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BREVE HISTORIOGRAFÍA DE SAN JUAN JALTEPEC DE CANDAYOC,

MUNICIPIO DE COTZOCÓN, MIXE.

Documento elaborado por Alonso Barros van Hövell tot Westerflier.

Ésta no es la versión definitiva del presente documento de trabajo. En su


estado actual constituye una mera relación cronológica de los documentos
de relevancia jurídica que puedan coadyuvar a esclarecer la situación
propietaria de Candayoc. Las conclusiones definitivas del autor se darán
oportunamente, tras agotar la investigación en curso. Las expresiones
vertidas en él constituyen meras tentativas de explicación. A fin de evitar
situaciones derivadas de un uso indebido o parcial del documento, se
solicita a los que trabajen con él, no citar parte alguna del mismo ni difundir
su contenido sin la autorización (o poder) formal y por escrito
correspondiente.

0.- Algunos antecedentes del contacto:


La zona de influencia más directa de los Olmeca se extendía por todo el istmo
Mexicano. Cada vez cobran mayor fuerza las teorías que remontan al mentado
pueblo el origen del complejo Zoque-Mixe-Popoluca. Los estudios lingüísticos han
coadyuvado a esclarecer la situación, y el poblamiento territorial actual y remoto
del istmo nos dan indicios de una continuidad. No se dispone, sin embargo, de
datos arqueológicos contundentes para la zona, particularmente respecto de la
cuenca del Río Coatzacoalcos, cuyos afluentes provienen, en importante medida,
del territorio Mixe. Existen además, indicios de que la población original de los
Agualulcos estuvo vinculada al complejo Mixe Zoque Popoluca. Burgoa, dando
excelentes descripciones de la distribución de la población en el istmo, nos refiere
la existencia de una doctrina Mixe ‘en la costa del Norte’.

Las redes de ríos y afluentes del Coatzacoalcos y del Papaloapan integraban las
rutas de intercambio en una vasta zona, hasta Chiapas y Tabasco, hacia
Soconusco; todo lo que es el actual Veracruz, y grandes partes de Oaxaca, hacia
Tuxtepec, Tehuantepec y Chimalapas. A la llegada de los españoles los Mexica
controlaban en gran medida dichas rutas de navegación istmeñas, con
guarniciones en Tuxtepec y Xaltepec (gracias a Moctezuma II). Sumadas a
alianzas tardías con los Zapotecos de la zona de Tehuantepec, la notable
expansión y dominación comercial Azteca estaba consolidada.
La zona fue sin duda una de gran importancia estratégica. A caballo entre dos
cuencas, el Tablón Grande de Xaltepec se dibuja entre Oaxaca y Veracruz, con el
último río de la cuenca del Papaloapan hacia el Este 1, por una parte, y el primero
de la cuenca del Coatzacoalcos (el río Jaltepec), al extremo Oeste de la misma
cuenca, por otra.

La ciudad pre-hispánica de Xaltepec, cuyas calles ‘de más de una legua’ fueron
descritas, abandonadas ya, por Durán, fue un punto neurálgico en los inicios de la
colonización española. Ubicada en la confluencia de los ríos Xaltepec y
Coatzacoalcos, en un punto perfectamente navegable, fue presa fácil de Gonzalo
de Sandoval en 1522. Bajo la jurisdicción de la Provincia de Coatzacoalcos, la
opulenta provincia de Xaltepec, con treinta mil tributarios, fue entregada en
encomienda al capitán Luis Marín el mismo año. En 1543, Xaltepec producía y
tributaba oro, los naturales quejándose del hostigamiento de que eran objeto. La
región entera era constantemente asolada por epidemias y rebeliones. La Villa del
Espíritu Santo y posteriormente Acayucan fueron reiteradamente sitiadas y
asediadas por Mixes y aliados. A lo largo del S. XVI la población disminuyó
considerablemente y, a mediados de siglo, los tributarios alcanzaban tan solo a
303.

No por eso dejo de tener importancia estratégica la zona: Cortés hacía subir las
anclas para su flota del Pacífico por el río Coatzacoalcos, primero, hasta Utlatepec
(Puerto Viejo), lugar situado en las cercanías de la Colonia Cuauhtémoc. Luego,
por una vía de navegación aún mejor, el río Sarabia, hasta llegar casi a Petapa, en
lugar denominado Puerto Nuevo (Platanillo). El comercio era muy activo, y bajo el
control del hacendoso Marqués.

Si a la llegada de los españoles Xaltepec (y tal vez Nanacatepec) estuvo en poder


de los Aztecas, tras la revuelta de 1550, aparece como parte de las tierras de los
caciques de Jaltepec, Zapotecos vinculados a Santa María Yahuivé, que, por el
lado de Choapam y en unión con españoles, lograron expandir sus territorios hacia
el istmo.

A pesar de gozar del estatuto de caciques, de licencias y salarios, los de Jaltepec


fueron constantemente hostigados, tanto por los Españoles de Coatzacoalcos
(compitiendo por los tributos), como por los Mixes, hasta que finalmente
desplazaron su asentamiento hacia la margen derecha del río Trinidad, lugar

1
Actualmente conocido como río de La Trinidad en Oaxaca, el que juntándose al Lalana forma el
Río San Juan en Veracruz.
desde el cual finalmente pasaron a su asentamiento actual, San Juan Jaltepec,
Yaveo, en el S. XVIII.

La ciudad de Xaltepec, cuyos términos lindaban con los de Acatlán (actualmente


en el Municipio de Mazatlán) quedó definitivamente abandonada. Vacante, en
1543 una mitad habría quedado en manos de los Marín, y la otra en las de la
Corona. En esta temprana época, producto de las pugnas entre Cortés y la
Primera Audiencia, y luego de los repartimientos de la Segunda, se desarrollaron
también conflictos entre los de Coatzacoalcos, primeros conquistadores, y los de
Villa Alta y Antequeramas las Haciendas Cortesanas por el lado de Tehuantepec.
Guevea y Petapa son fundaciones derivadas de las haciendas cortesanas
(Brockington)

Uno de los puntos álgidos del conflicto era precisamente Xaltepec: numerosas
mercedes para haciendas de ganado mayor fueron otorgadas en lo que entonces
se llamaba Nanacatepec, Utlatepec, Quetzalapa, Tatahuicapa, Exaltepec
(Xaltepec), a importantes personajes del gobierno colonial.

Como resultado de las pugnas territoriales, Xaltepec, ya parte de ‘Las Zapotecas’,


y sujeto del corregimiento de Nanacatepec, fue dividida en dos, una mitad
quedando en lo que hoy es Veracruz, para los sucesores de Marin, la otra para la
corona, en el lado de lo que hoy es Oaxaca. Esta colindaba con Tlazoltepec
(Candayoc, ver red. De Oliver respecto de Candayoc.)de Juan de Espinosa, hijo
de Alonso Diaz Carbajal.

En el lado de Oaxaca, los indios de Tlazoltepec (de la encomienda de Alonso Díaz


Carvajal) debían pagar sus tributos en Xaltepec. Poco después, con la creación de
la Villa de Santiago de los Valles (Nexapa), Tlazoltepec también fue dividida. Una
parte quedó en jurisdicción de Villa Alta, congregada y reducida a Sta. María
Suchitepec (hoy Cotzocón), otra en el partido de Nexapa, congregada en
Camotlán (Cimaltepec y Malactepec, Tziniltepec, etc.). Nanacatepec, que también
estaba en poder de la Corona, cubría lo que hasta hace relativamente poco
(principios del S. XX) eran las tierras de Tutla, Acatlán y Guichicovi, colindantes
con las Chimalapas2. Pasó a depender de Nexapa.

Este resumen intenta dar cuenta de los primeros procesos de fragmentación del
territorio del Istmo Mexicano de que se tiene noticia. El populoso reino de Xaltepec
fue de los primeros en padecer las epidemias y el abuso desenfrenado de
2
Otras fragmentaciones administrativas, muy posteriores, también habrían de influir en la
configuración actual del territorio. Por ejemplo, en 1899, Guichicovi dependió de Tehuantepec,
Tutla de Juchitán, Cotzocón de Choapam, etc.
autoridades españolas locales. Guarnición Azteca, fue conquistada
tempranamente por Sandoval, probablemente con ayuda de los Zapotecos. En
menos de un siglo, la gran ciudad descrita por los cronistas estaba completamente
en ruinas. Sus comarcas estaban para ser repartidas. Entre los que pugnarían por
su control, por el control de lo que fuera el corazón del istmo, estarían Españoles
(religiosos y seglares), Mixes, Zapotecos y Mexicas. Poco a poco fueron entrando
hacendado como el sorprendente presbítero Melchor de Valdés, que entre sus
enormes posesiones y numerosos esclavos, contaba su Hacienda de Xaltepec, la
que dejó en herencia a los Mixes, al igual que lo hicieron otros curas a través de
los siglos.

Las epidemias jugaron asimismo un papel importante, a menudo desarreglando


proporciones demográficas negociadas con dificultad a lo largo de siglos.

Llama la atención que los Mixes hayan logrado sobrellevar las tendencias
disgregadoras con mejores resultados que la mayoría de sus vecinos. Un análisis
detallado y documentado de una parte de lo que fue Xaltepec, después de estos
momentos iniciales en la denominada Mixe Baja, contribuye a entender mejor el
proceso:

I.- Historiografía de la posesión originaria:

1592: se le ordena a Juan Bautista Oliver efectuar la congregación del pueblo de


Candayoc en Sta. María Suchitepec (pueblo desaparecido).

1660: documentos relativos a la llamada Rebelión de Nexapa refieren que en esa


fecha, Candayoc se rehusaba a reconocer la corona de España.

1664: se dicta un decreto del Superior Gobierno de 5 de noviembre de 1664 para


que se les amparase en sus tierras3.

1668: se efectúa una primera composición de tierras librada respecto de la


‘Provincia de Candayoc y Solotepeque’ mediante ‘una real providencia
impetrada, en que toma posesión el Gobernador Bartolomé Ruiz de la Cruz
en nombre de dichos pueblos’.

3
1664 INDIOS, Vol. 24, Exp. 32. 4 de Noviembre de 1664. Manda al justicia de San Juan Jaltepec,
de la jurisdicción de Villa Alta, que ampare a sus naturales por los agravios del gobernador de
Santiago Yabeo, Fco. de Montoya.
1709: el 18 de Febrero, Don Fernando Vélez de Arce (Juez subdelegado del Juez
Privativo de Tierras y Aguas Don Francisco de Valenzuela y Venegas)
confirma ‘ser todas las tierras de los referidos pueblos’.

1712: en México, el 14 de Septiembre, el Oidor decano de la Real Audiencia Don


Francisco de Valenzuela y Venegas ‘les admite a composición, se las
adjudica, suple y dispensa la falta de Merced que de ella padecen, para que
por esta razón, no se les ponga embarazo ni impedimento alguno, ni sean
obligados a su exhibición, ni a medidas, ni a entrar en otra composición,
guardando y observando sus linderos y no propasándose de ellos digo: ni a
sacar confirmación por estar aceptada en el capitulo segundo de la
Instrucción de lo resuelto en este negociado por el Real y Supremo Consejo
de las Indias, ni a pagar medianata por estar declarado no deberla, en glosa
que puso, a caso semejante, el Señor Juez Privativo, que fue de este real
derecho, y con la calidad de que todas estas tierras han de ser solo para el
uso y aprovechamiento de sus naturales y no las han de poder vender,
donar ni enajenar sin conocida y justificada utilidad, licencia del Superior
Gobierno’. 4

1759: se re-confirma el título en un auto dictado en 27 de Noviembre por el Señor


Don Francisco Antonio de Chavarri, Oidor decano de la Real Audiencia, ‘se
proveyó una orden de amparo y posesión en favor de los pueblos de
Puxmetacán, Candayoc y Osolotepec, por haber cumplido con lo mandado
en la Real Cédula de 15 de Octubre de 1754, y por no estar comprendida
fuera de ella, dejándoseles en el goce de sus tierras que se declararon no
realengas entonces ni en ningún tiempo’. Se confirma de éste modo el
dominio de tiempo inmemorial.

II.- Historiografía de otros títulos y antecedentes:


Destaca el volumen que con el nombre de ‘Títulos del Pueblo de Candayoc’
presentó Miguel Bolaños Cacho en las deliberaciones sobre límites efectuada
entre los Estados de Oaxaca y Veracruz (38 fojas útiles). En él ‘constan las
diligencias mediante las cuales Candayoc obtuvo ciertas tierras de María Márquez
de Valdés’. Una copia íntegra de dicho título fue hallada en el Archivo del Poder
Judicial del Estado de Oaxaca.

Esta vertiente de títulos, a diferencia de la anterior, se fundamenta, en mercedes


otorgadas por la Corona a alguno de sus súbditos, mercedes que frecuentemente

4
Esta sentencia también fue hecha valer por el C. Miguel Bolaños Cacho en el asunto limítrofe con
el vecino Estado de Veracruz.
entraban en conflicto con posesiones indígenas de tiempo inmemorial. Esta
variante de Títulos (no basados sobre el reconocimiento de la posesión originaria,
como la anterior), también fue aprovechada por Jaltepec de Candayoc. Sea por
donación transacción o compra, Jaltepec terminó adquiriendo (e incluso
ampliando) las tierras que dichos documentos podían amparar 5. Los títulos recaen
específicamente sobre las tierras de la ‘ranchería de Jaltepec’ o ‘algodonal’, sobre
‘Tres Islas’6, que actualmente pertenecen al pueblo de Jaltepec de Candayoc.
Indican que las tierras de Candayoc llegaban hasta ‘la otra jurisdicción’, por el
rumbo de Veracruz, que comenzaba en el sitio de Xaltepec Viejo.

1576: La primera referencia escrita respecto del pueblo de Jaltepec de Candayoc


es aquella contenida en la Merced de Tierras otorgada a Fernando de
Aracena.

1592: se le otorga posesión de la misma.

1615: testamento del Capitán Juan Chico de Haro, vecino de México, natural de
Cádiz reino de Castilla, hijo de Don Lucas de Haro e Isabel de Mendoza.
Tuvo tres hijos (en segundas nupcias) con Felipa de Valdés: Lucas, Melchor
y Juana. Lucas vivió y murió en Puxmetacán con su esposa, Alaria Cristina,
con quien tuvo a Cristina de Haro y Valdés. Esta a su vez se casó con
Pedro Márquez con quien tuvo a María Márquez de Valdés. María Márquez
de Valdés es, entonces, nieta de Lucas de Haro y Valdés.

1737: se efectúa una transacción y donación entre María Márquez de Valdés


(heredera), y los comunes de Puxmetacán, Otzolotepeque y Candayoc,
confirmada por el Alcalde Mayor Don Joachim de Padilla y Estrada.

1741: el Alcalde Mayor de Villa Alta indica que Sta. María Suchitepec (en el cual
fue congregado Candayoc por 1590) se hallaba despoblada, quedando en
consecuencia sus tierras abandonadas, y entraban al Real Patrimonio,
disponibles para venta por pregón7.
5
Por lo demás, según declaraciones efectuadas en 1766 por Alonso Benito, Pedro Nicolás
Hernández, Pascual Pérez, todos de Sta. María Puxmetacán, estas tierras ‘re-compradas’, ‘las han
poseído, de inmemorial tiempo a esta parte, los comunes de Puxmetacán, Candayó y Osolotepec,
y las gozan en la actualidad, mucho antes que el Alcalde Mayor Don Joaquín de Padilla hiciese el
reconocimiento de las ...caballerías de los Valdés’.
6
Lugar en el cual termina el trazado de la proyectada carretera federal Zacatepec-Tres Islas.
7
Esta parte de las tierras ubicadas hacia el Sur de Candayoc Viejo (hacia Chuxnaban primitivo
lindero) las compraría el común de Cotzocón, ya en el siglo XIX, por doscientos pesos de oro.
Candayoc no pudo sostener sus títulos, puesto que ya había abandonado su antiguo asentamiento,
y poblado (hasta el presente) la que fuera su ranchería o ‘algodonar’, Jaltepec de Candayoc, tras la
1746-1820: se ventila un pleito entre Puxmetacán y Candayoc, por una parte, y
los de Acatlán y Tutla, por otra. Se le termina dando la razón a Candayoc
‘La Real Audiencia en sentencia definitiva tiene mandado se salve a
Candayoc la posesión de dichas tierras de Axcaltepeque (sic) el Viejo’ (fj.
11), en ‘Superior Despacho de..tres de septiembre’ de 1818.

1790: En relación con el pleito, el Alcalde Mayor de Villa Alta le escribe al


intendente interino de Oaxaca, Don José Antonio de Ortega, para decirle
que, por la falta de papeles, siguen peleando los pueblos de Candayoc y
Puxmetacán contra sus vecinos. Reconoce haber recibido ‘de tres a cuatro
pesos’ por parte de los comunes de dichos pueblos ‘con el fin de restaurar
sus papeles’8.

1797: Otro expediente hallado da cuenta de que el Teniente Coronel Don Sancho
Pisón, Alcalde Mayor de Villa Alta y delegado de Tierras y Agua, fue quien
le había pedido los títulos a Candayoc en 1776, a efecto de ‘arreglar sus
papeles’ en el Juzgado Privativo en México. Estos documentos, para 1797
(más de veinte años después), aún no habían sido devueltos. La Real
Audiencia, como consecuencia, le ordena en dos oportunidades al
Intendente de Oaxaca que los devuelva, sin que de los documentos
aparezca que éste obedeciera. Si aparece con toda claridad el interés del
Intendente de Oaxaca en defender a las partes de Tutla y Acatlán, en
Nexapa, Alcaldía Mayor en la que había colocado a Pascual de Fagoaga 9.
El pleito queda aparentemente suspendido con la Independencia, no sin
que antes se le diera la posesión definitiva a Candayoc.

1820-1880: una vez resuelto el conflicto, y las comunidades en poder de sus


títulos, no debieron éstas enfrentar otros nuevos hasta la década de los 80.
En efecto, se habían deslindado la mayoría de las colindancias, una por
una, con la excepción de los terrenos hacia el Sur de Candayoc (Lindero
Río Culebra).10
epidemia de 1883.
8
En 1795, Candayoc también le compra tierras al capitán Gaspar Reyes y Castro, por la suma de
800 pesos de oro (documento no localizado).
9
En los antecedentes de que dispongo, los de Tutla y Acatlán acusan a los de Candayoc de ser
‘insurgentes’, mientras que ellos (y sus amos) son descritos como ‘gachupines’.
10
Las guerras, plagas y brotes epidémicos que azotaron el estado en estos años, limitaron la
presión demográfica por tierras. La ausencia de conflictos registrados, tanto en los archivos como
en la memoria oral, unida al hecho de que por estas fechas Candayoc comprara campanas
nuevas, una proveniente de Pittsburgh (E.U.)., y la otra de Sheffield (Inglaterra), también indican
que hubo cierta bonanza económica.
1883: Manuel Martínez Grácida indica que Candayoc tiene cerca de 108 leguas
cuadradas de tierras (+/- 200.000 has, leguas mexicanas). El mismo año de
1883 se declara una epidemia de cólera:
‘1883 Telegrama del Mayor Laureano Ojeda. Tlacolula. Impuesto del
telegrama de Ud. de 1° del presente que acabo de recibir a esta hora, que
son las dos de la mañana, tengo la honra de decir a Ud. que desde el día
trece quedó establecido el cordón en el Pueblo de Santa María Albarradas,
cuidado por la autoridad del lugar, a quien se le ordenó suma vigilancia en
los caminos, lo cual están cumpliendo según parte de hoy del Comandante
del destacamento de San Juan del Río. “Sin novedad: a mi juicio creo
suficiente dejar al cuidado de la autoridad de dicho pueblo la vigilancia del
camino que solo transitan los mijes, a quienes tiene orden también de no
dejar pasar”.‘11

1891: se produce un pleito con Cotzocón (que años antes había comprado las
tierras que se ‘liberaron’ y entraron al ‘Real Patrimonio’ producto del
despoblamiento de Sta. María Suchitepec, hacia el Sur de Candayoc).
Hacia el rumbo del Sur, se terminan por señalar los linderos de Boca de
Cántaro y Cerro Chiltepec. El pueblo antiguo de Candayoc, ya había sido
abandonado a consecuencia de la epidemia. El agente Municipal de
Jaltepec de Candayoc ya era Juan Garrido, recién llegado de Jalapa,
Veracruz.

1895: Denuncio de un terreno (Zihualtepec) a favor de Juan Garrido. Titulo de


Juan Garrido. Ampliaciones el 24 de Octubre de 1893 y el 3 de enero 1894.
Posesión Judicial otorgada en 21 de Mayo de 1894.

1898: se produce una abundante documentación que demuestra que el entonces


Jefe Político de Choapam (C. Ramón Santaella) recogió los títulos de
Candayoc (los de Puxmetacán y Otzolotepec también), entregándoselos a
Miguel Bolaños Cacho (Presidente de la Comisión de límites de Oaxaca) y
al ingeniero Juan E. Martínez. Previo inventario, éstos, a su vez, se lo
habrían entregado a Rafael Chausal, colaborador directo de Porfirio Díaz.
Éste, por último, le habría entregado los documentos al Árbitro nombrado
para conocer el conflicto limítrofe, Lic. Justo Benítez, quien murió sin que
11
Las epidemias de finales del S. XIX alteraron nuevamente las delicadas relaciones demográficas,
lo que generó, a su vez, nuevos conflictos por tierras como el que se dio con Cotzocón, y
posteriormente, contra gobernadores y personajes influyentes en el Estado de Oaxaca.
Últimamente, los pleitos con el gobierno Estatal, la Federación y los diversos poderes económicos
que los habitan, se inscriben en la misma dinámica.
después se haya vuelto a saber de los títulos. Sí se vuelve a saber de
Bolaños Cacho, que aparece como dueño de grandes extensiones de tierra
en la región respecto de la cual recabó títulos, La Hacienda de Candayoc 12.

1899: afortunada e irónicamente, previo al ‘extravío’, los Títulos de Candayoc,


Puxmetacán y Otzolotepec son citados en las actas de deliberaciones
levantadas con ocasión del asunto limítrofe 13. Existe, en el Archivo de la
Comisión de Límites del Estado, un documento firmado por Miguel Bolaños
Cacho, que demuestra que no se devolvieron nunca los referidos títulos,
conforme era la obligación legal. Esto, presumiblemente, para poder
apoderarse de los terrenos en cuestión, tal como lo hizo la familia Bolaños
Cacho en definitiva14.

1902: En el Hotel Gillow de México, Bolaños Cacho firma el contrato de


transacción entre Oaxaca y Veracruz. Cerca de 40.000 has de tierras
claramente pertenecientes a Candayoc (según el titulo otorgado ante
Joachim de Padilla y Estrada cuya copia se ha obtenido), son cedidas al
vecino Estado de Veracruz, o, más bien, a algunos ganaderos y políticos
Veracruzanos (Hacienda de Sta. Catarina) cuyas tierras colindaban desde
antiguo con las de Puxmetacán y Candayoc. No medió ningún tipo de
compensación para los afectados. Todo lo contrario, esta transacción sirvió
para amparar el despojo de tierras de que fue objeto Candayoc, y sin duda
fue en parte motivada por intereses estrictamente privados 15. Las tierras de
Puxmetacán, quedaron, en parte, del lado de Veracruz, hasta perder
registro de ellas (ver mapa).

1902: En evidente relación con lo anterior, los mismos linderos fijados a raíz del
pleito con Cotzocón aparecen en un mapa levantado por el entonces Oficial
Mayor del Gobierno del Estado, Enrique León. El que aparece como dueño
de la Hacienda de Candayoc, sin embargo, es Leopoldo Bolaños Cacho.

12
Se recogió también el título de Tutla e informaciones respecto de Guichicovi.
13
Se indica en dicha constancia que Puxmetacán tiene un título de 123 fojas (no se ha
encontrado).
14
Los problemas agrarios que hasta el día de hoy padece Candayoc derivan, principalmente, de
este ‘extravío’ de títulos, práctica que era muy común en la época.
15
Del lado de Veracruz intervinieron con particular interés los Alemán, con gran presencia en la
zona de Acayucan y Playa Vicente.
1905: Un decreto de Porfirio Díaz sella la suerte del territorio, fijando legalmente
los límites estatales, privando a Candayoc de cerca de 40.000 has 16. (Ver
mapa).

1909: Juan Garrido, quien fuera agente municipal de Candayoc, le vende el predio
Zihualtepec (18.000 has claramente deslindadas) a una compañía
norteamericana (Mexican Land Securities Company). En calidad de gestor
de la misma, tramita la declaración de no haber demasías (terrenos
vacuos), lo que intenta acreditar con los Títulos Primordiales de Candayoc.
En el Archivo de Terrenos Nacionales, consta que se admitieron a
composición las tierras de la Company. Juan Garrido había logrado
demostrar que los ‘títulos primordiales’ existían, pero que no habían sido
devueltos por el Gobierno de Oaxaca tras haberse empleado éstos en el
asunto limítrofe. Asimismo, con bastante habilidad jurídica, hace valer los
títulos de San Juan(ito) Jaltepec Yaveo, mediante lo cual obtiene la
declaración de no existir demasías. No se concreta la posesión de la
Mexican Land Securities Company, porque se oponen los nuevos dueños
del vecino predio de Tutla, otra compañía Norteamericana (ver mapas).

1914 Unos trescientos Carrancistas entran a Jaltepec de Candayoc, echando a


Pepe Silva (José María Silva), uno de los socios que intentaron adueñarse
junto con Justo Sandoval y Juan Garrido de parte de las tierras en cuestión
(presumiblemente, las que no interesaban a Bolaños Cacho). Faenan el
ganado y dejan en la pobreza al dicho Pepe, quién siguió, sin embargo,
viviendo en el lugar. Los Carrancistas siguen su camino y en Cotzocón
cometen excesos contra bienes y personas. Se les dice que en Alotepec los
están esperando con alegría. Prevenidos, los de Alotepec tienden una
emboscada e infligen grandes daños a la expedición. Jesús Carranza
habría muerto cerca, en el lugar denominado Zaum bam (ver mapa). Los
Carrancistas regresan a Cotzocón, que había tenido tiempo de urdir su
propia trampa. Se emborrachan tanto los de Cotzocón (para agarrar valor)
como los Carrancistas, y se les invita a participar en una fiesta al otro lado
de una loma que se ve desde el pueblo. De a uno, borrachos, alegremente,
los Carrancistas van hacia el lugar indicado, donde son acabados, todos.

16
La validez de dicho tratado puede aun ser cuestionada, al amparo de las leyes, puesto que fue
un tratado celebrado con anterior a 1910, y hay normas expresas y vigentes, que señalan la
posibilidad de declarar la nulidad de los tratados celebrados con anterioridad a ese año. Más si fue
en claro perjuicio de las legítimas posesiones y títulos de los pueblos de Candayoc, Puxmetacán,
Otzolotepec y Yaveo.
1938: Después de que sus autoridades hayan hecho inutiles viajes al AGN en las
decadas de los veinte y treinta, ya algún tiempo después de la Revolución,
los pueblos de Puxmetacán, Candayoc y Otzolotepec (separadamente, pero
el mismo día) solicitan al Gobierno del Estado, ‘restitución de nuestras
tierras que desde hace mucho tiempo fuimos despojados, por lo que nos
vemos obligados a vender a bajo precio nuestro trabajo, descuidando la
educación de nuestros hijos, por carecer de lo indispensable para subvenir
a nuestras necesidades económicas.- Para el efecto, se servirá usted
disponer se saquen copias de nuestros título, que obran en el Archivo
General de la Nación, ya que los primordiales fueron robados a nuestros
antepasados’. Se publica la Solicitud en el Periódico Oficial, pero no se le
da curso alguno.

1956-1958: se decreta la expropiación del predio Zihualtepec (Toxcobac en


Mixe), inicialmente por 18.000 has, ampliándose luego, en 1958, a 18.648
has. De aqui siguen un buen numero de conflictos entre la Comisión del
Papaloapan y los de Candayoc 17. El pago expropiatorio no se efectuó de
momento. La CNC con mucha fuerza en Veracruz y en el Gobierno del
Estado empieza a apoyar la colonización del cinturón que hoy cruza el
istmo en su porción Oaxaqueña. Palomares, Matías Romero, María
Lombardo y otros pueblos empiezan a formar una nueva y activa ‘frontera’
con ganaderos provenientes de distintos lugares de la Federación 18.

1965: se celebra un convenio entre Nicolás Garrido (hijo de Juan Garrido) y la


Comisión del Papaloapan. La Comisión justifica el pago indemnizatorio
17
La Federación intentó expropiar, a beneficio de la Extinta Comisión del Papaloapan, el terreno
denominado Zihualtepec, mediante Decreto de fecha 16 de marzo de 1956, publicado los días 17
de Marzo de 1956 (declaratoria de utilidad publica) y 17 y 22 de Marzo del mismo año en el Diario
Oficial de la Federación. Se amplio la superficie a expropiar mediante Decreto de fecha 11 de junio
de 1958, publicado en el D.O.F. el 24 de junio de 1958, y 2 de marzo de 1959. Consta en los
antecedentes que esta Expropiación la solicitaron, el 8 de Marzo de 1956, el entonces Presidente
de la Comisión del Papaloapan, Eduardo Chávez, y el que fuera Gobernador del Estado de
Oaxaca, Gral. José Pacheco Iturribarría. En el documento que se acompaña se señala que como
no se pudo comprar el predio a ‘la intestamentaria Juan Garrido’, y que ‘empezó a suscitarse un
interés’. De los antecedentes se desprende que existió una confabulación entre José Baits (Pepe
Bache) y el entonces diputado al Congreso Local, Coronel Otilio D. Olguín, más el Titular del
juzgado de Zacatepec, Elpidio Ayuzo y Luis A. Bolio, al último de los cuales Nicolás le entregó las
‘Títulos primordiales’ a cambio de $5000 y así pagar algunos adeudos fiscales. Intervino el
recaudador de rentas en Zacatepec, José Sámano Negrete, oponiéndose a lo que se venía
haciendo, éste fue luego destituido por el cacique Luis Rodríguez.
18
Los problemas entre ‘indios’ y ‘vaqueros’ son una constante que atraviesan toda la historia de la
región. El ganado vacuno no respeta las sementeras y sembradíos. Hoy, los conflictos por recursos
en la zona adquieren, sin embargo, dimensiones más pavorosas aún.
sobre la base del contrato de compraventa celebrado entre Juan Garrido y
la Mexican Land Securities Company, señalando que dicho contrato
demuestra el dominio de Garrido. Para ello, los representantes de la
Comisión simulan citar el documento textualmente, omitiendo el ‘detalle’ de
la venta a la Compañía Norteamericana, y sustituyendo (en la transcripción
contenida en convenio indemnizatorio) el nombre de ésta, por el de la
esposa de Juan Garrido, Tomasa Cortés. Esto se demuestra
fehacientemente con un cotejo simple de los documentos referidos 19.

1968: aun no se le había pagado la indemnización a Nicolás Garrido, cuando,


mediante decreto presidencial, se le reconocen y titulan cerca de 14.000
has a Candayoc. Siguen una larga serie de conflictos derivados de los
hechos y antecedentes arriba referidos. De hecho, Jorge L. Tamayo le cede
luego 2.000 has. más a Jaltepec, del patrimonio de la DAAC.

1973: se le pagan a Nicolás Garrido 40.000 pesos por concepto de indemnización


expropiatoria, en calidad de depositario legal de la herencia de Juan
Garrido20.

1992: El informe elaborado por el Lic. Roberto Olivares Arellano, con fecha 12 de
Noviembre de 1992, emanado de la Oficina de Revisión Técnica y Legal de
la 20 Delegación Agraria señala textualmente que: ‘Fueron examinados los
19
Los linderos del predio Zihualtepec, como los tenia Juan Garrido, están transcritos en la pagina 3
del Convenio, y delimitaban con extrema precisión una superficie de 18.087.18.10 has. La
Comisión del Papaloapan, al parecer quedó insatisfecha con la superficie cuya expropiación fue
decretada inicialmente (18000 hectáreas). Determina unilateralmente (según consta en la pág. 2
del Convenio), y basándose en linderos diferentes a los ya citados de la pagina 3, que en realidad
eran 18,648.93.32 las hectáreas a expropiar. Esta ampliación excede con creces la superficie del
predio Zihualtepec que alguna vez fue propiedad de Juan Garrido L. ¿De dónde se sacó más
tierra? Obviamente que de las personas que vivían en los terrenos aledaños afectadas por la
ampliación. No fueron indemnizados. Creemos que esta ampliación arbitraria e ilegal pudo también
estar a la raíz de muchos de los conflictos que padeció y padece San Juan Jaltepec de Candayoc,
abarcando terrenos desde los cuales fueron expulsados algunos comuneros.
20
El día 10 de enero de 1973, un tal Lic. Pedro Hernández Juárez, actuando en calidad de
apoderado de Nicolás Garrido, acusa recibo de un cheque por $283 496.00. No se levantó acta
respecto de este pago, lo que sí se había hecho tan solo algunos días antes con Nicolás Garrido.
Firman el Lic. Hernández Juárez y el Contador Público Miguel Ortíz Nicolau, autorizando el
‘PÁGUESE’, y no firman el Vocal Ejecutivo y el Vocal Secretario de la Comisión del Papaloapan, a
pesar de constituir las firmas de estos últimos, un aparente requisito para la validez del pago,
puesto que tenían, en esa fecha’ la calidad de representantes legales de la Comisión. Este
abogado, que también trabajó para la Comisión del Papaloapan, actualmente dirige una facción del
PRI que opera en el Estado de Oaxaca. No he podido obtener mayores detalles respecto del
personaje.
expedientes agrarios, no solo los de San Juan Jaltepec de Candayoc, sino
de otros núcleos de población que incluyeran en su radio de 7 kilómetros al
predio de ZIHUALTEPEC, esto con la finalidad de localizar algún Título de
Propiedad expedido a favor del Señor NICOLAS GARRIDO, y el resultado
que se obtuvo es que en ninguno de esos expedientes agrarios corre
agregado Título alguno a nombre del tantas veces mencionado Señor
Nicolás Garrido’. No es raro que no se haya podido encontrar título alguno a
favor de Nicolás Garrido, puesto que nunca lo tuvo. El que haya sido
declarado heredero legítimo de Juan Garrido, no significa que haya entrado
en el dominio del terreno cuya propiedad se reclama.

1997: Una Sentencia de Amparo del Primer Tribunal Colegiado de Circuito en


Materia Administrativa del Distrito Federal, favorable a la comunidad de
Jaltepec de Candayoc (Exp. DA-4681/97) señala, ‘El convenio de 21 de
enero de 1965 –referido- quedó condicionado a que -Nicolás Garrido C.-
acreditara ante la Comisión del Papaloapan ...los derechos sucesorios que
adujo’. Nunca se acreditaron dichos derechos sucesorios, se simularon,
mediante falsificación ideológica (mentira).

1999: La comunidad de Jaltepec de Candayoc, con el apoyo del INI, de


Organizaciones de Derechos Humanos (Centro Agustín Pro, Centro
Tepeyac), del Obispado de Tehuantepec y de organismos internacionales,
obtuvo razón y se le vuelve a poner en posesión de Tres Islas, que había
estado en poder de Ubaldo Padilla, hacendado oriundo de Michoacán.

2000: una parte del predio Zihualtepec, denominada La Sabana, fue


recientemente cedida al Gobierno del Estado (SEDAF). A la luz de los
hechos expuestos, es dable suponer que se producirán, en el mediano
plazo, conflictos sociales de consideración. La comunidad agraria está
intentando entablar un juicio de restitución del predio denominado
‘Zihualtepec’. Este caso tendría proyecciones internacionales (Corte
Interamericana de Derechos Humanos).

2001: se informa a la autoridad agraria de Jaltepec, que la SEDAF está


obteniendo el permiso de explotación del predio de reacomodo ‘La Sabana’,
Zihualtepec, ante SEMARNAP. Esto afectaría enormemente a los pueblos
circunvecinos, cuyos ingresos comunitarios derivan principalmente de la
explotación forestal.
III.- Conclusiones generales:
Los antecedentes arriba reseñados fueron recogidos en cerca de diez archivos
diseminados en diversos puntos del Estado de Oaxaca y la Federación. Estos
archivos, que contienen artefactos etnohistóricos y jurídicos, constituyen también
un circuito burocrático que rodea al territorio Mixe (con la excepción del mínimo
archivo de Zacatepec). En efecto, los archivos están localizados en Jalapa
(Veracruz), Oaxaca, Tuxtepec, Choapan, Yautepec, Tehuantepec (no revisado) y
el D.F. Esta distribución circular es también la de tribunales de justicia actuales y
pasados. El circuito jurídico, burocrático y archivístico es recorrido asiduamente
por autoridades Mixes (entre otras), protegiendo y promoviendo sus respectivos
territorios. Una autoridad agraria comunal promedio pasa cerca de tres meses al
año durmiendo en camiones, recorriendo rutas peligrosas. Circuitos burocráticos
similares se sobreponen, como los relacionados con agricultura, bosques,
producción, etc.

Los circuitos señalados representan a menudo los puntos de choque o de


encuentro, los lugares de negociación. Este circuito esta respaldado por un gran
numero de leyes fragmentadoras de la territorialidad Mixe:
1. Agrarias (propiedad superficial, capa arable)
2. Patrimonio arqueológico (INAH).
3. Aguas, superficiales y subterráneas, para consumo y riego, o para
hidroelectricidad (uso no-consuntivo) (CONAGUA).
4. Subsuelo, minas, hidrocarburos.
5. Biodiversidad y Reservas Naturales.
6. Bosques, flora y fauna.
7. Espacio aéreo.
8. Leyes sobre biotecnología y bioprospección.
9. Leyes sobre control de drogas.
10. Leyes expropiatorias (para hacer carreteras, edificios públicos, reservas,
retenes,...).
11. Otras

Hace no muchos años, una autoridad de bienes comunales podía dar la pelea en
materia agraria, con o sin el respaldo de organizaciones. Hoy, sin embargo, se
encuentra en una posición estructuralmente desventajosa para defender los
recursos materiales, espirituales e intelectuales que sus comunidades consideran
propios. Aparte de tener que recorrer los muchos circuitos burocráticos que
corresponden a cada una de las leyes mencionadas (que no son todas las que
afectan seriamente la vida y valores Mixe), deben gastar recursos escasísimos
para contratar abogados, sobornar funcionarios, atender autoridades que los
visitan, etc. El frente externo, aquel en el cual se encuentran con los intereses
mineros, forestales, ganaderos, no es, sin embargo, el único.

Dejando a un lado, por ahora, el análisis de los conflictos internos propios a


cualquier comunidad, destaca otro frente ‘interno’ en términos del territorio Mixe
(fundamentaré la existencia de dicho territorio en otro momento). Los conflictos
que oponen a una comunidad indígena con otra (y generalmente repercuten en
toda una región, invocando alianzas y estrategias), es otro factor de enorme
desgaste económico y valórico. Dichos conflictos, tradicionalmente provocados por
la desidia, indolencia y complacencia de las diversas autoridades armadas de
leyes, particularmente de las agrarias en peritajes topográficos, conciliaciones,
otros procesos judiciales, suelen durar muchos años. Se sabe cuando empiezan,
pero no cuando terminan. Detrás de dichos conflictos, a menudo aparecen
problemas de índole política, familiar, demográfica, etc. A veces son los propios
abogados que irresponsablemente azuzan a sus partes para asegurar los ingresos
propios. Estos conflictos se basan en legalidades y valores que son utilizados por
los indigenas de una manera que pone en duda la eficacia del sistema legal para
resolver conflictos.

Son pocas las comunidades Mixes que no tienen algun problema con sus vecinos.
Los conflictos por tierras y territorio, insertos en el contexto regulatorio de leyes
como las esbozadas, tiende, generación tras generación, a fragmentar a los
pueblos, a los territorios, y generar, en cada vuelta de gobierno, nuevos conflictos
y en mayor número. El caso de Jaltepec, y del Istmo, a lo largo de cinco siglos, lo
demuestra. La lógica legal es fragmentadora por definición. Los pueblos, que
suelen confundir, como muchos, ‘ley’ con ‘justicia’, siguen creyendo en las leyes,
buscando inscribirse en el mito dominante, el del ‘conquistador’. Cada vez que se
emplean las leyes, es como si empleara un martillo que golpea a las comunidades,
trizándolas en pedazos. La lógica legal tiende a cercenar las diversas
posibilidades de convivencia, regimentándo y limitando su potencial riqueza.
Tiende a limitar la complejidad de relaciones posibles, privilegiando valores y
nociones de la persona y de la tierra que son en mucho ajenos a los Mixes.

Hoy, Puxmetacán y Candayoc, pueblos que hasta hace pocos tenían una
estructura de control territorial mancomunada, están peleando por extensiones de
tierra que nunca han sido adecuadamente delimitadas. Leyendo los casos de
siglos, parece que son las mismas tragedias que se repiten, las mismas leyes que
hacen de ‘ring’. Los Mixes, como dije más arriba, han sido más exitosos en ciertos
aspectos. Su territorio fue habitado por españoles, mestizos, negros, turcos, por
gente de diversos orígenes y credos. Ya sea aliándose con ellos, Mixizándolos, o
expulsándolos, han logrado mantener los valores respecto de su territorio, y el
territorio mismo, aunque cada vez más disminuidos.

Candayoc, a lo largo de su historia, ha tenido algo así como cuatro títulos, si no es


que más. Cada vez emprendió el camino de sus antepasados, hurgando en
archivos, recorriendo tribunales, sobornando funcionarios. Cada vez y luego de
años de esfuerzos invertidos en conseguir un artefacto que supuestamente les
protegería de despojos, cambiaban los gobiernos y/o se alteraban las condiciones
demográficas: todo volvía a empezar. Pero con un poco menos de tierras, y sin la
posibilidad de que la nueva generación acceda a los archivos y entender el porqué
de la merma.

El Archivo General de la Nación, ubicado en el que fuera el Palacio Negro, la


penitenciaria, refleja claramente las dificultades de acceso. Uno pensaría que la
estructura panóptica del edificio facilitaría las búsquedas, pero la realidad es que
las celdas y los volúmenes no están al alcance de los pueblos, y el lugar es
excluyente. Además, los que sí tenían acceso a los artefactos documentales, y
conocían su valor de cambio potencial, se los robaban: el tráfico de papeles está
vigente.

Propuesta de investigación:
Respecto a los municipios de Cotzocón, Mazatlán y Guichicovi, intentaré
desarrollar un acercamiento interdisciplinario similar al sucintamente desarrollado
más arriba, evitando compartimentar las complejas interacciones y posturas
territoriales en juego. La historia oral y documental, la etnografía, y elementos de
análisis antropológico-jurídicos, juntos, permiten dar una idea concreta de los
conflictos territoriales, así como de las desventajas estructurales con que las
comunidades indígenas se ven obligadas a participar en los mismos.

Considerar el rol de los negociadores indígenas, ya sea los que operan desde la
ciudad, en política y/o en ONG’s (sujetas a presiones económicas que merman la
capacidad de decisión autonómica) o los que operan desde sus comunidades
(sujetos a presiones económicas, políticas e incluso a amenazas de todo tipo
sobre sus vidas), es clave. Ellos constituyen parte de la frontera humana de los
sistemas territoriales, ellos son, por lo tanto, visibles y vulnerables. También son
aquellos que van incidiendo con mayor fuerza en los procesos de cambio de
valores o sentidos de la tierra, retroalimentando, sobre la base de su experiencia
negociadora (en desventaja) y de los resultados de sus gestiones, los valores de
sus comunidades de respaldo. Los negociadores estatales, por otra parte,
ubicados en distintos puntos de su estructura, abundan, en relación con lo
indígena, en aquellas dependencias que son marginales respecto de la misma
(INI). Su posición estructural es ambigua, y de alguna manera, ellos también
inciden en los cambios valóricos estatales.

Creo que un enfoque en las negociaciones por tierras y territorio, podría contribuir
a demostrar la necesidad de crear espacios nuevos y más prácticos para la
resolución de problemas de convivencia. Bajo el imperio de la sobreregulación y
burocracia imperantes en la actualidad, y en el contexto de crecientes presiones
globalizadoras, los indígenas difícilmente pueden negociar en igualdad de
condiciones para hacer valer y proyectar los valores propios respecto del territorio
que pueblan.

El capital financiero e inversión privada sin duda que son claves en el proceso de
globalización que afecta a los Mixes, y podrían contribuir a fortalecer la autonomía
de sus pueblos y comunidades. La autonomía en términos puramente políticos es
una palabra vacía si solo empuja a una mayor mendicidad. La autonomía
financiera, hoy por hoy, es la que más o menos se equipara al difícil concepto de
libertad. Desgraciadamente, los inversionistas suelen ir de la mano con el Estado,
sus leyes y burocracias, lo que vuelve a plantear el problema de las desventajas
estructurales en las negociaciones para la elaboración y gestión de eventuales
proyectos conjuntos.

La información recabada serviría para la mapificación diacrónica de las dinámicas


territoriales en la zona del istmo. Entender la territorialidad del Mixe Bajo
contribuiria a fortalecer la posicion negociadora indigena al darle elementos
contundentes que permitan sostener y hacer valer los valores propios en materia
territorial.
Oaxaca, a 18 de enero del 2001.

Estimado Doctor Nahmad:

Le adjunto un intento parcial de entender las dinámicas territoriales del Bajo Mixe.
La información se concentra en torno a Jaltepec de Candayoc, y como verá, es
exhaustiva, producto de un año y medio de tediosas búsquedas. No crea Ud. que
la información se obtuvo desde la comunidad: ellos han sido los primeros
sorprendidos al conocer una historia que les ha sido negada. Y digo negada,
porque cuando las autoridades de Jaltepec intentaron obtener información sobre la
expropiación del predio Zihualtepec, les fue negada, oficialmente, indicandoles
que carecían de ‘interés jurídico’.

La historia ha ido abriendo las puertas de otras comunidades (Cotzocon, Tutla,


Mazatlan, Guichicovi), y a pesar de haber juntado material significativo respecto de
ellas, no he tenido tiempo ni recursos para profundizar. Los mapas originales que
he podido recabar constituyen asimismo un acervo importante, pero por razones
obvias, no los he adjuntado al informe.

Con gusto los podemos compartir, pero me preocupa, por razones que se harán
claras, las exigencias de mi doctorado. No puedo correr el riesgo de que al
momento de publicar mi tésis, los datos originales y la investigación ya sean de
dominio público. Sé que encontraremos una manera de conjugar los esfuerzos.

Tampoco he incorporado todos los elementos etnográficos que han surgido de una
intensa convivencia con Jaltepec y algunos de sus vecinos. Los conflictos
pendientes aconsejan también una dosis generosa de prudencia, en pro de la
protección de los informantes, tanto de aquellos provenientes de la esfera estatal,
como de aquellos provenientes de las comunidades Mixes.

La mapificación de las dinámicas territoriales serían un gran aporte a mi tesis, y


tenia dificultades para realmente cumplir con ese objetivo, planteado en mi
proyecto de investigación.
El somero análisis antropológico, jurídico e histórico (que, en fin, se quiere
interdisciplinario) es nada mas para dar un sabor respecto de los resultados
posibles de tal ejercicio intelectual. Mapificar los circuitos señalados serviría para
dar una idea cabal de las complejas interacciones, y los lugares donde éstas se
suelen plantear. El cerco legal-estructural también es analizado con más detalle.

Agrego estos comentarios, porque este trabajo es parte de mi tésis, la cual Ud. me
ha convencido debo terminar lo antes posible a fin de integrarme como
investigador al proyecto que Ud. en parte dirige. Le ruego, por lo tanto, me ayude
a encontrar los caminos que permitan coadyuvar a la realización del proyecto en
cuestión, sin perjudicar mis perspectivas académicas.

Creo que la afinidad que hemos descubierto es sumamente prometedora: es con


entusiasmo que le hago llegar mi trabajo. Agradezco el que Ud. haya sabido
reconocer lo valioso de mi esfuerzo, pocos están en la medida de entenderlo. Miro
con esperanza la posibilidad de volver a vivir aquí en Oaxaca, en el mas breve
plazo, y seguir con pasión los trabajos que Ud. conoce.

Atentamente,

Alonso Barros

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