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ANATOMOFISIOLOGIA OCULAR

Dr. Carlos E González P


INTRODUCCION

Los rayos de luz que son reflejados por objetos en el ambiente, continúan un
proceso intrincado y complejo envolviendo energía eléctrica, química, mecánica
y electromagnética. La transformación verdadera de la energía electromagnética
resulta en el cerebro, comienza con los rayos de luz entrando al ojo a través de
la córnea y pasando a través del humor acuoso, la pupila, el cristalino el vítreo
llegando hasta la retina. Las células fotorreceptoras en la retina envían la
información que reciben a través de la vía óptica en forma de impulsos
eléctricos que llegan al lóbulo occipital del cerebro en donde estos reciben un
significado y son interpretados con base en el estado físico, fisiológico y
psicológico particular del individuo; repertorio de experiencias; y su nivel de
atención.

Los ojos, que son llamados globos, aunque no son realmente formalmente
globos, están situados en cavidades de hueso llamadas órbitas Cada órbita se
abre hacia el frente, para que la luz pueda entrar al ojo, y pueda ser cerrado por
los párpados. Con cada parpadeo, los párpados distribuyen lágrimas del sistema
lagrimal a través de la córnea. Las lágrimas también bañan a la conjuntiva, que
cubre la parte blanca del frente de cada ojo y forra la superficie interna de los
párpados.

EL GLOBO OCULAR Y SUS ANEXOS

Las Orbitas

Las dos órbitas con forma de pera se sitúan en cada lado de la nariz y proveen
seguro alojamiento para los globos de los ojos. Las paredes intermedias de las
órbitas son paralelas entre ellas, con la nariz saliendo entre ellas. La pared
lateral de cada órbita forma un ángulo, con su pared intermedia posteriormente
en el ápice. El ángulo se abre casi hasta los 45 grados. Considerados juntos,
estos dos ángulos permiten a los ojos cubrir un campo horizontal de
aproximadamente 160 a 180 grados y un campo vertical de cerca de 120 grados

Cada órbita está hecha de siete huesos que se asemejan a placas


triangulares que encajan con sus bases apuntando hacia el frente, resultando en
una forma de pera. En adultos, la órbita es aproximadamente de 1.6 pulgadas
(40mm) de profundidad. Una función mayor de la órbita es la de proveer un
lugar seguro para el globo del ojo. La órbita contiene

• Al globo, aproximadamente una pulgada en diámetro, el cual descansa


en la porción anterior y toma solo cerca de un quinto del espacio

• El nervio óptico, que emerge de la porción posterior del globo del ojo
• Los seis músculos extrínsecos que están adheridos a la órbita y al globo
y mueven el ojo

• Otros nervios, incluyendo aquellos que enervan los músculos


extrínsecos

• Vasos sanguíneos que alimentan las estructuras del ojo

• La glándula lacrimal, que produce lágrimas que bañan la porción frontal


del ojo y el lado posterior de los párpados

• Tejido conectivo que sostiene las varias estructuras juntas

• Grasa que amortigua los contenidos de la órbita de golpes y


movimientos de choque.

El ápice de la órbita es el lugar de la abertura para el nervio óptico desde


la parte de atrás del globo del ojo y para los vasos sanguíneos y nervios para
pasar a través desde fuera de la órbita. Cinco de los seis músculos extrínsecos
que mueven el ojo se originan cerca del ápice de la órbita; el sexto se origina en
el lado temporal de la órbita cerca al margen frontal. El margen de la abertura
del frente, el septum orbital, es grueso, particularmente en la parte de arriba,
para proveer protección adicional para el frente del globo del ojo. Las cejas, piel
más gruesa de la cual los pelos de las cejas crecen, cubren el septum orbital de
cada hueco ocular y suman otra capa de protección.

PARPADOS Y PESTAÑAS

Los párpados, la piel más delgada del cuerpo, protegen al ojo de cuerpos
extraños, incluyendo el polvo, la tierra, líquidos potencialmente peligrosos, y el
viento. Los párpados también controlan la cantidad de luz que puede entrar en
el ojo. Ya que la piel de los párpados es tan delgada, no obstante, los rayos de
luz del sol pueden quemarlo y pueden hasta penetrarlo causando daños a la
córnea, la estructura que forma la parte frontal del ojo. Quemaduras debido a
calor intenso, radiación ultravioleta, y químicos pueden también dañar los
párpados, así como a los tejidos que estos cubren.

Por su acción de parpadeo, los párpados también ayudan a distribuir


lágrimas, la película aceitosa que lubrica la córnea y la transparente conjuntiva.
El margen de cada párpado es marcado por una línea gris, la línea que divide a
la porción anterior de la posterior. Las pestañas son anteriores a esta línea.
Aceite modificado y glándulas de sudor están localizadas anterior a la línea
también y se abren en los folículos de las pestañas.

Posterior a la línea gris están las pequeñas aberturas de las glándulas


meibomianas glándulas sebáceas modificadas (de aceite) que secretan una
capa aceitosa, una de las tres capas que hacen la película lacrimosa. Esta
delgada capa superior de las lágrimas detiene un poco la evaporación de los
fluidos lagrimales y hace un sellamiento cuando los ojos están cerrados, para
que los ojos no se sequen. La capa gruesa intermedia acuosa de lágrimas, la
cual es casi un 98% agua, es mezclada con sales solubles en agua y proteínas
que protegen al ojo de microorganismos y bacteria que podrían causar
infecciones. La capa delgada interna de mucosa de las lágrimas sirve para
mantener al epitelio corneal húmedo, para que la capa acuosa lacrimosa pueda
esparcirse fácilmente sobre la superficie.

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TERMINOS PARA LA ORIENTACION DE LAS ESTRUCTURAS DEL OJO

Anterior frente a, hacia el frente de la cara


Ápice Arriba, punta de un cono
Lateral Al lado de
Margen Borde, esquina
Intermedia Hacia la nariz, nasal
Nasal Hacia la nariz, intermedia
Posterior Detrás de, hacia la parte de atrás de la cabeza
Temporal Hacia la sien, lateral, hacia el lado de la cabeza
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CONJUNTIVA

La conjuntiva es una membrana mucosa delgada y translúcida que ayuda a


proteger el globo del ojo. Empezando en el margen del párpado, cubre el
párpado superior y luego da la curva alrededor y cubre la esclerótica, la parte
blanca del ojo, y termina en el limbo, el punto en el cual la esclerótica y la córnea
se encuentran. La conjuntiva contiene muchas glándulas accesorias que
también contribuyen a la película de mucosa y lágrimas que mantiene a la parte
frontal del ojo húmeda, limpia, lisa y suave. Sirve como una barrera transparente
entre los contenidos de la órbita (excepto la córnea) y todo frente a esta.

APARATO LAGRIMAL

El sistema lagrimal consiste en estructuras que producen lágrimas y de


estructuras que drenan los excesos de lágrimas al pasaje nasal. La glándula
lagrimal, la cual está localizada en la porción temporal anterior de la parte
superior de cada cavidad orbital, produce lágrimas aguadas cuando el ojo está
irritado o cuando las emociones demandan una respuesta lagrimosa. Las
lágrimas viajan a través de conductos que se vacían en la conjuntiva. Las
glándulas accesorias de la conjuntiva, mencionadas anteriormente, y las
glándulas meibomianas de la porción interna de los párpados también
contribuyen a la producción de lágrimas.
Las lágrimas bañan la superficie del ojo y los párpados, moviéndose hacia
el sistema de drenaje en la esquina interna del párpado con cada parpadeo.

El sistema de drenaje está hecho por las aberturas llamadas puntos en el


margen interno de los párpados superiores e inferiores, por los canalículos
superiores e inferiores que llevan hasta la bolsa lagrimal, y al ducto naso
lacrimal que se extiende hacia abajo desde la bolsa lagrimal y se vacía en la
nariz. Típicamente el sistema se inunda cuando uno llora, y lágrimas
sobrepasan los márgenes de los párpados y fluyen dentro de la nariz. Además
de revelar ciertas emociones y de humedecer la superficie externa del frente del
globo del ojo, la córnea y los párpados, las lágrimas llenan las superficies
disparejas en la córnea transparente, alimentan a la córnea, y lavan o atacan
microorganismos o bacteria que tratan de entrar en el ojo.

ESTRUCTURAS DEL GLOBO

El globo consiste en una capa externa protectora, una capa vascular intermedia,
y una capa interna sensorial llamada la retina. El nervio óptico emerge de la
parte de atrás del globo y lleva impulsos eléctricos de la retina al lóbulo occipital
del cerebro.

Capa Externa Protectora

La capa externa protectora del ojo está hecha de esclerótica opaca, algo
elástica, fibrosa y blanca y la más pequeña transparente cornea, a través de la
cual entra la luz al ojo. La esclerótica y la córnea se encuentran en el limbo
corneo escleral, que es donde la conjuntiva termina. La esclerótica ayuda a
mantener la forma del ojo saludable; los músculos externos se adhieren a la
esclerótica y trabajan juntos para voltear los ojos en las diferentes direcciones de
la mirada.

La cornea es un tejido de cinco capas, avascular y transparente a través


del cual los rayos de luz primeramente entran al ojo en su camino hasta la capa
retinal interna sensorial. Las cinco capas son el epitelio, la membrana de
Bowman, el estroma, la membrana de Descemet, y el endotelio. La capa
externa, el epitelio, es bañado en lágrimas y debe permanecer húmedo para
mantener su transparencia, estatus nutricional, y balance de agua propio.

El estroma corneal, la capa intermedia, hace aproximadamente el 90 por


ciento del grosor de la córnea. Está separado del epitelio por la membrana de
Bowman, y de la capa interna, el endotelio, por la membrana de Descemet.
Abrasiones cornéales que penetran solo el epitelio exterior pueden ser
extremadamente dolorosas, pero pueden sanar rápidamente con poco riesgo si
son cuidadas en un tiempo prudencial. Pero si el estroma es penetrado,
entonces ambos el estroma y el endotelio se vuelven vulnerables a infecciones
serias que pueden llevar a una cicatrización de la córnea y a la perdida de
transparencia. La cicatrización puede interferir con la visión funcional al grado
que la cicatrización bloquee o disperse los rayos de luz cuando estos golpeen la
superficie de la córnea.

La cornea es transparente debido a su estructura celular uniforme, su


avascularidad, y su estado de deshidratación relativa. Ya que la córnea es la
“ventana” para el ojo, cualquier herida o enfermedad que atenté con la integridad
de sus capas pone al proceso entero de ver claramente en peligro.

La cornea tiene el poder más refractivo (habilidad de doblar la luz, esto


es, de cambiar la dirección en la cual la luz viaja) del ojo. Los rayos de luz que
entran en el ojo a través de la córnea son doblados para que puedan converger
en un punto de foco en la retina, la cual es descrita luego. Si el globo ocular es
muy largo o muy corto en los ejes horizontales o si la curvatura de la córnea es
irregular o insuficiente, entonces los puntos de convergencia de la luz serán en
frente de o detrás de la retina, o tal vez ambos, pero en diferentes ejes.

Capa Vascular Intermedia

La capa intermedia del globo que yace debajo de la esclerótica y detrás de la


córnea es el tracto uveal, constituido por el iris, el cuerpo ciliar, y el coloideo. La
palabra úvea viene de la palabra Latina que significa uvas, el color del coroideo.
La úvea es una capa vascular que provee nutrición para la retina.

El iris es un disco muscular circular con un hueco en la mitad, llamado la


pupila, que está localizada detrás de la córnea y en frente de los lentes. El iris
actúa como un diafragma para controlar el tamaño de la pupila, a través de la
cual los rayos de luz deben pasar mientras viajan hacia la parte de atrás del ojo.
El color del iris depende en que tanta melanina (pigmentación) es depositada
dentro de sus capas posteriores. Los dos músculos en el iris actúan para dilatar
y oprimir el iris, así permitiéndole responder a y controlar la cantidad de luz que
entra a la parte de atrás del ojo. El músculo dilatador contrae el iris para
agrandar la pupila, mientras que el músculo esfínter, localizado en el margen de
la pupila, trae los márgenes el uno hacia el otro para disminuir el tamaño de la
pupila. El tamaño no depende exclusivamente en la cantidad de luz llegando al
iris, no obstante; el músculo dilatador, inervado por nervios del sistema nervioso
simpático, reacciona para agrandar la pupila en respuesta a temor, así como a la
luz. La respuesta de las pupilas a la luz puede revelar entonces mucho acerca
del estatus y la integridad del sistema nervioso central.

El cuerpo ciliar consiste en el proceso ciliar y el músculo ciliar. El proceso


ciliar secreta el humor acuoso, un líquido (como plasma) que llena la cámara
anterior del ojo. El músculo ciliar controla la cantidad de tensión en las fibras
“zónulas” (ligamentos suspensorios) que se adhieren a las cápsulas del lente, lo
que permite a la forma del lente variar y así le permite al lente a acomodarse
para un foco claro a diferentes distancias dentro del campo de visión.
La coroides es comprimido entre la esclerótica y la retina (la capa interna
sensorial del ojo) y se extiende desde el nervio óptico alrededor del cuerpo ciliar
en la porción anterior del globo. El coroideo es una rica capa vascular que
provee alimentación para la capa epitelial de pigmento de la retina.

Capa Sensorial Interna

La capa sensorial interna del ojo, llamada la retina, forra las dos terceras partes
posteriores del globo del ojo. Se extiende anteriormente para terminar en un
borde dentado llamado el ora serrata, continuando con la parte plana del cuerpo
ciliar. La retina recibe información del ambiente y transmite información al
cerebro. La retina tiene muchas capas de células diferenciales que se articulan
entre ellas para transmitir información efectivamente hasta el cerebro. La capa
externa de células que yace al lado del coroideo y que es alimentada por este es
llamada el epitelio retinal de pigmento. Las otras capas juntas son denominadas
comúnmente como la retina sensorial. En la separación retinal, la retina o capas
de la retina se rompen o se separan del coroideo.

Diferentes tipos de células hacen la retina sensorial. Las células


fotoreceptoras, que yacen al lado del epitelio retinal de pigmento, activas células
moduladoras en la capa interna del núcleo. Las células moduladoras, en cierto
sentido, sirven como condensadoras para animar o inhibir la transferencia de
impulsos y referir impulsos en sus sinapsis con las células ganglionares
transmisoras, las células de la capa más interna de la retina sensorial que está
más cercana a la vítrea. Los axiomas de las células ganglionares se extienden
horizontalmente hacia la parte de atrás del ojo por donde salen y se vuelven el
nervio óptico para cada ojo.

A primera vista, las capas de la retina sensorial pueden parecer estar al


revés porque las células fotoreceptoras que son activadas por los rayos de luz
entrando al ojo se encuentran al lado del pigmento epitelial retinal, más lejos de
la capa de la retina que los rayos de luz encuentran primero. Entonces, los
rayos de luz deben penetrar todas las capas de la retina sensorial antes de que
puedan alcanzar a llegar a las células fotorreceptoras. Pero una examinación
más profunda revela la lógica de este ordenamiento.
Las células fotorreceptoras son de dos tipos: los bastoncillos, aproximadamente
110-130 millones, que contienen el pigmento rodopsina y son sensitivos a la
presencia de luz y movimiento, y los conos, aproximadamente 6 millones, que
contienen tres fotopigmentos diferentes y nos dan el sentido del color y detalles
finos. La mácula es el área de la retina, cerca de 0.16 pulgadas (4 mm) en
diámetro, que está localizada en el lado temporal del disco óptico donde las
fibras nerviosas de la capa interna de la retina salen del globo del ojo.
La mácula contiene en su mayoría conos, y la fóvea central, la porción central
de la mácula, contiene solo conos. Los conos apretadamente empacados de la
fóvea nos dan una resolución más fina de detalle y color. Los bastoncillos están
distribuidos a través de todas las áreas periféricas a la retina sensorial, el área
fuera de la mácula.

La importancia de la distribución de los bastoncillos y los conos es muy


grande. La visión periférica (visión lateral) depende de las células de los
bastoncillos para alertarnos hacia la luz, aun luz muy tenue, y movimiento.
Cuando nuestra mirada se mueve hacia lo que ha llamado nuestra atención en el
campo periférico de la visión, el ojo es reposicionado, para que los rayos de luz
alcancen la mácula, donde los conos están concentrados para darnos
información de detalles y de color. Los bastoncillos pueden funcionar en niveles
bajos de iluminación, mientras que los conos requieren niveles mayores para
funcionar. Este requerimiento de luz diferencial ayuda a explicar porque no
podemos asimilar colores o detalles en una luz muy tenue, pero podemos
detectar movimiento. En ese sentido, los sistemas escotópicos (bastoncillos) y
fotópicos (conos) son independientes. Este factor se vuelve importante si los
bastoncillos pierden función, como en los escenarios tempranos de la retinitis
pigmentosa, o si los conos empiezan a degenerarse, como en la degeneración
mácular.

El proceso de ver empieza cuando rayos de luz golpean a los bastoncillos


y conos que hacen la capa externa de la retina sensorial. Estos bastoncillos y
conos activan las células moduladoras, quienes entonces se comunican con las
células ganglionares en sus sinapsis. Los axiomas de las células ganglionares
se extienden hasta la parte de atrás del ojo y del disco óptico, donde salen y se
vuelven el nervio óptico.

El segmento externo de cada bastoncillo y cono, la porción más cercana


al pigmento epitelial retinal está hecho de tantas como 1,000 discos planos
rodeados de los pigmentos sensitivos a la luz que maduran y deben ser
reemplazados por unos nuevos. Aquí es donde la relación de las células
fotoreceptoras al pigmento epitelial retinal se vuelve crítica. El pigmento epitelial
retinal actúa como un sistema encargado del desperdicio al tragarse los discos
maduros y digerirlos. Si este sistema se rompe, los escombros se almacenan en
este lugar y problemas aparecerán en la función retinal.

No hay conos ni bastoncillos en el disco óptico, donde los axiomas de las


células ganglionares de la capa interna de la retina sensorial salen como el
nervio óptico. El resultado es un fisiológico punto ciego en el campo de visión
donde los rayos de luz entrando al ojo aterrizan en el disco. No estamos
usualmente atentos a este punto porque lo que no vemos con un ojo lo vemos
con el otro ojo

ADAPTACION DE CLARO Y OSCURO

La adaptación a la luz es la habilidad de los ojos a adaptarse a diferentes


niveles de iluminación. Cuando los ojos están adaptados a la oscuridad, la
rodopsina en los bastoncillos está más concentrado, y las células de los
bastoncillos son sensibles a niveles extremadamente bajos de luz. En la noche,
las personas utilizan visión nocturna o los bastoncillos para detectar el
movimiento de las formas en la luz tenue. Pero si las luces son prendidas, los
ojos necesitan algún tiempo para adaptarse al nivel mayor de iluminación, y los
pigmentos de las células de los conos entran en acción. Los ojos se adaptan
mucho más rápido de oscuro a claro que de claro a oscuro por la velocidad con
la cual los pigmentos pueden ser establecidos o reformados. Yendo de oscuro a
claro significa moverse a niveles de iluminación que activan los conos, pero
yendo de claro a oscuro requiere tiempo (10-30 minutos o más) para que los
bastoncillos devuelvan la rodopsina que la luz ha decolorado y destruido y así
ajustarse y adaptarse a la oscuridad comparativa.

¿DONDE ESTA SU PUNTO CIEGO?

No hay células fotoreceptoras en el disco óptico, donde las células retínales


ganglionares se recogen, se vuelven el nervio óptico, y dejan la parte de atrás
del globo. Así, este punto es un punto ciego cuando el campo visual es
examinado. Para demostrar este fisiológico punto ciego, intente este ejercicio:
± °

Cubra o cierre se ojo izquierdo. Mire directamente a la ± con su ojo


derecho. Lentamente mueva este libro para adelante y para atrás hasta que el °
desaparezca mientras que usted todavía está mirando fijamente la ±. En el
punto en el cual el ° desaparece, rayos de luz de ese punto están llegando a su
fisiológico punto ciego, donde no hay ni bastoncillos ni conos.

Otras Estructuras Dentro del Globo del Ojo

El lente y las tres cámaras dentro del ojo tienen funciones específicas que
permiten a la luz alcanzar la retina y que mantienen en balance los fluidos
internos del ojo. El lente, una estructura transparente de forma biconvexa de
cada ojo, es el único medio de refracción en el ojo que puede cambiar su poder
refractivo. Mientras el músculo ciliar se contrae y se relaja, cambios ocurren en
la tensión de las fibras zonulares que sostienen al lente en su lugar detrás del
iris. Estos cambios permiten al lente en volverse más o menos esférico, así
incrementando o disminuyendo en poder de doblar los rayos de luz. Este
cambio en la forma del lente permite al lente a dirigir los rayos de luz para
converger en un punto de foco en la retina y es parte del proceso llamado
acomodación.

La acomodación realmente incluye tres cambios distintos en el ojo.


Cuando una persona mira de un objeto distante a un objeto cercano,

• El lente cambia de forma para volverse más esférico, resultando en más


poder de doblar los rayos de luz
• Los ojos se voltean hacia el otro, para que las imágenes de un objeto
caigan en las máculas de cada ojo (resultando en una visión binocular, o
la habilidad de utilizar ambos ojos juntos para formar una sola imagen)
• Las pupilas se vuelven más pequeñas mientras que el músculo esfínter
del iris se contrae.
Cuando una persona mira desde un objeto cercano a un blanco más distante,

• El lente se vuelve menos esférico y así tiene menos poder de doblar los
rayos de luz
• Los ojos divergen para mantener visión binocular para permitirle a las
imágenes del blanco visual a aterrizar en la porción correspondiente de la
mácula de cada ojo
• Las pupilas se dilatan.

La cápsula del lente sostiene las fibras del lente. Estas fibras continúan
formándose durante la vida y gradualmente se vuelven más y más
estrechamente empacadas dentro del centro del lente mientras que el lente
madura. En la edad media del individuo, el lente ha perdido usualmente la
mayoría de la elasticidad de su juventud, así disminuyendo su habilidad de
acomodarse. Las fibras del lente continúan formándose, no obstante, y
continúan siendo empujadas dentro del núcleo del lente.

Cámaras del Ojo

Hay tres cámaras en el ojo: la cámara anterior, la cámara posterior, y la cavidad


vítrea. La cámara anterior y la cámara posterior yacen frente al cuerpo ciliar y el
lente. El límite anterior de la cámara anterior el endotelio de la córnea, y el límite
posterior de la cámara posterior es el lente y el cuerpo ciliar. Las dos cámaras
están separadas por el iris y la pupila. El humor acuoso secretado por el
proceso ciliar fluye de la cámara posterior a través de la pupila hacia el interior
de la cámara anterior, donde se filtra a través de la red trabecular¨ hacia el
Canal de Schlemm, localizado en el ángulo anterior del ojo. El acuoso alimenta
la córnea y el lente y ayuda a mantener la forma de y la presión dentro del ojo.
Si el flujo del acuoso es interrumpido, la presión intraocular puede
incrementarse, una condición denominada como glaucoma. Detrás del lente
yace la cavidad vítrea conteniendo el vítreo, un gel transparente fisiológico (de
más de 98 por ciento de agua) el cual cuenta por las dos terceras partes del
peso y del volumen del globo y ayuda a mantener la forma.

Los rayos de luz emergen del lente para pasar a través de la vítrea y luego para
entrar a las capas de la retina. Ya que los rayos de luz entrando al ojo del
campo visual superior (de más arriba) golpean la porción inferior (más abajo) de
la retina y los rayos del campo inferior aterrizan en la retina superior, la imagen
producida en la retina está al revés. La interpretación de lo que nosotros vemos
como en su posición correcta ocurre en el cerebro, como será discutido luego.

Músculos Extraoculares

Los seis músculos extrínsecos de cada ojo trabajan en cooperación para voltear
y rotar cada globo hacia arriba, abajo, hacia el lado, y hacia la nariz. Los cuatro
músculos rectos se alzan del ápice de la órbita y se adhieren a la esclerótica en
frente del ecuador (el punto medio desde la parte de atrás del globo hasta el
frente del globo). Los dos músculos oblicuos están insertados dentro de la
esclerótica detrás del ecuador

Cada músculo tiene una acción o función primaria en voltear el globo del
ojo en varias direcciones; esta acción está determinada por el punto de inserción
del músculo en la esclerótica, su punto de origen en la órbita, y la dirección hacia
la cual está dirigida el ojo cuando una nueva dirección es necesitada por la
mirada. Los músculos de cada ojo deben trabajar juntos para lograr la dirección
deseada, en algunos casos en contracción y en otros en relajación. Por ejemplo,
el músculo recto lateral (el más cercano a la sien) se contrae y el músculo recto
medio (el más cercano a la nariz) se relaja cuando el ojo derecho voltea hacia la
derecha; el recto medio se contrae y el músculo recto lateral es inhibido cuando
el ojo derecho voltea hacia la izquierda

Para coordinar los movimientos de los dos ojos para que puedan mirar el
mismo blanco al mismo tiempo, los músculos de un ojo son unidos con aquellos
del otro ojo que comparten la misma acción primaria. Por ejemplo, el músculo
rectos lateral derecho y el músculo rectos intermedio izquierdo son atados para
mover ambos ojos hacia la derecha. Para lograr este movimiento con suavidad,
el músculo rectos intermedio derecho y el músculo rectos lateral izquierdo deben
relajarse. Si uno considera las muchas veces que por minuto cambia
típicamente la dirección de la mirada, la importancia y el logro de un movimiento
suave y coordinado son en realidad impresionantes.

Tabla 5.2. Funciones de los Músculos Extrínsecos del Ojo


Músculo del Ojo Nervio Función Primaria
Condición Causada por
Déficit

Rectos Intermedio Oculomotor (CN III) Mueve el ojo nasalmente


El ojo es volteado hacia abajo y
hacia afuera por la acción sin oposición
de los músculos rectos lateral y el
oblicuo superior
Rectos laterales Abducen (CN VI) Mueve el ojo temporalmente
El ojo no puede ver temporalmente
Recto superior Oculomotor (CN III) Mueve el ojo hacia arriba
Debilidad de la mirada hacia arriba
Recto inferior Oculomotor (CN III) Mueve el ojo hacia abajo
Debilidad de la mirada hacia abajo
Oblicuo superior (CN VI) 1. Mueve el ojo hacia abajo
Doble visión vertical
cuando ya está mirando Inclinación de
la cabeza
Nasalmente (compensación para el
desbalance
2. Rota el ojo cuando ya está de la rotación)
Mirando temporalmente
3. Mueve el ojo hacia abajo
y hacia afuera cuando está en
Posición directamente hacia el
frente

Oblicuo inferior Oculomotor (CN III) 1. Mueve el ojo hacia arriba


Doble visión vertical
Cuando ya está mirando nasal- Inclinación
de la cabeza
Mente
2. Rota el ojo cuando ya está
mirando temporalmente
3. Mueve el ojo hacia arriba
y hacia afuera cuando está en
Posición directamente hacia el
frente

Los músculos oblicuos y rectos están inervados por nervios craneales


(CNS) que vienen del cerebro. CN III, el nervio oculomotor, inerva los músculos
rectos intermedio, superior e inferior y los músculos inferiores oblicuos. CN IV, el
nervio troclear, inerva el músculo oblicuo superior. CN VI, el abducens, es el
encargado del músculo recto lateral. El nervio óptico es el CN II.
El alineamiento correcto de los ojos es esencial para la visión binocular, la
cual nos da la percepción de profundidad y alguna apreciación de distancia y
perspectiva. Para bien, una visión clara con sentido de profundidad, las áreas
retínales estimuladas en ambos ojos se corresponderían. El cerebro en realidad
recibe dos sets de mensajes, uno de cada ojo y las radiaciones ópticas
asociadas. Estos dos sets son procesados para hacer una imagen de lo que
llega de los dos ojos. Si la alineación de los ojos no es recta, si algún tumor
empuja cualquier estructura fuera de su posición correcta, o si las parejas de
músculos en cada ojo y los músculos unidos de los dos ojos no son inervadas
igualmente, entonces las setas de mensajes transmitidos a los lóbulos
occipitales del cerebro pueden ser lo suficientemente disparatados que puede
resultar en diplopía (doble visión).
En los niños la más débil de las dos imágenes es suprimida, o la atención se
alterna entre las dos. No obstante, la supresión no ocurre tan fácilmente en los
adultos, y la diplopía algunas veces resulta fastidiosa.
TRANSMISION DE INFORMACION VISUAL AL CEREBRO

Cuando todas las estructuras y las funciones de los ojos trabajan bien, la luz
entrando a los ojos es transformada en impulsos que resultan en la visión. No
obstante, es el cerebro, no los ojos, quien interpreta la información recibida que
resulta en la visión. La transmisión comienza con los rayos de luz, una forma de
energía electromagnética, pasando a través de la córnea hasta la retina. Los
rayos de luz causan cambios químicos en las células de los bastoncillos y los
conos de la retina, como ha sido descrito anteriormente. Estos cambios resultan
en impulsos eléctricos que son llevados a través de los caminos ópticos hasta el
lóbulo occipital en la parte de atrás del cerebro, y las conexiones luego son
realizadas para enlazar las imágenes visuales con otras funciones del cerebro.
En el cerebro, se le da un significado a aquello que ha sido visto
Los ojos de Lou estaban dirigidos hacia el horizonte, así que él podía
observar los cambios graduales de luz en el cielo. Sus pupilas estaban dilatadas
por la luz cada vez más tenue del atardecer. Ya que estaba mirando hacia el
este con la luz brillante del atardecer detrás de él, los rayos de luz reflejados en
el gato blanco localizado en su campo visual derecho entraron a la córnea de
Lou, pasaron a través de la acuosa en la cámara anterior, la pupila, la cámara
posterior, y el lente, de los cuales emergieron un poco más convergidos. Los
rayos de luz continuaron a través de la vítrea y las capas de la retina hasta que
llegaron hasta un punto de foco en una porción nasal de la retina derecha de
Lou y una porción lateral de su retina izquierda.
Los discos fotorreceptores de los bastoncillos de la retina periférica de
cada ojo, sensitivos a la luz y al movimiento, reaccionaron al excitar las células
moduladoras de la retina, los cuales, a su vez, excitaron a las células
ganglionares que yacen al lado de la vítrea. Los axiomas de estas células se
extienden hasta los discos ópticos y forman el nervio óptico (CN II). Los axiomas
de las células ganglionares de Lou enviaron sus impulsos por el nervio óptico a
través de la órbita, fuera del ápice de la órbita, y hacia el quiasma óptico. El
quiasma óptico es la unión donde las fibras que vienen de la porción nasal de la
retina de cada ojo se separan de sus nervios ópticos y cruzan al lado opuesto
para unirse a las fibras que vienen de la porción temporal de cada retina del lado
opuesto.

Lo que ocurrió después necesita una explicación adicional. Posterior al quiasma


óptico, las fibras nasales derechas continuaron con las fibras temporales
izquierdas y las fibras nasales izquierdas viajaron con las fibras temporales
derechas para formar los tractos ópticos derechos e izquierdos que lideran
respectivamente hacia los cuerpos geniculados derechos e izquierdos. La
mayoría de las fibras continuaron de cada cuerpo geniculado lateral como
radiaciones ópticas que terminan en los lóbulos occipitales del cerebro. Algunas
de las fibras, aquellas que llevan información relacionada con el reflejo pupilar de
luz, evitan el cuerpo geniculado lateral y se dirigen hacia la mitad del cerebro.
(Su partida en este punto explica porque la reacción pupilar hacia la luz es
reflexiva; no es mediado por la corteza occipital, pero es manejado a un nivel
más bajo en el sistema simpático del sistema nervioso autónomo.) Las
radiaciones ópticas de Lou llevaron sus impulsos dentro de los lóbulos
occipitales, donde fueron procesados.

El ¨procesamiento¨ involucra algunas de los 10 billones de células del


cerebro en maneras que no son completamente comprendidas aún. Un modelo
de procesamiento de información puede ser utilizado para entender lo que
puede estar pasando en el cerebro; lo que está pasando no puede ser sabido
por observación directa. Lo que puede haber pasado a la información recibida
por el cerebro puede solamente ser deducido de comportamientos motores y de
lenguaje. En la escena aquí presentada, Lou volteó su cabeza hacia la derecha.
¿Qué, tal vez, puede ser deducido de este movimiento? Estos rayos reflejados
del gato alcanzaron la foveola de sus máculas, donde los discos de los conos
los recibieron y produjeron un cambio químico que envió impulsos eléctricos a
las células moduladoras. A su vez, estas células activaron células transmisoras
de las cuales sus axiomas llevaron impulsos eléctricos a través de los caminos
ópticos nuevamente hasta los lóbulos occipitales del cerebro.

En una fracción del tiempo que ha tomado leer lo que ha sucedido, Lou
identificó al gato y lo llamó. El gato cruzó el andén que los separaba y se posó
en las piernas de Lou, donde maulló suavemente mientras que Lou volteó su
mirada de nuevo hacia el cada vez más oscuro cielo del este. En cualquier
punto de esta transmisión, una interrupción o una degradación en el impulso
hubiera podido ocurrir que hubiera podido afectar la integridad de la señal que
llegó al cerebro de Lou si, en efecto, una señal llegó.

Aun si los órganos de la visión, con todas sus estructuras intrínsecas y


elaboradas, están saludables y funcionando, la información que ellos transmiten
y divulgan puede que no llegue al cerebro o puede ser distorsionada durante su
ruta. Y aun si los caminos ópticos son claros y completos, una herida,
enfermedad, o una deformidad en cualquiera de las estructuras del ojo mismo o
cualquier problema con transparencia en la córnea, el acuoso, el cristalino, o el
vítreo podría llevar a una degradación de la señal o en la imagen resultante.
También, un funcionamiento incorrecto en cualquier capa o parte de una capa de
la retina podría afectar o detener la transmisión

Una explicación extensiva del cerebro y de los sistemas nerviosos está


más allá del alcance de este texto. No obstante, los profesionales en educación
y rehabilitación deben tener en cuenta la naturaleza compleja del procesamiento
de información y deben saber algo sobre las divisiones del sistema nervioso
humano.

CAMPOS VISUALES
El campo de visión se refiere al área que uno puede ver sin mover la
mirada. Debido a la localización de los ojos en las órbitas y la posición de las
órbitas en la cabeza, el campo de visión normal es de aproximadamente 160-
180 grados en el horizontal y de 120 grados en el vertical. Los campos nasales
de visión de cada ojo se sobreponen cuando los ojos están mirando
directamente hacia el frente, pero no el temporal. Los defectos de los campos
son denotados como nasales, temporales, superiores, e inferiores, términos que
se refieren al espacio, no al sitio retinal. Por ejemplo, si una persona tiene
perdida en el campo superior derecho en el ojo derecho, algunas de las células
retínales en la retina nasal inferior del ojo derecho no están funcionando
adecuadamente o su mensaje no es transmitido con precisión al lóbulo occipital
apropiado en el cerebro. En otras palabras, una manera de chequear la función
retinal y la integridad de los caminos ópticos es el de chequear los campos
visuales e inferir en la función retinal e integridad de lo que la persona reporta en
cada cuadrante del campo.

RELACION DE LA VISTA Y LA VISION

Este tema comenzó con la observación de que la información presentada sobre


la anatomía del ojo (estructura) y su fisiología (función) debían ser consideradas
desde la perspectiva de un énfasis en la persona única y completa- cuerpo,
mente y espíritu. Una discusión sobre la relación entre la vista y la visión ahora
requiere una vuelta a esta perspectiva. Cada repertorio individual de
experiencias, la motivación para ejecutar tareas visuales particulares, tareas
intelectuales, persistencia, y estado físico pueden afectar como la información
visual de cualquier calidad es interpretada y como puede influenciar a la visión.

Varios años atrás, un maquinista retirado de 70 años que ha perdido su


visión tardíamente en la vida le recordó a un grupo de personas más jóvenes,
reunidos alrededor de una fogata después de un día de ciclismo en tándem, que
su diccionario contenía 18 definiciones de la palabra ¨ver¨ y que solo tres de
ellas se referían a la vista. El entendimiento de como la luz entra al ojo y que
cambios eléctricos y químicos ocurren en las varias estructuras y a través de los
caminos ópticos explica en un sentido como una persona ve, pero no puede
revelar completamente como la persona le da un sentido de lo que él o ella ve.
Para personas con buena visión, como también para personas con visión
limitada, el crearle un sentido a lo que es visto, lo que es apreciado, y lo que es
percibido pueden tomar una vida entera.

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