los balaamitas y los nicolaítas en v. 16.

v. 13 - ...y dónde moras, dónde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado
mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora
Satanás - En el caso de las otras iglesias (excepto Esmirna) Jesús dice "Conozco tus obras". Acá Él
dice: "Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás, Biblia de Jerusalén, o "Yo sé que vives donde
Satanás tiene su trono", Versión Popular. Él sabe que están viviendo donde parece que reina
Satanás; esto tiene que traer consuelo a la iglesia. Pérgamo era el centro tanto de la religión pagana
como de la adoración del César. Asclepio, el dios-serpiente era adorado ahí así que la ciudad podía
ser descrita verdaderamente como una donde reinaba Satanás, es decir donde tiene su trono. Sin
embargo, este es precisamente el lugar donde los cristianos deben testificar (cf. "... Sodoma y
Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado", 11:8). La palabra griega utilizada acá para
testigo es martus; así, por el testimonio de su vida y muerte Antipas testificó de Jesús,
convirtiéndose en un ejemplo para gran parte del libro más adelante. Jesús conoce nuestras
circunstancias; Él conoce la iglesia en Pérgamo donde Satanás tiene su trono; sabe del martirio de
Antipas. Esto debería traer consuelo a los santos. Jesús es el testigo fiel (1:5). Antipas fue uno que
siguió el ejemplo de Jesús y permaneció fiel hasta la muerte (2:10, 14:12), así como Cristo
permaneció fiel hasta la muerte y es llamado aquí el testigo fiel. Ser fieles bajo la persecución es uno
de los mensajes claves del Apocalipsis. Pero después de morir Jesús volvió a la vida nuevamente, así
como los dos testigos resucitaron (11:11). En Apocalipsis encontramos aquellos que murieron por
causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesús, pero están vivos en el cielo y vivirán por la
eternidad al tomar de las aguas de la vida. Así como la muerte de Cristo trae muchos hijos a la
gloria, así la muerte de los mártires es una parte necesaria del plan de Dios para el mundo. Los
mártires son el semillero de la iglesia y la muerte de los mártires actúa como un testimonio a los
hombres y resultará en algunas personas que vendrán al arrepentimiento. El testimonio del pueblo
de Dios a lo largo de su vida y su muerte es parte del plan de Dios, así como la vida y la muerte de
Jesús lo fueron.

v. 14 - Pero tengo unas cosas contra ti; que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que
enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a
cometer fornicación - Mientras que la iglesia enfrentaba la amenaza externa de la persecución, no
trataba con la amenaza desde dentro de la iglesia. Habían sido infiltrados por los siervos de Satanás
que se introducen herejías destructivas. El libro de Apocalipsis es en gran parte sobre los enemigos
externos de la iglesia, y sin embargo no debemos olvidarnos de los falsos profetas dentro de la
iglesia. La palabra de Dios nos advierte acerca de los falso profetas (Mt. 7:15, 24:24, 2 Pedro 2:1, 1
Juan 4:1). En las cartas a las siete iglesias Jesús está purificando a su iglesia para que pueda
enfrentar la persecución venidera. Para Balaán, el falso profeta, vea Números 22:25:3, 31:16, 2
Pedro 2:15. El indujo al pueblo de Dios a que cometiera inmoralidad sexual y se inclinara y
transigiera físicamente con el mundo. La iglesia de Dios es sin culpa y santa (11:2, 14:4-5, 20:6,
21:2). Se mencionan los ídolos porque Dios quiere purificar a su iglesia de cualquier cosa que se
parezca a la idolatría (2 Cor. 6:12-7:1 cf. Ap. 18:4) que es el pecado fundamental de aquellos que
adoran a la bestia y a su imagen (cf. 13:14-15, 14:7, 9-12).
v. 14 - ... comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación - Estas son las mismas cosas
que se mencionan en la carta a Tiatira. Ahí toleraban a una mujer Jezabel, que se llamaba a sí misma
una profetisa, pero que por su enseñanza engaña a los siervos de Dios a cometer inmoralidad sexual
y comer alimento sacrificado a los ídolos (2:20). Pablo cubre estos temas en 1 Cor., y también son
mencionados en Hechos 15:28. Estos son claramente asuntos que preocupaban a los cristianos de
ese tiempo (ver Hechos 15:28-29, 1 Cor. 6:18, 8:1). Involucran transigir con el mundo. La iglesia
debe ser santa y separada del mundo, en el mundo pero no de él. Juan estaba claramente
preocupado por la idolatría (1 Juan 5:21).
v. 15 - Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco - Para ver
la relación entre los nicolaítas y Balaán, ver Ap. 2:6 en la carta a los Efesios. Ellos permitían transigir
con el mundo. Esta herejía es una con la que el pueblo de Dios es tentado a lo largo de la historia de
la iglesia; no es nada nuevo. Otra figura del Antiguo Testamento, Jezabel, es usada al describir los
mismos pecados en 2:20. De nuevo, ella transige con el mundo. Los santos deben ser puros, porque
ellos son la novia de Cristo (14:4). La enseñanza falsa es una de las principales armas de Satanás
contra la iglesia (ver su río de mentiras, 12:15). Si no puede destruir a la iglesia desde afuera tratará
de destruirla desde adentro. En 2 Cor. 11:13-15 Pablo habla de los siervos de Satanás simulando ser
apóstoles de Cristo.
v. 16 - Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de
mi boca - Cristo primero les ordena que se arrepientan, es decir toda la iglesia por permitir el
pecado dentro y en particular aquellos que han cometido específicamente el pecado. Pero si no lo
hacen entonces Él luchará contra ellos, es decir contra los que sostienen la enseñanza de los
nicolaítas, no contra toda la iglesia. Luchará contra ellos con la palabra de Dios. Compare esto con la
descripción de Cristo en su segunda venida en 19:15, en donde herirá a las naciones con la palabra
que sale de su boca. Esto podría entonces ser una referencia a su segunda venida que es también
mencionada en la carta a la iglesia de Sardis (3:3), o podría referirse a algún otro juicio.
v. 17 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del
maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual
ninguno conoce sino aquel que lo recibe - Note la fórmula: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias". Necesitamos tomar en cuenta lo se dice acá. El maná era el alimento diario para
los israelitas en el desierto (Ex. 16:31, Salmos 78:24). Alude al verdadero alimento espiritual que es
Cristo (Juan 6:57-58) en contraste con el alimento ofrecido a los ídolos. Podría haber una conexión
al fruto del árbol de la vida, "Si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre" (Juan 6:51). En las
cortes antiguas se usaban piedras blancas y negras para registrar los veredictos de los jueces: negro,
para la condenación y blanco, para la absolución. Esto significaría que el cristiano es absuelto a los
ojos de Dios por la obra de Jesucristo (Barclay). En el mundo antiguo había una costumbre popular
de llevar un fetiche o un amuleto. Podría ser sólo una piedrita sobre la que había un nombre
sagrado. Conocer el nombre de un dios era tener un cierto poder sobre él y poder llamarlo en
tiempos de dificultad. Se consideraba que sería doblemente efectivo si nadie más conociera el
nombre que estaba sobre la piedrita (Barclay). Lang comenta que Pérgamo tenía la tentación de
comer alimento contaminado, pero el que vencía esta tentación debía comer del alimento sagrado
del cielo, Cristo, ahora oculto de los hombres. Cada uno que mantenía la profesión de Su nombre
cuando significaba la muerte hacerlo, recibiría Su derecho a usar Su nuevo nombre en el reino. Isaías
dijo que Dios le daría a su pueblo un nuevo nombre (Is. 62:2). Además de un nuevo nombre, en
Apocalipsis hay referencias a la Nueva Jerusalén (3:12, 21:2), una nueva canción (5:9, 14:3), un
nuevo cielo y nueva tierra (21:1) y en 21:5 Dios dice "estoy haciendo todo nuevo". El nuevo nombre
sería apropiado para una nueva vida y estado en la nueva creación y sociedad de Dios. El viejo orden
de cosas ha pasado, los santos vivirán en un nuevo cuerpo y el nombre nuevo significa la muerte de
una vieja vida vivida en un cuerpo que se corrompe en medio de un mundo corrupto, y el comienzo
de una nueva vida incorruptible. La nueva canción sólo podría ser aprendida por los redimidos de la
tierra y en nuevo nombre es parte de la recompensa de uno por permanecer fiel a Jesús mientras
estuvimos sobre la vieja tierra. Es interesante notar que Sarai, Abram e Israel todos recibieron un
nuevo nombre de parte de Dios para denotar un cambio de su antigua vida a una vida posterior a
una nueva revelación de Dios (Gn. 17:5, 15, 32:28).
13. 4 Tiatira (2:18- 29)
(Ap. 2:18) Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de
fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: {19} Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y
servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. {20} Pero tengo unas
pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a
mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. {21} Y le he dado tiempo para que se
arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. {22} He aquí, yo la arrojo en la cama, y en
gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. {23} Y a sus
hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón;
y os daré a cada uno según vuestras obras. {24} Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a
cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás,
yo os digo: No os impondré otra carga; {25} pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. {26} Al
que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, {27} y las
regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido
de mi Padre; {28} y le daré la estrella de la mañana. {29} El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice
a las iglesias.
Frase clave: Retenedlo hasta que yo venga
v. 18 - Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de
fuego, y pies semejantes al bronce bruñido - Aquí se identifica claramente como "uno semejante al
hijo del hombre" de 1:13, el Hijo de Dios. Sus ojos de fuego ven todo. Esto repite la descripción que
se encuentra en 1:14-15. La iglesia en Tiatira estaba en una ciudad que era el centro de la adoración
de Apolo, conocido como el "hijo de Dios" porque se suponía que era el hijo de Zeus. El mensaje,
por lo tanto, es enviado por el verdadero "Hijo de Dios". Tiatira era un centro de fabricación de la
imagen de un ojo que lo veía todo, pequeñas imágenes de vidrio, que todavía se venden hoy a los
turistas (Hill). Tiatira era famoso por la fabricación de una tintura púrpura y se encuentran
numerosas referencias en la literatura secular a un período de los gremios de comerciantes que
fabricaban tela (Swete, citado por Walvoord). Lidia era una vendedora en tela púrpura de la ciudad
de Tiatira (Hechos 16:14). La tela púrpura sólo era usada por los ricos (Lucas 16:19, Ap. 17:4).
v. 19 - Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son
más que las primeras - Compare esta iglesia con la de Éfeso que había perdido su primer amor y la
casi muerta Sardis. Note que su amor producía servicio y su fe producía perseverancia. Estaban
haciendo más de lo que hacían al principio; la suya no era una fe muerta sino que era una fe
creciente (cf. 1 Tes. 1:3).
v. 20 - Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice
profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos - A pesar
de su amor y fe crecientes ellos toleraban el mal en la forma de Jezabel en medio de ellos. Se llama
profetisa pero de hecho es una falsa profetisa (Jezabel es una trasliteración de 'Izevel que significa,
irónicamente, casta [Zodhiates]). Compare esta iglesia con la de los efesios que no toleraban a los
hombres malos (2:2). Éfeso tenía verdad pero había perdido su amor, pero estos tenían amor pero
habían perdido su amor por la verdad y había permitido que una doctrina sea enseñada en la iglesia
referida a actos impuros. No habían guardado la verdad confiada a ellos. Los líderes de la iglesia no
había guardado a su grey como lo habían hecho los de Éfeso. "El amor no se goza en la injusticia,
mas se goza de la verdad" (1 Cor. 13:6). El error doctrinal conduce a la inmoralidad, pero la verdad
lleva a la piedad (Tito 1:1). La inmoralidad sexual y comer alimento ofrecido a los ídolos son los
mismos pecados mencionados en Pérgamo. Jezabel trajo idolatría a la vida de Acab; lo empujó hacia
el mal (1 Reyes 21:25-26), especialmente a la idolatría, y persiguió a los profetas (2 Reyes 9:7). Note
que al igual que con Balaam en la carta a Pérgamo (2:14) se usa una figura famosa del Antiguo
Testamento para resaltar la imagen. También usa la palabra Jezabel porque es así como Dios ve a la
profetisa. Jezabel mató a los verdaderos profetas de Dios (1 Reyes 18:4), y por su enseñanza aquí
está trayendo muerte espiritual a aquellos que la siguen.
Como la inmoralidad sexual y comer alimentos ofrecidos a los ídolos son mencionados en Hechos
15:20 y en 1 Corintios 6:18, 8:1, debemos tomarlos en forma literal. Comer alimento ofrecido a los
ídolos sería una tentación para los gremios de comerciantes, quienes tendrían fiestas que
involucraban alimento ofrecido a los ídolos y tal vez inmoralidad sexual. De nuevo, se advierte
contra la transigencia espiritual. Stg. 4:4 advierte que la amistad con el mundo es odio contra Dios;
es una forma de adulterio espiritual. En 18:4, se advierte a los santos que salgan de Babilonia para
que no compartan sus pecados o su castigo. La razón por esta intolerancia del mal es que Él quiere
que su novia sea pura (cf. 14:4-5, Ef. 5:27). Ver también los comentarios sobre 2:14.
v. 21 - Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación -
Aquí vemos la paciencia de Dios y la respuesta del hombre. El castigo demorado no significa que el
castigo no venga al final (xxxx).
v. 22 - He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se
arrepienten de las obras de ella - Ellos no cometen adulterio físico con ella, es decir Jezabel, sino que
siguen su ejemplo. Ella es pagada de acuerdo con sus obras (v. 23) así como los que la siguen; esto
es condicional, ya que pueden arrepentirse. Contraste la cama de sufrimiento con la cama de
adulterio (Ladd). Tiatira era famosa por la tela púrpura que la mujer prostituta Babilonia también
viste en 17:4, y en 18:4 Dios le ordena a su pueblo que salga de ella "para que no seáis partícipes de
sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas"
v. 23 - Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la
mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras - Este castigo hará que todas las
iglesias estén conscientes de que Jesús ve todo y está preocupado íntimamente con lo que hacen.
"Yo soy el que escudriña la mente y el corazón" (ver v. 18 "el que tiene ojos como llama de fuego").
El paga a cada persona de acuerdo con lo que ha hecho (Salmos 62:12, Is. 62:11, Jer. 17:10, también
Mt. 16:27, 1 Cor. 4:5, Ap. 20:12, 22:12). En este versículo el juicio de sus obras es en esta vida. Las
referencias similares más adelante en Apocalipsis se refieren al juicio de las obras terrenales que
ocurre después de la muerte (20:12) en donde después de la muerte cada persona es juzgada según
lo que ha hecho, y 22:12 en donde las recompensas son de acuerdo con lo que la gente ha hecho,
indicando la importancia de las obras hechas en esta vida, uno de los mensajes importantes de
Apocalipsis. Ver también 14:13 en donde "sus obras con ellos siguen". Llevamos nuestras obras con
nosotros a la próxima vida para que sean juzgadas y para que seamos recompensados o castigados.
v. 24 - Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han
conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga -
Para aquellos que se resisten a la inmoralidad sexual y a comer alimento ofrecido a los ídolos, y no
transigen con el mundo, no les impone ninguna otra carga (ver Hechos 15:28). Para aprender los así
llamado secretos profundos de Satanás uno tiene que sondear las profundidades de la maldad a fin
de apreciar la gracia de Dios.
v. 25 - pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga - sólo les ordena que retengan lo que tienen
(sus obras, su amor y fe, su servicio y perseverancia) hasta que Él venga, la segunda venida o la
muerte, la que ocurra primero (Heb. 3:14). Él también le dijo a la iglesia de Filadelfia que retuvieran
lo que tenían para que nadie les quite la corona (3:11). Compare esto con el mandato de Juan en 2
Juan 1:8 "Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que
recibáis galardón completo".
v. 26 - Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones -
Esta es la única instancia en donde vencer es definido en términos específicos como hacer Su
voluntad. Los santos deben seguir el ejemplo de Jesús quien hizo la voluntad de Su Padre hasta el
fin, aun hasta la cruz (Juan 4:34, 6:38, Mt. 26:39). Vemos a los santos teniendo autoridad sobre las
naciones en 20:4 cuando los mártires reinan con Cristo por mil años. En Mt. 10:22 se nos advierte
que nos mantengamos firmes hasta el fin durante la persecución y seremos salvos. Vemos indicios
de la autoridad de los santos sobre las naciones en 1 Cor. 6:3 (juzgan ángeles); en Ap. 5:10 (reinan
sobre la tierra); en Mt. 19:28 (juzgan a las doce tribus de Israel). Hay un eco de Salmos 2:8 aquí:
"Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra", del
cual el v. 9 es citado en el próximo versículo.
v. 27 - y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la
he recibido de mi Padre - Esto está citado del salmo mesiánico 2, v. 9. Es usado también en Ap. 12:5
de Jesús en su nacimiento y en Ap. 19:15 cuando Cristo venga de nuevo. Gobernar con una vara de
hierro significa destruir más que gobernar severamente. Lang comenta que Tiatira estaba dominada
por una profetisa falsa y seductora. Aquél que resiste esta tirana usurpadora y mantiene los
derechos de corona de Cristo como Cabeza de Su Iglesia será él mismo un gobernante en el día de
Cristo. Tenemos a Jesús como nuestro ejemplo de un vencedor. Ver también la carta a Laodicea en
donde aquellos que vencen se sentarán con él sobre Su trono, así como Él venció y se sentó con Su
Padre sobre Su trono (3:21).
v. 28 - y le daré la estrella de la mañana - la estrella de la mañana se refiere a Jesús mismo (ver
22:16, en donde es descrito como la estrella resplandeciente de la mañana y 2 Pedro 1:19 que se
refiere a la segunda venida, cuando "el lucero de la mañana salga en vuestros corazones". Is. 14:12
habla de la estrella de la mañana como "hijo de la mañana" pero refiriéndose a Lucifer. La estrella
de la mañana es metafórico del acercamiento del día cuando Él aparecerá como el "sol de justicia"
(Vine). Hay otras escrituras que describen a los justos brillando como estrellas (Dn. 12:3, Fil. 2:15).
Por lo tanto, recibirán un interés especial en Cristo mismo.
v. 29 - El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias - Note la fórmula: El que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias". Todos necesitamos prestar atención a lo que se dice acá.
IGLESIA DE PÉRGAMO
En su mensaje a la iglesia de Pérgamo, Jesús los felicita por su fidelidad. A pesar de encontrarse en
una ciudad con tanta influencia satánica, ellos han permanecido fieles.
(Apocalipsis 2:13) Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente mi
nombre y no has negado mi fe, aun en los días de Antipas, mi testigo, mi siervo fiel, que fue muerto
entre vosotros, donde mora Satanás.
Algunos creyentes de Pérgamo murieron por su fe. Entre ellos está Antipas, quien la tradición señala
como el obispo de la iglesia local. El Señor describe a Antipas como su “testigo fiel”, en griego: pistos
martus. Esta es la misma descripción que se da de Jesús en el capítulo uno (1:5). “Martus” se
traduce como “mártir”, pero literalmente significa “testigo”, es decir, alguien que da testimonio, aún
hasta la muerte. Antipas dio fiel testimonio del Señor, no sólo hablando la verdad sino también
viviendo según la Palabra de Dios, a pesar que esto no era popular en ese ambiente. Y él fue fiel
hasta la muerte.
ESPADA DE DOS FILOS
Jesús se presenta a esta iglesia como “el que tiene la espada aguda de dos filos” (Apoc. 2:12).
Bíblicamente, la espada representa lo siguiente:
(Efesios 6:17) Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de
Dios.
(Hebreos 4:12-13) Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de
dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es
poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta
a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien
tenemos que dar cuenta.
La espada es un símbolo de la Palabra de Dios. La descripción de “dos filos” representa que corta a
ambos lados. Los romanos usaban esta espada de dos filos, lo cual les daba una ventaja sobre sus
enemigos en la batalla, porque podía atacarse rápidamente a ambos lados, sin tener que esperar a
cambiar de posición la espada. El peligro de los dos filos es que uno también puede salir herido
cuando la espada regresa. Siendo la espada la Palabra de Dios, debemos cuidarnos de sus dos filos,
porque seremos juzgados con la misma medida que juzgamos (Mateo 7:1-5). Primero debemos usar
la palabra para limpiarnos a nosotros mismos, y luego podremos ayudar a los demás. Como dice
Pablo, el propósito de las Escrituras es edificar e instruir para bendición.
(II Timoteo 3:16-17) Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda
buena obra.
Al final de Apocalipsis vemos que el Señor usará una espada que sale de su boca, y con ella limpiará
al mundo.
(Apocalipsis 19:15) De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá
con vara de hierro; y El pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso.
Pero antes de limpiar al mundo con la Verdad, Él viene a limpiar a Su Iglesia. La Biblia dice que el
juicio comienza por la casa.
(I Pedro 4:12-19) Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha
venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; antes bien, en la
medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación
de su gloria os regocijéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois,
pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos El es blasfemado,
pero por vosotros es glorificado. Que de ninguna manera sufra alguno de vosotros como homicida,
o ladrón, o malhechor, o por entrometido. Pero si alguno sufre como cristiano, que no se
avergüence, sino que como tal glorifique a Dios. Porque es tiempo de que el juicio comience por la
casa de Dios; y si comienza por nosotros primero, ¿cuál será el fin de los que no obedecen al
evangelio de Dios? Y si el justo con dificultad se salva, ¿qué será del impío y del pecador? Por
consiguiente, los que sufren conforme a la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador,
haciendo el bien.
El Señor se presentó a la iglesia de Pérgamo con la Espada de la Verdad, porque allí había cierto
tipo de engaño, que debía ser corregido. Esto lo estudiaremos en la próxima entrada…

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