Santiago Salgado

Doctor Carlos O. Solalinde

13 de September de y
Teoría Política

Fouché, el Genio Tenebroso

Lectura II
“Fouché, el hombre que tenía más poder que Napoleón”. Es la primera descripción

que se da sobre el protagonista de la historia, haciéndote entender que es un hombre

indudablemente poderoso y con relevancia mundial, pero también te pone a pensar, ¿el

porqué nunca antes había escuchado su nombre?

Joseph Fouché nació en Francia en el año de 1759. Hijo de una familia de

marineros y mercaderes. Nunca destacó por virtudes atléticas o que requerían de

esfuerzo físico, que para la época era muy mala señal, pues destacar por habilidades

intelectuales era muy complicado por no decir que inusual. En otras palabras, no se

esperaba nada del joven Fouché, y mucho menos alguien imaginaría lo que lograría en

un futuro.

Debido a ello, ingresa al colegio de los Otorianos, donde más tarde se vuelve

profesor en Matemáticas y Física, abandona y empieza su carrera política. Me gustaría

destacar el inicio de su vida profesional, fue sacerdote y profesor en 1790, dos años

después se dedica a saquear iglesias, se vuelve comunista en 1793 y cinco años

después ya es millonario. Quise hacer esta observación pues en ella ya nos podemos

dar una idea del tipo de persona que es, es un sujeto el cual no tiene convicciones y

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solo está donde le conviene. En la revolución francés está del lado de los girondinos,

en contra de su amigo Robespierre, pero cuando ve que el partido va a perder, decide

dar su voto a favor del partido opuesto.

Más adelante rompe uno de sus “principios” : todo con palabras, nada de sangre.

Pues esto le valió por muy poco tiempo, pues al momento en el que tuvo que recurrir a

la violencia, no dudó en fríamente matar cientos de personas, pero eso si, sabiendo

que sus acciones tendrían consecuencias negativas por parte de la sociedad,

automáticamente y de manera ágil empezó a vender la idea de que en realidad fue por

el bien de ellos y de Francia. Con este suceso se pueden ver más características del

susodicho, la agilidad, la sangre fría, sin principios ni códigos.

Tiempo después tiene que esconderse de sus perseguidores por varios años,

pero nuevamente gracias a su astucia y verbo logra volver a entrar a la política.

Seguramente la época más importante en la vida de Fouché fue durante la época de

Napoleón Bonaparte. En resumidas palabras, Fouché se encargaba de los agentes y

control policial de Francia al mando de Napoleón, pese a la importancia que tenía

Joseph en poder del emperador francés, había tensión entre ellos; esta tensión hizo

que Napoleon quisiera deshacerse de Fouché en varios momentos, pero este era tan

inteligente que siempre lograba superar a Bonaparte, o no superarlo, pero le

demostraba lo vital que era su papel al destapar conspiraciones, comandar hombres,

entre otras actividades. Más adelante, en 1814 al perder Napoleón en Waterloo,

Fouché aprovecha el poder que había adquirido y le da la espalda a Bonaparte. Todo

esto para buscar ser ministro con Luis XVIII, que se lo otorga después de dudarlo

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(Fouché fue de los responsables del homicidio del hermano de Luis XVIII), pero en

1816 es destituido. Finalmente muere en 1820 en Trieste.

Mi opinión acerca de la obra es que es impresionante la biógrafa del político

francés. Siendo realistas, jamás había escuchado su nombre, pero me sorprende pues

jugo un papel primordial en la Revolución Francesa y posteriores, que como sabemos,

es de los sucesos que trascendieron con mayor importancia en la historia y en el

mundo. A lo largo de la obra mencionan nombres reconocidos a nivel mundial,

Napoleón y Robespierre, por mencionar algunos; hasta menos conocidos como

Desmoulins Pide. Esto solo engrandece la historia de Fouché, pues es una clara

muestra del hombre que llegó a ser, empezó desde abajo y se “codeó” con los hombres

más importantes de la época.

Como persona, Joseph Fouché me parece despreciable, una escoria de la

sociedad. Lo más importante que tiene un hombre es su palabra y lealtad, sin ella no

eres nada. Al principio de la obra, Zweig lo describe como: un traidor, miserable, ,

esbirro del mal, abyecto, intrigante; un natural escurridizo reptil, tránsfugo, amoral…

Que describan a alguien con un 95% de adjetivos y críticas negativas es que era una

persona “maldita”. El irse a donde más le convenía, vender a sus compañeros al último

momento, no tener palabra, la sangre fría que tenía y demás es lo que lo higuerón

indudablemente poderoso, pero no creo que alguien quiera ser recordado de esa

manera.

Algo que le puedo aplaudir a Fouché es su inteligencia y todo lo que la abarca. El

factor que más me impresionó de el, era que no buscaba ser el protagonista, pero si el

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poder. Nunca le interesó llevarse las palmas, la corona y demás, el con estar a salvo,

sabiendo que lo protegerían y que además tenía el poder suficiente para mover temas

importantes, ya fueran políticos o económicos. Considero que es muy raro una persona

con esa mentalidad, pues está en el ser humano el querer atención. Es innegable el

conocimiento, astucia, perspicacia y mente fría que tenía, combinar todo eso era lo que

lo hacía un genio; además de que sabía combinarlo con la palabra, manipulación y

saber cual era el momento correcto. Era un político de nacimiento.

Haciendo una comparación entre Fouché con la realidad, destacó que: el

cambiarse de bando, el traicionar ideales, venderte a cambio de poder o dinero, ir en

contra de lo que dices, es muy claro en los políticos actuales , son tal cual la

descripción de Fouché, a diferencia de que ellos suelen buscar el renombre y no son

genios como el francés.

Mientras leí la lectura, no podía dejar de pensar en Goebbels y el parecido que

tiene con Fouché. Con esto me refiero a que no eran los líderes, ni los que firmaban los

grandes documentos y momentos, pero si en el sentido de que eran el cerebro detrás

de todo, los que verdaderamente tenían un impacto en el líder o que inclusive

manejaban al líder por detrás.

El título de la obra es la exacta definición de Fouché, muy inteligente, un genio,

pero el no tener palabra y dar la espalda, es la acción más grande de cobardía.

Finalmente, veo en Fouché la clara definición de “maquiavelismo”; y no solo eso,

sino que además visualizó en el francés un espejo de Nicolás Maquiavelo.