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Sumario:
I.- Introducción
II.- El cambio legislativo
a) Previo a la vigencia plena de la Ley 13.298.
b) Hacia la vigencia plena de la Ley 13.298:
c) Después de la vigencia plena de la Ley 13.298.
III.- Composición del Sistema.
1.- Organismos administrativos.
a) Plano conceptual.
• Servicio Local de Protección de Derechos.
• Servicio Zonal de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
• Consejo Local de promoción y protección de derechos del niño
b) Plano cuantitativo.
• Municipios que han firmado Convenio con la provincia para implementar
en el ámbito Local el Sistema de Promoción y Protección de Derechos
del Niño.
• Municipios que cuentan con Servicios Loales de Protección de
Derechos.
• Municipios que cuentan con Servicio Local o no en su territorio, según
hayan firmado o no Convenio con el Ministerio de Desarrollo Humano.
• Población beneficiada con la existencia de Servicios Locales.
• Fondo de Fortalecimiento utilizado por municipios que cuentan con
Servicio Local de Protección de Derechos.
2.- Organismos judiciales.
a) El fuero de familia como integrante del Sistema de Promoción y Protección
de Derechos del Niño.
i) Estructura del órgano.
ii) Competencia del órgano.
• Guarda con fines de adopción, adopción, nulidad y revocación de ella
(inciso h).
• Guarda de personas (inciso ñ).
*
Abogadas, Docentes de las cátedras I y II de Derecho Civil V (Derecho de Familia y Sucesiones), Fac.
Cas. Jcas. y Sociales UNLP.
1
• Supuestos de protección de personas comprendidos en la sección VIII
del Capítulo III del Título IV del Libro I del presente (inciso t)
• Violencia Familiar (inciso u)
• La permanencia temporal de niños en ámbitos familiares alternativos o
entidades de atención social y/o salud de conformidad a lo determinado
por el artículo 35 inciso de la Ley 13.298 (inciso v).
• Situaciones que impliquen la violación de intereses difusos reconocidos
constitucionalmente y en los que se encuentren involucrados niños
(inciso W).
• Cualquier otra cuestión principal, conexa o accesoria referida al
Derecho de Familia y del Niño con excepción de las relativas al Derecho
Sucesorio (inciso x).
b) De la competencia de los Juzgados de Paz Letrados de la provincia.
III. La incorporación del niño a los procedimientos.
a) Interés superior del niño.
b) Autonomía progresiva.
c) Derecho a ser oído.
IV.- Conclusiones finales.
2
I.- Introducción
La derogación del Decreto Ley 10.067/1983 y del Régimen del Patronato de Menores
que instauraba en la Provincia de Buenos Aires, ha aparejado la necesidad de
cambios en la política pública de infancia provincial en todos los niveles.
La Ley tiene por objeto la promoción y protección integral de los derechos de los niños
mediante la garantía de su ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente.
1
Publicada en el Boletín Oficial (en adelante BO) el 27 de enero de 2005.
2
Los datos referidos a presentaciones judiciales que se mencionan en este aprtado corresponden a la
causa I-68128 "PROCURADORA GENERAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
PROVINCIA DE BS. AS. S/INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTICULOS 2º, 35º INCISOS F) Y H) Y
37 DE LA LEY 13.298", en trámite por ante la Secretaria de Demandas Originarias de la Suprema Corte
de Justicia de la Provincia de Buenos Aires.
3
El 14 de enero de 2005 es promulgada por el Decreto 66/2005, 3 momento en que el
Poder Ejecutivo Provincial formula algunos cuestionamientos.
Pero además, considerando que no resulta plausible una vigencia que no sea la del
conjunto de normas que por su naturaleza tratan de conformar una totalidad
3
Publicado en el BO el 27 de enero de 2005.
4
regulatoria, suspenden la totalidad de la Ley 13.298 y resucitan al reciente fallecido
Decreto Ley 10.067/1983 que adquiere otra vez plena vigencia. 4
4
De esa manera se suspende nuevamente una Ley de Promoción y Protección de los Derechos del Niño,
la anterior había sido la Ley 12607, sancionada el 28 de diciembre de 2000, que también derogaba el
Decreto Ley 10.067/1983 y estructuraba un sistema de promoción y protección de derechos del niño en la
provincia.
El 1 de marzo de 2001 el Procurador General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos
Aires promovió una acción de inconstitucionalidad respecto de algunos artículos. El 21 de marzo de 2001
se suspendió la entrada en vigencia de la ley 12.607 mediante el otorgamiento de la medida cautelar
solicitada en la demanda por el Procurador. Cabe destacar que la suspensión habilitó la vigencia del
Decreto Ley 10.067/1983.
El 14 de mayo de 2003, más de dos años después, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires resuelve la acción planteada por el Procurador, declarando la constitucionalidad de la ley
12.607.
A pesar de la declaración de constitucionalidad realizada por la Suprema Corte, el tiempo trascurrido
conspiró contra el funcionamiento inmediato de los cambios que traía la ley 12.607, alterando los
consensos necesarios para su vigencia. En consecuencia, comenzaron a rondar otros proyectos de
sustitución y la Ley comenzó a ser suspendida nuevamente, pero está vez por disposición del propio
Poder Legislativo bonaerense. Ello así hasta su reemplazo por la Ley 13.298.
5
Sin entrar en detalle, debe señalarse que varias cuestiones que se plantean ya habían sido resueltas por
la Suprema Corte de Justicia en el año 2003, cuando declara la constitucionalidad de la Ley 12.607.
5
Ley 13.298 a través del Decreto 300/2005 6 , con el que se acompaña la posición que
asume la ley, tornando operativas sus previsiones.
Mientras el silencio hacía que algunos predestinaran la muerte joven de otra ley de
Niñez, el Ejecutivo provincial fue avanzando hacia la implementación del Sistema.
Valga como ejemplo la puesta en funcionamiento de la Comisión Interministerial
creada por artículo 23 de la Ley 13.298 y la profundización de la política de
construcción de espacios municipales destinados al abordaje de situaciones de
amenaza o vulneración de derechos de niños.
En octubre de 2005 se sanciona la Ley 26.061, 7 que deroga el régimen del Patronato
de Menores a nivel nacional, haciendo evidente una vez más, la necesidad de que la
6
Publicado en el BO el 23 de marzo de 2005.
7
Publicada en el BO el 26 de octrubre de 2005, tiulada “Ley de Proteccion Integral de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes”.
6
Provincia de Buenos Aires modifique su legislación, ahora también para adecuarla con
la que existe a nivel federal.
La nueva ley complementa y a la vez reforma algunos artículos de la Ley 13.298 como
por ejemplo el 35 inc. h, 9 disponiendo la obligatoriedad del paso por el control judicial
de las medidas de protección especial de derechos que impliquen la separación del
niño de su hogar, echando así por tierra los argumentos que sostuvieron su
inconstitucionalidad.
Estos hechos y algunos más que se señalarán hacen decir a algunos que “…los
aguerridos militantes del patronato reciben una serie de golpes que cuestionan su
8
Publicada en el BO 2 de febrero de 2007.
9
Artículo 100 Ley 13.634: “Modifícase el inciso h) del artículo 35 de la Ley 13.298, que quedará redactado
de la siguiente manera: “h) Con carácter excepcional y provisional la permanencia temporal en ámbitos
familiares alternativos o entidades de atención social y/o de salud, con comunicación de lo resuelto,
dentro de las veinticuatro (24) horas, al Asesor de Incapaces y al Juez de Familia competente. El Juez de
Familia, con citación y audiencia de los representantes legales, deberá resolver la legalidad de la medida
en el plazo de setenta y dos (72) horas. La observancia de la notificación es considerada deber del
funcionario público a cargo. Su incumplimiento traerá aparejadas las sanciones disciplinarias y penales
correspondientes. (Lo subrayado se encuentra observado por el Decreto de Promulgación nº 44/07)”
10
De acuerdo al artículo 95 de la Ley 13.634 entraría en vigencia el 1 de diciembre de 2007.
11
Publicado en el BO el 22 de marzo de 2007.
7
hegemonía y hacen al año 2007 como el más importante en los últimos…”, 12
afirmación con la que estamos de acuerdo.
Ello en tanto ocurre también que el Decreto Ley 10.067/1983, en su faz penal, es
declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia provincial en dos causas
seguidas.
Así, la Suprema Corte de Justicia provincial ponía fin a una discusión que ya no
resistía el menor análisis, en tanto es evidente que los niños deben tener ‘al menos’
las mismas garantías que los adultos cuando se juzga su responsabilidad penal en la
comisión de un delito.
Pero lo más importante estaba por llegar. Así, con respecto a la medida cautelar que
mantenía suspendida la Ley 13.298, el mencionado órgano judicial sostuvo que a
partir de la sanción de la Ley 13.634 y del traslado conferido a las partes en relación
12
Vitale, Gabriel M. A. y Abalos, Cecilia; “Entre suspensiones y prórrogas. El sinuoso camino hacia el
Estado de Derecho en materia de infancia y adolescencia en la Provincia de Buenos Aires”, publicado en
ElDial.com
13
SCBA, 16 de marzo de 2007, Sumario JUBA B71022.
14
SCBA, 21 de marzo de 2007, Sumario JUBA B71035.
8
con este hecho nuevo, la Procuradora, en su calidad de parte, “…no ataca el cambio
normativo producido en la materia, y en tanto que la ley 13.634 produce una
modificación sustancial que afecta la base de la queja denunciada en autos, ha
perdido virtualidad la cuestión articulada como materia a dirimir en esta causa, por lo
que cualquier pronunciamiento en relación a la pretensión expuesta en la demanda
resultaría meramente teórico, inútil e inoficioso y, por lo mismo, impropio de la función
judicial…”, declarando “…extinguida la controversia por haberse tornado abstracta la
cuestión litigiosa” 15
Hubo por parte de la Procuradora 16 objeciones a esta sentencia, las que motivaron la
sanción de la Ley 13.645 17 modificatoria de la Ley 13.634.
Puede decirse entonces que a partir del 18 de abril de 2007, cuando se cierra
definitivamente la contienda a nivel judicial, muere para siempre el Decreto Ley
10.067/1983 de Patronato de Menores, dando inicio a una etapa nueva que trae
aparejada el desafío cotidiano de llevar a la realidad los postulados de la nueva
normativa.
15
SCBA, 28 de febrero de 2007 en autos I-68128 "PROCURADORA GENERAL DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE LA PROVINCIA DE BS. AS. S/INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS
ARTICULOS 2º, 35º INCISOS F) Y H) Y 37 DE LA LEY 13.298-"
16
La Procuradora había denunciado la existencia de un vacío legal que fue llenado por la Ley 13.645 por
lo que la Suprema Corte no accedió a su planteo.
17
Publicada en el BO el 23 de marzo de 2007.
18
Publicada en el BO el 3 de julio de 2007.
9
Protección de Derechos del Niño y en quienes se desconcentrará objetivos y acciones:
Servicios Zonales, Casas de Abrigo y Centros de Referencia.
De esta manera y después de muchos años de espera, todo estaba listo para poner a
funcionar las distintas instancias que hacen al Sistema de Promoción y Protección de
Derechos del Niño.
El Poder Judicial emprendía también su reforma, pero durante un primer período que
la Ley 13.298 marca como transición los Tribunales de Menores tendrían a su cargo el
cierre paulatino de las ‘causas asistenciales’ que estaban en trámite y el ejercicio del
control de legalidad de las medidas de protección especial de derechos. 22
Hasta aquí el proceso de reforma normativa sobre la materia, que si bien no ha sido
sencillo ha culminado con un cuerpo coherente de disposiciones de distintos niveles.
19
Publicada en el BO el 4 de abril de 2007.
20
Sin embargo, debe señalarse que a partir del 11 de diciembre de 2007 pasa a denominarse
“Subsecretaría de Niñez y Adolescencia”, dependiendo ahora del Ministerio de Desarrollo Socia (Decreto
111/2008 B.O. 4 de febrero de 2008). Es notorio como a poco de andar el camino del Sistema, al órgano
técnico específico se le quitan tres palabras de su nombre por las que mucho se había luchado:
promoción y protección de derechos.
21
Publicada en el BO el 4 de abril de 2007.
22
Arts. 92, 95 y 96 de la Ley 13.634.
10
Debe ser ese conjunto el norte que guié las prácticas cotidianas que, en la realidad, se
visualizan como intervenciones de cada uno de los actores del Sistema cuando
promuevan o protejan derechos de niños.
23
ARTICULO 14.- El Sistema de Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños es un
conjunto de organismos, entidades y servicios que formulan, coordinan, orientan, supervisan, ejecutan y
controlan las políticas, programas y acciones, en el ámbito provincial y municipal, destinados a promover,
prevenir, asistir, proteger, resguardar y restablecer los derechos de los niños, así como establecer los
medios a través de los cuales se asegure el efectivo goce de los derechos y garantías reconocidos en la
Constitución Nacional, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, la Convención sobre los Derechos
del Niño, y demás tratados de Derechos Humanos ratificados por el Estado Argentino.
El Sistema funciona a través de acciones intersectoriales desarrolladas por entes del sector público, de
carácter central o desconcentrado, y por entes del sector privado.
Para el logro de sus objetivos el sistema de promoción y protección integral de los derechos de los niños
debe contar con los siguientes medios:
a) Políticas y programas de promoción y protección de derechos;
b) Organismos administrativos y judiciales;
c) Recursos económicos;
d) Procedimiento;
e) Medidas de protección de derechos.
24
A decir verdad, el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenial debería plantearse como un Subsistema
dentro del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
11
1.- Organismos administrativos.
a) Plano conceptual.
De acuerdo al artículo 18, tienen por función facilitar que el niño que tenga
amenazados o violados sus derechos pueda acceder a los programas, planes y
servicios disponibles en su comunidad; así como a toda otra acción que tienda a
prevenir, asistir, proteger, y/o restablecer sus derechos.
• Área de programas y medidas: funciona como soporte para las decisiones que
adopten las familias y es la que se relaciona con los planes y programas
vigentes en el ámbito local, dotando de herramientas al área de atención de
casos a las que podrá echar mano al momento de resolver una situación.
12
Entre las herramientas con las cuentan, se encuentran las medidas de protección de
derechos. 25
Esta figura fue creada por el artículo 18.4 del Decreto 300/2005.
25
Puede verse un análisis pormenorizado de las mismas en: Lopes, Cecilia y Massano María Alejandra;
“Medidas de protección de personas vs. medidas de protección de derechos en la provincia de Buenos
Aires” Lexis Nexis Buenos Aires, abril de 2008, p. 367.
26
Al momento de la redacción del presente todavía no estaban en funciones los 25 Servicios Zonales.
13
Están creados por el artículo 15 del Decreto 300/2005 como órganos esenciales del
Sistema.
Esto último tal vez represente una de las novedades más importantes de la nueva
institucionalidad: la necesidad de que los niños y las familias estén representados en
el ámbito local en el marco del Consejo Local.
Entre las tareas que además tienen establecidas normativamente puede señalare las
de asesorar al Ejecutivo y Legislativo Municipal, proponiendo el desarrollo de acciones
en los ámbitos de su competencia y la sanción de normas de nivel local que
contribuyan a la proyección integral de los derechos del niño; supervisar a las
organizaciones prestadoras de servicios a los niños y adolescentes; colaborar y
supervisar el funcionamiento de los Servicios Locales de Protección de Derechos;
difundir los derechos de los niños y adolescentes y evaluar y controlar la utilización de
los recursos destinados a los programas.
27
Art. 23 Ley 13.298.
14
b) Plano cuantitativo. 28
Un grán número de los 134 municipios que conforman la provincia han ido celebrando
paulatinamente con el Ministerio de Desarrollo Humano, en representación éste de la
Comisión Interministerial creada por artículo 23 de la Ley 13.298 un Convenio Marco
de Cooperación para la Construcción Colectiva del Sistema Local de Promoción y
Protección de Derechos del Niño.
A través de la firma del Convenio, las partes se obligan a promover la organización del
Consejo Local de Promoción y Protección de Derechos del Niño en el ámbito del
Municipio, comprometiéndose a realizar las gestiones administrativas y los convenios
necesarios para su establecimiento dentro de los seis meses a partir de la firma del
acuerdo.
29
Después de esa fecha, el Ministerio ha firmado convenios con otros municipios, por ejemplo con La
Plata, el 11 de enero de 2008 (Diario Hoy, 12 de enero de 2008); con Quilmes, el 15 de febrero de 2008
(http://www.eldia.com.ar/catalogo/20080219/quilmes12.htm).
15
29%
71%
FUENTE: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos de la Subsecretaría de Promoción y
Protección de Derechos del Niño.
16
37%
63%
FUENTE: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos de la Subsecretaría de Promoción y
Protección de Derechos del Niño.
Es interesante cruzar los gráficos anteriores para ver cuál el estado de construcción
del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
17
90
80
16
70
60
50
40
23
69
30
20
26
10
FUENTE: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos de la Subsecretaría de Promoción y
Protección de Derechos del Niño.
Sin perjuicio de lo expuesto, debe señalarse que al analizar los datos de la población
que vive en los municipios que cuentan con Servicio Local de Protección de Derechos
y considerando que éstos sólo abordarán las situaciones de amenaza o vulneración de
derechos de niños que habiten en su seno, vemos que la población beneficiada es
poco más de la mitad de la que habita la provincia (ver gráfico IV). Ello obedece a que
muchos de los municipios que han conformado los Servicios Locales son aquellos que
cuentan con menos población.
18
45%
55%
FUENTE: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos de la Subsecretaría de Promoción y
Protección de Derechos del Niño y del INDEC de acuerdo al Censo Nacional 2001.
Desde el año 2004, se distribuye en los Municipios lo que la Ley 13.163 30 denomina
“Fondo de Fortalecimiento de Programas Sociales y Saneamiento Ambiental.”
30
Publicada en el BO el 19 de enero de 2004.
31
Publicado en el BO el 6 de abril de 2004.
19
a) Un 60% en relación directa a la cantidad de población en condiciones de
Necesidades Básicas Insatisfechas.
A modo de ejemplo puede decirse que “Con respecto a los recursos distribuidos por el
Fondo de Fortalecimiento de Programas Sociales y Saneamiento Ambiental con
destino a la atención de servicios de Asistencia Social, el total transferido entre enero y
septiembre de 2007 fue de $ 79,3 millones, mientras que en el mismo período de 2006
alcanzó la suma de $ 83,7 millones” 32
Informa el Ministerio de Desarrollo Social en su sitio web que “Para la ejecución de los
fondos, el marco jurídico establece que al menos el 40% de los fondos (Ley 13.298)
debe destinarse a Niñez (subproyecto 1), otro 40% a las demás líneas de intervención
de este Ministerio (subproyectos 2 a 6) en función de las necesidades sociales locales
de cada Municipio, y el 20% restante con destino al tratamiento y disposición final de
residuos, de acuerdo a la población de cada distrito”, estando integrado el mencionado
Subproyecto 1 por los siguientes “Componentes: implementación de la Ley de
Promoción y Protección de los Derechos del Niño, a través de la puesta en marcha de
los servicios locales, el apoyo integral a la familia en situación de riesgo, la promoción
de la participación comunitaria en temas de infancia” 33
Sin embargo, del análisis de los Servicios Locales existentes en relación con los
fondos destinados para ello nos indica que la proporción utilizado a esos fines es poco
más que la mitad (ver gráfico V), demostrando la necesidad de priorizar como acción
el redireccionamiento de esos recursos para la plena implementación del sistema.
32
Síntesis Informativa Revista de la Subsecretaría de Política y Coordinación Fiscal del Ministerio de
Economía bonaerense, Año 3 Nº 23, septiembre 2007, p. 47.
33
ttp://www.desarrollohumano.gba.gov.ar/programas/15_fortalecimiento_programas/pdf/instructivo.pdf
20
Gráfico VI: Porcentaje del fondo utilizado por Municipios según tengan o no Servicio
Local
46,2
53,8
FUENTE: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos de la Subsecretaría de Promoción y
Protección de Derechos del Niño y de la Subsecretaría de Política y Coordinación Fiscal del Ministerio de
Economía bonaerense.
En virtud de lo hasta aquí expuesto, podemos adelantar como conclusión que salta a
la vista el fuerte compromiso asumido por la provincia para la implementación de un
sistema que lleve a la práctica una nueva forma de abordar la problemática de
amenaza o vulneración de derechos de niños.
Sin embargo, la tarea debe continuar por poner en funcionamiento cada una de las
instancias que la ley ha creado para ello, respetando la necesidad de que existan
contrapesos que garanticen la transparencia de las acciones que se emprendan.
Creemos que promover la formación de los Consejos Locales, órgano creado por el
decreto 300/2005 con funciones claramente delimitadas, debe ser una prioridad.
21
a) El fuero de familia como integrante del Sistema de Promoción y Protección de
Derechos del Niño.
Nos referiremos aquí al rol que el fuero de familia de la provincia desempeña como
parte integrante del Sistema, haciendo hincapié principalmente a las reformas
introducidas por la nueva normativa de infancia.
Como se desprende de la Ley 13.298, los conflictos vinculados con los derechos de
los niños y sus familias requieren un abordaje interinstitucional que torna esencial las
vinculaciones que puedan armarse entre los distintos actores del Sistema, como así
también la forma de trabajo en red que se despliegue.
Se vio con muy buenos ojos la especialidad de estas cuestiones. Se dijo que “La
Justicia –la especializada de Familia- esta así más próxima a la realidad existencial, y
lo instrumental –el proceso justo- aletea de acuerdo a pretensiones que desnudan
conflictos diferenciados. Que tienen que alojarse, por ende, en continentes apropiados,
en los que no faltan la conciliación, la disuasión, el bajar los decibeles de las
diferencias, el esfuerzo por la comprensión y –sobre la marcha- el álgido retorno a la
34
La Corte tiene dicho que “En los procesos donde se ventilan conflictos de familia y en general
cuestiones de interés social, se amplia la gama de los poderes del juez, atribuyéndosele el gobierno de
las formas, a fin de adaptar razonable y funcionalmente el orden de sus desarrollos a la finalidad
prioritaria de que la protección se materialice” Ac 56535, 16 de marzo de1999, ED T° 182 p. 575.
22
paz, sin la cual las definiciones desde la óptica de la justicia, serán prácticamente
inalcanzables, o muy frágiles. La composición de los conflictos familiares requiere,
ciertamente, otra profundización y destreza, una especial dotación de sensibilidad para
captar la sintonía de lo que viene entrecruzado.” 35
Sin embargo, desde su implementación también fueron diversas las criticas que se le
realizaron al fuero, orientadas fundamentalmente a su conformación como instancia
única. 36
Cada juzgado se complementa con la figura del Consejero de Familia y del Equipo
Técnico Auxiliar.
En virtud de la nueva estructuración diseñada, todas las normas del Código Procesal
Civil y Comercial de la provincia que hablaban del Tribunal de Familia, con la Ley
13.634 han pasado a decir Juzgados de Familia.
35
Berizonce, Roberto, Bermejo, S. Patricia, Amendolara, Zulma; “Tribunales y proceso de familia (Ley
11.453 modificada por ley 12.318)”, Librería Editora Platense, La Plata 2001, p. 3.
36
Kielmanovich, Jorge, “La doble instancia en el proceso de familia”; Revista Interdiciplinaria de Doctrina y
Jurisprudencia Derecho de Familia Nº 28, Ed. Lexis Nexis, Buenos Aires 2004, p. 75 y ss; Leguisamon,
Hector Eduardo; “Notas sobre el proceso de familia en la provincia de Buenos Aires y su situacion actual”,
Revista Interdiciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia Derecho de Familia Nº 28, Ed. Lexis Nexis, Buenos
Aires 2004, p. 79 y ss.
37
El articulo 3 de la Ley 13.645 modifica la Ley Organica del Poder Judicial incorporando materias antes
exclusivas del fuero de familia a la competencia de los Juzgados de Paz Letrados. Puede verse un
estudio detallado de la reforma en este punto en: Striebeck, Federico; “La justicia de paz ante un nuevo
desafío”; LLBA 2007, p. 839, sin embargo volveremos sobre este tema más adelante.
23
ii) Competencia del órgano
Por ello debía acudirse al actuar de los tribunales de menores cuando se patentizaba
que el niño se encontraba en una situación tal en la que su integridad estuviera
amenazada directa y actualmente, y a los Tribunales de Familia en el supuesto
inverso.
24
únicos órganos judiciales competentes en materia de adopción, en todos los tramos de
su proceso.
Por lo tanto, disentimos con el criterio de la Suprema Corte en el que, al resolver una
cuestión de competencia entre un Tribunal de Menores y un Tribunal de Familia para
el otorgamiento de una guarda preadoptiva, sostuvo “...habiéndose iniciado y tramitado
estas actuaciones ante el tribunal de menores, el que -ab initio- se consideró
competente para el tratamiento de la situación denunciada, según dispone el art. 89 de
la ley 13.634, la causa debe concluir ante el mismo.
40
Decreto 3438/2007.
25
la Resolución 171/2007 del Ministerio de Desarrollo Humano, el cual hasta el 1 de
diciembre de 2007, resulta competencia de dicho fuero (art. 92, ley 13.634)...” 41
En virtud de ello, la Ley 13.634 modificó el artículo 234 del CPCC en el sentido
expuesto e incorporó al artículo 827 el inciso “t”, el cual será analizado a continuación.
41
SCBA Ac. 101.967, 22/08/2007 en autos "N.N. o A. Protección y guarda de personas. Inc. de
competencia entre Trib. de Fam. nº 2 y Trib. de Menores nº 2 de La Plata" (inédito).
42
Berizonce, Bermejo, Amendolara; “Tribunales...”, op. cit. p. 91.
26
En consecuencia, creemos conveniente la derogación expresa del presente inciso en
una futura reforma legislativa.
La Sección Octava del Capítulo III del Título IV del Código Procesal Civil y Comercial
de la provincia regula la medida de protección de personas, susceptible de ser
decretada en supuestos de peligro para personas incapaces, enumerados en el
artículo 234.
La redacción original del artículo, que data de 1968, establecía que podía decretarse la
medida en cuestión ante los siguientes casos:
2. Menores o incapaces que sean maltratados por sus padres, tutores, curadores o
guardadores, o inducidos por ellos a actos reprobados por las leyes o la moral
Dicho artículo fue modificado por la Ley 12.607, estableciéndose los siguientes
supuestos para el dictado de la guarda:
Ahora bien, el texto actual del artículo 234 del Código provincial reconoce
antecedentes en la reforma introducida por el artículo 74 de la Ley 26.061 al Código
27
Procesal Civil y Comercial de la Nación, el cual establece como supuestos para la
aplicación de la medida de guarda:
Inciso 2) De los incapaces mayores de DIECIOCHO (18) años de edad que están en
pleito con sus representantes legales, en el que se controvierta su curatela".
El artículo 234 actual del Código Procesal Civil de la provincia, con las modificaciones
introducidas por el artículo 87 de la Ley 13.634, dispone:
2°) De los incapaces mayores de dieciocho (18) años de edad que estén en pleito con
sus representantes legales, en el que se controvierta su curatela”
Puede verse que la redacción actual es similar a la redacción traída por el Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación. En coincidencia con Kielmanovich,
entendemos que la interpretación literal de la norma la hace aplicable ante situaciones
más que excepcionales.
43
Kielmanovich, Jorge Leonardo; “La dimensión Procesal de la ley 26.061” publicado en “ProteCódigo
Civilión Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Análisis de la Ley 26.061” Emilio García
Méndez (compilador); Editores del Puerto, Bs. As. 2006, pág. 102.
28
• Reforma la redacción de los incisos tercero y cuarto, limitando la acción a los
supuestos de mayores de 18 años, por encontrarse las personas menores de
dicha edad incluidos en el sistema instaurado por la Ley 13.298 (artículo 2).
Esta medida regulada por el Código Procesal compete en forma exclusiva a la función
jurisdiccional, estableciendo el artículo 235 que será competente el juez del domicilio
de la persona que haya de ser amparada.
Este inciso nos pone frente a una problemática de dimensiones inusitadas, no sólo por
la gran cantidad de personas a las que afecta sino también por la imposibilidad que
viene teniendo la ley específica de modificar la realidad de las personas afectadas.
Contiene una definición amplia de lo que considera como violencia familiar, ya que la
entiende como “...toda acción, omisión, abuso que afecte la integridad física, psíquica,
moral, sexual y/o libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar, aunque no
44
Publicada en el BO el 2 de enero de 2001.
45
Publicado en el BO el 30 de enero de 2006.
29
configure delito...” (artículo 1° ley 12.569).
En ese caso, habilita a toda persona que haya tomado conocimiento de los hechos de
violencia para que pueda denunciarla. Debe tenerse presente que la definición, y así lo
dice el artículo, entiende que puede haber violencia con independencia de la
configuración de delito.
Dentro del grupo familiar, obviamente, puede haber niños inmersos en una situación
de violencia.
La Suprema Corte de la provincia tiene dicho que “...lo único que se le prohíbe al juez
en la Ley 12.569 es no hacer nada. Quedarse impasible frente a la violencia, cuando
tiene a su alcance una gama de opciones para ofrecer protección a personas tan
vulnerables como las que sufren agresiones, máxime, cuando estamos hablando de
menores. De lo contrario, le sumaríamos a la violencia en el hogar la violencia
institucional...” 46
Ello es así en tanto la norma brinda diversas herramientas a las que el Poder Judicial
46
SCBA, 20 de septiembre de 2006; publicada en Derecho de Familia. Revista Interdisciplinaria de
Doctrina y Jurisprudencia 2007-II, p. 41. En otra oportunidad había sostenido: “Dada la especialización
que revisten los Tribunales de Familia que a su vez cuentan con un equipo técnico auxiliar idóneo para el
tratamiento urgente y adecuado de la problemática de violencia familiar (art. 3 ley de la 11.453) deben ser
quienes adopten las medidas conducintes y adecuadas al conflicto suscitado” Ac. 85888 11/9/2002
publicado en JUBA.
30
puede acceder ante el planteo concreto de una situación de violencia familiar, estando
reunidas en su artículo 7°:
b) Prohibir el acceso del presunto autor al domicilio del damnificado como a los
lugares de trabajo, estudio o esparcimiento del afectado y/o del progenitor o
representante legal cuando la víctima fuere menor o incapaz; como así también
fijar un perímetro de exclusión para circular o permanecer por determinada
zona.
Asimismo arbitrará los medios necesarios para que el agresor cese con todo
acto de perturbación o intimidación contra la o las víctima
h) Toda otra medida urgente que estime oportuna para asegurar la custodia y
protección de la víctima.
47
Calificamos a esta medida como una típica medida de protección de derechos, muy parecida a aquellas
a las que se puede arribar en el marco del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño.
Bien utilizada, es una herramienta sumamente eficaz para el trabajo coordinado entre el Poder Judicial y
los órganos desconcentrados del Sistema. Sin embargo, se estima que debe tenerse peculiar atención ya
que se corre el riesgo de incluir a través de ella lo peor del Régimen del Patronato superado, de alguna
manera, con la derogación de las medidas de ‘protección de persona’.
31
Entonces, es claro que el ámbito de aplicación material y personal de la Ley 12.569 es
amplísimo y no es cierto que la vigencia de la Ley 13.298 haya implicado la
declinación absoluta de la competencia del Poder Judicial al Poder Ejecutivo.
Hemos dicho antes de ahora que el control de legalidad debe realizarse respecto a lo
que se han denominado medidas de abrigo, configurandose la misma cuando “…el
niño, sus progenitores o representantes legales no acuerden la permanencia
transitoria en ámbitos distintos al hogar de aquel. En consecuencia, ante la falta de
consenso, será el Sistema de Promoción y Protección quién adopte la medida con el
debido control de su legalidad, garantizado por la participación del Juzgado de Familia
y el Asesor de Incapaces correspondiente…” 49
Al ser la medida de abrigo dictada por el Sistema sin el acuerdo de los progenitores o
representantes legales del niño, constituye en su esencia un acto de decisión de la
Administración, que por su carácter de tal y lo dispuesto expresamente por la Ley
13.298, se encuentra sujeto al control de legalidad por parte del Poder Judicial.
48
Algunos trabajos concluyen erroneamente que la incorporación de este inciso al fuero de familia
produce la asunción por éste de la “competencia asistencial” que tenía antes el fuero de menores:
Galanes, Nélida Beatriz; “Funcionamiento de los Tribunales de Familia”; LLBA 2008 (marzo), p. 136.
49
Lopes, Cecilia y Massano Ma. Alejandra: “Medidas de protección de personas vs. medidas de
protección de derechos…” op. cit. p. 370.
32
administrativos -sobretodo teniendo en cuenta la teoría de la división de poderes-
habiendo ensayado la doctrina diferentes teorías acerca de su necesidad y de la
posibilidad de exclusión ante determinados supuestos. 50
El inciso “h” del artículo 35 de la Ley 13.298 ha zanjado esa discusión estableciendo
expresamente la necesidad de ese control para el supuesto de una medida de abrigo.
En los restantes casos de medidas de protección de derechos – incisos a) a g) -, al ser
éstas acordadas por los padres o representantes legales de los niños en el marco del
legítimo ejercicio de la patria potestad, no revisten el carácter de decisiones de la
Administración (el Sistema actúa en esos casos como operador de un procedimiento
de resolución alternativa de conflictos) y, en consecuencia, no quedan sujetas al
control de legalidad por parte del Poder Judicial. En todo caso, a partir de allí, podrían
abrirse las acciones jurisdiccionales respectivas.
Dicho control judicial en el caso de la medida de abrigo, será ejercido por el Juez de
Familia, debido a la especialidad de la materia en tratamiento y excluyéndose de esta
manera, la revisión propia de los actos administrativos por parte del fuero contencioso-
administrativo provincial, encargado por naturaleza de las contiendas sobre derecho
administrativo que se ventilan en los estrados judiciales. 51
Una vez resuelta la cuestión de determinar qué medidas quedan sujetas al control
judicial y cuáles no, y quien resulta ser el órgano competente de efectuarlo, resta por
analizar el alcance de dicho control.
50
Doctrina de la plena judiciabilidad de las causa en que son parte las diferentes administraciones
públicas (arg. 116 y 117 CN) y garantía de la protección judicial efectiva (art. 33 CN) vs. la posibilidad de
excluir determinadas materias como los actos de gobierno o institucionales. Para mayor detalle compulsar
Gordillo, Agustín, “Tratado de Derecho Administrativo” 8ª edición, Buenos Aires, F.D.A., 2006, Tomo 2,
capítulo XIII.
51
El Código Contencioso Administrativo de la Provincia de Buenos Aire (ley 12.008) establece en su
artículo 1 punto 1 que “Corresponde a los tribunales contencioso administrativos el conocimiento y
decisión de las pretensiones que se deduzcan en los casos originados por la actuación u omisión, en el
ejercicio de funciones administrativas, de los órganos de la Provincia, los Municipios, los entes
descentralizados y otras personas, con arreglo a las prescripciones del presente Código”, pero a
continuación en el artículo 4 establece que no corresponden a la competencia de los tribunales
contencioso-administrativos las controversias que se encuentran regidas por el derecho privado.
33
Constitución Nacional. 52 El funcionario de la administración en ejercicio de sus
funciones sólo puede hacer lo que la ley le permite hacer y está impedido de hacer lo
que ella no le faculta.
34
el caso de las facultades regladas, si el órgano se aparta de lo que determina la
norma, su conducta será sólo con ello ilegítima y deberá ser anulada. En cambio, si la
facultad es discrecional, la conducta del órgano es en principio legítima cualquiera sea
la decisión que adopte, ya que la decisión de mérito quedó reservada a la
Administración y no al Poder Judicial. Sólo puede llegar a penetrarse dicho núcleo
cuando se transgreden los denominados “límites a las facultades discrecionales”: la
razonabilidad (no actuar arbitraria e irrazonablemente), la desviación de poder (no
actuar con una finalidad impropia) y la buena fe. 55
Como dijimos casi todas las facultades a ejercer por el poder administrador contienen
un margen reglado y otro discrecional, y la medida de abrigo no es una excepción a
este principio:
1. Contenido de la medida:
En consecuencia, al ser una facultad reglada, el juez de familia deberá controlar que la
medida haya sido efectivizada en un ámbito con la caracterización prescripta.
55
Gordillo, Agustín, ob. cit., capítulo X.
35
discrecionalidad se halla limitada a la elección entre posibles soluciones previstas en
la ley.
El Sistema deberá elegir entre una de las alternativas brindadas por la norma,
priorizando una sobre otras y tomando, en consecuencia, una decisión de mérito y
oportunidad que resulta irrevisable judicialmente (salvo los supuestos de violación de
los principios de razonabilidad, no desviación de poder y buena fe – límites al ejercicio
de las facultades discrecionales-).
La decisión de uno u otro ámbito específico resulta ser una facultad discrecional de la
Administración.
Asimismo la norma pone otras vallas a la decisión del Sistema estableciendo que el
abrigo debe efectivizarse en un ámbito:
2. Carácter provisional:
Al ser una facultad puramente reglada, el juez se encuentra totalmente facultado para
analizar el debido cumplimiento de la norma, procediendo a la anulación de las
36
medidas ordenadas que hayan superado el plazo autorizado por la ley.
3. Carácter excepcional:
Y decimos taxativa porque claramente el artículo 35.4 del Decreto 300/05 establece
las situaciones específicas en las cuales procede la medida 56 .
Además, dispone claramente que dicha medida no tiene un fin en sí mismo, sino que
es la herramienta a la cuál es posible echar mano transitoriamente mientras se lleva
adelante la estrategia adecuada que le permita a ese niño el retorno a su grupo de
convivencia.
En consecuencia, ésta constituiría una facultad del Sistema que se encuentra limitada,
reglada por la ley, y por lo tanto, otorga mayor poder de control a la jurisdicción.
Sin embargo, las facultades de control judicial también encuentran su límite ya que
observamos un margen de la denominada “discrecionalidad técnica”, en tanto nos
encontramos con conceptos indeterminados por la ley que requieren precisarse en el
momento de aplicación de la norma: ¿qué debe entenderse por “grave perjuicio a su
integridad física, psíquica y social”, “insostenible su situación de vida en su grupo de
convivencia”? ¿Puede el juez, sin tener debido contacto con el niño y su contexto, sin
haber efectuado el abordaje primario y apremiante del caso, evaluar a dichos
conceptos?
56
Art. 35.4 Decreto 300/05: “La excepcionalidad de la medida refiere a que sólo es aplicable a situaciones
muy específicas y en interés superior del niño. 1.Cuando las violaciones a los derechos del niño impliquen
grave perjuicio a su integridad física, psíquica y social, y se advierta la necesidad de apartarlo de su
medio en tanto se evalúen otras estratégicas de protección. 2.Cuando el niño lo requiera por resultarle
insostenible su situación de vida en su grupo de convivencia y hasta tanto se produzca la evaluación y
mediación para su reintegro o derivación a otro programa. 3.Cuando sea necesario ubicar a familiares,
tutores o guardadores en aquellas situaciones en que el niño se encuentra solo, perdido o desvinculado.”
37
Consideramos que no, que si la ley habla de “control de legalidad” no está habilitando
una revisión integral de la medida, o una especie de Alzada, sino la verificación del
cumplimiento de los límites fijados por la ley para la actuación de la Administración, y
cuando dichos límites son a su vez vagos o imprecisos, entramos en el terreno de la
“discrecionalidad técnica”, la cual queda afuera del control jurisdiccional, salvo los
supuestos de violación de los principios de razonabilidad, no desviación de poder y
buena fe (límites al ejercicio de las facultades discrecionales).
En conclusión, el “control de legalidad” que la ley otorga como competencia del Juez
de Familia se encuentra limitado a asegurar:
38
materia de niñez establecidos por la Convención sobre los Derechos del Niño.
Este inciso fue incorporado por la Ley 13.634 como materia de competencia del fuero
de familia. Se refiere a la intervención jurisdiccional para la protección de los intereses
difusos frente a cualquier acción u omisión que provenga del Estado o de particulares
que ponga en peligro su vigencia.
Tiene dicho la Jurisprudencia que son intereses difusos los que pertenecen
idénticamente a una pluralidad de sujetos, en cuanto integrantes de grupos, clases o
categorías de personas, ligadas en virtud de la pretensión de goce, por parte de cada
una de ellas, de una misma prerrogativa.
De forma tal que la satisfacción del fragmento o porción de interés que atañe a cada
individuo, se extiende por naturaleza a todos; del mismo modo que la lesión a cada
uno afecta, simultánea y globalmente, a los integrantes del conjunto comunitario. 58
Estimamos que no debe ser esa la interpretación que se desprenda del artículo en
análisis. Por el contrario, este inciso debe tomarse como meramente enunciativo de
una competencia que existió desde siempre.
58
CCiv. y Com de Azul 22/10/1996; LLBA 1997 p. 273.
39
desconcentrados del Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño
(Servicios Locales y Zonales).
Este ultimo inciso representa una mas de las reformas fundamentales al fuero de
familia, esto es la modificación de carácter taxativo de su competencia 59 a uno
meramente enumerativo 60 , configurando este inciso la cláusula de salvaguarda que
podrá permitir introducir dentro de los juzgados de familia cuestiones que hasta el
momento no han sido identificadas por la jurisdicción o que, habiéndolo sido,
tramitaban por otra vía.
La Ley 13.634 modificó a través de su artículo 104 la Ley Orgánica del Poder Judicial
61
incorporando materias hasta ese momento exclusivas del fuero de familia a la
competencia de los Juzgados de Paz Letrados, a través de una confusa y redundante
redacción.
En primer lugar, incorpora al artículo 61 de la Ley 5.827 como inciso “g” del punto 1 en
lo que concierne a la competencia de los juzgados de paz del Gran Buenos Aires
(acápite I), una fórmula general y residual que atribuye a dichos órganos todo el
espectro de competencias regulados en el artículo 827 del CPCC.
Dicha ampliación también resulta aplicable a los Juzgados de Paz del interior ya que
según lo establece el acápite II del artículo 61 de la Ley 5.827, dicho juzgados
conocerán en las materias establecidas en el acápite I más otras específicas que allí
se indican.
59
“...La delimitación de la competencia es taxativa no pudiendo extenderse a supuestos no
enumerados....”, Conforme Berizonce, Bermejo, Amendolar “Tribunales...”, op. cit. p. 79.
60
Vitale, Gabriel y Abalos, Cecilia; “Ley 13.634. Consideraciones sobre los nuevos fueros de familia y de
responsabilidad penal juvenil en la provincia de buenos aires. Un avance hacia el estado de derecho y
justicia” Revista de la Administración Pública Buenos Aires Nº 48. (2007) p. 36.
61
Ley nº 5827
40
Sostenemos que la redacción de la reforma es redundante y confusa ya que el nuevo
inciso “g” deja a salvo lo “que no se haya especificado en los demás incisos del
artículo”, lo cual pretende dejar a salvo una posible reiteración de conceptos sin lograr,
a nuestro entender, dicho objetivo.
Por otro lado, el mantener la fórmula del acápite II en su redacción original hace caer a
la norma en una grave redundancia ya que, por un lado, los juzgados de paz del
interior de la provincia tienen la competencia dada por el inciso “g” con carácter
general, y luego a través de los incisos del acápite II, se especifican materias que eran
las exclusivas antes de la sanción de la Ley 13.634. 62
Consideramos que una reforma integral del artículo 61 de la Ley 5.827 –Orgánica del
Poder Judicial- hubiera sido la solución adecuada. Lamentablemente la Ley 13.645 no
subsanó el error sino que ratificó la técnica utilizada y sólo agregó a los partidos de La
Matanza y Punta Indio 63 en el acápite correspondiente a los juzgados de paz del
conurbano bonaerense.
Ello nos pone frente al dilema de establecer cuáles serían las ventajas y cuáles los
62
La diferenciación geográfica de atribuciones obedece a la necesidad de garantizar el acceso a la justicia
de las personas que viven alejados de los grandes centros urbanos en los que tienen su asiento los
Juzgados de Civiles y los Tribunales de Familia.
63
La localidad de Punta Indio había sido incluido en el proyecto sancionado por el Congreso Nacional
como ley 13.634 pero dicha inclusión fue posteriormente vetada por el Poder Ejecutivo a través del
decreto de promulgación de la mencionada ley (Decreto nº 44/07). Con la ley 13.645 se volvió a la
redacción anterior a la ley 13.634 que incluía en el acápite I como partidos integrantes del conurbano
bonaerense tanto a Punta Indio como a La Matanza, manteniendose la incorporación de Presidente
Perón.
64
Prorrogado al 1º de junio de 2008 por el decreto 3438/2007.
41
inconvenientes que puedan surgir frente a esta convivencia o superposición total de
competencias entre el fuero de familia y la justicia de paz.
En primer lugar no podemos dejar de destacar que desde la sanción de la Ley 11.453
la estructura de los Tribunales de Familia ya contaba con la presencia de cuerpos
técnicos integrados por psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales a fin de abordar
las problemáticas familiares desde la interdisciplina y con Consejeros de Familia
encargados de llevar adelante la etapa de conciliación a través de un proceso especial
y novedoso. La nueva estructura del órgano creada por Ley 13.634 ratificó ese mismo
diseño.
Desde ese punto de vista, la especialidad del tratamiento de las materias que se
ventilan ante el fuero de familia requiere, sí o sí, de ese tipo de integración y de ese
especial procedimiento, características de la cual carecen -y por razones lógicas- los
juzgados de paz.
Es por ello que consideramos que la naturaleza especial del abordaje no puede ceder
frente al principio de cercanía territorial, que resulta ser valioso, pero que podría
solucionarse estableciéndose el asiento de Juzgados de Familia no sólo en las
cabeceras departamentales.
Hasta ahora las leyes 13.634 y 13.645, sólo han contemplado la creación de Juzgados
de Familia en todos los departamentos judiciales donde hasta el momento no existían
y la competencia quedaba en cabeza de los Juzgados Civiles de Primera Instancia.
Disentimos con la propuesta efectuada por cierto sector de la doctrina 66 de dotar a los
Juzgados de Paz de profesionales auxiliares tales como peritos trabajadores sociales
65
Striebeck, Federico en su obra “La justicia de paz ante un nuevo desafío”; LLBA 2007, p. 839, sostiene
que la reforma en comentario tiene como fin “cristalizar el irrestricto acceso a la justicia que contempla el
art. 15 de nuestra Carta Fundamental Provincial, el que se ve indudablemente fortalecido, por la
inmediación en el abordaje de estos asuntos cotidianos, — aunque de no poco voltaje social— que viene
esta norma a consagrar, al permitírseles a los pobladores que se domicilian a grandes distancias de las
cabeceras judiciales acudir ante el Juez que tienen más próximo en procura de justicia.”
66
Striebeck, Federico “La justicia…” op. cit.
42
y psicólogos especializados, ya que el fuero de familia no sólo cuenta con la presencia
indispensable de dichos profesionales, sino también con todo una estructura orgánica,
procesal y funcional direccionada a abordar la tan particular conflictiva familiar.
Por último, nos interesa abordar este tema en tanto las reformas legales ocurridas en
materia de infancia nos enfrentan al desafío de incorporar a los niños como sujeto de
derechos en todas las actuaciones en las que estén involucrados sus intereses.
Frente a un caso concreto, son necesarias algunas pistas que colaboren a erradicar
decisiones sustentadas en el aire, arropándolas del concepto del interés superior del
niño (que no ha sido otra cosa que la decisión unilateral de quién decidió).
Debe poder entenderse por qué una decisión es la que mejor se ajusta al interés
superior del niño, cuál es su fundamento, por qué una petición se acerca a garantizar
sus derechos y para ello es clave la participación del niño en el proceso.
Pero a la vez, ya no será posible tener en cuenta con la misma intensidad la opinión
del niño sin tener en cuenta su particularidad, su individualidad, su subjetividad y cada
uno de los componentes que hacen que su opinión cobre un peso especial en cada
caso del que participa.
Ya Grosman señalaba que “…el juez o funcionario, al decidir cuál es el mejor interés
del niño, al referenciar los hechos los mediatiza a través de sus valoraciones
43
particulares, de su historia y sus experiencias personales. Su juicio no es una
representación de la realidad como algo objetivo y externo, sino que reconstruye esta
realidad de acuerdo con su particular “mirada…” 67
Estimamos que es momento de asumir en serio que el principio del interés superior del
niño no es un paraguas que tapa sin más cualquier atrocidad a la que se llegué en
determinado caso concreto, sino la pauta que nos permita descubrir y señalar la
carencia de fundamentos jurídicos en una caso, frente a la presencia de meras
consideraciones personales que puedan haberse formulado sobre el asunto.
“1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones
públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas
o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el
interés superior del niño”
Cillero Bruñol considera que el principio del interés superior del niño ha evolucionado
conjuntamente con el reconocimiento progresivo de los derechos del niño, siendo
necesario que se interprete de acuerdo a este nuevo contexto. 68
Sostiene que “el interés superior del niño es la plena satisfacción de sus
derechos…” 69 , tornando necesario virar a un enfoque de derechos la problemática de
la infancia.
De esa manera, el principio del interés superior del niño permitiría resolver conflictos
de derechos, recurriendo a la ponderación de aquellos que estén en conflicto debiendo
optarse por la solución que conculque menos derechos.
En lo que nos interesa, Cillero Bruñol sintetiza “…una correcta aplicación del principio,
especialmente en sede judicial, requiere un análisis conjunto de los derechos
67
Grosman, Cecilia; “El interés superior del niño”, en “Los derechos del niño en la familia. Discurso y
realidad”, Ed. Universidad, Bs. As. 1998, p.29.
68
Cillero Bruñol, Miguel; “El interés superior del niño en el marco de la Convención sobre los Derechos
del Niño”; Justicia y Derechos del Niño Nº 1, Ed. UNICEF, Santiago de Chile 1999, p. 46.
69
Cillero Bruñol, Miguel; “El interés superior del niño…”, op. cit p. 54.
44
afectados y de los que se puedan afectar por la resolución de la autoridad. Siempre ha
de tomarse aquella medida que asegure la máxima satisfacción de los derechos que
sea posible y la menor restricción de ellos, esto no sólo considerando el número de
derechos afectados, sino también su importancia relativa…” 70
Puede verse como el interés superior del niño es concebido como una directriz vaga,
indeterminada y sujeta a posibles múltiples interpretaciones que pueden funcionar de
excusas para tomar decisiones.
“Se entiende por interés superior del niño la máxima satisfacción integral y
simultánea de sus derechos en un marco de libertad, respeto y dignidad, para
lograr el desenvolvimiento de sus potencialidades, y el despliegue integral y
armónico de su personalidad.
Para determinar el interés superior del niño, en una situación concreta, se debe
apreciar:
En aplicación del principio del interés superior del niño, cuando exista conflicto
entre los derechos e intereses de todos los niños, frente a otros derechos e
intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.”
70
Cillero Bruñol, Miguel; “El interés superior del niño…”, op. cit p. 59.
45
No sólo introduce el enfoque de derechos, sino que para el caso concreto el principio
del interés superior del niño debe procurar objetivar la decisión en un sentido
determinado, teniendo en cuenta las contingencias de la ‘a’ a la ‘d’.
b) Autonomía progresiva.
Para abordarlo cabe poner de manifiesto que la Convención sobre los Derechos del
Niño se separa de la tradición jurídica basada en la incapacidad, y reafirma el carácter
de sujeto de derecho que se desprende de su carácter de persona humana.
71
Artículo 3º Ley 26.061: “INTERES SUPERIOR. A los efectos de la presente ley se entiende por interés
superior de la niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y
garantías reconocidos en esta ley.
Debiéndose respetar:
a) Su condición de sujeto de derecho;
b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta;
c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social y cultural;
d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones personales;
e) El equilibrio entre los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien
común;
f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y adolescentes
hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia.
Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el ejercicio de la misma,
filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción, emancipación y toda circunstancia
vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito donde deba desempeñarse.
Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.”
46
de la comunidad, según establezca la costumbre local, de los tutores u otras
personas encargadas legalmente del niño de impartirle, en consonancia con la
evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que el
niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”
Cillero Bruñol aclara: “…el ejercicio de los derechos del niño es progresivo en virtud de
la evolución de sus facultades … a los padres o demás responsables en su caso les
corresponde impartir orientación y dirección apropiadas para que el niño ejerza los
derechos reconocidos en la presente Convención...” 72
Vimos antes como la determinación del interés superior del niño requería conocer “La
opinión de los niños de acuerdo a su desarrollo psicofísico” (artículo 4.b ley 13.298). El
artículo 3 de la Ley 13.634 establece con carácter general el derecho a ser oído en el
ámbito judicial, estableciendo la obligación para la autoridad judicial de tener en cuenta
la opinión del niño de acuerdo a su desarrollo psicofísico. 73
Por otra parte, dejamos establecido que de ninguna manera estamos introduciendo los
conceptos de capacidad e incapacidad, binomio que en tanto categoría rígida ha
quedado desactualizado.
72
Cillero, Miguel; “Infancia, autonomía y derechos: una cuestión de principios”, en Derecho a tener
derecho , UNICEF/ IIN, Montevideo 1998, t. 4, p. 36.
73
Artículo 3 Ley 13.634: “Los niños tienen derecho a ser oídos en cualquier etapa del proceso, a
peticionar, a expresar sus opiniones y a que éstas se tengan en cuenta en las decisiones que afecten o
hagan a sus derechos, considerando su desarrollo psicofísico. En el caso de los niños por nacer ejercerá
este derecho la madre. El Juez garantizará debidamente el ejercicio de este derecho.”
47
cuenta con el desarrollo, madurez y edad suficiente se reputa realizado con
discernimiento, intención y libertad y quién alegue lo contrario debería probarlo. 74
El tercer principio a enlazar tiene que ver con que el enfoque de derechos debe
priorizar qué es lo que considera el niño con relación a los temas que lo afectan. De lo
contrario sólo cambiaríamos palabras sin modificar en nada la práctica de dejar decidir
a un tercero que es lo mejor para un niño.
Couso dice que para comenzar a hablar de la participación del niño desde un enfoque
de derechos debe superarse el prejuicio que lleva a concluir que “…los niños, casi por
definición desean cosas que no les convienen, guiados así por una cierta tendencia
autodestructiva…” 75 , eligiendo siempre lo que les hace mal.
Así, en aquellas situaciones en las que haya que resolver casos difíciles que implican
escoger entre dos o más opciones, la opinión del afectado sobre cuál de las
74
Minyerski, Nelly y Herrera, Marisa; “Autonomía, capacidad y participación a la luz de la ley 26.061” en
“Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Análisis de la Ley 26.061” Emilio
García Méndez (compilador), Ed. Del Puerto, Bs. As. 2006, p. 56.
75
Couso, Jaime; “El niño como sujeto de derechos y la nueva Justicia de Familia. Interés Superior del
Niño, Autonomía progresiva y derecho a ser oído” publicado en http://www.jurisprudenciainfancia.udp.cl
48
situaciones le resulta más insoportable y cuál está más dispuesto a tolerar no debe ser
el último criterio a considerar.
Ahora, el sentido del entrecruzamiento del los tres principios reseñados, al decir de
Couso, tiene que ver “…con la facultad del titular de derechos fundamentales de
decidir cuándo y cómo ejercer sus derechos y, especialmente en casos de colisión
entre algunos de estos derechos, la facultad de decidir qué síntesis entre sus derechos
en tensión es la que prefiere, qué renuncias o sacrificios parciales de ciertos intereses
querrá hacer hoy en favor de la salvaguarda actual o futura de otros intereses que
considera más importantes…” 76
Es por eso que la Ley 13.298, y consecuentemente la Ley 13.634, nos enfrentan al
desafío de ir más allá en tanto los principios deben verse aplicados concretamente,
deben ser palpables al momento de intervenir.
Por ello creemos que Couso resuelve de la mejor manera posible la objetivación de
esta tarea.
El habla de que tomar debidamente en cuenta la opinión del niño impone conferirle un
especial peso a esa opinión y a las preferencias expresadas por el niño.
Explica que si en un determinado caso antes de considerar la opinión del niño no hay
una alternativa preferible a otras, después de escuchar al niño la opción que él prefiera
adquiere un especial peso, lo que conlleva a orientarse hacia ese lado.
De manera muy didáctica explica “…si antes de considerar la opinión del niño esta
alternativa pesaba en la balanza ‘4’, frente a otra que pesaba ‘5’, el hecho de que el
niño prefiera la primera opción puede aumentar su peso relativo para alcanzar ‘6’,
inclinando la balanza en su favor. En cambio, si por razones distintas a la opinión del
niño, una alternativa parece al tribunal claramente desventajosa para el interés
superior del niño, es perfectamente posible que el mayor peso relativo conferido por la
opinión del niño a esa alternativa no sea suficiente para inclinar la balanza en su favor,
dado que todavía hay razones de mayor peso a favor de la alternativa que al tribunal
parecía claramente preferible. Recurriendo a la misma imagen, si en la balanza esta
alternativa pesaba ‘1’, frente a otra que pesaba ‘5’, el hecho de que el niño prefiera la
primera puede aumentar su peso relativo para alcanzar ‘3’, pero eso no es suficiente
para compensar su abierta desventaja frente a la otra opción…” 77
76
Couso, Jaime; “El niño como sujeto de derechos…” op. cit.
77
Couso, Jaime; “El niño como sujeto de derechos…” op. cit.
49
La inclusión del principio de autonomía progresiva le imprime al especial peso de la
palabra del niño la posibilidad de ponderar el grado de mayor o menor autonomía para
decidir.
78
Couso, Jaime; “El niño como sujeto de derechos…” op. cit.
50
ante la presencia de un conflicto jurídico a dirimir, no pudiendo omitir la actuación de
los organismos señalados en el punto anterior.
51