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CLINICA II

Temas: Winnicott Consulta Terapéutica. Juego. Objeto transicional. Fort Da. Patologías del juego.
Patologías graves de la infancia.

El otro día vimos el tema de las indicaciones, ciertas concepciones en relación a la transferencia, y
terminó el teórico con la afirmación: “el psicoanálisis es una creación y el desarrollo del
psicoanálisis se va a pensar siempre en términos de novedad y de creación”.
Primero esto que yo intento transmitirles permanentemente es el valor de uso que tiene el
Psicoanálisis y que, a veces, un analista hace cosas que no son análisis estricto pero que
únicamente un psicoanalista las puede hacer.
Si bien la idea más presente en todos, es que lo que hace un analista es análisis, esa afirmación
tiene que ver con la postura de Winnicott, donde lo que va preponderantemente adelante en la
teoría de Winnicott es la idea de invención, creación y eso se despliega también al espacio intra
analítico. Para él, el análisis es un espacio, no solamente de descubrimiento, sino de creación. En
la época de las grandes controversias: los kleinianos y los anafreudianos estaban en una disputa
para ver de qué lado se adscribía o bajo qué representaciones se adscribía lo que era y lo que no
era el Psicoanálisis.
Winnicott en ese momento tiene una posición llamativa, bastante consistente con la teoría que
desarrolla, porque se mantuvo al margen de esas disputas y propugnaba en relación a ese conflicto
tan importante, la posibilidad de reinventar el psicoanálisis. Él le escribe una carta a Klein, que le
dice algo así como “deje que sus discípulos piensen con su cabeza, estoy cansado de escuchar
palabras de otros, palabras suyas, estoy cansado de escuchar siempre lo mismo y a su vez
escuchar siempre lo mismo alejaría al Psicoanálisis de esa posibilidad de creación de
invención”. La repetición de la repetición tiene esa consecuencia y la consecuencia última eso que
yo les decía el otro dia, que en todo caso, el Psicoanálisis es para que lo usen los pacientes, no
para afirmar una posición del analista.
Para concluir la unidad que vimos, les voy a mencionar uno de los dispositivos que creó Winnicott
fue un dispositivo de atención denominado consulta terapéutica. Vimos en términos de cómo se
define un tratamiento, las entrevistas preliminares, dirección del tratamiento, modulación de la
forma en que se va a llevar ese dispositivo adelante, aquí esos pasos se obvian.
¿Por qué se obvian? Primero por una razón en el momento en el cual se instaura, la consulta
terapéutica Winnicott la empieza a hacer en los bombardeos sobre Londres, el tuvo una actuación
muy destacada en los bombardeos sobre Londres porque el trabajo mucho en discriminar quiénes
se refugiaban por fuera de las ciudades y también ayudaba a determinar que niños podían
separarse de sus familiares. El problema que se encuentra Winnicott es que hay pacientes que
viven muy lejos de Londres y pensar un análisis ordinario era imposible porque eso implica una
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frecuencia, un tiempo que era irrealizable. Ahí es donde inventa esta cuestión y da algunas
precisiones:
Para hacer una consulta terapéutica hay que tener la suficiente experiencia en el propio análisis.
En vez de esperar que la transferencia se despliegue, hay que precipitarla, hay que crear una
expectativa sobre la figura del analista.
Cada consulta terapéutica es única, no se puede someter a una técnica en particular, tiene que
haber una preparación del consultante frente a esa consulta y lo que se va a intentar es captar en el
desarrollo de esa consulta cuál es el conflicto central del sujeto en ese momento.
Recuerdan que vimos en términos de tiempo, el tiempo de la interpretación, el tiempo de
elaboración, eso lo vimos pensado en términos de que no todo lo que se diga entra en elaboración,
no por enunciar algo hay algo que se moviliza.
Este dispositivito es como una concentración de la movilización del paciente en relación a la
figura del analista y el analista haciendo un trabajo incisivo, intentando visualizar junto con ese
paciente su conflictiva central.
Imagínense que el gran interrogante es cuan efectivo podría ser eso o qué sentido tendría hacer
eso. Lo que plantea Winnicott es que el riesgo de perjuicio es mínimo, que vale la pena intentarlo
porque probablemente con lo que se resuelve, en ese tipo de consultas, puede evitar a un niño de
dificultades mayores.
Eso a mí me hace pensar mucho en lo que decía Freud, sobre las construcciones, cuando se le
cuestionaba la idea de construcción, y cuan apresurada podría ser o cuan desacertada podría ser la
construcción, lo que él contestaba es, a lo sumo se pierde el tiempo. Si uno ha dado en el clavo eso
va a producir un material que va a, conllevar a romper con esas resistencias que estaban
instaladas, entonces vale la pena intentarlo.
La otra cuestión que plantea es que la consulta terapéutica debe estar conducida por un analista
experto, ahí uno podría hacer inferencia que esa acumulación de análisis ordinarios le permitiría
aproximarse a ese material de esa forma tan apresurada.
Por supuesto que ahí contribuye cómo se presenta esa consulta y como es precipitada por quienes
acompañan la consulta, ubicando un lugar que se construye con el correr de la sesión. Todo esto
en una sola consulta y con diversas modalidades de desarrollo, desde técnica de garabato a
comunicación verbal.
Lo que va a plantear es que estas consultas terapéuticas tienen una masividad y una intensidad que
permitirían acercar a este paciente a visualizar de qué conflicto se trata y que el resto entre en
elaboración a posteriori.
¿Qué efecto se pueden leer de las consultas terapéuticas? Winnicott hace algún seguimiento a
distancia, va recogiendo los datos a través de los familiares de los niños y ver qué efecto produjo.

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En la bibliografía van a ver el riesgo que él corre, con el tipo de señalamientos que va haciendo.
Creo que hay un texto que muestra toda una consulta terapéutica y como se ve que él toma
nociones de saber acumulado, en relación a su experiencia previa y lo vuelca de una manera, yo
diría que no lo puede hacer el común de los mortales, la destreza se pone de manifiesto.
Quiero poner de relieve es como de herramientas acumuladas por el proceso de acumulación de la
teoría analítica, él inventa algo que no tiene nada que ver con el análisis, así como se pensaba
antes de esto.
El desafío ahí es ver cómo se ponen en función de las necesidades, en ese momento de la
necesidad producto de la segunda guerra, como se pone a trabajar el psicoanálisis en relación a la
necesidad que uno tiene que atender. Porque a veces y en determinadas circunstancias, lo que
intentamos hacer todos es acomodar lo que recibimos a los lugares donde mayor seguridad
tenemos. Podemos decir, siguiendo a Winnicott: “si un paciente no necesita análisis, yo hago
otra cosa, si necesita analizo, si el paciente necesita otra cosa, hago otra cosa”.
En ese sentido, el desafío que nos plantea Winnicott es: cómo inventamos sin hacer cualquier cosa
o, cómo inventamos con lo preexistente y, como lo preexistente, se pone en relación con lo que
tenemos que recibir.
Para Winnicott el Psicoanálisis es como el juego. Ahora vamos a ver como conceptualiza el
análisis y qué concepciones van a aparecer en relación al juego.
La primera distinción es que cuando habla del juego, no habla de juego, sino de jugar y más que
del jugar habla de jugando, usa el gerundio, lo que implica que el jugar es una producción que ya
está sucediendo, y que sucede permanentemente.
En ese caso si distingue, el jugar del jugando, de lo que sería un juego reglado, lo que en ingles
quiere decir game. Lo que dice es que fundamentalmente la creación está más vinculada con eso
que se está produciendo. Y que el sujeto inventa, produce con esa dimensión del jugando.
Lo que dice es que la psicoterapia es la relación de dos zonas de juego. Hay una zona de juego que
es la del terapeuta y otra zona de juego que es la del paciente y en la intersección de esas dos
zonas de juego es donde se produce la transferencia.
En “Realidad y juego” dice: “la psicoterapia se da en la superposición de dos zonas de juego, la
del paciente, la del terapeuta, esta relación con las dos personas, es la relación de dos personas
que juegan juntas”. Y la consecuencia más seria que trae esta concepción es que “si el paciente
no puede jugar, hay que conducirlo a que eso se produzca”, es decir, sería el aspecto central del
análisis, llevarlo a que el paciente pueda producir ese jugar.
De dónde saca esto este hombre? Para Klein el juego era la técnica, era el sustituto de la
asociación libre, para Winnicott el jugar es el motor de la constitución subjetiva, no hay otra cosa
más importante en la constitución subjetiva que la producción de un jugar. Winnicott va a decir

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que esa condición del jugar tiene que tener su basamento central en cómo se vincula la relación de
un bebé con su madre.
Hay mucha crítica hacia Winnicott, diciendo que lo que hace es maternalizar la relación analítica,
que es como una gran madre. Yo no estoy de acuerdo me parece que es una crítica injusta. Vamos
a ver cómo piensa los procesos de subjetivación y cómo los piensa directamente con la posibilidad
de jugar.
El dice: “los bebes no existen”, qué quiere decir? dice el infans, el neonato no existe sino es en
relación a lo que el llámame ambiente o denomina “madre suficientemente buena” o “madre
devota”.
Que sea “suficientemente buena” es aquella que puede en ese momento de locura, que significa la
maternidad, adaptarse a las necesidades del niño. Qué quiere decir “adaptarse a las necesidades
del niño”? ofrecer la continuidad necesaria para que ese niño exista.
Es condición de la madre suficientemente buena, que el niño, en el encuentro con ese ambiente, se
disponga a crear. Dice algo así como, en realidad el pecho no existe como tal, sino que es una
creación del niño. Tiene que estar esa posición de madre suficientemente buena para que el niño se
disponga a crear el pecho y produzca ese encuentro.
Ahora bien, el primer momento es de continuidad, ahí no hay madre y no hay niño, hay una
continuidad producto de esa máxima adaptación de la “madre suficientemente buena” hacia el
niño. Va a decir que si esa adaptación a ese niño está bien, hay un primer momento de
estructuración que se cumple. Y va a trabajar qué es lo que le da existencia a los niños, si antes
decía “los niños no existen”, qué es lo que les da existencia a los niños?.
Entonces va a tomar esta función y la va a desdoblar: una cosa es cuando fracasa y otra cosa es
cuando falla. Cuando fracasa, va a estar comprometida la constitución subjetiva. Cuando falla,
está presente pero falla, dice que tendría que fallar por estructura, lo que se va a empezar a
desprender es lo que esta trabajado en términos de frustración. Aquello que era pura gratificación
de aproximarse a cubrir ahí donde el niño necesita de la función para crear, con el comienzo de
cierta falla de la función y producto de esa frustración, lo que empieza a producirse es lo que
Winnicott plantea en términos de cierta independencia relativa. Podemos decir hay fusión y por
frustración hay un camino a la independencia relativa.
Una madre falla, por estructura va a fallar, pero mientras encarne esa función, mientras no fracase
va a permitir que se cree esa área de creación. De esa área de creación se desprende un concepto
que es el de objeto transicional.
Ahí cuando empieza a fallar la función, ese espacio de ilusión empieza a tener encuentro con esa
falla y se empieza a introducir algo de la realidad de esta falla, que impone al psiquismo en
constitución algún tipo de procesamiento.

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Si hay fracaso, no hay separación, porque para que algo se pueda separar, tiene que haber estado
juntos en algún momento.
Uno podría decir que acá en la psicopatología winnicottiana estarían las patologías más graves,
aquellas que tienen que ver directamente con la función. En ese camino a la independencia
relativa, se va creando un espacio intermediario y un objeto particular que acompaña a ese proceso
de separación progresiva. Esa salida de la fusión está acompañada por un objeto, que no es un
símbolo, es decir, no representa nada, que solamente acompaña al niño a ese desprendimiento
progresivo de la madre.
Entonces acá vamos a poner: objeto transicional o lo que Winnicott trabaja en términos de
espacios transicionales. Si bien son observables los objetos transicionales, pueden ver a bebés que
son acompañados por diversos objetos, o simplemente con alguna particularidad de su cuna. Dice
Winnicott, las madres son bastante sabias en ese sentido porque aunque este sucio y babeado
generalmente no lo lavan. Es decir, ese objeto transicional tiene como una continuidad, que
siempre en Winnicott, está vinculado con una continuidad de existir.
Se pregunta permanentemente cómo hace un sujeto para tener esa continuidad de existir y cómo el
objeto transicional lo que hace es permitir a ese bebé tener la continuidad de existir, a pesar de la
progresiva separación por frustración de su madre.
Entonces no simboliza nada, es simplemente un objeto que acompaña y dice algo curioso: ese
objeto no se duela, cae como tal y no se produce ningún duelo. Así como se instaura, cae en un
momento, y lo que si produce a partir de la caída y a caballo del objeto transicional, un camino
hacia la independencia. Digamos el lo que dice es después de caído el objeto transicional se da un
camino a cierta independencia: ahí el niño existe como tal.
En ese espacio transicional, va a poner el apoyo para pensar toda su teoría del juego. Ciertas
condiciones tienen que estar dadas para que la invención, para que la creación, se produzca. En
ese sentido, vuelve sobre esta idea del terapeuta y el paciente, donde sino se instala esa idea de
zonas de juego, lo que se produce es otra cosa, no es análisis. Insisto con esto, para él el análisis es
descubrimiento e invención.
Entonces, ahí lo que dice Winnicott es: no que los niños producen juego, sino que el jugar
produce niños, que es diferente.
No hay nada de lo que se produzca en la constitución de un niño, diría en la constitución de
cualquier sujeto, porque todos alguna vez fuimos niños, no hay nada en la constitución de un niño
que no se espejo en el jugar, que no pueda ser relevado en el jugar, será de perogrullo, pero
generalmente, cuando un niño no juega es que algo muy grave le pasa. Lo más habitual es que esté
enfermo orgánicamente, o si no hay enfermedad orgánica le pasa algo muy serio en relación a este
proceso de constitución. Ahora vamos a pensar la constitución en estos términos.

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Cómo se puede ir situando la constitución de un niño en términos de juego. El juego que más
conocen es el Fort Da.
En principio lo que produce el Fort Da es simbolización, pero si uno lee “Más allá del principio
del placer” con más detenimiento, uno ve, vieron que está preocupado por el tema de la repetición
ahí Freud, y de visualizar qué es lo que está más allá del principio del placer. En el Fort Da, que
no es el ejemplo más taxativo de la existencia del “más allá”, lo que va a estar puesto en juego,
con mucha importancia en Freud, es la repetición del juego. Es un juego que se repite, pero que no
se repite idénticamente, es decir que hay un momento que es repetición de lo traumático, la
primera parte del juego Freud decía, tira el carretel, tira el carretel, tira el carretel, qué hace que un
niño vuelva a insistir con aquello que le es doloroso, esa es la parte que se repite aquello que el
niño no puede tolerar.
Pero hay una segunda parte, donde se organiza el pasaje de la pasividad a la actividad, donde
Freud dice que se da una recuperación, de una ganancia de placer ahí. Uno podría decir, que esa
combinación de ese segundo momento es que el proceso de elaboración de eso traumático se
produce y a partir de ese proceso de elaboración de lo traumático que se produce, aparece la
simbolización.
¿Qué quiere decir aparece la simbolización? Ahí alguien puede jugar a separarse y jugando a
separarse tolera la separación. Lo que se vuelve intolerable jugando, lo que hace el niño es tolerar
eso que antes era intolerable.
Entonces ahí, apoyados en esta concepción freudiana, podemos decir que “el jugar” es una
práctica que genera representaciones, es una práctica significante. Esto implica ciertas
adquisiciones logradas del niño, que alcance a simbolizar quiere decir que hay un aparato psíquico
funcionando. Vamos a analizar la producción del niño a partir del jugar, anterior al Fort Da.
La primera idea que vamos a trabajar es que el bebé no es pasivo, en combinación con que desde
el lado de la función materna, tiene que haber material del cual el niño pueda apropiarse. Este
material se puede encontrar de diversas maneras, desde cómo define Winnicott la función
materna, esto de los tres anclajes de la función materna, y también extendido eso a que el material,
del cual se nutre la constitución del niño, es un material significante.
Entonces el primer aspecto es ¿cómo hace un bebé, con lo que tiene, para extraer los materiales
necesarios, para comenzar este proceso de constitución? es necesario que el material esté y es
necesario que el niño lo vaya extrayendo. Tanto una posición como la otra, hace que esta
constitución esté perturbada de alguna forma: que el material esté pero falta quien lo extraiga o no
se puede producir esa actividad de extracción como práctica vinculada con el jugar o, puede ser
que no haya nada para ofrecer.
Este polo tan extremo, de que no haya práctica de extracción, yo le he visto en afectaciones
orgánicas muy graves, digamos que la perturbación, en términos de espontaneidad, sea tan grande
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que la práctica extractiva de significantes está casi anulada, sino generalmente algún tipo de
extracción hay.
Si he visto, la ausencia de material, con mayor frecuencia, o un material que tenía tanto contenido
tóxico que era imposible la extracción. Una mamá me decía, para ejemplificar esto, que su hijo le
había causado tanta impresión desde que había nacido, que ella en vez de llamarlo por su nombre
le decía “el vampirito”. Pero, por qué le decía el vampirito? Parece que cuando se amamantaba lo
que hacía, era destruirle las tetas, las destruía de una forma tremenda, entonces lo que ella me
decía, el chico tenía una psicosis gravísima, me decía, en vez de leche, tomó sangre. Entonces más
que ofrecer el cuerpo para nutrir, lo que ella sentía que ese niño, es lo que ella sentía digamos, no
hay que reírse de lo que ella sentía, sentía que el bebe lo que hacía era destruirla, no era un
instrumento de alimentación de ese niño y este era el material altamente tóxico. Que, frente a esta
cuestión constitucional, de cómo el bebé se había apropiado del espacio materno, eso se
transformaba en un espacio en donde no se podía construir nada. Entonces ahí se veía como estaba
vulnerada esa función esa que les digo, de máxima adaptación o madre suficientemente buena.
Les decía que es, en esa combinación que el jugar se hace posible.
Lo que plantea Ricardo Rodulfo en relación a este primer jugar es lo siguiente: que lo primero que
tiene que propiciarse es producir superficie con la madre. Un niño muy pequeño, que uno ve
desorganizado, rápidamente se organiza cuando la madre lo apoya o lo recibe, rápidamente vuelve
a organizar su cuerpo, es como si el cuerpo de la madre le diera su contorno. Entonces ahí vamos a
ver como esa función del contorno, lo que hace es producir cuerpo.
El cuerpo no es algo que tenemos desde siempre. Cuando nacemos tenemos un organismo, que si
tenemos suerte, está lo más sano posible, el cuerpo es una adquisición mucho más alta que implica
ese proceso progresivo de erogenizacion. En ese proceso progresivo de erogenizacion, lo que dice
Rodulfo que lo que se juega, como primera herramienta de construcción de la subjetividad, es el
juego de hacer superficie.
Esa superficie está hecha de diversos materiales, está hecho de caricias, de productos, de propios
productos, de productos extraídos de la madre y está hecho de palabras. En esta etapa se ve con
claridad, como cualquier tipo de embadurnamiento que el niño produzca sobre su cuerpo, es
resistida la limpieza, los mocos los tiene pegados, uno le saca los mocos y lo que hacen es
empezar a llorar o uno los va a bañar y eso que funciona como superficie, con la limpieza los
chicos se angustian, se desorganizan. Es como si uno les sacara la piel, esa piel producida por
embadurnamiento.
Yo tengo una cuñada, que lo que hacía con mi sobrino, yo siempre vi criar niños, lo que hacía, era
le daba de comer y le pasaba un repasador, es decir cómo que no toleraba que el poquito de papilla
que tenía quedara en su boca, yo le daba toda la perorata “déjalo, está construyendo”. Lo que me

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di cuenta es que la niñita después esperaba el repasador, es decir, ahí la superficie se hacía de otra
manera, es decir, ese repasador implicaba también hacer superficie.
Entonces la primera función que tiene el jugar en la constitución, es producir una superficie. La
modalidad que adquiere esta superficie, se puede ver con cualquier bebe pequeño, donde la
posición que busca en relación a la madre, la búsqueda de situaciones con la madre, implican esa
tarea. Resistir cuando la madre retira esa posibilidad de superficie y la búsqueda de eso, de
diversas maneras. Entonces acá lo que produce ese trabajo, lo que hace es producir cuerpo,
entonces el niño lo que hace es producir cuerpo, lo que hace es hacerse, sostenido en esa
actividad, hacerse un cuerpo.
Será tan así que, en realidad, ese niño acomoda tanto a sus necesidades el cuerpo materno que
modela el pezón de la madre, el pezón que estaba de alguna forma con la succión y con la relación
de la madre, es modelado por ese niño.
Bueno, ahí se pone en juego esto de que la madre ofrece, el niño crea y modela y el modelar y el
crear, en todo caso, significa ciertas condiciones para hacerse de un cuerpo ahí donde no hay. Ahí
donde hay organismo, el niño trabaja en función de producirse un cuerpo. Si todo va bien esa
función del jugar lo que va a producir es fusión. El ejemplo que toma Rodulfo para hablar de
superficie, es la figura topológica de la Banda de Moebius donde no hay externo ni interno y
expresa una continuidad absoluta.
Dentro de esta práctica extractiva, que no solamente implica producir un cuerpo, el niño extrae
significantes del cuerpo de la madre, extrae significantes del mito familiar. Rodulfo, apoyado en
Lacan, Sami Ali es que, justamente, el lugar de posesión de los significantes es el cuerpo de la
madre.
Hago una digresión acá porque a veces es impresionante, me acuerdo una época que alguien
discutía el tema de las Malvinas vieron? Cómo hacer para que sean argentinas y a este se le había
ocurrido que la mejor forma es mandar muchas mujeres argentinas a las Malvinas, por qué?
porque la consecuencia de esa idea era que, finalmente si esos niños vivían en ese mito argentino,
finalmente lo que se iba a construir como el proceso de transmisión, es que quienes habitaban ahí
se sintieran argentinos. Lo que quiero plantear es que el niño respira eso que produce esa función
e incorpora eso que produce la función, no incorpora otra cosa.
El segundo elemento que plantea Rodulfo en términos de jugar, en eso anterior al Fort Da, en
términos de jugar a fabricar un tubo. Dice que hay una primera diferenciación aunque no se
puede visualizar lo externo y lo interno, sería una lógica de una primera separación pero no estaría
esa posibilidad de dividirlo con mucha claridad. A veces puede verse como un pez grande se come
a un pez pequeño y a la inversa también. Es un espacio donde la inclusión reciproca se juega pero
con alguna distinción: es cuando lo niños juega a introducir y sacar cosas y a veces lo que
intentan, Rodulfo no lo plantea como una cuestión de inteligencia está hablando de un momento
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de constitución, a veces quieren poner algo más grande en algo más pequeño. Este es como un
antecedente que permite a este niño salir de este estado de fusión y fabricar una primera
alternancia o un principio de separación, camino a esta adquisición más alta que es el Fort Da.
Si ven a un bebé de 4 meses por ejemplo, van a ver que con su precariedad, lo que intenta hacer es
meter la mano dentro de las tetas de la madre, poner cosas dentro de las tetas de la madre. No es la
cuestión que uno ve en un chico ya con locomoción, que lo que intenta es encastrar, meter, sacar,
dejar caer, hacer desaparecer algo ahí esa función ya está.
Lo que dice es que está adentro pero, a la vez, hay un procesamiento hacia afuera, está en
inclusiones recíprocas pero hay un procesamiento que conduce a un intento de diferenciación.
En el intermedio de esta función del jugar podríamos ubicar como un tercer momento la categoría
de lo extraño. La categoría de lo extraño que es lo que va a incorporar? va a incorporar que “no
todo es mamá”, esto lo podemos ver en la angustia del 8° mes que describe Spitz. Qué es lo que
produce la angustia? justamente la percepción de que “no todo es mamá”. Antes era más o menos
lo mismo, los niños al principio no son tan selectivos, pueden estar con la abuela con la tía, con el
padre pero, cuando eso se desencadena, es como una requisitoria casi permanente a la madre.
Si bien no es central, uno podría ubicar esto cronológicamente en el primer año, son todos jugares,
que lo que hacen es constituir cosas muy primitivas e indispensables.
Se acuerdan cuando veíamos áreas diagnósticas? Uno podría decir, todos estos juegos o la
inexistencia de estos juegos, uno puede presumir la presencia de patologías, puede ser un
indicador de presunción, si se instala ahí alguna patología del jugar, puede tener algún correlato en
este proceso de constitución subjetiva. Ahí es donde, desde muy temprana edad, uno puede
visualizar perturbaciones de estos jugares y establecer cuál es su correlación con la constitución de
ese niño.
Si al comienzo el niño no juega con su madre, no hace uso de su madre, es decir, puede ser
perfectamente independiente de su madre, es muy probable que no esté la función de superficie,
que pueda prescindir de esa relación, cuando eso sucede, casi seguro que estamos en presencia de
una patología muy, muy seria.
La otra vez vi un niño que eso se produjo y lo que pensó la mamá que ya había tenido tres hijos
antes, esa poca actividad del niño en relación a su cuerpo, lo veía como una bendición, dijo
“menos mal que este me salió tranquilito, sino no hubiera podido criar a los dos juntos”. Ahí lo
que no estaba era la fusión, lo que produjo esa ausencia de fusión es que las cosas más elementales
de la constitución subjetiva se produjeran, un niño que quedó permanentemente en posición de
organismo.
Es decir nada de lo erógeno, de lo humano se había instaurado, sino lo que aparecía era una
relación maquinica, un “niño maquinizado”, robotizado, sin relación con su entorno, y yo diría sin

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cuerpo, sin cuerpo en términos de lo que significa el cuerpo como proceso de simbolización y
como proceso de erogenizacion de la superficie corporal.
Si uno está ya aquí, hay algo de la constitución del cuerpo que ya está realizado. Esto se ve en el
Fort Da, cuando los niños pueden tirar, esconder, puede jugar acá no está, hay un proceso donde
esa ausencia no produce desorganización temporal, es más, esa separación la disfrutan, cuando
uno juega a ese juego de desaparecer y aparecer, de presencia y ausencia, generalmente lo que se
visualiza con mayor claridad en los niños, es placer.
Alumna: no me quedó muy claro lo del juego de encastrar, cómo continúa el camino de la fusión a
la separación. Profesor: no queda claro porque es difícil de visualizar con claridad, porque la
constitución de un tubo sería “algo adentro de otra cosa”.
Lo que dice ahí Rodulfo que “ese algo adentro de otra cosa” sería como un acoplamiento, un tubo,
donde hay como inclusiones de pequeñas partes que puedan estar potencialmente separadas, pero
que aún no están, es decir, como algo se incluye, pero no está separado, es dentro del espacio de
inclusiones reciprocas, pero como un proceso de diferenciación de la máxima fusión.
A ver si lo puedo clarificar con un ejemplo: se me ocurría esto de las manos en las tetas, pero hay
también una serie de actividades que los niños van haciendo en esa temprana edad, que significa
por ejemplo tomar una sabanita y meter los dedos y sacarlos, lo cual no quiere decir que haya
trapo y mano. Después claramente puede verlo separado de su cuerpo.
Todo este procesamiento que Rodulfo plantea en términos de jugar, anteriores al Fort Da, para
Winnicott está vinculado al objeto transicional ¿por qué? ¿qué hace el objeto transicional? monta
el anclaje, ser soporte del proceso de esta máxima fusión a la instalación de cierta separación, al
nacimiento del sujeto, si quieren, como separado de la fusión.
Ahora bien, podemos ver como estos jugares se reactualizan con la salida del período de latencia,
lo que ellos van a poner en relación es cómo estos jugares se reactualizan con el ingreso a la
pubertad y adolescencia. De qué forma uno puede ir siguiendo en el tratamiento de ciertos
adolescentes, con el desarrollo de estos adolescentes, cómo esta necesidad de hacer superficie,
hasta una separación, es decir qué se juega en la adolescencia? la construcción de un territorio
extrafamiliar, uno podría decir que en la primera infancia lo que se juega es la construcción de un
territorio extra materno, es decir, armarse un cuerpo por fuera del cuerpo de la madre.
El trabajo de la adolescencia es de armarse una subjetividad por fuera de la familia, entonces en
ese trabajo que implica la adolescencia, puede observar la reactualización de estos jugares, es
decir, ¿con qué hace superficie un adolescente?
El trabajo es irse, es hacerse separado de esa familia, los púberes hacen superficie con otros
púberes, es decir empiezan a construir cierta superficie de continuidad, cierto espacio
extraterritorial, en la relación con otro amigo.

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Lo que se va a producir en la primera infancia, es la salida del cuerpo materno. Lo que se va a
producir acá es la salida del entorno familiar.
El punto es cómo, si bien hay posibilidad de construir ese anclaje en la superficie, con el grupo de
amigos, siempre se retorna a un punto anterior. Es decir, lo que va construyendo es cada vez
mayores diferenciaciones. Uno podría ubicar acá también en el tubo, a esos niños que se
encuentran con sus amigos pero en la casa de los padres, se construye una superficie donde está
incluido y está separado de ese contexto familiar. Vieron que los pibes muchas veces se juntan en
una habitación que es solamente para ellos, pero en la casa de los padres.
El Fort Da también se construye en términos de poder ubicarse en separación, son
ejemplificaciones medio tontas las que hago, pero son importantes para diagnosticar en la
adolescencia, no hay nada más difícil que diagnosticar en la adolescencia. Porque eso que se
presenta en la adolescencia, que puede ser presumiblemente patológico, muchas veces, es el
proceso que se tiene que hacer.
Entonces cómo diagnosticar en la adolescencia hay que ver, en qué trabajo psíquico, en relación a
ese trabajo central de la adolescencia, está instalado. Porque uno ve en la actualidad adolescentes
sin un problema manifiesto, adolescentes tardíos, no tienen una actividad, no trabajan, no
estudian, están todo el día en la casa haciendo nada, muchas veces la preocupación por eso es muy
pero muy tardía.
Ese trabajo de constituirse por fuera del entorno familiar se da muy tardíamente y a veces, sobre
todo en el concierto de acting que producen los adolescentes, acting en el sentido de buscar
separación, buscar separación implica a veces esa actuación adolescente, es psicopatologizado,
con mayor o menor virulencia, eso que es un trabajo inherente al adolescente.
Muchas veces se toma en análisis a ciertos adolescentes que lo que implica es aplacar el desarrollo
del empuje adolescente y muchas veces se toman esos análisis en función de la demanda de los
padres y, a veces, los no tan padres.
Hoy me llamo la madre de una paciente que tiene 30 años, lo que me pedía era que su hija fuera
otra, yo le había pedido a la señora, porque es una señora la paciente tiene 30 años, si podía hablar
con su madre y ella me dijo si hace lo que quieras por lo menos vas a ver cuán loca esta. El pedio
de ella es que su hija haga lo que ella quiere, yo tenía que conducir el tratamiento de acuerdo a lo
que ella esperaba de su hija. Por supuesto que son situaciones difíciles, ni bien eso no sucede es un
empate tremendo para el espacio de trabajo que uno quiera construir.
Relato muy rápidamente esto, un jovencito consulta porque no podía hacer nada lo único en que
podía pensar era en su novia, era lo único que podía hacer, no podía trabajar, solo podía pensar en
su novia. Me plantea que la quería a su novia, no sería una dificultad, me dice que los padres
quieren conversar conmigo, les concedo la entrevista y lo que me dice la madre es vos tenes que
lograr que deje a la novia. Y uno le puede explicar mire señora la verdad que ese no es mi trabajo,
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tendría que ver qué le pasa a su hijo. Al poco andar cuando no se produce esto que la madre pedía
el tratamiento se interrumpe porque no me podía pagar el muchacho. Y ahí es el problema de los
que trabajamos con adolescentes ahí qué hacemos? Ahí donde el joven construye un espacio que
como no rinde a la demanda familiar, y aparte no sabes las cosas que dicen, te hacen la
propaganda barbará en el pueblo. No sé por qué me fui a esto, me parece que está vinculado en
cómo uno puede utilizar esto en términos del jugar, para pensar la psicopatología.
Y la posición en relación a esto que decimos que diagnosticar muchas veces significa ver en qué
trabajo esta, porque a veces si uno no puede conceptualizar en qué trabajo está, lo que hace es
mucho daño.
Si un niño está haciendo superficie, y uno lo conceptualiza como “está demasiado apegado” lo que
hace, no es separación, lo que hace es producir ……... para lo cual uno tiene que saber que ese
niño está haciendo superficie, que no es una adquisición psíquica esperable que rápidamente se
separe, a veces hay que tener cuidado con las indicaciones que se dan, porque lo que uno puede
interrumpir es un trabajo estructurante, sobre todo en niños muy pequeños7900.

Quiero trabajar algunas afirmaciones que hace Winnicott en relación al juego en el capítulo 12 de
“Exploraciones psicoanalíticas I”, llamado “Notas sobre el juego” y él hace una afirmaciones muy
sencillas que van en la línea de lo que fui explicando. Son axiomas o afirmaciones que él hace,
para entender de qué lugar el parte para pensar el jugar.
1° afirmación es: “Lo característico del juego es el placer”
2° afirmación: “La satisfacción en el juego depende del uso de símbolos, aunque en la base, la
emoción proviene del instinto”. Si proviene del instinto y es un proceso de simbolización, esto el
juego, hace de aquello. Si lo que siente el niño es amor, puede simbolizar mediante el juego, esa
cuestión vinculada con el amor. Si el objeto es odiado, lo que puede hacer jugando es “destruir,
romper”. Ahí está ésta dimensión del juego donde lo que implica es simbolización.
Pero fíjense que acá el no lo piensa en términos de técnica aunque después se utilice el juego en
función del desarrollo sino que el jugar da procesamiento al aspecto pulsional. Si da
procesamiento, lo que él dice es “la capacidad del jugar es un logro” en el desarrollo emocional de
cada niño. Ahí podemos ubicar esto de que si un niño no juega algo muy serio le está pasando, es
decir si alcanza esa dimensión del jugar quiere decir que el niño está en un proceso de constitución
adecuado. Entonces lo que podríamos llamar perturbaciones en el jugar o patologías en el jugar, lo
que hace es ser un indicador del proceso de constitución subjetiva.
Después dice “El juego como logro en el desarrollo emocional individual” tiene dos partes: una es
la tendencia heredada que impulsa al niño hacia adelante y a raíz de la extrema dependencia de lo
humano y la provisión ambiental de condiciones que atiendan las necesidades del bebé y del niño
pequeño de modo tal, que el desarrollo no se interrumpa por las razones de cualquier intrusión,
12
frio o insuficiencia de sostén. El juego se inicia como símbolo de la confianza del bebe y del niño
pequeño con su madre. Es decir, las condiciones del jugar están directamente vinculadas con esa
provisión ambiental, sino hay provisión ambiental el niño no tiene con qué jugar. Van a ver como
vincula el jugar con las posibilitaciones que hace la función materna para que eso se produzca.
Y ahí la gran consecuencia es que lo que se produce, no es solamente el jugar, sino el poder
crearse a partir de esa provisión ambiental.
Y dice “El juego es primordialmente una actividad creadora” que se realiza en función de lo que
efectivamente existe, esto es, el cuerpo y los objetos que están a mano, en condiciones en que el
niño tenga confianza en alguien o se haya vuelto confiado, en general gracias a que ha tenido una
experiencia adecuada de buenos cuidados.
En cambio, los cuidados inadecuados, al generar desconfianza, reducen la capacidad de juego.
Ven cómo pone en relación de vuelta lo mismo, primero juega con lo que está a su alcance, en
principio su cuerpo y posteriormente los objetos que están a su mano y vuelve a poner como
condición, que haya esa posibilitación a partir del proceso de sostén.
Salteo algunas cosas y voy a lo que me interesa porque nosotros posteriormente a esto vamos a
entrar en lo que sería la psicopatología infanto-juvenil.
Lo que va a plantear Winnicott es lo que él llama “la psicopatología del juego” esta va estar
conformada por varios indicadores.
La pérdida de la capacidad social a la desconfianza, es decir si esos cuidados primeros no
estuvieron.
La angustia asociada a la inseguridad. Acá habla de angustias que lo que apuntan es a la
destrucción del ser, es lo que le llama angustia psicótica, esas angustias psicóticas de lo que
hablan es del desmantelamiento del cuerpo como tal. Ahí la angustia psicótica va a estar
totalmente vinculado a la ausencia de los cuidados adecuados. Se puede ubicar en esa franja de la
psicopatología del juego, la inexistencia del cuerpo y la inexistencia de esa función imprescindible
para Winnicott.
Estereotipa en las pautas del juego, ahí donde el juego se transforma en una práctica repetitiva y
no creador estaríamos dentro de la zona de la psicopatología del juego, que es muy frecuente en
niños autistas, ellos hacen juegos que no son juegos, que implica un uso idiosincrásico de los
objetos. Qué quiere decir idiosincrásico? Le dan un uso que no es el convenido y, por otro lado, no
solamente eso, porque hay niños que a un objeto no le dan el uso convenido y están jugando, están
creando algo diferente, sino que se vuelve en una repetición infinita de lo igual. Entonces pueden
transcurrir durante horas y horas con un autito haciendo rodar la ruedita. Y donde ahí la función
central del juego que es creación y transformación, no está presente,
Entonces ahí uno podría ver en las estereotipias del jugar, en la ausencia de creación, una zona en
donde se podría ubicar lo que sería la psicopatología del juego.
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Dice “la sensualidad en cuanto al instinto se manifiesta de forma elemental junto a la incapacidad
de simbolizar”. Esa es otra característica del uso que hacen los autistas de los objetos, tienen un
valor sensorial. ¿Qué quiere decir tiene valor sensorial? No tiene valor de objeto separado, no
tiene función de creación y lo único que hace es una función de reaseguramiento de un cuerpo que
no termina de constituirse. En esa sensualidad de los objetos, lo que se ve es que no se trata de un
objeto con el cual se pueda jugar, sino un tapón que produciría, de no existir, la división del
cuerpo.
Dice “La dominación en la que un niño solo es capaz de jugar a un juego cuyas reglas fija él y
aunque incluya otros niños deben sometérsele”. Acá ya estamos hablando de juego reglado, pero
les doy un ejemplo de un niño psicótico que atiendo: él propone, cada vez que viene, jugar a
cualquier juego que él invente las reglas, al momento donde esas reglas me benefician a mí y me
transforman en ganador o tira todo lo que estamos jugando o lo que hace es cambiar las reglas.
Progresivamente, en eso que ha quedado instalado como algo insoportable para él,
progresivamente, fue aceptando, a medida que pudo salir de esa situación casi alucinatoria en
relación al propio deseo, aceptar ciertas reglas y pasamos a jugar lo que habitualmente se conoce
como juego reglado. Un niño que tiene 8 años, no es un niño muy pequeño. Pero al principio fue
necesario que yo me someta a eso sino no es posible producir alguna transformación.
Y les leo uno más: “la imposibilidad de jugar a un juego reglado, niños inquietos, deprivados a
menos que esté regido por reglas estrictas y haya un conductor”
Estas notas muy breves ubican la importancia que le da Winnicott al jugar y sobre todo la
importancia a aquello que tiene que ver con la constitución subjetiva.

Trastornos graves de la infancia


Es la unidad que más material tiene y va a crear mayores dificultades porque hay una variedad de
concepciones teóricas acerca de esas perturbaciones graves, que nosotros vamos a tratar de
ponerlas en relación. Si bien hay teorías que son imposibles de compatibilizar vamos a ver como
ciertos fenómenos clínicos que son conceptualizados de diversa manera.
En estas categorías diagnosticas hay fundamentalmente un alto compromiso en el desarrollo de la
estructura subjetiva. Es decir hay algo en la subjetivación que no se produce.
Vamos a trabajar con una categoría que fue acuñada por un psiquiatra que se llama Leo Kanner en
1943. Lo que hace es aislar a unos chicos, que él dicen que son particulares y que, guiado por uno
de los síntomas que Breuler aplicaba a la esquizofrenia, aparece la descripción de esto como un
cuadro, lo que era un síntoma para la esquizofrenia, el autismo, era un síntoma central de la
esquizofrenia, él le va a dar una entidad nosografía en la niñez, vinculado con una característica
particular.

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La característica particular por lo cual llama a esta formación psicopatológica “autismo” es el
extrañamiento de la realidad exterior. Eso se va a producir en niños que se encuentran aislados.
Es decir lo que va a caracterizar centralmente al autismo de acuerdo a la definición de Kanner es:
1. El aislamiento
2. La instalación temprana: lo que plantea Caner es que puede ser desde un comienzo o puede
haber un desarrollo en apariencia normal y la instalación del cuadro aproximadamente a
los dos años.
3. El lenguaje: no aparece o tiene características estereotipadas. Lo que aparece es la ausencia
del lenguaje o lo que se conoce como ecolalia, repetición permanente de una palabra
4. La patología del jugar: son niños que no juegan y que si hacen uso de algún objeto, como
les decía hace un rato de una forma idiosincrásica y no hay ninguna producción de
novedad. Es decir pueden permanecer en esa posición de repetición de lo idéntico
5. Manifestación corporal, que es la prosecución de figuras autísticas, movimientos
corporales estereotipados, idénticos. Lo mismo que se produce a nivel del lenguaje se
produce a nivel corporal. A veces suele pasar que cuando los niños están en esos
movimientos repetitivos, uno puede poner las manos puede frenar, y si uno saca la mano
puede volver a seguir con la misma posición. Muchas veces hay relación entre estos
movimientos estereotipados, todas estas características conducen al aislamiento.
Hay signos que son de alerta, si bien hay toda una discusión si es posible identificar el riesgo de
contraer una patología grave en la infancia, si es posible identificar cierto elementos.
La otra vez una persona me decía, bueno pero antes del año ¿qué vas a poder hacer si los niños no
hacen nada? una concepción que está bastante instalada, como no hablan, no se mueven, como no
hacen nada, no existen. Ahí uno podría establecer indicadores, con mucho cuidado porque
difícilmente podríamos pensar que un bebé pueda tener algo antes del año.
Lo primera cuestión es la fijación de la mirada. El contacto visual no existe o es muy inestable. Si
todo anda bien, van a ver amamantarse al niño mirando permanentemente a su madre y, a veces,
combinado con otro tipo de contacto más corporal, dónde los niños acarician a la madre, la madre
acaricia al niño, usa mucho lo olfativo y generalmente, en estos momentos que son privilegiados
para el contacto entre la madre y su hijo, se ve un momento de conexión.
Con este indicador se puede ver la desconexión, a veces pueden tener correlato de que no se
amamanta siquiera, que ni siquiera pudo recibir el contacto con la madre, ahí lo que se ve es
chicos descontrolados y lo peor de todo, es que no se consuelan rápidamente. Yo he recibido niños
con estas características y podían permanecer dos días llorando y no había forma de calmarlo.
La contrapartida al desconsuelo absoluto, es la prescindencia absoluta de los padres, que una
independencia de esas características se forma a tan temprana edad habla de que algo no está muy

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bien. Uno podría decir que el niño es demasiado tranquilo que no reclama de alguna forma el
contacto con el cuidador, sería un área a tener en cuenta.
Cuál es la importancia de lo que hace Kanner? Lo que hace es extraer de lo orgánico y de la
debilidad mental, una nueva categoría nosografía. Si bien antes de Kanner, había algunos
antecedentes para pensar lo que se llamaba demencia precocísima, De Sanctis un psiquiatra, de
principios de siglo, lo que va a situar es vinculado con el desarrollo de Kraepelin, lo que se llama
demencia precocísima que es un esquizofrenia de instalación muy temprana, la tendencia de la
psicopatología en general, era ubicar las dificultades de la niñez con lo orgánico y
fundamentalmente, con la debilidad mental, es decir si algo le pasaba a un niño estaba vinculado a
ese aspecto.
Lo que empieza a hacerse con estos cuadros, es la organización más estricta de una psicopatología
infantojuvenil. Lo que se hace es salir del terreno del sustrato orgánico, es decir una patología
grave no siempre tiene sustrato orgánico y ahí empiezan las teorías a ver cuál sería la etiología, en
una instalación muy severa.
La primera cuestión que hay que problematizar es en qué consiste ese vínculo madre-hijo. La
consecuencia de los desarrollos de Kanner, él describe a las madres de los chicos autistas y le
pone un calificativo, dice que eran” madres heladeras” por su frialdad, su distancia.
Posteriormente se da cuenta que eso lo que hace es culpabilizar más a las madres. Entonces
después escribe un artículo que se llama “En defensa de las madres” porque ahí había una
consideración muy directa entre el autismo y las características maternas. Podría haber una
cuestión directa en relación a la etiología del autismo, este chico es autista porque la madre no
puede sostener la función.
Lo que vamos a hacer es descomponer el vínculo madre-hijo en dos vertientes: una que vamos a
llamar ligazón y otra que vamos a llamar apego.
A la ligazón la vamos a ubicar del lado de la función, esto es algo explicativo y el apego es una
tendencia del niño a buscar algo.
Este concepto apego, está muy desarrollado por un psiquiatra inglés, Lorenz, que se apoya mucho
con el apego vincular y las perturbaciones, esto lo extrae de la etología, del estudio del
comportamiento de los animales. Donde los gansos persiguen a la primera figura que se les cruza,
eso que aparece automáticamente en los animales, lo que le hace pensar a Bowlby que debe haber
una formación similar que conduce a la búsqueda de ese neonato a la búsqueda con su madre. Es
decir, hay una tendencia propia del niño o no hay. El apego se produce o no se produce. Muchas
veces nos confundimos en esta cuestión y atribuimos acá, lo que debe ser considerado como un
fracaso en la función del apego.
Lo que yo he visto en perturbaciones no detectadas a temprana edad, en perturbaciones del
sistema nervioso central implicaría una reducción en la producción de reflejos, que ese apego no
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se produce y la función materna está totalmente perforada, son madres desesperadas para que ese
niño responda a sus cuidados. Ahí se ve la perforación de la función, uno piensa “esa madre no es
lo suficientemente buena para sostener a ese niño”, pero lo que primeramente estaba perturbado es
el apego. La sensación de desconcierto de las madres es que hacen todo lo posible para conseguir
alguna respuesta, o sea establecer lo que se conoce como diálogo tónico con el niño, y eso no
aparece. A veces esto se debe a algo biológico, a veces no.
Yo podría hacer esta salvedad, nada que a esta altura se pueda demostrar es biología, porque esa
es la postura biologicista, el autismo tiene un origen biológico, no sabemos cuál es pero es
etiológico. Asentado en esta cuestión biológica que no se sabe cuál es, sostienen que la etiología
es genética.
Yo he visto niños que no se han apegado a su madre y no había ningún aspecto biológico
demostrado que lo impida, he visto bebes con parálisis cerebral donde la cuestión motora estaba
muy interrumpida donde la dificultad de apego se daba por esa dificultad, implica a las madres un
despliegue de la función materna mucho más esforzada que un niño que viene con el
equipamiento biológico habitual, son niños que no pueden moverse, que no pueden succionar,
entonces, sostener a esos niños es muy difícil.
Hay toda una discusión sobre si la psicopatología en estos trastornos, es totalmente adjudicable a
la cuestión orgánica o se puede pensar en estructuración subjetiva, no digo independientemente,
pero con ese condicionante. Porque a veces a los niños se les saca la posibilidad de estructuración
subjetiva, son lesionados, y esa es la característica que tienen, son lesionados, pero al costado o
delante de la lesión hay un niño que está constituyendo su subjetividad y eso es independiente de
la lesión y no todo es atribuible a la lesión, una parte sí, pero tendríamos que pensar a un chico
con una lesión pero que el impedimento que implica la lesión, es solamente condicionante.
Esto para no separar constitución subjetiva de lo orgánico, ni hacer una diferencia taxativa, que un
niño no venga con equipamiento biológico habitual implica una dificultad más a procesar, y por
supuesto una exigencia de la función maternal, que no es habitual.
A veces esta función llevada a sus extremos permite que eso que no se produjo, se produzca y, a
veces, vemos chicos apegados que no son recibidos en la función y lo que hacen es desligarse del
mundo fundamentalmente por el decaimiento de la función, aquí vemos lo que se conoce como
hospitalismo, marasmo, depresión anaclítica. Ahí donde lo que decae es la función y lo que se
produce es la pérdida de los cuidados, lo que se va a instalar es algo de ese orden, ahí sí es
totalmente atribuible a la función. Los niños que habían conseguido el apego y lo perdieron y que
se encuentran manifestaciones similares al autismo en la fase final de la depresión anaclítica, pero
que si se les restituye la función no queda comprometida la constitución subjetiva, son niños que
se recuperan si encuentran la ligazón. Conocí dos casos de depresión anaclítica y a uno de ellos lo
atendían unas enfermeras que lo alimentaban, le hablaban a un bebe, jugaban con él. Ese
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desmantelamiento lo que implica es que nada desliga la vida. El otro caso es de una médica
residente que estudiaba al lado del bebé, estudiaba en voz alta al lado de la bebé, le hablaba a la
bebé, ahí uno se da cuenta que el contenido no tiene importancia.
Hay ciertas diferenciaciones que hacen algunos autores: autores clásicos que hablan de autismo,
una es una analista inglesa que se llama Tustin, a mi forma de ver la persona que con más agudeza
se metió en el mundo de los autistas, una percepción clínica exquisita y con una posición centrada
en evitar la reeducación de los autistas.
Vieron que está en boga en la actualidad los tratamientos cognitivo-conductuales de los niños
autistas y lo que hacen es transformar el autista en un robot, que lo que no hace son cosas
inadecuadas, uno ve sesiones de estas terapias, que implican repeticiones: ”mirame, mirame”, ahí
donde el chico los mira está bien.
Lo que hace Tustin es introducir cosas centrales para quien se ocupe de estos niños: para ingresar
al mundo de estos niños uno se tiene que adaptar a su mundo, no exigirle que ingresen al nuestro.
Sería un contrasentido exigirle esto porque la formación central es que están alejados, y la
segunda es entender que estos niños viven en un mundo terrorífico. Como viven en un mundo
terrorífico, aunque parezca que viven apaciblemente, no hay que interrumpir bruscamente todas
esas acciones que llevan adelante porque para ellos son formaciones defensivas. No hay que
interrumpir bruscamente el aislamiento, el uso de objetos, sino que se tiene que dar en un
movimiento progresivo donde el niño dé aceptación del terapeuta en su mundo.
Esas formaciones son defensivas y tienen que ver con el reemplazo de las funciones parentales
que no se cumplieron, y que están vinculadas con cierta defensa frente al terror.
Ubica, siguiendo a Winnicott, que la angustia que siente un niño autista, el terror que siente es
algo del orden de lo innombrable, y que apunta a la construcción del ser.
Las consecuencias de esta organización defensiva es que estos niños no tienen un cuerpo, ese
cuerpo no tiene esa envoltura que propicia un desarrollado adecuado, esto se constata en la clínica
he visto niños autistas apoyando la mano en un estufa y no sienten dolor, niños que se golpean
fuerte contra la pared y no lloran, niños que deambulan como si no tuvieran cuerpo, como si no
tuvieran borde. Acá plantea las consecuencias de la constitución del cuerpo.
Ella ha constatado la presencia de objetos autistas: los describe como objetos duros, que tienen
una función central, son objetos autosensibles y la función central que tienen es la de evitar el
desmantelamiento del cuerpo, a diferencia del objeto transicional, más que un objeto de salida es
un objeto de clausura. Los niños sostienen estos objetos interminablemente y frente al retiro del
objeto, lo que aparece es la agitación, ahí ella dice que aquel que se dedique a atender estos niños
debe tener la delicadeza de poder entender cuál es la función de ese objeto, que no se trata de
arrancarlo, sino de darle un procesamiento para que el niño haga un pasaje a otra forma de
encontrar resguardo. Es un niño que se lleva mejor con los objetos que con las personas, en todo
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caso, la persona que esté con él, tiene que poder funcionar como alguien que pueda sustituir al
objeto autista y en principio, que el niño pueda confiar en un vínculo humano.
Es más fácil el mundo de los objetos porque ahí uno hace lo que quiere, no tiene la variabilidad de
lo humano. Tustin dice que el objeto lo que produce es cierta estabilidad, mortífera si se quiere.
Entonces, respetar ese objeto y a su vez, ofrecerse como sustituto.
Les aclaro que los niños autistas con los objetos autistas los babean, los escupen, entonces
ofrecerse como sustitución no es tan fácil, implica poder soportar el uso que ellos hacen de quien
se ocupa de ellos como si fueran objetos, no es fácil.
Entonces la primera sugerencia sería que entre a una forma de sustitución del objeto autista, por
un vínculo más o menos humano, lo que implica en un comienzo deshumanizar al humano que lo
acompaña. Que ese niño pueda hacer uso autístico de la persona. Esta sería la primera premisa.
El segundo aspecto es que, si eso se va produciendo, lo que puede ir descongelándose es esa
organización defensiva. Hay diversos modos de presentación del autismo, niños extremadamente
aislados, sin acceso a la palabra, con recurrencia a este tipo de objetos y otros niños que si bien
están aislados, tienen algún manejo de algunas palabras y generalmente toleran mejor el contacto
humano que los otros.
Ahí plantea que el trabajo central está vinculado con editar en el vinculo transferencial, aquello
que no se constituyó. No es una posición de maternaje, no es sustituyamos a la madre, y cuidarlo
como si fuera la madre, sino sostener un lugar que no estuvo constituido y eso va a descongelar la
actitud defensiva y el niño va a poder tener “confianza en lo humano”.
El otro autor es Betelheim, quien estuvo en un campo de concentración, era doctor en estética,
después de su liberación se va a EE.UU, después de la segunda guerra mundial y organiza la
Escuela Ontogénica de Chicago donde recibían chicos autistas y le proporcionaban un tratamiento
residencial, la premisa era que a esos niños había que separarlos de sus padres porque la condición
etiológica estaba vinculada con esa relación.
El acento acá está puesto en lo traumático, el autismo está definido por un trauma vivido desde un
comienzo y a la exposición de ese niño a lo que él llama condiciones extremas. Lo efectivo que
produce el desencadenamiento del autismo, tendría que ver con ese trauma de ese niño puesto en
condiciones extremas, vinculado con el deseo de muerte.
Él hace una equiparación de los fenómenos que observa en el campo de concentración, donde el
desmantelamiento psíquico se daba como producto de esas condiciones extremas. Dice que la
deshumanización del trato del campo produce en mucho de mis compañeros desmantelamiento
psíquico y fenómenos similares a los que presenta el autismo. Equipara las condiciones extremas
del campo de concentración al deseo de muerte de los padres.
En la actualidad, Betelheim es sumamente criticado por su concepción. Por eso plantea el
tratamiento residencial si lo que precipita la formación del autismo es el deseo de muerte de los
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padres, la operación primera es la separación, es decir, es la suposición que de ese trauma
producto de esas condiciones extremas se sale, a partir de crear un ambiente diferencial a esas
condiciones, para eso él ofrece esta Escuela Ontogénica. El tratamiento está vinculado con los
educadores, esa es una propuesta de maternaje. Lo interesante es cuando uno ve cuál es la
posición de estas cuidadoras en relación al niño, cómo trabajan con aquello que está
desmantelado.
Lo que nosotros vamos a intentar es poner en relación los diversos autores y lo que cada uno
propone como etiología a lo largo de la unidad ///.

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