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El Chapulín colorado y la batalla de Boyacá

Era el día de la batalla, estaban reunidos el general Simón Bolívar el general Francisco de
Paula Santander, General José Antonio Anzoátegui y el general Carlos Soublette los cuales
estaban indecisos sobre el lugar donde empezar a atacar “vamos por la retaguardia” decían unos,
“vamos por la vanguardia” decían los otros.
Faltaba poco para que amaneciera y aun no decidían por donde empezar, de un momento a
otro el general Simón Bolívar exclamó “¿Y ahora, quien podrá ayudarnos?”. De un momento a
otro se escuchó un pequeño estallido con una bruma de humo que se fue despegando y poco a
poco se vi a una persona un poco baja y vestida con un traje rojo con calzones amarillos por
fuera, donde era su pecho tenía un escudo en forma de corazón con iniciales “CH” y en su
cabeza unas antenas parecidas a las de una abeja.
No les dio tiempo de reaccionar pues todos estaban muy sorprendidos por la repentina
aparición del extraño vestido de rojo, de un momento a otro este empezó a hablar “Hola mis
amigos, seguramente no me conocen, soy el Chapulín Colorado y vine a ayudarlos en esta cruel
batalla que se llevará a cabo en pocas horas” hizo una larga pausa por si alguien contestaba, pero
viendo que todos seguían sorprendidos exclamó “No se queden ahí parados, tenemos una batalla
que ganar, por lo que recomiendo ir por el puente que existe en esta ubicación” finalizó
señalando en el mapa, “como ya les dije ayudaré ya que tengo súper velocidad, además de mi
imbatible chipote chichón, evitaremos tantas muertes desastrosas e innecesarias”.
En ese momento salió de la campaña, algunos aún seguían sorprendidos por la repentina
aparición pero otros se habían descongelado en el momento en que les dio la idea de atacar por el
puente, algo les decía que era un héroe sin capa que de verdad había llegado a ayudarlos y en
última instancia a salvarlos de lo que podría haber sido desastroso.

*Horas después*

Era el momento de la batalla, todos estaban listos para avanzar hacia el lugar que habían
decidido, el puente. Durante estas horas vieron al Chapulín Colorado charlando con algunos
soldados y animándolos demostrando la fortaleza de su chipote chichón, a veces cuando se
sentaba se le veía un poco torpe ya que se resbalaba de los asientos o bien no calculaba bien y
caía en el piso. En ese momento él estaba en el frente de batalla, ya que por su súper velocidad
daría una gran ventaja desarmando y dejando inconscientes a quienes eran los más poderosos
entre las tropas rebeldes.
Cuando dieron el grito de batalla, el Chapulín Colorado salió volando y demostrando a la
perfección su poder de velocidad y la fortaleza que había prometido de parte de su Chipote
chichón, fue tanta su destreza que en menos de 1 minuto ya la mitad de la tropa rebelde estaban
el suelo inconsciente o pidiendo que no los lastimen.
Por su parte los generales y los soldados que estaban corriendo al encuentro quedaron tan
sorprendidos que se detuvieron durante esos segundos a mirar el panorama, cuando vieron a
algunos rebeldes sin miedo del Chapulín Colorado esquivarlo reanudaron sus acciones y
empezaron a derrotarlos uno por uno, mientras que el Chapulín Colorado seguía ayudando aquí y
allá con su habitual destreza.
Al finalizar la batalla, todos estaban agotados por el gran esfuerzo, más el Capulín
Colorado no se le notaba cansado, más bien tenía una gran sonrisa en su cara que demostraba su
felicidad por la victoria.
Cuando fueron a celebrar la victoria, se dieron cuenta que el Chapulín colorado ya no
estaba, y se arrepintieron de no haberle dado las gracias antes de que desapareciera así como
apareció.
Y así fue como el Chapulín Colorado, con su fuerte chipote Chichón y sus grandes
destrezas ayudaron de nuevo a salvar el día y por lo visto también el futuro de todo un país.

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