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CORPORACIÓN UNIVERSITARIA AMERICANA

PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE
EMPRESAS VIRTUAL.

Docente: Nicolas Sá nchez Vélez


sancheznicolas@corunicamericana.edu.co

NOMRE DEL ESTUDIANTE: NATALIA TABORDA GONZALEZ

Estimados estudiantes, a continuació n, les presento el siguiente caso de la vida real, por
favor leerlo de una manera bien detenida y responder las preguntas que se enuncian a
continuació n:

Abel, el indigente noruego que dio nombre al


‘Nobel’ de matemáticas”

Si las ciencias y las letras tienen su Nobel, las matemá ticas tienen su Abel. Al contrario
de lo que sugiere la leyenda mil veces difundida, el sueco Alfred Nobel no vetó las
matemáticas de sus premios a causa de ningún asunto de celos, sino que simplemente
las omitió, como hizo con muchas otras disciplinas. Pero los matemáticos cuentan con
su galardón equivalente, que de hecho se propuso como respuesta a la omisión de los
Nobel y que, por pura coincidencia de apellidos, se parece hasta en el nombre. Aunque
en poco más: mientras que el anciano Nobel dejó una cuantiosa fortuna que le permitió
instituir sus premios, el homenaje de la Academia Noruega de las Ciencias y las Letras
a Niels Henrik Abel, el matemático más prominente de aquel país recuerda a una mente
prodigiosa que murió joven y en la indigencia.

Quien por entonces hubiese echado un vistazo a uno de los cuadernos con los que Abel
(5 de agosto de 1802 – 6 de abril de 1829) recibía sus primeras enseñanzas en casa,
manuscritos por su propio padre, tal vez no le habría augurado un gran futuro en
matemáticas a quien aprendía con una tabla de sumas en la que se leía: “1 + 0 = 0”. Y
ello a pesar de que el padre, un pastor protestante rural, al parecer se tomó un interés
notablemente mayor en la educación de Niels y sus cinco hermanos y hermanas que su
madre, quien según la propia web del premio Abel era alcohólica, y “más feliz en
fiestas y compañía festiva”. 

EL MEJOR MATEMÁTICO DE NORUEGA A LOS 18 AÑOS

Fue la independencia de Noruega en 1814 lo que llevó al padre de Niels a emprender


carrera política en Christiania, la actual Oslo, y al niño a pisar por primera vez allí un
aula, en la escuela catedralicia. Pero quizás el inmenso talento de Abel para las
matemáticas no hubiese fraguado de no ser por una circunstancia tan casual como
trágica que le puso bajo la tutoría de un profesor y matemático respetado, Bernt
Michael Holmboe; este fue contratado después de que su predecesor fuera despedido
por propinar a un niño tal paliza que le causó la muerte.

Holmboe descubrió el matemático brillante que Abel llevaba dentro y fue clave en
orientar su carrera, impartiéndole clases particulares y guiando sus lecturas. Pero esto
no le abriría al joven alumno un futuro fácil: en aquel tiempo y lugar las enseñanzas
clásicas eran las que primaban, y en la Universidad de Christiania no había una carrera
de matemáticas. Y si Abel era un prodigio con los números, en cambio el resto de sus
calificaciones eran mediocres.

Antes de su ingreso en la Universidad en 1821, ya había comenzado a trabajar en la


que sería su contribución más conocida, el estudio de las soluciones generales a las
ecuaciones de quinto grado. En 250 años nadie había logrado resolver este problema,
pero Abel era ya entonces el matemático más cualificado de Noruega; tanto que sus
profesores y la propia universidad veían la necesidad de que ampliase sus
conocimientos y contactos fuera del país. Sin embargo, la muerte de su padre y su
penosa situación económica solo le permitieron viajar a Copenhague a cargo de unos
familiares, si bien fue una estancia fructífera: en lo personal, conoció a la que sería su
prometida, Christine Kemp. En lo profesional, contactó con Carl Ferdinand Degen, el
matemático nórdico más prominente de su tiempo.

El contacto con Degen fue el catalizador de su principal logro. El danés desconfió de


que aquel estudiante noruego hubiera hallado la solución general a las ecuaciones de
quinto grado, pero no encontró error en sus fórmulas. Y en cambio, a instancias de
Degen, fue el propio Abel quien entonces lo encontró. El resultado sería el que hoy se
conoce como teorema de Abel-Ruffini, según el cual la solución es que no existe tal
solución. Pero cuando Abel publicó su trabajo, los costes que pagó de su bolsillo le
obligaron a reducirlo a seis páginas. El resultado de tal esfuerzo de síntesis fue que
nadie lo entendía, lo cual privó al joven del reconocimiento que merecía. Por
inspiración de Degen, Abel dirigió su trabajo hacia el análisis matemático.
DEL ÉXITO PROFESIONAL A LA TRAGEDIA PERSONAL

Por fin en 1825 Abel pudo emprender su gran viaje europeo, en el que planeaba
conocer al gran Carl Friedrich Gauss en Gotinga —quien había despreciado su trabajo
al primer vistazo— para después radicarse en París. Pero en lugar de esto se dirigió a
Berlín, donde estableció una fructífera simbiosis con August Leopold Crelle: este
comenzaba a publicar su revista de matemáticas, que gracias a los trabajos de Abel se
alzó como una de las publicaciones más reputadas de su campo. Finalmente, el joven
matemático alcanzó su meta parisina, pero allí las cosas no fueron como esperaba. Su
trabajo, el más productivo de su carrera, fue ignorado. Y en lugar de aplausos, recibió
un diagnóstico mortal: tuberculosis.

De regreso en Noruega, desencantado, enfermo y en la miseria, sin una posición


estable y sin poder devolver sus préstamos personales ni las deudas de su familia,
continuó trabajando, a tal velocidad que a Crelle le costaba mantener el ritmo de
publicación de sus trabajos, mientras su salud empeoraba. Un viaje navideño en trineo
para visitar a su prometida fue demasiado para su enfermedad; poco después comenzó
a toser sangre, y en la primavera de 1829 moría a la edad de 26 años. Abel fue también
una víctima de esa cruel ironía que es a veces la maldición de tantos grandes genios:
solo dos días después de su muerte, Crelle le enviaba una alegre carta en la que le
anunciaba que le había conseguido un puesto de profesor en la Universidad de Berlín.
“En lo que concierne a tu futuro, ya puedes estar completamente tranquilo”, escribía
Crelle. Al año siguiente, el trabajo de Abel en París, redescubierto por fin, le hizo
merecedor del premio póstumo de la Academia francesa. El dinero lo recibió su madre
alcohólica.

En 1899, tras la noticia de la institución de los premios Nobel, el matemático noruego


Sophus Lie propuso a la corona crear un galardón de matemáticas en honor a Abel, a lo
que el entonces rey de Suecia y Noruega accedió. Pero la iniciativa quedó bloqueada
por la posterior disolución de la monarquía común, y no fue reavivada hasta 2002, en el
bicentenario de Abel. Hoy los matemáticos más prestigiosos quieren ver su nombre
asociado al de aquel que invocan los estudiantes cuando aprenden las funciones
abelianas o los grupos abelianos; un genio de los números con un destino trágico
propio de un poeta romántico.

¡AHORA SI, LAS PREGUNTAS!


Teniendo en cuanta la lectura anterior de la vida de Abel, responda las siguientes
preguntas según su criterio, no hay respuestas buenas o malas, lo que voy a calificar
es la capacidad de análisis que tienen para vincular un caso de la vida real con lo
que hemos desarrollado en las clases en las temáticas de nuevos enfoques de la
gestión pública.

Esta primera pregunta es de investigación:

1. ¿Por qué se crearon los premios Nobel? ¿Quién fue su fundador y


cuáles son las categorías en las cuales se entregan? (esta pregunta es
de investigación).

R/ Los Premios Nobel nacieron en el año 1895, en París, Francia, con la


intención de reconocer la importancia a nivel mundial de científicos, artistas y
diplomáticos que trabajan en pro de una mejor sociedad, aquellos que con sus
aportes han cambiado el rumbo de nuestra historia como sociedad.

Su fundador fue Alfred Nobel. Alfred Nobel quien fue un químico e ingeniero
sueco nacido en Estocolmo en 1833.

Actualmente existen seis categorías en los Premios Nobel: Física, Química,


Medicina, Literatura, Ciencias Económicas y el premio de la Paz

Fuente: https://plataforma.bucaramanga.upb.edu.co

Las siguientes preguntas son de análisis de la lectura

2. ¿Qué está pasando, a quién le esta pasado y en qué momento?

R/ Es un Premio Nobel, según la historia del Premio Abel de matemáticas. que


honra a Niels Henrik Abel, el matemático más conocido de Noruega, a quien la
Academia Noruega de Ciencias y Letras otorga este honor anualmente desde
2002.
Todo esto cuenta la historia de la persona que, bajo la dirección de Bernt
Holmboe, surgió de unos orígenes humildes y una educación inestable en una
zona rural para convertirse en el matemático más conocido de Noruega. Pero
falleció muy enfermo, miserable y sin un trabajo seguro.

3. ¿En que momento se vislumbra el talento que tiene Abel para las
matemáticas?

R/ En 1814, su padre lo llevó a Cristiania (actualmente Oslo), donde se


matriculó por primera vez en la escuela catedralicia. Allí recibió clases de
Bernt Michael Holmboe, quien más tarde se dio cuenta de sus dotes para las
matemáticas. Creó el teorema de Abel-Ruffini, por el que fue reconocido como
el matemático más eminente de Noruega, en 1821 mientras estudiaba
"soluciones generales de ecuaciones de quinto grado" antes de matricularse
en la universidad.

4. ¿Cómo se relaciona el entorno de Abel, sus profesores y tutores con los


modelos gerenciales de hoy día? ¿Piensa usted que, en el caso de Abel,
se aplicó algún modelo de esos? ¿Cual? ¿Por qué?

R/ Debido al mal trato y disciplina, muchos de sus profesores indicaron que


era un estudiante mediocre, lo cual cambió cuando ingresó a la escuela en un
ambiente diferente. Había recibido una educación precaria en casa de su
propio padre. Cuando un matemático más joven, más experto en la
enseñanza, asumió el cargo en 1818, animó a los estudiantes a resolver
problemas de geometría y álgebra. Tras darse cuenta de las excepcionales
aptitudes de Abel, lo animó a estudiar matemáticas superiores, donde pudo
destacar.

Es muy comparable al modelo actual de empoderamiento, que implica otorgar,


habilitar y empoderar, en comparación con el modelo de su tutor. Que pueda
resolver problemas y tomar decisiones sin necesidad de buscar la aprobación
de un superior, esto incita al individuo a involucrarse y desarrolla su sentido de
responsabilidad y libertad, lo que beneficia las relaciones entre tutor y alumno
y fomenta el compromiso y la confianza.

5. Si usted hubiera sido Abel, que plan de trabajo hubiera elaborado,


sabiendo que no tenía dinero, ¿hijo huérfano de padre y en la pobreza?

R/ La estrategia es buscar un patrocinador, tutor o patrocinador que pueda


guiarme en el aprendizaje y desarrollo de mis habilidades a través del estudio
y el trabajo continuo, donde las relaciones interpersonales y la dedicación a
reintegrar al tutor con lo requerido y retribuir a la comunidad sean motivado.
sociedad de la mejor manera posible.

El entorno no es favorable para el progreso. Creo que es importante buscar


oportunidades porque siempre están disponibles; sólo tenemos que sopesar
los pros y los contras de cada una y aprovecharlas.

NOTA: ESTE TALLER LO PUEDEN REALIZAR AQUÍ MISMO EN ESTE MISMO


ARCHIVO, ES DECIR, EN LA HOJA DE ABAJO PUEDEN RESPONDER LAS 5
PREGUNTAS.

Voy a tener en cuenta lo siguiente: La redacción, la coherencia con la cual


expresan las ideas, los signos de puntuación, la ortografía, cada punto, cada
coma será tenida en cuenta.

¡Animo muchachos!

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