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Las redes de ríos y afluentes del Coatzacoalcos y del Papaloapan integraban las
rutas de intercambio en una vasta zona, hasta Chiapas y Tabasco, hacia
Soconusco; todo lo que es el actual Veracruz, y grandes partes de Oaxaca, hacia
Tuxtepec, Tehuantepec y Chimalapas. A la llegada de los españoles los Mexica
controlaban en gran medida dichas rutas de navegación istmeñas, con
guarniciones en Tuxtepec y Xaltepec (gracias a Moctezuma II). Sumadas a
alianzas tardías con los Zapotecos de la zona de Tehuantepec, la notable
expansión y dominación comercial Azteca estaba consolidada.
La zona fue sin duda una de gran importancia estratégica. A caballo entre dos
cuencas, el Tablón Grande de Xaltepec se dibuja entre Oaxaca y Veracruz, con el
último río de la cuenca del Papaloapan hacia el Este 1, por una parte, y el primero
de la cuenca del Coatzacoalcos (el río Jaltepec), al extremo Oeste de la misma
cuenca, por otra.
La ciudad pre-hispánica de Xaltepec, cuyas calles ‘de más de una legua’ fueron
descritas, abandonadas ya, por Durán, fue un punto neurálgico en los inicios de la
colonización española. Ubicada en la confluencia de los ríos Xaltepec y
Coatzacoalcos, en un punto perfectamente navegable, fue presa fácil de Gonzalo
de Sandoval en 1522. Bajo la jurisdicción de la Provincia de Coatzacoalcos, la
opulenta provincia de Xaltepec, con treinta mil tributarios, fue entregada en
encomienda al capitán Luis Marín el mismo año. En 1543, Xaltepec producía y
tributaba oro, los naturales quejándose del hostigamiento de que eran objeto. La
región entera era constantemente asolada por epidemias y rebeliones. La Villa del
Espíritu Santo y posteriormente Acayucan fueron reiteradamente sitiadas y
asediadas por Mixes y aliados. A lo largo del S. XVI la población disminuyó
considerablemente y, a mediados de siglo, los tributarios alcanzaban tan solo a
303.
No por eso dejo de tener importancia estratégica la zona: Cortés hacía subir las
anclas para su flota del Pacífico por el río Coatzacoalcos, primero, hasta Utlatepec
(Puerto Viejo), lugar situado en las cercanías de la Colonia Cuauhtémoc. Luego,
por una vía de navegación aún mejor, el río Sarabia, hasta llegar casi a Petapa, en
lugar denominado Puerto Nuevo (Platanillo). El comercio era muy activo, y bajo el
control del hacendoso Marqués.
1
Actualmente conocido como río de La Trinidad en Oaxaca, el que juntándose al Lalana forma el
Río San Juan en Veracruz.
desde el cual finalmente pasaron a su asentamiento actual, San Juan Jaltepec,
Yaveo, en el S. XVIII.
Uno de los puntos álgidos del conflicto era precisamente Xaltepec: numerosas
mercedes para haciendas de ganado mayor fueron otorgadas en lo que entonces
se llamaba Nanacatepec, Utlatepec, Quetzalapa, Tatahuicapa, Exaltepec
(Xaltepec), a importantes personajes del gobierno colonial.
Este resumen intenta dar cuenta de los primeros procesos de fragmentación del
territorio del Istmo Mexicano de que se tiene noticia. El populoso reino de Xaltepec
fue de los primeros en padecer las epidemias y el abuso desenfrenado de
2
Otras fragmentaciones administrativas, muy posteriores, también habrían de influir en la
configuración actual del territorio. Por ejemplo, en 1899, Guichicovi dependió de Tehuantepec,
Tutla de Juchitán, Cotzocón de Choapam, etc.
autoridades españolas locales. Guarnición Azteca, fue conquistada
tempranamente por Sandoval, probablemente con ayuda de los Zapotecos. En
menos de un siglo, la gran ciudad descrita por los cronistas estaba completamente
en ruinas. Sus comarcas estaban para ser repartidas. Entre los que pugnarían por
su control, por el control de lo que fuera el corazón del istmo, estarían Españoles
(religiosos y seglares), Mixes, Zapotecos y Mexicas. Poco a poco fueron entrando
hacendado como el sorprendente presbítero Melchor de Valdés, que entre sus
enormes posesiones y numerosos esclavos, contaba su Hacienda de Xaltepec, la
que dejó en herencia a los Mixes, al igual que lo hicieron otros curas a través de
los siglos.
Llama la atención que los Mixes hayan logrado sobrellevar las tendencias
disgregadoras con mejores resultados que la mayoría de sus vecinos. Un análisis
detallado y documentado de una parte de lo que fue Xaltepec, después de estos
momentos iniciales en la denominada Mixe Baja, contribuye a entender mejor el
proceso:
3
1664 INDIOS, Vol. 24, Exp. 32. 4 de Noviembre de 1664. Manda al justicia de San Juan Jaltepec,
de la jurisdicción de Villa Alta, que ampare a sus naturales por los agravios del gobernador de
Santiago Yabeo, Fco. de Montoya.
1709: el 18 de Febrero, Don Fernando Vélez de Arce (Juez subdelegado del Juez
Privativo de Tierras y Aguas Don Francisco de Valenzuela y Venegas)
confirma ‘ser todas las tierras de los referidos pueblos’.
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Esta sentencia también fue hecha valer por el C. Miguel Bolaños Cacho en el asunto limítrofe con
el vecino Estado de Veracruz.
entraban en conflicto con posesiones indígenas de tiempo inmemorial. Esta
variante de Títulos (no basados sobre el reconocimiento de la posesión originaria,
como la anterior), también fue aprovechada por Jaltepec de Candayoc. Sea por
donación transacción o compra, Jaltepec terminó adquiriendo (e incluso
ampliando) las tierras que dichos documentos podían amparar 5. Los títulos recaen
específicamente sobre las tierras de la ‘ranchería de Jaltepec’ o ‘algodonal’, sobre
‘Tres Islas’6, que actualmente pertenecen al pueblo de Jaltepec de Candayoc.
Indican que las tierras de Candayoc llegaban hasta ‘la otra jurisdicción’, por el
rumbo de Veracruz, que comenzaba en el sitio de Xaltepec Viejo.
1615: testamento del Capitán Juan Chico de Haro, vecino de México, natural de
Cádiz reino de Castilla, hijo de Don Lucas de Haro e Isabel de Mendoza.
Tuvo tres hijos (en segundas nupcias) con Felipa de Valdés: Lucas, Melchor
y Juana. Lucas vivió y murió en Puxmetacán con su esposa, Alaria Cristina,
con quien tuvo a Cristina de Haro y Valdés. Esta a su vez se casó con
Pedro Márquez con quien tuvo a María Márquez de Valdés. María Márquez
de Valdés es, entonces, nieta de Lucas de Haro y Valdés.
1741: el Alcalde Mayor de Villa Alta indica que Sta. María Suchitepec (en el cual
fue congregado Candayoc por 1590) se hallaba despoblada, quedando en
consecuencia sus tierras abandonadas, y entraban al Real Patrimonio,
disponibles para venta por pregón7.
5
Por lo demás, según declaraciones efectuadas en 1766 por Alonso Benito, Pedro Nicolás
Hernández, Pascual Pérez, todos de Sta. María Puxmetacán, estas tierras ‘re-compradas’, ‘las han
poseído, de inmemorial tiempo a esta parte, los comunes de Puxmetacán, Candayó y Osolotepec,
y las gozan en la actualidad, mucho antes que el Alcalde Mayor Don Joaquín de Padilla hiciese el
reconocimiento de las ...caballerías de los Valdés’.
6
Lugar en el cual termina el trazado de la proyectada carretera federal Zacatepec-Tres Islas.
7
Esta parte de las tierras ubicadas hacia el Sur de Candayoc Viejo (hacia Chuxnaban primitivo
lindero) las compraría el común de Cotzocón, ya en el siglo XIX, por doscientos pesos de oro.
Candayoc no pudo sostener sus títulos, puesto que ya había abandonado su antiguo asentamiento,
y poblado (hasta el presente) la que fuera su ranchería o ‘algodonar’, Jaltepec de Candayoc, tras la
1746-1820: se ventila un pleito entre Puxmetacán y Candayoc, por una parte, y
los de Acatlán y Tutla, por otra. Se le termina dando la razón a Candayoc
‘La Real Audiencia en sentencia definitiva tiene mandado se salve a
Candayoc la posesión de dichas tierras de Axcaltepeque (sic) el Viejo’ (fj.
11), en ‘Superior Despacho de..tres de septiembre’ de 1818.
1797: Otro expediente hallado da cuenta de que el Teniente Coronel Don Sancho
Pisón, Alcalde Mayor de Villa Alta y delegado de Tierras y Agua, fue quien
le había pedido los títulos a Candayoc en 1776, a efecto de ‘arreglar sus
papeles’ en el Juzgado Privativo en México. Estos documentos, para 1797
(más de veinte años después), aún no habían sido devueltos. La Real
Audiencia, como consecuencia, le ordena en dos oportunidades al
Intendente de Oaxaca que los devuelva, sin que de los documentos
aparezca que éste obedeciera. Si aparece con toda claridad el interés del
Intendente de Oaxaca en defender a las partes de Tutla y Acatlán, en
Nexapa, Alcaldía Mayor en la que había colocado a Pascual de Fagoaga 9.
El pleito queda aparentemente suspendido con la Independencia, no sin
que antes se le diera la posesión definitiva a Candayoc.
1891: se produce un pleito con Cotzocón (que años antes había comprado las
tierras que se ‘liberaron’ y entraron al ‘Real Patrimonio’ producto del
despoblamiento de Sta. María Suchitepec, hacia el Sur de Candayoc).
Hacia el rumbo del Sur, se terminan por señalar los linderos de Boca de
Cántaro y Cerro Chiltepec. El pueblo antiguo de Candayoc, ya había sido
abandonado a consecuencia de la epidemia. El agente Municipal de
Jaltepec de Candayoc ya era Juan Garrido, recién llegado de Jalapa,
Veracruz.
1902: En evidente relación con lo anterior, los mismos linderos fijados a raíz del
pleito con Cotzocón aparecen en un mapa levantado por el entonces Oficial
Mayor del Gobierno del Estado, Enrique León. El que aparece como dueño
de la Hacienda de Candayoc, sin embargo, es Leopoldo Bolaños Cacho.
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Se recogió también el título de Tutla e informaciones respecto de Guichicovi.
13
Se indica en dicha constancia que Puxmetacán tiene un título de 123 fojas (no se ha
encontrado).
14
Los problemas agrarios que hasta el día de hoy padece Candayoc derivan, principalmente, de
este ‘extravío’ de títulos, práctica que era muy común en la época.
15
Del lado de Veracruz intervinieron con particular interés los Alemán, con gran presencia en la
zona de Acayucan y Playa Vicente.
1905: Un decreto de Porfirio Díaz sella la suerte del territorio, fijando legalmente
los límites estatales, privando a Candayoc de cerca de 40.000 has 16. (Ver
mapa).
1909: Juan Garrido, quien fuera agente municipal de Candayoc, le vende el predio
Zihualtepec (18.000 has claramente deslindadas) a una compañía
norteamericana (Mexican Land Securities Company). En calidad de gestor
de la misma, tramita la declaración de no haber demasías (terrenos
vacuos), lo que intenta acreditar con los Títulos Primordiales de Candayoc.
En el Archivo de Terrenos Nacionales, consta que se admitieron a
composición las tierras de la Company. Juan Garrido había logrado
demostrar que los ‘títulos primordiales’ existían, pero que no habían sido
devueltos por el Gobierno de Oaxaca tras haberse empleado éstos en el
asunto limítrofe. Asimismo, con bastante habilidad jurídica, hace valer los
títulos de San Juan(ito) Jaltepec Yaveo, mediante lo cual obtiene la
declaración de no existir demasías. No se concreta la posesión de la
Mexican Land Securities Company, porque se oponen los nuevos dueños
del vecino predio de Tutla, otra compañía Norteamericana (ver mapas).
16
La validez de dicho tratado puede aun ser cuestionada, al amparo de las leyes, puesto que fue
un tratado celebrado con anterior a 1910, y hay normas expresas y vigentes, que señalan la
posibilidad de declarar la nulidad de los tratados celebrados con anterioridad a ese año. Más si fue
en claro perjuicio de las legítimas posesiones y títulos de los pueblos de Candayoc, Puxmetacán,
Otzolotepec y Yaveo.
1938: Después de que sus autoridades hayan hecho inutiles viajes al AGN en las
decadas de los veinte y treinta, ya algún tiempo después de la Revolución,
los pueblos de Puxmetacán, Candayoc y Otzolotepec (separadamente, pero
el mismo día) solicitan al Gobierno del Estado, ‘restitución de nuestras
tierras que desde hace mucho tiempo fuimos despojados, por lo que nos
vemos obligados a vender a bajo precio nuestro trabajo, descuidando la
educación de nuestros hijos, por carecer de lo indispensable para subvenir
a nuestras necesidades económicas.- Para el efecto, se servirá usted
disponer se saquen copias de nuestros título, que obran en el Archivo
General de la Nación, ya que los primordiales fueron robados a nuestros
antepasados’. Se publica la Solicitud en el Periódico Oficial, pero no se le
da curso alguno.
1992: El informe elaborado por el Lic. Roberto Olivares Arellano, con fecha 12 de
Noviembre de 1992, emanado de la Oficina de Revisión Técnica y Legal de
la 20 Delegación Agraria señala textualmente que: ‘Fueron examinados los
19
Los linderos del predio Zihualtepec, como los tenia Juan Garrido, están transcritos en la pagina 3
del Convenio, y delimitaban con extrema precisión una superficie de 18.087.18.10 has. La
Comisión del Papaloapan, al parecer quedó insatisfecha con la superficie cuya expropiación fue
decretada inicialmente (18000 hectáreas). Determina unilateralmente (según consta en la pág. 2
del Convenio), y basándose en linderos diferentes a los ya citados de la pagina 3, que en realidad
eran 18,648.93.32 las hectáreas a expropiar. Esta ampliación excede con creces la superficie del
predio Zihualtepec que alguna vez fue propiedad de Juan Garrido L. ¿De dónde se sacó más
tierra? Obviamente que de las personas que vivían en los terrenos aledaños afectadas por la
ampliación. No fueron indemnizados. Creemos que esta ampliación arbitraria e ilegal pudo también
estar a la raíz de muchos de los conflictos que padeció y padece San Juan Jaltepec de Candayoc,
abarcando terrenos desde los cuales fueron expulsados algunos comuneros.
20
El día 10 de enero de 1973, un tal Lic. Pedro Hernández Juárez, actuando en calidad de
apoderado de Nicolás Garrido, acusa recibo de un cheque por $283 496.00. No se levantó acta
respecto de este pago, lo que sí se había hecho tan solo algunos días antes con Nicolás Garrido.
Firman el Lic. Hernández Juárez y el Contador Público Miguel Ortíz Nicolau, autorizando el
‘PÁGUESE’, y no firman el Vocal Ejecutivo y el Vocal Secretario de la Comisión del Papaloapan, a
pesar de constituir las firmas de estos últimos, un aparente requisito para la validez del pago,
puesto que tenían, en esa fecha’ la calidad de representantes legales de la Comisión. Este
abogado, que también trabajó para la Comisión del Papaloapan, actualmente dirige una facción del
PRI que opera en el Estado de Oaxaca. No he podido obtener mayores detalles respecto del
personaje.
expedientes agrarios, no solo los de San Juan Jaltepec de Candayoc, sino
de otros núcleos de población que incluyeran en su radio de 7 kilómetros al
predio de ZIHUALTEPEC, esto con la finalidad de localizar algún Título de
Propiedad expedido a favor del Señor NICOLAS GARRIDO, y el resultado
que se obtuvo es que en ninguno de esos expedientes agrarios corre
agregado Título alguno a nombre del tantas veces mencionado Señor
Nicolás Garrido’. No es raro que no se haya podido encontrar título alguno a
favor de Nicolás Garrido, puesto que nunca lo tuvo. El que haya sido
declarado heredero legítimo de Juan Garrido, no significa que haya entrado
en el dominio del terreno cuya propiedad se reclama.
Hace no muchos años, una autoridad de bienes comunales podía dar la pelea en
materia agraria, con o sin el respaldo de organizaciones. Hoy, sin embargo, se
encuentra en una posición estructuralmente desventajosa para defender los
recursos materiales, espirituales e intelectuales que sus comunidades consideran
propios. Aparte de tener que recorrer los muchos circuitos burocráticos que
corresponden a cada una de las leyes mencionadas (que no son todas las que
afectan seriamente la vida y valores Mixe), deben gastar recursos escasísimos
para contratar abogados, sobornar funcionarios, atender autoridades que los
visitan, etc. El frente externo, aquel en el cual se encuentran con los intereses
mineros, forestales, ganaderos, no es, sin embargo, el único.
Son pocas las comunidades Mixes que no tienen algun problema con sus vecinos.
Los conflictos por tierras y territorio, insertos en el contexto regulatorio de leyes
como las esbozadas, tiende, generación tras generación, a fragmentar a los
pueblos, a los territorios, y generar, en cada vuelta de gobierno, nuevos conflictos
y en mayor número. El caso de Jaltepec, y del Istmo, a lo largo de cinco siglos, lo
demuestra. La lógica legal es fragmentadora por definición. Los pueblos, que
suelen confundir, como muchos, ‘ley’ con ‘justicia’, siguen creyendo en las leyes,
buscando inscribirse en el mito dominante, el del ‘conquistador’. Cada vez que se
emplean las leyes, es como si empleara un martillo que golpea a las comunidades,
trizándolas en pedazos. La lógica legal tiende a cercenar las diversas
posibilidades de convivencia, regimentándo y limitando su potencial riqueza.
Tiende a limitar la complejidad de relaciones posibles, privilegiando valores y
nociones de la persona y de la tierra que son en mucho ajenos a los Mixes.
Hoy, Puxmetacán y Candayoc, pueblos que hasta hace pocos tenían una
estructura de control territorial mancomunada, están peleando por extensiones de
tierra que nunca han sido adecuadamente delimitadas. Leyendo los casos de
siglos, parece que son las mismas tragedias que se repiten, las mismas leyes que
hacen de ‘ring’. Los Mixes, como dije más arriba, han sido más exitosos en ciertos
aspectos. Su territorio fue habitado por españoles, mestizos, negros, turcos, por
gente de diversos orígenes y credos. Ya sea aliándose con ellos, Mixizándolos, o
expulsándolos, han logrado mantener los valores respecto de su territorio, y el
territorio mismo, aunque cada vez más disminuidos.
Propuesta de investigación:
Respecto a los municipios de Cotzocón, Mazatlán y Guichicovi, intentaré
desarrollar un acercamiento interdisciplinario similar al sucintamente desarrollado
más arriba, evitando compartimentar las complejas interacciones y posturas
territoriales en juego. La historia oral y documental, la etnografía, y elementos de
análisis antropológico-jurídicos, juntos, permiten dar una idea concreta de los
conflictos territoriales, así como de las desventajas estructurales con que las
comunidades indígenas se ven obligadas a participar en los mismos.
Considerar el rol de los negociadores indígenas, ya sea los que operan desde la
ciudad, en política y/o en ONG’s (sujetas a presiones económicas que merman la
capacidad de decisión autonómica) o los que operan desde sus comunidades
(sujetos a presiones económicas, políticas e incluso a amenazas de todo tipo
sobre sus vidas), es clave. Ellos constituyen parte de la frontera humana de los
sistemas territoriales, ellos son, por lo tanto, visibles y vulnerables. También son
aquellos que van incidiendo con mayor fuerza en los procesos de cambio de
valores o sentidos de la tierra, retroalimentando, sobre la base de su experiencia
negociadora (en desventaja) y de los resultados de sus gestiones, los valores de
sus comunidades de respaldo. Los negociadores estatales, por otra parte,
ubicados en distintos puntos de su estructura, abundan, en relación con lo
indígena, en aquellas dependencias que son marginales respecto de la misma
(INI). Su posición estructural es ambigua, y de alguna manera, ellos también
inciden en los cambios valóricos estatales.
Creo que un enfoque en las negociaciones por tierras y territorio, podría contribuir
a demostrar la necesidad de crear espacios nuevos y más prácticos para la
resolución de problemas de convivencia. Bajo el imperio de la sobreregulación y
burocracia imperantes en la actualidad, y en el contexto de crecientes presiones
globalizadoras, los indígenas difícilmente pueden negociar en igualdad de
condiciones para hacer valer y proyectar los valores propios respecto del territorio
que pueblan.
El capital financiero e inversión privada sin duda que son claves en el proceso de
globalización que afecta a los Mixes, y podrían contribuir a fortalecer la autonomía
de sus pueblos y comunidades. La autonomía en términos puramente políticos es
una palabra vacía si solo empuja a una mayor mendicidad. La autonomía
financiera, hoy por hoy, es la que más o menos se equipara al difícil concepto de
libertad. Desgraciadamente, los inversionistas suelen ir de la mano con el Estado,
sus leyes y burocracias, lo que vuelve a plantear el problema de las desventajas
estructurales en las negociaciones para la elaboración y gestión de eventuales
proyectos conjuntos.
Le adjunto un intento parcial de entender las dinámicas territoriales del Bajo Mixe.
La información se concentra en torno a Jaltepec de Candayoc, y como verá, es
exhaustiva, producto de un año y medio de tediosas búsquedas. No crea Ud. que
la información se obtuvo desde la comunidad: ellos han sido los primeros
sorprendidos al conocer una historia que les ha sido negada. Y digo negada,
porque cuando las autoridades de Jaltepec intentaron obtener información sobre la
expropiación del predio Zihualtepec, les fue negada, oficialmente, indicandoles
que carecían de ‘interés jurídico’.
Con gusto los podemos compartir, pero me preocupa, por razones que se harán
claras, las exigencias de mi doctorado. No puedo correr el riesgo de que al
momento de publicar mi tésis, los datos originales y la investigación ya sean de
dominio público. Sé que encontraremos una manera de conjugar los esfuerzos.
Tampoco he incorporado todos los elementos etnográficos que han surgido de una
intensa convivencia con Jaltepec y algunos de sus vecinos. Los conflictos
pendientes aconsejan también una dosis generosa de prudencia, en pro de la
protección de los informantes, tanto de aquellos provenientes de la esfera estatal,
como de aquellos provenientes de las comunidades Mixes.
Agrego estos comentarios, porque este trabajo es parte de mi tésis, la cual Ud. me
ha convencido debo terminar lo antes posible a fin de integrarme como
investigador al proyecto que Ud. en parte dirige. Le ruego, por lo tanto, me ayude
a encontrar los caminos que permitan coadyuvar a la realización del proyecto en
cuestión, sin perjudicar mis perspectivas académicas.
Atentamente,
Alonso Barros