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en los
BEATOS
Introducción 5
5. El Apocalipsis en miniatura 10
5.1. Preliminares 13
6. Anexos 34
7. Bibliografía 36
4
Introducción
5
1. Beato de Liébana y su tiempo
6
2. El pesimismo del siglo X y la llegada del Anticristo
7
3. La estética del Milenarismo
8
4. Un paseo por el arte de la Alta Edad Media
9
5. El Apocalipsis en miniatura
Estructura
El libro se divide en 22 capítulos con sus correspondientes versículos,
pero agrupando las narraciones encontramos:
- Prólogo (cap. I – III). Cristo se aparece a San Juan y le encarga
enviar su mensaje a las iglesias de Asia Menor.
- Cinco series de visiones (cap. IV – XX)
Visiones de los siete sellos (cap. IV – VIII)
Visones de las siete trompetas (cap. VIII – XI)
Visiones de las siete señales (cap. XII- XVI)
Visiones de las siete copas (cap. XVII)
Lucha de Cristo y el demonio (cap. XVIII-XX)
- Epílogo (cap. XX-XXII). Se narra la visión del Juicio Final, la
Jerusalén Celeste y la Gloria de los Santos en el cielo.
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Simbología iconográfica
Los símbolos que aluden a Dios y, por tanto, a Cristo, son el cordero, el
Sol, el arcángel Miguel y en ocasiones los ángeles. El trono, el altar, el arco
iris y el mar de vidrio y fuego aluden a virtudes de dios como la gracia, la
santidad o la sabiduría.
La Iglesia se representa mediante las siete lámparas, la mujer (que
luego se convertirá en la Inmaculada Concepción), y la Jerusalén Celeste.
Los cuatro vivientes representan los evangelistas y los ojos que los
cubren el conocimiento. Los ancianos son los santos en el cielo. Los mártires
se representan con las cabezas, y sus almas con los pájaros.
Los truenos y los desastres se interpretan como la revelación de Dios al
mundo.
Hay numerosos signos del diablo como el dragón, la serpiente, el ángel
del abismo o Abbadón. La bestia que sube del abismo es el Anticristo. Las
langostas se interpretan como los falsos profetas y la ciudad de Babilonia,
Sodoma y Egipto como Roma y la cultura de aquel momento.
Los colores también guardan simbologías. El blanco alude a la victoria,
el rojo al martirio y el escarlata a la lujuria o la magnificencia. El negro es el
color del diablo.
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Relación con el arte Románico
Los Beatos, con su gran difusión, contribuyeron en parte a la formación
del estilo Románico, que recupera la técnica y la iconografía del arte
paleocristiano. Arte que, por otro lado, se cree inspiraba la miniatura
visigótica en la que se inspiraron los primeros modelos de Beatos.
La estética y el contenido simbólico de estas obras miniadas encajaban
perfectamente con la mentalidad medieval, y en ocasiones servirán como
modelo para escultores y pintores.
Pero a mi parecer lo más importante es la relación que guardan con la
temática románica. Podemos decir que los Beatos se adelantan, explotándola,
a la temática central del arte Románico, que girará en torno al Apocalipsis, en
unos tres siglos (desde mediados del siglo VIII en que Beato escribe los
Comentarios, hasta el primer cuarto del XI en que surge el Románico). Esto,
inevitablemente, nos obliga a plantearnos la posible existencia de una
influencia de estas obras miniadas sobre el resto de las artes y, más aún,
sobre el resto de las artes fuera de Hispania, ya que hay que tener en cuenta
que el estilo Románico nace fuera de nuestras fronteras.
No es mi intención, ni está en mi mano, confirmar o desmentir esto;
supongo que ya habrá sido planteado por otros historiadores. Pero no cabe
duda de que las luchas entre el Bien y el Mal, la idea de Cristo, el Cordero,
rodeado de los ancianos y del Tetramorfos, del Juicio Final con sus
condenados y premiados, el Cielo y el Infierno, las luchas entre el Bien y el
Mal y un largo etcétera (tanto como ilustraciones al Apocalipsis encontramos
en los Beatos) de escenas se están representando en los scriptoriae de los
reinos hispanos mucho antes de que se monumentalicen en las grandes
fachadas de los templos Románicos.
Puede que no encontremos similitudes compositivas o estilísticas, que
haberlas haylas, pero no cabe duda del carácter visionario de estas obras
miniadas, que se adelantan en unos 300 años a la mentalidad general del
Occidente cristiano, donde el Apocalipsis se convertirá en el soporte
argumental del arte y la religiosidad período románico, entre los siglos XI y
XIII. Y esto, en una sociedad que centra su concepción del mundo en la fe en
Dios, es un hecho a tener en cuenta.
Los Beatos son, sin duda alguna, la manifestación artística que mejor
representa las visiones del último libro de la Biblia. A continuación haremos
un recorrido visual por el Apocalipsis. En este recorrido lineal, cuyo fin es la
iconografía, podemos percibir de forma indirecta los aspectos que han sido
resaltados a lo largo de este trabajo, como el estilo de la miniatura del siglo X
y su evolución, ya que las escenas están sacadas de códices de todas las
épocas o el paralelismo latente entre Beatos y Románico.
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5.1 Preliminares
Cruz de Oviedo
Beato de Valcavado (970, Universidad de Valladolid)
Aparece al principio, en nueve de los beatos conservados.
Se Inspira en la asturiana Cruz de los Ángeles (808).
Las letras α y ω le otorgan un carácter apocalíptico.
En Hispania la cruz tuvo sentido de lábaro por el espíritu de la
Reconquista.
Las gallináceas afrontadas aluden a la Resurrección de Cristo.
Laberinto
Beato de Saint -Sever (s. XI, B. Nacional de París)
Se utilizaban para ocultar una inscripción desde época clásica.
En los Beatos se oculta el nombre del comitente.
Formaban parte de la tradición hispánica desde época de Beato.
La forma romboidal es propia de Hispania, aparece ya en el
Beato Morgan.
Destacan los caracteres cúficos.
Maiestas Domini
Beato de Girona (975)
Este modelo está muy influido por el arte carolingio, comienza
aparecer en el siglo X en los Beatos
Cristo entronizado rodeado del Tetramorfos
Sostiene un disco de oro en su mano derecha, lo que se ha
interpretado como el orbe o como la hostia eucarística.
Está rodeado por la mandorla, exaltación de la gloria divina.
El rombo simboliza el Mundo, como la luna (a la izquierda)
Los animales del Tetramorfos vuelven la cabeza hacia Cristo.
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Evangelistas: Mateo
Beato Morgan (950, B. Pierpont Morgan de Nueva York)
Los evangelistas se añadieron en el s. X a los Beatos.
Se alternaban con parejas de ángeles portando el Evangelio.
Es una iconografía asociada al Evangelio y no al Apocalipsis, lo
que sirve para conferir un carácter cristológico al mismo y
asociarlo con el Nuevo Testamento.
El símbolo apocalíptico del evangelista está en el tímpano.
El evangelista aparece junto a un testigo, algo propio de
manuscritos orientales adaptado por la escuela de Tours.
Otros piensan que el testigo es Cristo, pero no tiene nimbo.
Tablas genealógicas
Beato Morgan (950, B. Pierpont Morgan de Nueva York)
Genealogía de personajes bíblicos que llega hasta Cristo.
Sirve para entroncar el sentido cristológico del Apocalipsis con el
Antiguo Testamento.
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Representación de los autores
Beato de Tábara (968-70, Archivo Hco. Nacional de Madrid)
Es característico de la miniatura hispana y de los Beatos un
interés por salvaguardar los nombres y los retratos de los
autores bastante anterior al resto de Europa.
Esta escena es excepcional. Sirve como colofón junto a un texto
al que ilustra, precediendo a la letra ω.
En el texto se cuenta como Magio, monje que comenzó el Beato
de Tábara, tiene que abandonarlo en 968 y muere. Por lo que se
llamó a Emeterio, discípulo suyo, que lo concluyó en 970.
Los representados son Emeterio y su ayudante Senior, sentados
ante una mesa, con sus cálamos y pinceles, en un scriptorium
adosado a una torre.
Es un testimonio importante para conocer los scriptoriae
hispanos de la época y los edificios.
Los retratos de los autores no siguen una iconografía concreta.
Alfa
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de
Madrid)
Aparece al principio del Apocalipsis siempre, en paralelo a la ω,
que aparece al final.
Ambas reflejan la concepción cristiana del tiempo, derivada del
Apocalipsis y son símbolo de Cristo.
Se explicita el carácter cristológico de la letra introduciendo
una imagen de Cristo, que lleva una letra ω en la mano.
Estas letras son muy importantes en la tradición hispana.
Omega
Beato de Tábara (968-70, Archivo Hco. Nacional de Madrid)
Aparece al final del texto apocalíptico.
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5.2 Prólogo del Apocalipsis (Capítulos I-III)
16
Mensajes a las Siete Iglesias de Asia Menor
Beato de Girona (975)
Mapamundi
Beato de El Burgo de Osma (1086)
Ilustra los comentarios de Beato a esta parte del Apocalipsis, donde se refiere a él.
Es el mapa más amplio de la Alta Edad Media y el más cercano al original.
A la derecha aparece un sciapodo, habitante de las antípodas que se da sombra con el pie.
En la parte superior el Paraíso se representa por los 4 ríos (después aparecerán Adán y Eva)
Las cabezas de los Apóstoles aparecen en círculos sobre la tierra que evangelizaron.
Santiago aparece enmarcado por una construcción que alude a Compostela (izquierda, abajo)
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Los doce Apóstoles
Beato de Girona (975)
El arca de Noé
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de
Madrid)
Ilustra los comentarios de Beato a esta parte del Apocalipsis,
donde se basa en un texto de Gregorio de Elvira.
Simboliza la Iglesia, por ello no tiene forma de barco.
Arriba, Noé está con su familia y recibe al Espíritu Santo.
Es muy interesante desde el punto de vista del bestiario, ya
que en Hispania no se utilizó ninguno concreto.
El segundo piso presenta un dragón, un grifo, un león alado y
una mantícora (rostro humano, cuerpo de león y cola de
escorpión)
Los mamíferos pesados se representan en el piso inferior y las
aves en el superior.
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5.3 Visiones de los Siete Sellos (Capítulos IV-VIII)
Beato de Silos (1109, British Library de Beato de San Andrés de Arroyo (1210-20, B.
Londres) Nacional de París)
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Apertura del quinto sello: las almas de los mártires
Beato de Cirueña (s. IX, Monasterio de Silos)
Vi al pie del altar las almas de los que habían sido degollados por causa
de la palabra de Dios… Y les fue dada a cada uno una vestidura blanca;
y les fue dicho que se aquietasen por un poco de tiempo todavía, hasta
que cumpliesen también el suyo sus consiervos y sus hermanos.
(Apoc. 6, 9-11)
Los mártires se representan por figuras decapitadas y,
simbólicamente, por palomas.
Se alude a los dos altares, terrestre y celeste, de los que habla
Beato en el comentario.
La figura central lleva un nimbo crucífero, pero no se sabe muy
bien cuál es su sentido aquí.
Es la miniatura más antigua conservada de un Beato.
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La metáfora de la Palmera
Beato de San Pedro de Cardeña (1175-85, Museo Arqueológico
Nacional de Madrid)
Ilustra los comentarios de Beato al pasaje anterior.
Junto con el Mapamundi, es la ilustración más antigua de los
comentarios.
Se basa en los Moralia in Job de San Gregorio, que compara la
palmera con la vida del justo: tronco áspero y fruto jugoso.
La iconografía cambió radicalmente, ya que al principio los
mártires se situaban a ambos lados de la palmera con palmas en
las manos que fueron sustituidos por un personaje que trepa
para recoger el fruto.
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5.4 Visiones de las Siete Trompetas (Capítulos VIII-XI)
La primera trompeta
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de Madrid)
El primero tocó la trompeta, y cayó sobre la tierra granizo y fuego
mezclado con sangre; la tercera parte de los árboles quedó abrasada y la
tercera parte de la hierba verde quedó arrasada.
(Apoc. 8, 7)
Las iluminaciones de serie de las trompetas son composiciones
monótonas, como la serie de las Iglesias.
No suelen ocupar una página completa.
La segunda trompeta
Beato de San Andrés de Arroyo (1210-20, B. Nacional de París)
El segundo ángel tocó la trompeta, y una enorme mole de brasas, como
una montaña, fue lanzada al mar; la tercera parte del mar se convirtió en
sangre, pereció la tercera parte de los seres de mar y la tercera parte de
las naves fue destruida
(Apoc. 8, 8-9)
Los ángeles se representan de manera horizontal, mirando hacia la
tierra.
La tercera trompeta
Beato de Magius (½ s. X , B. Nacional de Madrid)
El tercer ángel tocó la trompeta, cayó del cielo una gran estrella
ardiente como una llama; cayó sobre la tercera parte de los ríos y
sobre las fuentes de las aguas. El nombre de la estrella es ajenjo. Y la
tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres
murieron por esta agua, que se habían vuelto amargas.
(Apoc. 8, 10-11)
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La cuarta trompeta
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de
Madrid)
El cuarto ángel tocó la trompeta, y la tercera parte del sol, la tercera
parte de la luna y la tercera parte de las estrellas quedaron heridas
de muerte de tal manera que se oscureció la tercera parte de las
mismas y el día perdió una tercera parte de su esplendor, lo mismo
que la noche. En mi visión oí un águila que volaba por medio del cielo
y gritaba con voz potente: “Ay, ay, ay de los habitantes de la tierra
tan pronto como suenen las trompetas que los tres ángeles van a
tocar.”
(Apoc. 8, 12-13)
Llama la atención la manera abstracta de representar el sol y
la luna, semejante a un queso fragmentado.
La quinta trompeta
Beato de San Pedro de Cardeña (1175-85, Museo Arqueológico
Nacional de Madrid)
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del
cuelo sobre la tierra; y le dieron la llave del pozo del abismo. Cuando ella
abrió el pozo del abismo, subió del pozo un humo como de un gran horno,
de suerte que el Sol y la atmósfera se oscurecieron; del humo salieron
langostas que se esparcieron sobre la tierra, y a las que se dio un poder
semejante al de los escorpiones de la tierra. Pero se les ordenó que no
hicieran daño a la hierba, al verde y a los árboles, sino solamente a los
hombres que no tuvieran la señal de dios en la frente; pero que no los
mataran, sino que los torturaran durante cinco meses con un dolor
semejante al que produce la picadura del escorpión.
(Apoc. 9, 1-6)
Las langostas se interpretan con libertad, como lagartos
El ángel aparece con la llave sobre un círculo que representa el
abismo del que sale el humo que centra la composición.
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La sexta trompeta
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de Madrid)
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz que salía de los cuatro
ángulos del altar de oro que está delante de Dios, la cual decía al sexto
ángel, que tenía la trompeta: “Suelta sobre el río Éufrates a los cuatro
ángeles que están encadenados.” Y fueron soltados los cuatro ángeles
que estaban dispuestos para la hora… a fin de exterminar a la tercera
parte de los hombres. El gran ejército de caballería constaba de
doscientos millones: yo oí su número.
(Apoc. 9, 13-16)
Dios preside la escena en la esquina superior derecha.
Los cuatro ángeles representan las 4 esquinas del mundo, que se
representa con el Éufrates.
Es una predicación en tiempos del Anticristo.
Juan recibe el libro para ser comido y la vara para medir el tiempo
Beato de Girona (975)
Después vi otro ángel vigoroso, que bajaba del cielo envuelto en una
nube… Tenía en la mano un librito abierto. Puso el pie derecho sobre
el mar y el izquierdo sobre la tierra, y gritó con voz potente, como el
rugido del león. Cuando gritó, los siete truenos hicieron oír sus
voces… El ángel que había visto en pie sobre el mar y sobre la tierra
alzó la mano derecha y juró por aquel que vive por los siglos de los
siglos…Después, la voz del cielo que había oído me habló de nuevo y
me dijo: “Anda, toma el libro abierto en la mano del ángel… Corrí
hacia el ángel y le dije que me diera el librito. Él me contestó:
“Tómalo y cómetelo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será
dulce como la miel.” Tomé el librito de la mano del ángel y me lo
comí… Después me dieron una caña como de una vara, y me dijeron
“Levántate y mide el templo de Dios, el altar y los alrededores que
hay en él, pero el patio exterior del templo déjalo; no lo midas;
porque ha sido entregado a los paganos…
(Apoc. 10, 1 – 11,2)
No se sabe bien quiénes son los personajes que rodean a San Juan mientras mide el templo.
Se cree que son los justos que van a ser medidos por la posición de sus manos.
Nótese la forma esquemática de representar el mar y la tierra, como vamos viendo.
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Los dos testigos
Beato de Girona (975)
“…Yo haré que mis dos testigos profeticen vestidos de saco durante 1260
días”. Éstos son los dos olivos y los dos candelabros puestos delante del
señor de la tierra. Si alguno intenta hacerles daño, saldrá fuego de su
boca, que devorará a sus enemigos… Ellos tienen poder para cerrar el
cielo con el fin de que no llueva durante los días de su predicación;
tienen asimismo poder sobre las aguas para cambiarlas en sangre, y poder
para herir a la tierra con toda clase de plagas… “
(Apoc. 11, 3-6)
Es el único Beato que otorga una página entera a esta imagen.
Se cambia la iconografía, es novedosa: aparecen de pie,
descalzos, sobre podios trapezoidales frontales.
Se les representa con báculos como signos de poder en su
predicación, lo habitual era que llevaran sendos libros.
Se representan olivos y lámparas alusivos, pero no así sus poderes
Los testigos tienen los nombres de Elías y Enoch.
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5.5. Visiones de las Siete Señales (Capítulos XII-XV)
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El Cordero sobre el monte Sión
Beato Morgan (950, B. Pierpont Morgan de Nueva York)
Después vi al Cordero que estaba sobre el monte Sión, y con él 144.000
que llevaban su nombre y el nombre de su padre escrito sobre sus
frentes… y la voz que oí era como de citaristas que tañían sus cítaras. Y
cantaban como un cantar nuevo en presencia del trono y en presencia
de los cuatro seres vivientes y de los ancianos… son los que siguen al
Cordero dondequiera que va… son irreprochables
(Apoc. 14, 1-5)
Los músicos tocan instrumentos propios de la época como laúdes.
Algunos de estos músicos son semejantes a marfiles cordobeses.
Los vivientes parecen cabalgar sobre discos con paletas a modo
de hélices, lo que contrasta con la representación en la Visión
del Cordero que hemos visto antes.
En la visión de los tres ángeles, uno exalta a Dios, otro anuncia la caída de
Babilonia y el tercero reniega de quienes adoran a la bestia.
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5.6 Visiones de las Siete Copas (Capítulo XVI)
Similar a la serie de las Siete Trompetas, los siete ángeles vierten sus copas
sobre la tierra, el mar, los ríos, el Sol, el trono de la bestia, el Éufrates y el
aire respectivamente.
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5.7 Lucha de Cristo con el Demonio (Capítulos XVII-XX)
El fuego de Babilonia
Beato de la Rylands Library de Manchester (s. XII)
Tras esto vi bajar del cielo otro ángel… Y clamó con voz poderosa: “Cayó, cayó Babilonia la grande”… Y
llorarán y plañirán sobre ella los reyes de la tierra que con ella fornicaron y se entregaron al lujo,
cuando vieren el humo de su incendio… Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella,
porque su cargamento nadie lo compra ya: cargamento de oro, y de plata, y de piedras preciosas… de
lino finísimo, y de púrpura, y de seda… y toda obra de marfil, y toda obra de las maderas más
preciosas…
(Apoc. 18, 1-20)
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El Jinete Fiel y Veraz sobre el caballo blanco
Beato de San Andrés de Arroyo (1210-20, B. Nacional de París)
Luego vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que sobre él
montaba era llamado Fiel y Veraz, y con justicia juzga y hace guerra.
Eran sus ojos como llama de fuego, y sobre su cabeza llevaba muchas
diademas y tenía un nombre escrito, que nadie sabe sino él: e iba
envuelto en un manto salpicado de sangre y es llamado por nombre el
Verbo de Dios. Y las huestes que hay en el cielo le seguían montados
en caballos blancos y vestidos de finísimo lino blanco, nítido. Y de su
boca sale una espada aguda con que herir a las gentes; y él regirá con
vara de hierro, y él pisa el lagar del vino del furor dela cólera de Dios
omnipotente. Y sobre su manto y sobre su muslo lleve escrito su
nombre: “Rey de reyes y Señor de señores”.
(Apoc. 19, 11-16)
Se cambia el modelo iconográfico, a diferencia de la imagen
anterior. Esta escena solía ser representada semejante a la de
los cuatro jinetes. El artista la crea de nueva planta e introduce
creaciones suyas como la presencia del demonio.
El Ángel en el Sol
Beato de Seo de Urgel (s. X)
Después vi un ángel puesto en pie en el sol, que gritó con voz potente
a todas las aves que volaban en el cielo: “Venid y reuníos para el gran
banquete de Dios, para que comáis la carne de los reyes, la carne de
los generales, la carne de los valerosos, la carne de los caballos y de
sus jinetes…”
(Apoc. 19, 17-18)
El ángel, que es Cristo, sale del Sol y aparece rodeado de aves,
a las que invoca para devorar los cuerpos de los caídos en la
batalla de Harmagedón.
Nos muestra la manera de representar las aves.
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El triunfo del Jinete sobre la bestia
Beato de Saint-Sever (s. XI, B. Nacional de París)
Y vi a la bestia y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para
hacer la guerra contra el que estaba montado en el caballo y contra
su ejército. Pero la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta,
que con sus prodigios ante la otra bestia había seducido a los que
llevaban la marca de la bestia y habían adorado su estatua. Y fueron
arrojadas vivas las dos a un estanque de fuego de azufre ardiente. Los
demás fueron matados con la espada que salía de la boca del que
estaba montado en el caballo; y todas las aves se saciaron de sus
carnes.
(Apoc. 19, 19-21)
Escena contradictoria con el texto. No aparece Cristo como
Jinete, sino en el cielo presidiendo como el Cordero. La
serpiente y el demonio están vivos, pues serán apresados, pero
hay una tercera bestia y un soldado a los que se les decapita.
Pueden simbolizar al falso profeta y a los reyes.
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5.8. Epílogo (Capítulos XX-XXII)
Una vez vencido el mal, se realiza el Juicio para determinar quiénes están
destinados al Infierno y quiénes al Paraíso. El Apocalipsis concluye con la
descripción del mismo y las palabras que Cristo enuncia a San Juan.
El Juicio Final
Beato Morgan (950, B. Pierpont Morgan de Nueva York)
Vi un gran trono blanco y al que
estaba sentado sobre él. El cielo y la
tierra huyeron de su presencia, sin
que encontrase su lugar. Vi los
muertos, grandes y pequeños, en pie
delante del trono; entonces fueron
abiertos los libros; fue abierto
también otro libro, el libro de la vida.
Y los muertos fueron juzgados según
el contenido de los libros, cada uno
según sus obras… La muerte y el
abismo fueron arrojados al estanque
de fuego: el estanque de fuego es la
segunda muerte. Y el que no fue
encontrado escrito en el libro de la
vida fue arrojado al estanque de
fuego.
(Apoc. 20, 11-15)
El desarrollo del Juicio Final fue excepcional en los Beatos. Su iconografía se fijó en el s.VIII,
hasta entonces la Iglesia latina se había limitado a tomar la iconografía bizantina, que influyó
en los Beatos.
Cristo aparece en la parte superior sobre aquellos que “juzgan y reinan y no serán juzgados”,
que ocupan 12 tronos y tienen en sus manos un libro abierto. Esta es una inscripción del
Moralia in Job que se utiliza aquí, el mismo libro del que se extrae la metáfora de la palmera.
Los condenados aparecen a la derecha. Entre ellos se cuentan “aquellos que han sido
juzgados y condenados y están juntados”, esperan o han caído ya en el fuego del infierno.
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La Jerusalén Celeste
Beato de Fernando I y doña Sancha (1047, B. Nacional de
Madrid)
…Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas henchidas
con las siete plagas… y me habló diciendo: “Ven, te mostraré la
desposada, a esposa del Cordero”… Tenía un muro grande y alto, con
12 puertas… Del lado de oriente tres puertas, del lado de septentrión
tres puertas, del lado de mediodía tres puertas, del lado de poniente,
tres puertas. Y el muro de la ciudad tenía 12 fundamentos, y sobre
ellos 12 nombres, los de los 12 apóstoles del Cordero. Y el que
hablaba conmigo tenía… una caña de oro para medir la ciudad… Y la
ciudad se asienta sobre base cuadrangular… Los fundamentos del muro
de la ciudad estaban hermosamente labrados de toda clase de piedras
preciosas… Y templo no vi en ella, pues el Señor Dios omnipotente es
su templo, como también el Cordero…
(Apoc. 21, 1-27)
Este tema fue trascendental para todo el arte cristiano, pero nunca se abordó de esta manera
tan peculiar.
La Jerusalén Celeste se interpreta de forma casi diagramática, como si los muros hubieran
caído hacia fuera.
Los 12 Apóstoles ocupan las 12 puertas con un disco sobre su cabeza. Cada uno representa una
piedra preciosa. Les acompañan textos referidos a sus propiedades.
6. Anexos
33
Relación de códices iluminados conservados de los Beatos
34
41. La lucha de la serpiente contra el Hijo de la 65. La adoración de Dios en el cielo (Apoc. 19,
Mujer (Apoc. 12, 1-18) 1-10)
42. La adoración de la bestia de siete cabezas 66. El Jinete Fiel y Veraz sobre el caballo
(Apoc. 13, 1-10) blanco (Apoc. 19, 11-16)
43. La bestia que surge de la tierra (Apoc. 13, 67. El Ángel en el sol (Apoc. 19, 17-18)
11-17) 68. El triunfo del Jinete sobre la bestia (Apoc.
44. La raposa y el gallo 19, 19-21)
45. Las tablas del Anticristo 69. El Ángel encadena a Satanás (Apoc. 20, 1-3)
46. El Cordero sobre el monte Sión (Apoc. 14, 70. El trono de los justos, y las almas de los
1-5) mártires (Apoc. 20, 4-6)
46a. El bautismo de Cristo 71. El último ataque de Satanás después de mil
47. El Ángel con el Evangelio eterno (Apoc. 14, años de prisión (Apoc. 20, 7-8)
6-13) 72. El diablo, la bestia y el falso profeta son
48. El Hijo del Hombre en la nube, y el Ángel lanzados al fuego (Apoc. 20, 9-10)
con la hoz (Apoc. 14, 14-20) 73. El Juicio Final (Apoc. 20, 11-15)
49. Los siete ángeles y las siete plagas (Apoc. 74. La nueva Jerusalén celestial (Apoc. 21, 1-
15, 1-4) 27)
50. Los siete ángeles salen del templo (Apoc. 75. Cristo en su trono y el río de la vida (Apoc.
15, 5-8) 22, 1-5)
51. El mandato de los siete ángeles (Apoc. 16, 76. Juan se postra a los pies del Ángel (Apoc.
1-2) 22, 6-21)
52. El primer Ángel derrama su copa sobre la
tierra (Apoc. 16, 2) Libro de Daniel
53. El segundo Ángel derrama su copa sobre el 1. Babilonia
mar (Apoc, 16, 3) 2. Daniel escribiendo
54. El tercer Ángel derrama su copa sobre los 3. El sitio de Jerusalén y las lamentaciones de
ríos (Apoc. 16, 4-7) Jeremías
55. El cuarto Ángel derrama su copa sobre el 4. El sueño de Nabucodonosor acerca de la
sol (Apoc. 16, 8-9) estatua y la piedra que rueda (Dan. 2, 1-34)
56. El quinto Ángel derrama su copa sobre el 5. La adoración de la estatua de oro y los tres
trono de la bestia (Apoc. 16, 10-11) jóvenes en el horno (Dan 3)
57. El sexto Ángel derrama su copa sobre el 6. Sueño de Nabucodonosor sobre el árbol que
Éufrates (Apoc. 16, 12) llega al cielo y la visión de sí mismo paciendo
58. La salida de los tres espíritus inmundos de hierba (Dan. 4)
las bocas del dragón, de la bestia y del falso 7. El festín de Baltasar (Dan. 5)
profeta (Apoc. 16, 13-16) 8. Daniel en el foso de los leones (Dan. 6)
59. El séptimo Ángel derrama su copa sobre el 9. Visión de Daniel: aparición del “viejo de
aire (Apoc. 16, 17-21) días” (Dan. 7)
60. La gran meretriz de Babilonia y los reyes 10. Visión de Daniel: la lucha del macho cabrío
(Apoc. 17, 1-3a) con el carnero (Dan. 8, 1-5)
61. La mujer sobre la bestia de siete cabezas 11. Daniel recibe la revelación sobre el
(Apoc. 17, 3b-13) significado de la visión anterior y sobre el fin
62. El triunfo del Cordero sobre los reyes (Apoc. de Jerusalén (Dan. 8, 15 – 9)
17, 14-18) 12. Daniel ve al Ángel sobre el río Tigres (Dan.
63. El fuego de Babilonia (Apoc. 18, 1-20) 10-12)
64. El Ángel arroja la piedra de molino al mar
(Apoc. 18, 21-24)
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7. Bibliografía
Las imágenes han sido extraídas del Catálogo de la Exposición Los Beatos, el
catálogo de Ed. Moleiro para el Códice de Girona, la página web de Ed.
Moleiro y diversos resultados obtenidos mediante la búsqueda de imágenes en
Google.
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Omega (Beato de Tábara, 968-70, Archivo Hco. Nacional de Madrid)