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La junta homocinética, conocida en algunos lugares de Sudamérica como tripoide o triceta, es una
pieza compleja, que unida al palier de transmisión tiene como finalidad conectar dos ejes
discontinuos dispuestos longitudinalmente, de modo que la velocidad de giro entre ellos sea igual
en todo momento. El palier de transmisión de las ruedas se conecta por uno de sus extremos con
el diferencial y por el otro con el buje de la rueda. Esta transmisión está sometida a los
movimientos oscilatorios de la suspensión y los movimientos giratorios de la dirección, y por lo
tanto debe ser articulada. La junta homocinética es una unión articulada, una especie de rótula
compleja, que permite estos movimientos sin que por ello las ruedas pierdan tracción ni sufran las
transmisiones.
El Cardán es un sistema mecánico que permite vincular dos ejes no coaxiales (es decir, que uno de
los ejes no se encuentra en la misma línea que el otro). Su finalidad es transmitir los movimientos
rotativos desde un eje conductor a otro, a pesar de no ser lineales.
El cardán se encuentra conectado al árbol de transmisión, que lleva la fuerza desde el motor (es
decir, la parte delantera del coche) hacia las ruedas traseras del vehículo (esto en coches de
tracción trasera).
Asimismo, las juntas cardánicas son piezas que permiten el giro exacto. Gracias a ellas el
movimiento del eje conductor se transmite a través de la cruceta al eje conducido, lo cual
posibilita diferencias angulares de incluso 25 grados. Cabe destacar que los coches con este
sistema son aquellos que no tienen juntas homocinéticas; en su lugar encontramos dos cardanes
conectados a las ruedas motrices.
Para entender el funcionamiento del diferencial de un coche, primero hay que saber que este es
un mecanismo del sistema de transmisión imprescindible para regular la velocidad de giro de las
ruedas motrices al tomar una curva. Al hacer este tipo de maniobra, la rueda exterior debe
recorrer una distancia mayor a la de la rueda interior, por lo que su velocidad de giro debe ser
mayor.
En los vehículos de tracción delantera, el diferencial se puede encontrar en el eje de las ruedas
delanteras, normalmente en el interior de la caja de cambios. En los vehículos de propulsión
trasera se monta en el eje trasero, mientras que en el caso de los vehículos 4x4 el diferencial se
encuentra en ambos ejes.
El confort no es comparable con uno de deslizamiento limitado. Además mantiene más estable el
vehículo, ofreciendo un control de la dirección, para controlar mejor el trazado que toma. Por el
contrario, las únicas desventajas que traen, es que las averías pueden ser más graves y de por sí,
son más caras.
Un diferencial, es un sistema que permite un mejor agarre de las ruedas propulsoras en las curvas.
Es decir, cuando tomamos una curva, la rueda que da al exterior de la misma, recorre una mayor
distancia. El diferencial consigue adaptar la velocidad de cada rueda, dependiendo de si está en la
zona interior o exterior.
Gracias a ese proceso, el conductor puede aumentar o disminuir la potencia del coche en un
determinado momento, pisando el embrague a la vez que cambiar de una marcha a otra en
sentido descendente o ascendente.
Duración ilimitada, incluso mucho mayor que la vida útil del vehículo. Las vibraciones por torsión
en la transmisión están fuertemente amortiguadas, cualidad muy importante para su utilización en
los motores Diesel. Arranque muy suave, debido a la progresividad en el deslizamiento.
Esta tración consiste en transmitir el par generado por el motor únicamente a las ruedas del eje
delantero, el mismo eje en el que se suele encontrar la dirección del vehículo. La mayoría de
vehículos de tracción delantera incorporan el diferencial en la estructura de la caja de cambios.
TRACCIÓN TRASERA
Los autos con tracción trasera tienden a ser autos más grandes, acelerar más rápidamente y
ofrecen un viaje más suave.
Por otro lado, CVT, no tiene engranajes. Cuenta con un par de poleas de ancho variable,
conectadas por una correa. Una polea está conectada al motor, las otras a las ruedas.
Debido a que el ancho es variable, este cambiará dependiendo de cuánta energía necesite el auto.
Es aquí donde nace el término “transmisión variable continua”.
CVT también trabaja un poco diferente a una transmisión convencional. Hasta cierto punto, se
podrá operar normalmente, deslizando la palanca de cambios de la posición estacionar a manejar.
A partir de ahí las cosas se pueden volver un poco más complejas.
Con una transmisión convencional, hay un número fijo de marchas, por lo que podrías observar a
un vehículo como uno automático de 6 velocidades. Cada uno de estos mecanismos se acomoda a
cierto rango de velocidad, así que, cada vez que la incrementes, el auto automáticamente
cambiará de primera marcha a segunda, e incluso a tercera.
Sin embargo, con una transmisión variable continua no tienes todos estos cambios. Solo tendrás
uno. A diferencia de los cambios individuales en una transmisión convencional, este puede
controlar todas las velocidades. Es por ello que se le conoce como variable.
Se encarga de adaptar el par de salida necesario para la transmisión, de permitir el giro del motor
cuando se encuentra al ralentí y además de transmitir el par al acelerar.
Precio. Generalmente, un mismo coche con cambio automático frente a un cambio manual es más
barato.
Conducción deportiva. Los cambios manuales permiten una mayor libertad a la hora de realizar
acelerones, aunque también se está trabajando en que los automáticos simulen estas ventajas
gracias a cambios secuenciales con levas en el volante.
Mayor variedad. Aunque cada vez más las marcas están ofreciendo ambos tipos de transmisiones,
no era habitual encontrar en España muchos modelos con este tipo de tecnología. Reservada, en
general, a los modelos de gamas más altas y medias.
Mayor sensación de control. Al controlar el coche mediante las marchas muchos conductores
aseguran que se sienten más seguros y además prefieren este tipo de conducción por no ser tan
monótona