Tipos de transmisiones
Las transmisiones más comunes utilizados para los vehículos son la transmisión manual (o
mecánica) y automática. Pero hay otros tipos. La diferencia está en cómo es el mecanismo
que acopla y desacopla el motor a la transmisión.
Manual
La caja mecánica es la única que requiere un pedal de embrague. Este tipo de transmisión
puede tener hasta siete velocidades para automóviles. Esta caja está compuesta de
engranajes de diferente tamaño colocados de tal forma, que cuando se mueve la palanca
de cambios, se está seleccionando el engranaje que se desea activar, lo que quiere decir
que para que un engranaje mueva a otro, primero deben acoplarse; a este acoplamiento
se le llama cambio de velocidad.
Es un elemento de los carros deportivos, donde el conductor pueda explotar al máximo el
rendimiento del vehículo.
Automatizadas o secuenciales
Esta es la misma caja de cambios manual, pero con un dispositivo electromecánico que
activa el embrague y hace que los cambios de marcha se den de forma automática. El
tiempo de respuesta de cambio de marcha varía con la tecnología utilizada.
Los vehículos equipados con este tipo de cambio manual automatizado pueden llegar a
tener hasta 16 velocidades, lo que se puede igualmente traducir en un mayor rendimiento
y un menor coste.
Como hemos dicho antes, el control electrónico del cambio emite las señales necesarias
para el cambio de marchas y activa el embrague. No obstante, tanto el arranque como el
embragado se realizan de la misma forma que en el cambio manual.
Automático
Este es el tipo de transmisión que muchos consumidores prefieren, ya que ofrece para un
mayor confort de conducción. Aquí el conductor no necesita intervenir para nada más que
cambiar el sentido de la marcha o estacionar. Tanto el embrague como las marchas
funcionan de manera completamente autónoma
El dispositivo utiliza un convertidor de par para transferir la potencia del motor a las ruedas,
y un sistema (electrónico) de accionamientos hidráulicos a los engranajes, cuando estén
conectados.
CVT
Muy popular en Japón, donde es casi un elemento obligatorio en sus automóviles, la
transmisión CVT es otro tipo de transmisión automática. Ella no utiliza engranajes en un
eje, sino un cinturón de acero y dos poleas, que alteran su diámetro. Por lo tanto, el
dispositivo proporciona una velocidad continuamente variable, haciendo que las marchas
que sean infinitas.
Esta transmisión utiliza ampliamente en los híbridos, donde su economía colabora con las
autonomía limitada de las baterías.
Embrague:
Su misión es acoplar o desacoplar el giro del motor de la caja de cambios de forma que no
cause tirones, sino que el movimiento suceda de forma progresiva. Este elemento ubicado
entre el volante motor (o de inercia) y la caja de velocidades, puede ser de distintas
clases: hidráulico, electromagnético, de fricción, de disco y hasta de muelles.
Caja de velocidades:
Es la responsable de la relación entre el cigüeñal y las ruedas, aumentando o
disminuyendo las revoluciones a las que gira cada uno de ellos para sacar el mayor
provecho posible al motor. Pueden ser automáticas o manuales.
Árbol de transmisión:
Se trata de una pieza cilíndrica que va unida por un extremo a la caja de cambios y por el
otro al piñón del grupo cónico-diferencial para transmitir el movimiento, en determinados
tipos de vehículos, se prescinde de este elemento dentro del sistema de transmisión.
Grupo cónico-diferencial:
Cuando el movimiento longitudinal (inducido por el embrague y la caja de cambios) llega al
árbol de transmisión, éste lo une a grupo cónico-diferencial donde se convierte en
movimiento transversal y es dirigido a los palieres. Pero su verdadera labor es mantener
constante la suma de velocidades que llevan las ruedas motrices antes de tomar una
curva, permitiendo que las ruedas exteriores den más vueltas que las interiores y evitando
que patinen. Pese a la importancia que tiene el diferencial en el buen funcionamiento de
los automóviles, en vehículos pequeños puede no resultar visible, ya que se aloja dentro
de la caja de velocidades.
Palieres:
Los palieres o semiárboles de transmisión reciben el movimiento, tal como indicamos, en
ángulo recto para ejercerlo directamente sobre las ruedas motrices, incluso en modelos de
automóviles que carezcan de árbol de transmisión.
Ahora que conocemos el recorrido que realiza el movimiento desde el cigüeñal hasta las
ruedas motrices, indicaremos que no siempre circulan a las mismas revoluciones. Cuando
el árbol de transmisión gira más despacio se produce una reducción o
desmultiplicación, mientras que cuando es al contrario, lo denominamos
multiplicación o súper-marcha. Esta relación vendrá determinada principalmente por el
tipo de sistema de transmisión que llevemos instalado:
Propulsión doble:
Es el sistema adecuado para vehículos de gran tonelaje donde las ruedas traseras
soportan gran parte del peso, por lo que se colocan dos puentes traseros motrices
dividiendo entre dos el esfuerzo que soporta habitualmente un solo grupo cónico.
Transmisión total:
Sobre el papel, lo que hace una transmisión es simple: el par motor o torque
ingresa a la transmisión a través del eje de entrada, atraviesa los engranajes y
sale por el eje de salida. La forma en que la fuerza llegue a las ruedas desde el
motor dependerá de si el automóvil tiene motor delantero, medio o trasero, y si
se cuenta con tracción delantera, trasera o total.
TRANSMISIÓN MANUAL
TRANSMISIÓN AUTOMÁTICA
Tener solo dos pedales ofrece muchas ventajas. Es casi imposible que se pare
el motor con esta configuración, y un carro automático tiende a ser más suave
y más cómodo de conducir que uno manual, especialmente en una situación de
tráfico intermitente. Además, una caja de cambios automática normalmente
requiere menos mantenimiento, aunque eso puede variar de un modelo a otro.
Una caja de cambios automática de doble embrague a menudo cambia de
marcha en apenas unos milisegundos, otorgando así un mayor rendimiento y
eficiencia.
CVT
Honda CR-V 2017
El tipo de transmisión que debe tener tu próximo carro depende de dos factores
importantes: el tipo de vehículo que estás mirando y tu estilo de manejo. Si el
término “dinámica de manejo” no ocupa un lugar destacado en tu lista de
prioridades, lo más probable es que la tranquilidad que proporciona una
transmisión automática o CVT sea perfecta para tus gustos y necesidades. Si
te consideras un fanático del manejo, un automóvil con transmisión manual
será siempre más entretenido de manejar. Sin embargo, es posible que no
tengas demasiadas opciones, ya que muchos autos nuevos ofrecen sólo un
tipo de transmisión, y la manual o mecánica no suele estar entre ellas, al
menos, en los EEUU.