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Técnicas de la investigación
La posibilidad de conocer a las personas mediante su rostro en Kant
Abstract: Kant devoted himself to the study of physiognomy for more than 20 years. The
possibility of knowing the morality of people through their physiognomy began as a passion
and ended up being an obsession that would highlight its most prejudiced part. Anthropology
in the Pragmatic Sense and Critique of Pure Reason are clear evidence that Kantian thought is
characterized by a tireless passion towards the limits of knowledge. It is very likely that
through his first notes on anthropology Kant realized that physiognomy was the first step
towards a transcendental philosophy. Although the aforementioned works present a totally
different Kant in terms of moral issues. This article highlights arguments for and against
Kantian thought in relation to physiognomy.
Introducción
La polémica del presente texto gira en torno a la concepción que Kant tenía sobre la
fisiognomía. Su obsesión por conocer la moral humana desde el rostro facial lo orillaron a
caer en la fosa del prejuicio. Si bien sabemos que Kant es sumamente reconocido en cuanto a
su moral cristiana, ética y metafísica en tanto las condiciones a priori de la sensibilidad. Su
pensamiento antropológico se distingue por la cantidad de prejuicios y supersticiones que
presenta. Sin duda es un texto no muy querido por los kantianos si lo comparamos con
Crítica de la razón pura o Crítica de la facultad de juzgar.
Para no decapitar el presente texto he decidido desarrollar mis apartados en base al siguiente
orden: 1) Kant y Lavater 1.1) Fisiognomía y fisionomía 1.2) ¿En qué momento Kant
comienza a aplicar la fisiognomía? 2. La fisiognomía de Antropología en sentido pragmático
como posible influencia de la filosofía trascendental en Crítica de la razón pura. 3. ¿Es
posible una fisiognomía en sentido moral?
En esta cita Castiñeyra Fernández expone que la fisiognomía únicamente aplicaba para el
varón. Además, en su ensayo La fisiognomía de la mujer medieval sostiene que la nula
presencia femenina se debe a la noción cultural de aquellas civilizaciones (Sócrates,
Aristóteles, Kant) y por ello desarrollaron diversas teorías fisiognómicas basadas en los
prejuicios de su época.
Mendiola Mejía (2018), experto en estudios kantianos menciona que la fisiognomía siempre
estará cargada de prejuicios, de lo contrario su estudio no tendría ningún sentido; sería pura
fisionomía. La fisiognomía crea cultura, nos unifica como comunidad —quizás no en sentido
cosmopolita como alguna vez Kant llegó a mencionar—. Si eliminamos a la fisiognomía del
sustento de teorías racistas y sexistas cargadas de prejuicios nos daremos cuenta que lo
positivo de dicho arte es crear identidad nacional.
1 Kant y Lavater
La motivación de Kant por definir la moral de las personas desde sus rasgos faciales —
fisiognomía—, inicia cuando Johann Lavater funda la fisiognomía como una posible ciencia.
En Ensayos sobre fisiognomía Lavater realiza un análisis exhaustivo sobre la fisiognomía —
desventajas, ventajas, relación facial con los animales, el rostro desde el nacimiento y la
infancia, entre otros— . Sin embargo, con el paso del tiempo Kant se vuelve más insistente
en lo que respecta a la fisiognomía y se hunde en el prejuicio total. Me permito citar un
pequeño fragmento del comienzo de Ensayos sobre fisiognomía en donde Lavater establece
la imposibilidad de la fisiognomía como ciencia: A pesar de que hay una verdad en ella, aún, la
fisiognomía jamás podrá ser una ciencia tan exacta como las matemáticas. (Lavater 1885, 37).
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Incluso, en pasajes posteriores a este, Lavater acepta que la fisiognomía está cargada en
prejuicios. La fisiognomía vuelve a los hombres vanidosos y les enseña a asumir una apariencia
plausible (Lavater 1778, 132). Los argumentos en mención no bastaron para que Kant optará
por abrir los ojos ante la realidad de su moral , al contrario, Kant comienza a considerar la
fisiognomía como una práctica humana.
La fisiognomía nos enseña que podemos determinar el carácter de una persona desde su aspecto
externo y siguiéndola podemos ser más precisos en sus observaciones. De la forma facial podemos
deducir su interior. Solo esta puede ser aceptada como una moral buena, pues está hecha a imagen y
semejanza de Dios. (Kant 1779, 39).
En este pasaje parece que Kant continúa sustentando la tesis de Lavater acerca del ideal de
belleza como bien mencioné anteriormente. Defiende que analizando la apariencia corporal
podemos determinar ciertos juicios sobre cómo son las personas. Añado por cierto, que era
tanta la preocupación de Kant por estudiar la tesis de Lavater, que incluso en una ocasión
Kant le envió bocetos de la cara de su vecino para que interpretará su rostro facial y definiera
qué tipo de persona era su vecino —Lavater terminó acertando—
Queda entonces dicho del ejemplo anterior que la fisionomía no tiene reglas. No contamos
con una estructura correcta que nos permita conocer los rasgos faciales, cada quien percibe
los rostros de cierta manera. Tampoco podemos considerar una ciencia a la fisionomía, ni
siquiera podemos estar seguros de que la interpretemos bien. A mi me pasa muy seguido, dos
o tres veces al mes suelo confundir a mis amigos con otras personas porque me baso en
distinguirlos por la forma de su nariz y grosor de labios. No caigo en prejuicios y tampoco
aplicó la fisiognomía, solamente estoy interpretando los rasgos faciales para determinar
porque creo que cierta persona es quien creo que es por su nariz picuda.
Si un reloj tiene una caja bonita, no se puede juzgar con seguridad, por eso, — dice un famoso
relojero—, que el interior sea también bueno; pero si la caja muestra un mal trabajo, se puede
inferir con bastante certeza que tampoco valdría mucho el interior; pues el artífice no pondrá en
descrédito una obra elaborada bien y con esmero, descuidando lo exterior de ella, que es lo que
menos trabajo cuesta. (Kant 2009, 277).
Samantha Hernández García
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En la cita anterior Kant pasa por desapercibido lo siguiente “ no juzgar por la apariencia”.
Todo lo contrario, juzgar por la apariencia, la considera una práctica humana. Aplicar la
fisiognomía es una tarea indispensable para los seres humanos; mantiene nuestra comunidad
y es indispensable para la formación del hombre. Lo que podemos inferir de lo anterior es
que Kant llegó a la conclusión de que en una comunidad ideal los individuos conocen tanto
su interior como su exterior. Su pasión por el cosmopolitismo quizás lo orilló a preguntarse lo
siguiente ¿Cómo podemos formar parte de una sociedad cosmopolita sin conocer con
exactitud el interior de las personas que la componen?
La expresión visible de las ideas éticas que gobiernen interiormente al hombre sólo puede ser,
por cierto, obtenida de la experiencia; pero para hacer, por así de decir, visible la vinculación
de esas ideas con todo aquello que nuestra razón liga al bien ético- la bondad del alma, la
pureza, la fortaleza o la serenidad, etcétera-, es una exteriorización corporal ( como efecto de
lo interior), se requieren ideas puras de razón y un gran poder de la imaginación unidos en
quien quiera juzgarlas y más aún en quien las quiera presentar. (Kant 2008, 177).
Hasta este punto mi propósito era demostrar que Kant se volvió un esclavo de la fisiognomía;
siempre se empeñó por incluirla en sus grandes obras. Resulta contrastante, hasta
incongruente, que Kant dedique buena parte de su obra a hablar de moral y de fe cuando él
las echa por tierra cuando habla de fisiognomía. Al final de su vida cuando publica
oficialmente Antropología en sentido pragmático Kant concluye que no existe ninguna
relación entre lo que observamos de un hombre y su interior. Conocer la totalidad del hombre
desde sus rasgos faciales es imposible, de lo contrario, nos sentiremos amenazados por los
demás porque sabríamos ante qué clase de personas —buenas o malas— nos estamos
enfrentando. (Mendiola 2014, 83).
Kant estaba encadenado a los prejuicios de su época. Empero, esto no significa que por el
hecho de ser kantiana justifique las fallas en su moral. En el último apartado de Antropología
en sentido pragmático titulado El carácter de la raza su pensamiento especista sale a luz —
considerar a unas razas superiores a otras es especismo— . En el caso de los hombres parece
que Kant considera que nos ofrece el criterio de las razas, pues el criterio de belleza de un
negro no coincide con el del blanco, ni con el de un asiático.(Mendiola 2014, 90)
El objeto de la representación que sólo contiene la manera como soy afectado por él, puede
ser conocido por mí sólo tal como se me aparece, y toda experiencia (conocimiento
empírico), la interna no menos que la externa, es sólo conocimiento de los objetos tal como
se nos aparecen, no como son —considerados por sí solos—.( Kant 2009, 45).
En este pasaje parece que Kant acepta los límites del conocimiento —presenta el noúmeno
sin mencionarlo—. Entre líneas dice que la cosa en sí, es lo incognoscible por el sujeto, pero
este hecho no impide que se ordene en la mente por medio de la sensibilidad del espacio y el
tiempo creando de esta forma una abstracción en la mente que llamaremos fenómeno. La
intuición sensible a la que le sigue el pensamiento del objeto —concepto del objeto— es algo
que no depende meramente de la constitución del objeto de la representación, sino de la del
sujeto y de la receptividad de esta.
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Más adelante, en Crítica de la razón pura Kant desarrolla dos elementos claves de su
filosofía trascendental en cuanto conocimiento a priori puro. Primero, destaca la posibilidad
de la metafísica como ciencia y en segundo lugar la incógnita sobre los juicios sintéticos a
priori. En la obra antes mencionada parace que Kant se ha olvidado de la fisiognomía por
completo; jamás la menciona. Sin embargo, los postulados sobre los límites del conocimiento
aplicados al noúmeno son bastantes similares a los que menciona en Antropología en sentido
pragmático en tanto que a fisiognomía se refiere. He aquí el contraste: cuando Kant propone
el ejemplo de reconocer el rostro de una persona desde lo lejos de una pradera —situación
mencionada en el apartado 1—, lo dice de la siguiente manera.
El objeto de la representación que sólo contiene la manera como soy afectado por él, puede ser
conocido por mí sólo tal como se me aparece, y toda experiencia (conocimiento empírico), la interna
no menos que la externa, es sólo conocimiento de los objetos tal como se nos aparecen, no como son
—considerados por sí solos—. . (Kant 2005, 45).
En sus últimos apuntes de antropología Kant llega a una conclusión muy brusca donde parece
que se rinde ; no existe relación entre lo que observamos del hombre y su interior. Parece que
Kant se contradice; durante años defendió que podemos conocer a una persona mediante su
exterior. Pero al final, nos dice todo lo contrario. Conocer la moral de las personas mediante
su fisiognomía, implicaría vivir en una sociedad con miedo; nada estaría oculto.
El contexto en que considero la posibilidad de una fisiognomía en sentido moral es dentro del
campo de la medicina clínica. Cuando acudimos al médico por síntomas desconocidos lo
primero que nos observa es el rostro. Si tenemos los ojos pequeños a causa de una
enfermedad desconocida, el médico no se empeña en descubrir si soy una persona flemática
de sangre caliente en base a las líneas que comprenden mi nariz y labios delgados —diría
Kant—. Al contrario, se preocupa por mi salud. Mis gestos pueden ser una herramienta para
que mi diagnóstico sea adecuado y no azaroso. Uno de los principios morales de la medicina
es proteger la vida a toda costa. Sería antimoral que un médico primero analizará los rasgos
faciales de su paciente para decidir si lo va atender o no. Cabe mencionar, la posibilidad que
en países racistas como Estados Unidos, un médico se niegue a atender a un paciente por su
apariencia latina.
Distingo que la fisiognomía en sentido moral podría ser posible en el campo de la medicina
clínica por dos razones. En primer lugar, la medicina no aplica el juicio estético de belleza
kantiano cargado de prejuicios para justificar la enfermedad diciendo que el paciente está
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enfermo porque no es bello. La reflexión moral en este argumento la sustento en el juramento
Hipocrático de defender la vida a toda costa; sin importar la raza el médico debe salvar la
vida del paciente. En segundo lugar, la medicina clínica siempre se sustenta en reglas y
criterios comprobados por la ciencia; no se basa en tontas supersticiones.
Conclusión
Al final de su vida, cuando Kant publica oficialmente Antropología en sentido pragmático su
pensamiento especista, racista y xenofóbico es más que evidente. La distinción que realiza
sobre la superioridad de los hombres blancos en la relación a los negros, clasificar a la mujer
como un animal doméstico son sólo algunos ejemplos que componen parte de su pensamiento
prejuicioso. A lo largo de este ensayo pudimos analizar la manera en que la teoría
fisiognómica de Kant fue cambiando con el paso de los años que impartió clases de
antropología. Empero jamás abandonó sus prejuicios. Entiendo que Kant estaba influenciado
por su contexto social. Pero es muy hipócrita de su parte que se atreva a hablar de moral y
ética cuando sus escritos de antropología demuestran todo lo contrario. Explícitamente se ve
en el imperativo categórico, pues una de las 5 condiciones de la humanidad dice No tratarás a
un ser humano como un medio, sino como un fin en sí mismo. Además considera que no puede
haber experiencia sin racionalidad.
Espero que hasta este punto mi tesis haya quedado demostrada. El mismo Kant llegó a la
conclusión que es imposible conocer a las personas mediante su rostro, todos escondemos
algo en nuestro interior. Incluso Lavater aceptó que la fisiognomía carece de reglas que
propician la imposibilidad de considerarla como ciencia. Cabe la posibilidad que la
fisiognomía kantiana pudo haber influenciado en la creación de la frenología como una
pseudo ciencia. Ambas juzgan desde la apariencia, la diferencia radica en que la frenología
juzga mediante el tamaño del cráneo, por ejemplo, una frente ancha denota inteligencia.
Quizás no sea una experta en Kant como Carlos Mendiola, pero estoy más que segura que la
fisiognomía de Lavater fue la clave para que Kant estableciera los límites del conocimiento
en Crítica de la razón pura. Los argumentos sobre la posibilidad de conocer mediante el
rostro en Antropología en sentido pragmático son bastante similares a los de Crítica de la
razón pura cuando Kant nos habla del noúmeno. Vaya que Kant es un tremendo cristiano en
lo que su moral le comprende.
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Fuentes:
Emmanuel, Kant. 2008. Antropología en sentido pragmático. Buenos Aires: Losada.
—-, 2009. Crítica de la razón pura. Ciudad de México: Fondo de cultura económica.
—-, 2008. Crítica de la facultad de juzgar. Ciudad de México: Fondo de cultura económica.
—-, 2004. Filosofía de la historia. Ciudad de México: Fondo de cultura económica.
—-, 2012. En defensa de la ilustración. Barcelona: Alba Minus.
Mendiola, M, comp. 2017. En busca de la comunidad ideal. México: Guillermo Escobar.
—, 2014. Ensayos sobre la antropología de Immanuel Kant. México: Guillermo Escobar.
Robert, R. 2012. Lectures on Antropology. New York: Cambridge University Press.
Lavater, J. 1885. Essays on Physiognomy: Knowledge and the Love of Mankind. Londres:
William Tegg and Co.
—-, 1838. El fisónomo portátil compendio del arte de conocer a los hombres por las
facciones del rostro. París: Imprenta de Pillet Ainé.
Joan, K. 2005. The Physiognomical Portraits of Johann Caspar Lavater. Hong Kong:
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Press.
Castineyra, P. 2008. La fisiognomía de la mujer medieval
.file:///Users/samy/Downloads/Dialnet-
LaFisiognomiaDeLaMujerMedievalATravesDelTratadoDeL-5339068.pdf ( consultada el 15
de noviembre del 2022).