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INSTITUTO TECNOLOGICO DE

COMITANCILLO

INGENIERO: EDGARDO HERNANDEZ TOLEDO

NOMBRE DEL ALUMNO: ADÁN ALAIN MARTÍNEZ BERNAL

NUMERO DE CONTROL: 21710117

ASIGNATURA: MECANIZACIÓN AGROPECUARIA

UNIDAD II: EFECTO DE LA MAQUINARIA EN EL SUELO

2.1 EL PERFIL DEL SUELO (TIPOS DE SUELO)

2.2 EL POTENCIAL PRODUCTIVO DE LOS SUELOS

2.3 LECHO A CAMA DE SIEMBRA

2.4 EL DRENAJE DE LOS SUELOS

2.5 COMPACTACIÓN

2.6 EROSIÓN

2.7 DESERTIZACIÓN

CARRERA: AGRONOMIA

MODALIDAD: ESCOLARIZADA

GRUPO: 3A

2.1 EL PERFIL DEL SUELO (TIPOS DE SUELOS)


El perfil de un suelo es la ordenación vertical de todos sus horizontes hasta la roca
madre. Los horizontes o niveles son capas que se desarrollan en el seno del suelo
y que presentan, cada uno de ellos, características diferentes.
En un suelo maduro se pueden distinguir bien los niveles u horizontes, que
permiten su clasificación y estudio. Los principales horizontes son:
Horizonte A de lixiviado. Contiene
pocas sales minerales, ya que son
arrastradas hacia abajo por las
aguas al infiltrarse. En él se
encuentran las raíces de la mayoría
de las plantas y se divide, a su vez,
en varios estratos. Suele ser oscuro
y rico en humus.
Horizonte B de precipitación
(denominado también subsuelo).
Tiene color claro por su pobreza en
humus. Presenta una acumulación
de sales de calcio, aluminio o hierro
procedentes de los niveles superiores.
Horizonte C. Formado por fragmentos procedentes de la meteorización mecánica
y/o química de la roca madre subyacente.
Roca madre. Material original sobre el que se desarrolla el suelo. La roca madre
puede ser una roca dura, compacta e impermeable, una roca blanda o materiales
sueltos.

Perfil de suelo
Para concluir con este tema vamos a conocer los perfiles de suelo.
El perfil del suelo es la ordenación vertical de todos los horizontes.
¿Qué son los horizontes del suelo?
Se denomina horizontes del suelo a una serie de niveles horizontales que se
desarrollan en el interior de este y que presentan diferentes caracteres de
composición, textura, adherencia, etc.
Claración: el Horizonte 0, puede considerarse
como la "Capa superficial del horizonte A".
Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres
horizontes fundamentales que desde la superficie hacia abajo son:

Tipos de suelos
Existen diversos tipos de suelo, cada uno fruto de procesos distintos de formación,
fruto de la sedimentación, la deposición eólica, la meteorización y los residuos
orgánicos. Pueden clasificarse de acuerdo a dos distintos criterios, que son:
Según su estructura. Podemos hablar de:
 Suelos arenosos. Incapaces de retener el agua, son escasos en materia
orgánica y por lo tanto poco fértiles.
 Suelos calizos. Abundan en minerales calcáreos y por lo tanto en sales, lo
cual les confiere dureza, aridez y color blanquecino.
 Suelos humíferos. De tierra negra, en ellos abunda la materia orgánica en
descomposición y retienen muy bien el agua, siendo muy fértiles.
 Suelos arcillosos. Compuestos por finos granos amarillentos que retienen
muy bien el agua, por lo que suelen inundarse con facilidad.
 Suelos pedregosos. Compuestos por rocas de distintos tamaños, son muy
porosos y no retienen en nada el agua.
 Suelos mixtos. Suelos mezclados, por lo general entre arenosos y
arcillosos.
Según sus características físicas. Podemos hablar de:
 Litosoles. Capas delgadas de suelo de hasta 10cm de profundidad, con
vegetación muy baja y también llamado “leptosoles”.
 Cambisoles. Suelos jóvenes con acumulación inicial de arcillas.
 Luvisoles. Suelos arcillosos con una saturación de bases del 50% o
superior.
 Acrisoles. Otro tipo de suelo arcilloso, con saturación de bases inferior
al 50%.
 Gleysoles. Suelos de presencia de agua constante o casi constante.
 Fluvisoles. Suelos jóvenes de depósitos fluviales, por lo general ricos
en calcios.
 Rendzina. Suelos ricos en materia orgánica sobre piedra caliza.
 Vertisoles. Suelos arcillosos y negros, ubicados cerca de
escurrimientos y pendientes rocosas.

2.2 EL PONTENCIAL PRODUCTIVO DE LOS SUELOS


La fertilidad es la capacidad inherente de un suelo para proporcionar nutrientes en
cantidades y proporciones adecuadas, mientras que la
productividad del suelo es un término más amplio que se
refiere a la capacidad del mismo para producir cultivos
(Brady, 1974).
Los principales factores de la productividad del suelo son
la materia orgánica (incluyendo la biomasa microbiana),
la textura del suelo, la estructura, la profundidad, el
contenido de nutrientes, la capacidad de almacenamiento
de agua, la reacción a los elementos tóxicos y su
ausencia. Una breve descripción podría indicar que la
productividad del suelo depende de características físicas, hídricas, químicas y
biológicas y de sus interacciones.
Es posible conocer el crecimiento y el desarrollo de la parte aérea de las plantas
observándolas y midiéndolas. Sin embargo, sabemos menos sobre lo que ocurre
debajo la superficie en el ecosistema del suelo del cual las raíces son importantes
constituyentes. Para cumplir sin problemas todos los ciclos del crecimiento a la
madurez, las plantas necesitan que el agua pase a través de las raíces, desde el
suelo hasta la atmósfera.
La Lámina 28 muestra la longitud relativa de las raíces con respecto a las partes
aéreas. Las raíces más pequeñas y las barbas absorbentes también constituyen
una parte importante de cualquier sistema radicular pero no son fácilmente
visibles.

2.3 LECHO A CAMA DE SIEMBRA.


La preparación de la tierra para la siembra
fija el entorno para el crecimiento y
desarrollo óptimo a lo largo de la época de
crecimiento del cultivo y en última instancia
tiene un impacto crucial en el potencial
productivo. Este artículo revisa como
gestionar adecuadamente aspectos tales
como el momento idóneo para comenzar la
preparación del lecho de siembra, como
minimizar la compactación y algunos
consejos de labranza para optimizar la
cantidad de plantas nacidas y la
rentabilidad.
Determinando cuando están los suelos preparados.
De cara a preparar las tierras, proponemos un método rápido para evaluar si con
precisión si el suelo se encuentra en su punto para comenzar con el laboreo previo
a la siembra. Con una palita o escardillo escarbe hasta 8 o 10 cm de profundidad
(aproximadamente la palma de la mano). Tome un puñado de tierra removida y
apriétela.
Los suelos estarán demasiado empapados si cualquiera de las siguientes cosas
ocurre: ¿Está muy pegajoso? ¿Puede hacer usted una bola con la tierra y que
mantenga la forma? ¿Forma una lámina de tierra cuando aprieta esa bola entre su
pulgar y el resto de los dedos? (tal y como se muestra en la imagen adjunta).
Los suelos, en los primeros 8 a 10 cm deberían estar lo suficientemente secos
como para no formar láminas con una compresión normal entre sus dedos. Los
suelos que se encuentran en perfectas condiciones para la preparación del lecho
de siembra deberían desmoronarse entre los dedos y tener un buen tempero.
Estas cualidades optimizarán el crecimiento precoz y minimizarán la compactación
del suelo.
Las condiciones de humedad del suelo pueden variar en el periodo que va de la
preparación del lecho de siembra a la época en la que, de hecho, comienza a
sembrarse. Si el suelo se satura de agua, sea paciente y espere a que pierda la
humedad. Intente labrar los suelos lo más cerca de las fechas de siembre posible.
La siembra en suelos con condiciones muy húmedas, o saturados de agua,
provocarán terrones de mayor tamaño, así como compactaciones laterales
provocadas por los aperos. Este tipo de compactación puede provocar una
nascencia desigual. Además, el suelo apelmazado constriñe los sistemas
radiculares del maíz o cualquier otra planta. Unas raíces poco desarrolladas
reducen la capacidad de la planta para buscar humedad y nutrientes,
disminuyendo el rendimiento potencial.

2.4 EL DRENAJE DE LOS SUELOS AGRÍCOLAS


La acumulación de agua en el
suelo y formación de freáticas
superficiales, pueden tener varias
causas: Que se genere
directamente en el lugar, proceder
de zonas topográficamente más
altas, o por influencia de la presión
artesiana provenientes de
acuíferos profundos. Cualquiera
sea su origen, el efecto es
resalinización (ascenso de sales
por capilaridad), asfixia radicular,
intoxicación por sales, (Cloruros,
Boro), lo cual produce fallas en el
crecimiento, bajo vigor,
amarillamiento de hojas, disminución de los rendimientos y en casos extremos,
pérdidas del cultivo. Ante estas condiciones se debe recurrir a la acción
beneficiosa del drenaje artificial que permite controlar el exceso de agua
deprimiendo los niveles freáticos. Asimismo, facilitar la remoción de sales y
devuelven la productividad a tierras potencialmente fértiles que se encuentran
marginadas del proceso productivo.

2.5 COMPACTACIÓN
La compactación del suelo produce un aumento en su densidad (densidad
aparente), aumenta su resistencia mecánica, destruye y debilita su estructuración.
Todo esto hace disminuir la porosidad total y la macroporosidad (porosidad de
aireación) del suelo. Los efectos que la compactación produce se traducen en un
menor desarrollo del sistema radical de las plantas y, por lo tanto, un menor
desarrollo de la planta en su conjunto, lo que provoca una menor producción.
De los factores mencionados, son dos los que van a tener un efecto directo sobre
el crecimiento de las raíces y estos son:
 Aumento de la resistencia mecánica del suelo.
 Disminución de la macroporosidad del suelo.
El aumento de la resistencia mecánica del suelo va a restringir el crecimiento de
las raíces a espacios de menor resistencia, tales como los que se ubican entre las
estructuras (terrones), en cavidades formadas por la fauna del suelo (lombrices) y
en espacios que se producen por la descomposición de restos orgánicos gruesos
(raíces muertas).
Esta situación va a producir un patrón de crecimiento característico de raíces
aplanadas, ubicadas en fisuras del suelo, con una escasa exploración del volumen
total del suelo.
La disminución de la macroporosidad del suelo va a producir una baja capacidad
de aireación y oxigenación del suelo, lo que va a producir una disminución de la
actividad de las raíces y, consecuentemente, un menor crecimiento de éstas, un
menor volumen de suelo explorado, una menor absorción de agua y nutrientes,
este efecto se agrava cuando se riega en forma excesiva, llegando a producirse la
muerte de las raíces por asfixia, esto debido a que los escasos macroporos que
pueden airear el suelo van a permanecer llenos de agua gran parte del tiempo.
La erosión del suelo es el proceso de desgaste de la superficie terrestre como
consecuencia del impacto de acciones geológicas (como las corrientes de agua o
de deshielos), climáticas (como las lluvias o los vientos intensos) o por la actividad
del ser humano (como la agricultura, la deforestación, expansión de las ciudades,
entre otros).
La erosión del suelo es un fenómeno discontinuo y lento que consiste en la
movilización de desprendimientos de la superficie y que, a largo plazo, genera
cambios en el aspecto del terreno. Existen casos en que la erosión ocurre de
manera acelerada por causa de las catástrofes naturales o el accionar humano
desmedido, lo que provoca la degradación del suelo con pérdida de la materia
orgánica y de los minerales.

2.6 EROSIÓN
La erosión hídrica se produce por el paso del flujo de agua.
Existen tres tipos principales de erosión natural del suelo:
 La erosión hídrica. Se produce por el
paso del flujo de agua que puede ser
pluvial o fluvial.
 La erosión eólica. Se produce por el
viento que sopla con fuerza.
 La erosión gravitatoria. Se produce
por acción de la gravedad ante la
caída de rocas o el deshielo de
glaciares, desde lo alto de una ladera.
Existe otro tipo de erosión del suelo que
ocurre de manera más acelerada:
 La erosión antrópica. Se produce
por la actividad humana que impacta
en el desgaste y en el deterioro del suelo como, por ejemplo, la agricultura
intensiva, la deforestación, la construcción de canales y de rutas, la
ampliación de las zonas urbanas, la cría de ganado intensivo, la minería,
entre las principales.
Causas de la erosión del suelo.
El golpe del viento contra el suelo desprende
partículas y restos de la superficie. Las causas
de la erosión del suelo pueden ser diversas y
entre las principales se destacan:
 El movimiento del agua. En forma de
lluvias, de ríos o de corrientes marinas,
el agua golpea contra el suelo y
desprende parte de la superficie, que es
arrastrada por la corriente.
 El movimiento del viento. El golpe de
los fuertes vientos contra el suelo,
desprende partículas y restos de la superficie (en forma de polvo, de arena
o de rocas) y los traslada.
 El movimiento de rocas y glaciares. El desprendimiento de hielo en los
glaciares o de rocas que descienden desde lo alto de una ladera, provoca
desgaste o grietas a su paso.
 La exposición a temperaturas extremas. Las condiciones climáticas de
extremo calor o frío que se manifiestan durante un tiempo prolongado,
alteran la superficie del suelo y provocan grietas o rupturas que facilitan su
desgaste.
 El uso y abuso de la tierra por parte del humano. La actividad humana
desmedida, como la agricultura intensiva o la construcción de zonas
urbanas, provoca el deterioro del suelo, en muchos casos, con daños
irreversibles.

2.7 DESERTIZACIÓN
La desertización es un proceso natural en el que una zona varía de húmeda a
desértica, sin la intervención humana. Puede haber varias causas, como factores
astronómicos, geomorfológicos o dinámicos. Como ejemplo tenemos el Sahara
que hace miles de años era una sábana y en la actualidad es una zona desértica.
La desertificación es un proceso en el que una zona fértil pierde su potencial de
producción debido a la intervención humana. Las causas son erosión del suelo,
falta de agua y destrucción de la cubierta vegetal. Sucede como consecuencia de
exceso de cultivos, pastoreo o deforestación.

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