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las drogas, es todo lo contrario a lo que proponía la guerra contra las drogas en el pasado, el
se tratase de un asunto de orden público, era su deber combatirlo con mano dura. Se plantea
a las drogas como un problema de orden publico que afecta directamente a la productividad
de los trabajadores, caso visto en el siglo XIX con las famosas guerras del opio, que,
los chinos frente a la codeína. Si nos guiamos por un principio liberal, por un orden natural
del mundo, el trabajador es educado para trabajar desde que nace y su función es ejercer el
papel manufacturero, una persona bajo el Estado de sustancias es incapaz de cumplir con
En ese rumbo de ideas, en donde el estado no debe ejercer directamente en los asuntos
debe encargarse de luchar directamente con la existencia del mercado de las drogas, pues
esto solo genera que se fortalezca al intentar reducir la demanda, suben precios, adquieren
Smith debe encargarse del bien común, preocuparse por mantener el contrato social y ¿Qué
tanto se desvanece el contrato por la existencia del mercado de las drogas? El gobierno no
2. ¿Cuál debe ser el papel del estado frente al mercado de las drogas? ¿Por qué no
Consideramos que el papel del Estado frente al mercado de las drogas en el siglo XXI debe
que esto no ha ayudado y lo único que ha hecho es generar victimas y más pobreza en
países latinoamericanos. Petro ha observado que existen una serie de variables que
considera que afecta a la regulación de la oferta y la demanda, para comprender mucho más
a fondo el concepto guiémonos por el Laissez-faire (dejar hacer) para la escuela clásica,
específicamente para Sir Dudley North el problema de dejar hacer es que existía el riesgo
reguladora el mercado concebía otros fines reguladores sobre los excedentes, en ese
contexto, existe la mano invisible, una fuerza que es capaz de regular las intenciones del
mercado sobre la demanda y la oferta, de algún modo, entonces; ¿el estado pretendería
Permite proponer unas dudas que nos remiten a una economía de la guerra que tiene una
mano invisible sobre la posesión de los capitales del estado y su incompetencia para
intervenir en una crisis que parece ser más de salud pública que de orden público. Un
estado que gasta en la guerra tiene que no invertir sus excedentes en otros problemas en lo