En defensa

de nuestra
naciente
soberanía
ISSN 2618-4354
> sumario

6/
1845-1850. bloqueo anglo-francés

Combate de la Vuelta de Obligado: en defensa

de la naciente soberanía Roberto Gargiulo por Registra la memoria nacional

“Historia, émula del

tiempo, depósito de las

26/
acciones, testigo de lo
pasado, ejemplo y aviso
de lo presente, adverten-
cia de lo porvenir”.
1922. “Mateocho” Banks, primer asesino múltiple Cervantes, Quijote, I.IX.

La Muerte es sólo la Suerte con una letra cambiada

por Georgina Degano y Eduardo Agüero Mielhuerry #636
noviembre DE 2020

34/
Declarada de interés nacional
por la Cámara de Diputados
de la Nación en 1992; distin-
guida con el Premio Konex en
1997 y 2017 y premiada por
1536. origen de la ciudad de buenos Aires su Trayectoria y Pluralismo

Primeras incursiones en el Río de la Plata

por la Legislatura de la CABA,
Resolución Nº 153/2012.

por Esteban Miller staff

directora
Eliana de Arrascaeta

48/
directora honoraria
María Sáenz Quesada
comité editorial
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1960-2010. voces, señales y escrituras humanas
Gregorio Caro Figueroa
La historia del lenguaje escrito redacción
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(y lo que saben los niños) Pablo Hernán Cueto por

diseño gráfico
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1810-2020. economía y finanzas en la argentina

Breve historia de la deuda externa Inscripto en la Dirección

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tapa mo de San Pedro) editorial documentos una prisión Los artículos contienen
Fotografía del superpuesto con Dos bicente- para la historia (2ª parte) opiniones que la editorial no
necesariamente comparte.
Monumento a la óleo de la batalla narios, una A bordo de la por Juvenal
Batalla de Obligado (ver p.12). polémica Ushuaia y de
(gentileza de la por Gregorio la Rosetti:
Secretaría de Turis- Caro Figueroa recuerdos de

todoeshistoria.com.ar
#636:nov2020 /3
> editorial
Dos bicentenarios,
una polémica
por
Gregorio
Caro Figueroa
E
n junio de 2021 se conmemoran
dos bicentenarios de 1821. El 17,
la muerte en Salta del general
Martín MIguel de Güemes. El
26, el nacimiento de Bartolomé Mitre.
En 1921, ambas recordaciones aproxi-
maron a esas dos figuras. Hoy, algunos
ponen más empeño en atizar discor-
dias que en comprender.
Güemes murió a los 36 años en un cam-
pamento por herida de bala recibida en
una emboscada. Mitre falleció a los 84
años. En 1906, cuando su salud se de-
terioró, pidió ser asistido por el médico
Luis Güemes Castro, nieto del general.
En 1864 las trayectorias de Güemes y
Mitre se cruzaron cuando Vélez Sarsfield
objetó a Mitre supuestos errores históri-
cos y descalificaciones en los que incu-
rrió al referirse a Güemes en su Historia
de Belgrano, publicada seis años antes.
Vélez consideró “ingrata calificación”
de Güemes como jefe “a quien el caudi-
llaje dio fama”, sin recordar que “fue el
salvador de la patria y la única esperanza
de los pueblos”, después de las derrotas
patriotas en el Alto Perú. Güemes “se
apoyaba en el pueblo bajo del cual era
idolatrado”. Según Vélez, fama y gloria
de Güemes fueron menoscabadas por
Mitre. El salteño debía figurar junto a
Bolívar y San Martín.
Mitre respondió con datos precisos a
4/
las objeciones de Vélez, quien no había
aportado documentos para refutarlo.
Sus críticas, replicó Mitre, eran “meros
#636:nov2020
juicios o apreciaciones”, y solo había su-
mado “recuerdos, reminiscencias vagas e
incompletas”.
La autoridad del Vélez jurista contrastó
con la debilidad de su relato históri-
co: no había sido “un testigo presencial
de los sucesos”. “Sus apreciaciones son
exageradas, sus juicios son absolutos”.
Vélez reconoció: los argumentos de
Mitre “no pueden ser refutados sino en
una discusión de detalles, para la que no
estamos preparados”.
Mitre señaló que, en escritos suyos y de
sus partidarios, “se presenta a Güemes
como lo es, como un caudillo político y
militar”: “rasgo prominente y verda-
deramente original de su fisonomía”.
Llamarle “caudillo” caracteriza una
fisonomía, no denigra.
Si como “caudillo” se lo condena como
“funesto”, como militar “fue grande
combatiendo por la causa común”.
En 1864 Manuel Solá Tineo publicó sus
Rectificaciones históricas. Solá Tineo re-
chazó el calificativo de “caudillo” apli-
cado a Güemes, reconoció sus méritos
y su “corazón noble y humanitario”. Pero
criticó el desapego a la ley, al derecho
de propiedad, la independencia de la
Justicia y la seguridad individual.
El 17 de junio de 1894 poco después de
fundada la Junta de Historia y Numis-
mática Americana, Mitre escribió a
Martín Miguel Güemes Castro, nieto
del general, informando que la Junta
mandó acuñar 100 medallas con-
memorativas del 73 aniversario de la
muerte de Güemes, consagrada a este y
a “los heroicos gauchos”.
“Reconociendo en usted a uno de los
dignos descendientes de aquel Gran Pa-
triota, sírvase aceptarla como una prueba
palpitante de que se aproximan los días
de reparaciones y de justicia para los que,
como su ilustre antecesor nos legaron una
patria libre y soberana”. Junto a la firma
de Mitre está la de Ángel Justiniano Ca-
rranza, fundador de esa Junta, cimiento
de la Academia Nacional de la Historia.
En 1885, nueve años antes de esa carta,
estando Carranza en Salta organizó el
primer gran homenaje “A la memoria
del patriota Güemes”, en el recién inau-
gurado Teatro Victoria. En su discurso,
destacó los servicios militares y las
virtudes cívicas de Güemes. Lo ponderó
como “fundador de la independencia” y
la nacionalidad. “Nuestro célebre caudi-
llo, apelaba sin desaliento al fallo remoto,
pero justo del porvenir. Afortunadamente
estamos ya en él”.
En esa velada lírico-literaria Juana
Fowlis recitó: “Al hacer la apoteosis de
Güemes, / Rindiendo a su memoria una
ovación, /Nos dice la conciencia que cum-
plimos, / El deber de una gran reparación.
/ Salta, su cuna, teatro de sus hechos, / Su
espíritu inmortal no comprendió”.
Incomprensión y olvido existieron, pero
no fueron absolutos. En 1835, durante el
gobierno de Fernández Cornejo, se realizó
un homenaje “A la memoria del patriota
Güemes”. Cornejo había sido opositor a
Güemes. Después de que el jefe militar
fuera asesinado, lo había reemplazado
como gobernador con aval de las fuerzas
realistas que ocupaban Salta.
En 1847, Dionisio Puch, cuñado de Güe-
mes, exiliado en Lima con los tres hijos
de Martín Miguel y Carmen Puch, publicó
una breve Biografía del Jeneral Martín Güe-
mes. En su escrito, Puch exaltó las cuali-
dades personales y militares de Güemes.
“A 26 años de la muerte de Güemes, ‘ne-
cesitamos volver la vista a lo pasado para
que brille de nuevo esa espada fundadora’
de la independencia argentina”. Puch
concluyó: “Pero él murió, y el alma cana
del tiempo cubrió su tumba fría y solitaria,
como ha cubierto la de tantos héroes”.
El 17 de junio de 1921 La Nación dedicó
toda su portada a destacar el centena-
rio de Güemes. Dedicó varias páginas
y su título de tapa “Rememórase hoy el
centenario de la muerte general Güemes.
Significado de la actuación del héroe del
Norte del país. En toda la República se
realizarán ceremonias recordatorias”.
A la extensa biografía de Güemes y a
un poco conocido rostro de Güemes
del prestigioso artista plástico Málaga
Grenet, se añadieron textos de Joaquín
V. González, Ricardo Rojas y otros. El
homenaje a Güemes se realizó en la
capital de las provincias y en decenas de
localidades de todo el país.
La Nación dijo que en sus páginas trató
de mostrar los rasgos principales “del
gran patriota salteño” y los aconteci-
mientos memorables de la independen-
cia argentina de los que fue protago-
nista. “De todo ello surge su digna, como
pocas de la glorificación póstuma que en
estos días se le tributa”.
Hay documentos que refutan creencias
arraigadas. La reiteración forma una
capa de prejuicios, presentados como
verdades irrefutables. El exceso de
énfasis suele sustituir el rigor históri-
co. La intensidad de una creencia no es
criterio de verdad, señaló Locke. No lo
es en materia de historia. Su uso y abuso
no enaltecen méritos: los empañan y
disminuyen.n
#636:nov2020 /5
1845-1850. Bloqueo anglo-francés durante el gobierno de Rosas >>>>>>>>>>>>

Combate de la Vuelta de O
¿Es correcto currió el 20 de noviembre de las del Norte.
1845 sobre el río Paraná, en Mientras tanto en Gran Bretaña habían
celebrar
la provincia de Buenos Aires, pasado de transportar la mercadería en
el 20 de

Obligado: en defensa de
cerca de San Pedro, a unos carretas o en barcos a vela a transpor-
noviem- 200 km de la ciudad de Buenos Aires. tarlas en ferrocarril o buques de vapor.
bre como Juan Manuel de Rosas ejercía el car- Las máquinas estaban cambiando el
“Día de la go de gobernador de la provincia y la mundo; más producción agrícola, más

la naciente soberanía
Confederación Argentina –formada por trabajo, más caminos, más ciudades.
soberanía
14 provincias–estaba en situación de Inglaterra necesitaba comprar las ma-
nacional” guerra contra Francia y Gran Bretaña terias primas en distintos continentes:
en home- y en conflicto con la Banda Oriental del madera, minerales, lanas, cueros, etc.
Por Roberto Gargiulo naje a este Uruguay. Construyeron una flota para llevar las
combate? El arte de Rosas, como gobernador de mercaderías y traer las materias pri-
una de ellas, consistió en gobernar mas, y también poseían poderosas na-
La polémica como si fuese presidente. Legalmente ves artilladas para proteger a los buques
de los his- solo estaba autorizado por delegación mercantes y, llegado el caso, si fuera
toriadores de las provincias, a encargarse de las necesario apoderarse de territorios.
nos permite relaciones exteriores y en ese sentido le La “libre navegación de los ríos” y el
correspondía intervenir en los conflic- “libre comercio” eran dos principios
repensar
tos con los países. En la política interna que se ajustaban a la producción en
algunos con los gobernadores, Rosas funciona- serie. El problema se presentaba cuando
temas que ba como jefe de Estado avalado en los dejaban de navegar en el mar y se aden-
jalonaron últimos años por algunas legislaturas traban en los ríos cuya cuencas perte-
nuestra his- provinciales. necían a Estados en formación. Mucha
gracia no les hacía a estas naciones,
toria antes
El comercio libre sobre todo por el acompañamiento poco
de la forma- El gran embudo de la cuenca del Plata amistoso de las naves de guerra.
ción de la desagota en el Río de la Plata, que recibe Viendo la situación de “South America”
Nación. las aguas del Brasil, del Paraguay, la desde el punto de vista de Gran Bretaña,
Argentina y el Uruguay. A partir de que la venta de productos se vio alterada por
se constituye la provincia de Buenos Ai- el enfrentamiento armado entre la Con-
res en 1820, el poder sobre el puerto y la federación Argentina y la Banda Orien-
aduana fue incumbencia de sus autori- tal. Este país permitió a los ingleses
Armada anglo dades: el gobernador y la Sala de Repre- navegar libremente el río Uruguay para
francesa
sentantes. Unos años después, cuando comerciar, en cambio la Confederación
Imagen de Manuel
Rosas era gobernador siguió aplicándo- Argentina exigía a las naves extranjeras
Larravide que
ilustra el momen- se el mismo criterio aunque con dife- realizar el trámite aduanero de acuerdo
to que fuerza su rencias y exigencias de las provincias a la ley argentina. Los comerciantes de
paso a través de la del Litoral para que se modifique esa Liverpool se quejaron ante las autorida-
Vuelta de Obligado
exclusividad. des del gobierno inglés ya que “los daños
(fragmento).
Rosas aplicaba “protección” o “libre sufridos por el comercio británico son muy
comercio” de acuerdo a las necesidades serios” y presionaron para que se pueda
de la provincia de Buenos Aires, aunque acceder a los mercados del Paraguay y

6/ también tuvo en cuenta con una ley de de la Confederación a través de la aper-

aduanas a las provincias, especialmente tura de sus ríos interiores.

#636:nov2020 #636:nov2020 /7
> día de la soberanía
La idea de algunos comerciantes, políti-
cos y militares ingleses era crear facto-
rías en las costas del Paraná. Consistían
en edificios para depósito de mercade-
rías en un paraje para hacer compras y
ventas a cargo de una persona llamada
factor, auxiliar del comerciante. Era
protegida por el pabellón de la nación
a la que pertenecía. Así comenzaron en
Oriente para desarrollar su tráfico con
Persia (actual Irán), Japón y especial-
mente la India y las islas del océano
Índico. Incluso Francia tenía factorías
en la costa occidental del África. Estos
asentamientos en algunos lugares se
extendieron hasta dominar una parte
importante del país.
La primera dificultad de los britá-
nicos para navegar sin restricciones
aduaneras en el Río de la Plata era “el
dictador” llamado Rosas, rodeado de
gauchos de campaña. Les resultaba in-
comprensible el cierre de los ríos y era
evidente que este señor caprichoso no
conocía el arte de comerciar.
La segunda perturbación para el go-
bierno del Reino Unido era que Rosas
no solo dominaba la Confederación sino
que quería que su amigo Oribe, urugua-
8/ #636:nov2020
yo, vuelva a ser presidente de la Banda
Oriental en lugar de Rivera que les per-
mitía hacer y deshacer. En tercer lugar
estaban preocupados por cómo iban a
quedar frente al mundo si decidían in-
vadir Buenos Aires. En lugar de desem-
barcar tropas y enredarse en una guerra
cruenta en territorio que ya habían
escarmentado hacía cuatro décadas,
decidieron favorecer la independencia
de Corrientes, Entre Ríos y la actual
Misiones formando la “República de la
Mesopotamia”. Para ello era necesario
apoyar a los exiliados argentinos resi-
dentes en la Banda Oriental y alentar a
los gobiernos de Corrientes y Entre Ríos.
Billete de $20 De esta manera se debilitaría la Confe-
Del año 2003 deración Argentina y se podría navegar
que conmemora
por el Paraná sin restricciones ya que el
la Batalla de la
Vuelta de Obligado río pasaría a ser internacional.
y a Rosas. El Reino Unido de Gran Bretaña aplicó el
conocido refrán “A Dios rogando y con
el mazo dando” para que la comunidad
internacional y nacional lo viera como
pacifista: comunicaron al embajador
argentino en Londres su disposición al
diálogo. Enviaron un embajador pleni-
potenciario a Buenos Aires para comu-
nicarle al gobernador Rosas la vocación
de que se termine la guerra entre la
Confederación y la Banda Oriental. Evi-
taron mencionar su deseo de comerciar
libremente el Paraná. Consiguieron la
alianza con Francia para que se vie-
ra que el Reino Unido no actuaba sólo
movilizado por sus intereses sino con la
intención de que los europeos ayudaran
a mantener la paz.
Fracaso diplomático y
preparativos bélicos
Como no hubo un acuerdo, los aliados
se apresuraron a ejecutar las acciones
de guerra; la escuadra anglo-france-
sa comenzó por apresar a casi toda la
escuadra argentina que bloqueaba el
puerto de Montevideo, al mando del
almirante Brown, a pesar de que
Rosas había dado orden de retirar el
bloqueo y de que los aliados no te-
nían derecho internacional. Por otra
parte la flota uruguaya, apoyada por
la francesa y dirigida por el italia-
no Garibaldi, atacaron y ocuparon
la isla Martín García. Las fuerzas
aliadas continuaron imponiendo el
bloqueo del puerto de Buenos Aires
y del Litoral argentino e invadieron
aguas arriba del Paraná.
Uno de los fundamentos del blo-
queo del puerto de Buenos Aires fue
que los derechos de los extranjeros
eran “atropellados en Buenos Aires”.
Consultado el cuerpo diplomático
por nota del ministro de Relaciones
Exteriores de la Confederación con-
testaron por unanimidad —menos
el representante británico— que
no tenían quejas contra el gobier-
no. Al respecto anota Busaniche:
“Refiere Mac Cann que, cuando la
escuadra anglo-francesa se apoderó de
los buques que bloqueaban Montevi-
deo, en 1845, creyóse que Rosas ejercería
venganza sobre los ingleses y franceses
residentes en Buenos Aires, pero, contra lo
que se esperaba, impartió las órdenes más
estrictas para que fueran respetadas sus
personas y bienes. La buena disposición
fue más allá: como el bloqueo trajera la
paralización de los negocios en Buenos
Aires, Rosas alivió la situación de los co-
merciantes extranjeros —ingleses prin-
cipalmente— facilitando el depósito de
mercaderías y librándolos de los impues-
tos que pagaban en tiempos normales”1.
Algunos ingleses radicados en la Ar-
gentina fueron a luchar al Combate de
la Vuelta de Obligado ¡A las órdenes de
Mansilla! Enterados los funcionarios
>>>>>>>>>>
ingleses, los acusaron de traidores a
la patria. Legalmente nunca hubo
guerra porque Gran Bretaña no quiso
declararla, por lo tanto, los jueces
no pudieron condenarlos debido a
que no cometieron delito.
Se puede deducir uno de los moti-
vos que llevaron a Rosas a proteger
a los comerciantes ingleses. Afirma
Enrique Barba que “La oligarquía
terrera patricia y preferentemente
federal, junto con los ingleses, fueron
históricamente la dueña de buena parte
del país, que por ser la más poderosa y
controlada y dirigida por ellos, los erigía
en los señores de toda la nación”2.
La urgencia de estas acciones de gue-
rra provenía de los industriales y ex-
portadores de Liverpool y Manchester
que habían presionado a Robert Peel,
primer ministro británico y al conde
Aberdeen, ministro de negocios ex-
tranjeros para que pusieran fin a las
luchas en Montevideo y se abrieran
los mercados al Paraguay. Tan
centrados estaban en sus proble-
mas, que no tuvieron en cuenta
el derecho de un país soberano.
Otro factor estructural era que el
imperio británico, gobernado por
la reina Victoria, estaba en plena
expansión, que se acentuó aun más a
finales del siglo XIX.
Rosas actuó con especial dedicación
defendiendo la soberanía, descolocando
a los diplomáticos británicos y france-
ses que sólo consideraban sus intereses.
El retiro de la flota de Brown y de las
tropas argentinas consistía recíproca-
mente en el retiro de la legión extran-
Cadenas jera francesa armada que operaba en
Fragmento de las Montevideo, de los exiliados argentinos
cadenas utilizadas
también armados y del reconocimien-
en el combate.
to del bloqueo argentino por esas dos
Museo del Bicentenario
potencias.
#636:nov2020 /9
> día de la soberanía
Ahora bien, una acción directa se anula
con la acción inversa y se vuelve al
punto de partida. Navegar libremente
corresponde a la acción directa; los ríos
que no están accesibles a la navegación,
responden a la negación o inversa. Am-
bas constituyen una totalidad, ya que
cualquier acción directa contiene im-
plícitamente a su inversa. Rescato una
frase magistral de Graham-Yool, sobre
la bandera del libre comercio alzada
por Londres: “Para esta mentalidad de
expansión mercantil era incomprensible el
cierre de los ríos establecido por Rosas”3.
Si aplicamos reciprocidad, que es otra
forma de reversibilidad o sea de volver
a un equilibrio, cómo verían los britá-
nicos que naves argentinas navegaran
por el Támesis de la misma forma que
las suyas navegaron por el Paraná. Esta
idea era inimaginable para los funcio-
narios británicos e imagino que tam-
bién para los rioplatenses por la impo-
sibilidad de realizar ese libre comercio
para los países no industrializados. De
todas maneras el Támesis había queda-
do excluido de los acuerdos de libre na-
vegación de los grandes ríos europeos4
en el Congreso de Viena de 1814.
Por parte de Gran Bretaña se produjo
una toma de conciencia de la acción
errónea. Y este cambio no fue súbito,
sino una construcción que lleva tiempo.
En este caso llevó tres años para que
vean la reversibilidad, o sea las dos par-
tes al mismo tiempo, un ida y vuelta en
donde cada parte se mantiene en equili-
brio con la otra. Esas construcciones se
producen porque la coyuntura golpea
una y otra vez el esquema erróneo hasta
que ese esquema se va ajustando a ella.
Desde el punto de vista militar, Gran
Bretaña suponía que la confluencia de
los exiliados, la oposición de los gober-
nadores de la Mesopotamia y la pobla-
10/ #636:nov2020
ción en general, los aclamaría y esto
provocaría la rápida caída de Rosas.
La situación mostró que Rosas fue
admirado por los mandatarios de otros
países, incluso por el de Estados Uni-
dos. Con la fantasía del éxito comer-
cial rotundo pasó otro tanto, algunos
buques mercantes fueron destruidos,
otros perdieron parte de la mercadería y
todos volvieron sin poder venderla. Di-
plomáticamente esperaban encontrarse
con un gobernador asustado, urgido
para sacarse de encima esa amenaza, y
resulta que trataba a los diplomáticos
aliados como si fueran una visita social,
haciéndolos esperar a veces más de un
mes para darles audiencia.
El feed back inglés funcionó, el esque-
ma se amplió e incorporó al otro y así
se logró el tratado de paz en 1849 que
en el punto 4, reconocía la soberanía
argentina sobre el Paraná cuya nave-
gación quedaba “sujeta solamente a sus
leyes y reglamento”; mientras que la
navegación del río Uruguay se somete-
ría a las decisiones compartidas con la
Banda Oriental5.
Meses después, aceptado el acuerdo, la
bandera argentina fue desagraviada por
21 cañonazos disparados por la fragata
inglesa Southampton en las aguas del
Río de la Plata, frente a la ciudad de
Buenos Aires.
Preparación para la batalla
Gran Bretaña y Francia poseían
colonias en África, Asia y América y
buscaban privilegios comerciales en su
extensión imperialista de mediados del
siglo XIX. Gran Bretaña envió 6 naves
de guerra, 2 de las cuales se movían con
máquinas a vapor. Por su parte, Francia
aportó 5 naves una de las cuales tenía
cañones con balas explosivas de mayor
destrucción que las redondas y macizas
Juan Manuel de los cañones comunes. Contaban con
de Rosas
artilleros experimentados en cuidar las
Retrato al óleo
posesiones inglesas en Ceylán, Sudáfri-
sobre tela de
Fernando García ca, Bermudas y la India.
del Molino, Buenos Sus potentes cañones superaban de lejos
Aires, 1843. los instalados en la Vuelta de Obligado,
Museo Histórico Nacional. en cantidad y calidad: 122 poseían las
fuerzas aliadas y 22 los argentinos. Al-
gunas balas pesaban 36 kilos (80 libras)
mientras los cañones de mayor calibre
argentinos podían disparar balas de 11
kg (24 libras).
Ante la escalada de acciones violentas,
Rosas motorizó las fuerzas que tenía
para resistir. Ordenó al general Lucio
Norberto Mansilla que construyera
>>>>>>>>
Mansilla y los combates por la soberanía
Por Ana María Musicó Aschiero
La carrera militar de Lucio Norberto Mansilla comenzó en 1806,
durante la primera invasión inglesa, cuando con 14 años revistaba en
el Tercio de Gallegos. Al año siguiente participó en el combate de los
Corrales de Miserere y en las acciones del 5 y 6 de julio de 1807.
Como teniente integró la segunda campaña a la Banda Oriental. Por
sus acciones durante el sitio fue reconocido por el gobierno porteño
con un escudode plata y la condición de Benemérito a la Patria en
grado heroico.
En el Ejército de los Andes fue designado comandante general de las
Cordilleras del Sud de los Andes y participó en las batallas de Chaca-
buco y Maipú y en el sitio de Talcahuano.
El 13 de diciembre de 1821, el Congreso de Entre Ríos lo eligió goberna-
dor. Desde 1824 hasta 1826 fue diputado nacional por dicha provincia.
Al finalizar sus funciones legislativas, le fueron extendidos los despa-
chos de coronel mayor del Ejército Nacional.
Intervino en la guerra contra el Brasil, donde por su eficaz comporta-
miento en la batalla de Ituzaigó, recibió un escudo y cordones de oro.
Durante la Guerra contra la Confederación Peruano-Boliviana, en 1837,
fue nombrado jefe del ejército de reserva en la provincia de Tucumán.
El bloqueo anglo-francés
Esta brillante foja de servicios se coronó con su actuación en los
acontecimientos iniciados en 1845, año en el que Francia e Inglaterra
pretendieron adueñarse de la navegación en los ríos Paraná y Uru-
guay para dominar el comercio de mercaderías a través del estuario
del Plata, desconociendo la soberanía argentina y uruguaya; y utilizar
la zona como mercado donde colocar fácilmente su producción
industrial y a su vez, abastecerse de materias primas americanas.
El bloqueo anglo-francés al río de la Plata, también conocido como
la guerra del Paraná, impidió el comercio en todos los puertos de
la Confederación. Comenzó el 2 de noviembre de 1845, cuando los
aliados se apoderaron de la escuadra argentina comandada por el
almirante Guillermo Brown. Poco después una escuadrilla oriental al
mando de José Garibaldi se apoderó de la isla Martín García.
El 17 de noviembre, 15 naves de guerra blindadas con torretas de
artillería giratorias, que escoltaban a 100 barcos mercantes, co-
menzaron a remontar el río Paraná. Para detener su avance, Rosas
nombró al jefe de la guarnición militar de San Nicolás, general Lucio
N. Mansilla, comandante de las fuerzas defensoras.
La Vuelta de Obligado
Mansilla intentó cerrar el paso a los invasores a 18 km al norte
de la localidad de San Pedro en un paraje conocido como la Vuelta
de Obligado, pronunciado recodo donde el río se angostaba a 700
metros y dificultaba la navegación.
Así ordenó tender de costa a costa sobre 24 lanchones, 3 gruesas
cadenas que cerraban el paso y montó sobre los promontorios de la
costa en la ribera derecha del río, 4 baterías artilladas con 30 cañones.
>>
#636:nov2020 /11
> día de la soberanía
baterías en la costa del Paraná y acoda-
ra las barcazas —es decir ponerlas de
costado—, para evitar que la escuadra
enemiga pudiera pasar. Ordenó llevar
los cañones y el escuadrón de la Isla
Martín García a las instalaciones que
ejecutaría Mansilla.
El primer problema a resolver era
ubicar el lugar para la instalación de
las baterías, que resultaba difícil por el
laberinto de arroyos e islotes que forma
el Paraná en un ancho de 2.000 o más
metros de una orilla a la otra, mien-
tras que los ríos comunes oscilan de
10 a 200 metros. Las balas de un buen
cañón no alcanzaban a llegar a la otra
orilla, de ahí la importancia de elegir
un lugar en donde el río se angoste.
Mansilla tenía referencias de un lugar
en donde el río tiene una curva pro-
nunciada por lo cual las naves tienen
que reducir su velocidad. En efecto, el
lugar llamado “Vuelta de Obligado”
12/ #636:nov2020
tiene un ancho de 700 metros, está
ubicado en el partido de San Pedro, a
20 km de su cabecera y a unos 200 km
Table Bay, Cape
de la ciudad de Buenos Aires. La orilla
Tow. Óleo, 1819.
tiene una elevación de 20 metros sobre
The Parker Gallery,
el río, por lo que presenta una posición London.
ideal para las baterías de altura.
El segundo problema era la falta de
tiempo para construir las defensas y
las baterías. Mientras tanto el ene-
migo realizaba ejercicios de tiro cerca
de Montevideo y no se sabía cuando
partiría hacia el Paraná. El lugar de
construcción era un descampado. Los
voluntarios llegaban de las ciudades
vecinas; un grupo se dedicó a construir
los terraplenes para instalar los cañones
mientras otro se ocupaba de colocar 3
hileras de gruesas cadenas, apoyada so-
bre 24 barcazas con el objetivo de cerrar
el paso por el río.
El tercer problema era la falta de ar-
tilleros. Esta batalla fue naval y esto
favorecía a las fuerzas aliadas porque
estaban preparadas para combatir
con artilleros experimentados. Man-
silla tenía soldados capacitados para
la caballería o la infantería, que eran
fuerzas más determinantes desde la
guerra de la Independencia. Se encontró
que no tenía suficientes artilleros y que
formarlos llevaría tiempo y municiones
que tampoco tenía. Pidió al gobernador
“considero indispensable para dotar sufi-
cientemente”6.
Después de 2 meses de intenso entre-
namiento y llegado el día del combate,
logró capacitar a 160 artilleros y 60 de
reemplazo, jóvenes criollos aprendices
que no estaban calificados como astille-
ros profesionales pero que hicieron de
tripas corazón.
El combate y después
Amanece el 20 de noviembre de 1845.
“The East India- La niebla se había levantado por fin.
men, Lowther
A las 8.20 se pusieron en movimiento
Castle”
las naves británicas. Mansilla seguía
el avance de la escuadra enemiga con
sus catalejos. Sus artilleros esperaban
anhelosos iniciar el combate, querían
escuchar el “apunten” ¡Fuego! Pero
Mansilla da la orden de tocar el Himno
Nacional Argentino. Vibra el ambiente
de entusiasmo patriótico. ¡Oh jure-
mos con gloria morir!, no solo es una
canción sino una próxima vivencia. Se
siente el grito profundo ¡Viva la Patria!
Y comienza el estampido continuo de
las baterías que defienden la soberanía
y la integración de la Confederación
Argentina.
El primer cañonazo de las naves in-
glesas sobre las baterías retumbó a las
9:15. Fue respondido con entusiasmo.
Un fuego intenso de las baterías impac-
taron sobre el primer buque destrozán-
dole sus velas y sus mástiles, lo que lo
>>>>>>
El encuentro se produjo el 20 de noviembre, pero a pesar de la heroi-
ca resistencia de las fuerzas de la Confederación, la flota extranjera
quebró la línea de defensa y se adentró en el Paraná. Parte de sus
tropas desembarcaron en Obligado intentando internarse en la región
por vía terrestre, pero el coronel de Marina de la Confederación Juan
Bautista Thorne, que comandaba la línea de observación sobre la
costa, frustró su cometido repeliéndolas por espacio de 2 meses. La
población ribereña también hostilizó a los intrusos y Rosas autorizó
el corso en el Paraná declarando piratas a los anglo-franceses.
Después de Obligado, el general Mansilla colocó su artillería volante
en varios parajes estratégicos costeros como San Nicolás del
Rosario, San Lorenzo y Tonelero. Este último, situado en el noreste
de la provincia de Buenos Aires río arriba de San Pedro, era uno de
los 9 pasos angostos y de poca profundidad en el Paraná inferior,
por lo que requería la ocupación permanente por medio de baterías
y cañones. Allí el 9 de enero se encontraron las tropas de Mansilla y
la escuadra invasora, pero ésta logró proteger el paso de sus naves
mercantes con disparos de artillería de grueso calibre.
El combate de San Lorenzo
Siete días después, ambas fuerzas volvieron a enfrentarse en las
inmediaciones de San Lorenzo.
Las tropas de Mansilla, dirigidas por los capitanes José Serezo, San-
tiago Maurice y Álvaro de Alzogaray causaron a los aliados invasores
importantes daños en sus buques de guerra y 50 bajas. Los mercantes
rumbearon desmantelados hacia dos arroyos próximos, aumentando
con el choque de los unos con los otros, las averías ocasionadas por
los cañones de tierra, lo que les produjo considerables pérdidas en la
carga. El contraalmirante Inglefield, comandante de la flota, afirmó que
“apenas un solo buque del convoy salió sin recibir un balazo”.
Continuando con su plan defensivo, en abril de 1846 Mansilla le comu-
nicó al gobernador de Santa Fe, general Pascual Echagüe, “marcho hoy
mismo llevando un fuerte batallón de infantería y 6 piezas de artillería
con el objeto de frustrar cualquier tentativa de nuestros enemigos y
proteger las posiciones del Quebracho y el pueblo del Rosario, en caso
de ser atacado”.
Varios de los buques atracaron en los puertos de Goya y Corrientes
e intentaron comercializar sus
mercaderías pero la provincia,
empobrecida por varios años de
guerra interna entre unitarios y
federales, no resultó ser un buen
mercado. Solamente se vendieron
algunas armas al gobierno local,
por lo que el proyecto terminó en
un total fracaso comercial.
Otra parte de la flota continuó su
marcha hacia el Paraguay, pero
su misión tampoco fue exitosa
ya que el presidente Carlos
Antonio López exigió el recono-
>
#636:nov2020 /13
> día de la soberanía
obligó a abandonar la lucha y retirarse.
Otros buques avanzaron y disparaban
sin cesar sobre las baterías pero desde
tierra respondieron sin parar y algunas
naves sufrieron serias averías. La lucha
fue intensa, sin descanso y encarnizada.
Dos buques, uno inglés y otro francés
quedaron también fuera de combate.
Por el lado argentino había muchas ba-
jas de soldados, muertos y heridos.
A las 12, después de tirar sin parar, los 2
bandos durante 3 horas, las baterías se-
guían luchando, soportando un exceso
insoportable de artillería desde las na-
ves, con el impacto de cientos de balas
de 36 a 15 kg cada una. Comenzaron a
sentir la escasez de municiones, que se
agotarían en pocas horas más. El pano-
rama resultaba más que amenazador,
aut vincere aut mori, (vencer o morir).
Algunos cañones fueron inutilizados
por el bombardeo enemigo y al llegar a
las 5 de la tarde, las baterías se queda-
ron todas sin municiones, los invasores
aprovecharon para realizar el desem-
barco de tropas. La lucha continuó de
otra forma: frente a frente los infantes
14/ #636:nov2020
Londres y
el Támesis
Grabado del
puerto de Londres
y la Aduana. Autor
y fecha descono-
cida.
National Maritime
Museum, Greenwich,
Londres.
de Mansilla contra británicos y france-
ses. La resistencia se prolongó por horas
hasta cerca de las 8 de la noche, que
cesó la lucha. Las tropas criollas se re-
plegaron hacia San Nicolás y los aliados
logran destruir las baterías.
Las bajas fueron cientos de muertos
y heridos, más del lado argentino. En
cuanto al armamento las fuerzas alia-
das destruyeron los cañones, excepto
10 que eran de bronce y se los llevaron.
Algunos fueron recuperados años más
tarde cuando se firmó un tratado de
paz con Inglaterra. La escuadra anglo-
francesa no avanzó, estuvieron inmo-
vilizados varios días para reparar las
naves que habían sido averiadas.
Los diarios ingleses tomaron como una
gran fortuna el triunfo de la Vuelta de
Obligado. The Times tituló “Destrucción
de las baterías de Rosas en el Paraná”;
señalaba que se había logrado la “libre
navegación” y poder “comerciar libre-
mente” con las provincias interiores y
con el Paraguay, donde se cultivaba el
algodón que podría ser necesario para
las hilanderías inglesas. Sin embargo
la realidad no confirmó esa previsión
triunfalista.
Las fuerzas conjuntas consiguieron
forzar el paso, continuar viaje por el
Paraná y llegaron al Paraguay unos
100 buques mercantes. Poco fue lo que
vendieron en todo el recorrido de varios
meses, por la pobreza de la población y
por el rechazo a los invasores. No tuvie-
ron la bienvenida ilusionada ni la ayuda
de la población. Pero lo más importante,
el dominio completo de los ríos, el des-
embarco en cualquier lugar y el esta-
blecimiento de factorías con la bandera
inglesa, resultaron inviables. Los bu-
ques de guerra y los mercantes sufrie-
ron continuas persecuciones desde la
costa. La batalla continuaba por donde
navegaban y les tiraban cañonazos que
lograron hundir a más de un barco. Los
soldados de Mansilla transportaban los
cañones por la costa utilizando fuertes
caballos criollos.
Las naves mercantes no se animaban a
navegar solas, sin la escolta de las naves
de guerra y los comerciantes estaban
frustrados, se imaginaban que iban a
tener grandes ganancias y lo que te-
nían eran enormes pérdidas de barcos,
mercadería y tiempo, con riesgo de
sus vidas porque eran atacados conti-
nuamente. Finalmente se retiraron a
Montevideo y en Buenos Aires el puerto
siguió bloqueado por las naves británi-
cas y francesas tres años más, hasta el
tratado de paz.
Miradas actuales
En 1974 durante el gobierno de Perón,
el Congreso Nacional por ley 20.770
declaró “Día de la soberanía” el 20 de
noviembre con carácter de feriado opta-
tivo. Fue abolida durante la última dic-
tadura militar en el marco de una dis-
minución de los feriados impulsado por
>>>>
cimiento de la independencia paraguaya antes de suscribir cualquier
tratado comercial con Francia o Inglaterra.
Combate de El Quebracho
El 4 de junio de 1846 la flota, compuesta por 12 navíos y 95 barcos
mercantes, navegaba con rumbo sur y trató de forzar su paso a través
de la Angostura del Quebracho en la costa occidental del río Paraná,
cerca de la actual ciudad de Puerto General San Martín, 35 kilómetros
aguas arriba de Rosario.
Mansilla había emplazado 17 cañones en lo alto de una barranca
totalmente fuera del alcance de la artillería enemiga. Sus tropas to-
talizaban 600 infantes y 150 carabineros así distribuidos: 3 baterías
y piquetes del batallón de San Nicolás y del de Patricios de Buenos
Aires eran comandadas por el coronel Manuel Virto; al frente de otras
2 baterías de infantería se encontraba el coronel de Marina Juan.
B. Thorne, y el teniente coronel Martín de Santa Coloma —encar-
gado de preparar la defensa de la costa al norte de San Lorenzo—,
comandaba los cuerpos de Santa Fe. En la reserva se encontraban
200 infantes, 2 escuadrones de lanceros de Santa Fe y la escolta del
jefe de operaciones. Cuando los buques de guerra estuvieron a tiro,
Mansilla —favorecido por el viento norte— dio la orden de fuego, al
grito de “Viva la soberana independencia argentina”.
Los cañones patrios se mostraron inaccesibles para la artillería
enemiga dada la altura en la que estaban emplazados. Su fuego
sostenido causó destrozos en los barcos mercantes, algunos de los
cuales vararon intentando ponerse a salvo; y otros, en su atropellada
huida, se despedazaron al chocar entre sí en las angosturas del río.
Al término de la batalla, Mansilla envió un parte al gobernador
Echagüe en el que expresaba: “La provincia que Ud. tan dignamente
preside ha adquirido en este punto un nuevo renombre de honor. Los
alevosos bárbaro anglo-franceses y los piratas mercantes enfrenta-
ron a este punto (El Quebracho) cerca de las 11 y se trabó un reñido
combate que duró más de 3 horas. Nuestros enemigos han sufrido
inmensas pérdidas, algunos buques de guerra fueron puestos fuera
de combate y los piratas han arrojado al agua gran parte de su carga.
Nuestra victoria no ha podido ser mayor: el Paraná quedará libre por
mucho tiempo de las incursiones de estos bárbaros”.
En esta acción la flota invasora tuvo 60 bajas, perdió 6 naves mer-
cantes: 2 incendiadas por la artillería y 4 por su tripulación al encallar.
Además 2 de sus buques de guerra sufrieron averías de importancia.
Las tropas de la Confederación tuvieron un muerto y 2 heridos.
Luego de largas y complicadas negociaciones diplomáticas, el 24
de noviembre de 1849 Inglaterra levantó el bloqueo. Idéntica actitud
adoptó Francia el 31 de agosto de 1850.
Mediante ello, el gobierno argentino consiguió poner fin al bloqueo y
recuperar la flota capturada a Brown, recuperar la isla Martín García,
el reconocimiento de la soberanía de la Argentina y de sus derechos
exclusivos sobre la navegación de los ríos interiores y que las flotas
invasoras saludaran en desagravio con una salvade 21 cañonazos a
la bandera nacional.
Aclaración: Este artículo se publicó en la revista Soldados en 2017, p. 21. La licenciada Ana María
Musicó Aschiero es especialista y miembro del Instituto Argentino de Historia Militar.
#636:nov2020 /15
> día de la soberanía
Batalla
Arriba, Combate
de la Vuelta de
Obligado, gran
óleo de Ulderico
Todo.
Museo Naval
el ministro Martínez de Hoz. En 2010
con motivo de los festejos del Bicente-
nario la presidenta Cristina Fernández
A la derecha, ima-
gen satelital de la
de Kirchner firmó el decreto 1584 donde
ubicación del sitio. repone esa misma fecha como día de la
soberanía y como feriado nacional.
El acto realizado en la inauguración del
monumento a la Vuelta de Obligado, al
que concurrió la presidenta de la Na-
ción —quien destacó esa epopeya y el
contexto—, generaron una interesante
polémica entre prestigiosos historia-
dores, entre ellos Gabriel Di Meglio,
Luis Alberto Romero, Pacho O’Donne-
ll, Sergio Wischñevsky y el periodista
16/ #636:nov2020
José Natanson. Sus artículos han sido
publicados en diferentes diarios; en La
Nación: O’Donnell y Romero; en Página
12: Wischñevsky y Natanson y en Tiem-
po Argentino: Di Meglio. La comparación
de conceptos con argumentos diversos
permite a los lectores enriquecer su
actividad intelectual además de las car-
dinales informaciones recibidas.
Romero tiene reparos en considerar
como epopeya la batalla de la Vuelta de
Obligado pero coincide que los bene-
ficios de los vencedores de esa batalla
fueron escasos, que las fuerzas mili-
tares de Rosas, luego de la derrota del
20 de noviembre practicaron una tenaz
y meritoria guerrilla de retaguardia
que ocasionó pérdidas a la flota y a los
buques mercantes ingleses y que se
llegó a un acuerdo muy honroso para
el gobierno de la Confederación, en el
que Rosas obtuvo lo que no pudo lograr
en el campo de batalla. Hasta aquí hay
coincidencia. Termina afirmando:
“Celebremos pues el éxito pacífico de la
diplomacia y no el fracaso de la guerra.
La negociación y no la epopeya”. Su error
es considerar dicotómica la diplomacia
y la guerra: si no hubiera habido com-
bate tampoco se habría producido la
diplomacia. No fue Rosas quien envió
diplomáticos a Londres para negociar,
sino que partieron de esa capital para
solicitar audiencia con el ministro de
Relaciones Exteriores de la Confedera-
ción Argentina y con el gobernador, que
generalmente estaba muy ocupado para
atenderlos. Por otro lado, esta opción de
derrota–triunfo, no incluye la tercera
posibilidad que consiste en la acepta-
ción de las exigencias de los llamados
eufemísticamente “interventores”. Que
entre paréntesis no hubo derrota moral,
que a veces sucede también en las bata-
llas, sino todo lo contrario, orgullo po-
pular y nacional. Volviendo a la tercera
posibilidad, si Rosas hubiese aceptado
la libertad de navegación como querían
las potencias, no hubiese sido necesario
para ellas ningún acuerdo diplomático
con un país que no mostraba sobera-
nía. Ahora bien, Romero se centró en
la derrota militar de un día de batalla
pero no tuvo en cuenta lo más impor-
tante que fue el resultado final de la
invasión naval: volvieron del Paraguay
sin lograr vender la mercadería, con sus
buques mercantes que no se animaban
a navegar sin el respaldo de las naves
de guerra, pues recibían frecuentes
>>
ataques de artillería desde la costa que La Francia, en
plena expansión
provocaron el hundimiento de varias
Puesto comercial
naves. Regresaron sufriendo hambre y
francés en Gorea,
enfermedades y con ganas de no volver una isla frente a la
más en estas condiciones. El objetivo de costa de Sene-
Rosas fue lograr el fracaso de la empre- gal. Le prince de
Joinville assistant
sa comercial y el resultado fue exito-
à une danse dans
so porque no volvieron ni los barcos l’île de Gorée,
mercantes ni los buques de guerra. Esto décembre 1842.
sumado a la diplomacia de ablanda- Edouard-Auguste
Nousveaux (1811-
miento de Rosas generaron un tratado 1867) 
de paz favorable a la Confederación.
Por su parte, Wischñevsky critica la
opción “negociación y no epopeya”:
“Quienes aseguran que el verdadero logro
se dio en las negociaciones diplomáticas,
olvidan que en esas mesas de discusión
siempre están presentes y juegan un rol
fundamental la evaluación de las fuerzas y
las voluntades en disputa”.
Asimismo, Romero expresa que es
difícil aceptar que la batalla del 20 de
noviembre de 1845 haya sido una “gran
epopeya nacional”. La palabra epopeya
hace referencia a un poema narrativo
con personajes heroicos y también a un
conjunto de hechos gloriosos dignos de
ser cantados épicamente. Y los hechos
gloriosos comenzaron por la decisión
del gobierno de enfrentar a dos poten-
#636:nov2020 /17
> día de la soberanía
cias con pretensiones imperiales, la
preparación de la defensa, el combate y
la continuación hostigando a las na-
ves aliadas. El otro elemento a tener en
cuenta es que estaba en juego la sobe-
ranía indemne o dañada, la desinte-
gración del territorio con la creación de
la República Mesopotámica o el asen-
tamiento de factorías. Tulio Halperin
Donghi, citado por Romero, dice que
Rosas defendió encarnizada y a la larga
eficazmente la independencia política
de la región, en la época de la “política
de las cañoneras” , cuando nadie podía
asegurar cuáles serían los límites del
colonialismo europeo. Rosas puso esos
límites. Las Invasiones Inglesas mos-
traron como se corrían esos límites:
primero fue apoderarse del tesoro y
dominar Buenos Aires, la facilidad les
hizo pensar en el resto del virreinato y
también en Chile y el Perú.
Teniendo en cuenta todo lo enunciado,
se comprende que el 20 de noviembre se
haya declarado Día de la Soberanía y la
batalla de la Vuelta de Obligado se viva
como una epopeya épica (con perdón
de la redundancia). Si bien O’Donnell
afirma que la Vuelta de Obligado es una
de las dos mayores epopeyas de nuestra
historia, después de más de un siglo y
medio todavía gran parte de la sociedad
no lo ha internalizado.
Muchos ignoran por qué el 20 de no-
viembre es el día de la soberanía o lo
relacionan con la guerra de las Malvi-
nas. Sin embargo cambian las genera-
ciones y todas admiran el Cruce de los
Andes. Ha sido tan enorme la epopeya
sanmartiniana que, por ahora, la Vuelta
de Obligado no ha sido ubicada por la
sociedad en el podio junto al Libertador.
Por último ¿fue nacional esta acción? Se
pregunta Romero y le parece dudoso. “El
Estado nacional argentino todavía estaba
18/ #636:nov2020
<
Proclama Notas
patriota
1. Busaniche, José
Combate de la Luis. “Notas prelimi-
nares”. Mac Cann;
Vuelta de Obliga-
do. Proclama del Viaje a Caballo por las
Provincias Argentinas.
General Mansilla, Bs. As. Hyspamérica,
1845. Documentos 1969, p.8.
Escritos. Sala VII. 2. Barba, Enrique:
Rosas, su figura, su
Archivo General de la actitud frente a los
Nación. intereses británicos.
Historia Integral
Argentina, tomo 2, Bs
As., Centro Editor de
América Latina, p. 152.
Posesiones 3. Graham-Yool,
Andrew: “La batalla de
imperiales
la Vuelta de Obligado
En la página si- vista por The Times
de Londres”. Revista
guiente, una de las
primeras imágenes
Todo es Historia Nº
138, noviembre de
de Hong Kong en 1978, p. 23.
el siglo XIX. Artista 4. O’Donnell, Pacho:
chino desconocido La Gran Epopeya. Bs.
en construcción” . Wischñevsky aporta 4 jóvenes llegamos caminando desde As, Norma, 2010, p.11.
de mediados del
5. Ibidem, p.212.
siglo XIX. que la nación “es algo que se construye, San Pedro a la Vuelta de Obligado para
6. Ramírez Juárez:
está muy claro que esa construcción está armar campamento. Me acuerdo de Conflictos diplomáti-
cos y militares en el río
jalonada de atrevimiento como el de 1845”. una callecita cubierta totalmente de un de la Plata 1842-1845.
Sobre esto, Di Meglio aporta una dis- pasto suave que bajaba hacia el río. Mi Bs. As., editorial año.,
p.145.
tinción interesante: “En la época la idea cultura urbana quedó eclipsada ante
de pertenecer a una nación, la argentina, ese bello paisaje. ¡Pasto en una calle! Crédito fotográfico:
las imágenes fueron
estaba en formación, y si algunos sectores Más abajo, en la costa, un monolito, proporcionadas por
de las clases altas compartían la noción de como faro, junto a unas cadenas, recor- Gabriela de Antueno.
una identidad común, a nivel popular esto daba la batalla.
era menos claro y primaban las iden- Hoy la naturaleza comparte el lugar
tidades locales”. Más adelante agrega con la cultura histórica instalada en un
que Rosas protegía el interés porteño monumento. Hoy recuerdo aquel cami-
al evitar la libre navegación de los ríos. no verde con estos versos:
Coincide con Romero, quien afirma que “Hoy he vuelto a evocar / aquel camino
es seguro que Rosas —bloqueando el verde / que por la pampa se pierde / en mi
Paraná e impidiendo la libre navegación rica juventud. //
de los ríos—, sostuvo los intereses de Hoy salgo a festejar / que la batalla tenga
Buenos Aires, aunque Di Meglio rescata su monumento / y desear que en algún
de Rosas el cuidado de la dignidad de momento /
su gobierno ante la altivez de los an- lo pueda ir a honrar. // En el camino verde
glosajones. Y aquí volvemos a la idea de / camino verde que va al río / desde que
construcción de Wischñevsky: sentir- fue feriado /
se apretado por potencias extranjeras crece la epopeya de Obligado. // Las cade-
genera la construcción de una identidad nas han renacido / los luchadores recono-
común de la mayoría de la población. cidos / camino verde que va al río / brillan
Para finalizar me permito una refe- los cardos con el rocío. // Camino, camino
rencia personal. Hace varias décadas verde”.n
#636:nov2020 /19
1893. Consecuencias y represión a la revolución radical
docu-
Sentimos la necesidad de des-
viarnos de la tarea de simples
mentos cronistas de los sucesos rela-
cionados con nuestra prisión,
para la para ligeramente aunque sea,
historia dejar demostrado lo inaudito,
lo salvaje, que fue el destrozo
de la torpedera Murature y el
sacrificio estéril de las víctimas
A bordo de de la catástrofe; y bien ha hecho
el Contra-almirante de la escua-
la Ushuaia
dra, en su proclama a la armada
observar que el apresamiento de
la torpedera Murature no fue una
y de la acción de guerra. 
¿Es posible que a las 6 y media
Rosetti: de la mañana, con un sol esplen-
doroso, dos pequeñas lanchas
recuerdos torpederas con sus cubiertas
llenas de gente, se acerquen
de una confiadas a una escuadra pode-
rosa en son de guerra? 
prisión ¿Las banderas blanca y roja eran
acaso señales de ataque? 
¿Qué hubieran podido hacer en
(2ª parte) pleno día dos lanchas contra
cinco formidables máquinas de
por Juvenal* guerra?  la permanencia de cincuenta y
Solamente podría atribuirse la
ligereza, causa de la catástrofe, a
demasiada precaución.
El apresamiento de la Murature,
completamente desarmada, ha
evidenciado que los que la tripu-
laban venían hacia la escuadra
con intenciones pacíficas y que
ésta, jamás podrá justificarse de
su acción.  oración el comandante de la
Este suceso de la torpedera,
aparece envuelto en sombras.
Ha de llegar seguramente un día
en que la luz se haga y tal vez
no tengamos que asombrarnos
20/ de graves revelaciones, ya que
por el momento no se conocen
#636:nov2020
sino las víctimas de un misera-
ble engaño…  nuestro turno a respirar un poco
Pudimos apreciar la nobleza de
los sentimientos de los jóvenes
prisioneros de la Murature,
cuando olvidándose de su propia
desventura solo tenían palabras
para elogiar la conducta de
los oficiales que conducían la
torpedera, Montaña, O’ Connor
y Sarmiento y a más de a uno
vimos llorando, temiendo por la
suerte de sus bravos compañe-
ros de infortunio.  En la madrugada del 27, uno de
Todos nuestros esfuerzos se diri-
gieron a fortalecerlos en aquellos
momentos de prueba, al mismo
tiempo que compartíamos con
ellos los pocos alimentos de que
podíamos disponer. 
Como la vida en la bodega del
Ushuaia se iba haciendo inso-
portable resolvimos a la llegada
de los presos de la Murature, en-
viar al Contra-almirante una pre-
sentación, haciéndole presente
que en adelante sería imposible
cuatro personas en aquel encie-
rro y que por humanidad ya que
se nos mantenía en aquel lugar
inmundo, por lo menos se nos
permitiera salir sobre cubierta a
respirar un poco de aire puro.  bodega a la cubierta.  oír descargas de fusilería y, en
Nuestra petición fue elevada al
Contra-almirante en la tarde
del 26 y cerca del toque de
Ushuaia, nos manifestó que se
nos acordaba permiso para salir
en grupos de a diez, durante
media hora.  mereció el sacrificado. Después
Bajo la dirección de uno de nues-
tros compañeros, formamos los
grupos y dócilmente, como si
fuéramos escolares, salimos a
de aire. 
La vuelta al encierro era cruel,
pues se hacía más sensible aún,
la nauseabunda atmósfera que
nos rodeaba en la bodega des-
pués de haber permanecido en
la cubierta. 
Llegó la noche y en medio de su
silencio oíamos los quejidos de
los infelices quemados a bordo
de la Murature. 
los desgraciados expiró. Su fin
inmediato lo presentimos, cuan-
do lo vimos descender a nuestra
bodega, completamente abra-
sado y desprendiéndosele de su
cuerpo jirones de su carne. 
Después del toque de diana,
presenciamos los preparativos
que se hacían para su entierro
y que el carpintero de a bordo
arreglaba el ataúd. 
Tal debía ser el espectáculo que
debíamos contemplar el primer
día de la relativa libertad que se
nos acordaba.  del Ushuaia en que se hablaba
A las 11 de la mañana, el cadáver
del pobre maquinista fue colo-
cado en una tosca caja de pino
pintada de negro y subido de la
Llenos de emoción nos des-
cubrimos, y el recuerdo de los
seres que en aquellos momen-
tos dejaba la víctima en el des-
amparo, agitó profundamente
nuestra alma.  níamos observamos que se tras-
Este fue el único responso que
se le izó en una lancha, y un
vaporcito que había atracado al
Ushuaia lo recibió para llevarlo al
Elecciones en Buenos Aires, 1892
Grabado de Melton Prior en The illustra-
ted London news, 26 de marzo.
puerto según se nos dijo. 
El día 27, fue para nosotros día
de inquietud y de zozobras, por
la suerte de los jefes y oficiales
que habían sido tomados prisio-
neros a bordo de la torpedera.  a cubierta, intentamos obtener
Pudimos sorprender conversa-
ciones de oficiales y marineros
de fusilamientos, y de tal mane-
ra impresionaron estas fatales
noticias nuestro espíritu, que
hubo momento en que creíamos
silencio, rogamos al cielo por los
que creíamos sucumbían.  ordenó que las cartas que nos
Después de mediodía del 27, un
vapor aviso llegó al costado del
Brown y con un anteojo que te-
bordaban a aquél, gran cantidad
de jefes y oficiales. El río estaba
muy agitado y el trasbordo se
hacía con muchas dificultades. 
Más tarde logramos saber que
>>>>
eran los jefes superiores de la
marina, que venían a constituir el
Consejo de Guerra, para juzgar
a los jefes y oficiales tomados en
la torpedera, con excepción del
coronel Espina que había sido
conducido a tierra. 
Como nos acordaran la pequeña
libertad de salir por momentos
comunicación con nuestras fa-
milias. Pero todo fue inútil; toda
comunicación estaba prohibida. 
Siete días hacía que se nos
arrebatara de nuestros hogares,
e ignorábamos lo que en ellos
pasara en nuestra ausencia. 
Más tarde hemos sabido que
cinco días después de presos, se
enviaran nuestras familias, de-
bían permanecer detenidas ocho
días, para una vez abiertas servir
de solaz al jefe de la Patagonia.
¡Más tarde se entretendría en co-
mentarlas con notas marginales!
El día 28, se pasó sin mayores
novedades, a no ser la esca-
sez casi completa de víveres,
#636:nov2020 /21
> recuerdos de una prisión (parte ii)
debido al aumento de bocas
incorporadas con los presos de
la Murature.  ted London news, 26 de marzo.
A las 5 de la tarde notamos,
como el día anterior, el mismo
movimiento de vapores avisos al
costado del Brown. Eran los jefes
y oficiales del Consejo de Guerra
que había concluido su tarea y
volvían a tierra. ¿Cuál sería la
pilatuna que dictarían?  gas horas de la bodega, sonó el dra concentró sus fuegos sobre
Una vez en esta ciudad, recién
hemos sabido que dictaron pena
de muerte contra Danuzzio y
diez años de prisión para Mon-
taña, O’Connor y Sarmiento. El
bravo coronel Espina también
había sido condenado a muerte.  Hay que alzarlos, no pueden su- mártires. Nos descubrimos en
La suerte deparada a los no-
bles oficiales fue el tema de
todas nuestras conversaciones,
y nuestra comida, aparte de
ser poca y mala, fue triste. Así
22/ #636:nov2020
>>
Justicia, si todavía no has muer- encontraríamos mejor, que casi viosos nos sentamos a la mesa;
to en la tierra argentina ¿Cuál es estuvimos tentados de enviar un y puede decirse que fue el único
el crimen de estos jóvenes?  voto de gracias a los que, sin de- momento alegre de que hasta
❋ recho y sin justicia, nos trataban ese instante gozamos ante la se-
El día 29 debía ser para noso- como a negreros.  guridad de no vernos obligados
tros de novedades.  Como a las 4 de la tarde, un a tragar en adelante la comida
Desde temprano notamos que remolcador empezó la tarea de manchega que se nos servía
las embarcaciones que nos arrimar a nuestro costado el en el Ushuaia. Hasta en esta
rodeaban habían aumentado Rosetti, y media hora después esperanza debíamos ser defrau-
en número. Como a mil metros estaba a veinte metros de nues- dados, puesto que todavía en el
del Almirante Brown se hallaba tra popa.  Rosetti nos persiguió la comida
fondeado un buque sin arboladu- Pensamos que se nos quería ha- de la Ushuaia. 
ra y que a la distancia tenía gran cer más fácil el trasbordo y que Concluida nuestra comida, nos
semejanza por su obra muerta, un sentimiento de bondad bro- subimos a cubierta, y allí se nos
con los vapores de pasajeros.  taba en el corazón de nuestros avisó que ya no nos trasborda-
Distinguimos una gran cámara carceleros; pero éramos unos ríamos esa noche porque había
con muchas ventanillas; pero ilusos. Después de más órde- algún peligro en ello. 
no se veían caños que acusaran nes y contra-órdenes, el mismo Resignados desde hacía días
tuviera máquina a vapor.  remolcador se apoderó del a depender de la voluntad de
Indagamos a bordo cuál era Rosetti y fue a fondear como a otros, con calma musulmana
el buque y se nos dijo ser el mil metros de nosotros, aunque aceptamos la notificación, tanto
antiguo vapor Rosetti, conver- en distinta dirección a la que an- más cuanto creíamos que el
Disturbios en elecciones, 1892 que en las tablas del Ushuaia en tido desde mucho tiempo atrás tes ocupaba; no sin tener antes aplazamiento se hacía en nues-
Grabado de Melton Prior en The illustra- todos los corazones, anuncia su- en hospital flotante. Había sido especial cuidado en colocarlo en tro obsequio, por más raro que
ficientemente su suerte. Son los traído a remolque desde la el centro mismo de la escuadra. nos pareciera tanta previsora
tenientes Montaña y O´Connor, dársena donde se encontraba, y Temían nos evadiéramos a nado amabilidad.
acaban de ser juzgados por el adivinamos inmediatamente que probablemente.  No habíamos tenido aún tiempo
transcurrieron las horas hasta consejo de guerra por el inciden- se nos daría pronto nueva cárcel A las seis de la tarde, el coman- de reflexionar al respecto, cuan-
las 9 de la noche, en que en el te del 26; todavía no conocen su y habitación.  dante del Ushuaia nos notificó do por mal de nuestras culpas,
momento en que unos pasea- suerte, pero llegan sonrientes y El aspecto del Rosetti no era oficialmente que íbamos a vino nueva orden. 
ban sobre cubierta y otros dis- animosos, como los vimos el día malo y se apoderó de nosotros cambiar de cárcel inmediata- A embarcarse se nos dijo. En el
traían como era posible las lar- en que a 500 metros, la escua- un contento relativo ante la mente. Emprendimos la tarea de espacio de dos horas y media
perspectiva de salir de la inmun- arreglar nuestro equipaje, no sin ¡cuatro órdenes distintas! ¡Así
pito del contramaestre. Llegaba su torpedera que avanzaba en da pocilga del Ushuaia. Allí al protestar por la hora que se ele- marchaba todo en nuestra
un bote. Suben los conductores; son de paz.  menos, tendríamos luz y aire.  gía para nuestra mudanza pues escuadra! 
pero se nota una complicada y La escena ha cambiado. Ya na- Casa nueva, vida nueva nos ya las primeras sombras de la Y aquí empezaron de nuevo
trabajosa operación para que die piensa en distraer su tiempo decíamos y empezamos desde noche caían sobre el día ago- nuestras angustias y temores. 
los conducidos lleguen hasta y todos los afectos del alma se ese momento a edificar castillos nizante y el río encrespándose Una lancha a vapor y un bote
cubierta.  concentran sobre los oficiales en el aire.  nos amenazaba con una travesía atracaron al costado de la Us-
Más tarde, oficiales de abordo peligrosa.  huaia y entonces emprendimos
bir por sí. ¿Serán heridos? ¿Se- silencio. Un apretón de manos, confirmaron nuestras previsio- Como en las cosas de nuestra un verdadero ejercicio de fuerza
rán enfermos? Bien pronto se un abrazo, ¡una lágrima furtiva! nes, avisándonos que íbamos a tierra todo marcha a la inversa, y de equilibrio. 
disipa el error. Son dos jóvenes ¿Quién podría describir el dolor ser trasladados al Rosetti, y nos diez minutos más tarde se nos Prendido de dos cables comen-
en la plenitud de la vida y el ruido y la protesta airada de aquel dieron tales seguridades que en dijo que el transbordo tendría zamos el descenso desde nues-
de sus grillos que repercute más cuadro? nuestro nuevo alojamiento nos lugar después de comer, y ner- tra barca al bote. Debíamos sin
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> recuerdos de una prisión (parte ii) <

ver, porque la noche era oscura Veinte y tantos presos nos ins- La previsión administradora de
como boca de lobo, afirmar los talamos en cada sala e hicimos la proveeduría, por proporcio-
pies para bajar en unos escalo- resolución de descansar.  narnos un nuevo placer sin duda,
nes podridos ya de viejos.  Amaneció el día 30, y dos nos envió sal en vez de azúcar.  
Estábamos a una altura de seis nuevos compañeros de prisión Estaba visto que de todas mane-
metros, y a cada escalón que fueron traídos del Patagonia: ras se nos atormentaría. 
pisábamos creíamos resbalar y D. Juan Martín de la Serna y el La noche del 2, debía ser para
caer al agua.  joven Norberto Crotto, cazados nosotros noche de prueba. 
Uno tras otro fue descendiendo, en la provincia de Buenos Aires En el Rosetti indudablemente ha-
y el que llegaba al bote por medio en viaje a la capital.  bíamos mejorado, porque era un
de gritos avisaba al que descen- Ese día 30, fue de completo ayu- buque limpio, porque teníamos
día cuándo debía afirmar el pie.  no. El orden que reinaba en todo más libertad para andar sobre
Le llegó su turno a Wright, y con a lo que a los presos se refiriera, su toldilla, porque al fin teníamos era horrible.  Barcos alguno para hacer señales y sus
toda energía se negó a pasar por hizo que no hubiera alimento aire y luz y las largas horas de Entonces empezó una verdadera Acorazado de río ARA Libertad (izq.), botes le habían sido quitados
la prueba a que se nos había su- que llevar a nuestras bocas.  prisión las pasábamos contem- danza macabra.  Torpedera Espora que participó en el para que no pudiéramos huir.
combate de El espinillo (der.).
jetado a los demás. La fiebre que ¡Y en la capital se decía que plando la escuadra, los buques El viento que desde temprano ¡Ah! ¡Nos olvidábamos! Tenían
lo había tenido postrado le im- se nos daban todas clases de que pasaban y las siluetas de soplaba con violencia, asumió cohetes a bordo; pero eran para
pedía hacer fuerzas, y hubo que comodidades! la Ensenada, Quilmes y Buenos todos los caracteres de huracán, loza y los cristales se hacían mil que al ser quemados, a su turno
bajarlo al bote en una planchada, El 1º de octubre se nos inde- Aires que a lo lejos se desta- y el Rosetti, como presa de los pedazos, y las duras galletas nos quemara con sus fuegos la
conjuntamente con Forte, otro minizó del ayuno de la víspera, caban unas veces brumosas, elementos desencadenados se escapadas de los sacos que las escuadra. 
compañero del Ushuaia, inútil de entregándonos por fin cartas de otras claras, según la mayor o convirtió en algo desatentado y contenían, rodaban por el piso, Solamente se habían preocupado
una mano. Todos dentro del bote nuestras familias y notificándo- menor densidad de la atmósfera, loco, difícil de describir.  produciendo algo semejante a de impedir nuestra retirada; que
remolcado por la lancha a vapor nos que podíamos escribir; ¡pero despertando en nosotros ansias En nuestras salas todo saltaba y las pisadas de rebaño que huye pereciéramos ¡Qué importaba!
emprendimos la marcha entre que las cartas debían ir abiertas! infinitas de pisar el suelo de rodaba por el suelo. Crujían los despavorido! Llegó por fin el día, el viento
una danza infernal, mientras que Las cartas que llegaban a nuestra ciudad querida y abrazar catres, sus ocupantes eran des- El recuerdo de aquella página calmó y nos vimos rodeados de
las olas nos ponían como sopa.  nuestro poder eran casi todas fe- a los seres de nuestro corazón.  pedidos a distancias increíbles y admirable de Víctor Hugo, tor- objetos destrozados, algunos
Arribamos al Rosetti, y una vez a chadas el día mismo de nuestra Se nos había dicho que el Rosetti juramentos, blasfemias y carca- mentus bellis, vino a la memo- contusos y casi toda la marinería
su bordo supimos lo que era.  prisión.  nos proporcionaría muy malos jadas daban aspecto de infierno ria de más de uno en aquellos enferma. ¡Cómo habría sido el
La parte alta, la componían dos Ese día tuvimos algo que comer ratos, porque era un buque sin a aquella masa informe de hom- críticos instantes, y el estruendo sacudón! Si habíamos pasado
grandes salas, propias de hospi- enviado por el Ushuaia, de ma- lastre y sin gobierno, que estaría bres, camas y sillas mezcladas de arriba, reproducía en nuestra una noche de perros, en cambio
tal, que tal era el destino que al nera que fue para nosotros el día a merced de las olas y de los en confuso torbellino. Algunos imaginación, el del cañón, sin el día debía ser peor. ¡No había
desarmarlo se le atribuyó. Sobre más alegre, sobre todo porque vientos.  dormidos en camas jaulas con gobierno y sin sostén, lanzado qué almorzar!
las alas, otra, llamada pomposa- desde ese momento se nos iba a Como nada nos sucediera hasta ruedas, despertaban azorados, en carrera furiosa y enloquece- El día 3 llegó Mariano Candiotti y
mente comedor. El sollado, des- permitir escribirnos con nues- ese momento, atribuimos a cuando de regreso a una obli- dora dentro de los muros de una tras de él, la carne para hacer la
tinado al personal del servicio.  tras familias, aunque fuera con bromas de mal gusto los tales gada excursión de 4 o 5 metros, embarcación.  comida. Hubo que tirarla. Estaba
Un inglés con cara de pocos intervención del jefe del Patago- informes, pero bien pronto nos rebotaban de retorno contra los Los jefes y oficiales, los mari- podrida. 
amigos debía ser nuestro nia que tendría con que matar convencimos de lo contrario.  muros de madera de las salas. neros, caen unos, otros pierden Nuestro alimento fue ese día, ga-
cancerbero. Nos dieron unos sus ocios.  ¡Inolvidable noche la del 2 de Otros se afirmaban a las colum- la cabeza, y todos en confu- lleta, una sardina y medio huevo
colchones elásticos para poner El 2 volvimos a gustar la comida Octubre! Hacía algunas horas nas y los más se tendían en el sión aumentan el estupor de la cocido…n
en el suelo y otros de lana que, del Ushuaia, de la que creíamos que dormíamos cuando a media suelo, víctimas de los primeros escena. Tres largas horas duró
a pesar de que nos decían eran vernos libres, al llegar al Rosetti, noche empezamos a sentir un síntomas del mareo.  el terremoto, mientras llenos de
nuevos, sospechábamos no lo e íbamos a tomar un poco de thé pequeño balanceo de babor a Sobre nuestras cabezas, un ansiedad esperábamos nuestra * Este testimonio fue escrito por uno de los prisioneros
radicales aunque se ignora cual de ellos.
serían, puesto que un año antes agenciado a duras penas cuando estribor.  ruido infernal. hora postrera, en la certidumbre Julieta Delpech de Saravia nos facilitó este documento.
habían sido alojados en el Roset- nos apercibimos de que, en vez El balanceo fue tomando cuerpo, ¡Las mesas chocaban contra de que no podríamos salvarnos.  Su abuelo Faustino Alsina, era uno de los presos y su tío
Héctor Palacio Alsina fue el que le entregó este escrito.
ti epidémicos de fiebre amarilla.  de azúcar, habíamos echado sal. y a las 2 de la mañana aquello las paredes del comedor, la El Rosetti no tenía elemento

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1922. “Mateocho” Banks, el primer asesino múltiple >

La Muerte Malogrado nombre se le ocurrió

ponerle al dueño fundador de
La familia resolvió dar sepultura
a Grierson en el mismo campo.
de su condición de simulador,
logrando convencer a su patrón
Volver…
En 1908 había falleció Mary

es sólo la
la estancia “La Buena Suerte”,
seguramente en un intento de
honrar la mitología irlandesa,
Suerte con
plagada de tréboles, duendes
y ollas repletas de monedas de
Luego de este episodio, a finales
de la década de 1880, compró
“La Buena Suerte” el irlandés
Henry McCracken, casado con
Mary Jane Moon, con quien tuvo
de que nada sucedía con su hija. Anne Keena, la madre de los
Un buen día el señor McCrac- Banks, y el 30 de diciembre de
ken notó la falta de su cartera,
1909 su esposo Mathew Banks
que contenía la suma de 1.200 —cuyas tumbas aún se encuen-
pesos. De inmediato y por indi- tran en el Cementerio Central

una letra oro. Ubicada en los pagos de

Parish, en el partido de Azul, a
5 hijos, entre ellos dos niñas bas-
tante bien parecidas, una de 10
cación de Mateo, supuso que la
cartera fue robada por el matri-
de Azul—, por lo que ambos
campos (La Buena Suerte y El

cambiada la luz de los hechos, la suerte no

porGeorgina Degano y
Eduardo Agüero Mielhuerry
ha existido jamás en ella.
años y otra de unos 13 años en
ese entonces. La familia se ins-
monio de la mucama y el peón.
El mismo Banks ató con sogas
Trébol) quedaron al cuidado de
sus hijos. También habían muer-
taló en el casco de la estancia, en un árbol al marido, y en otro to, en 1911, los hermanos Pedro
Una saga irlandesa trayendo consigo desde Chasco- a la mujer, mientras McCracken y Brígida, ésta última, curiosa y
El dueño más antiguo del mús a un joven hijo de irlandeses se dirigió a Azul a dar cuenta a la repentinamente, 18 días después
que se tiene registro, y casi sin y contratando para el servicio policía. Una vez llegadas las au- de haber contraído matrimonio
dudas quien bautizó el campo, de la casa a un matrimonio, ella toridades policiales, se desnudó en Irlanda.
fue William Leeson. Nacido en como cocinera y mucama, él a ambos y hasta se le revisó el Dionisio Banks (1869) había des-
Irlanda, intentó unirse a la Mari- como peón. cabello a la mujer, pero la carte- Mateo Banks en el presidio posado a Sarah Kearney Keena,
na de su país, pero un problema Aquel joven hijo de irlandeses no ra no apareció. Como no existían Fue el primer homicida múltiple de la prima segunda de la familia, con
en su vista se lo impidió. Decidió era otro que Mateo Banks. Su pruebas que los inculpasen, el Argentina.
quien fue padre de 3 niñas: Ce-
entonces emigrar hacia la Ar- padre, Mathew Banks (nacido en pobre matrimonio fue puesto en cilia (1908), Sarita (1910) y Anita
gentina, donde vivió y trabajó en Dublín, Irlanda, en 1845), había libertad y de inmediato se fueron (1917). Todo era felicidad para el
“La Buena Suerte”, aunque un llegado a la Argentina en 1862, de allí, abandonando el campo. un galpón de un tiro de revólver. joven matrimonio, disfrutando
par de años más tarde resolvió huyendo de la hambruna que Poco tiempo después, el 26 de La situación fue demasiado de la crianza de sus hijas en la
regresar a Europa para radicarse asolaba su país natal a causa julio de 1898, Henry McCracken confusa y los ojos acusadores tranquila vida rural azuleña, en
en Francia. de la peste de la papa. Se había apareció ahorcado, colgado de recayeron nada más y nada “La Buena Suerte”. Sin embargo,
En el año 1868, el campo pasó a unido en matrimonio en Chas- un árbol en la misma estancia, menos que sobre Mateo quien, poco después del nacimiento de
manos de un caballero escocés comús, en 1867, en la Iglesia sin saberse los motivos de su aconsejado por su padre, tuvo Anita, Sarah debió ser internada
llamado William Grierson, quien Nuestra Señora de la Merced, suicidio o, como muchos aventu- que refugiarse en San Luis. La- en el Hospital Nacional de Alie-
se ocupaba de la cría de ganado con Mary Anne Keena, también raron, de su crimen. Fue sepulta- mentablemente, no hay ningún nados “Alejandro Korn” de la lo-
lanar y, según decían quienes irlandesa, nativa del condado de do en el Cementerio Británico de dato que indique en qué zona calidad de Melchor Romero, por
lo conocieron, era persona muy Ballymore. Tuvieron 7 hijos entre Buenos Aires, según consta en se radicó, aunque siempre se reiterados episodios violentos,
activa y de procederes correc- 1868 y 1879: María Ana, Dionisio, las actas del mismo. afirmó, incluso durante el juicio alucinaciones y divagues, que
tos. Una mañana, sin haberse Miguel, Mateo, Pedro, Catalina y En breve, la familia McCrac- al que fuera sometido años des- ponían en riesgo la seguridad de
podido saber las causas, William Brígida. ken decidió retornar a Irlanda; pués, que allí amasó el comienzo toda la familia.
salió muy temprano a caballo, Cuando Mateo Banks rondaba Mathew Banks se hizo cargo del de su fortuna bajo términos Por su parte, Miguel (1871) había
recorrió los potreros, dio algu- los 20 años, algo enamoradizo, campo como arrendatario. Inclu- poco transparentes. contraído matrimonio con otra
nas órdenes a los dos peones siempre trataba -en los momen- so ya había adquirido un campo En Rufino, departamento de descendiente irlandesa, Julia Di-
que ocupaba, y emprendió el tos que McCracken no lo viera -, contiguo en 1897, bautizado “El General López, Santa Fe, el 1 de llon, aunque no tuvieron hijos. La
regreso a “las casas”. Durante el que la hija mayor fuera al monte Trébol”. Según muchos afirma- marzo de 1902, Mateo contrajo pareja habitaba “El Trébol” junto
trayecto, se apeó de su caballo donde se perdían juntos durante ron en la época, no transcurrió matrimonio con Máxima Gainza, a María Ana (1868), la hermana
y arrimándose a un palenque, varias horas. Enterado McCrac- mucho tiempo para que la muer- nacida en Olavarría, provincia de mayor y soltera de los Banks,
desenfundó su revólver y se lo ken de esta situación, su relación te volviera a acechar los campos. Buenos Aires, pero radicada en quien ayudaba en los quehace-

26/ abocó al corazón disparándose

un tiro. Cayó muerto en el acto.
con el joven comenzó a tensarse,
sin embargo Mateo ya hacía gala
Un hermano de Mathew Banks
amaneció muerto al costado de
Córdoba, hija de Félix Gainza y
Josefa Albiso.
res de la casa. Asimismo solía
cuidar a sus sobrinas, Cecilia,

#636:nov2020 #636:nov2020 /27

> el primer asesino múltiple
Sarita y Anita, y a María Ercilia
Gaitán, de 6 años de edad, que
era la hija del peón del estableci-
miento, Juan Gaitán.
La Sociedad de los hermanos
Banks era próspera a pesar de
sus riñas internas, sin embargo,
para sumar conflictos, Mateo
regresó a Azul. Como heredero
natural pasó a formar parte de
las decisiones en los negocios
familiares, pero en breve se
desprendió de su fracción para
conseguir el preciado dinero en
efectivo que le permitiera llevar
adelante su deslumbrante aun-
que ficticia vida social. De hecho,
era el único de los Banks que
vivía la mayor parte del tiempo
en la ciudad con su esposa e hi-
jos, en una casona sobre la calle
Necochea, detrás de la Escuela
Normal, casi en pleno centro
azuleño, aunque tenía un cuarto
reservado siempre en las vivien-
das rurales de sus hermanos.
¿Quién era Mateo?
Mateo Banks había nacido en
Chascomús el 17 de noviembre
de 1872. Con su esposa Máxima
28/ #636:nov2020
La Buena Suerte
Interior y exterior de la estancia
“La Buena Suerte”.
tuvo 4 hijos: Mateo Francisco,
Pedro Fernando, Jorge Alberto
y Ana Pepa. Ferviente católico,
amado esposo y adorable padre
de familia. Productor rural,
consejero escolar, cónsul irlan-
dés, miembro del “Jockey Club
de Azul” y representante de
Studebaker. Para los azuleños,
Mateo Banks era todo lo dicho y
mucho más…
Algunos pocos murmuraban
que había demasiadas mentiras
en su vida. Afanoso apostador.
Mal perdedor, peor pagador.
Pendenciero. Violento e impia-
doso. Soberbio. Arrogante. Pero
todo se decía entre dientes…
Su artificio engañó a muchos,
durante mucho tiempo. Pero
no a todos…Casi nada en él era
natural. A la luz de los hechos,
todos sus movimientos estaban
fríamente calculados.
Un día, Mateo Banks se convirtió
en el primer homicida múltiple
de la historia de la República
Argentina.
Su castillo de mentiras se de-
rrumbó en pocas horas. Falsificó
firmas y documentos municipa-
les. Falló una vez. No se con-
formó. Aceleró el final. No tuvo
piedad….
Primer escenario.
“La Buena Suerte”
Era el mediodía del martes 18
de abril de 1922 cuando en “La
Buena Suerte” y “El Trébol” se
produjo un fallido envenena-
miento. Estricnina en la comida
fue lo que Mateo planeó para
aniquilar a sus familiares y de
esa forma heredarlos, para
terminar con sus deudas y
poder continuar con sus lujos y
ostentaciones. Se trasladó entre
ambas estancias en una actitud
que levantaría ciertas sospe-
chas. Pero más se equivocó en
la dosis —por exceso—, dejando
en evidencia el amargo gusto
de la pócima en los almuerzos
que fueron descartados. Enton-
ces no encontró otra salida que
convertirse en el despiadado
verdugo de su familia, sacudien-
do la sobriedad de la sociedad
azuleña.
Al sospechar Dionisio que algo
extraño había ocurrido con el
puchero del almuerzo, increpó a
Mateo culpándolo del incidente,
lo que los llevó a discutir de ma-
nera acalorada en la habitación
de éste último. Dionisio, indigna-
do por el cinismo de su herma-
no, pegó media vuelta para dar
por terminada la discusión.
Al mismo tiempo Mateo hizo
algunos pasos y de atrás del
ropero sacó su rifle Winches-
ter con el que le disparó por la
espalda. Dionisio se desplomó
malherido contra la puerta. Ma-
teo se acercó con parsimonia y,
álgidamente lo ejecutó.
Al ver caer muerto a su padre,
Sarita, de 12 años, que se encon-
traba en la cocina, lanzó un grito
desgarrador y trató de escapar.
Su tío Mateo la alcanzó en el
patio, golpeándola con la culata
del arma, dejándola semiin-
consciente. Quizá para no ver el
horror de su obra, Mateo arrojó
a la pequeña en el aljibe. Con la
misma frialdad disparó a ciegas
dos veces hacia el fondo, dando
los tiros sobre la espalda de la
criatura. Unos gemidos y luego
silencio marcaron el final de la
vida de la niña.
Unas horas más tarde, el peón
Juan Gaitán regresó a “La Buena
Suerte”. Sin mediar palabra,
mientras éste desensillaba el
caballo, Mateo lo asesinó de un
disparo, dejando su cuerpo tira-
do al costado del galpón.
Mateo se subió al sulky y se
>
encaminó rumbo a “El Trébol”, dijo que no se sentía bien y le
donde encontró al peón Claudio pidió un té. Julia se levantó para
Loiza, a quien convenció con asistir a su cuñado, pero él se le
engaños para que lo acompañe anticipó y le disparó en el pecho,
a “La Buena Suerte”. A mitad de en el corredor de la casa.
camino, lo hizo bajar pidiéndole Al oír la detonación, Miguel que
que levante el rebenque que se hallaba gravemente enfermo,
se había caído algunos metros intentó levantarse, pero desde
atrás. Cuando Loiza estuvo des- la puerta Mateo le efectuó un
prevenido, le gatilló dos veces. disparo hiriéndolo en el abdo-
Luego arrastró su cuerpo al men. Los gritos de Cecilia, que
medio del maizal. se había asomado a la galería al
Mateo llegó al casco de “El oír la balacera, distrajeron al ase-
Trébol” al atardecer, afable y sino por unos segundos, pero se
sereno, como si nada hubiese volvió hacia su hermano y le gati-
sucedido. Sus próximas e inde- lló una vez más, rematándolo.
fensas víctimas, amablemente, Inocentemente, en vez de bus-
lo invitaron a cenar, pero se negó car amparo, Cecilia se apresuró
aduciendo estar descompuesto. a socorrer a su tía Julia que
Alrededor de las 11 de la noche agonizaba en el suelo. Esa fue
todos dormían en “El Trébol”, su última acción. Desde el vano
excepto Mateo. Rapaz, se deslizó de la puerta su tío la baleó en el
al patio y golpeó la ventana ce- brazo y el pecho, matándola en
rrada de María Ana. En susurros, el acto.
para no despertar a los demás, La despiadada matanza había
le dijo a su hermana que Dionisio comenzado en “La Buena Suer-
estaba muy mal y que debían ir a te” a la 1:15 de la tarde del mar-
“La Buena Suerte” para asistirlo. tes 18 de abril de 1922. Terminó
María Ana se vistió confiando en 11 horas después cuando en “El
sus palabras y, preocupada por Trébol” se oyó el último disparo
la salud de su hermano, subió al que acabó con la vida de la 8ª
sulky, que una vez más retomó víctima, una niña de 14 años.
el camino entre ambos campos.
A poco menos de media legua, El castigo terrenal…
Mateo frenó el caballo, levantó “La Bestia de Parish” asesinó
el rifle que llevaba a sus pies y a sangre fría a 8 personas. Con
disparó sin piedad contra María una escopeta mató a sus her-
Ana. Pateó el cadáver, que que- manos Dionisio, Miguel y María
dó tirado en el camino, y em- Ana, su cuñada Julia Dillon, dos
prendió el regreso a “El Trébol”. de sus sobrinas Sara y Cecilia, y
completó el cuadro sangriento
La escena final acribillando a los peones Juan
Mateo Banks llamó a la puerta Gaitán y Claudio Loiza a los que
de la habitación de Miguel y intentó cargar con los crímenes.
Julia. Cuando ella lo atendió, le Dos escenarios: “La Buena Suer-
#636:nov2020 /29
> el primer asesino múltiple
te” y “El Trébol”.
Dos actos de una misma trage-
dia. Sangre inocente. Dos caras,
una moneda.
Una asquerosa popularidad
gracias a las tapas de los dia-
rios. Usó en vano el nombre de
Dios intentando salvarse de su
condena, pero nadie creyó en su
palabra. Un único destino, una
fría celda en “La Cárcel del Fin
del Mundo” en Ushuaia.
Mateo Banks pasó a ser mala
palabra entre los mortales. Su
apellido se convirtió en sinónimo
de brutalidad, horror y barbarie.
“Mateocho” fue el triste mote
con el que se lo nombró muchas
veces en la prensa (inclusive un
tango lo popularizó de esta ma-
nera). También lo apodaron “El
Místico”, ya que rezaba y leía la
Biblia permanentemente en voz
alta dentro de su calabozo.
La libertad tardó en llegar, el
rezo de varios rosarios hechos
con botones. En la cárcel no hizo
amigos a pesar de compartir
“penares” con, entre otros, Caye-
tano Santos Godino más cono-
cido como “El Petiso Orejudo”,
asesino en serie, responsable de
la muerte de 4 niños, 7 intentos
de asesinato y el incendio de 7
edificios; y Simón Radowitzky, el
anarquista ucraniano condenado
a reclusión perpetua por el aten-
tado con bomba que mató al jefe
de policía Ramón L. Falcón.
Pretendiendo que nada había
pasado, Mateo Banks volvió a
Azul. Estuvo poco tiempo. Una
pensión en Buenos Aires, en la
calle Ramón Falcón N° 2178, se
convirtió en su refugio. Mientras
30/ #636:nov2020
>
En el hospicio
En 1907, Dionisio Banks contrajo matrimonio en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Azul con Sarah Kearney Keena.
La pareja tuvo tres niñas y todo parecía perfecto en la joven familia. Sin embargo, luego del nacimiento de Anita, la menor,
Sarah comenzó a sufrir diversas alucinaciones, e incluso llegó a poner en peligro su vida y la de sus hijas. Aunque fue
una dura decisión, Dionisio siguió los consejos médicos y acompañó su internación en el Hospital Nacional de Alienados
“Alejandro Korn” de Melchor Romero.
La presente carta fue escrita por Sarah en inglés, con letra muy apretada, muchas veces ilegible, y completando el texto en los
márgenes de la pequeña hoja. Menciona a “Tommy” que puede inferirse que fuera su médico en el hospicio, a Mary Ellen su
amiga de la juventud, y al joven Dr. Pintos, llamado Adolfo, hijo del recordado y destacado médico también, Ángel Pintos quien,
fue el encargado de realizar las autopsias a las 8 víctimas. Finalmente envía saludos a su cuñada María Ana Banks.
“Sr. Don Domingo:
Para gran favor, guárdele esta carta a mi marido cuando el venga de Parish (…). Tantos meses y todavía no he recibido una
carta de mi marido (…). Cerca de 8 meses y yo estoy esperando para ver mis nenas (…). Los doctores no me dejan escribir a
7 féretros guinaria fechoría, Mateo había Dionisio para saber de lo que él sufre, yo sufro mucho dolor, porque a mí me asustan mucho los doctores aquí, a mí me dicen
trabado la puerta del cuarto en
Aún faltaba encontrar el cadáver del que las nenas y mi marido están muertos (...). Diga a mi esposo que lleve esta carta que la lea el Dr. Pintos, a mí me hacen sufrir
peón Claudio Loiza. que dormían las niñas para que mucho con esto (…) Guarde la carta en inglés para Dionisio. Ya como es tan gran amigo de mi marido, venga ya, Sr. Domingo,
con mi esposo a buscarme. Muchos recuerdos para su señora y sus chicas y familia.
no pudieran salir…
Sarah Kearney Keena de Banks”
La primera sobrevivió por ser
tanto, juraba y perjuraba su pequeña y no poder atestiguar. “En el día de la fecha, 16 de agosto de 1922, comparece ante S.S. el Jefe de Correo de la Estación Parish, Don Domingo Giova-
inocencia. Más mentiras. Usó un Además, al encontrarse su netti, de nacionalidad italiano, empleado, de cincuenta y dos años de edad, con domicilio en Parish, quien previo juramento
nombre falso: Eduardo Morgan. madre internada en el psiquiá- que prestó en legal forma, dijo que el objeto de su comparecencia ante S.S. es al sólo efecto de hacer entrega de dos cartas
Y tuvo un final increíble. El 28 trico no podía ser “eliminada”, dirigidas al deponente en el sobre que adjunta, una escrita en inglés con tinta, y otra en castellano con lápiz, esta última firmada
por Sarah Kearney de Banks, y que hace entrega por si puede aportar alguna luz en la investigación que practica el juzgado en
de agosto de 1949 murió des- o sea que —aunque matase a
el proceso seguido a Mateo Banks, con lo que se dio por terminado el acto, firmando el compareciente la presente, como así las
nucado al resbalar en la bañera la niña—, Mateo no poseería su dos cartas y sobre ante mí, doy fe, previa lectura y certificación. M. Illescas”.
tras pisar un jabón en el baño fracción de la herencia, pero sí Una gélida mañana de agosto de 1922, desde su dormitorio en el hospital psiquiátrico, Sarah escribía una carta que jamás
compartido de la pensión. Fue creía poder convertirse en el llegaría a su destinatario, su esposo:
sepultado en el Cementerio de tutor de la menor y administrar “Querido Denis: Sólo algunas palabras esperando que estés bien, mientras yo estoy aquí, deseando recibir una carta tuya,
la Chacarita, en Buenos Aires, su fortuna. o ver tu rostro viniendo por mí, mientras yo estoy aquí desde hace tanto sin recibir una palabra de noticias tuyas, teniéndote
dependiendo de gente de afuera. Deberías venir y hablar conmigo vos mismo, y así yo no escucharía tantas mentiras de
desconociéndose el lugar preci- Ercilia Gaitán se convirtió en
todos ellos aquí, diciéndome que todos ustedes están muertos. Los doctores entraron y me dijeron que todos ustedes están
so, aunque se sabe que el 10 de la coartada de Mateo, ya que muertos. Nunca dependas de nadie, simplemente vení y mirame vos mismo y decime como están las nenas y vos (…).
agosto de 1959 pasó al Osario intentó culpar a los peones de Mis pobres nenas, no las dejaría ni por todo el mundo ni por estar aquí (…). Vos sos tan cercano a mí, vos, querido esposo,
de la necrópolis, después de que los crímenes y por lo tanto no que no te gustaría que yo tuviese más hijos por miedo de que yo sufra dolor, pero esos doctores no son como el Doctor
en un relevo de tumbas nadie era coherente que Juan Gaitán Pintos, ellos me dan dolor para curar a Miguel, que va en contra de Dios… hacerme esto a mi…
reclamara su cuerpo. asesine a su propia hijita. Tam- Si yo no estoy aquí adentro por mí misma, vos deberías arreglártelas para entrar y verme, que es la razón por la que ellos
me han hecho todo esto, provocarme dolor (…), dándome dolor como un animal, yo no soy un animal para sufrir todo esto
bién dijo que Claudio Loiza había
lejos de ti (…). He hecho lo mejor que he podido con Dios y aun así fui llevada lejos para sufrir, y estoy tan mal lejos de
Y la vida siguió… huido, tal vez herido, cuando fue casa o en cualquier lugar. Decile a las nenas toda la verdad. (…).
Ocho habían sido las personas descubierto y repelido su ataque No les digas a los doctores de aquí que te escribí, simplemente vení a buscarme con el joven Dr. Pintos y decí alguna buena
asesinadas por el “respetable por el propio Mateo. La coarta- mentira, como que las nenas están enfermas, sino ellos me mantendrán aquí mucho tiempo sufriendo dolor (…).
caballero”, pero las víctimas del da resultó creíble hasta que el Buenos deseos y plegarias, son buenos, no como esto. Los curas y las monjas dicen muchas mentiras (…). Querido Denis,
macabro Mateo Banks fueron cadáver del desafortunado fue vos me creerás cuando hable con vos todo, Mary Ellen te enviará esto a vos o su esposo. Pobre Mary Ellen, me trajo mu-
chas cosas, debo pagarle a ella cuando vengas, aquí no tengo mi vestido nuevo ni mi blusa para usar, me podrías comprar
muchas más… encontrado varios días después.
una cuando vengas? Tengo una de seda vieja, toda desgarrada...”
Anita Banks y Ercilia Gaitán La inocencia se quebró. Las “Vení a buscarme, así los cuido bien a vos y a las nenas, esto es demasiado para mí. Tommy estuvo aquí el domingo
tenían apenas 5 y 6 años res- pequeñas fueron víctimas de la por unos minutos y nunca me dijo ni una palabra acerca de cuándo me puedo ir a casa (…). Besos a vos y a las nenas, y
pectivamente al momento de los frialdad y la codicia de un hom- cariños a María Ana”.
crímenes. En medio de su san- bre capaz de todo. Creyéndose Sarah Kearney Keena de Banks permaneció recluida hasta sus últimos días…
#636:nov2020 /31
> el primer asesino múltiple
omnipotente, Mateo las con-
denó a la orfandad, al escarnio
público. Él reescribió sus histo-
rias tras un manchón de sangre
sobre el papel de la vida inocente
de las dos niñas.
Sin demasiadas razones, por
una Orden judicial, Ercilia Gaitán
pasó prácticamente dos meses
en la casa de una familia adop-
tiva, hasta que el mismo Juez la
restituyó a su hogar, junto a su
madre viuda y sus hermanos. Y
su vida siguió…
Por su parte, Mario e Isabel Sulli-
van adoptaron a Anita Banks. Él
trabajaba como gerente del Ban-
co Español de Azul, que funcio-
naba en el edificio de la esquina
Oeste de la calle San Martín y
su cruce con la avenida 25 de
Mayo; ella se dedicó exclusiva-
mente a la crianza de la menor.
Ambos hicieron todo lo posible
para que la niña viva su infancia
de la manera más plena posible.
La pequeña adoptó el apellido
Sullivan, asistió al Colegio Inma-
culada Concepción y tomó su
Primera Comunión en la Iglesia
Nuestra Señora del Rosario
(hoy Catedral) de Azul, el 8 de
diciembre de 1923. Sus padres
adoptivos, que no tuvieron hijos
biológicos, criaron a la niña con
profundo amor.
Años más tarde, por el acoso pe-
riodístico y tras un suceso confu-
so en el Banco Español en el
que unos sujetos ingresaron con
intenciones de robo a la casa
del Gerente que estaba ubicada
en el primer piso del edificio, los
Sullivan decidieron mudarse a
Buenos Aires.
32/ #636:nov2020
>
Sarah Kearney Keena de Banks, serva en los archivos judiciales) Fuentes:
Expediente Judicial
esposa de Dionisio y madre de reclamando por los bienes de la del Proceso llevado
Cecilia, Sarita y Anita, perma- “Sucesión Banks”. a cabo contra Mateo
Banks, preservado en
neció recluida en el Hospital de Más tarde, en 1932, Máxima el Museo Etnográfico
y Archivo Histórico
Alienados, sin creer nunca en el Gainza pidió que se les cambiara “Enrique Squirru” de
trágico final que tuvo su familia. el apellido a sus hijos: “Hace va- Azul.
Periodicos El Ciuda-
Es improbable que haya recu- rios años mi esposo don Mateo dano, El Imparcial
perado su libertad y su cordura. Banks, fue condenado judicial- y El Tiempo de la
ciudad de Azul de las
Vaya uno a saber por qué, su mente por hechos delictuosos fechas mencionadas,
hija Anita nunca la buscó. Tal vez que costaron la vida a varias preservados en la
Hemeroteca “Juan
Sarah tuvo la suerte de imaginar personas; a raíz de esos hechos Miguel Oyhanarte”
a su familia esperándola detrás el apellido paterno Banks, fue de Azul.
Testimonios de algu-
de los cercos del jardín. Tal vez… deshonrado y proyecta sobre nos descendientes
que prefieren reservar
Nadie supo su suerte. Un incen- mis hijos una sombra o una su identidad.
dio en el archivo del nosocomio carga no menos injusta como Proceso de Mateo
Banks, escrito por
convirtió en cenizas los registros intolerable” —alegó—, “pero la J. N. Echagüe, y
de pacientes de esa época, ha- suprema carga del suplicio pro- reeditado por Editorial
Azul en 2014, recorre
ciendo imposible averiguar qué piciatorio exigido por la maldad, la reconstrucción de
fue de su vida. es el ‘vade-retro’ del apellido los acontecimientos
de aquella fatídica
Luego de la muerte de Mario paterno escarnecido y obliga a noche del ’22. Cuenta
Sullivan, a principios de los años renunciarlo para poner término con prólogo de Álvaro
Abós y, asimismo, in-
’50, Isabel y Anita se instalaron a ésta situación y desenvolverse corpora tres artículos
periodísticos (publi-
en Bahía Blanca, donde ya ha- en la vida”. cados originalmente
bían vivido temporalmente. Más Así los Gainza trazaron otro en El Tiempo) escritos
por Georgina Degano
tarde, Anita contrajo matrimonio camino en la vecina localidad de demanda contra la “Sucesión de sin revelar a sus familias el trá- Víctimas y Eduardo Agüero
y tuvo dos hijos. Y la vida siguió… Olavarría… Hoy muchos nietos los Banks” solicitando una cuota gico evento vivido. De hecho, en Gaitan (arriba izq.) Mielhuerry titulados
Julia Dillon (arriba “La Suerte es sólo la
y bisnietos llevan en sus venas alimentaria. Logró cobrar algo de ambos casos, sus hijos descu- Muerte con una letra
der.) Miguel Banks
La sucesión Banks la sangre de Mateo, pero no su lo reclamado, pero su situación brieron la verdad cuando ya eran (abajo). cambiada”, “La Suerte
juega con cartas sin
Máxima Gainza de Banks y apellido. Aunque a decir verdad, no mejoró mucho. Culminó su adultos y, en el caso de Anita, marcar” y “Y la vida
sus 4 hijos también sufrieron las buena parte de ellos tal vez ni vida sola y sin descendientes. después de su muerte acaecida siguió…”.
atrocidades de quien parecía un siquiera lo sospeche… Tal vez el El casco original de “El Trébol” hace más de 20 años. Crédito fotográfico:
La imágenes fueron
“esposo y padre ejemplar”. Ella olvido hizo bien su trabajo. Y la se convirtió en una tapera y lo A 99 años de aquella aterradora proporcionadas por
decidió volver a su ciudad natal, vida siguió… que queda de “La Buena Suerte” noche, seis cruces oxidadas en Eduardo Agüero
Mielhuerry
Olavarría, y pensó en rearmar su Catalina Banks de Moser, la es tan sólo el nostálgico despojo el Cementerio de Azul marcan
vida tras solicitar la anulación de única de los hermanos que salvó de los buenos augurios de su las sepulturas de la familia Banks
su matrimonio. su vida por encontrarse casada y nombre. (sólo una tiene su correspondien-
Mateo Francisco Banks, el pri- radicada en Buenos Aires, volvió Ercilia y Anita no volvieron a te nombre escrito en una chapi-
mogénito, y su madre Máxima a Azul. Pero consigo trajo una encontrarse después del fatal ta), la tumba de Gaitán es difícil
—ejerciendo la patria potestad y historia de violencia familiar y suceso. Ambas hicieron sus de encontrar y la de Loiza quedó
la representación de sus 3 hijos maltratos. Ella se recuperó de los vidas prácticamente de manera perdida en el antiguo “Cemente-
menores de edad—, desde la golpes que le propinaba su espo- normal. Pero, en lo más profun- rio de los Pobres” (“Del Oeste”).
ciudad de Olavarría, el 21 de fe- so, de quien prefirió hasta olvidar do de sus corazones, ambas Ercilia y Anita descansan en
brero de 1928, enviaron una nota su nombre, y se alejó de él, pero hicieron un pacto de silencio, paz en los cementerios de las
a los tribunales de Azul para dada su difícil situación econó- preservando como un secreto ciudades de Azul y Bahía Blanca,
iniciar un expediente (que se pre- mica, debió iniciar en 1924 una íntimo lo que les había sucedido, respectivamente.n
#636:nov2020 /33
1536. Origen de la Ciudad de Buenos Aires. >>>>>>>>>>>>

Primeras incursiones
en el Río de la Plata
por Esteban Miller

A diferencia Suele á veces ser á los hombres tan ad- o tormentas se sucediera una calma
versos los sucesos en lo que emprenden; que obligaba a esperar mejores vientos;
de la llegada
que entendiendo salir de ellos con honra, y y cuando aparecía el tiempo favora-
de Hernán acrecentamiento, vienen á dar en lo ínfimo ble lo mejor era no detenerse. Toda la
Cortés en de las miserias é infortunios. operación requería de una tripulación
México y Ruy Díaz de Guzmán de “hombres de mar”, entre oficiales,
de Pizzarro marinos y jóvenes grumetes, así como
niños aprendices.
en el Perú,

P
ara los hombres de mar, la
Pedro de mayor seguridad es su barco,
Mendoza mas allá de las inclemencias del
arribó al Río tiempo, de las muchas difi-
de la Plata cultades e imprevistos. Para quienes
emprendían la aventura al Nuevo mun-
con un gran do en el siglo XVI —desde las costas
contingente. portuguesas o españolas el viaje reque-
Pero entre ría de 3 a 4 meses—, todo su sustento
los errores se encontraba en los barcos. Cada nave
llevaba su provisión de agua y de leña, y
del Adelan-
de alimentos: el bizcocho, la harina, la
tado y la carne, el queso y el vino (el conjunto era
hostilidad de llamado el “matalotaje”). Se cargaban
los indios, también animales vivos, como gallinas
la empresa y cerdos.
Tenemos referencias de los barcos más
naufragó.
grandes que constituían las flotas espa-
ñolas, los galeones, que medían unos 40
metros de eslora entre perpendiculares.
Eran barcos a vela, que dependían de
los vientos y sobre todo de la habilidad
de los pilotos —conocedores del arte
de mariar—, de los instrumentos de
El galeón reunía la velocidad de las ca-
rabelas con la capacidad de carga de las
“naos”, y podían ser usados tanto para
el comercio como para la guerra, ya que
el armamento no era parte del barco.
Las armas (culebrinas y otros cañones)
pertenecían al arsenal real, y los barcos
eran “armados” o “desarmados” de
acuerdo al viaje que emprendían.
Aunque cada barco navegaba por sepa-
rado, por las noches la nave principal
encendía un farol, para que el piloto
de cada embarcación tuviera una guía.
Cada nave contaba también con peque-
ños “bateles” o botes a remo (en ocasio-
nes viajaban desarmados y se armaban
en la costa), que se usaban para bajar los
hombres a tierra. También se usaban
para la reunión de los pilotos: “cuando
dos o tres o más buques navegan juntos
sobre el mar se reúnen siempre al ponerse
el sol y se preguntan cuánta distancia han
navegado durante el día y qué viento to-
marán durante la noche para no separarse
Topografía
momento de la travesía se desviaran tancia de contar con pilotos y marineros
Maqueta topográ- una o más naves de la flota, aunque con experiencia era fundamental: pocos
fica de la ciudad
pocas naufragaban en alta mar, y la días antes de emprender el viaje se en-
de Buenos Aires
con la escala de prioridad ante cualquier naufragio era tregaba a los capitanes las copias de las
altimetría unas salvar primero “la plata del rey”, antes cartas de navegación, información que
100 veces mayor que las personas2. En cambio el peligro constituía el “Padrón Real” o “General”,
que la de planime-
mayor para los barcos se producía en guardado bajo estricto secreto3.
tría para que se
puedan apreciar las cercanías de la costa marina, por las
las alturas. formaciones rocosas; y en las navega- Un noble andaluz
El rectángulo ciones por los ríos, por desconocerse Entre los muchos pretendientes, el
indica el área
aproximada de la
los “bajíos”, donde podían encallar por rey Carlos de España —ya emperador
cartografía que falta de profundidad. Siempre antes de coronado por el Papa— eligió al noble
se presenta en el atravesar cursos desconocidos se envia- don Pedro de Mendoza (pariente de la

34/
artículo.
navegación y de las corrientes marinas. entre ellos”1. ban exploradores a sondear “la canal” y esposa de Francisco de los Cobos, se-
Era frecuente que a períodos de lluvias Era muy frecuente que en cualquier Museo del Agua, CABA. el derrotero más adecuado. La impor- cretario de Estado y una de las perso-

#636:nov2020 #636:nov2020 /35

> historia del río de la plata
nalidades más influyentes de la época)
como gobernador de la “Nueva Anda-
lucía” que abarcaba toda la región del
Río de la Plata. El Adelantado provenía
de una familia de terratenientes de
Guadix (Granada), enriquecida tras la
reconquista y la expulsión de los mo-
ros. La palabra árabe guadix significa
“río de la vida”.
Como la contratara del arribista Hernán
Cortés en México y del inculto Francis-
co Pizarro en el Perú, a Pedro de Men-
doza en sus “capitulaciones” o acuerdos
con el rey ya se le asignaba un territorio
para “conquistar y poblar”: de manera
que no debía justificación ante el trono
de sus acciones. Dada su condición de
noble, se procuraban evitar las violen-
cias y los disensos tan frecuentes entre
los propios españoles, y asegurar la
lealtad al rey. Por primera vez la ocu-
pación del territorio se haría del modo
correcto.
La expedición al Río de la Plata
vendría dirigida por una pequeña
corte de nobles hidalgos, con sus
mujeres españolas y sus sirvien-
tes. Los hidalgos, como esta-
mento privilegiado, estaban
exentos de pagar impuestos
directos. Por otro lado las penas
ante un mismo delito eran mu-
cho más leves para estos nobles
que para un plebeyo. También
vendrían frailes y sacerdotes
católicos (unos diez, con gastos
a cargo del adelantado) y hasta
un ejército propio de caballeros e
infantes. Esta infantería de sol-
dados veteranos y voluntarios, en
reemplazo de las antiguas levas
obligatorias medievales, era la
mejor de Europa. Contaban
con armas como la ballesta
y el arcabuz (cuya bala podía
36/ #636:nov2020
Arcabucero alcanzar los 50 metros). Estas armas
Soldado español no requerían tanta pericia de los solda-
del siglo XVI en
dos para provocar la muerte y el daño.
tiempos de la
conquista del río Por eso para la Iglesia eran “armas del
de la Plata. diablo”, que no respetaba ni el honor ni
las jerarquías en el combate.
Parecían cumplirse todas las previsio-
nes necesarias para la ocupación de un
territorio americano ya otorgado al rey
de España por las concesiones papales.
Pedro de Mendoza trajo consigo una
pequeña biblioteca y también médicos,
artesanos y materiales de construc-
ción, como tejas4. Hasta los regidores
o miembros de los cabildos de las tres
futuras poblaciones ya estaban desig-
nados5, aunque es imposible prever
todas las circunstancias; algo siempre
escapa al propio control.
Entre las obligaciones contraídas con el
rey figuraba la de construir tres forta-
lezas de piedra en su territorio, que lle-
gaba hasta la mar del Sur limitando con
la gobernación de Diego de Almagro. Se
le autorizaba a pedir rescates
(objetos valiosos, oro y plata)
en el caso de capturar un ca-
cique, reservando la parte del
rey, y también permiso para
adquirir al reino de Portugal
hasta 200 esclavos africanos,
100 hombres y 100 mujeres.
En enero de 1534 llegó a Sevi-
lla con una inmensa fortuna el
hermano de Pizarro, trayendo
también el “quinto real”, la parte
del tesoro del Inca que correspon-
día al rey.
Pedro de Mendoza había conse-
guido, con el crédito de dos pres-
tamistas vascos6, armar dos naves
para el viaje al Río de la Plata. Pero
se necesitaban más inversores
dispuestos a completar todo
lo requerido para una travesía
de tal envergadura, no solo las em-
barcaciones con sus aparejos (éstos no
estaban incluidos por los armadores
cantábricos), sino también los hom-
bres para la tripulación y el ejército, el
“bastimento” o provisiones para esta
tropa, y los demás elementos para las
necesidades de un grupo heterogéneo y
numeroso, y para un tiempo prolongado
de al menos un año.
La ostentación de la riqueza americana
representó el estímulo que faltaba para
fomentar la fantasía, las esperanzas y
las ambiciones de muchos familiares y
amigos del Adelantado, que decidieran
acompañarlo en el viaje. En mucho no
podía demorarse, por el estado de salud
de Pedro de Mendoza, que empeora-
ba por su enfermedad (era un hombre
maduro entre los que venían a Améri-
ca, de unos 35 años) y también por las
ambiciones portuguesas sobre territo-
rios cuyos límites eran imprecisos en la
cartografía de la época, muchas veces
manipulada en desmedro de España7.
Desde el puerto de Sanlúcar partieron
>>>>>>>>>>
Vida efímera
Grabado de la fun-
dación de 1536.
11 naves hacia las islas Canarias el 24
de agosto de 1535, donde completarían
el primer abastecimiento de provisio-
nes. En esas islas de origen volcánico
(ubicadas frente a la costa africana y
conquistadas por España a fines del
siglo XV), se sumaron tres “nobles
aventureros”, que “levantaron en las islas
tres compañías de soldados, fletaron tres
embarcaciones y se proveyeron de armas,
municiones y caballos”8. Luego conti-
nuaron su viaje hasta la próxima escala:
la isla de Santiago, en el Cabo Verde,
donde los portugueses tenían el punto
de concentración de esclavos africanos
hacia América. Desde allí se emprende-
ría el cruce del Atlántico que insumiría
poco más de un mes. En un viaje hacia
lo desconocido navegaba la edad media.
Hombres de fe
Cuesta imaginar en qué condiciones
de higiene viajaría un contingente tan
heterogéneo de personas, en qué espa-
cios reducidos podían dormir y preser-
var alguna intimidad, cómo pasarían el
#636:nov2020 /37
> historia del río de la plata
Ri
ac
hu
elo
Río de la Plata
Evolución
de la boca del
Riachuelo
En la cartografía
que recogemos a
continuación se
puede observar rato y con qué entretenimiento, y sobre
la evolución de la
todo como protegerían los alimentos
boca del Riachue-
lo. En los esque- en las bodegas, durante y después de
mas de arriba arribar a tierra.
se indica el área Pero sin duda en muchas ocasiones lo
aproximada que
que prevalecía entre los viajeros era
cubren los mapas.
el miedo, sometidos como estaban a
los caprichos de los vientos y el clima.
1730 Pocas veces el cielo habrá escuchado
Plano de la zona tantas plegarias desesperadas como en
y el camino de
aquellos viajes. Por lo general las em-
acceso a la Guar-
dia del Riachuelo. barcaciones solo llevaban en la cubierta
Mapa del Ingeniero del barco un crucifijo de madera, ante
militar Domingo el que pudiera rezarse el padrenues-
Petrarca.
tro. Las naves principales solían llevar
también una imagen de la Virgen, para
rezar la oración de la Salve los sábados.
Confiado en sus atributos y experien-
cias avanzaba el “supremo capitán”; sin
embargo la fe en las capacidades de Pe-
dro de Mendoza comenzaron a quebrar-
se entre su grupo. El maestre de campo
Juan Osorio, jefe de la infantería, había
prestado en Sevilla juramento de lealtad
al Adelantado, junto con Fernández de
Ludueña, jefe de la caballería, y otras
personas del Estado Mayor; entre ellas
38/ #636:nov2020
Galaz de Medrano, jefe de la guardia, y
Juan de Ayolas, alguacil mayor (al que
llamaba “su fiel criado”).
La fuerte tormenta que se desató antes
de arribar a la Isla de Santiago separó la
flota, y también afectó a los corazones:
al parecer la voluntad y las ambiciones
no eran suficientes para llegar a buen
resultado. Se acusaba de impericia a
Pedro de Mendoza y de provocar el
desastre: una de las naves más peque-
ñas naufragó, pereciendo todos sus
tripulantes. La mayoría de las embar-
caciones, dirigidas por su hermano don
Diego de Mendoza, se alejaron de las
naves principales con rumbo incierto
para evadir la tormenta.
El clérigo y poeta Martín del Barco
Centenera recrea la escena de modo
satírico en su poema “La Argentina”
del año 1602: “Que tan brava tormenta se
levanta / que el más fuerte y bizarro más
se espanta. / Don Pedro con buen celo y
pecho pío, / “en Dios pongamos”, dice, “la
esperanza, / y pues es para más su poderío.
/ Él nos dará muy breve mar bonanza. //
Los pilotos, con grande desvarío, / dicen
>>>>>>>>
que la tormenta va en pujanza, / el triste que era un reto o una burla, pero ce- 1782
marinero con gran pena / no acierta al dió cuando se invocó su juramento de Mapa que señala
mucha vegetación
aparejo ni a la antena”. lealtad al Adelantado. En una tienda en
en toda la desem-
la playa, rodeado de guardias, Pedro de bocadura del Ria-
El crimen que socavó la autoridad Mendoza almorzaba cuando Ayolas le chuelo y sectores
El maestre de Campo Juan Osorio, llevó la novedad del arresto, y “dan- ya delimitados de
plantaciones deba-
andaluz de 25 años, que viajaba en la do de mano” (o sea abandonando a su
jo de la barranca.
nave capitana Magdalena, creía que suerte) delegó en Ayolas lo que vea con-
secretamente lo habían mandado en- veniente. Así, sin juicio y sin posibilidad
venenar. Sostenía que siendo jefe de los de confesión cristiana —lo que indignó
soldados éstos solo aceptarían su man- para siempre al clero, atribuyendo a
do y autoridad: Pedro de Mendoza yacía este hecho todas las desgracias— Oso-
enfermo. Cuando fue desembarcada la rio fue apuñalado, acusado de “traidor
tropa en la Isla de Santiago, un grupo de y alevoso”, acto que Pedro de Mendoza
soldados quería amotinarse y no conti- terminó justificando porque el susodi-
nuar el viaje: la lealtad de Osorio fue en- cho era “soberbio y arrogante”.
tonces puesta a prueba por primera vez: Para el adelantado este terrible acto era
“si vos os quedáis quedémonos todos”9. su manera de “quemar las naves”, de
Finalmente decidieron continuar hasta trazar su propia “raya sobre la arena”,
la costa americana, pero Osorio quedó de figurarse tan grande como un Cortés
atrapado entre dos lealtades. o un Pizarro, aunque éstos habían ga-
La violencia se desató un mes más tar- nado sus conquistas a fuerza de traba-
de, al desembarcar para cargar provi- josas décadas viviendo en América.
siones en las playas de Río de Janeiro: Sin saberlo, esta sentencia apresura-
solo 5 naves de la flota llegaron hasta da (revocada casi diez años más tarde
allí. Ayolas ordenó arrestar a Osorio por el Consejo de Indias), desató una
y éste empuñó su espada, pensando división profunda entre los soldados, y
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> historia del río de la plata
1800 (circa) encendió los deseos de oscuras y secre-
Detalle de la Guar- tas venganzas, algo que Mendoza —por
dia del Riachuelo
lealtad al rey y contra lo esperado—
en el mapa de
Martín de Boneo. quiso evitar con esta muerte prematura.
Confiado en su capacidad de controlar la
situación, al costo de perder un hombre
con experiencia y valor, Mendoza de-
cidió “engolfarse” en el mar, tratar de
que todo pasara al olvido, continuar sin
detenerse para evitar las deserciones y
mantener lo poco que aún quedaba de
la “armada muy rica, muy hermosa y muy
lucida” que había partido de España.
Náufragos y desterrados
Aunque despreciados e ignorados
por los reyes y los nobles, otro grupo de
hombres, los náufragos y los desterra-
dos, cuya única lealtad era con su propia
vida y suerte, constituían la auténtica
vanguardia de la conquista europea a lo
largo de la costa brasileña.
De origen portugués y español —tam-
bién algunos franceses— se mezclaban
con los habitantes nativos y conocían
sus lealtades y su idioma (por eso eran
llamados “lenguas”), así como los
recursos y límites de una geografía in-
finita. Tenían en el territorio su “casa”,
o sea mujeres indígenas e hijos mes-
tizos. Algunos, abandonados desde su
40/ #636:nov2020
juventud como restos o descartes de un
naufragio, se habían convertido ahora
en hombres de la tierra: no eran ricos
encomenderos como en el Caribe, pero
si auténticos baqueanos, que habían
soportado mil penurias y conocían la
compleja realidad. Podían no contar con
las muchas “experiencias” de los nobles
y poderosos, pero tenían la “experien-
cia” y los conocimientos necesarios en
un territorio nuevo y desconocido.
Entre los que viajaban con Pedro de
Mendoza se encontraba Gonzalo da
Costa, conocedor del Río de la Plata por
haber acompañado antes al conquista-
dor Diego García. Era yerno del comer-
ciante y esclavista portugués Cosme
Fernandes (“el bachiller”), que en la
zona entre San Vicente y la Cananea –
distantes entre sí unos 200 kilómetros,
en la costa del estado de San Pablo–,
manejaba a su arbitrio su propio terri-
torio, sin prestar obediencia al rey de
Portugal.
“El bachiller” reclutaba entre sus filas
tanto indígenas como españoles des-
cartados de la costa brasileña, y con
esas tropas fue capaz de capturar un
corsario de los franceses. Con el arma-
mento y la artillería obtenida enfren-
taron a las tropas del rey de Portugal
y saquearon San Vicente, la primera
ciudad portuguesa en Brasil.
Los náufragos españoles se habían
establecido en la isla de Santa Catalina
(actual Florianópolis), por ser “cono-
cidamente demarcación y territorio de la
corona de Castilla” afirma Ruy Díaz10.
Entre ellos se destacaba Melchor Ra-
mírez, que había escapado de un nau-
fragio con ayuda de los indios. También
el portugués Enrique Montes, sobre-
viviente del grupo de Alejo García, que
por el camino sagrado de los guaraníes
había llegado a las fronteras del imperio
Inca, siguiendo el sendero del “Peabirú”
o “Tape Avirú”, que unía la costa del
Atlántico con el Cuzco y que hoy se está
redescubriendo.
Estos hombres, en particular Montes,
habían prestado un gran servicio al ex-
plorador y cartógrafo Sebastián Gaboto
para obtener provisiones de los nativos
(venados, gallinas, patos, perdices, ba-
tatas, maíz, mandioca y miel) a cambio
de rescates, como clavos, anzuelos y cu-
chillas11. Montes moriría luego de modo
trágico, ajusticiado en San Vicente por
“el bachiller”, que lo acusó de traición.
Gaboto, “un hombre afable, de gran valor
y prudencia, muy esperto y práctico en la
cosmografía”12, había sido educado en
>>>>>>
1814
Cauce antiguo
del Riachuelo que
se va cegando.
Aparecen también
construcciones de
cercanías en este
mapa de Cerviño.
1888
La zona de la Boca
en el mapa. Se
aprecia el proyecto
de Puerto Madero
en línea de puntos.
Inglaterra y prestó servicio al rey de
España por treinta años. Sin duda fue
uno de los hombres más inteligentes
llegados al Río de la Plata: intentó una
colonización trabajosa y paciente del
territorio rioplatense, destino al que
arribó por perder su nave principal en
la costa brasileña, cuando buscaba
abastecerse de madera.
Una gran torre circular hoy brinda al
veneciano Gaboto (“Cabot” o “Cabo-
to” según otros) un merecido home-
naje en la estancia de Anchorena, en
las cercanías de Colonia. A través del
diálogo, procuró aliarse con distintas
tribus, aprovechando las disensiones
entre ellas, negociando trueques que
le permitieran ocupar el territorio de
#636:nov2020 /41
> historia del río de la plata
modo paulatino, conociendo bien su
geografía. Pero su valiosa y discreta
tarea se vio frustrada por la llegada de
los “conquistadores”, que pretendían
de modo torpe y violento demostrar su
superioridad y buscar el sometimiento
de los indígenas, para utilizarlos como
esclavos o tropas auxiliares.
Comprendiendo esta dinámica entre
“colonizadores” y “conquistadores”
cabe interpretar el papel que jugaron
las disensiones entre las propias tribus
indígenas –para su perjuicio–, en favor
de uno u otro de los bandos en pugna.
Caballos españoles en América
Afirmaba Hernán Cortés, “…después
de Dios, los caballos”. Sin duda los caba-
llos eran un bien de prestigio y riqueza.
Algunos hombres traían en viaje a Amé-
rica sus propios caballos a su costa, pero
luego se facilitó la importación y el libre
uso por parte de los pobladores ameri-
canos. Se considera que la mayoría de los
caballos que llegaron a América desde
España estaban habituados al trabajo en
el campo13. Eran caballos aquerenciados
y domésticos, por lo que hoy se duda de
que los caballos y yeguas llegados con
Pedro de Mendoza al Río de la Plata ha-
yan podido sobrevivir a las duras condi-
ciones: “los caballos venían flacos del mar,
y temían el arrojarse á la pelea”14.
Llegadas las naves de Pedro de Mendo-
za a la costa oriental del Río de la Plata,
donde habitaban los indios charrúas, se
encontraron con el resto de la flota —
ignoramos cuántos barcos— al mando
de Diego de Mendoza, que estaba en la
isla de San Gabriel, frente a la actual
ciudad de Colonia, “haciendo tablazon
para bateles y barcos, en que pasar el río á
la parte del oeste”. Los soldados se ale-
graron por el encuentro, pero Diego de
Mendoza —apenas se enteró de la tra-
42/ #636:nov2020
Gaboto, gedia—, lamentó la prematura muerte
de Osorio15.
uno de los
La importancia de la isla San Gabriel
primeros ex- radicaba en su flora natural de arbustos
ploradores y árboles, necesarios para obtener leña
al servicio y madera, algo muy escaso entonces
de España, en toda la costa atlántica del Brasil y
del Río de la Plata. “Esta isla es pequeña
intentó una
y de mucha arboleda” anotó Ruy Díaz.
colonización Descubiertas sus virtudes una década
trabajosa antes por la expedición de Gaboto, se
y paciente convirtió en un lugar muy adecuado
del territorio para reparar o reformar las naves, a
modo de un primitivo astillero. De ser
rioplatense, necesario se construían barcos más
al que arribó pequeños, botes o balsas, para reco-
por perder rrer los ríos. La geografía de la isla San
su nave prin- Gabriel ha sido tan alterada que poco
pudo rescatar hasta el momento la
cipal en la
investigación arqueológica. Sin embar-
costa brasi- go se han descubierto restos de otros
leña cuando puertos fundados por Gaboto, como
buscaba por ejemplo el “Puerto de las Naos” en
abastecerse las cercanías de la localidad de Dolores
(Soriano, Uruguay), y las ruinas del pri-
de madera.
mer fuerte en Puerto Gaboto en Santa
Fe, Argentina16. Los investigadores han
podido descubrir que el fuerte español
estuvo muy cerca de un asentamiento
aborigen anterior. Los restos materia-
les parecen confirmar que existía una
mutua y beneficiosa convivencia entre
los europeos y algunas tribus nativas,
hasta que la ambición y la torpeza de
algunos españoles la desterraron como
norma habitual.
Gaboto había descubierto que existían
algunos poblados indígenas que se
encontraban a poca distancia de los ríos
más grandes: éstos, como vías naturales
de transporte y comunicación, recibían
las aguas de muchos ríos o arroyos más
pequeños, utilizados como vías se-
cundarias. En dichos ríos y arroyos, de
contornos de tierra o arena, los canales
tenían suficiente profundidad. Para be-
neficio de los barcos españoles no exis-
tía en ellos el peligro de las salientes
rocosas, como en las costas marinas, ni
tampoco los vientos fuertes. La cercanía
de las muy escasas fuentes de madera
era también importante: la madera no
solo se usaba para reparar los barcos
y hacer construcciones, sino también
para fabricar carbón (con la técnica tra-
dicional del “Carboneo”, carbón vegetal
hecho con leña), imprescindible para
calentarse y cocinar los alimentos.
La actual costa argentina del “Río de
Solís” —los portugueses se resistían a
llamarlo así por no reconocer su descu-
brimiento por la Corona española— era
descripta como “tierra muy rasa y des-
abrigada, de malos puertos, falta de leña,
de pocos ríos”17. Pero llevado por el afán
de tomar posesión de su territorio, y por
el deseo de evitar todo retroceso en su
conquista, Pedro de Mendoza empren-
dió una audacia que hasta la fecha nadie
había efectuado: cruzó con sus naves el
Río de la Plata.
La boca del Riachuelo
Para los “conquistadores” el some-
timiento de las tribus indígenas era la
única opción prevista para resolver dos
problemas: el de la mano de obra y el de
la provisión de “bastimento” para los
soldados. Por eso quienes primero arriba-
ban a tierra, después de los exploradores,
eran los soldados. Para ellos, el objetivo
era siempre el mismo: “buscar indios, para
lograr alimentos y provisiones”18.
Pedro de Mendoza, al no haber podido
capturar indígenas en la actual costa
uruguaya, envió exploradores a la costa
occidental del río, y entre ellos a su
pariente, el capitán Sancho del Cam-
po, que volvió con noticias entusiastas
sobre los “buenos aires” que había
>>>>
Homenaje a
Gaboto
En el Parque An-
chorena (Colonia,
Uruguay).
cruzando el río. Después de un viaje
extenso y agotador era necesario bajar
los caballos y los hombres a tierra.
Luego, según describe Ruy Díaz, “con-
siderado bien el sitio y lugar por personas
intelijentes” (parece que el entusiasta
Sancho del Campo no lo era tanto),
“vieron ser el mas acomodado, que por alli
había para escala de aquella entrada”19.
La desembocadura del Riachuelo pare-
cía reunir las condiciones de los puer-
tos de Gaboto: un canal de suficiente
profundidad, de bordes arenosos, donde
no peligraban las naves, con salida a
una vía de navegación principal –el Río
de la Plata– y con otras condiciones de
importancia: una población indígena
cercana, los querandíes, y un recurso
escaso disponible: arbustos y algunos
árboles para hacer leña y madera.
“Mas la Divina Providencia proveyó de
un Riachuelo, que tiene la ciudad por
la parte de abajo como una milla, tan
acomodado y seguro, que metidos dentro
de él los navíos, no siendo muy grandes,
pueden estar sin amarrar con tanta segu-
ridad como si estuvieran en una caja”20.
Hacia allí entonces decidió don Pedro
de Mendoza trasladar sus tropas de
caballería y soldados. Dejando “los
#636:nov2020 /43
> historia del río de la plata
navíos de más porte”, con su corte de
nobles que vivía en ellos, en los puer-
tos de la costa oriental, “se fué con los
restantes al de Buenos Aires, metiendo los
mas pequeños en el riachuelo”21 .
Los Querandíes son caracterizados
como “belicosos”: “no son labradores,
y se sustentan de sola caza y pesca, no
tienen pueblos fundados, ni lugares cier-
tos”22 comenta Ruy Díaz; “vagan por la
comarca, al igual que hacen los gitanos”
agrega Ulrico Schmidl23. Por eso, tras
un breve intercambio inicial, “los indios
de guerra” reaccionaron: “luego que
sintieron á los españoles, vinieron á darles
algunos arrebatos, por impedirles su po-
blación, y no pudiendo estorbarles se reti-
raron sobre el Riachuelo, de donde salieron
un día, y mataron como diez españoles que
estaban haciendo carbón y leña”24.
Al ocupar la desembocadura del Ria-
chuelo, se desató una disputa entre
los españoles y los querandíes por un
recurso escaso que ambos necesitaban:
la madera.
44/ #636:nov2020
Desembarco Una batalla diferente
Goletas y pailebo- La arqueología podrá confirmar con
tes operando con
la ayuda de carre-
futuras investigaciones si los que-
tas en el puerto. randíes se encontraban en la Reserva
natural de la Laguna de Rocha (a 10 km.
Fotografía anterior
a 1887. del aeropuerto de Ezeiza, en Esteban
Echeverría), donde se han encontrado
restos materiales indígenas. También
continúan las investigaciones en Villa
Riachuelo (en la Ciudad autónoma de
Buenos Aires), con el equipo dirigido
por el arqueólogo Ulises Camino.
Tras una serie de escaramuzas y pro-
vocaciones, el conquistador don Pedro
de Mendoza decidió optar por la solu-
ción más rápida para obtener esclavos
indígenas: enviar un pequeño ejército
de caballeros e infantes, dirigido por
su propio hermano don Diego, para
capturar a los cercanos querandíes.
El conjunto de nobles caballeros y de
tropas europeas de élite, con ballestas y
arcabuces, definiría la cuestión.
Pedro de Mendoza esperaba ansioso el
regreso de sus tropas victoriosas, con
su hermano a caballo encabezando una
gran columna de indígenas sometidos:
así podría resolver tanto las ansias de
gloria y riqueza de sus nobles como el
hambre de los soldados y sirvientes.
Pero nunca hubiera esperado las no-
ticias terribles que recibió: sus prin-
cipales caballeros, su hermano y sus
parientes cercanos, habían muerto; y
también varios soldados, con gran nú-
mero de heridos, y sin ningún indígena
capturado…
Sucedió que llegados los españoles a un
desaguadero de una laguna encontraron
a los indios “todos muy alerta, y en orden
de guerra con mucha flechería, dardos,
macanas y bolas arrojadizas, tocando sus
bocinas y cornetas, puestos en buen orden,
y esperando á don Diego, el cual como
los vió, dijo: ´Señores, pasemos á la otra
banda, y rompamos con estos bárbaros´.
Algunos capitanes sugirieron esperar, pero
´al fin se vino á tomar el peor acuerdo, que
fué pasar el desaguadero, donde se halla-
ban los enemigos´”25.
La espada de un valiente caballero
muerto en este combate, don Bartolomé
de Bracamonte (se guarda en el Museo
“Brigadier Estanislao López” de Santa
Fe), es todo un símbolo del fracaso. Hoy
no cabe duda de la existencia de este
capitán que menciona la crónica de Ruy
Díaz. Su apellido estuvo “prohibido”
en las crónicas oficiales —como ocurre
tantas veces y en todas las épocas—
hasta la muerte de Felipe II, ya que un
Bracamonte había sido ejecutado en la
plaza de Ávila en 1592, acusado de enca-
bezar una conspiración contra el rey26.
Nadie quería aventurar un fracaso:
ningún conquistador hubiera imagi-
nado tantas muertes, tan prematuras
y absurdas. Crecieron las sospechas en
don Pedro, “recibió tan gran sentimiento,
que estuvo a pique de perder la vida”. Sus
>>
En su afán temores crecieron aún más cuando el
jefe de su guardia fue hallado muerto en
de tomar
su cama de varias puñaladas27.
posesión del Algo que sus batallas europeas nunca le
territorio, habían enseñado era que el arcabuz y la
Pedro de ballesta poco servían ante una constante
Mendoza lluvia de flechas y que los “querandíes”
no le temían a los caballos, y los derri-
emprendió
baban a la distancia con las boleadoras
una acción como lo hacían antes con los venados, “en
riesgosa: campos tan anchurosos y dilatados, que no
cruzó con hay en todos ellos un árbol”28.
sus naves
Los errores de don Pedro
el Río de Decidió traer entonces desde la costa
la Plata. Al oriental a los sirvientes, para que cons-
ocupar la truyeran las casas a falta de mano de
desembo- obra indígena, y enviar algunos solda-
dos a explorar el territorio (para man-
cadura del
tenerlos lo más lejos posible); y tratar
Riachuelo tanto a sirvientes como a soldados con
se desató un régimen duro y cruel, creyendo que
una disputa secretamente aún obedecían al malha-
entre espa- dado maestre Osorio. De este modo los
que trabajaban o guerreaban pasaban
ñoles y que-
hambres y desgracias, aumentando su
randíes por resentimiento contra aquellos esclavos
un recurso indígenas que nunca terminaban de
escaso capturar. Mientras, la pequeña corte de
que ambos nobles consumían las reservas exis-
tentes en los barcos más grandes, a la
necesitaban: espera de que las bodegas resistieran
la madera. el tiempo necesario hasta un nuevo
aprovisionamiento. Pero los soldados
estaban tan flacos que ya no servían.
Isabel de Guevara (una de las muje-
res llegadas con el adelantado), en su
carta a “la Princesa Doña Juana” (desde
Asunción, 1556) afirma que “las mujeres
nos sustentamos con poca comida” por
eso “todos los trabajos cargaban de las
pobres mujeres”: “les guisaban la comida,
trayendo la leña a cuestas de fuera del na-
vío” y también ellas iban a “hacer centi-
nela, rondar los fuegos”, “hasta acometer
#636:nov2020 /45
> historia del río de la plata <

Desembarco
Goletas y pailebo-
tes operando con
la ayuda de carre-
tas en el puerto.
Fotografía anterior
a 1887.
a poner fuego en los versos (cañones) y a
levantar los soldados”, “sargenteando y
poniendo en orden los soldados”.
Los caballos no estaban adaptados aún
al territorio, ni eran suficientemente
fuertes como para nuevas batallas por
lo que se convirtieron en alimento para
los más humildes. Y ajusticiados tres
españoles en la horca por comerse un
caballo —castigo reservado sólo a las
clases inferiores29—, luego esos cadá-
veres de hombres fueron alimento para
otros hombres, en una extraña y mor-
bosa cadena alimentaria. Así terminaba
la gloriosa caballería de Don Pedro de
conocía. Estos barcos quedaron an-
clados en los “pozos” del río, no muy
lejos de la costa. Pasaron a ser parte del
incipiente poblado y deben entenderse
como un pequeño suburbio (de clase
alta) que formaban una unidad con las
rudimentarias casas construidas en
tierra y con los barcos más pequeños (de
los sirvientes y soldados).
Los barcos grandes no podían estar
muy adentro del río, porque según
cuenta Ulrico Schmidl los indígenas en
masa atacaron el humilde poblado con
flechas encendidas (con un alcance de
hasta 50 metros), y algunas provocaron
sus casas, “la gente tuvo que irse a vivir
en los buques” y descubrieron algo que
desconocían; que en esos barcos “tenían
provisiones para un año”30.
Temiendo que lo poco que aún quedaba
fuera también aniquilado, se acordó el
adelantado de aquellos desterrados de
la costa brasileña, y consideró que el
cartógrafo Gaboto podría haber estado
en lo cierto en su conocimiento de las
tribus. Decidió que un barco con Gon-
zalo da Costa como “lengua” fuera a
buscar esclavos y mantenimientos a la
costa del Brasil. Y envió de vanguardia
al hijo mayor de Gonzalo da Costa, que
hablaba el guaraní, a explorar a los in-
dios Timbúes31. Al tiempo. el adelanta-
do llegó hasta los timbúes junto con los
soldados de Ayolas, y obtuvo alimentos
(“carne y pescado hasta hartarnos”) en
un acuerdo con el cacique, a cambio de
“una camisa y un birrete rojo, un hacha y
otras cosas más de rescate”32.
La entrada al río Paraná se hizo por
primera vez de modo nuevo, descu-
briendo la desembocadura del actual
“Río Luján”, bautizado así por encon-
trarse en sus cercanías el cadáver del
“capitán Lujan”33.
Al acercarse la muerte a su puerta, Pe-
dro de Mendoza emprendió el regreso
Notas
a España con parte de sus nobles en los
dos galeones más grandes. Uno iba di-
rigido por el “descubridor” de Buenos
Aires, el capitán Sancho del Campo,
herido en la batalla con los querandíes.
En su viaje de retorno, la suerte tam-
poco le dio una mano al adelantado.
Durante la travesía, el otro barco lo
abandonó con destino a Santo Domin-
go. Por su parte, a él, “llegado a mitad
de camino, Dios Todopoderoso le deparó
una muerte miserable”, describe Ulrico
Schmidl.
En sus “Instrucciones” antes de partir,
Pedro de Mendoza se arrepentía de
muchas cosas. Autorizaba a ceder su
gobernación a Diego de Almagro por
“cien mil ducados” y recomendaba “no
dar razion á los que tuvieren que comer,
ni á las mugeres que no laboren ny sir-
bieren”34.
Mas allá de su fracaso, Pedro de Men-
doza tiene un merecido homenaje en
el obelisco porteño. A pesar de todas
sus errores y desgracias sentó las bases
de una obra única: evitó el monopolio
portugués sobre la costa suramerica-
na, y señaló para el Imperio español la
ubicación de un puerto que se conver-
tiría en el acceso más importante hacia
el Atlántico sur por más de dos siglos.n

Mendoza.
El fuego final
Terminada a duras penas un esbozo
de ciudad, con algunas casas y un muro
perimetral de tierra, don Pedro hizo
cruzar el Río de la Plata, desde la costa
oriental, a los barcos más grandes con
los miembros de su nobleza: fue una
nueva audacia, un “bautismo”, porque
la navegación del ancho río apenas se
incendios en los buques que estaban 1. Schmidl, Ulrico: Viaje al
Río de la Plata. 2ª edición.
aprestados o preparados para empren- Buenos Aires, Emecé
Editores, 1945, p. 47.
der el viaje. Los soldados de estos barcos 2. Pérez-Mallaína Bueno,
que ardían debieron trasladarse en mi- Pablo Emilio: Naufragios
en la Carrera de Indias
tad del río a otros buques más grandes, durante los siglos XVI y
que tenían cañones, pero no artilleros. XVII. El hombre frente
al mar. Sevilla, Editorial
Utilizados los cañones (de un alcance de Universidad de Sevilla,
entre 3.000 y 4.000 metros) el estruen- 2015.
3. Madero, Eduardo:
do alejó a los invasores. Pero para los Historia del Puerto de
trabajadores y guerreros esta desgracia Buenos Aires. Tomo pri-
mero, Bs. As., Imprenta
fue una salvación: al estar destruidas de “La Nación”, 1902. En
sus Apéndices recoge los de los siglos XVI y XVII”, tural Coloquios Históricos 25. Ibidem, p. 105. partir del análisis de las
principales documentos. en Anuario del Instituto de Extremadura, 2017. 26. Real Academia de la imágenes de los códices
p. 134. de Historia Argentina, 14. Ruy Díaz, p. 106. Historia, Colección Sa- mesoamericanos”,
4. Schmidl, p. 22. UNLP-FaHCE, 2003, N* 3, 15. Ibidem, p. 101. Revista Española de
5. Madero, p. 133. p. 159-186. 16. El equipo arqueológi-
lazar y Castro, D-30, fol.
177v. Tabla genealógica Antropología Americana,
6. Díaz de Guzmán, Ruy: 8. Madero, p. 136. co dirigido por José López de la familia Bracamonte. 25, Madrid, Universidad
La Argentina. Historia del 9. Madero, p. 138. Mazz trabajó en Uruguay 27. Ruy Díaz, p. 107. Complutense, 1995.
descubrimiento, conquis- 10. Ruy Díaz, p. 89. y el de Guillermo Frittego- 28. Ibidem, p. 52. 30. Schmidl, p. 23.
ta y población del Río de 11. Madero, nota 43, tto en Argentina. 29. La horca era usada 31. Madero, p. 152.
la Plata. Prólogo y notas p. 95. 17. Ruy Díaz, p. 52. exclusivamente para la 32. Schmidl, p. 24.
de Enrique de Gandía. 12. Ruy Díaz, p.79. 18. Schmidl, p. 21. ejecución de plebe- 33. Ruy Díaz, p. 106.
Buenos Aires, Huemul, 13. Cambero Santano, 19. Ruy Díaz, p. 102. yos, mientras que los 34. Madero, pp. 156-157.
1974, (En adelante Ruy Francisco Javier y Martín 20. Ibidem, p. 53. nobles eran degollados o
Díaz), nota 140, p. 95. Cuervo, María: El caballo 21. Ibidem, p. 102. decapitados. Ver Batalla Crédito fotográfico:
7. Reitano, Emir: “El de Pizarro: Representacio- 22. Ruy Díaz, p. 52.
Rosado, Juan José: “La las imágenes fueron
Río de La Plata y la nes artísticas y realidad 23. Schmidl, p. 17. pena de muerte durante proporcionadas por el
cartografía portuguesa histórica. Asociación Cul- 24. Ruy Díaz, p. 104. la colonia –siglo XVI– a autor.

46/ #636:nov2020 #636:nov2020 /47

1960-2010. Voces, señales y escrituras humanas.
La historia Esta historia posee un pasado,
un presente y un futuro. En el
del lenguaje
presente estás tú conmigo,
escuchando lo que tengo para
decirte. Porque me escuchas,
escrito (y lo ¿verdad? En tu mente ya me has
asignado una voz. Comence-
que saben mos.
los niños) La perinola del pasado
El pasado es largo y conoci-
do. Resume Beatriz Isoldi en su
por Pablo Hernán Cueto prólogo al libro de mi autoría Ju-
gando a leer: “Como sabemos,
los primeros atisbos de escritura
dentro de las tribus arcaicas no
fueron los jeroglíficos ni la es-
critura hierática sino los dibujos
hallados en las cavernas que,
como señala Michel Foucault,
no eran arbitrarios o decorati-
vos, sino representativos de la
comunidad. Mucho antes de la
aparición de ‘los habladores’,
eran verdaderos relatos sobre
modos de vida y de ceremo-
nias religiosas, sobre
la actividad de las
tribus cazadoras
con conocimien-
to de animales
o de los grupos
agricultores. Es
decir, eran verda-
deros balbuceos en la
historia de la humanidad que
las investigaciones arqueológi-
cas interpretaron, ‘le pusieron
palabras’. Tanto, nos dice Arnold
Hauser, que estas obras tienen
especial interés para la sociolo-
gía, pertenezcan al arte sagrado
o al profano”1 .
48/ No sabemos si las palabras que
le pusieron los investigadores
#636:nov2020
existían o no en la época de es-
tos dibujantes cavernícolas, no
tenemos registro de sus voces.
Pero seguro que en sus mentes
estaba lo que ellos querían decir.
En el origen de la humanidad,
el decir de los dibujos podría
mezclarse con el decir de las pa-
labras y las señas; no sabemos
qué fue primero, no conoce-
mos cómo se inició el lenguaje.
No conocemos la filogenia del
lenguaje, su desarrollo a través
de la evolución del ser humano.
La paleontología estima entre los
200 y 300 mil años de anti-
güedad la aparición del Homo
sapiens, pero no sabemos cómo
se fue desarrollando el lengua-
je en ese período de tiempo.
Los registros más antiguos de
dibujos hallados en cavernas no
superan los 40.000 años. Pero
ya sea con dibujos, con palabras
o con señales, estamos seguros
de que en la mente de aque-
llos hombres primitivos
estaba lo que ellos
querían decir. Los
dibujos “dicen”, las
voces “dicen”, los
habladores “dicen”,
las señales “dicen”,
las escrituras “dicen”.
Rememorando un viejo
juego de mesa, hoy podría-
mos decir que la perinola de
la historia del lenguaje parece
haber caído en un “Todos dicen”.
Repasemos rápidamente lo que
ocurría mientras esta perinola
giraba y nos iba mostrando to-
das sus alternativas. Tablas cu-
neiformes de arcilla, jeroglíficos,
papiros, escribas, imprentas,
maestros, escuelas. La escritura
y la lectura han dado muchas
vueltas en la historia de la hu-
manidad, por momentos parece
ser cosa de algunos pocos y por
momentos pareciera popu-
larizarse más con la
impresión de libros
y las políticas de
alfabetización de
la población. La
enseñanza de la
lectoescritura fue
progresando. Hasta
llegar al presente, don-
de leer y escribir comienzan a
percibirse como un lenguaje, el
lenguaje escrito.
La historia pasada de la escritu-
ra es bien estudiada y conocida
por los arqueólogos. La historia
reciente comienza a ser contada
por psicólogos e investigadores
del desarrollo cognitivo infantil.
Ya no se trata de la filogenia
sino de la ontogenia, se trata de
saber cómo se desarrolla el len-
guaje en los individuos a partir
de su nacimiento.
Un antecedente de la historia
que les voy a contar lo podemos
ubicar en el año 1964, cuando
Glenn Doman publicó un libro
en el que proponía una verda-
dera “revolución pacífica”, en el
que básicamente proponía dos
cosas: que le enseñáramos a
leer a nuestro bebé y que lo hi-
ciéramos en nuestra casa, en la
tranquilidad del hogar. Aparecen
aquí dos novedades: la temprana
edad del “estudiante” y el lugar
de “estudio”. Comenzó primero
como una terapia no invasiva
para rehabilitar a niños peque-
ños con daño cerebral severo.
Dice Doman: “En el niño con una
seria lesión cerebral ha resulta-
do un éxito iniciar de nuevo este
proceso que se había detenido, y
en el niño ‘retardado’, acelerar-
lo. Está claro ahora: que
este proceso de evo-
lución neurológica
puede acelerarse,
así como retardarse.
Habiendo condu-
cido repetidamente
a niños con lesiones
cerebrales desde la des-
organización hasta una nueva
organización neurológica del
nivel medio o incluso superior,
mediante el empleo de sencillas
técnicas no quirúrgicas que han
ido evolucionando, poseemos
todas las razones para creer que
podrían emplearse estas mis-
mas técnicas para desarrollar
la organización neurológica de-
mostrada por los niños de tipo
medio. Una de estas técnicas
es enseñar a leer a niños muy
pequeños que tienen el cerebro
lesionado. En ninguna parte se
puede demostrar más clara-
mente la capacidad de aumentar
la organización neurológica que
cuando se enseña a leer a un
bebé normal”2 . Al ver el éxito
que esta terapia había tenido en
los niños con problemas cere-
brales, a Doman se le ocurrió
que estas sesiones terapéuti-
cas –que él realizaba con sus
pequeños pacientes–, podrían
extenderse a todos los niños y
decidió dar a conocer su méto-
do a través de la publicación de
un libro en el que él mismo nos
>>>>>>>>
explica el origen terapéutico de
su método y cómo deberían ser
las sesiones para que el niño
pequeño aprenda a leer. Es un
comienzo.
Madres en acción
Antes de continuar con esta
historia del lenguaje escrito, me
desviaré un poco para contarles
lo que comenzó a gestarse en
la década del ‘70 con los niños
pequeños. No se trata ahora de
un terapeuta, sino de un investi-
gador amante de los niños, y de
muchas “mamás” que comenza-
ron a investigar. En los años 70,
las mujeres comenzaron a subir
posiciones en las universidades
de Estados Unidos y comenza-
ron a dirigir investigaciones que
a ellas les interesaban, y empe-
zaron a investigar a los bebés.
Mucho se ha dicho acerca de
que Piaget es el “padre” de la
psicología del desarrollo cogniti-
vo infantil. Pero ahora aparecen
estas “madres” para “derrocar-
lo” y demostrar que los bebés no
son como él los describía. Como
me dijo una vez una colega que
había sido madre. Cuando le
pregunté en qué etapa de Piaget
estaba su hijo, ella me contestó
“Ay, no sé, ahora no soy psicó-
loga, soy madre”. Y no es que
no fuera capaz de observar las
etapas evolutivas que Piaget
describía sino que, como lo
podrá experimentar todo aquel
que conviva con un bebé, lo que
ella observaba era mucho más
interesante que lo que Piaget
decía acerca de los bebés.
El desarrollo tecnológico de la
#636:nov2020 /49
> el lenguaje en los niños
década del 70 —la aparición de
video grabadoras y el avance de
las computadoras—, logró que
aparecieran nuevas metodolo-
gías para observar a los bebés y
a los niños pequeños3. Ya no se
trataba de observar y anotar en
un cuaderno lo que se obser-
vaba en los niños, como lo hizo
Piaget en los años 30, ahora se
podía filmar al bebé. Su compor-
tamiento filmado podía luego ser
observado una y otra vez para
ser analizado por otros investi-
gadores. Esto ocurrió en 1976
cuando Elizabeth Spelke publicó
un trabajo en el que demostró
que bebés de 4 meses ya podían
reconocer quién era la persona
que hablaba mirando sus labios.
El bebé era ubicado frente a dos
pantallas que mostraban a una
misma persona diciendo cosas
diferentes en cada pantalla, pero
sólo se oía el audio de una de
ellas. Filmando al bebé se pudo
determinar que miraba con
atención sólo a la persona cuyo
movimiento de labios se corres-
pondía con el audio. El bebé
mostró tener lo que se conoce
como percepción intermodal, es
decir, capacidad para percibir
un evento con distintos modos
sensoriales (en este caso, oír y
ver) y cruzar la información que
proviene de los distintos senti-
dos4. Este trabajo pionero de-
mostró que los bebés ya nacen
con los sentidos coordinados, en
contra de lo que decía Piaget. Un
año más tarde, Andrew Meltzoff
publicó una investigación5 sobre
la imitación temprana en bebés
de 12 a 21 días (luego se llegó a
50/ #636:nov2020
demostrar que los bebés podían
imitar los gestos de sus padres
desde sus primeros 40 minutos
de vida). Aquí también se de-
mostró la capacidad para cruzar
la información proveniente de
distintos sentidos, pues para
imitar, uno tiene que coordinar
lo que ve con lo que hace. Estos
dos clásicos trabajos se suelen
citar como los que comenza-
ron a poner en duda la teoría
de Piaget. Las investigaciones
siguieron a la par del avance de
las nuevas tecnologías. En 1985,
aparece otro clásico trabajo
conocido ahora como el expe-
rimento del puente levadizo6.
René Bailleargeon y Elizabeth
Spelke le mostraron a bebés
de 5 meses una pantalla que se
levantaba y giraba hacia atrás,
como si fuera el puente levadizo
de un castillo que está sobre el
agua que lo rodea y se levanta-
ra para que nadie pase. La
diferencia es que esta
pantalla “puente”
no se detenía en
la puerta de un
castillo, seguía
girando hasta
alcanzar nueva-
mente su posición
horizontal sobre la
mesa. Luego de que los niños
se acostumbraban a ver esta
pantalla que subía y giraba
180º, pusieron detrás un objeto
para ver qué pasaría con el niño
cuando la pantalla se levantara
nuevamente y girara para atrás.
¿Esperaría el niño que la pan-
talla girara 180º hasta volver a
quedar en posición horizontal,
como se había acostumbrado a
verlo?, o ¿esperaría que la panta-
lla se detuviera en el objeto (que
ya estaría oculto al girar 90º)?
Ocurrió esto último, opuesto a lo
que decía Piaget, para quien los
niños conservan la existencia de
un objeto oculto recién a los 8
meses de edad (para él, a los 5
meses la caja habría “desapare-
cido” al subir la pantalla a 90º y
el niño no se habría sorprendido
si la pantalla siguiera girando
hasta llegar a los 180º). Al igual
que mi colega, estas “madres”
investigadoras percibían que
los bebés sabían más de lo que
Piaget les decía.
Al utilizar las nuevas tecnologías,
estas nuevas investigadoras
fueron muy creativas con sus
experiencias y comenzaron a
publicar muchos trabajos cientí-
ficos que mostraron el error de
Piaget. Elizabeth Spelke, Karen
Wynn, Patricia Kuhl, Renée Bai-
lleargen, Alison Gopnik y
Laura Ann Petitto, son
quizás las mujeres
más importantes
y representativas
de este grupo de
investigadoras pio-
neras que empezaron
a cambiar la historia. Sus
estudios comenzaron a derrum-
bar la teoría clásica sobre el
desarrollo cognitivo infantil.
Bebé 0.0 y
la educación inicial
En 1997, Japón se une a la
“década del cerebro” con una
inversión inicial para las neuro-
ciencias de 125 millones de dóla-
res a sextuplicar en los siguien-
tes 5 años y expresa su intención
de ligar estas investigaciones
a la educación y a la robótica7.
Ese mismo año, se realizó en la
Casa Blanca una reunión donde
se juntó a los más capacitados
científicos y educadores
para que informaran
al gobierno sobre
los alcances y
posibilidades de
las neurociencias
en el cuidado de
los infantes en la
primera etapa de
su vida y así poder
trazar nuevas estrategias para
el futuro8. A finales del siglo
XX Meltzoff declaró: “Se ha
generado un profundo y revo-
lucionario cambio en nuestra
teoría del desarrollo psicológi-
co infantil (...); la investigación
moderna ha descubierto que los
niños pequeños conocen más
a edades más tempranas de
lo que había predicho la teoría
clásica. Estos nuevos hallazgos
llevaron a un gradual debilita-
miento y, finalmente, al colapso
de la teoría clásica de Piaget (...).
Ahora hay una búsqueda furiosa
de un nuevo marco teórico. Una
analogía se puede trazar con
la temprana parte de este siglo
cuando la historia mecánica
clásica newtoniana fue derro-
cada y los físicos buscaban un
nuevo modelo”9. Con esta cita,
Meltzoff hace referencia a las
revoluciones científicas tal como
las describió Thomas Khun10.
Comenzamos a vivir en el siglo
XXI una etapa de cambios y la
historia del lenguaje escrito se
acelera. Luego de la reunión que
tuvieron en la Casa Blanca, en el
año 2001 Alison Gopnik, Andrew
Meltzoff y Patricia Kuhl, publican
un libro con un sugestivo título
para informar al público lo que
estaba sucediendo en este
campo: El científico en la
cuna en el que descri-
be, tanto los hallaz-
gos que descubrie-
ron “los científicos
que se metieron
en las cunas” para
estudiar a los bebés,
como “los bebés cien-
tíficos que encontraron en las
cunas”. Así los describen a la
luz de estos descubrimientos:
“los bebés son una especie de
computadora muy especial.
Son computadoras hechas con
neuronas, en lugar de chips, y
programadas por la evolución
(...) Pensar la mente de los bebés
como una computadora hecha
de neuronas y programada por
la evolución nos hace ver a los
bebés de una manera diferente,
pero también nos hace ver a las
computadoras, las neuronas y
la evolución de una manera dife-
rente. Las computadoras bebés
deben ser más poderosas que el
más impresionante producto del
Silicon Valley. El pequeño hijo de
Bill Gates ha resuelto problemas
que Bill, con todos sus millones,
aun está tratando infructuo-
samente de resolver. La nueva
investigación sobre el desarrollo
nos dice que Bebé 0.0 debe te-
ner algunas características muy
especiales”11 .
>>>>>>
Por ese balbucear
A comienzos del siglo XXI,
Laura Ann Petitto publicó dos
trabajos que resultarían de gran
importancia para la historia del
lenguaje escrito12 . Demuestra
que el balbuceo infantil pertene-
ce a la ontogenia del lenguaje.
Es decir, el balbuceo es un paso
fundamental en la adquisición
del lenguaje. Pero eso no fue
todo. También demostró que los
niños –cuyos padres son sordos
profundos, no hablan y solo se
comunican con el lenguaje de
señas–, realizan un “balbuceo
silencioso” con sus manos para
ir incorporando el lenguaje de
señas que “hablan” sus padres.
Porque, a no dudarlo, el niño
percibe que sus padres “hablan”,
“dicen” cosas entre ellos con sus
manos. Y el “balbuceo silencio-
so” es una capacidad lingüística
fundamental que tienen los
niños pequeños para incorporar
el lenguaje de señas. Una capa-
cidad que tienen los niños para
incorporar este y cualquier otro
lenguaje, sin importar el modo
en que se exprese este lenguaje.
Esto es lo que mostraron los
trabajos de Petitto, por eso ella
habla de un balbuceo amodal. Es
decir, una función lingüística “sin
modo” que está en la ontogenia
del lenguaje, en su génesis13. Y
que se utiliza para balbucear al
comienzo de cualquier lenguaje,
ya sea hablado o de señas (¿y
escrito?). A no subestimar a los
niños, ellos saben lo que nece-
sitan para aprender el lenguaje
“materno”. Las neurociencias
también han demostrado que los
#636:nov2020 /51
> el lenguaje en los niños
pequeños pasan por un perío-
do que los poetas y escritores
románticos describen como “la
apertura celestial” de la mente.
Un período que ocurre en los
primeros años de vida, en donde
la habilidad para adquirir un
lenguaje es máxima. Por eso los
niños aprenden a hablar solos a
esa edad. Bueno, no tan solos,
necesitan de sus padres para
“hablar” con ellos. Las madres
lo saben muy bien y saben lo
que ellos necesitan, por eso les
hablan de una manera especial.
En algunos países, se ha acuña-
do un término que se ha vuelto
popular y designa el “idioma”
con el que las madres se comu-
nican con sus bebés cuando les
hablan. En inglés, este término
popular es motherese, y noso-
tros lo hemos traducido como
madrecino. Así, el madrecino
señala el idioma hablado en todo
el mundo por las madres con
sus bebés, cuando comienzan
con sus primeros balbuceos. Es
una suerte de lenguaje restrin-
gido, hablado por las madres (u
otra cuidadora), cuya función
principal es enseñarle al niño la
función y estructura básica del
lenguaje. Es un idioma que está
más cerca de las propias pro-
ducciones vocales de los niños.
Los investigadores prefieren
hablar de “habla dirigida a niños”
(child-directed speech, CDS).
Son estos primeros “diálogos”
con los bebés los que permiten
que ellos aprendan el lenguaje
materno. No es importante lo
que se dice en estos primeros
“diálogos”, por eso van entre
52/ #636:nov2020
comillas. Lo importante en estos
primeros intercambios es el he-
cho de estar “hablando”. Como
diría Petitto, con el balbuceo
los niños juegan a hablar en un
protolenguaje que anticipará al
lenguaje adulto. Y ya sabemos
que el juego es la manera que
tienen los niños para ir incorpo-
rando el mundo que los rodea,
incluyendo el lenguaje de sus
padres, el lenguaje materno.
La experiencia sueca
Salgamos de Estados Unidos
y vayamos ahora a otra parte del
mundo, donde otra “madre” co-
mienza a enseñarle a leer a los
niños pequeños. En Suecia, la in-
vestigadora Ragnhild Söderber-
gh empezó a enseñarles a leer a
los niños al mismo tiempo que
empiezan a hablar, lo hace como
si los niños aprendieran una
“segunda lengua”. Comunica su
experiencia en un simposio
realizado en Washing-
ton en el año 2000,
donde presenta
un trabajo con un
sugestivo nombre:
“La lectoescritura
como un lenguaje
adquirido desde el
primer año de vida”14.
Aparece el lenguaje escrito
como tal, el aprendizaje, la
lectoescritura a temprana edad
es comparada con la adquisición
de un lenguaje. Ya no se habla
de aprender a leer y escribir sino
de aprender un nuevo lenguaje,
el lenguaje escrito. ¡Y desde el
primer año de vida!
Como lo había anunciado Melt-
zoff, estamos atravesando una
verdadera revolución científica
en los términos de Thomas
Kuhn. La historia se está escri-
biendo en este momento y uste-
des lo pueden apreciar. Quizás
no en profundidad, pero sí en
la superficie. En lo profundo, el
significado de una palabra está
cambiando. Como lo describió
Kuhn en su libro, cuando mos-
traba el cambio de significado
que iba teniendo la palabra
“masa” en la física. Cuando
apareció la teoría de Einstein, el
sentido inmutable de la masa
ahora tenía que cambiar; ahora
podía desaparecer y convertir-
se en energía según su famosa
fórmula (E = mc2). Lo mismo su-
cedió cuando se derribó la teoría
del flogisto con el oxígeno, esa
teoría que decía que el calor era
una sustancia que se transmitía
de un cuerpo a otro. Lo decían
porque cuando calentaban una
pesa veían que después
era más pesada. Aún
no sabían que el
cuerpo se había
oxidado con el calor
y el mayor peso se
debía a que se ha-
bían sumado átomos
de oxígeno al óxido; el
mayor peso no se debía al calor
sino a la incorporación de los
átomos de oxígeno.
Es lo que está ocurriendo ac-
tualmente con la lectoescritura.
Ya no sería una habilidad acadé-
mica que los niños tienen que
aprender a una edad “avanzada”
al entrar en el sistema educativo.
Ahora se trataría de un lenguaje
que los niños pueden aprender
a una edad más óptima, la edad
de la “apertura celestial”. Y lo
pueden hacer en sus hogares,
con sus padres, de la misma ma-
nera en que aprenden a hablar.
La única diferencia es que los
padres deberán contar con
una herramienta ade-
cuada para hacerlo,
un “madrecino
escrito” que los
ayude a enseñarles
este lenguaje a sus
hijos. Los padres no
son terapeutas y no
tienen la paciencia para
realizar sesiones con sus hijos.
Pero sí pueden jugar con ellos,
como cuando juegan a hablar
con el balbuceo.
Pero para continuar con esta
historia del lenguaje escrito y ver
cómo los padres pueden jugar
con sus hijos —de la misma
manera en que juegan a hablar
cuando comienzan a decir sus
primeras palabras—, debemos
trasladarnos de nuevo a otra par-
te del mundo. Deberemos ir a un
país donde se habla el español,
no el inglés. Esto es importante
marcarlo, porque hay una dife-
rencia fundamental entre estos
idiomas. El inglés no tiene una
relación estrecha entre el gra-
fema (lo que se escribe, lo que
está escrito) y el fonema (cómo
se lee lo que está escrito). Hay
una famosa canción, interpretada
por Louis Amstrong, en la que se
habla sobre las diferencias que
hay en Estados Unidos para leer
una misma palabra. En la canción
se juega con las palabras tomato
y potato15.
En cambio, en el español, al igual
que en otras lenguas, sí hay una
relación estrecha entre el grafe-
ma y el fonema. Es posible que
esta diferencia no les haya per-
mitido dar mayor importancia a
una conducta especial que
tienen los niños cuando
se encuentran con
un escrito. Ragn-
hild Söderbergh lo
pudo notar, pero
no lo pudo relacio-
nar con la función
lingüística del balbuceo
amodal. En su trabajo, la
investigadora nos cuenta que
los niños de menos de 2 años, y
mayores también, cuando van
discriminando visualmente las
formas de las letras en los textos
espontáneamente pronuncian
“kakakaka”, “krakrakrakra”, “far-
far” (el idioma de los niños es el
sueco), u otras secuencias simila-
res, para destacar una diferencia
particular en los textos, ¡y a pesar
de que estos textos no muestran
repeticiones! La autora también
nos relata la experiencia de una
niña de 14 meses que tomó dos
tarjetas con las palabras “nalle” y
“Ulla” y nos confiesa que “las dos
letras ‘l’ en medio de las palabras
parecen haber atraído la atención
de la niña16. Así, encontramos
en este trabajo observaciones
independientes (y hechas en otro
idioma) que nos indican la impor-
tancia que tienen las repeticiones
escritas para los niños, pero no
lo relaciona con los trabajos de
Petitto sobre el balbuceo amodal.
Quizás haya sido por la diferen-
#636:nov2020
>>>>
¿Cómo sabemos lo que
saben los bebés?
Un experimento VOE (Violation Of
Expectation, en inglés), es aquel en
el que se viola una expectativa que
tiene el bebé en estudio, porque sabe
algo o no sabe algo. Es lo que sucede
en un truco de magia. Uno sabe que
un objeto no puede desaparecer ni
atravesar otro objeto; si esto sucede,
uno se sorprende. Hay leyes físicas
uno conoce y no se pueden violar.
Un vaso boca abajo puede ocultar el
corcho de una botella pero no toda
la botella. Uno lo sabe y por eso se
sorprendería si un vaso ocultara toda
una botella. Pero si no lo supiera, no
se sorprendería con un truco así. Esto
es lo que hacen los investigadores
con los bebés: “trucos de magia”
para ver si se sorprende o no. Por
ejemplo, le muestran una pantalla
que se levanta delante de un objeto,
lo tapa primero y lo aplasta después,
como si ya no existiera. Si el bebé
se sorprende, sabe que el objeto
sigue detrás de la pantalla y la tiene
que detener; si no se sorprende, es
porque no sabe que el objeto sigue
existiendo detrás de la pantalla. La
sorpresa es la manera de averiguar
lo que sabe o no un bebé. Es una res-
puesta sencilla que se puede detectar
de varias maneras según la edad del
bebé. Se puede filmar y medir. Puede
ser la mirada, el movimiento de
brazos, la frecuencia del chupeteo u
otra respuesta simple que pueda dar
el bebé frente a la pregunta “¿sabés
esto?”. El lenguaje popular describe la
sorpresa —frente a un evento inespe-
rado ocurrido en un truco de magia—,
diciendo que una persona “se quedó
con la boca abierta”. Un investigador
del desarrollo cognitivo infantil diría
que un evento “violó la expectativa”
de esa persona porque sabe que eso
no puede pasar o no sabe que eso
puede pasar, y lo demostró filmando
la boca de esa persona mientras
observaba un experimento VOE.
/53
> el lenguaje en los niños >>

cia de 35 años que hay entre la da de la primera página; pero hasta que mi dedo llegaba al La experiencia en más evidente, al tener ambos mación ya le habíamos asignado
publicación del libro de Doman y mientras estaba leyendo el final del renglón. La cantidad de jardines de infantes una misma etapa en sus co- voces a los personajes, mientras
la publicación de los trabajos de primer cuadrito escuché que mi “jajás” que yo había pronuncia- Este hallazgo, junto con sus mienzos: un balbuceo que sería los leíamos en las historietas (o
Petitto. Sea por lo que fuera, en hijo me decía: “Papá, ¿qué dice do no tenía que corresponder fundamentos científicos lo publi- la expresión de un balbuceo en un libro). Si ha tenido esta
su trabajo Söderbergh nos descri- acá?” De reojo me di cuenta necesariamente con la cantidad qué en un libro en el año 2006 amodal, un mecanismo experiencia, recuerde,
be esta “curiosa” conducta, pero que se trataba de uno de los úl- de JAJAs que había escritos para ser presentado después lingüístico común por ejemplo, cuando
no la explica. timos cuadritos, esos que están en el renglón. Simplemente en dos congresos pedagógicos que estaría detrás ha visto la anima-
en la parte inferior derecha de había una cantidad de fonemas que se realizaron en la Ciudad de ambos. Quizás ción de personajes
Argentina, el balbuceo la segunda página. Mientras iba repetitivos y una cantidad de Autónoma de Buenos Aires . El 18 podríamos hablar de historietas tan
lector y las repeticiones girando mi cabeza para saber grafemas repetitivos (recuer- objetivo era que las más de 200 de un lenguaje conocidos como la
con explicación de qué se trataba, me intrigaba den la percepción intermodal maestras del nivel inicial que superior detrás de pequeña Mafalda
En el año 2005, me di cuenta saber porqué este “globito” de Spelke). Luego comenzaba participaron en estos encuen- ambos, un “superlen- y sus amigos, o las
que esta atracción especial que en especial le había llamado la con el renglón siguiente; por tros, evaluaran este método des- guaje”, cuya manifes- aventuras de Asterix. O
tienen los niños por las repeti- atención. Con esta inquietud en ejemplo, “la, la, la, la...”. En esta de el punto de vista teórico, cu- tación hablada o escrita son al- piense en cualquier otro ejemplo
ciones que aparecen en los es- mi mente, me encontré con un lámina había varios renglones rricular y práctico. La prueba se gunas de las formas posibles de en que haya sentido esa extra-
critos, podía estar relacionada gran JAJAJAJA en el globito del con JAs y LAs. Por eso no era realizó en más de 70 jardines de este “superlenguaje”, que tam- ñeza entre la voz asignada a un
con el balbuceo amodal del que personaje que se estaba riendo. una verdadera lectura sino una infantes con más de 1.000 niños bién incluye los pensamientos y personaje animado y la voz que
hablaba Petitto. El descubri- Rápidamente me vinieron a la “protolectura”. Lo que había era y mostró resultados sorprenden- voces interiores que atribuimos usted le había asignado por ha-
miento fue un hecho “fortuito”, mente los trabajos de Petitto y una secuencia escrita repeti- tes. Las docentes informaron en la lectura. Esta “fusión” entre berlo ‘leído-escuchado’ previa-
de esos que ocurren en la cien- me pregunté si no estaría frente tiva y fonemas repetitivos. El que niños de 5 años salían con- el lenguaje hablado, el lenguaje mente en la historieta. Es lo que
cia cada tanto cuando un hecho a un “balbuceo escrito”; porque programa Bebé 0.0 del niño tentos de sus salas diciendo, “ya escrito y el pensamiento, lo han ocurre cuando leemos un libro
“curioso” es observado con otra esta secuencia repetitiva después establecería las sabemos leer” y niños de 11 me- captado muy bien los humoris- y después vemos la película ba-
perspectiva. Todo ocurrió mien- de una sílaba tenía relaciones a través de ses se mostraron interesados en tas gráficos, al incluir los “globi- sada en este libro; generalmente
tras le leía a mi hijo de 4 años todas las carac- la percepción inter- sílablar las láminas. También se tos” escritos para indicar lo que nos parece mejor el libro. Y es
una historieta de Asterix. Yo le terísticas de un modal y así el niño observó que resultaba beneficio- los personajes hablan o piensan. porque en nuestra mente los
leía los clásicos “globitos” —que balbuceo. Así fue podría aprender so en niños mayores que tenían Los textos ‘hablan’; de hecho, en diálogos y escenas descriptas
los cuadros de historietas tienen como comencé a cómo se lee la síla- dificultades en el aprendizaje de este mismo instante usted está en el libro han sido recreadas en
para representar lo que sus realizar una serie ba que se repite. De la lectura. Lo más importante, ‘escuchando’ lo que yo le ‘digo’ a nuestro interior en una especie
personajes dicen— y observa- de láminas con se- esta manera apren- desde un punto de vista teóri- través de estos textos que usted de “superpelícula”.
ba de reojo que mi hijo pasaba cuencias repetitivas dió a leer sus primeras co, fue que niños con un hablar está leyendo. Digo ‘escuchando’
con su vista rápidamente por para que mi hijo “leyera”. palabras. “bebificado” (es decir, que no se porque seguramente siente en El futuro de la historia
todos los cuadritos antes de Lo pongo entre comillas porque Así fue como se desarrolló lo correspondía con la edad que su interior que ‘mi voz’ le habla Hemos visto, “en lo profundo”,
que yo pudiera leerlos. Es decir, en realidad no eran verdaderas que después llamé Silablado, tenían) mejoraron su hablar al mientras me lee. La ‘voz interna’, lo que sucede con el lenguaje
no esperaba a que yo termina- lecturas, eran “protolecturas”, ya que este neologismo remitía utilizarse el método Silablado. esa que asignamos mientras escrito, las investigaciones que
ra de leer los “globitos” de un la cantidad de fonemas que yo al lenguaje hablado, a sílabas y Este hecho permitió afirmar que leemos, se pone en evidencia hay detrás del lenguaje escrito
cuadrito para pasar al siguiente “leía” no se correspondían con al balbuceo. También permitía la enseñanza temprana de la cuando a los personajes de una como concepto. También hemos
(como hacemos los que leemos la cantidad de grafemas que formar un verbos y adjetivos, lectura ya no sería la enseñanza historieta —que hemos leído visto algo de lo que sucede “en
historietas). De esta manera, estaban escritos. Se trataba como por ejemplo, silablar de una segunda lengua (como antes— se les da vida en una la superficie” cuando uno lee un
mientras yo leía los primeros de un “balbuceo lector”. Yo le en lugar de decir “realizar un proponía la investigadora sueca animación y se les asignan voces libro o una historieta. Sigamos
dos o tres “globitos”, él ya había decía, “vamos a leer lo que dice balbuceo lector”; o decir una lá- Ragnhild Söderbergh), sino que “reales”. Suele ocurrir que las viendo lo que sucede en la vida
terminado de mirar todos los acá; acá dice...”; y mientras con mina silablada en lugar de decir estaríamos en presencia de un voces asignadas a estos per- cotidiana en estos días. Quizás
cuadritos de las dos páginas el dedo índice iba pasando por “una lámina con secuencias de lenguaje escrito complementario sonajes nos parecen extrañas, usted no lo perciba, porque
abiertas. En un momento, di el renglón correspondiente, iba sílabas repetitivas, contrastantes y suplementario del lenguaje ha- como si no fueran sus ‘verda- ya resulta algo muy común en
vuelta la página y comencé a repitiendo la sílaba repetida. y con al menos tres formatos blado. Aquí es donde la “fusión” deras voces’. Esto ocurre pues nuestra época. Una época de
leer la esquina superior izquier- Por ejemplo; “ja, ja, ja, ja...” Así diferentes”17. de ambos lenguajes se hace antes de haberlos visto en la ani- grandes avances en la comu-

54/ #636:nov2020 #636:nov2020 /55

> el lenguaje en los niños <

nicación a través de “teléfonos
inteligentes”.
[Me encuentro con una amiga y
muy ofuscada me cuenta lo que
le dijo una compañera de tra-
bajo. Con gestos y tonos de voz
acordes, me recrea la escena
y toda las barbaridades que su
compañera le ha dicho. Cuando
indago un poco más, me doy
cuenta de que su compañera
en realidad no le ha dicho nada,
sólo le ha enviado un mensaje
de texto. Los gestos y tonos de
voz que yo daba por verdade-
ros en realidad estaban en una
“superpelícula” que
mi amiga había
visto. Casos
como éste
hay muchos y
quizás usted
lo haya vivido.
“No te hagas
la película”, suele
expresar la sabiduría
popular. Algo en la superficie se
percibe.]
Hoy en día el lenguaje escrito
es parte de nuestra vida. Se ha
tranformado en un escribir y leer
que se (con)funde con un hablar
del lenguaje hablado,
también los ven co-
municarse a través
de los teléfonos
inteligentes, en
donde sólo ven
textos. Y los niños
quieren aprender a
“hablar” este lenguaje
escrito tan pronto como les
sea posible, tan pronto como lo
hicieron con los otros lenguajes
“maternos”. El programa Bebé
0.0 contiene las herramientas
balbuceo amodal y percepción
intermodal que les permite a los
niños aprender este lenguaje
como si fuera otro lenguaje
materno, sólo necesita
que nosotros usemos
estas herramientas,
le “hablemos” al niño
como lo hacemos con
cualquier otro lenguaje
materno, con un balbuceo
(lector) y en madrecino. La
verdadera revolución en estos
días no sólo pasa por saber que
los niños aprenden más a eda-
des más tempranas de lo que
suponía la teoría clásica, sino
que también pueden realizar un
en la superficie estamos
viendo y la niña ya lo
percibió: existe un
“superlenguaje” que
se expresa de distin-
tas maneras, y que
pueden complemen-
tarse y suplementarse
entre sí.]
Es el avance de una nueva forma
de comunicación en donde lo
hablado se mezcla con lo escrito,
lo visto y lo imaginado. Podemos
hablar con una persona en la
calle o en el hogar, podemos ha-
blar por teléfono con esta misma
persona sin verla o podemos
hablar con ella en una videolla-
mada. Podemos escribirle una
carta, un e-mail o escribirle un
mensaje de texto —que será
leído inmediatamente o des-
pués de un tiempo— y también
podemos enviarle un mensaje
de voz —que será escuchado
en el momento o después— y
tener una “conversación dife-
rida”. Incluso ahora podemos
“dictarle” al teléfono para que
escriba nuestro mensaje y po-
damos verlo y corregirlo a gusto
antes de enviarlo. El avance de
saje en el mismo idioma pero
de otro modo, los niños esto
lo perciben y lo pueden apren-
der simultáneamente con otro
lenguaje materno. Y justamente
eso es lo bueno de considerar al
lenguaje escrito en la enseñanza
de los niños –en el hogar y des-
de pequeños–, que los padres
lo asimilen como un lenguaje
materno. Uno nunca abando-
na su lenguaje materno, por lo
tanto, la enseñanza temprana
del lenguaje escrito permitiría un
mayor amor de los niños por la
lectura. Esto favorece mucho la
educación, en tanto los niños ya
no considerarían el lenguaje es-
crito como algo extraño y difícil
de aprender, lo asimilarían como
algo propio. La escuela solo
tendría que perfeccionar este
leguaje para lograr una escritura
correcta con la enseñanza del
abecedario, las reglas de orto-
grafía, la gramática, la redacción,
los distintos estilos, etcétera.
Todo aquello que hace al buen
escribir. Para aprender a leer,
Notas
los niños no necesitan saber ni
el nombre de las letras ni que se
ordenan en un abecedario, eso
se lo puede enseñar la escuela.
Ya no se trata de pensar que la
enseñanza temprana del len-
guaje escrito genera una mayor
inteligencia en los niños, se
trata de pensar (y reflexionar)
que así se estaría logrando una
mejor comunicación entre las
personas, una “súper comunica-
ción”. Esto es muy nuevo, muy
reciente. En este mundo “súper
comunicado” somos como
niños, tratando de asimilarlo ju-
gando con los nuevos “chiches“
y “juguetes” que nos presenta
todos los días la tecnología. Pero
tratemos también de reflexionar
como adultos. Esto se logra
mejor con el lenguaje escrito,
que al generar un diálogo inte-
rior permite una comunicación
con reflexión. Comunicación,
diálogo y reflexión, tres acciones
de gran valor para mejorar la
convivencia en una sociedad tan
globalizada y conflictiva como
es la nuestra, pero en una época
“revolucionaria” en el campo del
desarrollo cognitivo infantil. Co-
municación, diálogo y reflexión,
es lo que he tratado de hacer, mi
querido lector, en este diálogo
constante que hemos mante-
nido desde el inicio del artículo
a través del hermoso lenguaje
escrito. Un diálogo en donde
no solo me has asignado una
voz en tu interior, también me
has asignado un pensamiento
sobre el que podemos reflexio-
nar juntos. Porque no lo dudes,
en este diálogo yo también he
reflexionado y pensado en vos.
Tratemos que nuestros hijos
aprendan este lenguaje, com-
plementario y suplementario del
lenguaje hablado (o de señas),
desde pequeños y lo asimilen
como un lenguaje materno que
los acompañará toda la vida.
Para que puedan vivir esta
nueva experiencia de comuni-
cación. ¿El futuro? El futuro son
los niños, nosotros lo podemos
imaginar.n

y escuchar. Es una forma de len-
guaje relativamente nueva y hay
que aprender a utilizarla bien. La
imaginación asociada al leer re-
emplaza la imagen del otro que
está ausente en esta “conversa-
ción”, entablada en un lenguaje
escrito donde los que participan
del diálogo pueden estar lejanos
en el tiempo y el espacio. Al igual
que los niños pequeños ven a
sus padres comunicarse con
el lenguaje de señas, o a través
balbuceo lector para incorporar
este nuevo lenguaje, que llegó y
utilizamos para comunicarnos:
el lenguaje escrito.
[Un tío me muestra con orgullo el
mensaje de texto que su sobrina
de 4 años le ha enviado a su telé-
fono celular. Un mensaje de texto
perfectamente escrito; la niña ha
descubierto que puede hablarle a
un teléfono “inteligente” para que
éste lo transforme en un texto
que su tío luego podrá leer. Algo
la comunicación actual no sólo
permite comunicarnos con cual-
quier persona en cualquier lugar
del mundo que tenga un teléfono
inteligente, también permite que
esta comunicación sea en dis-
tintos modos y tiempos. Incluso
hay “traductores” mediante los
cuales podemos “conversar”
con personas que hablan en otro
idioma. El lenguaje escrito es
una de las tantas formas en que
uno puede transmitir un men-
1. Cueto, Pablo Hernán:
Jugando a leer. Buenos
Aires, Editorial Dunken,
2018.
2. Doman, Glenn: Cómo
enseñar a leer a su bebé.
La revolución pacífica.
Madrid, Ed. EDAF, 2000.
3. Striano, T. y Tomasello,
M.: “Infant Development:
Physical and Social
Cognition”, International
Encyclopedia of the Social
& Behavioral Sciences,
pp. 7410-7414, 2001.
4. Spelke, E. S.: “Infants’
intermodal perception of
events”, Cognitive Psycho-
logy, 8: 553-560, 1976.
5. Meltzoff, A. N. y Moore,
M. K.: “Imitation of facial
and manual gestures by
human neonates”, Scien-
ce, 198: 1977, pp. 75-78.
6. Baillargeon, R., Spelke,
E. S. y Wasserman, S.
(1985), “Object perma-
nence in five monthold
infants”, Cognition, 20:
1985, pp. 191-208.
7. Science, Vol 275, Issue
5306, 1562-1563, 14
March 1997.
8. Science, Vol 276, Issue
5309, 23-0, 4 April 1997.
9. Meltzoff , Andrew:
“Origins of theory of
mind, cognition and
communication”, Journal
of Communication Disor-
ders, 32: 251-269, 1999.
10. Thomas Khun: La
estructura de las revolu-
ciones científicas. México,
FCE, 1971.
11. Gopnik, Meltzoff &
Kuhl. “The Scientist in the
Crib”. New Yor, Perennial,,
2001.
12. Laura-Ann Petitto:
“Language rhythms in
baby hand movements”,
Nature, 413: 2001, pp.
35-36.
Siobhan Holowka y
Laura-Ann Petitto: “Left
Hemisphere cerebral
specialization for babies
while babbling”, Science,
297: 1.515, 2002.
13. Petitto, Laura Ann thing off. en la lectura de en un
y Marentette, Paula F.: 16. La autora utiliza escrito)
“Babbling in the Manual el sistema de tarjetas 18. Cueto, Pablo Hernán:
Mode: Evidence for the que Doman propone Silablado. Un método
Ontogeny of Language”. usar en las sesiones de natural y temprano para
Science, 251: 1991, pp. “enseñanza”. favorecer el proceso de
1493-1496. 17. Tres características enseñanza-aprendizaje de
14. Söderbergh Ragnhild: que condensan los la lectoescritura. Bs. As.,
“Reading and Writing as hallazgos de Petitto sobre Dunken, 2006. Y http://
Language Acquisition el balbuceo almodal y los www.silablado.com.ar/
from the First Year of hallazgos de Baillergeon experiencia-docente.html
Life”, Research Sympo- sobre las condiciones que
sium on High Standards in habría que tener en una Crédito fotográfico:
Reading for students from experiencia de enseñanza las imágenes que ilustran
diverse language groups: temprana para que los este artículo fueron
Research, Practice & niños pequeños puedan proporcionadas por el
Policy, April 19-20, Was- identificar distintas autor.
hington, DC, Proceedings, variables (en este caso,
2000, pp. 59-77. las letras que producen
15. Let’s call the whole diferentes resultados

56/ #636:nov2020 #636:nov2020 /57

1810-2020. Economía y finanzas en la Argentina >>>>>>>>>>>>

Breve historia de la E
¿Para qué l empréstito Baring no fue la contribuciones en vestimentas, alimen-
primera deuda pública. La guerra tos, ganado, servicios como el trans-
se en-

deuda externa
de la independencia se finan- porte del aprovisionamiento enviado
deuda un ció, en parte, con empréstitos, desde Buenos Aires o el pastoreo de los
país? Si los pero el contratado con la casa Baring animales recolectados para el ejército.
préstamos Brothers es el primero tomado en el El gobierno más estable, antes del
forzosos y exterior, surgido de una negociación colapso de 1820, fue el del director Juan
y con cotización en el mercado finan- Martín de Pueyrredón, elegido por el
empréstitos
ciero. Los anteriores fueron “forzosos” Congreso de Tucumán en una reñida
interna- pero también hubo intentos de recurrir votación. El nuevo Director Supremo
Por Roberto Azaretto cionales al financiamiento exterior, aunque no gobernó hasta 1819, y dejó el mando
ayudan tuvieron éxito. luego de la sanción de la constitución.
a formar Su administración tuvo el desafío de
¿Cómo financiar la guerra? sostener tres ejércitos. La formación
la nación, La guerra de la independencia requirió del ejército de Los Andes y el cruce de la
ganar las de un gran esfuerzo fiscal para financiar- cordillera para liberar Chile; el ejército
guerras y la. La imposibilidad militar de conservar Auxiliar del Perú asentado en Tucumán
apostar al Potosí, restó una importante fuente de al mando de Manuel Belgrano y la van-
recursos, a pesar de que, ese centro mi- guardia de Martín Miguel de Güemes; y
desarrollo y
nero decaía desde hacía largo tiempo. el ejército del Litoral que enfrentaba a
bienestar de La Aduana del puerto de Buenos Aires, los lugartenientes de Artigas.
la población, quedó como la casi exclusiva caja Estas necesidades llevaron al gobierno a
no son un recaudadora de ingresos para afron- tomar muy en serio los temas económi-
problema. tar los gastos del gobierno, que en su cos. Formó la primera comisión para el
mayor parte eran gastos militares. estudio de la economía de las Provincias
Lamenta-
Para cubrir el faltante se recurrió a Unidas y el Congreso debatió diversas
blemente no empréstitos forzosos y se intentaron iniciativas. La expedición a Chile logró
fue siempre otras alternativas, como suscripciones ser financiada con el aporte del gobier-
así en Ar- voluntarias y la aceptación de contri- no central, empréstito mediante, y los
gentina. buciones en especie. recursos obtenidos por San Martín en
Las contribuciones en especie fueron Cuyo. Los problemas se agravaron des-
una fuente de recursos a las que se pués de Maipú con los requerimientos
recurrió en las provincias interiores. Por de San Martín para financiar la expe-
ejemplo, en varias ocasiones se eximió dición al Perú. Mientras tanto había
por su pobreza de aportes monetarios que pagar los sueldos del ejército y su
a Santiago del Estero, Catamarca y La abastecimiento.
Baring Bros. Rioja. En Salta, Tucumán y Jujuy hubo Se intentaron empréstitos forzosos con
Retrato de sir en los empréstitos recursos en mone- el comercio porteño. Hubo un proyecto
Francis Baring
da y otros en especies. Nos referimos a para obtener 600.000 pesos fuertes,
con su hermano y
su yerno, Edward mulares, caballos, vacunos, ponchos, 500.000 debían ser obtenidos en Buenos
McInnes, por aperos, carretas y alimentos diversos. Aires y 100.000 en las provincias. San
Thomas Lawrence, También en Cuyo el gobernador in- Martín había pedido 300.000 para la
1841.
tendente José de San Martín, recurrió expedición al Perú, que se le negaban;

58/ Rijksmuseum, Países

Bajos
a esas dos modalidades para obtener
recursos en su jurisdicción, moneda y
tras presentar su renuncia al mando
obtuvo poco más de 200.000. La expe-

#636:nov2020 #636:nov2020 /59

> historia de la deuda externa
dición que partió al Perú después del
colapso nacional, fue financiada por el
Estado chileno.
Para cubrir estas necesidades y reorga-
nizar el ejército del Perú y emprender la
ofensiva contra los artiguistas se encaró
una gestión en Estados Unidos. Una de
ellas fue a través del coronel Devereux,
ciudadano estadounidense, simpati-
zante de la revolución hispanoameri-
cana. En esta negociación se esperaba
obtener 2 millones de pesos fuertes en
los Estados Unidos. Otro ofrecimiento,
en este caso de 1 millón de pesos fuertes
fue el de David Deforest quien viajó a
Estados Unidos para concretar la opera-
ción. No tuvo éxito, pues el gobierno de
ese país desalentó la operación porque
quería ser neutral en una guerra aún no
definida y, por otra parte, estaba en ne-
gociaciones con España para adquirir la
Florida, aspiración concretada en 1819.
La gestión Pueyrredón
El director Pueyrredón mostró una
gran preocupación por la economía del
nuevo Estado. Además de formar una
comisión especial para el estudio de
esos temas, propuso medidas concretas
como la fundación de una banco na-
cional emisor con sede en Buenos Ares,
la creación de una Casa de Moneda que
se asentaría en Córdoba y la fundación
de un pueblo minero en Famatina para
explotar ese cerro del que hubo ilusio-
nes desde los tiempos de la fundación
de la ciudad de La Rioja por Ramírez de
Velasco.
También se legisló sobre los pagarés
otorgados a los suscriptores de los
empréstitos. Estos recibían interés
sobre los mismos y se autorizó a que,
con esos documentos, pagaran sus
obligaciones fiscales, o cancelaran los
derechos de aduana de las mercaderías
60/ #636:nov2020
Errónea- que importaban.
Logró concretar la formación de una
mente se
Caja Nacional de Fondos. Y la fundación
cree que el del primer pueblo en Buenos Aires del
empréstito otro lado del Salado, la ciudad de Dolo-
de la Baring res, iniciando el avance de la frontera
fue el pri- hacia el Sur.
Pueyrredón, al que se le prorrogó su
mero. Pero
mandato de dos años, renunció al ser
hubo otros, promulgada y jurada en las capitales
en tiempos provinciales, la constitución de 1819.
de lucha por Su reemplazante, el general Rondeau
emprendió sin éxito la tarea de obte-
la indepen-
ner un empréstito forzoso de 600.000
dencia que pesos fuertes. El destino era fortalecer
solventaron el ejército del Norte para emprender
los gastos una nueva ofensiva en el Alto Perú y
de 3 ejér- a las fuerzas que defendían a Buenos
Aires de los seguidores de Artigas,
citos: el de
indiferentes a la guerra de la inde-
San Martín, pendencia. Uno de los incentivos para
el de Belgra- este empréstito era asegurar ventajas
no y Güe- comerciales en el Alto Perú a quienes
mes y el que suscribieran estos títulos.
Estaba en las preocupaciones del gobier-
enfrentaba a
no, en ese año, el posible arribo de una
Artigas. expedición ultramarina española para
intentar reconquistar el Río de la Plata.
Por eso, San Martín, no descartaba des-
plazar su ejército hacia Buenos Aires.
Ese empréstito no tuvo éxito, y en el
análisis de las causas del colapso nacio-
nal de 1820, no debe descartarse el pro-
blema fiscal. La prioridad dada al ejér-
cito de los Andes restó recursos para el
mantenimiento del ejército auxiliar del
Perú o ejército del Norte que, además de
ser el núcleo para un futuro avance en
el frente norte, desempeñaba la tarea de
mantener el orden en el noroeste, como
lo hizo al sofocar las rebeliones en San-
tiago del Estero y en La Rioja y controlar
Córdoba, evitando el corte de la ruta de
abastecimiento desde Buenos Aires a
Cuyo y el Tucumán.
Las provincias del Norte estaban en cri-
sis al cesar el comercio con el Alto Perú,
lo que hizo más pesado soportar el peso
y paliar la situación de esa fuerza mi-
litar. Cuando comparamos los montos
recaudados en moneda en las provincias
con lo que se obtenía en Buenos Aires,
las diferencias son muy altas. En Tu-
cumán o Salta, se obtenían unos pocos
miles, a veces solamente centenares de
pesos, frente a las decenas y centenas
de miles recaudados entre los aportan-
tes porteños.
Esta situación llevó al general Güe-
mes, al disolverse el Estado nacional, a
solicitar con urgencia la reunión de un
Congreso para acordar la reanudación
de la guerra y la consiguiente obtención
de fondos; iniciativa que fue recibida
con indiferencia por los gobernadores
de los mini estados surgidos tras la
caída del Directorio y la disolución del
Congreso.
Barings Bhothers
El empréstito con la casa Barings
Brothers fue negociado por la pro-
vincia de Buenos Aires. Los que hacen
uso faccioso de la historia para atacar
a Rivadavia ocultan que gestionaron
créditos en Londres, San Martín como
Protector del Perú, Bolívar y Agustín de
Iturbide emperador de México. Buenos
Aires consiguió la mejor tasa de riesgo
país. Es decir que descontada la tasa
>>>>>>>>>>
1º empréstito
internacional
Bono de la Baring
brothers. Archivo
General de la
Nación (izq.)
Amistad,
comercio y
navegación
Tratado bilateral a
favor del librecam-
bio. Buenos Aires,
1825.
Documentos Escritos,
Sala VII, legajo 2544.
de riesgo y las comisiones de los inter-
mediarios, entre los que estaba Braulio
Costa, socio de Facundo Quiroga, se
recibió un porcentaje sobre el monto
de la deuda mayor que Colombia, Perú
y México. En cuanto al destino de los
fondos pedidos para obras públicas, fue
utilizado en la guerra con el Brasil. Sin
ese empréstito, el Uruguay probable-
mente sería una provincia brasileña.
Las guerras demandan mucho dinero,
además de coraje.
En 1827 entramos en el primer default.
En el primer gobierno de Juan Manuel
de Rosas, ante la gestión de la casa
Baring de reanudar los servicios, el
nuevo gobernador respondió que era su
propósito honrar la deuda pero que no
estaba en condiciones de hacerlo hasta
concluir la guerra civil.
Rosas, en su segundo gobierno, planteo
cancelar el empréstito con las islas Mal-
vinas. Ya en 1838 inició gestiones en este
#636:nov2020 /61
> historia de la deuda externa
Buenos Aires, sentido con instrucciones enviadas a
una aldea
Manuel Moreno, diplomático argentino
La aduana Vieja.
en Londres. En las instrucciones se bus-
Acuarela de Eme-
ric Essex Vidal, caba el reconocimiento por parte del ga-
que publicado en binete británico de la soberanía argenti-
su libro Pictures- na sobre las islas y el siguiente paso era
que illustrations
transferirlas con la condición de dar por
of Buenos Ayres
and Monte Video, cancelado el empréstito. El 7 de febrero
editado por R. Ac- de 1843 el ministro de Hacienda, Manuel
kermann en 1820. Insiarte, le oficializa esta propuesta al
enviado por Baring Brothers. El gobier-
no del Reino Unido rechaza la propo-
sición porque desconoce los derechos
argentinos sobre las islas.
En la década del ‘40 el banco inglés
envía a Buenos Aires a un agen-
te, Francisco de Palacieu Falconnet.
Permanece varios años en la ciudad y
logra algunos pagos parciales. Lleva a
Londres la propuesta de pagar 5.000
pesos fuertes mensuales y otorgar la
concesión por 15 años al Banco Baring
de todos los recursos en guano, caza de
lobos y pesca de las costas patagóni-
cas, con el compromiso de que el banco
asuma la defensa de esos intereses en la
62/ #636:nov2020
Patagonia. Esta propuesta tampoco fue
aceptada, entre otras razones por dudas
sobre los derechos argentinos en esos
territorios. Siempre ratifica el gobierno
la voluntad de honrar el crédito externo,
pero también le advierte que la capaci-
dad de pago está limitada por el pago de
la indemnización a súbditos franceses,
afectados por el gobierno, y convenidos
en el arreglo de paz con Francia.
Después de Caseros se reanudan las
gestiones del banco londinense, que no
son atendidas hasta 1857. Norberto de la
Riestra, quien había trabajado en Lon-
dres, influye en el gobierno de Valentín
Alsina y en el ministro Mitre sobre la
necesidad de regularizar el empréstito
para establecer la credibilidad del país.
Por otra parte, teniendo en cuenta que
Buenos Aires estaba segregada de la
Confederación presidida por Urquiza,
no estaba ausente la idea de lograr ma-
yor reconocimiento para Buenos Aires
en Europa.
A la deuda inicial se agregaban los
intereses sin pagar, por lo que la deuda
se incrementa y los plazos para amor-
tizarla concluirán en 1902. Durante
la presidencia del general Mitre, el
empréstito Barings es transferido a la
Nación. Como no han faltado críticas
de algunos políticos del norte a esta
transferencia, es oportuno recordar lo
señalado en otra parte de este artículo.
La provincia de Buenos Aires no finan-
ció ninguna obra ya que los fondos se
destinaron a pagar la guerra con el Bra-
sil, guerra que no contó con apoyo en las
provincias interiores, salvo, en Salta.
Urquiza como presidente de la Confe-
deración Argentina tuvo necesidad de
recurrir a la emisión de deuda, dada la
insuficiencia de los recursos fiscales,
pero esa misma escasez, dificultaba la
obtención de préstamos. Mariano Fra-
gueiro como ministro creía que no era
necesario el crédito externo y creó un
Banco Nacional emisor, pero no obtu-
vo el capital necesario y la población
no aceptó los billetes emitidos por ese
banco que finalmente cerró sus puertas.
La Confederación era sostenida por la
provincia de Entre Ríos, que fue fede-
ralizada. Se llegó a hipotecar la casa de
gobierno de Paraná y el propio Urquiza
tuvo que aportar de su peculio para
levantar la hipoteca. Hubo pequeños
préstamos del Banco Maúa y de Bus-
chental, con garantía de la recaudación
de la Aduana de Rosario. Las diferencias
económicas y financieras entre Buenos
Aires y la Confederación eran enormes.
La Nación Unficada
El gobierno del presidente Mitre ges-
tiona 2 empréstitos en la banca de Lon-
dres para afrontar el financiamiento de
la guerra con el Paraguay. El gobierno
argentino contaba con un ejército de
poco más de 6.000 hombres, disper-
so en las fronteras con los indios y en
>>>>>>>>
algunas guarniciones del Interior. En un Retratos
costumbristas
año, se puso en pie de guerra, una fuer-
Essex Vidal,
za de 25.000 efectivos, además de los
Emeric. Pictures-
destinados a la frontera. Había que ad- que Illustrations of
quirir uniformes, calzados, armamen- Buenos Ayres and
tos, además de alimentarlos y pagarles Monte Video.
sueldo. Partió a Londres Norberto de la
Riestra quien obtuvo en 1865, 550.000
libras y dos años después 1.950.000 más;
la tasa de interés era del 6%.
El presidente Domingo Faustino Sar-
miento contrató en 1871 otra empréstito
en el Reino Unido; había terminado la
guerra con el Paraguay un año antes,
pero el asesinato de Urquiza provocó la
guerra civil en Entre Ríos contra López
Jordán, con los costos consiguientes. No
sólo se destinaron los fondos al conflicto,
sino que también el Estado emprendió la
construcción del ramal entre Córdoba y
San Miguel de Tucumán; y se construyó
el primer tramo del ferrocarril a Cuyo con
una línea que partiendo de Villa María
tiene en Río Cuarto la traza del primer
tramo. El monto del empréstito fue de 6
millones de libras esterlinas.
#636:nov2020 /63
> historia de la deuda externa >>>>>>

En 1873 estalla la primera gran crisis en
el mundo del capitalismo, ante el default
de empresas ferroviarias estadouniden-
ses. Esto provocó la baja del precio de la
lana, el principal producto de exporta-
ción argentino entonces. El presidente
Avellaneda se negó a declarar el default,
y con un severo ajuste fiscal, afrontó los
pagos de la deuda. El ajuste se aplicó en
gastos improductivos y en salarios de
la administración; obras como la línea
ferroviaria al Norte prosiguieron y se
inauguró el tramo a Tucumán y desde
Río Cuarto el ferrocarril llegó a Villa
Mercedes, entrando así en Cuyo. Para
financiar el avance de la frontera al Río
Negro se recurrió a financiamiento lo-
cal, un grupo de inversionistas porteños
anticipó los recursos como pago antici-
pado de las tierras que el país adquiriría
con la conquista del desierto.
Entre 1880 y 1890 la deuda externa se
cuadriplicó. Pasó de poco más de 33
millones de pesos oro a 128 millones.
La contrapartida fue la enorme inver-
sión en ferrocarriles, la red también se
cuadriplica, el puerto de Buenos Aires,
Entre 1880 y pero para obtener ese oro, con autori-
zación del gobierno de Juárez Celman,
1890 la deu-
emitieron bonos en el exterior que
da externa acrecentaron la deuda. Esos bancos
se cuadri- facilitaron un enorme crecimiento del
plicó, pero gasto público provincial, en algunas
sirvió para provincias del 400% y en su mayor
parte se gastó en obras de ornato en las
invertir en la
capitales provinciales.
extensión de De cualquier manera los estudios sobre
la red fe- ese crecimiento de la deuda coinciden
rroviaria, la en afirmar que en su mayor parte se
construcción invirtió en obras que posibilitaron el
incremento de la producción. Otro dato
del puer- interesante es que se obtuvo financia-
to, obras miento en otras plazas como París.
sanitarias,
escuelas Piloto de tormentas
Carlos Pellegrini al asumir como
y edificios
presidente, luego de la renuncia del
públicos. presidente Juárez Celman, y después
También de frenar la revolución porteña, pidió y nes diversas sobre las causas, mero”, por el apellido del Reclamo
por las islas
se invirtió obtuvo un préstamo de los empresarios algunos hacen hincapié en ministro de Hacienda,
Abajo, la portada
en infraes- locales, para cumplir con un pago de in- el peso de los servicios en doctor Juan José Romero,
del libro Reclama-
tereses que vencía en esos días. Jugaron el presupuesto. Otros como que extendió los plazos y
tructura y ción del Gobierno
un papel decisivo hombres de negocios Cortés Conde, sostienen la redujo los montos anua- de las Provincias
fomento de como Ernesto Tornquist y Silvio Gessell. teoría de la falta de confianza les a girar como pago de Unidas del Río de

las obras sanitarias, edificios escolares
y edificios públicos.
Las inversiones en infraestructura po-
sibilitaron la incorporación de millones
producción Con este gesto, se inició la negociación
en Tucumán en Londres, a cargo de Victorino de la
y Cuyo prin- Plaza. Se logró conformar un comité
de bancos liderado por Rothschild que
generada por las emisiones intereses y amortizacio-
la Plata, contra el
de su Majestad
de los bancos garantidos, eso nes. El sucesor de Rome- Británica sobre
llevó a un retiro de depósitos ro, José Terry, logró otro la soberanía y
de los bancos, estimulando acuerdo por el cual se posesión de las

de hectáreas a la producción, y el surgi-

cipalmente.
miento de economías regionales vigo-
rosas como la tucumana con el azúcar y
la de Mendoza y San Juan en la industria
vitivinícola.
También con ese financiamiento los
bancos oficiales y algunos privados
dieron créditos a personajes del poder
político, muchos de los cuales se desti-
naron a especulaciones bursátiles y de
tierras.
Se agregó el problema de los bancos
garantidos, que podían emitir billetes
siempre que tuvieran respaldo en oro,
otorgó un préstamo para afrontar los
servicios de la deuda por 3 años. No
faltaron los conflictos pues algunos
financistas ingleses pidieron una inter-
vención del gobierno de Gran Bretaña,
pero se opuso con dureza el titular del
Foreing Office, lord Salisbury. El asunto
trascendió y se supo que entre los recla-
mantes estaba el gerente del banco de
Londres y Río de la Plata. Eso dio lugar
a la primera manifestación popular
contra el capital inglés en Buenos Aires
frente a la casa central de ese Banco.
La crisis de 1890 ha dado lugar a opinio-
el pánico. También hay que
tener en cuenta las dificulta-
des de Barings Brothers, cuando fraca-
só la emisión de bonos para las Obras
Sanitarias de Buenos Aires que había
arrendado.
Esta crisis obligó a un salvataje del
banco, que no era el único acreedor de
la Argentina, pues el empréstito de 1871
fue contratado con Murrieta y en los
‘80 en algunas operaciones intervino la
Banca Morgan.
En 1893 se hizo la reestructuración
definitiva conocida como “Acuerdo Ro-
hizo cargo la Nación de
Islas Malvinas
(Falkland) encar-
las deudas provinciales. gado por Rosas al
En 1902 tuvo lugar la discusión por el embajador Manuel
Moreno.
proyecto de “Unificación de la deuda”,
Arriba, mapa
una iniciativa de Carlos Pellegrini, perteneciente a la
propuesta al presidente Julio A. Roca. citada edición.
El proyecto de Pellegrini era emitir un
Arturo Carlos Luthman,
título para cancelar todos los emprésti- Londres, 1841.
tos en circulación (alcanzaban a 36). El
propósito era aliviar al tesoro nacional,
pues el país había afrontado un pro-
grama de adquisición de armamentos
muy costoso ante el riesgo de guerra
con Chile. Con la unificación se buscaba

64/ #636:nov2020 #636:nov2020 /65

> historia de la deuda externa >>>>

El pintor
reducir la tasa de interés, extender los
de la guerra
plazos y postergar el inicio del pago de
Vista interior de
los cupones varios años. Este proyecto
Curuzú mirado
de aguas arriba provocó en Buenos Aires fuertes críticas
(norte a sur) el de legisladores, ex ministros, y diarios
20 de septiembre como La Nación y La Prensa, seguidos de
de 1866. Óleo de
manifestaciones populares muy nutri-
Cándido López,
1891. das. La cláusula más controvertida era
la que disponía separar diariamente
Museo Nacional de Bellas
Artes.
una cifra de la recaudación aduanera
para depositar en una cuenta especial
para el giro trimestral de los servicios
de la deuda, pues fue considerada lesiva
para la soberanía, tal vez olvidando que
en operaciones anteriores esa cláusula
había tenido vigencia.
La reacción popular hizo que Roca reti-
rara el proyecto, por consejo del general
Mitre, a quien se le atribuye haber dicho
—ante las explicaciones del presidente
sobre los beneficios de la iniciativa—,
“Cuando casi todos están equivocados,
tienen razón”. Finalmente Roca tomó
la decisión de cancelar la iniciativa,
sin avisarle a Pellegrini, lo que produjo
la ruptura definitiva entre estos dos
estadistas, con consecuencias políticas
enormes para el país.
Luego del fracaso del plan de unifi-
cación, el presidente Roca nombró
ministro a José Terry, que había sido
uno de los críticos. Terry negoció otro
acuerdo y lo concretó en 1905, pues el
nuevo presidente Manuel Quintana lo
confirmó en la cartera de Hacienda. En
esta conversión logró bajar la tasa del 6
al 4,5% y en otros bonos al 5 la reduce
al 4%. La Argentina de entonces estaba
cosechando los resultados de una tasa
alta de inversión. Crecen las expor-
taciones y los saldos favorables de la
balanza comercial y la de pagos, y los
ingresos fiscales cubren la casi totalidad
del presupuesto. Tiene lugar el ciclo más
largo de crecimiento y tasa más alta de
la historia nacional, el que corre de 1893
a 1913 con un promedio del 8% anual.
Siglo XX cambalache
El estallido de la Primera Guerra
Mundial trajo consecuencias en la Ar-
gentina, pues no solo cesó el ingreso de
capitales, sino que se produjo un retiro
de los mismos, ante la necesidad de los
beligerantes de financiar los gastos
bélicos. Por otro lado, con la prolonga-
ción del conflicto se produjo una va-
lorización de nuestras exportaciones,
lo que permitió al presidente Marcelo
Torcuato de Alvear, sucesor desde 1922
de Hipólito Yrigoyen, reabrir la Caja
de Conversión. La fortaleza monetaria
del país le permitió volver al mercado
financiero, con una mayor participación
de la banca de Nueva York en esa ope-
ratoria, y por otra parte se produjo el
retiro de la banca francesa de la oferta
de financiamiento externo.
Durante la crisis mundial de 1930, la
Argentina fue uno de los pocos estados
que no declaró la moratoria de su deuda.
Esto le valió una reducción de su tasa
de interés, éxito del ministro Federico
Pinedo y además, logró que la banca de
Londres aceptara parte de los bonos en
pesos argentinos.
Nuestro país exportaba a Europa, pero
los argentinos demandaban produc-
Durante la
crisis de
1930, la
Argentina
fue uno de
los pocos
países que
no declaró
la moratoria
de su deu-
da, lo que
le valió una
reducción
de la tasa
de interés
y además
tos industriales estadounidenses. Con
motivo de la guerra, se perdieron mer-
logró que
cados europeos, por el bloqueo inglés. la banca
Las exportaciones al Reino Unido se de Londres
pagaban con deuda de ese país hacia aceptara
nosotros, lo que llevó a la necesidad de
parte de los
negociar con ese respaldo créditos en
Estados Unidos para pagar las impor- bonos en
taciones estadounidenses. Una misión pesos ar-
encabezada por Raúl Prebisch obtuvo gentinos.
un crédito del Eximbank por más de
100 millones de dólares.
En 1947 el gobierno del presidente Perón
canceló la deuda externa que alcanzaba
a poco más de 400 millones de dólares.
Pero a finales de 1948, ante problemas
de escasez de divisas, gestionó un prés-
tamo en el Eximbank para financiar
importaciones. En esos años no hubo
emisión de bonos, sino créditos para
financiar importaciones. Estos présta-
mos fueron consolidados en 1956 en el
acuerdo conocido como Club de Paris.
El ingreso en 1956 a los organismos
creados por los acuerdos de Bretton
Woods, el Fondo Monetario Interna-

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> historia de la deuda externa >>

dólares. Fue el resultado combinado
de obra pública, fuerte adquisición de
armamentos, financiación de déficit
fiscal y un fuerte incremento de las
tasas de interés en 1981, como reacción
del mercado a la estanflación en las
democracias industrializadas afectadas
por los precios petroleros. La tasa libor
llegó al 22% a lo que se debe agregar el
riesgo país.
El restablecimiento
de la democracia
Al asumir como presidente de la
Nación, Alfonsín encontró una deuda de
43.000 millones de dólares, inflación de
Llega el tren cional (FMI) y el Banco Mundial (BM), 3 dígitos, default externo, tasas de inte-
Ferrocarril Central facilitaron el acceso al crédito. Esto fue rés altas, déficit fiscal elevado y fuertes
Entrerriano. Entre
usado, junto con el Eximbank por el presiones sectoriales. En lo relacionado
Ríos, 1887.
gobierno de Arturo Frondizi que cuadri- con la deuda externa, se desarrolló una
Archivo General de la plicó la deuda llevándola a más de 4.000 estrategia de renegociación permanen-
Nación.
millones de dólares, pero fue utilizada te, pagos a cuenta, y la busca de créditos
en gran parte para reequipar el país con para financiar importaciones relacio-
maquinaria, transporte y energía. Esto nadas con el equipamiento del país.
contribuyó junto con la drástica dis- En ese sentido logró acuerdos con los
minución de las importaciones petro- gobiernos de Francia, Italia y España.
leras y el incremento de exportaciones Simultáneamente por ser un proble-
agrícolas, a iniciar en 1963 un ciclo de ma regional, se buscó plantear el tema
once años de crecimiento. Incluso con como una estrategia regional, incluso
disminución de la deuda en el gobierno de estados como México y Venezuela
de Arturo Illia. que se habían beneficiado por la enorme
En 1961 por primera vez desde 1939 la suba de los precios del petróleo.
Argentina regresó al mercado colocan- Sin embargo cada país hizo sus propias
do bonos en Suiza por 25 millones de políticas. Chile canjeó empresas estatales
dólares. por deuda, México también hizo un canje
Hasta 1974 la deuda crecía moderada- que se utilizó en la construcción de su red
mente para financiar obras, como El de 10.000 kilómetros de autopistas.
Chocón o modernización ferroviaria. Durante la presidencia de Carlos Me-
En ese año se combinó el incremento nem se encarriló la cuestión de la deuda
del gasto público desde el año anterior por dos caminos: uno, la privatiza-
y el salto en los precios petroleros. En ción de empresas estatales recibiendo
marzo de 1976 la deuda ascendía a 8.000 como pago papeles de la deuda; y el
millones de dólares. otro, acogerse al Plan Brady, elaborado
Tras 7 años de gobierno militar, la por el secretario del Tesoro de Estados
deuda se elevó a 43.000 millones de Unidos, que consistió en el canje de la
deuda por nuevos títulos. Para eso se
emitieron tres bonos: a la par, menos de
la par (discount) y cash con descuento.
Estos títulos se colocaron en el mercado
dispersando las tenencias.
Agotadas las ventas de empresas, sin
otras reformas del Estado y con la pér-
dida de parte de los ingresos del sistema
previsional al privatizarse el sistema,
creció nuevamente el déficit fiscal. Pero
ante la pequeñez del sistema financiero
local en pesos, como consecuencia de
tantos años de inflación que a partir de
1945 desvalorizó los ahorros, llevando
paulatinamente a la población a ahorrar
en esa moneda, se recurrió al endeuda-
miento externo. Por ejemplo en los dos
últimos años del mandato de Menem y
los dos años que duró la presidencia del
doctor De la Rúa, el Estado argentino se
endeudó en 67.000 millones de dólares,
para pagar gastos corriente, sueldos,
jubilaciones y mantenimiento, pero ni
una sola obra de infraestructura.
A fines del 2001, el presidente elegido
por el Congreso, después de la renuncia
de Fernando De la Rúa, el gobernador de
San Luis Adolfo Rodríguez Saa, anunció
en un clima festivo, en el recinto de la
Cámara de Diputados, el nuevo default.
En 2003 la deuda externa ascendía
a 130.000 millones de dólares. Esto
merece una aclaración, decimos deuda
externa porque era en dólares pero par-
te de ella era de tenedores argentinos
de los bonos de ellos, como los fondos
de pensión, instituciones financieras y
bonistas privados.
En 2006, siendo ministro de economía
el doctor Lavagna y Guillermo Nielsen
secretario de Finanzas, se realiza un
canje. Fue presentado como un éxito
por el monto de la quita de capital. En
realidad fue compensado por la tasa
y un plus, la sobretasa según el creci-
miento del PBI que fue muy alto en esos Money, money!
años, impulsado por el crecimiento del Caja de Conver-
sión de la Repúbli-
sector agropecuario y el alza de los pre-
ca Argentina (pre-
cios de nuestros productos agrícolas; cursora del Banco
los más altos desde la primera década Central) uno de los
del siglo pasado. depósitos, total $
72.000.000.000.
También durante la presidencia de
Enero 1925. En la
Néstor Kirchner se canceló la deuda foto el Dr. Alberto
con el FMI, 10.000 millones de dólares Aubone.
al 5%. Inmediatamente se colocó bonos
Archivo General de la
en Venezuela al 15 % por un monto Nación.
similar. La deuda reiniciaba su alza.
Como algunos acreedores no acepta-
ron el canje se entró en conflicto con
los fondos que compraron esos bonos.
El gobierno adoptó una actitud hostil,
no sólo con los tenedores de la deuda
en default sino también con la justicia
interviniente, la de Nueva York, por lo
que perdió el juicio.
Al final del gobierno de Cristina Fer-
nández de Kirchner, en 2015 la deuda
alcanzó los 240.000 millones de dóla-
res; ese monto incluía el pago por 10.000
millones de dólares del 51% de las
acciones de YPF, que hoy valen 800 mi-
llones. A esto hay que agregar la deuda
de los fondos “buitres” y juicios perdi-
dos como el de estatizaciones de AYSA y

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> historia de la deuda externa

Las relaciones
con EE.UU.
Portada la Revista
P.B.T. de noviem-
bre 1914, dedicada
a las relaciones
bilaterales.
A la derecha, visita
del presidente
Dwight Eisenhower
a Mar del Plata,
acompañado por Aerolíneas Argentinas. fuga de capitales. Se confunden causas
el presidente Artu-
ro Frondizi, 27 de
La deuda siguió incrementándose en con efectos. El gasto corriente nacional,
febrero de 1960. el gobierno siguiente, ya que Macri no provincial y municipal aumenta, y los
solucionó el problema fiscal ni la infla- recursos tributarios no alcanzan. Esa es
AGN
ción. Según ha informado la Secretaría la raíz del problema.
de Hacienda hace pocas semanas, los Todos los países tienen deudas y en mu-
Raúl Alfonsín dólares otorgados por el Fondo Mone- chos países importantes, sus deudas son
Ante una Plaza tario Internacional al gobierno de Macri más grandes que la deuda argentina.
de Mayo colmada
se destinaron en su casi totalidad a pa- El tema es para qué nos endeudamos,
asume la Presiden-
cia de la Nación. gar compromisos de deuda contraídos si es para promover el desarrollo, con
Buenos Aires, 10 por gobiernos anteriores. infraestructura y equipamiento para
de diciembre de Las crisis de deuda han llevado a de- la modernización y competitividad del
1983.
nuncias, comisiones investigadoras, sistema impositivo o para pagar sueldos
AGN denuncias penales y teorías conspira- innecesarios y gastos suntuarios. He ahí
tivas y acusaciones, de promoción de la el dilema.n

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