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Pauline Oliveros es una de las figuras centrales del pensamiento sobre el sonido,

desarrollado de manera sólida a través de sus aportaciones a la escucha profunda [Deep


Listening] y la pedagogía. Su trabajo textual es fácilmente accesible y es básico para
comprender el contexto norteamericano. En este texto plantea de manera muy concisa
una ampliación en el vocabulario general que incluya palabras capaces de describir la
imaginación sonora. Cuando Oliveros habla de Sonosfera o entorno sonoro, plantea un
concepto mucho más holístico y menos representacional que el de paisaje. Como en el
texto de Westerkamp, Oliveros presenta a la vez a una figura fundamental, y propone
un ejercicio práctico, en este caso, de reaprendizaje del lenguaje.

Pauline Oliveros.
Auralizando en la Sonosfera:
Vocabulario para el sonido interno
y la emisión del mismo. 20111

La Sonosfera es la envoltura sonora o sónica de la Tierra. El estra-


to biosférico de la Sonosfera está irrevocablemente entretejido con
el estrato tecnosférico de la Sonosfera.
Los humanos perciben la Sonosfera según el ancho de banda
y las frecuencias resonantes y mecánicas del oído, la piel, los huesos,
los meridianos, los fluidos y otros órganos y tejidos del cuerpo, tal y
como están conectados con la Tierra y sus estratos desde el núcleo
hasta los campos magnéticos, y según son transmitidos y percibidos
por la corteza auditiva y el sistema nervioso. (Todo ello con gran va-
riación de curso). Todas las células de la Tierra y el cuerpo vibran.
En nuestra cultura, lo visual se ve favorecido con relación a
lo auditivo. Por consiguiente, tenemos menos palabras en nuestro
1 Oliveros, Pauline. “Auralizing in tbe Sonosphere: Vocabulary for inner sound and
sounding”. The Journal of Visual Culture, Vol 11. No. 2. 2011.

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vocabulario para expresar la auralidad. La Auralización es un tér-
mino acuñado por el arquitecto Mendel Kleiner para simulaciones
acústicas de habitaciones y edificios. El término resulta igualmen-
te apto para referirse al sonido interno y su emisión o para sonidos
y su emisión percibidos subjetivamente por medio de la audición
interior. Generalmente, la palabra imaginación se utiliza haciendo
referencia a todos los sentidos. Imagen es, naturalmente, un tér-
mino visual. Existe por tanto una disonancia cognoscitiva cuando
empleamos “imaginación” para referirnos a oír o crear un sonido
interno; por ejemplo, una frase de una nueva pieza musical. Este
artículo presenta algún vocabulario para la discusión del sonido, in-
cluido el concepto de sonosfera.
Yo concibo la sonosfera como algo que se inicia en el núcleo
terrestre y que se irradia en conexiones fractales en continuo creci-
miento que vibran sónicamente a través de la Tierra y la rodean. La
sonosfera incluye todos los sonidos que pueden ser percibidos por
seres humanos, animales, aves, plantas, árboles y máquinas. El oído
humano está limitado aproximadamente entre 20 Hz y 20 Khz.
Sin embargo, esta escala puede ser superada por algunos individuos
y ampliada con ayuda de la tecnología.
Exactamente igual que podemos extender nuestra mirada
hacia el Universo mucho más allá de lo que vemos con nuestros
ojos merced a la ayuda de telescopios, y hacia el interior del mi-
cromundo mediante microscopios, podemos oír mucho más allá
y muy por debajo del alcance del oído humano. Naturalmente, es-
tamos protegidos de oír y percibir constantemente los sonidos de
nuestro cuerpo, tales como el sonido de las células al dividirse, del
fluir de la sangre o del encendido de las neuronas, etc. No obs-
tante, podemos, con ayuda de la tecnología, sintonizar con estos
sonidos voluntariamente.
¿Por qué querría alguien escuchar sonidos que están más
allá de nuestro alcance humano? ¿O sonidos por debajo de nues-
tro umbral de audición? “Por curiosidad” podría ser la respuesta,
y también por la posibilidad de ampliar la percepción del cuerpo

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Pauline Oliveros

sonoro en que habitamos. Quizá pudieran recopilarse nuevos da-


tos con fines artísticos, así como con fines científicos y médicos.
Por ejemplo, yo pido a los músicos que auralicen el sonido de las
células que se dividen como una metáfora sónica en mi partitura
Primordial Lift. Podría, sin embargo, suponer una ayuda para ser
efectivamente capaces de oír el sonido real como ejemplo.
Vivimos en un entorno sonoro. La mayoría de las veces eli-
minamos todo sonido que sea extrínseco a nuestros fines actuales.
Se necesita energía para ignorar sonidos. Nuestros oídos respon-
den al sonido involuntariamente. Es el cerebro el que procesa el
sonido para extrapolar el significado y actuar.
Yo tengo fe en la audición. La audición me lleva a la fe,
una fe de que puedo creer a mis oídos tanto como creo a mis
ojos. El sonido impacta en mi cuerpo y resuena en su interior.
Los sonidos siguen volviendo a mí cuando escucho. Pienso en
cuán limitado es nuestro vocabulario cuando se trata de discu-
tir el sonido interior o mental y la emisión del mismo. Tenemos
la palabra imaginación. La imaginación se refiere al sentido visual
aun cuando se utilice para referirse a todos los sentidos: audición
imaginativa, tacto imaginativo, gusto imaginativo, incluso olfato
imaginativo.
Necesitamos, empero, una palabra que destaque la corteza
auditiva y respalde un enfoque auditivo del mundo que complemen-
te al visual. La palabra es la “auralización” de Kleiner. Me apropié de
este uso para referirme a modelar mentalmente el sonido de for-
ma creativa en la memoria. Necesitamos saber que esto es posible
en los sueños así como en la vida diaria. Podemos escuchar sue-
ños. Podemos proyectar sonido en el espacio o hacer sonar una
composición en el espacio interior. Podemos hacerlo como una
improvisación. Podemos auralizar una improvisación. Podemos au-
ralizar una partitura sin hacer sonar una sola nota. El cuerpo puede
resonar con semejantes auralizaciones.
Necesitamos más palabras para acceder a la riqueza de los
fenómenos auditivos y para expresar el significado del sonido.

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He aquí una relación rudimentaria que añadir a nuestro
vocabulario de forma que en vez de hablar del sonido y su emisión
en términos visuales, hablemos en términos auditivos.

Aural
Auralización
Auralidad
Auditivo
Auricular
Fonemas
Fónico
Fonografía
Fonológico
Fonólogo
Fonología
Sonograma
Sonógrafo
Sonografista
Sonográfico
Sonografía
Sonolúcido
Sonoluminiscencia
Sonífero
Sonología
Sonosfera

Hay más palabras que descubrir y añadir al vocabulario.


Podríamos comenzar por darnos cuenta de cómo nuestra
atención cambia cuando utilizamos términos auditivos en vez de
visuales para hablar del sonido. El oído dice al ojo a dónde mirar y,
en ocasiones, el ojo silencia al oído.

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