Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Entre los alcaloides más famosos se encuentran los presentes en las solanáceas,
denominados tropanos. Las plantas que contienen estas sustancias han sido
utilizadas durante siglos como venenos. No obstante, pese a su reconocido
efecto ponzoñoso, muchas de estas sustancias presentan valiosas propiedades
farmacéuticas. Las solanáceas se caracterizan por contar con muchas especies
que contienen diversos tipos de alcaloides más o menos activos o venenosos,
tales como la escopolamina, la atropina, la hiosciaminay la nicotina.
BUENO, SÍ: LAS DOSIS.
Está bien, estamos de acuerdo con Paracelso: algunas plantas pueden ser
consumidas de forma segura en dosis bajas o controladas, pero no podemos
tomarlas de forma desconsiderada o sin investigar un poco antes. En el módulo
anterior hablamos del Paico, que puede ser utilizado como condimento y para
eliminar parásitos, pero que puede caer muy mal si sobrepasamos las dosis
razonables. Asimismo, la Ruda es una famosa planta por su capacidad abortiva:
una dosis elevada puede provocar un aborto,
pero una más suave puede brindarnos reposo
cuando la menstruación es dolorosa, o una
muchísimo más elevada puede causarnos grave
daño. La Artemisia absinthium, llamada
comúnmente Ajenjo, también es una especie
que debe ser bebida con precaución extra.
Elaboraremos un video con una lista más
extensa de plantas que por un lado son seguras
(es decir, podemos tomarnos unas infusiones
seguidas sin miedo), y otras con las que hay que
tener precaución (no, no es buena idea tomarse
un té de ruda cada mañana).
(Izquierda, un Ajenjo).
• Cicuta. Comenzamos con ella porque es una de peor fama… ¡y con razón!
Unos 6 gramos de sus hojas bastan para matar a un ser humano adulto.
Hay que tener extremo cuidado de consumir por equivocación sus hojas,
frutos o flores, tanto crudos como en infusión. Representa un problema
porque crece de forma espontánea en muchas zonas del mundo, entre
ellas Argentina. Pertenece a la familia de las umbelíferas (la misma que la
zanahoria, hinojo, etc)… y la disposición de sus hojas y flores la vuelven
fácilmente confundible con cualquier pariente de su familia.
Observemos, por ejemplo, un ejemplar de cicuta:
Y, ahora, uno de zanahoria: