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Recurso 1
Apelación Ordinario de Divorcio 01055-2021-00217

HONORABLES MAGISTRADOS DE LA SALA PRIMERA DE LA CORTE DE APELACIONES DE FAMILIA


DEL DEPARTAMENTO DE GUATEMALA.
GRACIELA GARCÍA OCHOA. De datos de identificación personal conocidos en autos dentro del expediente
identificado al acápite, respetuosamente comparezco con el objeto de presentar mis ALEGATOS para la
VISTA de la sentencia apelada, la cual fue señalada para el OCHO de NOVIEMBRE de DOS MIL VEINTIDÓS
a las DIEZ HORAS,
Al efecto expongo lo siguiente:

I. ANTECEDENTES DE LA DEMANDA DE DIVORCIO


Como se hizo ver en la expresión de los agravios que me causa la sentencia apelada, Ovidio Castellanos
Martínez demanda el divorcio invocando truncadamente la causal de la conducta que haga insoportable la vida
en común, regulada en el numeral 2 del artículo 155 del Decreto Ley 106, el cual establece “ Los malos
tratamientos de obra, las riñas y disputas continuas las injurias graves y ofensas al honor y, en general, la
conducta que haga insoportable la vida en común.”

En su demanda el actor expone en el apartado de los antecedentes:


“.. Es necesario mencionar honorable Juzgador, que como todo inicio, fue algo especial, formamos una familia,
trabajamos para sostenerla, compramos nuestra casa para el hogar conyugal, todo caminaba bien, pero un día,
empezaron nuestros problemas, debido a que ella empezó a relacionarse con amigas que la mal aconsejaron y
empezó a salir de casa, al principio los fines de semana, después, cualquier día; llegando al hogar conyugal
en horario de madrugada, ebria y con olor a cigarrillo, descuidando de esa manera, su obligación de dar
alimento y cuidar a nuestros hijos, y en virtud de ello, empezaron los malos tratamientos de obra y las
discusiones constantes, que resultaron de esa vida desordenada, por lo que decidí ya no dormir y tener
intimidad con ella, viviendo en la misma casa pero en diferente habitación, sin tener esa relación de esposos,
haciendo esto por amor a mis hijos; Por lo que nuestro diario vivir era de reclamos por parte de ella, y que yo
no estaba de acuerdo en la vida que ella llevaba, por lo tanto, considero que es ella la culpable de la
causal del divorcio planteado, ya que yo a pesar de lo que estaba pasando, nunca falte a mi responsabilidad
como padre para con mis hijos, siempre estuve allí y seguiré estando.
7. y así pasaron los días, teniendo con ella una relación insoportable, por los malos tratamientos de obra, lo
que hacía imposible vivir juntos y en armonía, ya que ella sintió la libertad por lo que yo había hecho, en el
sentido de ya no tener relación conyugal con ella, aunque vivíamos bajo un mismo techo, pero en habitaciones
separadas; Cabe preguntarse ¿Qué hombre puede soportar esta situación...? Sabiendo que su esposa, no se
sabe con quién anda, en horas de la noche, tomando, fumando, haciendo saber ni que cosas, esto, perdone
honorable Juzgador, no es vida para uno de hombre.”

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