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“Discurso del método”:

- La Duda. Su filosofía se conoció como racionalismo. La duda va a ser central en su teoría, va


a analizar todo a través de la duda. La duda de Descartes como método
Descartes parte de la duda como método para evitar caer en el error y para aumentar
el conocimiento. Solo de esta forma será posible olvidarse de los viejos prejuicios sobre los que
se fundamentan todas las demás ciencias.
La duda es universal, metódica, teorética, hiperbólica y exagerada. Empieza dudando
del mundo exterior, después de los sentidos e incluso duda de las matemáticas
Y así, duda de todo lo que hay, de la existencia de un mundo exterior, de los sentidos y de las
matemáticas, pero de lo que no se puede dudar, es el acto mismo de dudar. Hay algo que
resiste a toda duda, y es que “estoy dudando”, por lo tanto, hay un “sujeto pensante”, una
mente que piensa. El Cogito, ergo sum (pienso, luego existo) está exento de toda duda posible.
Para Descartes, solo puede tomarse por verdadero, lo que se muestre a la mente tan claro y
distinto, que resulte imposible negar su evidencia. El yo pienso, resiste a toda duda y abre al
sujeto al mundo exterior. El cogito, asegura la existencia del mundo exterior, ya que el sujeto
pensante tiene una idea de la realidad, y no solo una idea de sí mismo, esto es, conciencia.
Pero de entre todas las ideas que tiene el ser humano, destacan la idea de perfección y la idea
de infinito, algo desconocido para el sujeto, pero no para Dios.
Los tres tipos de ideas de Descartes
Para entender la duda cartesiana, Descartes hace un análisis de las ideas y así sacar
al sujeto de su pensamiento y abrirle a la realidad exterior. Así, va a distinguir tres tipos de
ideas:
 Ideas adventicias: son aquellas ideas que provienen de nuestra existencia externa. Por
ejemplo, la idea de un árbol, de una manzana, del sol...
 Ideas facticias: son una construcción mental a partir de otras ideas. Se trata de ideas de la
imaginación, como por ejemplo la idea de unicornio.
 Ideas innatas: son aquel tipo de ideas que el pensamiento ya posee por sí mismo, por
ejemplo, el pensamiento o la existencia. Pero de entre todas ellas, descubre la idea de
infinito, que inmediatamente dirige la filósofo a Dios.
Las ideas innatas son las únicas que demuestran que existe una realidad extramental. Las ideas
adventicias no lo demuestran, ya que son ideas del mundo exterior, y todavía se duda del
mismo. Las facticias son un constructo de la mente y por lo tanto, pueden ser verdaderas o
puede que no lo sean. Por lo tanto, solo las ideas innatas pueden sacar al sujeto de la duda.
La idea de Dios se descubre en el acto de dudar. El sujeto se sabe como un ser imperfecto.
Pero tiene la idea de perfección, por lo tanto, ha de existir un ser perfecto, infinito. Y este ser
es Dios.
Dios como garantía de la existencia del mundo exterior
La existencia de Dios, es la garantía de la existencia de una realidad extramental, del mundo
exterior. Dios existe, y además es un ser perfecto, lo que significa que no puede ser malo. Un
ser perfecto no puede ser un Dios engañador, un genio maligno que engañe al ser humano
haciéndole creer que el mundo existe cuando no es así.
Pero Descartes señala, que no todas las ideas se corresponden con una realidad
extramental. Dios, únicamente es la garantía de la extensión y el movimiento, que son
las cualidades primarias, de las que se extraen las leyes físicas y del movimiento. El pensador,
niega la existencia de cualidades secundarias, como el color, el sabor o el sonido. Cogito ergo
sum. La primera verdad evidente
Descartes llega, a través de su método, una primera verdad evidente. De lo lo único de lo que
no podemos dudar es de que dudamos, lo que demuestra la existencia de un sujeto pensante,
es decir, del cogito, lo que se resume en la frase cogito ergo sum. Es posible que no exista una
extensión o un ser divino en el cielo, pero de lo que no cabe ninguna duda, es de que existe
una sustancia pensante.
Descartes afirma, partiendo de esta primera certeza, la existencia de otras dos substancias, o
modos de ser, el cuerpo y el alma. Por lo tanto, existen 3 substancias:
1. Res cogitans. El pensamiento, la mente. Lo primero que se conoce.
2. Res extensa. El cuerpo, la materia.
3. Res infinita. El alma, Dios.
La duda, es el único método para acercarse al conocimiento cierto, al permitir desprenderse al
ser humano de los prejuicios que arrastraba, y que le lleva a afirmar la existencia de una
primera verdad indudable: cogito ergo sum, pienso, luego existo, la primera verdad evidente
de toda la historia de la filosofía. El pensamiento, la mente, es para el filósofo, lumens
naturales, capaz de conocer con mayor certeza que los sentidos

- Su época, qué pasaba antes.

Antes de que Descartes postule su método, la sociedad era muy conservadora y fue un proceso
muy duro para dar el paso a la modernidad, ya que esta era dirigida por la vieja nobleza y el
clero, fueron reemplazados por a los burgueses. Los filósofos más destacados no podían
publicar sus libros o enseñar en las universidades algo que no fuera el silogismo. Galileo fue
juzgado por expresar y contar a sus discípulos otras ideas diferentes a las que estaban impuestas
por la iglesia. En resumen, fue una época en donde oprimían a los que pensaban diferente,
pasaron por cambio políticos, sociales, ideológicos, entre otros, gracias a los burgueses todo
cambio. Y Descartes pudo dar su opinión y tuvo mucha más libertad, y como esta confirmaba la
existencia de Dios no fue tan reprimido a comparación con otros filósofos
Descartes vivió en una época en la que la monarquía absoluta era el sistema de gobierno
predominante en muchas partes de Europa. La monarquía absoluta implicaba que el rey tenía un
poder centralizado y absoluto sobre el gobierno y la sociedad. En su obra filosófica y científica,
Descartes tenía que ser cauteloso y prudente al expresar sus ideas, ya que algunas de ellas
podrían haber sido consideradas subversivas por el poder monárquico. Aunque no se involucró
directamente en cuestiones políticas, sus escritos y pensamientos contribuyeron a un cambio en
la forma de pensar y a la promoción del razonamiento individual, que eventualmente contribuyó
al surgimiento del pensamiento ilustrado y a la crítica al absolutismo monárquico.
Iglesia: En la época de Descartes, la Iglesia Católica tenía una gran influencia en la vida social y
política de Europa. Cualquier pensador que presentara ideas que se consideraran contrarias a la
doctrina oficial de la Iglesia podría enfrentar consecuencias graves, como la censura, la
excomunión o incluso la persecución. Descartes era consciente de esto y, aunque fue un
pensador religioso, también buscó establecer una distinción entre la esfera de la fe y la esfera
del conocimiento basado en la razón.
Descartes vive una época de cambios, donde las ideas que hasta ese momento funcionaron
pierden fuerza y entran en crisis. Ya no se sabe qué es cierto y que no. La ciencia comienza a
hacer avances que no se pueden fundamentar desde una filosofía centrada en la idea de Dios.
A modo de ejemplo, pensemos la idea de la tierra como el centro del universo. Al mismo
tiempo, en Europa el cristianismo se divide, y los protestantes y católicos comienzan a tener
guerras entre ellos, ambos proclamando tener la verdad en el nombre de Dios. Se necesitaba una
nueva manera de darle sustento al conocimiento, la autoridad que antes tenían los pensadores
como San Agustín y Santo Tomás y las sagradas escrituras ya no alcanzaban Para Descartes la
razón era una facultad humana, no era algo “natural” como para los griegos, ni de Dios, como
para los filósofos de la edad media.
Y va a usar la razón para encontrar ideas claras y sencillas que puedan ser bien definidas.
En ese sentido, aunque Descartes fue criado en la fe católica y mostró respeto hacia la Iglesia,
su enfoque en el método científico y el pensamiento racional a menudo entraba en conflicto con
las interpretaciones teológicas tradicionales. Además, algunos de sus escritos contenían ideas
que podían considerarse como heterodoxas o contrarias a la doctrina católica.
La Iglesia Católica, en general, miraba con precaución los avances de la ciencia y la filosofía
que podrían socavar su autoridad. Esto llevó a algunos enfrentamientos y controversias entre
pensadores de la época y la institución eclesiástica. En particular, la obra de Galileo Galilei,
quien también vivió en la misma época que Descartes, suscitó conflictos con la Iglesia debido a
sus postulados heliocéntricos, que contradecían la visión geocéntrica defendida por la Iglesia.
En el caso de Descartes, aunque sus ideas no generaron las mismas reacciones adversas que las
de Galileo, su enfoque filosófico y su apoyo a un universo mecanicista plantearon preguntas
sobre el papel de Dios y la religión en la naturaleza y el conocimiento. Sin embargo, en sus
obras, Descartes trató de evitar enfrentamientos directos con la Iglesia y prefirió mantener una
posición de prudencia en cuestiones religiosas.

- Los cuatro pasos.

Las cuatro reglas del método cartesiano


Para terminar este resumen de la duda cartesiana tenemos que conocer cuáles son .as reglas
del método. Son cuatro, que aparecen resumidas en El Discurso del método:
1ª. Evidencia “No admitir como verdadera cosa alguna si no se con evidencia que lo es, es
decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios
nada más que lo que se presente tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese
ninguna ocasión de ponerlo en duda." Es decir, no admitir como verdadero nada que no se
presente a la mente como una idea tan clara y distinta de la cual no se pueda dudar. En caso
contrario, será provisionalmente falso.
2ª. Análisis. "Dividir cada una de las dificultades que examinaré, en cuantas partes fuera
posible y en cuantas requiriese su mejor solución". Simplificar y reducir cada idea a fin de
encontrar la mejor solución.
3ª. Síntesis. "Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más
simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo gradualmente hasta el conocimiento de
los más compuestos e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden
naturalmente.” Ir de las ideas más simples a las más complejas, ordenar los pensamientos.
4ª. Enumeraciones y revisiones. "Hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones
tan generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada." Toda conclusión será provisional,
porque la ciencia es siempre revisable.

“Así pues, entiendo por método reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe
exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y, no empleando inútilmente ningún
esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al
conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz.”
Esto es lo que entiende Descartes por método, un método, que sirve para evitar el error y
descubrir verdades nuevas.

- Los sentidos LOS SENTIDOS NOS ENGAÑAN…


Empezaremos señalando que buena parte del saber tradicional pretende estar basado en la

experiencia sensible. Ahora bien, ¿cómo es posible considerar como cierto e indudable un
saber que se origina en los sentidos, si éstos a veces nos engañan? Por ello, Descartes en el

Discurso del Método afirma lo siguiente: “Dado que los sentidos a veces nos engañan, decidí

suponer que ninguna cosa era tal como nos la representaban los sentidos”. Por lo tanto, cabe

dudar que las cosas sean como las percibimos por los sentidos. Pero ello no nos permite dudar

que existan las cosas que percibimos

- Qué tipo conocimientos buscaba Descartes

Descartes recurre a la “duda” como a un método de razonamiento mediante el cual se puede

evitar toda clase de conceptos preconcebidos y rutinarios, y llegar a establecer verdades

auténticas. Declara que duda tanto de la certeza de nuestras representaciones como de la

existencia del propio mundo,

“Meditaciones metafísicas”

Meditación I: La duda metódica Descartes comienza su meditación con la intención de


cuestionar todas las creencias que ha recibido a lo largo de su vida, con el fin de encontrar un
fundamento seguro para el conocimiento. Él emplea el método de la duda metódica,
cuestionando la fiabilidad de los sentidos, los sueños y las posibles intervenciones de un genio
maligno que podría engañarlo. A través de este proceso, Descartes se deshace de cualquier
conocimiento incierto y busca lo que es indubitable.

Meditación II: El cogito, ergo sum (pienso, luego existo) Descartes llega a la famosa
afirmación "pienso, luego existo". Al dudar de todo, se da cuenta de que, incluso si un genio
maligno lo engañara en todo lo demás, no podría engañarlo respecto al hecho de que está
pensando. A través de esta reflexión, Descartes llega a la conclusión de que la existencia del
pensamiento es la primera certeza indubitable sobre la cual puede construir su conocimiento.

Meditación III: La existencia de Dios Descartes argumenta que la idea de Dios es innata en la
mente humana, y que la causa de esta idea debe ser algo con una realidad infinita y perfecta.
Siendo él finito e imperfecto, no podría haber generado esta idea por sí solo. Por lo tanto,
argumenta que la existencia de Dios es necesaria para explicar el origen de la idea de un ser
supremo.

Meditación IV: Dios no es un engañador Descartes argumenta que, dado que Dios es perfecto
y no puede ser un engañador, entonces podemos confiar en que nuestras percepciones y
juicios, cuando son claros y distintos, son verdaderos. Dios ha creado nuestra mente de
manera que, cuando usamos correctamente nuestra facultad de razón, llegamos a
conocimientos válidos y confiables.

Meditación V: El problema mente-cuerpo En esta meditación, Descartes explora la relación


entre la mente y el cuerpo. Sostiene que son dos sustancias diferentes: la mente (res cogitans)
es una sustancia pensante no extendida, mientras que el cuerpo (res extensa) es una sustancia
extendida no pensante. Argumenta que la interacción entre mente y cuerpo ocurre a través de
la glándula pineal en el cerebro.

Meditación VI: La existencia del mundo material y la ciencia Descartes concluye que, aunque
pueda haber razones para dudar de la existencia del mundo material, Dios garantiza que la
información obtenida a través de la ciencia y los sentidos es fiable. Así, establece la posibilidad
de que podamos conocer el mundo externo a través de la razón y la observación, ya que Dios
no permitiría que nuestras creencias racionales y científicas fueran engañosas.

las meditaciones metafísicas de Descartes, son consideradas su pensamiento central.


Descartes habla des del YO, como experiencia personal.
Yo he aceptado como verdadero lo que es falso, conciencia del error.
Por eso existe una duda metódica. De lo primero que dudo, es de
la sensibilidad debido a los sentidos que me han engañado anteriormente, y porque es
muy complicado distinguir entre sueño o vigilia.
De la Matemática también se puede dudar, aunque es mucho más fiable que la
sensibilidad. Pero puede existir un Genio Maligno que nos engañe.
Cogito, ergo sum: Pienso luego existo. Yo se de mi existencia porque pienso.
Por lo tanto, existo yo, y el ser que me ha creado, por lo tanto, Dios existe, y Dios no
nos engaña porque es perfecto. Como Dios no engaña, se recupera lo dudado (teoría del
error) y la matemática y la sensibilidad se concibe como verdadero.
El dualismo cartesiano: cuerpo y mente, sujeto y objeto.

Define el dualismo cartesiano Para Descartes, el dualismo cartesiano era una forma de

explicar las propiedades sensoriales primarias y secundarias. Para el autor el mundo material

estaba formado por corpúsculos o átomos que poseen propiedades de la extensión en el

espacio y de la localización física que incluye el cuerpo, y el mundo subjetivo de la conciencia y

la mente pertenecía a uno espiritual. En conclusión, Descartes propuso para la explicación del

conocimiento humano, dos mundos: el mundo mecánico-material objetivo, científicamente

cognoscible, tal y como es realmente, y el mundo subjetivo de la conciencia humana que se

puede conocer por introspección, que es el mundo de la persona como ser pensante.

 Cuerpo (res extensa): El cuerpo es la sustancia material, física y extensa que ocupa un

lugar en el espacio. Según Descartes, el cuerpo es observable y se rige por las leyes de

la física. Es la parte del ser humano que puede ser estudiada y comprendida mediante

la ciencia.
 Mente o alma (res cogitans): La mente o el alma es la sustancia inmaterial, no física y

pensante que contiene la conciencia, el pensamiento, las emociones y la voluntad. Es

el "yo" consciente e individual de cada persona y, para Descartes, es la esencia que

define la existencia del ser humano.

- Sujeto (Res Cogitans): La sustancia pensante, el "sujeto", se refiere a la mente,

el pensamiento, la conciencia y el entendimiento. Según Descartes, esta

sustancia no tiene extensión espacial y es la fuente de la cognición y la

racionalidad.

- Objeto (Res Extensa): La sustancia extensa, el "objeto", se refiere a todo lo

material, incluyendo el cuerpo físico y el mundo material. Esta sustancia tiene

extensión espacial y está sujeta a las leyes físicas y naturales.

- Tipos de ideas.

 Ideas Innatas: Estas son ideas que consideraba inherentes a la mente humana desde el

nacimiento, es decir, ideas que nacen con nosotros y no son aprendidas a través de la

experiencia. Para Descartes, estas ideas innatas son universales y necesarias y sirven

como la base para el conocimiento y la comprensión del mundo. Entre estas ideas se

encuentra la idea de Dios, la idea de perfección y la idea del yo como ser pensante
 Ideas Adventicias: Estas son ideas que provienen del mundo externo a través de los

sentidos. Descartes sostenía que nuestras experiencias sensoriales nos proporcionan

ideas sobre los objetos y eventos que nos rodean. Aunque estas ideas son adquiridas a

través de la experiencia, Descartes consideraba que solo podían ser fiables si estaban

fundamentadas en las ideas innatas, ya que las percepciones sensoriales pueden ser

engañosas.

 Ideas Ficticias o Hechas por Nosotros: Estas son ideas que creamos mediante la

imaginación o combinando otras ideas. A diferencia de las ideas adventicias, que se

basan en la experiencia, las ideas ficticias son construidas por nuestra mente y pueden

no tener una base en la realidad externa. Un ejemplo de esto podría ser la idea de un

unicornio, que es una combinación de elementos conocidos, pero no necesariamente

corresponde a una entidad real en el mundo.

paso de ser de ser un cristiano en potencia al más acérrimo del ateo para terminar
naufragando en las peor de las demencias ….
frase
Mi padre y yo somos los únicos habitantes que quedan del sol en la tierra
Su biografía es la puerta de entrada a sus pensamientos
Nació el 15 de octubre 1844 Alemania, a sus 4 años de edad fallece su padre un famoso pastor
protestante, después de esto fallece su hermano a la edad de 2 años.
A los 14 años ingresa a la escuela de los Pforta en la cual introduce dos lecturas, le decían el
pequeño pastor a esa edad escribe una autobiografía DE MI VIDA y relata un poco de he vivido
ya muchas cosas alegre, triste, desagradable, pero sé que dios en toda ella me ha guiado.
El se matricula en teología, pero empieza a interesarse en las clases de filólogo ritschi y en esa
época lee el libro Strauss, la vida de Jesús que pone en cuestión, el Jesús de cristianismo.
Por cuestión de este libro Nietzsche pierde la fe. abandona la teología y se matricula 1865 en
filólogo .
En 1872 publica su primer libro el nacimiento de la tragedia a partir del espíritu de la música
que no fue bien recibido ahí plantea.
QUE LA TRAGEDIA GRIEGA ES RESULTADO DE DOS FUSION DE DOS PRINCIPIOS
LO APOLINIO – UN PRINCIPIO DE ORDEN DE MEDIDA, DE RACIONALIDAD
DIONISACO- UN PRINCIPIO DE CAOS –DESORDEN – DESENFRENO
Huérfano de padre a muy temprana edad, la biografía de Nietzsche está marcada por la
pérdida de su fe en la adolescencia, unos dolores de cabeza crónicos que no le dejaban vivir,
una desesperante soledad, la traición de varios amigos y la caída en la locura. Lo
impresionante es que, a pesar de todo esto, logró ser uno de los filósofos más influyentes de
toda la Historia, ahí junto con Sócrates, Platón y Aristóteles. Sus libros han fascinado a
generaciones enteras y se han construido grandes movimientos filosóficos sobre la base de su
pensamiento y de su crítica destructiva a la filosofía que lo precedió. Una de las mejores
puertas de entrada al pensamiento de Nietzsche y a su carácter es su biografía. Por este
motivo, en este vídeo nos adentramos en la trágica vida de Friedrich Nietzsche. Si te interesa la
filosofía o simplemente quieres conocer más sobre la vida y obra de uno de los pensadores
más importantes de la historia, Su vida.
Él pensaba que la vida en si es cruel y dolorosa pero el arte nos puede dar para afrontar el
dolor y decirle si a la vida.
Su obra el nacimiento de la tragedia en la civilización griega antes de Sócrates había un
equilibrio.
Apolo: el dios de la razón, el orden el equilibrio, la moderación.
Dionisio: Caos, locura desenfreno, voluntad irracional
Él decía que estos apolos – Dionisio estaban fusionado en la Grecia
Sócrates son intelectualista con ganas de mostrarse al mundo perfectamente racional y
ordenado.
Nietzsche dice que Sócrates fue un error fue un error, que toda la moral del
perfeccionamiento, así como la cristiana a sido una equivocación y para el filósofo dice que la
realidad es caótica contradictoria impredecible, cambiante, pero llega Sócrates y plantón y
dicen que el mundo que tiene que ser perfectamente ordenado
Filosofo del martillo
La filosofía del martillo
La Filosofía del martillo es aquella que establece la destrucción de todos los
valores tradicionales y su sustitución por otros nuevos. Esos nuevos valores, según Nietzsche,
deben ser creados por el filósofo, destruyendo a golpe de martillo los valores tradicionales.
Así, la filosofía se erige como una acción que libera mediante el martillo y que se aleja de la
filosofía dogmática, teórica y tradicional (metafísica). Se fragua la muerte de Dios y nace la
nueva filosofía.
Dios ha muerto/ Nace el superhombre
Con la muerte de Dios, Nietzsche se refiere a que han muerto los valores supremos, las
verdades absolutas y los prejuicios de la cultura y tradición clásica-judeocristiana- occidental.
Es decir, que ya no tenemos referentes o donde agarrarnos porque todo ello estaba
representado en la figura de Dios (lo absoluto), por tanto, al morir se crea un enorme vacío
que se sustentaba en la falsa seguridad que nos daba Dios.
Ahora bien, muerto Dios ¿Qué pasa? Pues según nuestro protagonista, es sustituido por la
ciencia, el progreso y la naturaleza. Llega nuestra cultura e historia occidental, los valores se
invierten/se reconstruyen y nace un nuevo tipo de hombre, el superhombre.
El superhombre, por tanto, sustituye a Dios y es aquel que posee una moral superior al
hombre anterior, que es capaz de crear su propio ideario y sistema de valores, que ha
alcanzado una madurez espiritual y que afirma la vida. Como diría Nietzsche:
"Un nihilista es alguien que prefiere creer en la nada a no creer en nada"
"El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el
sentido de la tierra! y Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a
quienes os hablan de esperanza! Son envenenadores, lo sepan o no"
Nietzsche, cuando criticaba los valores occidentales, estos culminaban en la muerte de Dios,
es decir, la necesidad de echar a Dios de nuestra sociedad. No basta con que Dios no exista,
tenemos que matar a Dios. Ésta muerte de Dios es necesaria para introducir un nuevo
concepto. Pero hay que tener en cuenta elementos fundamentales como el hecho de que el
superhombre no es el hombre más hombre de todos los hombres, sino todo lo contrario: el
superhombre es la superación del hombre
En esa misma época, en la segunda mitad del siglo XIX, aparece el pensamiento de Charles
Darwin que afirma que las especies van evolucionando debido a que los mas adaptados son
capaces de sobrevivir, y los que no se adaptan, acaban desapareciendo.
El superhombre, es el nuevo hombre, el que surge tras la muerte de Dios, es decir, una vez
que se ha asumido que no existe un ser absoluto para dar sentido a la vida. Dios ha muerto y
con él todos los valores decadentes sobre los que se funda la cultura occidental, y es el mismo
ser humano quién lo ha matado.
Como consecuencia, el ser humano, náufrago en un mar de inseguridades, sin nada a lo que
agarrarse, sin un fundamento de la moral, se desespera. Esto es lo que Nietzsche llama
Nihilismo negativo que se opone al Nihilismo positivo, es decir, el de la persona que acepta la
muerte de Dios y la pérdida de todos los valores cristianos, fruto del dualismo platónico y de su
división de la realidad.
todos los valores decadentes sobre los que se funda la cultura occidental, y es el mismo ser
humano quién lo ha matado.
Como consecuencia, el ser humano, náufrago en un mar de inseguridades, sin nada a lo que
agarrarse, sin un fundamento de la moral, se desespera. Esto es lo que Nietzsche llama
Nihilismo negativo que se opone al Nihilismo positivo, es decir, el de la persona que acepta la
muerte de Dios y la pérdida de todos los valores cristianos, fruto del dualismo platónico y de su
división de la realidad.

- Moral de amo y de esclavo.


- Apolo vs Dionisio. Lo racional y ordenado vs lo caótico.
- Qué quiere decir con “Dios ha Muerto”.
- Qué es el eterno retorno.
Significado del Superhombre de Nietzsche
El superhombre, es capaz, pues, de aceptar al muerte de Dios, de transmutar todos los
valores, de volver a construir allí donde se ha destruido. Es el momento del superhombre, y
con él llega el fin de la moral de siervos. No se trata, por tanto, de renunciar a los valores, sino
más bien de invertirlos, de dar la vuelta a la moral de esclavos, que reniega contra la vida y
construir unos nuevos, que constituyan un sí rotundo contra la misma, esto es, la moral del
amo.
La moral judeo cristiana supone una negación de la vida, de la naturaleza, de la tierra, del
cuerpo, y es precisamente lo que hay que recuperar, el sentido de la tierra, que se ha perdido
por culpa de Sócrates y su sobre todo, a su discípulo Platón, que a con su duplicación de la
realidad, consigue dar un fundamento a la religión, servir de base teórica al sinsentido del
cristianismo, que da la vuelta a los verdaderos valores naturales, como el amor. En su lugar, los
sustituye por resentimiento contra la vida.
El hombre actual, es un puente, es un tránsito, una camino y no una meta, ni un fin:
El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre — una cuerda sobre un
abismo (Así Habló Zaratustra).
El hombre es algo que debe ser superado. Este hombre que ha de ser superado es el que sigue
aferrado a la moral del esclavo, de la moral del rebaño, esa moral que desprecia la vida en la
tierra y vive con la ilusión de alcanzar la inmortalidad en el más allá, y con esa idea, deja de
vivir. Esta renuncia a la vida es lo que hay que superar, construir unos valores que supongan la
total afirmación de la vida, y no al contrario, como ocurre con la moral tradicional. El
nacimiento del superhombre solo es posible con la muerte de Dios, con la aceptación de la mis
Características del superhombre de Nietzsche
1. Rechaza la moral de esclavos, que ensalza valores como la cobardía, el miedo, la
obediencia, el servilismo, el rencor y el desprecio contra la vida, en favor de la moral
de amos, aquella que apuesta por el amor, el cuerpo, lo terrenal, lo trágico y lo
dionisíaco.
2. La moral del esclavo es la moral del rebaño, de los que siguen ciegamente las normas
establecidas porque no son capaces de crear unos propios. En cambio, como el niño,
el superhombre es creatividad pura, no necesita que nadie le dicte unos valores,
porque ya tiene los suyos.
3. El superhombre es creador de valores, a diferencia del hombre actual, que toma
prestados unos valores heredados por la tradición. El superhombre, en cambio,
construye su propia escala de valores y voluntariamente se somete a los mismos,
porque estos valores son fieles a la tierra. Es la afirmación de la vida, el creador y el
dueño de su propia vida y de su destino.
El superhombre acepta el eterno retorno de lo mismo, es decir, la no trascendencia, la
ausencia de finalidad. Solo existe el instante. No hay ni pasado, ni presente, ni futuro,
sino devenir.
El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el sentido
de la tierra! ¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes
os hablan de esperanzas sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.
Son despreciadores de la vida, son moribundos y están, ellos también, envenenados, la tierra
está cansada de ellos: ¡ojalá desaparezcan!
Así Habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche
El eterno retorno como una afirmación de la vida
En este capítulo del Zaratustra, Nietzsche, describe la escena de una serpiente que amenaza a
un pastor y ante esto, el profeta, le insta a morder su cabeza. El pastor, muerto de miedo y
repugnancia, viene a representar el temor a liberación, que es superado una vez arranca con
sus propios dientes la cabeza de la serpiente. Con este acto, el filósofo pretende hacer una
reivindicación de la vida, se trata de una afirmación de la vida, un sí rotundo a la misma y una
aceptación de todo lo vital.
El eterno retorno, no consiste en una repetición de lo mismo, porque en la misma repetición
lo mismo, ya no es lo mismo, sino que todo cambia. Solo existe el devenir, en su crear y
destruir el mundo. Esto significa que cada instante es único y eterno, y este es el sentido de
toda existencia.
La doctrina del eterno retorno intenta ser una llamada a la voluntad humana, ya que el eterno
retorno se construye con cada decisión, para que cada instante, posea un significado
completo, un sentido total.
Nietzsche afirma que la incapacidad para aceptar el eterno retorno, nace del resentimiento
contra la vida, de no poder asumir que todo lo que fue, ha sucedido, porque así lo hemos
querido. Esto es lo que significa querer el eterno retorno. Según Gilles Deleuze, la doctrina del
eterno retorno supone la total inversión de la filosofía de Platón.
crítica a la cultura occidental de Nietzsche, uno filósofo fundamental y que marca un antes y
un después, no solo en la cultura, sino en la historia de la humanidad. En su obra, aborda
diversos temas, filología, música, religión, tragedia… y marca el rumbo de la filosofía, la
psicología y la filología, posteriores.
Cabe destacar en su obra, la influencia de Arthur Schopenhauer y de Wagner, que si bien en un
principio los admiraba, más tarde se muestra crítico con ambos. Su crítica se dirige
principalmente a la moral, a la metafísica y a la religión.
Crítica de Nietzsche a la moral occidental
Para Nietzsche, lo más importante es el individuo y la vida en la tierra. Lo contrario, el amor al
prójimo, la piedad, la misericordia, van en contra de los intereses del propio individuo, y por lo
tanto, son valores negativos. Pero para el cristianismo, que se apoya en el platonismo y que es
la base de la cultura occidental, son positivos. La fuerza, el valor, el placer, los valores propios
de las culturas antiguas, son también los propios del superhombre Übermensch el nuevo
hombre (ser humano) que surgirá tras la muerte de Dios. Porque el ser humano, es por encima
de todo, voluntad de poder.
Nietzsche parte de dos conceptos para su crítica de la cultura occidental: lo apolíneo y lo
dionisíaco, términos relacionados con dos importantes figuras de la mitología griega, Apolo y
Dioniso. El primero simboliza el equilibrio, lo racional, la sobriedad, mientras caos, lo irracional
y la embriaguez. Y en esta contradicción se apoya toda la cultura clásica. Aparecen por primera
vez en su obra El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música.
El superhombre de Nietzsche es aquel que ha cambiado la moral de siervos por la moral de
señores, es decir, los valores propios de una moral decadente, por unos valores, que tengan en
cuenta al ser humano como lo que es, una persona con un cuerpo, el cual tiene necesidades y
que vive en la tierra, en el mundo sensible. Este es el único mundo que hay, poner las
esperanzas en algo que no existe, significa perder la vida y el tiempo. Lo fundamental es el
individuo, el yo, y su propia moral.
Dice Nietzsche en Más allá del bien y del mal:
“Los judíos —un pueblo «nacido para la esclavitud», como dicen Tácito y todo el mundo
antiguo, «el pueblo elegido entre los pueblos», como dicen y creen ellos mismos— los judíos
han llevado a efecto aquel prodigio de inversión de los valores gracias al cual la vida en la
tierra ha adquirido, para unos cuantos milenios, un nuevo y peligroso atractivo: — sus profetas
han fundido, reduciéndolas a una sola, las palabras «rico», «ateo», «malvado», «violento»,
«sensual», y han transformado por vez primera la palabra «mundo» en una palabra
infamante. En esa inversión de los valores (de la que forma parte el emplear la palabra
«pobre» como sinónimo de «santo» y «amigo») reside la importancia del pueblo judío: con él
comienza la rebelión de los esclavos en la moral”.
Crítica a la metafísica
Con el platonismo y el cristianismo, asegura Nietzsche, la filosofía se convierte en negadora de
la vida, despreciando el mundo terreno y el cuerpo y defendiendo la pureza del mundo
espiritual y el alma. El dualismo ha llevado a hablar de lo bueno y de lo malo en sentido
absoluto y en función de unos valores que no tienen en cuenta esta vida, las pasiones del ser
humano, su parte irracional, que es precisamente lo esencial en todo ser humano.
Al negar la vida, el individuo encuentra que su vida no tiene sentido, toma conciencia del vacío
de la existencia y cae en el nihilismo. Por otro lado, Nietzsche defiende aquel nihilismo de
aquel que ha matado a Dios y que no lo necesita como norma de la moral, el de aquel que se
pone a sí mismo sus propios valores, el del superhombre, aquel que sucederá al último
hombre, que es aquel que, si bien acepta la muerte de Dios, se encuentra perdido sin el
mismo, cayendo en el nihilismo pesimista.
Los cristianos defienden la existencia del cielo, lo mismo que Platón la del mundo inteligible.
Pero Nietzsche asegura que después de la Tierra, solo queda la Tierra, no hay otra cosa. El
eterno retorno es algo más que una afirmación total de la vida en la Tierra, si no además,
cumple una función ética. Aceptar el eterno retorno de lo mismo supone una asunción de los
propios actos, una responsabilidad, y por ello, sirve como advertencia. El arrepentimiento no
tiene ningún sentido, independientemente de las consecuencias o de los sentimientos
provocados por las acciones individuales.
Crítica de Nietzsche a la religión
Nietzsche afirma que el origen del cristianismo y de todas las demás religiones, es el miedo y
la angustia. Además, las religiones no tratan de buscar la verdad, sino que asumen que la única
verdad que existe es Dios y el más allá. Es decir, como la metafísica, hacen suya la
trascendencia.
El filósofo alemán ataca en su crítica, especialmente en El anticristo, la tradición judeo-
cristiana-medieval-moderna, que va en contra de lo dionisíaco del mundo clásico y se inventan
un mundo irreal, en el que hay que depositar toda esperanza.
El cristianismo, asegura Nietzsche, no es más que un platonismo del pueblo, vulgar y dirigido
a personas débiles, aquellos que tienen una moral de esclavos. Los valores que promueve esta
religión, son aquellos propios del rebaño, como el sacrificio, la misericordia, la resignación, la
humildad, la benevolencia, es decir, los de los esclavos. Además, se inventa un mundo en la
otra vida, completamente separado de esta. La inmortalidad implica que esta vida no es más
que un camino de transición a la vida eterna en el más allá, en el mundo ideal.
Es por tanto, fundamental para este filósofo, una inversión de los valores, acabar con los
valores propios del rebaño y empezar a construir unos propios. Esto es lo que significa la
muerte de Dios, el dar la vuelta a los valores convencionales. El último hombre es aquel que ha
aceptado la muerte de Dios, pero todavía no se ha liberado. Una vez muerto Dios, el ser
humano se encuentra perdido, sin nada a lo que agarrarse y por eso puede caer en la angustia
del nihilismo.
Una filosofía afirmadora de la vida
En La gaya ciencia y Así habló Zaratustra, Nietzsche desarrolla la idea del eterno retorno que
simboliza la afirmación de la vida hasta el punto de querer que todo lo que ha pasado se
vuelva a repetir.
Para ello, hace falta Amor fati, o lo que es lo mismo, amor al destino, de tal forma que el ser
humano no solo acepte, sino que desee, el eterno retorno de lo mismo. Que todo lo que ha
pasado, todas las penas, las alegrías, la humillación y la victoria en devenir creador y destructor
del mundo. El ser humano es un ser inacabado, el eterno retorno permite superar todo
pensamiento y toda acción, ir más allá del conocimiento.
El pensamiento de Nietzsche ha influido enormemente en autores del siglo XX como Martin
Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, Georges Bataille, Gianni Vattimo,
Michel Onfray, Max Weber. Paul Ricoeur, propone el nombre de “maestros de la sospecha”, el
grupo formado por Nietzsche, Marx y Freud.

Crítica de Nietzsche a la cultura occidental


Toda la cultura occidental tiene sus raíces en la Grecia Clásica y en la racionalidad defendida
por Sócrates y Platón. Pero Nietzsche entiende esta etapa como el fin de la Grecia arcaica, una
etapa filosófica que entendía la vida en sus dos aspectos fundamentales, que eran
representadas en la tragedia griega por Apolo y Dionisos. El primero representaría el orden, la
razón, la mesura. Mientras que el segundo representa lo irracional, lo instintivo, lo biológico.
Pero a partir de Sócrates, se olvida toda la dimensión dionisíaca de la realidad, a favor de la
apolínea. Desde ese momento, todo era luz, belleza y armonía. Por eso, para Nietzsche, la
crisis de la cultura occidental, empieza con Sócrates y Platón que niegan el mundo de la vida,
de la tierra y del cuerpo, y se inventan un mundo racional, al que entienden como el único real
e identificando el mundo biológico como el no ser o lo no real.
La crisis de la cultura occidental alcanza su máximo esplendor con la tradición judeocristiana,
considerando que la creencia en un único Dios, constituye la máxima perversión de la misma.
El ataque de Nietzsche a la tradición occidental se dirige:
1. A la filosofía, entendida como metafísica
2. A la religión
3. A la moral
4. A la ciencia
Estos ámbitos de la vida han sido inventados, corrompidos. El triunfo de lo apolíneo sobre lo
dionisíaco, supone, para Nietzsche el fin del espíritu griego arcaico.
Nietzsche no niega el conocimiento, pero defiende el carácter relativo del mismo, subjetivismo
y el perspectivismo.
El superhombre y la inversión de los valores
Cuando Nietzsche habla de destruir los valores no se refiere en ningún momento a vivir sin los
mismos, sino invertirlos. De lo que se trata es de superar la antigua tradición que condenaba a
la vida y el aspecto irracional de la misma y propone unos valores que supongan la afirmación
de la vida. Esto sería la superación de esta “moral de esclavos”, en favor de la “moral del
amo”, lo que permite el triunfo de la moral del superhombre.
¡Mirad, yo os enseño el superhombre!
El superhombre es el sentido de la tierra. Diga vuestra voluntad: ¡sea el superhombre el sentido
de la tierra! ¡Yo os conjuro, hermanos míos, permaneced fieles a la tierra y no creáis a quienes
os hablan de esperanzas sobreterrenales! Son envenenadores, lo sepan o no.
Son despreciadores de la vida, son moribundos y están, ellos también, envenenados, la tierra
está cansada de ellos: ¡ojalá desaparezcan!
(Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche)

El eterno retorno como signo de vitalidad


El eterno retorno de lo mismo consiste en aceptar que todo lo malo y lo bueno de la vida, el
pasado, el presente y el futuro se repetirán hasta el infinito (y más allá). Esta es la máxima
afirmación de la vida. La vida es nacer y morir, es fugacidad, devenir. Todo cambia, Nada
permanece, como decía Heráclito, y añadía, lo único permanente es el cambio. Solo existe el
instante, y ese instante es el que hay que repetir.
No significa que el instante no se acabe, sino de querer que no se acabe, que dure
eternamente, sin fin. He aquí la única permanencia. Y esto lleva a la voluntad de poder.
La voluntad de poder como esencia de la vida
Terminamos este resumen del pensamiento Nietzsche para hablar sobre la voluntad.
La voluntad de poder es el punto de partida de toda realidad, la fuerza vital que mantiene al
ser humano y lo hace superarse. Porque Nietzsche piensa que todo lo que existe tiene
voluntad de vivir, y esa voluntad es irracional. Por ello, la razón constituye únicamente una
parte de la realidad, ya que en esta existe el caos, la muerte, lo múltiple, el cambio.
La razón, para este pensador, está sometida a lo irracional, al instinto, a las emociones. La
voluntad, esa fuerza vital dirige todo, aunque brevemente, pero está presente en todos los
seres humanos. No tiene sentido ni finalidad. Es el principio y fin de la existencia y de la vida

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