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Un ensayo respecto a las drogas.

Lo primero es dejar claro que este ensayo no es una apología a las drogas, sino abrir el debate
sobre la libertad del individuo respecto a la sustancia.

Entendamos la “droga” como una sustancia externa que altera el organismo humano. En tal
caso podemos hacer subdivisiones como “fármacos” , drogas recreativas y estimulantes
cotidianos, por ejemplo la cafeína.

Por otra parte, entendemos al individuo como el ente humano singular soberano de sí mismo
y al colectivo o “sociedad” a una amalgama de individuos donde de alguna u otra forma se
aceptan ideas generales (o al menos se intenta).

Dicho lo anterior demos un contexto, como serían las interpretaciones a partir de Nietzsche,
en primer lugar tenemos la “muerte de Dios” como un punto sin retorno donde la moral
antigua ya no es suficiente y se hace necesario una ética para llegar al “Übermensch”. Por
otro lado a partir de una lectura de “Más allá del bien y el mal”, podemos partir de que las
sustancias como la droga entran en la misma categoría dado que están más allá de los
conceptos de “bueno y malo”, dado que la sustancia por sí sola no es buena o mala aunque la
relación que el individuo pueda tener con ella sí puede estar en dichas categorías la sustancia
por sí sola no.

Esto me lleva a plantear dos puntos esenciales para determinar el grado “ético” en cualquier
interacción1:

1) Qué la actividad no dañe de alguna forma a quien la ejecuta.


2) Qué dicha actividad no dañe a otro.

El problema de lo anterior es que muy pocas cosas podrían realizarse. además claro que
genera un debate sobre la soberanía de mi cuerpo.

«De la piel para dentro empieza mi exclusiva jurisdicción. Elijo yo aquello que puede o no
cruzar esa frontera. Soy un estado soberano, y las lindes de mi piel me resultan mucho más
sagradas que los confines políticos de cualquier país».
Anónimo contemporáneo.2

Lo anterior es lo que me lleva a cuestionar el apartado 1) que he mencionado, dado que


debería el individuo elegir si lastimar o no su cuerpo.
El problema que esto tiene es que no es tan sencillo como eso, en una pregunta existencialista
respecto al suicidio donde podría preguntarse “¿A quien le pertenece mi vida?” ¿Será a mí?

1
He decidido separarlo en 2 aunque podrían ser uno solo, esto debido a que posteriormente abordaré la posibilidad de saltarse el paso
primero. De tal forma que si fuese solo un único punto debería agregar una errata que lo explicase, por eso es preferible dividirlos desde un
inicio.
2
Esta cita es atribuida a “Antonio Escohotado” pero no pude hallar la fuente precisa. Una mencion más que le acredita sería la siguiente
(https://youtu.be/zk4FUeFrRIw?t=281). (4:40)

1
¿A Dios? ¿Al estado? ¿A mis seres cercanos?

El problema es grave, cuando yo fui a la farmacia cerca había un grupo de jóvenes fumando
cannabis a lo que las personas en la farmacia se excusaron diciendo que no eran ellos y que
perdonase el olor. Luego de intentar zafar aquello con una broma “seguro en un futuro lo
venden ustedes” Me sorprendió bastante cuando me dijeron que lo hacían, pero no
exactamente, lo que vendían es CBD un cannabinoides.3 Por una parte y resumiendo mucho
la conversación el pensamiento de los individuos en la farmacia (trabajadores) consiste en
que el cannabis es ilegal por motivos religiosos (una moral que lo ve como dañino) y que el
TCH no debería ser vendido en farmacias dado que ese no es “medicinal” a diferencia del
CBD. Aunque cabe aclarar que el TCH que suele ser la parte “recreativa” también cuenta con
ciertos usos medicinales. 4

“El sistema político como regulador del consumo de las drogas La famosa Volstead Act, que
en los años veinte prohibió el consumo y el tráfico del alcohol, tuvo que ser reconsiderada
debido a las mafias que se crearon alrededor de esta prohibición. La estrategia
estadounidense de estigmatización y satanización, que se enfocó hacia el socialismo europeo
y cubano, se concentró en la toxicomanía a partir de 1989. Si antes los comunistas fueron
acusados de comer niños, ahora son los toxicómanos quienes envenenan a la niñez y a la
juventud con nieve de limón blanca y dulces de mantequilla con tetrahidrocannabinol.5”6

El problema anterior evidencia mucho de la ambigüedad “moral” de la sociedad y la


propaganda que se genera al reproducir un ideal, por ese motivo inicié hablando de
Nietzsche, dado que aquellas viejas morales han muerto, pongámonos a reflexionar sobre el
caso de la prohibición en los años veinte, asumamos de buena fe que tal prohibición se da por
un “bien” dado que el alcohol “hace mal” pero las consecuencias de prohibir a los individuos
el legislarse a sí mismos generó un “mal peor”.

Cuando mencioné la propuesta de este ensayo hice una breve mención sobre la película vista
en clase “la última cena”. En aquel caso, la vida del negro le pertenece al “amo”. Esto es un
paralelismo de cómo la soberanía del cuerpo a menudo no es respetada, el mismo tema del
derecho a las drogas lo podemos ver en cómo las leyes afectan por ejemplo la soberania de
cuerpo femenino en escenarios como el aborto.

Las perspectivas sociales influyen a la legislación, por ello ciertos valores impiden la
soberania sobre el cuerpo, por dar un ejemplo en un escenario catolico tal cosa como el
aborto o el suicidio es prohibitivo ya que “va en contra de la voluntad de Dios” y eso violenta
la decision individual en pos de un pacto colectivo. Lo que pasa con esto es paradójico,
volviendo al tema de las drogas, la llamada guerra contra las drogas es una guerra perdida
desde su concepción, dado que la droga siempre ha existido en diversas culturas y nunca se
3
Agrego este punto porque no sé si contaré con la oportunidad de hacer una entrevista más formal.
4
Ejemplo: De las Drogas, O. E. (2018). Uso médico del cannabis y los cannabinoides: preguntas y respuestas para la elaboración de
políticas: diciembre de 2018.
5
TCH.
6
RODRÍGUEZ, E. (2011). El debate sobre las drogas. Compartir. pp1.

2
va a erradicar.

Sin embargo hay posturas contrarias a lo que anteriormente he mencionado:

“El uso y abuso de drogas tal como lo conocemos actualmente es un fenómeno relativamente
reciente cuyo inicio podemos situar en los años 60, aunque su verdadero desarrollo tiene
lugar en las últimas décadas. Si bien es cierto que muchas culturas han utilizado
históricamente drogas con distintos fines, cualquier parecido con el uso recreativo de drogas
actual tanto por sus dimensiones como por su significado cultural es anecdótico, si
exceptuamos el uso del alcohol en el mundo occidental”7

Una postura como la anterior hace ver el tema de las drogas como un “problema
contemporáneo”.

“Como todas las prohibiciones, la del consumo de fármacos ha ido acompañada de


permisividades con el afán de mostrar tolerancia a distintos grupos sociales. Pero ya desde
el octavo milenio anterior a la era cristiana hay evidencias en las culturas mesoamericanas
del uso de plantas alucinógenas afines a la mezcalina y a la LSD25, como el teonanacatl, el
ololiuhqui, el peyote, el polvo de caoba o yopo y los hongos; estimulantes como la coca, el
mate, el tabaco, el guaraná, el chocolate y el café. Pero en el imperio inca era privilegio de
la corte, mientras que para otros estamentos estaba prohibido su consumo. En todas las
latitudes hay registros del uso de fármacos, pero continúa la hermandad antagónica: la
prohibición a consumir fármacos ha ido de la mano de su hermana la permisividad.”8

Podemos apreciar en ello una diferencia considerable entre los puntos de vista respecto al
tema de la droga, posteriormente lanzaré unas cuantas nociones a considerar de porque el ser
humano busca dichas sustancias, pero antes de eso considero necesario abarcar el conjunto el
concepto de droga y medicina, con ello empezamos a referirnos al concepto “fármaco”.

“Para la cultura helénica los fármacos eran espíritus neutros que al entrar en los cuerpos
“intensificaban las inclinaciones naturales” de quienes los ingerían, fomentando el
autoconocimiento.”9

Pensadores como Antonio Escohotado defenderán la postura de que dichos fármacos


expanden la noción mental del mundo, es decir la forma de la experiencia sensible de la
realidad. Aunque cabe aclarar que Escohotado no posee “pensamientos mágicos” y es
bastante objetivo y busca en sí una explicación más científica.

Aprovecho la oportunidad para lanzar mi hipótesis de que nos lleva al consumo de sustancias,
por ejemplo para la elaboración de este escrito la cantidad de cafeína ha sido notoria.

7
Calafat, A., & Juan, M. (2003). pp 262.
8
RODRÍGUEZ, E. (2011). pp 2.
9
RODRÍGUEZ, E. (2011). pp 2.

3
1) La curiosidad: En este mismo apartado también puede verse un “empirismo científico” de
experimentar con el cuerpo, podemos verlo desde una visión como la de Ponty (en la
fenomenología del cuerpo) donde las experiencias sensoriales cobran particular importancia.
También la curiosidad como tal del ente humano por experimentar sensaciones poco
comunes, sin mucho que explicar en ello, es uno de los motivos que ha llevado más a los
jóvenes al consumo temprano de sustancias.

2) Escape de la realidad: Por otro lado, las sustancias suelen generar una sensación de
“placer” y “liberación” del dolor cotidiano. Un ejemplo muy visible de esto es las personas
que recurren al alcohol cuando hay problemas emocionales. Este apartado es simplemente
una negación del individuo y busca en las sustancias una escapatoria para aquello que no
consigue resolver.

3) El ritual/ lo social: En este punto brilla más lo cultural o incluso hasta “lo místico”. Por dar
un ejemplo pensemos en las sesiones de Ayahuasca, donde es más visto como algo de ritual,
por otro lado, en las fiestas suelen estar acompañadas por algún tipo de sustancia ya sea lícita
o ilícita, el que más suele brillar es nuevamente el alcohol y en estas mismas prácticas
sociales suele ser como inician muchos a sus primeras experiencias con diversas sustancias.

4) Tratamiento o efectos útiles: En este punto tenemos a los fármacos tradicionales para
diversos tramientos médicos como puede ser analgesicos y antidepresivos por decir los más
comunes, además claro estaría incluida la cafeína por su efecto estimulante, en este punto es
interesante conocer que existe el término de “dosis” por lo cual está mejor regulado que los
puntos anteriores, sin embargo igual puede generar dependencia a la sustancia.

Volviendo al punto de que la droga es algo que no se va eliminar de las sociedades humanas,
surgen propuestas éticas como el concepto de “reducción de daños”:

“El enfoque de reducción de daños está basado en un fuerte compromiso con la salud
pública y derechos humanos, con el fin de beneficiar tanto a las personas que utilizan
drogas, como a sus familias y comunidad. La reducción de daños, en esencia, se refiere a
políticas, programas y prácticas que tratan de reducir los daños asociados con el uso de
drogas psicoactivas sin el requerimiento necesario de la terminación de uso. Los enfoques
complementarios de reducción de daños que pretenden prevenir o reducir el nivel en
conjunto de consumo de drogas, aceptan que mucha gente que utiliza drogas son incapaces o
no desean terminar con la adicción. Asimismo, acepta que algunas personas que utilizan
drogas no necesitan tratamiento. Existe una necesidad de proveer a la gente que utiliza
drogas con opciones que les ayuden a minimizar riesgos de continuar con el uso de drogas y
de agredirse a ellos mismos u otros.”10

El problema es la “otredad” el mismo moralismo social hace ver a quien consume una
sustancia como alguien “indigno” y considera que por ejemplo contraer sida por jeringas en

10
Grover, A. (2011). pp 1.

4
un bunker es algo de “justicia divina”. El problema de ello es la deshumanización del
individuo y la “satanización del consumo”.

Nuevamente el problema que vemos es la imposición de una moralidad frente a la soberanía


del cuerpo. Un ejemplo sería el tema del cannabis cuyo aporte médico es considerable pero al
estar “satanizada” se ve como algo “malo”, esta visión de algo “malo” o bien reprochable
socialmente genera dificultades en los individuos que quieran salir de la adicción o bien
controlar el uso de las sustancias, en este punto deberíamos aclarar la diferencia entre uso y
abuso de drogas.

Obviamente el sector problemático es la adolescencia por las dificultades que trae de por sí
dicha etapa, una explicación que ejemplifica los puntos que mencione anteriormente sería la
siguiente:

“Ahora el joven es aceptado por una nueva comunidad y se iniciará en sus prácticas,
adoptará sus costumbres y vestirá sus ropajes. En este momento la droga está cumpliendo un
papel iniciático, algo necesario, ancestral y arquetípico en el hombre; es por ello que este
pasaje de una etapa a otra, está ligado a los ritos de iniciación, ceremonias sagradas; es por
esta razón, que a nivel inconsciente, dicho proceso tiene un valor religioso.”11

Ahora lo competente sería adentrarnos en puntos geográficos y en la época contemporánea12.


A partir de este punto voy a trabajar a Escohotado en su erudito escrito historia general de las
drogas.

Cuando Escohotado habla del continente americano nos expresa una problemática de
América Latina:

“La producción artesanal y el pequeño tráfico han cedido por completo el terreno a
poderosas organizaciones —como los cárteles de Medellín y Cali para la cocaína, o el
ejército mexicano para la marihuana—, cuya impunidad no sólo se basa en la
profesionalidad y recursos de sus jefes, sino en una densa trama de ramificaciones
estrictamente políticas que sufragan aventuras de estabilización y desestabilización para
distintos países.”13

Haciendo mención a otro filósofo contemporáneo, conocedor de problemáticas en América


Latina, Helio Gallardo durante una de sus exposiciones en una clase, nos mencionaba la
problemática de cómo Estados Unidos estaba financiando una guerra en Nicaragua a través
del narcotráfico, una guerra que en palabras de Gallardo “podría durar por siempre”.

Esto nos lleva al planteamiento ético de buscar una alternativa a los problemas del
narcotráfico. Una solución podría ser lo aplicado por el ex presidente Pepe Mujica, donde vio

11
Díaz Guiñazú, R. P. (2010).pp 38.
12
De eso va el curso y depende mi nota.
13
Escohotado, A. (2002).pp.820.

5
la legalización como la mejor arma contra el narcotráfico.14

Los esfuerzos en contra de las drogas suelen ser más de control social que de bienestar social,
en ejemplo de esto nos lo da Escohotado cuando habla de estados unidos:

“El presupuesto federal para represión (law enforcement) se ha seguido elevando, mientras
el presupuesto para atención médica apenas supera la mitad del establecido en 1982.”15

Las intenciones de represión en pos de un orden público con frecuencia son falaces, es
absurdo contemplar penas exageradas a delitos tan insignificante como puede ser poseer un
par de gramos de marihuana, por ello repito nuevamente que la estrategia de Mujica parece
ser un camino más ético dado que se ataque el narcotráfico y no al consumidor, el problema
es la mafia detrás de la droga y no la droga en sí.

Evidentemente el problema ético escala al interés comercial donde la mafia más peligrosa
sería el estado mismo, no solamente por controlar la soberanía de los cuerpos sino por una
gran cantidad de aspectos antiéticos como podría ser el siguiente ejemplo:

“Algunos meses después, quedaba listo un informe de la DEA y la CIA, coordinado por el
Consejo de Seguridad Nacional. Este documento tuvo la franqueza de admitir que muchas
veces los beneficios se emplean para lograr el control de bancos y otras entidades de crédito,
para financiar a «importantes grupos políticos», para enriquecer a «personalidades políticas
influyentes», y para sostener grupos paramilitares en el Sudeste asiático e «insurgencias» en
Latinoamérica.”16

Otras consideraciones:

“La llegada de Clinton ha moderado considerablemente el ardor antidroga de Reagan y


Bush, aunque sin arriesgar reformas. Jocelyn Elders, su mano derecha en materia de
Sanidad, declaró públicamente en 1994 que la American Crusade nunca se podría ganar, que
el país debía acostumbrarse a convivir con las drogas, y que derogar la prohibición
mejoraría la situación de los adictos, tanto como la seguridad del resto. La Casa Blanca se
apresuró a declarar que la señora Elders había expuesto criterios exclusivamente
personales, no suscritos por el resto del Gabinete; dos días después agentes de policía
encontraron una bolsa con cocaína en el automóvil de un hijo de Elders, que acabó
dimitiendo. La relativa permisividad de Clinton se sugiere en el hecho de reconocer que de
joven fumó marihuana («aunque sin tragar el humo»).”

Sin embargo cabe destacar que el pensamiento de Elders es bastante acertado, para la época
en la que vivimos deberíamos empezar a asimilar una vida social con las drogas. no

14
https://youtu.be/Dl8tCCnrcpc?t=227 (a partir del minuto 3:40)
15
Escohotado, A. (2002).pp.822
16
Escohotado, A. (2002).pp.827 (Cabe aclarar que los beneficios mencionados son respecto a lo requisado por dichas organizaciones)

6
favoreciendo el consumo sino creado conciencia de lo que es y lo que implica,durante uno de
los programas de Escohotado se abordó el tema de que en España el consumo de alcohol es
bastante superior al consumo de otras drogas, pero que en todo caso la mayoría de los
españoles “saben llegar hasta el punto de picor o euforia sin pasar el límite”. Sea eso cierto o
no, la concienciación sobre las drogas podría abrir el panorama de “dosificaciones” para
poder lidiar con el consumo en pos de una reducción considerable de daños. Aunque bien el
problema de esto sigue siendo el que he abordado a lo largo de este ensayo, un irrespeto a la
soberanía del cuerpo por parte de lo jurídico y de la moralidad general que suele llevar a
regulaciones jurídicas.

Lo que pasa en todo caso aunque no se quiera admitir públicamente, es que el individuo
puede ejercer su libertad total mientras sea “anónimo” o bien mientras nadie se entere,
dejando esto de forma graciosa “para que sea un delito primero tienen que arrestarte”.

“A diferencia de las drogas que requieren cultivos a cielo abierto (heroína, cocaína, opio,
marihuana tradicional), las que empiezan a imponerse a partir de los años noventa se
elaboran en cocinas domésticas y suponen una enérgica descentralización, tanto en là fase
productiva como en la distributiva.”17

Estos individuos “autónomos” que cultivan su propia droga para consumo personal, están
ejerciendo su libertad individual sin apoyar el narcotráfico y a su vez siendo más difícil que
las autoridades puedan sancionarlos, dado que primero deberían atraparlos delinquiendo. Si
estos individuos logran mantener su consumo en la esfera privada sin que llegue a pasar a la
esfera pública podrían jamás experimentar problemas con la ley. Sin embargo cabe
preguntarnos porqué es necesario tener que esconderse para poder ser libre, estos temas de la
libertad que a lo largo de la filosofía han generado diversas controversias, hace que este tema
sea un punto más de análisis, la droga es más que la sustancia en sí misma, es como
interactuamos con ella y si bien no hay que consumir para llegar a conclusiones, su misma
existencia nos demuestra temas como lo restringida que está la libertad individual.

Para ir finalizando lo ideal sería abarcar el problema de la “adicción” que evidentemente es


un buen argumento en contra de las drogas.

“Parece también oportuno no formarse una idea simplista del hábito, y relacionar la
costumbre de consumir drogas psicoactivas con la de cualquier otra cosa. Gracias a una
propaganda banal, tendemos a creer que las personas caen en dependencias farmacológicas
por razones distintas de las que llevan a contraer dependencias sociales, higiénicas o
sentimentales. Pero eso no es cierto.”18

La defensa que hace Escohotado es bastante acertada y una buena apología, en en dicha
concepción del problema que se resalta el hecho de que el ser humano a menudo tiene
dependencias de diversas índoles, lo que marca la diferencia es si dichas dependencias están
17
Escohotado, A. (2002).pp.829
18
Escohotado, A. (1995).pp.12

7
o no aceptadas. Ciertamente habría que medir los daños de cada dependencia para ser más
exactos, pero en cuanto una dependencia a las drogas y una dependencia emocional han
llevado a más de uno a la muerte… es algo que no podemos negar.

“El hábito farmacológico es sólo una variante específica de nuestra preferencia general por
conductas automáticas, comparada con nuestra capacidad para improvisar conductas,
obedeciendo a procesos de deliberación racional. Por orden descendente de importancia,
creo que sus elementos principales son: a) el esfuerzo o premio que el hábito mismo
proporciona; b) el vacío o deficiencia del que es síntoma; c) las incomodidades concretas
que se derivan de interrumpirlo. Hoy se presenta como decisivo el último de estos elementos,
pero la toxicomanía es un concepto desconocido hasta hace un siglo, mientras los tóxicos
básicos –y su libre consumo- existen hace milenios.”

Quiero destacar sobre todo lo que era desconocido hace un siglo, si fue de los primero temas
que abarcamos en el curso definir que era un siglo o que marco nuestro siglo. A lo largo de
este ensayo puedo decir que es el siglo de la soberanía del cuerpo, hasta hace poco estaba
restiguido el matrimonio de forma que solo podía ser heterosexual, el aborto empezo a ser
legalizado, el consumo de ciertas drogas como el cannabis empezo a ser legalizado. Ha
habido una evidente lucha social por reclamar el derecho individual de decidir sobre su
propio cuerpo.

Con esa reflexión me gustaría finalizar este ensayo, dejando claro que el problema de la
libertad individual es bastante complejo, abarca desde la droga es uno de muchos caminos
posibles para avivar el debate, pero como tal mi intención es evidenciar el problema que del
individuo contra lo social/jurídico y su lucha constante de búsqueda de poder definirse a sí
mismo, por eso el tema me ha parecido competente respecto al tema de la asignatura dado
que pensadores como Antonio Escohotado destaca como pensador contemporáneo y además
que abarcar el tema de las drogas ha servido para ampliar lo visto en clase y vincularlo con
algunos temas estudiados en la misma.

8
Bibliografía:

Calafat, A., & Juan, M. (2003). De la etiología a la prevención del uso y


abuso de drogas recreativas. Adicciones, 15(5), 261-288.

De las Drogas, O. E. (2018). Uso médico del cannabis y los cannabinoides:


preguntas y respuestas para la elaboración de políticas: diciembre de 2018.

Díaz Guiñazú, R. P. (2010). La función del arquetipo de la máscara y el uso


de drogas en el grupo adolescente. In II Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional en Psicología XVII Jornadas de
Investigación Sexto Encuentro de Investigadores en Psicología del
MERCOSUR. Facultad de Psicología-Universidad de Buenos Aires.

Escohotado, A. (2002). Historia general de las drogas. Espasa.

Escohotado, A. (1995). Aprendiendo de las drogas: usos y abusos, prejuicios y


desafíos. Anagrama.

Grover, A. (2011). Derechos Humanos y Política de Drogas, Reducción de


daños. Harm Reduction International, 1.

RODRÍGUEZ, E. (2011). El debate sobre las drogas. Compartir.

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