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SIGNOS Y SIGNITICACIÓN 17

I. LA SIGNIFICACIÓN: EL FROCESO la discusión de esta distinción eseucial hay que defi-


SEMANTICO nir la naturaleza del sigrro considerado en su genera-
lidad.
1. Src¡vos y srcNmrcecrórv Un sigrro I \D estímillo a,§ociado a otro estíruia,
del cual evoca la ünngen tnaúal. La significación eq
L¿, srcxrr¡c¡.cróN es el proceso qrue asocía un objeto, un por tarto, vn proceso pfuaiet todo osurre en la mente.
ser? una noción, un acontecimiento, a un signo suscep- La naturaleea de-esta asociación constituye el pro-
tible de evocarlos: una nube es signo de lluvia, un bleua fundamental de la teoría de los sigrroo y de la
fruncimiento de ceño es signo de perplejidad, el ladrido psicología; el conductismo (behaüorismo) o poicología
de un perro es signo de enojq la palabra "caballo', es de la conduct¿ y la psicología experimental en general
el signo del animal. han concedido un sitio preponddrante al problema del
Un signo es por tanto un excitante, un estímdo, signo, y lo han situado en el centro de sus observacie
como dicen los psicólogos, cuya aceión provoca en el or- nes y de sus hipótesis: es de sobra conocido el experi.
ganismo la imagen recordativa de otro estímulo; la mento clásico del perro de Pavlov.
nube evoca la imagen de Ia lluvia, Ia palabra la ima- Dicha psicología su¡rone que todo esúruiD deja una
gen de la cosa. hwlla mnemóniq, en el organismq Ere todo nuero at-
Lo que se llama experiencia o conosimiento no es tíruio inenrieo o asocfudo al primero puede hacer r+
sino una o'sigrrificación" de la realidad, de la cual las surgir.
técnicas, las ciencias, las artes, los lenguajes? son los
De esta manera, ver una nube evoca la imagen de
modos particulares; de ahí la importancia, la universa-
otra nube ya vistq y aI mismo tiempo stcra. las il¡tú-
lidad del problema de Ia signi{icación así planteado; vi- getus asociúas cou esa nube, en particular la de la llu-
vimos entre signos, y una ciencia general de Ia signi- via; el ruido de platos, la de la comida; la vista de tma
ficación abarcaría el conjunto de las actividades y de llamq d r€cuerdo de una guemadura; el ladrido de un
los conocimientos humanos. perro, la imagen de un perro; y dd mimo modo la pa-
Pero hay una categoría de signos que nos ocupa aquí labra t'perro", es decir, los sonidos gue forman esta pala-
de manera muy particular, se trata de los signos socia- brq evocg al llegar a nuestrm oídog la imagen ilel ani-
les: la nube es signo de lluvia en virtud de una relaci6n mal al cual están aspciados. Veremos ,níc tarde las cú.
natural, y el perro puede ladrar de manera espontánea, ticas a este punto de vista, algo antictado a loe ojos
sin Ia inte¡rci6n de informarnos de su enojo y de pre- de la psicología moderna. En todo calro, era el prurto de
venirnos de sus ataques; cuando gime, al contrario, para vista de Saussure (compárese a continuación).
que le abramos Ia p'uerta, nos comuni,ca su deseo de Esta asociación es de naturaleza píqai¡Á, no son las
ealir y sabe que lo comprendemos; el signo se vuelve cosas, sino las inágenes de las cosas y la iilea que de
instrumento de comuni,cacün. Pero antes de abordar ellag nos formamos, los que se asocian en nuestra men-
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18 EL PBOCESO SEMANTICO SIGNOS Y STMBOLOS 19

te; y según Saussute, "el sigtto lingüístico no une una tlmulo acústico "Éo." ao pos,tula ninguna relación
cosa y un noubre, sino un concepto y una i-.geo natural con Pén*o con la palabra "gonsales" sc hubiera
acústica". hgrado lo misuno, l¡ írniso quc importa ee darse a
ontor¡der. La a¡osiación resulta ri¡icanente de un acuer-
2. S¡cxos Y sÍ![Bor.os rlo ontro loe que han conveuido eor quo «peres" desig.
¡rn n Pórez puede verse, en presencia de un
Todo signo es un cstímulo asociado. rf n¡l¡olo.
-estaaos,
Pero hay dos grandes tipos de asociacioneo sig:rifi- fintru loo signos icoaográficoe so oonsideran todos
ca^ntec: loe signoo naturales y los sigrroe artificiales. lrr modoe de representación directa de lo rea[: fotogra-
Loc primoros están basadoo en relacio,nes de fenó. ffq fonografía, regisüros diversog así como las artes. La
m€nol) que se localiz¿n en la naturalezq la asociación ¡rintura rqrroduce las üneas y los colores de las cosas,
"nube-lluvia" por ejemplo; todos nuegtros conocimien. ln osultura su msaa y su vohrmem, la música repra
tos, nuestras técnicas, nuestrss cier¡sias, equivalgp a ront& a veoes la imagen integral ilo los soaiilos, más fre
percatarso de modo más o menos sutil y más o menos or¡ontomento la de las ¡elaciones ilo altnrq cantidades
preciso de estas relaciones naturaleq que adguieren va- y tiornpo tal como oxisten en la naturaleza. Pero hay
lor de sigrro en la uedida etr fluo las asociamoe en rimprc al mismo tieopo una parte msyor o menor
nuestra mente. rlo ¡imbolización y de convención en Ias artes; tesügo
Loe sipoo a*ificiales son de fach¡ra humana (o er Ia evolución de los cánones estátioo§.t
auimal) y se subdividen a su vez en dos grupos: unoo Loe aignoe de comunicación propiamente dichoe son
sirven para lepÍesúat lo real dibujo, un plano,
-un
un rogistro fonográfico por ejeuplo-; otroe sinren para
orcncialnente cont¿en¿bnale¡: su sentido resulta siem.
pro de un acuerdo entre quienes loa e,mplean. Por ejem.
comunicarso con otro ser lemguaje articuladq un
-el
¿demrin de cortesía, una se¡ial-. No hay límite taiante
¡rlo: cierto dibujo rcpr€s€nta de ,'ronera natural doe
lriíros que salen de la oscuela, pero no es sino en vir-
cntre ambas funciones, pues utilizamos frecuentemente trrd do una @nvención que el rótulo amarillo al lailo
sigrros do representación para comunicar fotogra- rlo la calzada "sipifica" la presencia de una escuel¿
fía, por ejerrplo-. Pero ambos grupos -unase üferencian y la exhortacióu a la prudencia.
entre sí por su natu¡aleza. Loe primeroe son reproiluc" Y aguí surge una nuerra distinci6n; ciertos símbolog
ciones do caracter€s naturales de la realitlad, son inuú- ovocan loe caracteres naturales de las cosas, como su-
getws a bnos; los sggundos aon signos @nvencionales,
sot símbolos.l Un retrato ile Pérez es un icono; el es- Las artcs llam¡da¡ "puras" eop estímuloc no arociadoe, no
'
roprúscntar¡lo real, aino guc son realidad; no son signos sino
r Deag¡aci¡damcntc +o h¿ ¡ido posüle todavía llegar a un objotoa .
acuerdo sobre el valor do cgto vocablo; los distintos autores Llt rrtcs ¡bstracus sm icopogiflcas cr¡ l¿ medida en quc
emplea¡ la palabra "olmbolo" co¡ las accpcionas mrí¡ diver¡as. roproducco ciertog caracteres de Ia realid¡d.
EL PROCESO SEMANTTCO SIGNOS Y STMBOLOS 2l

cedo cou las aeñales de tránsito, mieutras que otros son tr) Loc aigf¡os dd representación o iconos, que repro.
puramente convencionales. rh¡r:cn los ca¡aete¡es naturales de las cosas, y eutre loo
- H"y sínúolos rwütdos o iconográficos y hay sím- orrnlce figuran las artes.
bfus arbürarbs o puro§; son convencionales en ambo§ c) Lw eignoe de comunicación o símbolos asocisaloo
la asociación
casos, pero couvemcional no excluye (ni rx»¡vencional¡nente a las cosas gue designan, y cuyo
taupoco postula) la existensia de asosiaciones natura- ti¡x» es el lenguaj-e articuladq eunque estén fuerte-
les entrq el signo y la coea significada
Los códigos de urbaniil¿d, las modaq los ritoq l8r Ettt-ul*
@nveuciones sociales, son símboloa iconográficos o mo' ltt
'
tivadc; aguí se inclina la cabeza como sipo de sumi-
oión, allí se eructa como signo de buena ügestión; ha¡
pue$ uns liga natural entre d eigno y su sentido, pero
,l'\"'"'
/\

,/i
que ¡ro es suficiente y ni necesaris lrara, evocar el sen-
Estimulc S,Sno6
tido, ya que de todas manerao es una convención. m ¡mhdos (cstlmulc rsocirdoc)
I.oo lenguajes son símbolos pur¡mente convencio
naleg en los cual€s la qsociación natural no ha existido
jaoás o ya no es s€nüda. Pero t¿mbién ahí Ios límites
son imprecisoe entre loe síEbolos ¡ruros dcl álgebra o
/,),*,.
¡r) DESCONOCIDO I

I sig"* t
lc ioia ile las gr,áficas y de loe sist€mas de señales.
Haste el tenguaje artisulailo sulpno.nna grán parte ih
motivación: l,as onomatopeyag por eie'mplo, gue son ,.rrá\1-\
i
ioonogrifiooe; Ia poesía, que €s un arte del len'
"ign*
guaje, del oral explota las yirh¡alidades de rePres€nta' ,.*mL*) 'ilflF'itrffiffii
ción natural: hmorías imitativas o erocadoras, rium
cuyas proporcioaeq al igual gue en la música, €sán
'calcadoe
del movimieoto y la duración interior de nues.
¡As^RrEs"¿i\/
----il#h'Tmff
\
tras €uocioues.
La mayoía de los sistGmas son mixtos y muy Pocos r,/ r'
I

son punxl; pertemeocu, sin mbargo, a uno de los cuatro


graudes tipos (esguema de Ia página siguiente): r..*cóD¡cc ,"
a) ls signos natnrales, ¡emnooidc y clasificailoc "n^rá
pof nuestras t6c,Bicasr nuestras ciencias y nuestro§ coñG
I.o§ I^ENGUAIES I.o§ SIGNO§
cimientoe.
» EL PROCESO SEMTNTICO EL SIGNIFTCfi)O IJNGüISTICO 23

mente teñidos dc asociaqiones nah¡ralGs cn algrmas de para todas las teorías y todoe loc tratadoe de semántica
sus foruas. modernos.
d) Loe sigrroe de comunicación icono-sinbóücos, en. La comunicación supone un locutor (o sujao ha-
tre los cuales se cuentanJoe ritos, Ios cótligos sociales, blante), un oyentg una oosa que el locutor quiere e
las modas, etoétera. municar al qyente, y sipos lingüísticm mediantc los
En el plano ile Ic ripos eociales' corrcsponde una cu¿les Ia comunica.
primera opodci6n entrc imagÉrh y slmbolo a represerita' La vista o el recuerdo de un ínso¿ evoca €Ír la men-
ción natural y rcprcsentaci6n convcncional (una foto- te del intedocutor la imagen visual o concqlto (obot
grafía y una fórmula algsbraica); clrtrc las doc tcne' I,l, esto concepto evocs ¡x)r asociación la imagen acúr
moo imágemes convonciondizailas y.sírnholos.imagen tica de la palabra (,árbol); los sa¡¡idos ("árbol") tras.
(un plano y una onomstopcy¡). t portados por el airg en foma de ondas sonoras inciden
H lengrraje articulado, único olicto de nueüo eüu' en el oído del oyente, y proyocan en óu m€nte la ima-
dio, perteneco a la categoríi de lc ainbolos puros oon gen acústica (,órbol), la cual evoca pór asociaci6n la
uns parte not¡blo dc elcmcntos dc rqpresentaci{n na- imagen eonceptual (a¡bor 2).
tural. Existe por Io t¿nto, una owircün ptíqlica bípo-
Ha¡ atlemág otra opooici6n entre.signos tácnicoe y Icr que comprende dos tárminos: Ia forma significante
sig¡,os ccüéticos. En estos rfltimos, cstá eobrcpasada la y el contenido significado; y dos fases: la wocación
fu¡ción prinaria de reprcsortaci6n; d aipo csti dota- del nombre por la co6a'y la de la cosa lxlr d nomb¡e.
do ile ca¡actcrfuticas ser¡ndarias quo le permiten rcpre- Ea un proceso recíprooo.
sentar de tma cietta mancra. Dc este forma, la foto- La comrirnicacidn será eficaz en Ia medida €o que
grafía dc identidail se opone a la artística, do igual ma- las imágenes sbo 7 y obor 2 coincidsn.
nera qüc lo haae d a¡tc dcl pintor a la simple técnica Este esqueus ge basa en un sistema de rdaciones
de reproducción aÍtesana, el disco a la interpretación, muy complejas:
eto6tera; la literaturq y especialmentb la pocsía, son l,l
Relaciones entre ol concepto y la cosa. ¿Cómo
artes dd lengrraje. Sin embargo; el estr¡ilio de cstas so foma en la mente la imagen co,lrcepnral? ¿Cuálee
últimas es objeto de la cstilística y noe intenem aguí. son $ra nexos cdn la oosa? Problemaa quo coacie,nreo
únicamente de manera accesoria. a la psicologíq la ciencia (o conodmiento do la cosa)
y Ia epistemología (oftica de este conocimieoto).
3. Er. srcn¡r¡crDo Lilciifsrrco: sEI.{flDo Y coNcEPTo
2/ Relacioaes e¡rtre el aoncepto y la imagen acú*
tica ilel signo. F,s el problema do la sigrrificación, qr¡e
Ferilinanil de Sar¡ss¡ré tlejó eu su Curw ile üngüístba concierne abvez a la peioología,la lógica y la lingüís
generah¡n esquema de la comunicación lingüística gue' üca (s€mántica).
adaptado o corregido en algunos puntos, sirve do base 3,1 Relaciones entre Ia inagen ¡cí¡stica del sipo y
24 EL PROCESO SEMÁNTICO EL SIGNIFICADO LINGÜISTICO :15

su forms, sonore actualizada. Problema de la fouación, Semejante esttrdio es a Ib vez psicológico, lógico y
gue interesa a la fisiología y a la fonétic¿. lingüístico e¡r eentido estricto: peicológico, por ser e[
4,) Trasmisión y reepci6n del signo, que interesa rignificante y el sigrrificado dos imágenes mentales aso.
y la fisiología
a la acúsücq la teoría de la inform¡ción ciadas; lógico, po.rque el sigaificante tiene por función
de la audición. itlentificar el concepto, evocaflo y trasmitirlo sin dc
5), 6), 7) Fotmaeaón de la imagem acústica y del formarlo ni confundirlo: lingiüsticor por{ue loe signos
ooncepto en la uente del oyentg y rolación del co¡r. constituyen un sistema de símbolos do naturaleza es.
oepto recibido con el objeto. pecial, llamqdo lengua.
Lo qo" en lenguaje couún llama¡nos "lmlabra" es Estg esguema no ha sido aceptado siempre €n €sta
una forma fónice (o gráfica) que €x¡oca ura cosa en forma; muchos le reprochan excluir la oosa significada.
virtuil do una convensión. La palabra comprende, do Uno de los sustitutos más interesantes es el trián.
hecho, cuatre-elementos disüntos: gulo do Ogden y Richaids, que ha servido de base

r
para muchos estudioe recienteg en particular el de
orbo¡
ARBOL = árbol
"á¡bol" Stern.
la cosa imagenl ¡
- I imagcn
dehl - ldehforma
el nombre
o forma
"oo
I I fóoio fónica
Referencia
o clnc€pto significado
lryifg:t-i
lryjylE
-'gl'{itd-"- =- de Saussure-
L
la palabra, según
La cosa ínsoL y la forma fónica "árbol'son doo
susta¡rcias concretasy no pertenecen al sist€ma ile la
l*goa, flue e§ ttuna suma do improntas mentalee".
Ánsol concierne a la botinica, a la horticulturq a la Símbolo, Referente
etética, etc.; "árbol" a la fisiologíq a la acústicq a a la vez forma significantc
o cosa nombrada
y su imagcn acústica
Ia fon6tica; porque "el sipo lingüístico ro une una
cosa oon uu nombrg sino un concepto con una imagen
acústicat'. EI triángulo, oomo se lq induyo d referente o oosa
Según Saussure, Ios problemas de la conceptualiza- nonbrada; pcro se notará al mismo ti.*po- (obsérvese
ción ü y 7) y los de la fonacién y de la audición al pie Ia línea punteail¿) S"u no hay rel.wión ilirecta
(3, 4 y 5/ son extralingüísticc. AI lingüista interesa entre el referente y el
"ímholo; de hecho, so welve a
únicamente el estudio de las ¡elaciones entre el sipi. l¿ relación bipolar y de naturaleaa pdqri"" propu€sta
ficanto bM y el signiñcailo sbor. por Saussure.
EL PROCESO SEI\IÁNTICO SENIIDO Y NETJ\CIÓN

No existe contradicción alguna entre los dos esquo nificar, dentro de la perspectiva de una psicología
Das' perc el primero quiere subrayar eI carácter psíqui' actualmente superada y que üstingue sensación, per-
co de todo fenómeno lingüístico, y el segundo la auto' cepción, memorización, etcótera. Aquí r"-hién, el lin-
nmía de la palüra y de la coes: la palabra no es Ia giiista es t¡ibuta¡io do la fisiopsicología, aungue, dado
cosa. Son puntos de vista de psicólogoe y de lógicos' el estado actr¡al de esta cienciq continúa sieudo nás
frente a Ios cuales Saugsu¡e sostiene la autonomía de la o menos prisionero de Ia terminología tradicional.
lingtií*ica.
El tri,ángulo de Ogdcn ücure el mérito de reintro' 4. Snnroo Y RELACIóN
ducir la aoss nombrada que, extralingüística o tro, el
s€Eánüco no puedo igaorar. Al mis¡no ti.mpo que la psicología pone cn iluila la
Por otra pi.t", *iri*" *id* q-ou tl
Curso' de definición de un contenido mental del sigrro, la lingiüs-
Saussure ciertamente pootula la eemántica, pero sin tica moderna, de i¡¡spiración estructr¡ralista, rechaza
jouás Ilegar a formularlq en-ouIo caso. hubiera segu' la noción misma de scnüdo, eoncebiilo oomo una im¿-
gen agregada al sipificante, de la cual éste sería por'
ir-uot" ánpliado las bas€s de sr¡ andi§is, Ilevándolo
tador.
a la consideración de problemas prácticos'
La ilefinición gue ila Saussure-del §p9 t", sin em' Las palabras no tienen sentiilos, únicamente tienen
ompleos. Traté esto problema en varias ocasioneq espe-
bargo, puest& en duda por la psicología moderna y, snte
cialmente en mi Gronátim (capítulo 3) y en mi S;r¡r¿-
todol, ii" nociones de toc.p-to, de imagen mental, de
huelL mnemónica, que soir actualmente rechazadas ric (capítulo l). H scntido, tal como nos es comunicado
por la modicina y la fisiología' sin gue üghry ciencias en el discurso, depende de las relaciones de la palabra
con las otras palabras del contexto y estas relaciones son
Lyan llegaito a úna descriiA6l o a u¡a definición de
te.O1*os que sean ütisfactorias y comprobadas deterninadas por la csEuctura del sistema lingüístico.
"tt*
por loe datos inmádiatos de nuestra experiencia' Por lo EI sentido, o mejor, los seutidos de cada palabrq son
tanto, auoque invitan aI lingüista a leoeJ mucha pry' ddinidos por el conjunto de estas relacione y no por
dcncia en la utilización de dichos términos, negaudo una imagen de la cual aguélla sería portadora. La Pala-
a éstos a la vu todo valor epistemológico, Pa¡eoe que bra ttsentidot' vrrelve a encontra¡ así su etimologia ya
ro les puede colurrvar en la práctica y-qué -puede se- gue inüca "dirección", es decir, orientación hacia otros
guirse-hablando de oonce,pto, a3nque eabiendo que no signos.
conooemos muy bien la naturaleza exacta de esta no' Esta idea deriva de la noción que tiene Saussu¡e de
ci6n, o hablar de imagen mertal aunflue sabemos dee "üolo/', o sea de Ia relación del sigrro con las otras
de luego que no tenemos un rinúscr¡Io cine en el cere' formas del lenguaie (véase mi Cranaútiat capítulo.3).
bro. Otra-crític¿ del esquema de Saussure se rdiere Así, tomando un ejemplo simplificado, los valores y,
a Ios diferentes niveles del progfeso en el acto de sig- en consecuencia, los empleoo de Ia palabra uroio" do
28 EL PROCESO SEMANTICO ARBITRARIEDAD Y MOTIVACIÓN 29

psnd€n do la existencia o no existencia en el idioma Uno de loe pctulados de la lingüstica moderna es


de palabras como na,ranjq rosa, púrptra, etoéterg y que la lengu.a es un sistem¿ de símbolos arbitra¡ioe e
en auseneia de éstas, la wngre, la luw y runa maqtd,a! inmoüvadoo; quo no hay ningún nexo natural entre
rilta gon igrr,almente ro7'as. Es el estado del idioma el el nombre y la cosa nombrada y que, por lo tanto, sólo
que determina los valores de la palabrg que no son en virtr¡d de una relación netnmenüe couvencio¡ral las
otros que las posibilidades de relación gue definen un palabras caballo, lwrse o Pteril desigpan tal animal.
eampo de empleo en el disqurso El problema de "la arbitrarietlad del sipo üngiiís-
Prosiguiendo el análisis de Saussurg muchos lin$ii§ tico" ha suscitads desde Saussure numerosas discusio-
tas modernos e¡nsideran gue el idioma no es más quo nes. Parece efectivamente que Saussure tenía en mente
un sist€ma de valores y que las palabras no tienen sobre todo la teoríq e¡¡tones en boga, de un origen
sentido o quq en todos los casos, ücho seritido no onomatot'yico de los sonidoe, sin excluir lo nocién de
podría ser ilefiniilo oomo un& ttimagentt o un "conta moüvación en otros planoe.
ttportadgrt', como, Tenemos así tres nociones: arbitrariedad, moth¡oeütq
nido mentaltt crryo signo sería su
por cierto, lo decía el propio Saussure. conoención. A¡bi¿mria se opone a rwtiaado y tiene
Aun con riesgo de repetir Io gue he e,rrpresadq diré como corolario onaerqíotul, dado gue en auseucia de
q.ue yo creo, al igual que Saussure, en la necesiilad toda motivación únicameute la convensión fundamen-
de las doe nociones de valor estructural y do contenido ta Ia sigrrificación. Perc au¡etwional no ercluye a
semánüco. Lejoe do excluirse se complemeutan. En motü¡afu. Por otra psrt€, la esencia del sigro lingüís-
efecto, por una parte, la palabra se enq¡eritra abierta tico es la convencionalidad y no lo arbitrariq oonven-
hacia posibüdades de relaci6n gue van de ao¡erdo con cionalidad que tiende a la demotivación del sigrro y por
la estructura d¿I sistema lingüístico; pero, por otra Io Tismo a la arbitrariedad, pero que no excluye la
paúe, a mediila que üchas relaciones, virtr¡ales hasta motivación; simplementg €n este caso, la motivación
ántonceg son efectivamente ¡ealizadas en el üscurso constituye u¡a característica seeundarig no necesa¡ia
y reconocidas por los hablanteq el efecto de sentido gue inmediatamente y flue por lo mis¡no tiende a alterarse,
B. oscur€cerse y a menudo a borrarse. La observación
resulta de ello se fija en la memoria y se adhiere desde
ese momento al sigrro, confiriéndose un contenido. de Ios fenómenos lingüísticos permite añrm¡r $oo he-
chm inüscutibles. Primero, una vasta gama de las
palabras que empleamoo efectivamente es motivada y
5. AnsmnABrEDAD Y uorrvrcrór¡
dicha uotivaciórL uás o rnonoa consciente, según los
El sipo a wbí*wio en Ia medida en flue no existe casog determina el mpleo de esas palabras y su qvo-
entre d sigaificante y el significado ninguna ¡elación Iución. Segundo, toda nueva creación verbal es nece-
f[ue no sea una pura convención entre loe hablantes; sari&mente motivada; toda palabra es siempre moti-
en Gas, contrario, el sigrro se dice nolúdo. vada en su origeo y ooru¡erva esta moüvación por más
30 EL PROCESO SEM¡NTICO ARBTTMRIEDN) Y MOTIVACION 3I

o ¡nenos tiempo, según loe casosr h¡sta el momento compara r¡n ruido. o movieiento a formaq coloreq seu.
timi6¡¡1q§! ctc. . .
en qúe, acaba por'caer en Ia arbitre¡iedad, datlo Ero
la motivación ha cesado de ser percibida. E[ sipo onomatopéyico tiene sieupre oomo base una
He ahí Ia gran difertocia entre log cóiligos y loo convencióu y tiende a desmotiva¡se, almquc no deia de
lengrrajes. En u¡ código, todo nuevo Érmino es dado eer cierto que tdas las lenguas orplotan la motivación
oo¡L sr¡ ddinición (los lenguajes cientÍficos como eI ál'
fouética, que, bajo formas üvemas, desempeña r¡n pa.
gebra o ta física son cóügoo o¡¡ cierta uodida). En'el pel muy importante. Esto es partiarlarmento widarte
en el leorguaje poético; ya mostré en otra psrter! ia exis-
lenguaje de comunic¡ción, por d contrario, l¿ conven-
ción no es nunca expücit¿; el eontiilo del nuovo tér' tencia y la importaacia de los canpos onomatopéyicoo
mino se enct¡entra implicado cn la eitu&ción gue per- que se forman en el interior del sistepa lingiiístico.
mite al interlocutor reconocrlo e interpretarlo; y eu b) Hay nwtütrcün nintesémiq en el caso de loe
la medida en que €§ta nueva palabra es reconocidq cambios de sentido. La aignificaci6n os entonoes r€la
aoeptada y repetida se instituye r¡na convención; oou- vaila. Así e¡r la metáfora que ilesigaa a un psu son
vención tácita ¿ partir de la cr¡al la motiv¿ción ini- el noub¡e dg loup (bbo) tenemos un sigrificante
cial perilie su función etimológica y tiende a osuie acústico primario (la forma fónica laup) gue desig-
oerlle.
na norual-ente cierto ma-ífero, y €rlte primer eig-
Pero, al priacrpro toilas las palabras son motivadas
nificado constituye un significante secundario que
y muchas continúan eiéndolo duranto algun tiempo. La lleva a un segundo sipificado, el pez. Hay un doble
sistema d, el sigaificado primariq que sons-
moüvación constitu¡'g pueq, una de las ceracterísticas "igoc secundario, y entre sigaificailo
tituye un sipificante
fundamentales del eigno lingüístico. Puede tomar dieha
moiivación cuatro formag: fouética, metasémicg mor-
y sigtrificante sesundario se vuelve a encontrar los
misnxos problemas semánticos de la motivacióh y de su
fológica ] paronímigq sicnilo ef,ttraas las dos primeras
oscl¡recimiento subsiguiente.
e internas las última¡.
Este proceso es de gran'importancia en'la creación
f) h !fiorrvaclóN Bs uocr.órrcr cuando se bass poética, mítica y simbólica; lo describo detalladamente
en una relación eutre la cma sipificada y la forma
en mi artíqulo sob¡e la semiología de Ia orpreeión poé-
sigrificante, fuera del sisem¿ üngüístico.
tiea (cl4 op. cü., t l).
o) Hay nothsuün ionátie, ilirectay nd.uolren'las
onomatopsyas que se basan en rma analogía entre la
2) LL uor¡vroóx Es ENlxrcTórrc¿ cr¡audo se ori.
gina en el interior del propio sistc@a gl6tico, es decir,
forma fónica y la coea desipada. La onomaropeya es
de la propia lengua. La relaci6n motivante ya no está
acústica cuando reproduce un n¡ido (ru*rín, dus'
qwn). Es fonochética, cuando loo órganoe qu9 I Véase P. Guiraud, Pour une séntiolosb ilc ?erpressbn
la palabra reproiluócn el movimiemto desigaailo"mip"
(dcs- poéti4ue, Universidad de Lieja, 1961, y mis ¡rtículos del kil
lh, pimr, tory¿); es también fonometafórica qrando letin ile b Socüté ¡le Lí¡'sufu¡tiquz de Paris.
32 trL PROCESO SEIT,ÍANTICO ARBITRARIEDAD Y MOTIVACIÓN 33

aquí entre la Cooa significada y la forma significante, continúa siendo siempre libre dentro de ciertos límites.
sino entre la palabra y otras palabras flue ya existen lls contingenüe: cualquier modo de motivación es siem-
en ۤa lengua. pre posible; se designa al t'cuco" por onomatopeya, al
a) La motfurción nwrlolrígíca o uorfemática es el "carpintero" por metáfora, al "petirrojo" por sinécdo-
üpo más general y más fecundo. Se basa en la compo.si- que; en idioma francés se considera que las especies
ción, por ejemplo fornando floww a partir d, & son vendidas por el especiero, pero que el tabaco lo es
tanw, sigaiendo el antecedente de manglar, pinar, etc. por el "comerciante de tabaco" a la vez que los reme.
b) La motbrcün pronímia,, meno's regular y m᧠tlios son venüdos por el t'boticario".
accidental, se basa en la comparación o la confusión Por otra parte, Ia motivación no es determinante,
de dos formas idénticas (homónimas) o vecinas (paré- pues no es necesaria para el sentido, que se acfualiza
nimas); véase al respecto lo escrito en el cap. IV). En por una asociación convencional. De ello resulta que ter-
muchos casos, la motivación endoglótica se combina mine por ser olvidada. De esta suerte, ya no se ve la
con la e,ombinasión eroglótica, por lo que ciertas ono- ¿rsociación etirnológica entre un "Banco" (comercial,
natopeyas puedeu ser precipitadas y actualizadas de- hipotecario) y un "banco" de sentarse. ¿Y r¡rién asocia
bido a est¡:¡¡cturas existentes err el léxico. Ocurre lo un "sánclwich" con Lord Sandwich o los "espejuelos"
mismo con las metáforas o cm algunos préstamos. Re+ con un espejo?
pecto de estos problemas consúltese el capítulo V y mi Este oscurecimiento de la motivación no es tan sólo
li}r.o Étynwlogía. r¡n fenórnencr general, sino a menudo imprescindible
3) MorrvecróN y DEMorrvacIóN. fodas l* Wb para evitar una restricción del sentido. Por ejemplo,
bros wt ainwl,ógienaú¿ mothdas, ya s€a f[ue se un ttcuco" es ciertamente una ave cuyo canto es suge-
trate de préstemos (cuya moüvación se e¡cuentra en Ia rido por su nom]:re onomatopéyico, pero este rasgo ro
lengua original), de onomatopeyas, de derivados o com- es sa única característica. La palabra en uso, no debe
puesto§, o de cambioe de senüdo. Aungue en teoría nada rlvocar un rasgo único, sino el cnnjunto de la cosa que
se opone a la creación de palabras de manera completa. dc-signa. EI rasgo motivante no es siempre lo realmente
mente arbitraria. ile hedw tales creacio'r¡es no existen.' esencial; tal es el caso de "tortuga", cuyo étirno no
Todas las palabras son, cn consecue.ncia, etimológi- rrlude a su caparazón sino a sus patas torcidas.
camente motivadas, perq y he aguí lo importantg esfc f)e lo anterior se concluye que en el uso cotidiano
motiouión tw es ni ilq¿rminofu ni ileurmitw¡*. It motivación debe borrarse en provecho del sentido
No es enteramente determinadq porque la reacsión rrl que, en caso contrario, amenazaría con restringir, y
. El mlo ejemplo, siempre citado, es la palabra "gas", pem aún con alterar-
ya ha sido aclarado que se formó a partir del vocablo "c8os". En consecuencia, lo arbitrario del signo es una con-
De otro tipo son las formaciones publicitarias, como lodalg rlición de su buen funcionamiento. Son sólo los lengua-
ibp, ozo. ies 'opuros", cnmo el álgebra, aquellos que forjan sis"
34 BL PROCESO SEMANTICO CONCLUSIÓN 35

temas de símbolos carentes de toda asociación extracon- lcr de orden morfo;l,ógíco (derivación, composición) o
vencional. *'ntántíco (cambio de sentido).
Pero la motivación es una fuerza creadora inherente [)ero esta m,otiaacün etimológíca, que es una de las
aI lenguaje social, que es un organismo vivo de origen fr¡r:rzas creadoras del lenguaje, continúa siendo contiru
empírico. Sólo después de creada y motivada (natural ¡iente: el creador de una palabra queda siempre en
o éndoglóticamente) la palabra, las exigencias de la lil¡crtad de eligir entre los diferentes modos de moti-
función semántica traen consigo un oscurecimiento v¡rción creadora. Por otra parte tampoco w esencial,
de la motivación etimológica que, aI borrarse, puede ¡i scmtínÍ.icamcüe deÍerminante y tiende a oscurecerse
causar una alteración del sentido. y a borrarse en provecho de la asociación convencio.
El estudio de este doble proceso, que se encontrará rrrrl, que es la única que acredita el sentido.
continuamente a lo largo de la presente obra, constituye
uno de los problemas esenciales de la semántica'

6. Coxcr,usróx
La lengua es un sistema de signos que nos sirve para
comunicar nuestras ideas, evocando en la mente de
otro las imágenes conceptuales de las cosas que se for'
man en nuestra propia mente. La palabra no trasmite
la cosa, sino la imagen de la cosa.
El signo lingüístico es una asocíación de ilos imá'
genes mentales, una larmn acústica signilícanle o nom'
bre, y un concepto sígnifícd'o o sentido.
Esla asociación es un proceso psíquico, bipola.r y
recíproco, ya que el nombre evoca el sentido y el sen'
tido evoca el nombre.
La asociación significante es conaencbnal, resulta
de un acuerdo entre los que emplean la lengua.
Sin embargo la palabra siempre está originalmente
motivada, sea que haya una relmí,ón na'turd' entre la
forma acústica y la cosa significada (onomatopeya, ex.
clamaciones), o una relación endoglótica entre las pa'
labras en el interior de la lengua, relación que pueile

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