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PELVIS FEMENINA

¿Qué es? Se considera como la cavidad que contiene los órganos reproductivos y
es el canal por el cual debe pasar el feto durante el nacimiento.
La pelvis femenina contiene al bebé durante todo el embarazo y se modifica
durante el parto para facilitar el mismo.
Fuera del embarazo y parto los huesos que se articulan en ella están
prácticamente fijos pero durante el embarazo y fundamentalmente durante el
trabajo de parto, la pelvis se vuelve una estructura más flexible , 'deformable' para
facilitar la salida del bebé.
Estructura osea
La pelvis está formada por cuatro huesos unidos: sacro, cóccix, y dos iliacos, que
a su vez se hallan formados por tres partes: pubis, isquion e iliaco

Palabra pelvimetría la medición de los diámetros de la pelvis osea y puede ser


externa o interna
Tipos de pelvis en la mujer embarazada
1. Pelvis ginecoide: Es la pelvis más frecuente y favorable para el parto
vaginal. El estrecho superior tiene forma ovalada; El diámetro transverso
del estrecho superior tiene una longitud igual o superior que el diámetro
antero-posterior. Sacro, arco púbico y espinas ciáticas normales. Favorable
para el parto vaginal
2. Pelvis antropoide: la característica más llamativa de este tipo de pelvis es
que los diámetros anteroposteriores están aumentados con respecto a los
transversos. Favorable para el parto vaginal
3. Pelvis androide: es la pelvis típicamente masculina, el estrecho superior
tiene forma de corazón. Sacro, arco púbico y espinas ciáticas acortan los
diámetros del parto. Por ese motivo, este tipo de pelvis no es nada
favorable para el parto natural.

¿Por qué es desfavorable? Descenso lento en la pelvis, La cabeza fetal


entra en la pelvis en posición transversal o posterior con frecuente parada
del parto

4. Pelvis platipeloide: Es la pelvis menos común de todas, está aplanada y


como característica principal, tiene los diámetros transversos aumentados
con respecto a los anteroposteriores. Desfavorable para el parto vaginal

¿Por qué es desfavorable? La cabeza fetal se encaja en posición


transversal, Descenso difícil a través de la pelvis media, Retraso frecuente
del progreso en la salida de la pelvis (página 396)

GLÁNDULAS MAMARIAS
La glándula mamaria es una estructura anatómica presente tanto en los hombres
como en las mujeres, consideradas accesorios del aparato reproductor.

La mama está formada principalmente por tejido adiposo (grasa) llena el espacio
entre el tejido fibroso, los lóbulos y los conductos; esto es lo que les da a las
mamas su tamaño y forma. Tienen forma cónica y se encuentran dispuestas
simétricamente a ambos lados del tórax. Para sostener las mamas existe tejido
fibroso, que recibe el nombre de ligamentos de Cooper. El tejido
glandular corresponde a la parte de las mamas que produce la leche,
llamados lóbulos. Los tubos que transportan la leche al pezón son
llamados conductos. Juntos, el tejido fibroso y el glandular se llaman tejido
fibroglandular.

Con frecuencia, la mama izquierda es mayor que la derecha. La mama se


encuentra adosada a los músculos pectorales, a nivel de la la costilla 2 hasta la
costilla 6 (pendiente por corregir).
Como estructuras encontramos la aréola mamaria (que contiene glándulas
sebáceas y es de coloración oscura) mide de 2.5 a 10 cm de diámetro, el pezón
(donde desembocan los conductos galactófagos, o sea, los que llevan la leche)
mide 0.5 a 1.3 cm de diámetro. Ambas estructuras protuyen y son tejidos
pigmentados (oscuros). La glándula mamaria no es una estructura estable, sino
que va desarrollándose y atrofiándose dependiendo del ciclo menstrual. Su
máximo desarrollo se da durante el final del embarazo y hasta que cese de la
lactancia. La oxcitocina produce la contracción de la glándula (permitiendo la
secreción de leche) y la prolactina permite la síntesis de leche por la glándula.

Funciones de la mama
En la pubertad comienza el desarrollo femenino mamario debido a la producción
hormonal de estrógenos y progesterona. Constituyendo la principal expresión de
los caracteres sexuales secundarios que tiene además una importante función
estética y de autoestima. Durante el periodo maternal con el aumento de los
niveles hormonales se produce una estimulación de los lóbulos aumentando
ostensiblemente su tamaño y variando la sensibilidad mamaria.
Su principal función es la producción de leche para permitir la nutrición durante los
primeros meses del recién nacido (además de leche se secretan
immunoglobulinas de la madre, por este motivo se recomienda la lactancia
materna, antes que la leche de vaca durante los primeros meses).
La producción de leche se debe por las paredes del alveolo contienen los
lactocitos que fabrican la leche, capilares que llevan la sangre a los lactocitos (con
los nutrientes para fabricar la leche), células musculares y nerviosas. Durante la
lactancia, cada alveolo se va llenando de leche. En respuesta a la succión del
bebé, los nervios estimulan los músculos de la pared, y estos exprimen el alveolo
que expulsa la leche por los conductillos. Estos forman una red de canalículos que
se unen entre sí haciéndose cada vez mayores desembocando finalmente en el
pezón (cada mujer tiene entre 6 y 20 conductos).
Esta preparación de la glándula alcanza su máximo hasta el momento del parto,
en el que tras 24 horas comenzará la secreción de la leche materna.
El revestimiento de estos conductos secreta los distintos componentes de la leche.
Los conductos de varios lobulillos convergen en los conductos galactóforos de
mayor tamaño, que desembocan en la superficie del pezón.
La leche de los primeros días se llama calostro. Es escaso, denso y muy rico en
proteínas y defensas. Es justo lo que el bebé que no ha comido nunca necesita en
esos primeros días. Entre el 2º y 4º día tiene lugar la “subida de la leche”. Aparece
leche más fluida en mucha mayor cantidad (leche de transición). A partir de los 15
días y durante 4-6 semanas el pecho sigue desarrollándose y se ajusta a la
necesidad del bebé (leche madura).

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