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La baja educación primaria en Latinoamérica es un desafío persistente que afecta

negativamente el desarrollo y el futuro de millones de niños en la región. A pesar de los

avances de las últimas décadas, aún hay una brecha significativa en el acceso a la educación

de calidad y en la tasa de finalización de la primaria en comparación con otras regiones del

mundo.

En el artículo "La importancia de la educación inclusiva en el siglo XXI", escrito por

el pedagogo Juan Pérez en 2019, se aborda el tema general de la educación inclusiva y su

relevancia en el contexto actual. El autor destaca la importancia de garantizar un sistema

educativo que brinde igualdad de oportunidades a todos los estudiantes, independientemente

de sus habilidades, discapacidades o características individuales.

A través de un enfoque centrado en la diversidad y la equidad, el artículo analiza los

beneficios de la educación inclusiva tanto para los estudiantes con necesidades especiales

como para la sociedad en su conjunto. Pérez argumenta que la educación inclusiva no solo

promueve la igualdad, sino que también fomenta la comprensión, el respeto y la empatía

entre los individuos, sentando las bases para una sociedad más inclusiva y justa.

Este trabajo se basa en las investigaciones y experiencias del autor en el campo de la

pedagogía y constituye una valiosa contribución para comprender y promover la importancia

de la educación inclusiva en el siglo XXI.

En este recorrido de más de medio siglo por la literatura sobre el derecho a la

educación, este se ha interpretado de maneras diversas, con alcances y énfasis. No es claro

que haya un “desarrollo progresivo” de dicho derecho, como sostienen Daudet y Singh

(2001). Hay avances, pero también pérdidas y retrocesos. Hay diferencias e inconsistencias

en el manejo del derecho a la educación entre diversos instrumentos y organismos y en el

seno de un mismo organismo.


Varios factores contribuyen a esta problemática. En primer lugar, la falta de recursos

adecuados en términos de infraestructura, materiales educativos y capacitación docente

dificulta la provisión de una educación de calidad. Muchas escuelas en áreas rurales o en

comunidades desfavorecidas carecen de instalaciones básicas, como aulas bien equipadas,

bibliotecas y acceso a tecnología, lo que limita las oportunidades de aprendizaje de los niños.

Además, la pobreza y la desigualdad socioeconómica también desempeñan un papel

crucial. Muchas familias de bajos ingresos no pueden permitirse enviar a sus hijos a la

escuela o enfrentan dificultades para cubrir los gastos relacionados con la educación, como

uniformes, libros y transporte. Esto lleva a altas tasas de abandono escolar y a una falta de

motivación para continuar con los estudios.

Otro factor importante es la calidad de la enseñanza. Aunque la matrícula escolar ha

aumentado en la región, la capacitación insuficiente de los docentes y la falta de programas

educativos innovadores dificultan el proceso de aprendizaje. Muchas veces, los métodos de

enseñanza tradicionales y poco interactivos no logran captar el interés de los estudiantes ni

desarrollar sus habilidades y capacidades al máximo.

Para abordar esta problemática, es fundamental implementar políticas educativas

integrales que prioricen la inversión en educación primaria. Esto implica mejorar la

infraestructura escolar, proporcionar materiales didácticos actualizados, capacitar a los

docentes y promover programas inclusivos que se adapten a las necesidades de los niños en

riesgo de exclusión.

En Colombia hacen ya más de 25 años se implementó una Ley que favorece a las

entidades educativas tanto públicas como privadas. Según el artículo Cifuentes Medina, J. E.,

González Pulido, A., & González Pulido, J. W. (2019). La reforma educativa y la calidad de

la educación en Colombia. RHS. Revista Humanismo y Sociedad, 7(2), 41-53, deja claro
mediante tablas comparativas que el país no es reconocido por ser uno de los mejores en

Latinoamérica o en el resto del mundo educativamente hablando. Esto anterior reflejado en

los resultados obtenidos en pruebas académicas internacionales como PISA, que analiza el

rendimiento de estudiantes en lenguaje, matemáticas y ciencias naturales, en los que

Colombia ocupa un último lugar por las realidades del contexto particular de los estudiantes

que, heterogéneos, se evalúan homogéneamente.

Uno de los actores importantes en el proceso educativo es el docente, y en la

búsqueda de la calidad educativa muchas de las responsabilidades recaen sobre esta figura,

Castañeda, L. C., & Pérez, C. A. (2021). La importancia de los docentes en la educación en

Colombia. Revista de Educación, 45(2), 267-286, habla abiertamente de este tema dejando

muy en claro que para que un individuo pueda ejercer la labor docente, debe ser profesional

en esta actividad. Analizando las políticas educativas que se ejecutan en el país, hay falencias

que influirán, algunas directas y otras indirectamente en la calidad educativa.

Asimismo, la labor docente adquiere importancia preponderante en el proceso de

búsqueda de la calidad de la educación, en este sentido Picón (2004), citado por Parra (2019),

señala que “El maestro, profesor, educador ya no debe ser un simple expositor de temas, el

docente está obligado a ser la persona que va a orientar al alumnado en el aprendizaje, no

solo desde el punto de vista del conocimiento y de transformaciones, sino también de los

hábitos, aspiraciones, preferencias, actitudes e ideales del grupo que regenta (p. 52)”.

Un punto clave para la mejora de la educación nacional se basa actualmente en el

correcto uso de las TIC, en cómo pueden llegar a cada rincón y como el gobierno debería

apoyar las ideas innovadoras acompañadas de resultados positivos para la educación.

Estudiando la manera de aprendizaje de cada alumno para conseguir mejoras académicas

como varios estudios han reflejado en sus investigaciones.

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