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El documento discute las opiniones bíblicas y humanas sobre la violencia. Según la Biblia, Dios odia la violencia y castigó antiguas ciudades violentas como Nínive. La violencia tiene su origen en Satanás. Aunque la gente piensa que la naturaleza humana es violenta, la Biblia dice que podemos cambiar al conocer a Dios, elegir amigos pacíficos y ver la violencia como debilidad. Algún día, cuando Dios elimine a los violentos, la paz reinará permanentemente en la Tierra.
El documento discute las opiniones bíblicas y humanas sobre la violencia. Según la Biblia, Dios odia la violencia y castigó antiguas ciudades violentas como Nínive. La violencia tiene su origen en Satanás. Aunque la gente piensa que la naturaleza humana es violenta, la Biblia dice que podemos cambiar al conocer a Dios, elegir amigos pacíficos y ver la violencia como debilidad. Algún día, cuando Dios elimine a los violentos, la paz reinará permanentemente en la Tierra.
El documento discute las opiniones bíblicas y humanas sobre la violencia. Según la Biblia, Dios odia la violencia y castigó antiguas ciudades violentas como Nínive. La violencia tiene su origen en Satanás. Aunque la gente piensa que la naturaleza humana es violenta, la Biblia dice que podemos cambiar al conocer a Dios, elegir amigos pacíficos y ver la violencia como debilidad. Algún día, cuando Dios elimine a los violentos, la paz reinará permanentemente en la Tierra.
LO QUE DICE LA GENTE Muchos, incluidos los creyentes, piensan que no hay nada de malo en responder a las provocaciones con violencia. Y millones se entretienen viendo películas y programas de televisión repletos de violencia.
LO QUE DICE LA BIBLIA
Cerca de Mosul, al norte de Irak, encontramos las ruinas de lo que fue una gran ciudad: Nínive, la capital del antiguo Imperio asirio. Cuando la ciudad estaba en pleno auge, un profeta predijo que Dios haría “de Nínive un yermo desolado” (Sofonías 2:13). Nínive era conocida como “la ciudad de derramamiento de sangre”, y Dios la castigó para que sirviera de ejemplo (Nahúm 1:1; 3:1, 6). Como demuestran las ruinas de Nínive, Jehová odia a los que derraman sangre y los castiga (Salmo 5:6).
La violencia tiene su origen en el peor enemigo de
Dios y del hombre, el Diablo. Cristo mismo llamó asesino al Diablo (Juan 8:44). Y 1 Juan 5:19 dice que “el mundo entero yace en el poder del inicuo [o Diablo]”. Eso explica por qué a tanta gente le fascina la violencia. Si queremos ganarnos la aprobación de Dios, tenemos que aprender a odiar la violencia. * ¿Es eso posible?
¿Puede una persona violenta
cambiar? LO QUE DICE LA GENTE Los seres humanos somos violentos por naturaleza, y eso no se puede cambiar.
LO QUE DICE LA BIBLIA
Dios nos da este mandato: “Deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena [...]. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad” (Colosenses 3:8-10). ¿Nos pide lo imposible? No. Todos podemos cambiar. * ¿Cómo?
El primer paso es conocer bien a Dios
(Colosenses 3:10). Cuando alguien de buen corazón descubre las maravillosas cualidades de Dios y comprende lo justas que son sus normas, empieza a amarlo y se esfuerza por hacer todo lo posible por complacerlo (1 Juan 5:3).
El segundo es escoger bien a nuestros amigos.
La Biblia nos aconseja: “No tengas compañerismo con nadie dado a la cólera; y con el hombre que tiene arrebatos de furia no debes entrar, para que no te familiarices con sus sendas” (Proverbios 22:24, 25).
El tercer paso es ver la violencia como lo que en
realidad es: una seria debilidad. La tendencia a ser violento refleja falta de control. La persona pacífica, por el contrario, posee una gran fuerza interior. La Biblia afirma: “Aquel que controla su carácter es mejor que el héroe de guerra” (Proverbios 16:32, Diego Ascunce).
¿Acabará algún día la violencia?
LO QUE DICE LA GENTE Siempre ha habido violencia y siempre la habrá.
LO QUE DICE LA BIBLIA
“Dentro de poco no habrá malvados [...]. En cambio, la gente humilde recibirá la tierra prometida y disfrutará de mucha paz.” (Salmo 37:10, 11, Traducción en lenguaje actual.) Para proteger a los mansos y humildes, Dios hará con los violentos lo mismo que hizo con los habitantes de Nínive. Una vez eliminados, la violencia jamás volverá a quitar la paz de la Tierra (Salmo 72:7).
Por eso, ahora es el momento de ganarnos el
favor de Dios y aprender a ser personas pacíficas. La Biblia dice en 2 Pedro 3:9: “Jehová [...] es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento”.