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LOS FEMINICIDIOS, UNA CUESTIÓN DE SEGURIDAD CIUDADANACON

ENFOQUE DE GÉNERO.

Introducción:

La violencia y el género tienen una importante relación con la seguridad y se asocian a


estudios sobre seguridad ciudadana. La forma como se construyen las identidades de género,
ser hombre, ser mujer, ser diverso o diversa, se convierte en un factor de riesgo que
predisponen al sujeto a ser perpetrador(a) o víctima, en un contexto social que se tiende a
privilegiar jerárquicamente al hombre sobre la mujer y en menor medida a las comunidades
comúnmente denominadas LGBTIQ+. Dicha construcción se relaciona tanto con las
convicciones culturales y políticas que influyen en el establecimiento del orden legal, como
con acontecimiento sociales de amplia cobertura, como la sobreexposición a ciertos
estímulos audiovisuales de contenidos explícitos sexuales y violentos. Para el caso de las
mujeres, del que nos ocuparemos en este análisis, los alarmantes hechos de violencia que
permanentemente tienen lugar en el país y sus ciudades demandan la necesidad de incluir la
perspectiva de género-inclusivo en la agenda de seguridad nacional (Londoño, 2010. p.61).

Las posibilidades reales de satisfacer dichas demandas se ilustrarán en este ensayo con base
en el análisis de las principales causas del feminicidio y la definición legal de su concepto.
Además, aquí se explora la tipificación del delito de feminicidio a través de la Ley 1761 de
2015, conocida también “ley Rosa Elvira Cely”. El caso de Erika Aponte, a su vez, permite
evidenciar qué tan eficiente es el actuar, legal e institucional del Estado respecto a este tipo
de hechos y la seguridad que brinda a las mujeres. Todo esto irá acompañado de gráficas que
muestren los datos que ofrecen las instituciones competentes que estudian las cifras de
feminicidios en Colombia.

Tipologías locales y globales

La violencia de género presenta diferentes tipologías, como violencias de tipo intrafamiliar,


económica, psicológica, física, sexuales y simbólicas. Entre estas, el feminicidio es la escala
máxima de violencia hacia la mujer, lo cual recientemente ha llevado al Estado colombiano
a declarar “estado de emergencia por violencia de género” junto a un conjunto de recursos
legales que pretenden enfrentar el indeseable fenómeno. Así se expresa esta tentativa
gubernamental:

Con la recién sancionada Ley 2294 (Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026, PND)
fue declarada la emergencia por violencia de género, que activará una serie de
herramientas legales para que las autoridades y la Rama Judicial puedan enfrentar la
ola de feminicidios y violencia contra las mujeres en el país. El artículo 342 de la
nueva ley no solo declara la emergencia por violencias basadas en género, sino que
establece acciones para que las entidades, dependencias y autoridades del sector
público incluyan en el marco de sus programas planes, proyectos y políticas públicas,
con el fin de proteger a las mujeres del país (Ámbito Jurídico. S.f.).

Lamentablemente, estas circunstancias se extienden a nivel global e internacional, tal y como


Amnistía Internacional España lo ha reconocido al construir lo que se conoce como “el
iceberg de la violencia de género”, elaborado en el 2021 para resaltar la progresividad del
fenómeno y advertir explícitamente los distintos grados de violencia de género existentes,
entre los que el asesinato o feminicidio es el que ocupa el lugar superior:

Fuente: “Iceberg- violencia-genero[sic]-


default”, de Amnistía Internacional Madrid, 2021. Amnistía Internacional Madrid. De dominio público.
Según Valerie Hudson (2022), en una de sus conversaciones para Democrats Abroad, todo
hecho de violencia es precedido por un primer y evidente sesgo machista presente en los
ordenamientos jurídicos que repercuten y moldean la sociedad y el comportamiento
ciudadano. Esto devela que mayoritariamente existen interacciones de dominación entre
ambos géneros que determinan las relaciones sociales, familiares e incluso jurídicas desde lo
micro hasta lo macro y de lo sutil a lo explícito. Por eso, como lo ilustra el iceberg, hay
dinámicas imperceptibles e interiorizadas social y culturalmente que han perjudicado a las
mujeres histórica y paulatinamente hasta propiciar implícitamente el asesinato. Es decir,
según Hudson (2022), al pasar inadvertidas por las políticas públicas y el ordenamiento
jurídico, las diversas y sutiles forma de violencia favorecen los escenarios más graves como
el caso del feminicidio.

Antecedentes del feminicidio:

Por el simple hecho de ser mujer, las mujeres son vulnerables de ser víctima de diferentes
tipos de violencia. Esto lo evidencian distintas estadísticas acopiadas tanto por el
“Observatorio de Feminicidios en Colombia” de la Red Feminista Antimilitarista; como por
la Fiscalía General de la Nación. Lamentablemente, sólo hasta el año 2009 la Corte
Interamericana de Derechos Humanos emitió fallos en temas de prevención en materia de
violencia de género. (Guajardo & Cenitagoya, 2017, p.33)

En Colombia se encuentra la Ley 1761 de 2015 o ley Rosa Elvira Cely, en conmemoración
de quien fue víctima mortal por un conocido y que por la forma en que se llevó su asesinato
marca un hito en Colombia para tipificar el feminicidio. Para lo cual nos basaremos en la
siguiente definición:

El asesinato de una mujer por su condición de mujer o por motivos de su identidad


de género, este tipo penal será agravado cuando sea cometido por un servidor público,
la víctima sea menor de 18 años o mayor de 60, sea cometido por varias personas, le
anteceda una agresión sexual o sea perpetrado por la pareja o expareja de la víctima.
(Ley 1761 de 2015)
Cuando se expidió la ley 1761 de 2015, se percibía el feminicidio como muerte violenta de
una mujer o niña. No existía para ese entonces la claridad del término feminicidio, de acuerdo
con Angie Picón & Mónica Mancilla (2021) quienes manifestaron que previo al año 2015,
cuando se asesinaba a una mujer por su condición de serlo, no se reconoció como feminicidio,
sino que se condenaba como homicidio con un agravante. Esto provocó diferentes posturas,
una de ellas relacionada con una discriminación positiva que excluye a niños y hombres,
otras posiciones señalan que al no haber una claridad sobre el concepto “condición de ser
mujer” generó una ampliación del concepto donde no se refiere sólo a lo biológico, sino
también a lo social, antropológico y cultural (p.72)

Por lo que la interpretación de los juristas en ese entonces no tenía en cuenta el enfoque de
género. Ante esto la Fiscalía en el año 2022 publica una guía práctica para la investigación
del feminicidio, teniendo en cuenta la adaptación del Protocolo Latinoamericano de
investigación de las muertes violentas por razones de género (femicidio/feminicidio).
Elaborado por el alto comisionado para la Naciones Unidas para los derechos humanos y
ONU mujeres. (Fiscalía, 2022)

Así mismo, en la guía se incluyen las modalidades de feminicidio tales como: el íntimo;
familiar; (circunstancia a Art 104 A) por mutilación femenina; sexual sistémico; infantil;
lesbofóbica y bifóbica; racista y por identidad de género (agravante literal f – Art 104B).
(Fiscalía, 2022, p. 23 – 24) Lamentablemente la base de datos que proporciona la fiscalía en
datos abiertos no cuenta con las modalidades mencionadas previamente.

De ahí que la guía que realiza la fiscalía junto con ONU mujeres, sea una forma de abordar
el feminicidio de una manera más clara y amplia, ya que incluye la diversidad de género y
no se reduce a las primeras definiciones sobre el feminicidio como el que utilizó Diana
Russell en el 2001, donde lo definió como “el asesinato de mujeres por hombres por ser
mujeres”. (citado por Rodriguez y Uribe, 2020).
Nota: Adaptación de “Datos abiertos Fiscalía y del Observatorio feminicidio en Colombia”, de Red feminista
antimilitarista, 2023. Red feminista antimilitarista. De dominio público.

Nota: Adaptación de “Datos abiertos Fiscalía y del Observatorio feminicidio en Colombia”, de Red feminista
antimilitarista, 2023. Red feminista antimilitarista. De dominio público.

Se observa que, frente al registro de los datos, según la fiscalía ante la tipificación del
feminicidio los casos se empezaron a visibilizar a partir del año 2015, año en el que se tipificó
el delito, a partir de este año los casos vienen en aumento. Comparando los registros del
Observatorio feminicidio en Colombia con los registros de la Fiscalía, las estadísticas son
muy similares. Sin embargo, los datos no son totalmente confiables, el observatorio registra
todas las muertes violentas de mujeres sin tener en cuenta si fueron asesinadas debido a su
género y la fiscalía presenta subregistros. El aporte que realiza el observatorio es que incluye
la cifra de tentativa de feminicidios, datos que no son tenidos en cuenta por la Fiscalía.

El caso Erika Aponte: un reflejo de las fallas sobre la protección y seguridad hacia la
mujer

En los diferentes medios de comunicación el pasado 14 de mayo se hizo eco la noticia del
feminicidio de Erika Aponte, asesinada en un centro comercial en el norte de Bogotá por su
expareja. El caso llamó la atención de diferentes medios de comunicación porque la joven
había denunciado tres días antes en la casa de justicia de Usme que había sido víctima de
violencia de pareja reiteradas veces, la Comisaría de familia le proporciona medidas de
protección y ante el alto riesgo la entidad le ofrece una casa refugio la cual fue rechazada
prefiriendo trasladarse a Soacha con sus familiares. (Blu radio, 2023)

Es pertinente analizar el caso, ya que Erika había experimentado diferentes formas de


violencia pasando desde lo sutil e invisible a lo explícito y visible hasta el punto que es más
difícil detener la escalada de violencia, obteniendo un final trágico. (Iceberg de violencia de
género)

Este caso, es un reflejo de cómo el sistema de protección presenta fallas y que las acciones
para proteger la vida y los derechos de la mujer en este caso se quedaron cortas. Dentro de
las medidas de protección se encontraba el acompañamiento de la policía, al trasladarse con
sus familiares la medida de protección la acogía la jurisdicción de Soacha y no a la MEBOG
en Bogotá, lugar de los hechos.

Entonces, el caso refleja que la violencia en el contexto familiar, más específicamente la


violencia de pareja es el tema de seguridad con mayor prioridad que debe asumir la mujer.
Adicionalmente, se agrega la posibilidad de que la mujer no perciba protección por parte del
Estado. Por lo tanto, de acuerdo con Cabrera se debe abordar la seguridad desde un enfoque
de género para la creación de programas de prevención de violencias hacia las mujeres
basado en un enfoque de desarrollo y derechos humanos. (Cabrera, 2011 p.12) De esta
manera, se reducirían los feminicidios, al reconocer y nombrar la violencia hacia la mujer
para desnormalizarla.

El contenido sexual audiovisual y la demanda sexual un vínculo hacia los feminicidios

Existen dos problemáticas que debe considerar el Estado y que no se ha visibilizado como
una arista de violencia hacia la mujer y tiene una relación con los feminicidios. Es,
primeramente, el problema concerniente al consumo a temprana edad y/o desmedido de
contenido sexual audiovisual, y el segundo de ellos, es la demanda sexual. La Fundación
Feminicidios Colombia (2020), vincula los escenarios de contenido y demanda sexual con
su objetivación y la dominancia masculina, a su vez una mayor propensión al asesinato.

Referente al contacto masculino con el contenido sexual, podemos encontrar una cita valiosa
en el texto “Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales de adolescentes
y jóvenes”, de Luis Ballester, Rosario Pozo y Carmen Orte (2019), proveniente de otros
informes, donde hacen eco de la población joven y consumidora del material audiovisual de
tipo sexual y revelan que los jóvenes de entre 14 y 17 usan este tipo de contenido con
frecuencia, aclarando que es el caso de los jóvenes de España. Si se compara con el caso
colombiano podría ser similar. Para el caso de la capital no existen estadísticas precisas sobre
el tema, sin embargo, la plataforma Pornhub (2022) en sus balances anuales develó que para
el 2022 Colombia ocupa el puesto 17 del ranking mundial de los países que demandan el
contenido de su página.
Fuente: “The 2022 Year in Review”, de Pornhub, 2022. Pornhub. De dominio público.

El segundo problema, que pertenece mayormente a una población demográfica más adulta,
es el de la demanda sexual. Para el 2015, en la capital se publicó un informe de la Secretaría
Distrital de la Mujer, donde estimó un alrededor de siete mil mujeres que ejercían la
prostitución (Secretaría Distrital de la Mujer, 2015), cabe recalcar también, que no existen
estimaciones de la demanda sexual ni de la población que la demanda más allá de algunos
registros de las mujeres que ejercen la actividad. Sin embargo, si se registran grandes índices
de violencia en el ejercicio de las actividades de esta índole, y como lo refiere la Secretaría
Distrital de la Mujer, en su mismo informe:

El estudio logró demostrar que cerca del 40,7% de las mujeres que ejercer actividades
sexuales pagas han padecido violencia o vulneración de derechos durante el ejercicio
de la prostitución, violencia física en un 56%, abuso sexual en un 28,5%, y abuso
policial un 22,5%. (Secretaria Distrital de la Mujer, 2015).

Los registros demuestran como en los escenarios de la pornografía, como los de la demanda
sexual se encrudece el terror perpetuado por la dominación masculina. En Bogotá no se llevan
a cabo campañas para reducir las repercusiones sociales de estas actividades, e incluso, el
país, lleva varios años definiendo el feminicidio, sin embargo, esa es solo la punta del iceberg.
Conclusiones y recomendaciones:

Es imprescindible enfocar la seguridad ciudadana desde un enfoque de género (hombre y


mujer). Las medidas adoptadas por el Estado para garantizar una vida libre de violencia deben
evolucionar constantemente. Aún tiene el reto de cambiar creencias culturales de supremacía
del hombre hacia a la mujer. Por lo que precisa educación de derechos humanos con enfoque
de género, desde básica primaria hasta la educación superior.

Urgen acciones pedagógicas e incluso limitaciones políticas para controlar el acceso al


contenido audiovisual sexual explícito en menores de edad, así mismo se recalca que es
importante sensibilizar a la población que este tipo de contenido proyecta a la mujer como
objeto sexual, al ponerla en un modo de subordinación, vulnerabilidad y una jerarquía menor
y esto hace que se perpetúen imaginarios colectivos sobre la violencia hacia la mujer.

El violentómetro es un instrumento que permite medir la violencia de pareja y prevenir el


feminicidio, su divulgación por medios masivos es escasa, para la ciudad de Bogotá se
recomienda hacer mayor difusión de la herramienta a través de los paraderos del SITP y la
publicidad con la que cuenta Transmilenio.

Bibliografía:

Ámbito jurídico, “Declaran emergencia por violencias basadas en género”, 23 de mayo de 2023:
https://www.ambitojuridico.com/noticias/general/declaran-emergencia-por-violencias-
basadas-en-genero

Amnistía Internacional Madrid. (2021). Iceberg-violencia-genero[sic]-default.


https://blogs.es.amnesty.org/madrid/2021/03/01/niunamas-como-karla/iceberg-violencia-
genero-default/

Ballester, L., Orte, C. & Pozo, R. (2019). Nueva pornografía y cambios en las relaciones
interpersonales de adolescentes y jóvenes. En Edicions de la Universitat de les Illes Balears
(Ed.), VULNERABILIDAD Y RESISTENCIA: Experiencias investigadoras en comercio
sexual y prostitución (pp. 249-284). Universitat de les Illes Balears.
Blu radio (2023, mayo 15). Tres días antes de ser asesinada Erika Aponte pidió protección porque
su vida estaba en peligro [Archivo de vídeo]. Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=zK55PDyBZgs&t=374s

Cabrera, Tatiana. (2011) Género y seguridad ciudadana. una aproximación a las violencias que se
ejercen contra las mujeres en la localidad de Suba. Universidad Javeriana. Bogotá.

Datos abiertos (2023) Feminicidios en colombia (Art 104A C.P) https://www.datos.gov.co/Justicia-


y-Derecho/FEMINICIDIOS-EN-COLOMBIA-2015-2020-/besk-ypw5

Democrats Abroad. (10 de marzo de 2022). Women, Peace and Security - A Conversation with
Valerie Hudson [Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?v=OP8THTA0f3g

Fundación Feminicidios Colombia (2020). Informe Anual 2020: No somos un día. Fundación
Feminicidios Colombia.

Guajardo, Gabriel & Cenitagoya, Veronica (2017) Feminicidio y suicidio de mujeres por razones de
género. Santiago de Chile. /https://www.corteidh.or.cr/tablas/r37317.pdf

Londoño, Martha. (2010) Seguridad y género. Una agenda pendiente.Universidad del Valle.

Rodriguez, Juan & Uribe, María (2020) Feminicidio: una fuente de múltiples debates. Universidad
Pontificia Javeriana. Bogotá. Monografía.

Observatorio Feminicidios Colombia de la Red Jurídica Antimilitarista: Reporte dinámico de


feminicidios de Colombia
http://www.observatoriofeminicidioscolombia.org/index.php/reportes

Picón, Angie & Macilla, Mónica. (2021) Feminicidio como delito autónomo en Colombia: análisis,
efectos y reflexiones. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá. Tesis de grado.
Pornhub Insights (8 de diciembre de 2022) The 2022 Year in Review.
https://www.pornhub.com/insights/2022-year-in-review

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