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En el trabajo de campo realizado durante nuestra materia, nos hemos enfocado en identificar las

necesidades psicopedagógicas presentes en las instituciones educativas donde llevamos a cabo


nuestras prácticas presenciales. Nuestro objetivo ha sido aportar una propuesta de Proyecto
Integrado de Intervención (PII) que aborde de manera integral dichas necesidades.
Para fundamentar nuestra intervención propuesta, hemos utilizado diferentes fundamentos teóricos
que nos han proporcionado herramientas conceptuales y metodológicas para comprender y abordar
las problemáticas psicopedagógicas identificadas. A continuación, presentaré algunas de las
fundamentaciones teóricas que hemos utilizado en nuestro trabajo de campo.
En primer lugar, hemos utilizado el concepto de teorías implícitas. Según Rodrigo, M.J. y otros
(1993), las teorías implícitas son representaciones individuales similares a los modelos mentales,
construidos a partir de las experiencias personales adquiridas y mediadas por formas culturales
propias de cada sociedad. Estas teorías implícitas son estructuras conceptuales no conscientes que
se forman en relación a un campo de problemas específico. Cumplen funciones interpretativas,
explicativas y predictivas para la percepción, actividad, organización de los recuerdos y toma de
decisiones. Al identificar estas teorías implícitas, podemos diseñar intervenciones más efectivas
que se ajusten a las necesidades y perspectivas de la comunidad educativa.
Otra fundamentación teórica que hemos utilizado es la teoría de la actividad, basada en el concepto
de mediación propuesto por Vigotsky y desarrollado por Leontiev (1978). Según Leontiev, las
actividades se distinguen por tener objetos objetivos diferentes, y es la transformación o cambio del
objeto lo que determina la integración de los elementos del sistema de actividad. La comprensión
de estos conceptos de actividad, acción y operación proporciona un marco teórico valioso para
analizar las prácticas educativas y cómo los individuos, dentro de un contexto social, realizan
acciones concretas para lograr objetivos específicos.
Además, hemos abordado la perspectiva psicoeducativa del fracaso escolar, tomando como
referencia el trabajo de Flavia Terigi. En su estudio, Terigi analiza la función histórica de la escuela
en relación con el fracaso escolar y propone una reconceptualización del riesgo educativo en
términos de las relaciones que se establecen entre distintos grupos de sujetos y las condiciones
usuales de la escolarización. Esta perspectiva nos permite comprender que el fracaso escolar no es
solo responsabilidad individual del estudiante, sino que está influenciado por múltiples factores,
como las prácticas educativas, las interacciones sociales y las condiciones estructurales de la
escuela.
En relación a la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el
ámbito educativo, hemos utilizado la perspectiva de Coll y Monereo (2008). Estos autores destacan
la importancia de reflexionar sobre la naturaleza de los cambios que se producen en los alumnos,
los docentes y en su interacción al incorporar las TIC en la educación. la mera incorporación de las
TIC no garantiza automáticamente una mejora en los procesos educativos. Sin embargo, sí se
produce una modificación en los contextos en los que tienen lugar dichos procesos, así como en las
relaciones entre los actores educativos, las tareas y contenidos de aprendizaje que se llevan a cabo.
Esto abre la posibilidad de una eventual transformación de los procesos educativos, la cual puede
suponer o no una mejora en función de los usos concretos que se realicen de la tecnología.
Por otro lado, para la fundamentacion teorica del trabajo de campo, hemos profundizado en el
conocimiento de la estructura legal que regula las actividades educativas en la Provincia de Buenos
Aires. En particular, la Ley 13688/07 de Educación se destaca como un marco fundamental que
garantiza el derecho de enseñar y aprender como un bien público y personal, con el objetivo de
construir una sociedad justa y promover el desarrollo integral de los estudiantes.
Dentro de este contexto, la Modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social adquiere gran
relevancia. Esta modalidad se enfoca en las operaciones comunitarias dentro de las escuelas,
fortaleciendo los vínculos humanizadores en la enseñanza y el aprendizaje. Respetar la identidad de
las dimensiones educativas y comunitarias, así como trabajar en pos de la igualdad de
oportunidades, son principios esenciales en la formación de profesionales en Psicopedagogía.
La Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia desempeña un papel fundamental en
la garantía de una educación integral, inclusiva y de calidad para todos los estudiantes. La
participación activa de la comunidad educativa, incluyendo directivos, docentes, padres,
estudiantes y personal administrativo, es crucial para construir una educación de calidad y brindar
igualdad de oportunidades.
La inclusión y la igualdad social son aspectos clave en la política educativa de la Provincia de
Buenos Aires. Se promueve un entorno educativo inclusivo que brinda a todos los estudiantes,
incluyendo aquellos con necesidades educativas especiales, las mismas oportunidades de acceso,
participación y aprendizaje. Se prioriza la adaptación del contexto para lograr la inclusión y se
destaca el rol de los Equipos de Orientación Escolar (EOE) en este proceso.
Los graduados en Psicopedagogía también tienen oportunidades laborales en la Modalidad de
Educación Especial, tanto en el sector estatal como en entornos privados. Se diferencia entre el
Acompañante Externo (AE) y el Maestro de Apoyo a la Inclusión (MAI o MI) en la atención a
estudiantes con necesidades educativas especiales. El AE se centra en la integración social dentro
del entorno escolar, brindando atención y apoyo personal, mientras que el MAI se enfoca en la
intervención pedagógica y en la elaboración de propuestas individualizadas.
La Propuesta Pedagógica de Inclusión (PPI) se actualiza trimestralmente y busca promover un
enfoque de co-enseñanza, implementando estrategias de intervención para todo el grupo de
estudiantes. El Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) complementa esta propuesta al considerar
la diversidad en los contenidos, las metodologías y las evaluaciones.
La educación inclusiva en la Provincia de Buenos Aires busca la inserción social, educativa y
laboral de todas las personas, así como el desarrollo de autonomía y autodeterminación. Se brinda
una educación integral que se adapta a las necesidades de cada alumno, promoviendo
configuraciones de apoyo y asegurando la adquisición de conocimientos.
De acuerdo al marco normativo ya expuesto durante la cursada, se que la Psicología Comunitaria y
Pedagogía Social es una modalidad que se enfoca en las operaciones comunitarias dentro del
ámbito escolar, con el objetivo de fortalecer los vínculos y humanizar la enseñanza y el
aprendizaje. Su propósito es promover y proteger el desarrollo educativo como una capacidad
estructurante tanto para el individuo como para la comunidad educativa en su conjunto, respetando
la identidad de ambas dimensiones y fomentando la igualdad de oportunidades. Esta modalidad se
caracteriza por su transversalidad, lo que significa que sus intervenciones abarcan todos los niveles
educativos (inicial, primario, secundario y superior) y otras modalidades educativas, como la
Educación de Adultos, Educación Física, Educación Especial, Artística, Educación Técnica
Profesional, así como la propia Psicología Comunitaria y Pedagogía Social.
Las estructuras territoriales que dependen de esta modalidad son: los Centros Educativos
Complementarios (CEC), los Equipos de Orientación Escolar (EOE), los Equipos
Interdisciplinarios Distritales (EID) y los Equipos Distritales de Inclusión (EDI).
Los Equipos Interdisciplinarios Distritales (EID) son parte fundamental de la Dirección de
Psicología Comunitaria y Pedagogía Social. Su función principal es abordar situaciones de alta
complejidad psico-socio-educativa en las comunidades escolares y sus contextos. Los EID se
organizan en diferentes estructuras, como los Equipos Distritales de Infancia y Adolescencia
(EDIA), los Centros de Orientación Familiar (COF) y los Equipos Interdisciplinarios para la
Primera Infancia (EIPRI).
Estos equipos utilizan el diagnóstico distrital realizado por el Inspector de Enseñanza que supervisa
la modalidad como base para su trabajo. Cada EID desarrolla su Proyecto Integrado de
Intervención (PII), el cual incluye acciones orientadas a promover y proteger los derechos de los
estudiantes. También mantienen un registro de prácticas que permite evaluar y replantear las
intervenciones. La Inspectora de la Modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social
supervisa y sigue de cerca el trabajo de cada uno de los equipos, quienes intervienen en diversas
problemáticas como la salud mental, intentos de suicidio y suicidio, consumo problemático de
sustancias, redes sociales, maltrato infantil, presunción de abuso hacia niños y adolescentes,
violencia de género y situaciones de violencia familiar.
Durante mi trabajo de campo, he experimentado una mezcla de emociones y reflexiones profundas.
La conexión directa con las instituciones educativas y la observación de las necesidades
psicopedagógicas de los estudiantes me ha impactado de manera significativa. He sido testigo de la
diversidad de desafíos a los que se enfrentan los educadores y los alumnos en su día a día. Esta
experiencia me ha motivado a seguir indagando y explorando en áreas que considero
fundamentales para una práctica educativa efectiva y transformadora. Uno de los aspectos que
seguiré investigando es cómo las teorías implícitas influyen en el proceso de aprendizaje de los
estudiantes. Comprender cómo las experiencias individuales y culturales moldean su forma de ver
el mundo me ayudará a diseñar intervenciones más pertinentes y contextualizadas. También siento
la necesidad de explorar más a fondo el impacto de las tecnologías de la información y
comunicación en la educación. ¿Cómo podemos aprovechar al máximo estas herramientas para
potenciar el aprendizaje y la participación activa de los estudiantes? ¿Cómo podemos abordar los
desafíos y riesgos que surgen con su uso?. Además, la perspectiva de la inclusión educativa me
sigue intrigando. Quiero profundizar en cómo podemos crear entornos educativos verdaderamente
inclusivos, donde cada estudiante se sienta valorado y apoyado en su proceso de aprendizaje. Me
interesa explorar estrategias y prácticas que promuevan la equidad y la igualdad de oportunidades
para todos.
En conclusión, esta experiencia en el trabajo de campo me ha despertado una pasión por la
educación y el deseo de seguir investigando y aprendiendo más sobre prácticas efectivas en este
campo. Me comprometo a continuar explorando estos aspectos emocionantes y desafiantes, con la
esperanza de contribuir positivamente al desarrollo de una educación más inclusiva,
transformadora y significativa para todos los estudiantes.

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