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Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco Garcia Salinas”

Maestria en Psicologia Infantil


Maria Azucena Aguilera Paredes
04-SEP-2021

ANÁLISIS DE PERCEPCIÓN HISTÓRICA DE LA INFANCIA

En este segundo análisis me gustaría partir de algo muy personal, mis recuerdos de
infancia inician justo a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, etapa donde la
concepción de la infancia estaba consolidada en principios de derechos humanos y
clara diferenciación del niño y el adulto; el infante sería visto como un ser valioso ,
puro al que hay que proveer de todo lo necesario para un desarrollo óptimo.
Recuerdo con claridad la abundancia de material televisivo para niños que
potencializa la compra de juguetes u objetos, justo como lo plantea el documental
“Percepción Histórica de la Infancia”. Poco a poco fueron desapareciendo historias
relacionadas con valores como la bondad, valentía, obediencia y caridad,
iniciándose esta tendencia mediática de introducir programas infantiles con
contenido educacionales (Pistas de Blue, por citar un ejemplo) y aún más con la
intención de introducir al infante en el diálogo del consumismo.

Continuando en esta misma línea de ideas, el conceptualizar claramente como se


ha representado socialmente el SER NIÑO en diferentes épocas, y no solamente en
la que nací y me he desarrollado, me presenta una idea reveladora que me permite
recordar que nada es estático, que el mundo en el que hemos sido socializados es
tan solo el resto de una suma constante de factores y circunstancia siempre
reguladas por el diálogo. El trato y valor que ha recibido el niño a lo largo de la
historia se relaciona directamente con la definición a través del lenguaje sobre este.
Me atrevo a hablar de restos de sumas de factores y circunstancias por el hecho de
que la concepción durante la consolidación de la agricultura, donde el infante tenía
constante contacto con la muerte y crianza basada en el miedo y obediencia, tendra
repercusion en la idea de infancia en la antigua Grecia, edad media, incluso durante
la ilustración. Si bien esta última etapa se caracterizó por la importancia de la
transmisión de cultura mediante la educación seguramente había algún resto de
este estilo de crianza. Más grande es la brecha entre la época de consolidación de
la agricultura y el mundo del siglo XIX, sin embargo seguramente los niños que se
desarrollaron en tiempos de guerra, epidemias o cambio de sistema económico,
tuvieron que lidiaron con muerte, abandono, desprotección, etc; irrumpe en una
época nueva una concepción de la infancia antigua que respondía a las
necesidades preponderantes, quizá simplemente el sobrevivir. Como conclusión a
este respecto, no se puede hablar de una sola infancia, desde una perspectiva muy
personal , se tiene que hablar de las infancias y no de la infancia en cada marco
temporal y social: habrá infancias rurales, urbanas; infancias de estatus sociales
elevados y aquellas que viven en la pobreza; infancias en familias enriquecedoras e
infancias en el abandono.

Ahora bien, en contraparte a una infancia con dificultades por carencia, están las
dificultades por excesos. En la actualidad se ha consolidado una visión de los niños
basada en derechos, en seres a los que se les tiene que proveer de todo, no
importa el exceso de cuestiones materiales, pero es difícil dotarlos de herramientas
básicas para la vida, es decir normas y reglas, tiempo de calidad. Es común
observar a niños adultizados, niños que no hablan como niños, sino más
propiamente que los adultos, que visten como adultos. He aquí la paradoja, a lo
largo de la historia múltiples han sido los esfuerzos por el reconocimiento del niño
como niño, con características propias, y no como un adulto chiquito, y regresamos
aceleradamente al mismo sitio.

Quizá esto se debe a la naturaleza cíclica del humano y sociedad, un andar de


aciertos y fallos en el intento de socializar adecuadamente a un ser humano, quizá
la idea de que los niños tienen que aprender de los adultos no es de todo real,
seguramente nosotros también tenemos que aprender de ellos, de nosotros mismos
cuando fuimos niños

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