Impacto delincuencial en el departamento de Lambayeque a partir de la

Pandemia de la Covid-19

El ser humano ha cometido una suerte de hechos que de acuerdo a la naturaleza era normal,
así encontramos que en el Paleolítico superior en América pudo haber sido común robar,
violar, hurtar o matar, etc. Posteriormente, desde el surgimiento de la sociedad, el hombre
ha sufrido una serie de eventos que desde sus diferentes puntos de vista ha sido
conceptualizado como correcto o incorrecto, moral o amoral, conformando lo que
coloquialmente conocemos como delincuencia. Solo por hacer mención sobre la llegada de
los españoles al Perú, los europeos concibieron muchas costumbres indígenas como actos
abomínales que merecían sanción y penas que en muchos casos llevaban a la muerte,
especialmente, en el tema conyugal y religioso. Por lo tanto, se entiende como delincuencia
al conjunto de delitos que conforman acciones que quebrantan a ley (llonto, 2015), mientras
que definimos al delito como las infracciones que se cometen a la ley de forma grave y que
involucra la acción de a justicia (IusLatin.pe, 2019).

A nivel mundial, podemos afirmar que a pesar de que ciertos países poseen un nivel de
vida, cultural y educacional elevado, no se encuentran exentos de sufrir de lo que se ha
considerado como una plaga, la delincuencia. De este modo, indistintamente a cuál fuere el
delito se ha visto que debido a las restricciones durante la pandemia por COVID-2019 se
redujeron en un 37% en 27 ciudades de América, Europa, Asia y Oceanía (Mundo, 2021),
no obstante, existen otros delitos que se han incrementado de manera contundente, por
ejemplo, la delincuencia contra el patrimonio cultural que según la Interpol (2021), basados
en la información de 72 países miembros se observó un aumento en África (32%), las
Américas (187%), Asia y el Pacifico Sur (38112%), con respecto al año 2019.

En América Central mediante un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la

droga y el delito se detalló que de marzo a mediados de abril del 2020 se mantuvieron los
índices de homicidio en Honduras, México y se notó una ligera disminución en Guatemala
(Naciones Unidas, 2020). Mientras que en países Latinoamericanos como en Chile, los
homicidios ingresados en las Fiscalías durante el primer semestre de 2020 aumentaron en
39% a diferencia del primer semestre del 2019 (Arias, 2020). Para el caso peruano, en
cambio, se ha registrado un aumento del índice delictivo durante el 2021 en relación a años
anteriores, como si los delincuentes hubieran despertado de su letargo y replicaran sus actos
delictivos con mayor frecuencia, de esta manera encontramos que las estadísticas indican
que durante el año 2021 se registraron 94.789 actos delincuenciales, de acuerdo al Sistema
de Denuncias Policiales (Infobae, 2022), asimismo, para el 2021, las denuncias por
diferentes delitos aumentaron en 14869 (18%) a comparación del año anterior en donde
solo se alcanzó 79920 actos delictivos (Infobae, 2022).

De igual modo, la región Lambayecana no es ajena a la realidad general peruana, en

Lambayeque de enero a marzo durante el 2020 se reportaron 6525 denuncias por comisión
de delitos, posteriormente para el 2021 solo se registraron 5428, denotando claramente una
disminución (Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI], 2021).